Download GUIA DE ATENCION DIABETES MELLITUS CIE – 10: E 149 Código
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
GUIA DE ATENCION CIE – 10: E 149 Código: UR – AU DIABETES MELLITUS 00-P0105 Fecha: 2009 Definición y contexto clínico Se entiende por diabetes melIitus (DM) a un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por la presencia de hiperglicemia crónica, con alteración del metabolismo de los carbohidratos, grasas y proteínas que resultan como consecuencia del defecto en la secreción o en la acción de la insulina. Historia natural de la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) Ésta se produce por la interacción de un estado de resistencia a la insulina y el déficit en su secreción. Ambos defectos tienen un componente genético, pero empeoran con el tiempo por el deterioro del estilo de vida y en particular con el desarrollo de obesidad, especialmente abdominal, y con el sedentarismo. La resistencia a la insulina sostenida demanda una mayor producción de ésta por parte de las células betapancreáticas, con el fin de mantener la euglicemia. Esto da lugar a un estado de hiperinsulinemia relativa con efectos deletéreos que se traducen clínicamente en el síndrome metabólico. Éste se caracteriza por la coexistencia de al menos tres de las siguientes condiciones: obesidad abdominal, hipertrigliceridemia, colesterol HDL bajo, hipertensión arterial y grados variables de intolerancia a la glucosa. También puede presentarse hiperuricemia, microalbuminuria y aumento de factores trombogénicoso. El riesgo de un evento coronario en los siguientes 10 años es mayor del 10% en estos individuos y el riesgo de diaetes es más del doble. Si coexiste un defecto en la secreción de insulina, el síndrome metabólico conduce al desarrollo de DM2. El riesgo de diabetes es de 14% a 28% al cabo de 3 años en personas con intolerancia a la glucosa. Los cambios tempranos en el estilo de vida pueden detener la historia natural de la DM2, aunque algunos estudios sugieren que al momento del diagnóstico ya se ha perdido alrededor de un 50% de la función de la célula beta, la cual sigue progresando hasta que se hace necesaria la suplencia con insulina exógena para el control en muchos casos. La hiperglucemia sostenida y el exceso de ácidos grasos libres son tóxicos para la célula beta y aceleran su falla. Descripción clínica Durante las primeras etapas la DM2 suele cursar silenciosamente y sólo se detecta por el laboratorio. Por ello, la mayoría de los casos son diagnosticados mediante la realización de una glucemia en ayunas solicitada durante una evaluación general o durante la preparación de un procedimiento quirúrgico. Estas personas usualmente se encuentran asintomáticas y el 80% tienen sobrepeso u obesidad. Cuando el diagnóstico es tardío, los pacientes pueden presentar los síntomas clásicos de poliuria, polidipsia, debilidad, pérdida de peso y alteraciones de la agudeza visual. Si adicionalmente se presenta una enfermedad intercurrente, o si el paciente no maneja adecuadamente la sed como reflejo de deshidratación, la DM2 puede progresar hacia una descompensación aguda severa como la cetoacidosis o más frecuentemente el síndrome hiperosmolar. Detección temprana Actualmente se está recomendando la detección temprana de DM2 como una medida de prevención secundaria. Esto se hace mediante la medición de una glucemia en ayunas a grupos de alto riesgo en las siguientes circunstancias (GRADO C): . Cada tres años a las personas mayores de 45 años. . Una vez al año a las personas que tengan uno o más de los factores de riesgo que se mencionan a continuación: - índice de masa corporal mayor de 27 kg/m2 o menos si hay obesidad abdominal. - Familiares diabéticos en primer grado de consanguinidad. - Procedencia rural y urbanización reciente. - Antecedentes obstétricos de diabetes gestacional y/o de hijos macrosómicos (peso al nacer >4 kg). - Menor de 50 años con