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Hen. de Med. E. C. Nanarra 11!: 129, 19.59 COMUNICACIONES Diagnóstico precoz del cáncer recto-sigmoideo * Enrique de Usobiaga resolverlos por sí mismo; también -es triste reconocerlo- la tendencia del médico a no practicar el tacto rectal y la rectoscopia, en todo enfermo con un estreñimiento o una diarrea injustificados o con tenesmo rectal y más si ha expulsado sangre roja. El cáncer dejará de ser grave, a partir del momento en que se diagnostique precozmente; esta afirmación, que puede hacerse de todos los cánceres en general, es aún más cierta, tratándose del cáncer recto-sigmoideo, por ser uno de los que tiene evolución más lenta, De los varios períodos que suelen admitirse en dicha evolución (cuatro según Broders, tres para Dukes y Gabriel), puede decirse que se hizo un diagnóstico precoz si la neoplasia se encuentra en el primer período o local, ya que en el segundo o de extensión linfática, la recidiva -después del tratamiento quirúrgico- es más probable. Lo difícil será afirmar que nos encontramos en período local exclusivo, ya que las células cancerosas en sangre circulante son imposibles de descartar por hoy y bastará con que existan para una posible metástasis. Hagamos un paréntesis para ver este caso de cáncer recto-sigmoideo que con una historia clínica de 7 meses de rectorragias cuando acudió a nuestra consulta, ha podido curarse. Acabamos de ver a esta enferma operada por indicación nuestra hace casi cinco años, exactamente el 19 de mayo de 1954, por e1 doctor Irarragorri, y se encuentra perfectamente, haciendo vida normal ya, habituada a su ano iliaco artificial y trabajando en el Bar de su propiedad en Bermeo. En la pieza operatoria, vemos su neoplasia ulcerada, situada entre la ampolla rectal y comienzo de ese iliaca, a unos 10 cms. del ano; el tumor tenía unos 5 cms. de longitud y muy pocos ganglios, situados por detrás del recto, contra el sacro: El límite superior del mismo está S·eñalado con unos alfileres que sostienen la pieza y el inferior con el extremo de la pinza de Kocher. Tenía dos ulceraciones, una interior y otra posterior --ésta se ve a la izquierda de fa pinza y la otra no es tan visible en la fotografía- (fig. 1). Con este caso podéis ver lo agradecido que es el cáncer de recto. Bien vale la pena de diagnosticarlo. , Factores que retrasan el diagnóstico precoz: Según Harms y colaboradores, las causas del retraso diagnóstico, pueden atribuirse al Médico en un 25 por 100 de los casos, al enfermo en el 45 por 100 y a ambos en un 30 por 100. Pack y Gallo afirman que en un 43 por 100 de sus casos de neoplasia rectal, el médico fue responsable del retraso de más de un mes. La afirmación de Kuttner es aún más seria, ya que dice este autor alemán, que cerca de un 70 por 100 de los cánceres rectales observados por él habían ya sido tratados por otros mé- Son la ausencia de síntomas en su comienzo y cuando éstos aparecen, la resistencia del enfermo para acudir al médico, por creer que aquéllos son debidos a ce hemorroides)) o ((colitis)), tratando de * Conforencia pronunciada en la Escuela de Medicina del Estudio General de Navarra, Pamplona, el 6 de mayo de 1959. (Cátedra del Profesor Dr. E. Ortiz de Landázuri). 1.30 ENRIQUE DE USOB!AGA Vol. lI! Fecha de la primera consulta. ~ En nuestros casos el tiempo medio transcurrido desde el primer síntoma hasta la primera consulta fue de cinco meses, siendo el caso más precozmente diagnosticado, el de una enferma enviada por su médico de cabecera a los 3 días de su primera rectorragia. En la estadística de Allen y Welch, el plazo entre aparición del primer síntoma y su hospitalización fue como término medio de 8 meses. Indudablemente es necesario una educación del público, hecha por organismos oficiales y con la censura adecuada, ya que esta educación es muy delicada de hacer, porque crea fácilmente una «psicosis de masas", aumentando el pánico al cáncer (cancerofobia) ya existente. ¿Qué debe hacerse ante un síndrome ano-rectal?