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LA RESPONSABILIDAD DEL CRISTIANO EN LA TOMA DE DECISIONES Decisiones, decisiones, decisiones. Todos tenemos que tomar decisiones todos los días. Algunas son muy importantes, otras parecen ser de muy poca importancia -- pero de todos modos hay que tomarlas. Proverbios 3:5-6. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” Este pasaje tiene aplicación directa al proceso de toma de decisiones. En estos dos versículos Dios nos da instrucciones específicas para la toma de decisiones. Dios quiere que nuestras decisiones sean sabias. ¿Cómo puedo yo tomar decisiones sabias? A. Es muy difícil conocer la voluntad de Dios en situaciones específicas. ¿A qué llamamos ‘situaciones específicas’? Veamos dos o tres. a. De estudio b. De trabajo c. Sentimentales B. Es muy difícil saber lo que pasará en el futuro. Dios quiere que vivamos por fe. Como cristianos, sabemos que Dios ha preparado un lugar para nosotros, donde estaremos en el futuro. Ese lugar se llama El Cielo, y ese será nuestro hogar por la eternidad. Mientras llegamos a ese hogar eterno, debemos vivir por la fe. Una razón por la que el Señor no nos revela el futuro en su totalidad es porque quiere que confiemos en Él a cada paso en nuestras vidas; y nosotros, como creyentes, sabemos a dónde nos llevarán esos pasos. C. Es claro que lo que Dios más quiere para mí es que yo sea feliz. Hay algo de verdad en esta declaración. Si tú te muestras obediente para con el Señor, tú – eventualmente – encontrarás la felicidad. Dios está más interesado en desarrollar tu carácter cristiano que en rodearte de comodidades. Dios está comprometido a llevarnos paso a paso por el camino de nuestra santidad, no de nuestra felicidad. Él está comprometido con nuestra pureza, no con nuestro placer. Y para desarrollar carácter cristiano en nosotros, Él a veces debe hacernos pasar por experiencias no gratas. Dios está interesado en transformar tu vida. ¿Has pensado alguna vez en que si algún día tú vas a ser como Cristo, vas a tener que pasar por algunas de las experiencias que Él pasó? A.Confía en Dios. Dice la primera parte de Proverbios 3:5, “Fíate de Jehová …” Dios no quiere devoción ‘a medias’ de nosotros, ni le agrada que confiemos ‘a medias’ en Él. Él lo quiere todo. ¿Cómo anda tu nivel de confianza en Dios? ¿Es ‘a medias’ o es total? Si estás tratando de resolver tu problema tú mismo, porque Dios parece estar muy ocupado, o no estar muy pendiente de ti, tú no te estás fiando de Dios de todo tu corazón. Y eso no va a funcionar. B. Cede a Dios el control de tu vida. Nota como el verso termina “… y no te apoyes en tu propia prudencia…” ¿Por qué será que Dios no quiere que confiemos en nuestro propio juicio? Porque nuestro conocimiento es limitado, no tenemos todos los hechos a la mano, no podemos ver el cuadro completo. Dime una cosa, ¿has tomado alguna decisión que te trajo malos resultados? Estoy seguro de que así ha sido porque yo también he tomado muchas decisiones así. Pero la pregunta interesante es, ¿por qué salieron mal las cosas? Porque te faltó información, ¿no es cierto? ¿Crees que Dios tome decisiones con información parcial? ¡Imposible! Él lo sabe todo. ¿No crees que eso basta para confiar tu vida en Sus manos? C. Concede al Señor, siempre, el lugar que le corresponde. “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” 1. “Reconócelo” 2. “… en todos tus caminos…” 3. “... y él enderezará tus veredas.” Dios quiere que tomemos decisiones sabias. Por eso nos indica precisamente lo que hay qué hacer y lo que no hay qué hacer. Nuestro trabajo es conceder a Dios la autoridad sobre nuestra vida. El trabajo de Él es enderezar nuestra vereda. ¿Te suena atractivo y provechoso ese trato? Tómalo. Recibe a Jesucristo como tu único y suficiente Salvador. Si ya eres creyente y aun no has sido bautizado, ven y preséntate como candidato al bautismo. Si estás en el proceso de tomar una importante decisión, una que cambiará el rumbo de tu vida en forma definitiva, y el Señor ha hablado a tu corazón ¿por qué no vienes a Él y le vacías tu corazón, le permites que tome el control total de tu vida, y le ofreces tu obediencia y devoción completas?