enfermedad coronaria. - Hipertenso con otro factor de riesgo asociado. - Triglicéridos mayores de 150 mg/dL con HDL menor de 35 mg/dL. - Alteración previa de la glucosa. Diagnóstico de la DM2 La toma de la glucemia es el método utilizado para el diagnóstico de la DM2. Ésta debe ser realizada por una bacterióloga, en un laboratorio que cumpla los requisitos esenciales exigidos por el Ministerio de Salud. El reporte de la glucemia debe ser entregado en miligramos por decilitro y en lo posible, también en mmol/L (se obtiene dividiendo el valoren mg/dL por 18). Los criterios para el diagnóstico de la DM2 son los siguientes (GRADO B): . Glucemia plasmática en ayunas igual o mayor de 126 mg/dL (>7 mmol/L). Si la persona está asintomática, se debe repetir al menos una vez. El ayuno se define como un período sin ingesta calórica por lo menos de 8 horas y máximo de 12 horas. . Glucemia igual o mayor de 200 mg/dL (11.1 mmol/L) tomada 2 horas después de haber ingerido una carga de 75 g de glucosa en agua (prueba de tolerancia oral a la glucosa - PTOG). . Glucemia igualo mayor de 200 mg/dL (11.1 mmol/L) a cualquiera hora del día, en presencia de síntomas clásicos de la enfermedad como poliuria, polidipsia, pérdida de peso. Si estos síntomas están ausentes, es preferible confirmar con una glucemia en ayunas. Existen dos etapas previas al diagnóstico de diabetes que se incluyen en su historia natural: . Glucemia de ayuno alterada: cuando la glucemia en ayunas está entre 110 y 125 mg/dL (la glucemia menor de 110 mg/dL es normal). . Intolerancia a la glucosa (ITG): cuando la glucemia está entre 140 y 199 mg/dL tomada 2 horas después de haber ingerido una carga de 75 g de glucosa en agua (prueba de tolerancia oral a la glucosa PTOG). La glucemia menor de 140 mg/dL a las 2 horas en una PTOG es normal. La ADA considera que la GAA y la ITG constituyen una misma entidad en términos de riesgo de diabetes y riesgo cardiovascular, por lo cual la PTOG rara vez es necesaria. La OMS y la ALAD, por el contrario, aconsejan la PTOG siempre que se encuentre GAA, porque algunos estudios han demostrado que el hecho de tener ITG implica un mayor riesgo cardiovascular y podría requerir un manejo más intensivo de los factores de riesgo. Evaluación inicial Con frecuencia los pacientes que acuden «por primera vez» a consulta médica ya han tenido glucemias anormales que han sido interpretadas ambiguamente y tratadas en forma transitoria. Además, los estudios han demostrado que la prevalencia de complicaciones es alta en el paciente recién diagnosticado, indicando un largo período previo en que la enfermedad no fue reconocida. Por consiguiente, en la evaluación médica inicial del paciente con DM2 se debe investigar el resultado de glucemias previas, el tiempo transcurrido desde que tuvo el peso máximo y cómo ha evolucionado, el antecedente de diabetes gestacional o macrosomía, y la presencia al examen físico de signos de complicaciones crónicas, todo lo cual permite calcular aproximadamente el tiempo transcurrido con diabetes y el manejo más adecuado. También es importante identificar la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular. Además de la historia clínica completa y dentro del examen clínico general, se deben evaluar algunos aspectos que se resumen en la tabla 1 (GRADO B). Tratamiento inicial La consulta médica inicial tiene como objetivo lograr que el paciente comprenda la importancia de modificar su estilo de vida (y el de su familia más cercana) para reducir la resistencia a la insulina y controlar la glucemia hasta alcanzar unas metas definidas con el fin de evitar o retardar las complicaciones crónicas y mermar la glucotoxicidad que puede acelerar la falla de la célula beta (GRADO A). En esta consulta el médico debe formular los cambios terapéuticos en el estilo de vida que el paciente requiere y los antidiabéticos orales si son requeridos. También puede ser necesario