-Siempre que exista en un enfermo, un solo síntoma del llamado ((síndrome ano-rectaln ---que después describiremos con detalle- es necesario ~e guir este orden de exploraciones: Fíg. 1.• dicos, con distintos diagnósticos erróneos. Jones asegura que un 25 por 100 de los operados de hemorroides, son cancerosos rectales indiagnosticados y en la Clínica Mayo· según Buie (1938), un 48,5 por 100 de los afectos de cáncer de recto habían sido ya operados con otros diagnósticos, pasando desapercibida su lesión maligna. l.º tacto rectal. Si éste es negativo, 2.º rectoscopia. Si con ella tampoco vemos lesión cancerosa, 3.º radiografía con enema opaco. También pueden servirnos como auxiliares, el frotis por el método de Papanicolacu, bien mediante enema o bien frotando sobre la zona sospechosa y finalmente la biopsia, complemento obligado de la rectoscopia, a la vista de una lesión de aspecto maligno, benigno o sospechoso. Según Kleckner, más de la mitad de los cánceres del recto pueden tocarse mediante el tacto rectal; nosotros no hemos sido tan afortunados, pero ello no resta valor a dicha exploración tan sencilla y que puede hacerla cualquier médico general. Por rectoscopia se diagnostican el 75 por 100 de las neoplasias rectales, viéndose además, una zona que se explora mal mediante los Rayos X. Por medio del enema opaco se visualizarán los demás. Hoy día, con los citados métodos exploratorios, se pueden diagnosticar prác- Junio, 1959 IJJAGNÓSTJCO PRECOZ DEL cÁ"!CER RECTO-STGJVTOIDF'.n ticamente, todos los cánceres recto-sigmoideos y la mayor parte de ellos precozmente si los enfermos a explorar, acuden al médico al primer síntoma. Es preciso recordar siempre que el cáncer recto-sigmoideo se presenta en casi todas las edades en ambos sexos y que su comienzo es lento e insidioso, no afectando ni al apetito ni al peso del enfermo, hasta que está el proceso muy avanzado. Historia clínica y datos que aportarnos Estudiando las Historias Clínicas de nuestros enfermos, trataremos de obtener primeramente datos sobre la Frecuencia de esta afección, Edad en que se presenta, Sexo y en general antecedentes para estudiar los Factores Etio-Patogénicos que pudieran haber intervenido; finalmente, estudiaremos la Sintomatología y los datos exploratorios, para terminar haciendo el Diagnóstico diferencial. Frernencia.-Resumiendo las distintas estadísticas consultadas, vemos una disparidad de cifras, entre los diversos autores. Así los norteamericanos llegan a la conclusión de que en su país el cáncer de colon es más frecuente que el de recto; por el contrario, en las estadísticas europeas es más frecuente el cáncer rectal que el del resto del intestino, en lo que coincidimos. Con relación al Cáncer en general el recto-sigmoideo constituye del 5 al 1O por 100 según las diversas estadísticas. Respecto a su frecuencia entre todos los cánceres digestivos y después de revisar más de 10.000 historias clínicas, llegamos a las siguientes cifras: Cáncer recto-sigmoideo 15 por 100, cáncer de estómago 64 por 100, otros cánceres digestivos 21 por 100. Edad.-Ya hemos señalado que pueden presentarse a cualquier edad, sin embargo, son más frecuentes entre los 50 y ]:; j 60 años. Nuestro caso más joven fue de 38 años y el de mayor edad de 79 años. Recientemente nos han comunicado, que ha habido un caso de neoplasia rectal en un niño de 12 años en Baracaldo. Hay numerosos casos de cáncer rectal juvenil, publicados por autores españoles y extranjeros; entre los primeros debemos citar los de nuestros Maestros de Barcelona Gallart-Monés, Gallart-Esquerdo y Barberá y de Valdecilla, García Barón; los de Urrutia, García Morán, etc. Sexo. Todas las estadísticas suelen coincidir, en que es más frecuente en el hombre que en la mujer, en distintas proporciones (3-1, 2-1). En nuestros casos, solamente teníamos 1 caso más en varón. Como todos sabemos, la causa íntima del cáncer es por hoy desconocida, aunque parece que las tendencias actuales tratan de demostrar que se debería a un virus, sin embargo, en ese caso sería muy difícilmente contagioso y con período de incubación de varios años. En el estado actual de la ciencia, no debemos admitirlo hasta que se haya demostrado satisfactoriamente. Por ello, vamos a ir estudiando los factores etio-patogénicos, clásicos: Herencia.-Siempre se vuelve a hablar de las familias de cancerosos, pero no ha podido demostrarse, que el cáncer humano se herede. Para salvar este fallo, mu· chos autores hablan de una predisposición o susceptibilidad heredada; en todo caso el cáncer de recto, sería -al parecermás frecuente, entre enfermos que tienen familiares cancerosos. No obstante, este viejo pleito, nos hace recordar Ja época del antagonismo entre la llamada ((diátesis artrítican y la <<diátesis tuberculosa>i -¿Qué queda actualmente de dichas ((diatesis>>?-. Pues bien, probablemente nuestros hijos se reirán de 1:32 BNRIQUE DE tJSOBIAGA esta predisposición, susceptibilidad o ((diátesis cancerosa)), heredada. Sin embargo, quedan en pie, las experiencias de Style ( 1925), demostrando la herencia mendeliana de los neoplasmas del ratón, muy difíciles de aplicar al ser humano, por el desconocimiento de la patología de varias generaciones. Irritación crónica.-Es indudablemente otro factor interesante en la etio-patogenia del cáncer rectal, ya que está demostrado que éste puede aparecer sobre una colitis ulcerosa grave (Gallart-Monés y Domingo Sanjuán, Brust y Bargen), o bien sobre una disentería amebiana (Bensaude, Caín, Savignac, etc.) o sobre rectocolitis crónicas y también por degeneración maligna de pólipos (Westhues, Staemmler, Hillemand, etcétera) o degeneración de tumores vellosos (Junghanns, Quenu, Strauss, GallartMonés· Gallart-Esquerdo, Barberá, Roca de Viñals, etc.); de todos los tumores benignos rectosigmoideos, los vellosos son los que más fácilmente degeneran. En consecuencia, es necesario vigilar estrechamente a los enfermos portadores de estas formaciones mal llamadas ((pre- Vol. lll cancerosas>> o bien afectos, de irritaciones recto-sigmoideas crónicas. Uno de nuestros casos fue un pequeño pólipo rectal, diagnosticado hace unos años, en un enfermo antiguo disentérico ---no sabemos si amebiano o bacilar-- y que vuelve a nuestra consulta en 1953 con una neoplasia vegetante rectal poco extensa; fue muy probablemente un pólipo que degeneró. Impresiones morales, Stress.--Hace ya más de 60 años que Madinaveitia, señaló la relativa frecuencia, con que el cáncer aparece en los que sufren ((impresiones morales deprimentes)). Más tarde Urrutia, Gallart Monés y otros autores insisten en este dato; posteriormente, muchos autores hablan de ello, dándole distintos nombres: ((nerviosismo>J, ((shock nervioso)), etc. hasta el momento actual en que vuelve a decirse que el ((stress)) influirá en la producción del cáncer. Es, por tanto, factor a tener en cuenta. En nuestros casos de neoplasias rectosigmoideas, no hemos consignado, más que en un solo caso- la coincidencia con un grave disgusto, de sus primeras molestias. CUADRO DE SINTOMATOLOGIA DEL CANCER RECTO-SIGMOIDEO: J. 0 [. ~ 0 ' Síntomas ( ( 3.° 4.º Rectorragias. Alteraciones del ritmo intestinal: a) Estreñimiento. b) Diarrea o falsa diarrea. e) Tenesmo rectal. Crisis semi-oclusivas; oclusión. Perforación del tumor (poco frecuente). Sintomatología En aprovechar los primeros síntomas se basa el diagnóstico precoz: por ello trataremos de hacer un esquema sencillo y claro de la sintomatología del período de comienzo, que constituyen fundamentalmente, el llamado ((síndrome ano-rectal»: l.