iniciar o ajustar el tratamiento de otros factores de riesgo como la dislipidemia y la hipertensión arterial para cumplir con las metas adecuadas (GRADO A). La consulta médica debe complementarse con una sesión de educación realizada por una educadora en diabetes, donde se resuelven las dudas y se aclaran los mitos sobre el tratamiento de esta enfermedad (GRADO C). La persona entrenada en educación diabetológica está en capacidad de dar las instrucciones iniciales necesarias para introducir cambios terapéuticos en el estilo de vida como el incremento de la actividad física programada y los contenidos de una dieta balanceada y fraccionada. Sin embargo, se debe complementar con una consulta nutricional si se dispone también de una nutricionista, especialmente para dar asesoría sobre la forma de restringir las calorías que se requieren para perder peso y mantenerlo (GRADO A). En las tablas 2 y 3 se resumen las metas que debe alcanzar una persona con DM2. TABLA 1 Aspectos importantes de la evaluación inicial de la persona con DM2 (Grado C) Examen físico . Peso, talla, cálculo del índice de masa corporal (IMC=kg/ talla2). . Perímetro de cintura, de cadera y relación entre los dos. . Tensión arterial después de reposar 5 minutos. . Examen completo de los pies consignando la presencia o ausencia de pulsos pedios y tibiales, la disminución o ausencia de la sensibilidad vibratorio (colocando un diapasón en el maléolo) y la ausencia de sensibilidad al aplicar un monofilamento de 10 g en diferentes puntos plantares. También buscar callos, huellas de maltrato o deformidades en la estructura del pie o en las uñas. . Examen del fondo del ojo con pupila dilatada o fotografía de retina con cámara no midriática. Ante cualquier hallazgo temprano de retinopatía como «puntos rojos» (microaneurismas o microhemorragias) o «manchas blancas» (exudados o zonas isquémicas), se debe remitir el paciente a un oftalmólogo con experiencia en el manejo de retinopatía diabética. Si se detectan vicios de refracción, I éstos deben ser corregidos con lentes preferiblemente cuando la glucemia se encuentre controlada « 140 mg/dL) y estable. Exámenes de laboratorio . Glucemia en ayunas y/o 2 horas después del desayuno. . HbAIc si no se ha hecho en los últimos tres meses. . Perfil de lípidos completo si no se ha hecho en el curso del año anterior. Éste debe incluir colesterol total, colesterol HDL, triglicéridos y cálculo de colesterol LDL por la fórmula de Friedewald. . Creatinina plasmática. . Parcial de orina. . Microalbuminuria y creatinuria en la primer orina de la mañana. Si la relación es igual o superior a 30 mg de albúmina/g de creatinina, indica la presencia de nefropatía temprana y un alto riesgo cardiovascular. Si es mayor de 300 mg/g indica neuropatía clínica y se debe proceder a medir depuración de creatinina y proteinuria en orina de 24 horas. . Electrocardiograma en mayores de 45 años si no existe un estudio previo en el último año, y prueba de esfuerzo si hay cualquier anormalidad en el ECG. TABLA 2 Metas de control glucémico que debe alcanzar una persona con M2 (Grado A) Parámetro Ideal Adecuada Admisible (1) inadecuada 6570-125 Glicemia en ayuno (mg/dL) < 140 > 140 110 80Glucemia 2 h post-prandial (mg/dL) 80-140 < 180 > 180 125 65Glucemia nocturna (mg/dL) 65-140 < 160 > 160 110 Hba1c (%) <6 <7 <8 >8 (1) Admisible se refiere a la meta que puedan alcanzar las personas propensas a hipoglucemias frecuentes y severas o que pueden correr mayor riesgo neurológico al experimentar hipoglucemias, como los ancianos o pacientes con enfermedad vascular cerebral. TABLA 3 Metas de control de factores de riesgo cardiovascular que debe alcanzar una persona con DM2 Parámetro Ideal Adecuada Admisible (1) inadecuada Colesterol LDL (mg/dL) < 100 < 130 > 130 A Triglicéridos (mg/dL) < 150 < 200 > 200 A Tensión arterial sistólica (mm Hg) < 130 < 140 > 140 B Tensión arterial diastólica (mm Hg) < 