º) Rectorragias: Son un síntoma pre- coz y frecuente. La aparición de sangre roja que riega las deposiciones o aparece envolviendo en parte a las heces, nos hará sospechar un cáncer de recto, mientras no pueda demostrarse lo contrario. Aquella ecuación matemática de los clínicos franceses de fin de siglo, que decía: ((Estreñimiento + sangre que riega las heces = Hemorroides», ya no nos sirve, pues es una verdad parcial, ya que la Junio, 1959 DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER RECTO-SIGMOIDEO causa bien pueden ser unas hemorroides, pero también un cáncer rectal o las dos afecciones simultáneamente. Recuérdese que la existencia de hemorroides, no excluye la de una neoplasia rectosigmoidea situada más arriba, sería la ((hemorroide centinela n de los autores clásicos. En algunas ocasiones -como en tres casos nuestros- la sangre, sale sola, a gotas, sin la deposición; esto sucede cuando la hemorragia es más abundante y cuando la lesión está más cerca del ano. Las grandes rectorragias son excepcionales, pero pueden darse -como en un caso nuestro que necesitó una transfusión de sangre-. Se cita como máxima cantidad una rectorragia de un cuarto de litro, aproximadamente. Otras veces, la sangre va mezclada con moco o con pus, son evacuaciones mucosanguinolentas, en ocasiones parecen ((esputos rectalesii valga la expresión gráfica, con hilillos de sangre. La hemorragia puede ser por congestión y, por tanto, no supone, necesariamente, la ulceración sangrante del tumor; unas veces la causa desencadenante es el roce de las heces duras, sobre la lesión, pero otras la hemorragia es debida, a contracciones rectosigmoideas. 2. º) Alteraciones del ritmo intestinal. a) Estreñimiento. - Suele ser de aparición brusca o bien es la exacerbación repetina de un estreñimiento pre-existente. Puede ser el síntoma precoz, inicial, a veces único y es independiente de la forma, tamaño y localización del tumor; en ocasiones sorprende el gran estreñimiento --paradójico- que provoca una pequeña tumoración; se debe, bien a un espasmo supralesional o a una paresia refleja o bien a una disquecia de la ampolla rectal. Muchas veces, se trata de un «falso estreñimientoii con mezcla de escíbalos y líquido, como veremos a continuación. Generalmente los tumores sigmoideos altos, son los que dan lugar a estreñimiento verdadero y los rectales más bien a diarrea o tenesmo rectal. 133 b) Diarrea o «falsa diarreaii. - También de instauración brusca· debe valorarse, aunque no siempre sea un síntoma precoz -como pudiera pensarse-. Puede presentarse una verdadera diarrea, con más de 3 deposiciones diarias, líquidas o pastosas, sin sangre o con ella. Suele ser de aparición matinal. Generalmente de putrefacción, pero puede alternar con una diarrea fermentativa, según la alimentación. Muchas veces la diarrea alterna con estreñimiento, es lo que se llama una ((falsa diarrean; en ese caso puede ser de tres tipos distintos: l.º Escíbalos mezclados con líquido -ya señalado al hablar del estreñimiento verdadero y falso-. 2.º Deposiciones duras, alternando con otras blandas o líquidas o también 2-3 días de estreñimiento y luego una descarga diarreica o viceversa: 2-3 días de diarrea seguidos de un día de estreñimiento, y finalmente 3.º Tenemo rectal, es decir deseos de evacuar, insatisfechos; en algunas veces que acude el enfermo al W. C., no hace deposición alguna o expulsa unos gases y mancha un poco de moco con sangre o moco solo o moco con muy poca cantidad de heces, con o sin sangre, etc. Pero, creo, que el tenesmo merece un enunciado aparte, ya que puede considerarse como intermedio entre estreñimiento y diarrea -pues si bien no es un verdadero estreñimiento, también debe considerársele como una «falsa diarreali. c) Tenesmo rectal.-Acabamos de describir este síntoma, que además de tener estas alteraciones del ritmo intestinal· suele ir acompañado de peso rectal, falsas ganas de evacuar, molestias después de la deposición -que obliga al enfermo a acudir constantemente al W. C. sin satisfacer su deseo por completo, sensación de cuerpo extraño en el recto por impresión de evacuación interminada. El tenesmo rectal es debido a la disfunción del esfinter del ano, que a causa del tumor no queda totalmente en reposo. ~;'!RIQUE Además debemos advertir, que el tenesmo rectal, que en realidad es un complejo síndrome, el llamado ((síndrome ano-rectah, puede ir acompañado de otros síntomas extradigestivos, como son principalmente: síntomas urinarios tales como polaquiuria, tenesmo urinario, cistalgia, etcétera. Síntomas pélvicos como pesadez pélvica, congestión uterina en la mujer y hasta dolores neurálgicos no solamente presacros, sino hasta de tipo ciático -incluso en la fase precoz del cáncer rectal-. 