80 < 90 > 90 A Índice de masa corporal (Kg/m 2) < 25 < 27 > 27 B (1) Admisible se refiere a la meta que puedan alcanzar las personas que no tienen otros factores de riesgo coronario asociados y mantienen un adecuado control de su diabetes. Cambios terapéuticos en el estilo de vida Estos cambios deben ir dirigidos a perder peso en el individuo que tiene exceso, ya mantenerlo si ya se encuentra en el valor necesario para que el índice de masa corporal esté en el rango adecuado. La meta inicial en el paciente con exceso de peso es perder 5 a 10 kg (GRADO A). Esto se logra mediante una dieta hipocalórica, balanceada y fraccionada y mediante el incremento en la actividad física programada (GRADO A). El plan de alimentación es el pilar fundamental del tratamiento de la diabetes. En líneas generales éste debe tener las siguientes características: * Debe ser personalizo y adaptado a las condicione de vida del paciente (GRADO B). * Debe ser fraccionado cinco a seis porciones diarios con lo cual mejora la adherencia a la dieta y se reducen los picos glucémicos postprandiales (GRADO B) * El valor calórico total (VCT) para una persona con exceso de peso debe estar 1.000 y 1.300 kcal diarias. Esto implica sustituir la mayoría de las harinas por verduras, restringir la grasa contenida en los productos cárnicos y limitar el consumo de aceite vegetal. La persona que fue obesa debe mantenerse con no más de 1.500 kcal diarios. La persona con peso normal {lMC entre 19 y 25) debe recibir una dieta normocalórica, que sólo requiere modificaciones en sus características y fraccionamiento (GRADO C). * La proporción de los nutrientes debe ser equilibrado. Los carbohidratos deben representar entre el 50% y el 60% del valor calórico total (VCT), prefiriendo los complejos con alto contenido de fibras solubles como las leguminosas (granos secos), vegetales y frutas enteras con cáscara. Conviene descartar los azúcares simples (miel, panela, melaza, azúcar) porque generalmente se tienden a consumir como extras (GRADO A). Las grasas no deben constituir más del 30% del VCT. Se debe evitar que más de un 10% del VCT provenga de grasa saturada (grasas de origen animal incluyendo lácteos enteros y margarinas). Es recomendable que al menos 10% del VCT corresponda a grasas monoinsaturadas (aceite de oliva o cánola, aguacate, maní, nueces). El resto debe provenir de grasas poliinsaturadas (aceites vegetales y de pescado). No es aconsejable exceder el consumo de colesterol a más de 300 mg diarios (GRADO A). * Es recomendable el consumo de alimentos ricos en fibra soluble como granos, verduras y frutos enteras (GRADO A). * La mayoría de los productos elaborados con harinas integrales son enriquecidos con fibra insoluble (como el salvado de trigo) que no tiene ningún efecto protector sobre la absorción de carbohidratos y por consiguiente su valor calórico suele ser similar al de su contraparte no «dietética» y por consiguiente deben ser consumidos con las mismas precauciones (GRADO C) * Los jugos tienen un valor calórico considerable y su consumo se debe tener en cuenta para no exceder los requerimientos nutricionales diarios (GRADO C). * Se pueden utilizar edulcorantes como aspartame, sacarina, acesulfame K y sucralosa para reemplazar el azúcar (GRADO A). * Las infusiones como café, té, aromáticas y mate no tienen valor calórico intrínseco y pueden consumirse libremente (GRADO C). * La sal deberá consumirse en cantidad moderada (seis a ocho gramos) y sólo restringirse cuando existan enfermedades concomitantes (hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal) (GRADO B). * No es recomendable el uso habitual de bebidas alcohólicas. Están contraindicados en personas con hipertrigliceridemia severo (GRADO B). El incremento en la actividad física puede requerir la asesoría de un miembro del equipo experto en medicina del deporte, especialmente para pacientes muy obesos. La actividad física mínima consiste en caminar media hora diaria durante 3 a 7 días de la semana, a una velocidad de 4 a 5 km por hora (GRADO B). Además, la persona con diabetes debe suspender o evitar el hábito de fumar (GRADO A). Tratamiento farmacológico En la tabla 4 se resumen las opciones terapéuticas para cada paciente con base en su grado de hiperglucemia, su estabilidad clínica y la evolución de su peso (índice de masa corporal IMC). Se tomaron como base las guías de ALAD. En la tabla 5 se resumen las posologías de los diferentes antidiabéticos orales disponibles en Colombia. Además la persona debe tener el colesterol HDL lo más alto posible (preferiblemente por encima de 40 mg/dL) y no debe tener microalbuminuria, o al menos tenerla por debajo de 30 mg/ 9 de creatinuria en la primera orina de la mañana (GRADO B). Insulinoterapia en DM2 La insulina puede ser necesaria en personas con DM2 para el manejo de problemas intercurrentes como descompensación severa por infección o trauma, infarto agudo del miocardio, cirugía o embarazo. En estos casos el manejo de la insulina debe ser hecho por un equipo interdisciplinario de atención diabetológica que esté compuesto al menos por un endocrinólogo o diabetólogo o médico con entrenamiento especial en el manejo de la diabetes y un profesional de la salud que sea educador certificado en diabetes. Además, como parte de historia natural de la DM2, un buen número de personas pueden llegar a la falla de célula beta. Se considera que un paciente ha llegado a esta etapa cuando no logra obtener mantener niveles glucémicos aceptables a pesar de recibir una asociación de dosis terapéuticas de dos o más antidiabéticos orales, uno de los cuales es insulinosecretor, y pérdida acelerada de peso, especialmente cuando ya es cercano al normal. Cuando no hay tendencia a la cetosis, se puede agregar insulina NPH o un análogo de larga duración por la noche (a las 10 p.m. en el caso de la NPH) sin retirar los antidiabéticos orales. Usualmente, se comienza con una dosis baja (5- 10 unidades de NPH) y se incremento hasta lograr la meta de la glucemia en ayunas. Si a pesar de lo anterior las glucemias del resto del día permanecen altas o la HbAIc no llega a la meta propuesta, se debe pasar a insulinoterapia intensiva o convencional, para lo cual el paciente debe ser remitido a un equipo interdisciplinario de atención diabetológica que esté compuesto al menos por un endocrinólogo o diabetólogo o médico con entrenamiento especial en manejo de diabetes y un profesional de la salud que sea educador certificado en diabetes. TABLA 4 Bases para la selección del tratamiento farmacológico inicial de la persona con DM2 de acuerdo con sus características clínicas Características Clínicas IMC Tratamiento Farmacológico Glucemia de ayuno (mg/dL) Estado clínico < 200 Estable 200 – 269 Estable Tiazolidinediona o acarbosa Metfomina + Metformina + SU (A) Tiazolidinediona (B) > 270 Estable Metformina + SU (A) > 27 Primera elección Metformina Inestable o falla célula Insulina (A) beta < 27 < 200 Estable SU (A) 200 - 269 Estable Estable pero perdida acelerada de peso Inestable o falla célula beta SU (A) > 270 Otras opciones SU + insulina nocturna (B) SU + insulina nocturna (B) Metfomina o acarbosa (B) SU + metfomina (B) SU + insulina nocturna (A) Insulina (A) Insulina (A) SU + insulina nocturna (B) TABLA 5 Posología de los antidiabéticos orales Sulfomilureas Glibenclamida Dosis terapéutica: 5 a 15 mg/día. Una a tres tomas diarias antes de las comidas. Glicazida Dosis terapéutica: 80 a 240 mg/día. Una a tres tomas diarias antes de las comidas. Glicazida MR Dosis terapeutica: 30 a 60 mg/día. Una toma en la mañana. Glimepirida Dosis terapéutica: 2 a 8 mg/día. Una toma en la mañana. Biguanidas Metfomina Dosis terapéutica: 500 a 2000 mg/día. Una a dos tomas diarias antes de las comidas. Meglitinidas Repaglinida Dosis terapéutica: 1 a 2 mg. Dos a tres tomas diarias antes