3.") Crisis semi-oclusivas.--Puede ser - en ocasiones- el síntoma inicial de estos tumores, especialmente en los de localización sigmoidea, casi siempre en la forma infiltrante anular, en realidad más por el espasmo supra-lesiona! que por la estenosis. En algún caso -como uno que presenciamos en el Hospital de Basurtopuede debutar el cáncer sigmoideo por una auténtica obstrucción intestinal. 4.") Perforación del tumor.-Excepcionalmente, la perforación aguda del tumor ulcerado, sigmoideo· puede ser el síndrome inicial de este cáncer -como sucedió en una de nuestras enfermas-. Exploración del enfermo Estudiaremos sucesivamente, los datos de exploración que obtuvimos en nuestros casos, por medio del Tacto Rectal, Rectoscopia con Biopsia o Frotis, Laboratorio y finalmente por los Rayos X, habiendo procurado en todas estas exploraciones, aportaros el máximo de documentación gráfica y en especial la iconografía radiológica, más demostrativa. Tacto rectal.-Es la primera exploración que debe hacerse, ya que, como hemos dicho, un gran número de cánceres rectales, están al alcance del tacto. El porcentaje de positividad del tacto rectal, es muy variable según los autores, oscilando entre los 50 a 90 por 100 de positivos (hemos consultado más de veinte autores). Sin embargo, nosotros no hemos llegado DE USOEIAGA Vol. l1J más que al 37,5 por 100 de tactos rectales positivos, en nuestros enfermos, posiblemente, porque incluimos los cánceres sigmoideos, que naturalmente no están al alcance del dedo explorador. Por ello no pierde valor· esta técnica, tan sencilla, que todo médico debiera practicar. Puede hacerse con el enfermo en posición genupectoral -es lo que se hace antes de la rectoscopia-; también en decúbito lateral izquierdo, que permitirá una palpación abdominal combinada; igualmente en posición ginecológica interesante por poderse hacer al mismo tiempo el tacto vaginal, utilizándose simultánea o sucesivamente los dedos índice y anular, combinándose, además, con la palpación del vientre con la mano izquierda; finalmente, otros autores prefieren hacer el tacto rectal con el paciente en ((cuclillas>>, con lo que descendería algo el posible tumor a explorar; es muy aconsejable en el hombre, pues se explora bien la próstata en esta posición y además suele quedar el esfínter anal más fácilmente abierto. En sus comienzos, suele apreciarse por el tacto una úlcera de fondo duro, bordes prominentes mamelonados, irregulares y duros, hallándose normal el resto de la mucosa que se extiende por encima, más que por debajo. Unos meses más tarde, puede encontrarse un tumor vegetante o úlcera-vegetante. Tiene gran valor, la presencia de sangre roja sobre el dedo de goma, al retirarlo de la exploración, pero no siempre es un síntoma precoz, ni constante. Si el cáncer es infiltrante· se apreciará un conducto más o menos estrechado irregularmente, tortuoso. Probablemente es el más difícil de adivinar a través del tacto rectal. Cuando se trata de una metástasis rectal secundaria, el tumorcillo suele ser redondeado, pequeño y resbala bajo la mucosa sana, al tacto. Si se tocara un tumor más bien grande, poco irregular y con la mucosa intacta, aterciopelado, debe pensarse en la posibilidad de un sarcoma. Cuando el ano está Junio, l'JS!J DIAGNÓ~T!CO PHECOZ DEL CÁNCER RECTO·Sl@10!DEO pigmentado, como si se tratara de varios trombos hemorroidales y al sacar el dedo del tacto, sale el dedil manchado de una sustancia negruzca, se sospechará una lesión pigmentaria, es decir una melanoma o melano-sarcoma. En cuanto a los tumores vellosos, son múltiples pequeños mamelones vegetantes y están recubiertos de glerosidades, que manchan el dedo explorador, como si se hubiese metido en ((clara de huevon; además son más bien tumorcillos blandos, contrastando con los malignos vegetantes que son duros y dan al tacto una sensación de algo ((acartonadoJJ. Los pólipos son