de las comidas. Nateglinida Dosis terapéutica: 120 mg. Dos a tres tomas diarias antes de las comidas. Tiazolidinedionas Rosiglitazona Dosis terapéutica: 4 a 8 mg/día. Una a dos tomas diarias. Pioglitazona Dosis terapéutica: 15 a 45 mg. Una a dos tomas diarias. Inhibidores de alta-glucosidasa Acarbosa Dosis terapéutica: 150 a 300 mg/día. Tres tomas diarias con el primer bocado de cada comida. Manejo de Urgencias Complicaciones agudas de la DM2 Las complicaciones agudas de la diabetes como el coma hipoglucémico, el síndrome hiperosmolar o la cetoacidosis diabética están relacionadas con la descompensación metabólica severa que pueden causar los descensos o elevaciones bruscos y marcados de la glucemia. Tratamiento hospitalario de la descompensación por hiperglicemia severa Existen dos formas de presentación de descompensación aguda que son el estado hiperosmolar hiperglucémico no cetósico (EHHNC) y la cetoacidosis diabética (CAD). Las dos comparten características comunes y su manejo es muy similar. En la tabla 6 se describen estos aspectos destacando las diferencias clínicamente significativas. Primero se debe definir el estadio clínico del paciente con base en la apreciación clínica y la medición de glucemia, glucosuria, cetonuria y si hay signos de acidosis metabólica o de compromiso del estado de conciencia, también sodio, potasio, pH y bicarbonato. En caso de duda sobre el origen de la acidemia se puede medir también la cetonemia. Se debe iniciar siempre la hidratación parenteral y administrar la insulina en infusión continua. La intensidad de la hidratación, la dosificación de la infusión y la necesidad de un bolo inicial de insulina, dependen del estadio clínico del paciente. TABLA 6 Diferencias en estado hiperosmolar y cetoacidosis diabética Características Estado hiperosmolar Cetoacidosis diabética Mas frecuente en DM2 DM1 Problema predominante Hipovolemia Acidosis Glucemia > 600 mg/dL > 300 mg/dL Osmolaridad > 330 mOsm/L Puede estar alta Cetonuria Puede estar presente (+) +++ (> 80 mg/dL) Cetonemia Suele estar negativa > 2 dL (> 50 mg/dL) Acidosis Generalmente ausente pH < 7.3 bicarbonato < 15 mEq/L Estado de conciencia Suele estar alterado Suele estar normal Hidratación La hidratación se debe iniciar siempre con solución salina normal (0.9%). En la primera hora se administran 1 a 1.5 litros en un adulto. Si se evidencia estado de choque hipovolémico, se puede pasar esa cantidad en media hora pero con vigilancia estricta de la respuesta hemodinámica del corazón, especialmente en personas en edades extremas por la posibilidad de falla cardiaca. En las siguientes dos horas se puede administrar la misma cantidad. Posteriormente, el goteo se puede disminuir en la medida en que mejore la hidratación y el paciente tolere la vía oral (esta vía siempre es preferible). El exceso de solución salina normal puede dar lugar a un exceso de cloro que ocasiona acidosis hiperclorémica (GRADO C). La solución salina al medio normal (0.45%) sólo se intercala con la normal si el paciente está severamente hiperosmolar (> 350 mOsm/L) y o con severo compromiso del estado de conciencia (GRADO C). Manejo de la insulina La insulina se debe administrar en infusión controlada por una bomba de infusión o al menos por un buretrol. La dilución más apropiada es de 1 unidad de insulina cristalina por cada 1 o 10 mL de solución salina normal (0.9%). Inicialmente se debe pasar a 0.1 unidades/kg por hora. En adultos con cetoacidosis conviene administrar inicialmente un bolo IV de 0.4 unidades/kg. Si la glucemia no desciende 10% en la primera hora, puede ser necesario un nuevo bolo o un incremento de la infusión en 25% a 50% (GRADO B). En personas con síndrome hiperosmolar se debe tener especial cuidado en no descender demasiado rápido la glucemia sin haber logrado una adecuada recuperación de la volemia (GRADO C). Monitoreo de la glucemia Para que el tratamiento de la descompensación diabética tenga éxito, es indispensable medir la glucemia cada hora por un método que dé resultados inmediatos como el glucómetro. En esta forma se pueden hacer ajustes graduales que permitan el descenso gradual de la glucemia sin recaídas ni hipoglucemias. Tan pronto se reinicie la vía oral, el monitoreo se continúa antes y dos horas después de cada comida (GRADO A). Manejo del potasio Aunque todo paciente con descompensación severa pierde potasio, su concentración en sangre suele estar elevado 01 comienzo por lo acidemia, por lo cual su reposición debe postergarse en personas con acidosis severa hasta que se comience o observar uno respuesta clínica o lo hidratación y a la insulina. En adultos se puede iniciar lo reposición o rozón de 20 mEq por hora. Sólo se inicio desde un comienzo cuando se administra bicarbonato o el potasio sérico se encuentro bajo (GRADO C). Bicarbonato Usualmente no es necesario y puede traer más riesgos que beneficios (GRADO D). Sin embargo, cuando el paciente tiene signos de acidosis metabólica muy severo y de falla ventilatoria inminente, usualmente con un pH de 7.1 o menos, puede ser útil uno infusión de 1 o 2 mEq/ kg para posar en uno hora y luego suspender (GRADO C). Administración de dextrosa Cuando se alcance uno glucemia de 250 mg/dL conviene iniciar lo administración de glucosa como nutriente. En el adulto se cambio o dextrosa en agua destilado o en solución salino o rozón de 100 mL por hora y la infusión de insulina se comienzo o disminuir en la medida en que la glucemia se estabilice alrededor de la meta deseada, hasta llegar a una unidad por hora. Así se puede mantener indefinidamente (0.2 unidades por gramo de dextrosa), hasta que el paciente tolere bien la vía oral. A partir de la medianoche el goteo debe reducirse o la mitad hasta el despertar (GRADO B). Restauración de la vía oral Tan pronto la glucemia se estabilice por debajo de 200 mg/dL y el paciente dé señales de tolerar la vía oral (como tolerar la ingesta de agua), ésto se debe iniciar con pequeños cargos de carbohidratos (aprox. 50 g por porción) en forma fraccionada. Un adulto requiere alrededor de 5 unidades de insulina cristalina para metabolizar una comida. Si al momento de comer su glucemia se encuentra muy elevada (por encima de 200 mg/dL), se puede agregar una cantidad adicional del orden de 2 o 5 unidades por cada 50 mg/dL en exceso. La insulina debe ser administrada media hora antes de las comidas. Adicionalmente, se debe administrar una dosis de NPH antes de dormir (10-11p.m). Este es el esquema que el paciente debe aprender a manejar antes de salir del hospital (GRADO C). Complicaciones La mayoría de las complicaciones del tratamiento de las descompensaciones agudas se deben a desvíos del protocolo. Las más frecuentes son: . La hipoglucemia, por un manejo inadecuado de la insulina con relación a los nutrientes (incluyendo dextrosa) y un monitoreo insuficiente. . El edema cerebral, por un manejo inadecuado de los líquidos y el abuso de soluciones hipotónicas. Suele ocurrir en las primeras 24 horas, con un deterioro del estado de conciencia acompañado de cefalea. Se recomienda su manejo con manitol 1 g/kg en 20 a 30 minutos. . La hipokalemia por la demora en la reposición del potasio. . La broncoaspiración en pacientes con deterioro significativo del estado de conciencia. . El tromboembolismo pulmonar en pacientes ancianos con síndrome hiperosmolar, por lo cual se recomienda la heparina de bajo peso molecular profiláctico. . La falla cardíaca con edema pulmonar en pacientes con compromiso cardiovascular previo sometidos a reposición de líquidos sin el debido control. Tratamiento Hospitalario General Manejo de la diabetes clínicamente inestable La persona sin descompensación severa pero clínicamente inestable, es decir, con glucemias por encima de 250 mg/dL y signos de deshidratación, compromiso del estado general o intolerancia a la vía