muy redondeados y en general con pedículo; único o múltiples, en cuyo caso pueden dar la sensación de un ((racimo de uvasn. No obstante, recordemos, que puede haber un pólipo o una hemorroide ((centinelan y más arriba estár situada la neoplasia. Cuando ya se ha logrado tocar un tumor, deberá precisarse por el tacto rectal simple o combinado con palpación del abdomen· los datos siguientes: forma anatomo-clínica -Ulcerosa, Ulcero-vegetante, Vegetante o Infiltrante-estenosantela extensión del tumor, estado del resto de la mucosa, posibles adherencias de la neoplasia a otros órganos vecinos, movilidad de la tumoración e infiltración peri-rectal y, por último, presencia posible de ganglios invadidos por el proceso neoplásico. Para terminar, no nos cansaremos de insistir, en la necesidad de que todo médico lleve un simple dedil, entre sus instrumentos de exploración y prodigue el tacto, ante todo enfermo ano-rectal posible. Rectoscopia y Biopsia.-Es el complemento obligado del tacto rectal positivo. Si se tocó una posible tumoración, para comprobar su situación y características y si no se tocaba, para buscarla a la altura que el dedo no puede alcanzar. Estudiamos a continuación, los distintos aspectos rectoscópicos, que puede mostrar d cáncer rectal; son los siguientes: l) Vegetante.-Aspecto de ((coliflor)) roja, sangrante, obturando más o menos parcialmente la luz rectal. 2) Ulcero-vegetante.-Igual que la forma anterior, pero entre los mamelones salientes· hay algún cráter de ulceración, sangrante. 3) Ulcerado.-Ulcera de bordes duros, salientes, mamelonados, irregulares, con fondo necrótico cubierto de pus y serosidad sanguinolenta; sangra, con facilidad. 4) lnfiltrante.-Es la más difícil de diagnosticar; se observa una elevación de la pared rectal recubierta de mucosa violácea o a veces amarillo-nacarada, de aspecto comparable con la epiglotis, estenosis circular, estenosando irregularmente la luz rectosigmoidea y es dura y rígida, ((acartonada>J, al contacto con el rectoscopio. Además, para el diagnóstico diferencial, interesa conocer las siguientes imágenes: 5) Cáncer metastásico reetal.-Suele hallarse de 5 a 8 centímetros del ano, tumor saliente y pequeño, recubierto de mucosa sana, que resbala sobre la parte profunda al contacto con el extremo distal del rectoscopio, no se ulcera, ni produce vegetaciones, ni edema: Tiene el mismo valor diagnóstico que las metástasis ganglionares. 6) Sarcoma.--Poco frecuente. El Sarcoma da una imagen rectoscópica confusa, de difícil interpretación; pueden observarse nódulos submucosos, pero generalmente se trata de un solo tumor grande, no muy irregular, con mucosa de buen aspecto. 7) Melanoma.-Da una imagen de ((tubo oscuro)), pigmentado, irregular y tumoral, que segrega un líquido negruzco. 8) Tumores vellosos. - Son múltiples pequeños mamelones vegetantes; de ellos fluye una serosidad característica, seme- 136 ENRIQUE DE USOB!AGA jante a «clara de huevo», glerosa o glerosanguinolenta, filante, cuya secreción envuelve a los tumores y los aglutina entre sí, dando la impresión de que se introdujera en gelatina el extremo del rectoscopio. 9) Pólipos.-La visión rectoscópica es uno o varios pequeños tumores redondeados, con aspecto de cerezas, pediculados o no, a veces reunidos en racimos y otras tapizando la mucosa a intervalos, dando un aspecto de cccampo de champiñones» y constituyendo entonces la poliposis intestinal. Como ya es sabido los pólipos pueden cancerizarse, por lo que debe de hacerse una biopsia, si hay alguno de los pólipos, dudoso y sangrante, ulcerado o menos redondeado o algo irregular -lo que podría indicar malignización-. Además del aspecto característico, que hemos detallado -según el tipo anatomopatológico del tumor- podremos apreciar su distancia del ano, su posición y además su movilidad; finalmente puede observarse la extensión del tumor, trasponiendo éste con el extremo distal de rectoscopio para ver el estado de la mucosa por encima de la tumoración. Ya hemos dicho que un 75 por 100 de los cánceres rectales son visibles por rectoscopia; esta exploración nos muestra una zona, no bien explorable con los Rayos X. . Cuando se ha hecho la rectoscopia a fondo y no se encuentra lesión, pero se .ve fluir sangre o moco sanguinolento, a través de la luz del aparato, esto indicaría que puede existir una ~es~ói;i más alta, que deberá estudiarse rad1olog1camente. Biopsia.-Una vez demostrada la lesi?n de aspecto maligno por la_ rect?~copia, será muy interesante su conf:rmac1on m~ diante biopsia. Esta se hara .por n;ed10 de una pinza sacabocados; s1 el cai;icer está ulcerado, se tomará el trozo b10psiado del borde, si es vegetante de una vegetación o mamelón, si es infiltrante debe evitarse la biopsia por el gran peligro de infección peri-rectal, pero caso de Vol, lll necesidad debe hacerse con bisturí eléctrico o mediante termocauterio. El peligro de hemorragia, en general, no es serio; no son frecuentes grandes rectorragias post-biópsicas; en algunos casos que sangraban, lo solucionamos con unos toques de mercurocromo o de solución de Adrenalina al 1 por 1.000, resolviéndose perfectamente. En caso de gran hemorragia -lo que nunca nos ha sucedido-, deberá hacerse un taponamiento con algodón o mejor con tira de gasa y pasando a un quirófano se hará hemostasia mediante termocauterio o ligadura. Frotis.-El método de Papanicolau que fue descrito por su autor para el estudio del cáncer uterino, ha sido aplicado por Gradwolh, Gallart-Esquerdo con Roca de Viñals, por Henming y otros autores· con ligeras modificaciones, al estudio del cáncer de colon y recto. La técnica consiste en una enema, con cuyo sedimento obtenido por centrifugación se hace un ccfrotisn. Henning aconseja que se frote con algodón la zona sospechosa del recto, se haga una extensión en un porta y se tiña por el May-Grünwald o bien puede teñirse con el método de la Hematoxilina-Papanicolau. Lo fundamental y éste es el mérito principal de Papanicolaou, es fijar los frotis en fresco, con alcohol-éter, ya que en esta forma no se alteran las apetencias colorantes de las células neoplásicas y su estructura nuclear, como se alteran al aire. Resulta un método diagnóstico interesante y que habrá que tener en cuenta; si es positivo tiene un valor inestimable, si es negativo no puede dársele un valor absoluto. Por otro lado este método no es nada molesto para el enfermo y es de técnica bien sencilla. Otros datos de laboratorio.-Ninguno nos sirve para el diagnóstico precoz. Las hemorragias ocultas pueden ser un dato más, caso de no haber rectorragia. La Velocidad de Sedimentación no está acele- Junio, 1959 IJ!AGNÓSTJCO PRECOZ DEL CÁNCER HECTO·SIGMOJDEO rada en la fase precoz, pero es un dato más si lo está. Lo propio sucede con la Hematimetría, Banda de Weltmann, Proteínas séricas, reacciones biológicas diversas, descritas para el diagnóstico del cártcer: todas ellas son del período de estado. J .17 Existe un 25 por 100 de lesiones ma lignas, que no se encuentran al alcance de la rectoscopia. En más del 90 por 100 de estos casos, el diagnóstico puede hacerse mediante el enema opaco a Rayos X. Generalmente es suficiente con la radiografía, pero en algunos casos en que la imagen es dudosa deben hacerse las radioscopias necesarias, hasta aclarar la duda. En estos casos puede ser también aconsejable, hacer varias radiografías en posiciones antero-posterior, oblicuas y laterales, si se viera imagen confusa. Igualmen- te puede ser interesante una radiografía con insuflación de aire, después de evacuado el enema baritado, especialmente para el estudio de pliegues de mucosa. Caso de intolerancia repetida del enema, puede hacerse un Tránsito intestinal, con Bario «per os)}, pero suele ser mucho menos demostrativo. Las imágenes radiológicas del Cáncer recto-sigmoideo, pueden reducirse a los cuatro tipos siguientes: l.º Defecto de repleción, irregular, dentellado. 2.º Obstrucción al paso del enema opaco, persistente a pesar de antiespasmódicos y repitiendo la exploración; en este caso suele haber dilatación exagerada de la ampolla rectal. 3." Estrechez o estenosis anular, persistente, a pesar de antiespasmódicos, es la imagen llamada en <<servilleteron o en «Carrete de hilo11. Y, finalmente, 4.º Imagen lacunar, típica, al franquear el enema la zona obstruída por el tumor, generalmente vegetante. N.'' 1: Defecto de repleción en Sigmoides, seguido de paso irregular del enema opaco: neo N. 0 2: Otro defecto de repleción típico en S iliaca, pasando más lejos ·la papilla -el enema opaco: neo Radiología del cáncer recto-sigmoideo J'l8 N ." 3: E"<lUQUE DE USüBIAGA Vol. !lI Falla neoplásica persistente en sigmoides. neo N." 6: Imagen en servilletero o carrete de hilo, persistente, estenosis anular por neo N." 4: Obstrucción permanente al paso del enema opaco: neo N ." 7: Pequeña imagen redondeada en conducto ano-re~tal que resultó ser el nicho de una neoplasia ulcerada N. 0 5: Defecto !acunar, típico de S iliaca: neo ]:mio. /9.5') N. 0 10: Otra sigmoiditi.o esta vez ulcerosa-falsa imagen que puede semejar un· neoplasia: La papilla baritada .;e dio por vía oral N. 0 8: Falsa imagen, que puede confundirse con un caso como el anterior; se trata de papilla dada por vía oral y no por enema; se trataba de una rectitis banal N. 0 11: O~ra falsa imagen pseudo-neoplásica: Se trata de un Quiste de Ovario derecho que comprime la S iliaca: Se perciben pliegues de sigmoides, aunque no bien. Se descartó la neoplasia gracias a la Rectoscopia N.º 9: Otra falsa imagen, que no es neoplásica: Al principio de S iliaca, junto al colon descendente. hay una imagen algo dentada, un poco más hacia afuera, falso defecto !acunar probablemente espasmódico y por fin imagen al final de S iliaca, cerca ya de la ampolla rectal debida a aire que ha quedado retenido por el enema y q11e podía confundirse con defecto de repleción: Se trataba che una sigmoiditis inflamatoria, que cedió con tratamiento N.º 12: La misma enferma: Enema ooaco aún más dudoso que él anterior. imagen ps~udo-neo plásica 5 1 l.() Vor fil N." 13: Imagen de neoolasia sigmoidea diagnosticé•da precozmente -en el primer período de evolución-- no hallándose ganglios: Se trataba dé un pec¡ucr1o tumor ulcerado, •del tamafio de una naranja. que sangraba desde hace tres semanas. Operada hace un mes ya hace vida normal: afortunadamente pudo conservarse el ano natural N." 14: Otra imagen de la misma enferma de 1Koplasia sigmoidea diferencial El diagnóstico diferencial, ha de hacerse en primer del cáncer de recto con otras afecciones rectales, que por rectoscopia puedan confundirse con él y si se trata del cáncer sigmoideo con otras enfermedades de la ese ilíaca cuya imagen radiológica pueda hacernos pensar en el cáncer. lo que ya heNo es necesario mos dicho al hablar del Tacto rectal y Rectoscopia, así como lo referente a la Radiología. Solamente para terminar, permitidme os diga, que en caso ele duda en el cáncer rectal tenemos un gran recurso que es la Biopsia o el Frotis, pero que en el caso del cáncer sigmoideo puede ser más difícil, porque el método de no siempre es positivo, ta clínica de Ja Sigmoiditis crónica o de la Diverticulitis sigmoidea no siempre es clara, en cuanto a las otras causas citadas de Estenosis rnoideas, son por fortuna poco pero cuando se presentan pudiera ocurrir. que no se llegase al diagnóstico de seguridad y entonces sería preciso acudir a la laparoscopia o a la laparotomía radora, antes de quedarnos con la Junio, 1959 IJ!AGNÓST!CO PRECOZ DEL CÁNCER HECTO-SIGMOIDEO 141 DIAGNOSTICO DIFERENCIAL: Cáncer metastásico rectal. Hemorroides internas_ Rectitis proliferante o hipertrófica_ Adenoma rectal solitario o múltiple -Pólipos-. Tumores Vellosos. Estenosis inflamatoria rectaL Ulceraciones: Tuberculosa, sifilítica, amebiana o inespecífica. CANCER DEL RECTO (Rectoscopia) / l.º 2.º CANCER SIGMOIDEO (R_ X: Enema opaco) \ 3. o ( \ Sigmoiditis crónica difusa. Diverticulitis sigmoidea. Estenosis sigmoideas: Tuberculosa, sifilítica, por actinomicosis, por Hodgkin, por Peritonitis plástica, adherencias, compres10n externa, o absceso agudo o subagudo pelviano apendicular o anexial.