oral, requiere inicialmente hidratación parenteral con solución salina normal (0.9%) y una infusión de insulina a razón de una unidad por hora en el adulto (GRADO B). Cuando se alcance una glucemia menor de 250 mg/dL se inicia la administración de glucosa como nutriente (GRADO B). En el adulto se cambia a dextrosa en agua destilada o en solución salina a razón de 100 mL por hora y se mantiene la infusión de insulina (0.2 unidades por gramo de dextrosa), hasta que el paciente tolere bien la vía oral o tenga bajo control el problema agudo que lo descompensó (GRADO C). A partir de la medianoche el goteo debe reducirse a la mitad hasta el despertar. Tan pronto la glucemia se estabilice por debajo de 200 mg/dL y el paciente dé señales de tolerar la vía oral (como tolerar la ingesta de agua), ésta se debe iniciar con pequeñas cargas de carbohidratos (aprox. 50 g por porción) en forma fraccionada. Un adulto requiere alrededor de 5 unidades de insulina cristalina para metabolizar una comida. Si al momento de comer su glucemia se encuentra muy elevada (por encima de 200 mg/dL), se puede agregar una cantidad adicional del orden de 2 a 5 unidades por cada 50 mg/dL en exceso (GRADO C) (tabla 7). La insulina debe ser administrada media hora antes de las comidas. Adicionalmente, se debe administrar una dosis de NPH antes de dormir (10-11 pm). Este es el esquema que el paciente debe aprender a manejar antes de salir del hospital (GRADO C). Recomendaciones al alta y cuidado ambulatorio Durante los primeros tres meses se pueden requerir controles mensuales o inclusive semanales en caso de iniciar insulinoterapia (GRADO C). Posteriormente, se pueden espaciar los controles médicos a cada tres o cuatro meses, con la posibilidad de consultas extras en caso de presentarse descompensación por eventos intercurrentes (GRADO C). En estos controles el objetivo es revisar el cumplimiento de las metas y ajustar el tratamiento para lograrlo. Se debe examinar siempre el peso, la tensión arterial y los pies del paciente (GRADO B). Para estos controles se requieren los exámenes básicos de laboratorio que incluyen glucemia, HbAlc y perfil de lípidos completo si se encontró por fuera de las metas en la consulta previa (GRADO C). El paciente debe traer los resultados del automonitoreo para revisados con el médico. TABLA 7 Ajuste de dosis de insulina cristalina en base de glicemia Cifra de glucemia (mg/dL) <200 200-249 250-299 >300 Dosis de insulina subcutánea Dosis basal previamente calculada Agregar hasta 5 unidades más Agregar hasta 10 unidades más Agregar más de 10 unidades y reevaluar el estado clínico, especialmente hidratación y equilibrio ácido-base. En una persona con DM2 estable debe medirse una glucemia en ayunas, una glucemia dos horas post-prandial y una glucemia en la tarde al menos una vez por semana. El automonitoreo es obligatorio y debe ser más frecuente en personas que se aplican insulina (GRADO A). Aquellos pacientes que no están recibiendo insulina y no tienen acceso a un glucómetro y a las tirillas, pueden medirse una glucemia semanal o mensual en el laboratorio (GRADO C). También se debe repetir la sesión educativa para reforzar conocimientos, resolver dudas y aprender a manejar situaciones especiales como los días «malos» (cuando la glucemia amanece y permanece muy elevada), los viajes, las celebraciones, etc. (GRADO C). Control anual Una vez al año la persona con diabetes debe someterse a una revisión de los sistemas donde ocurren con mayor frecuencia complicaciones crónicas, con el fin de detectadas en forma temprana y prevenir su progresión a estadios clínicamente significativos. La revisión debe incluir (GRADO C): . Examen completo de los pies consignando la presencia o ausencia de pulsos pedios y tibiales, la disminución o ausencia de la sensibilidad vibratorio (colocando un diapasón en el maléolo) y la ausencia de sensibilidad al aplicar un monofilamento de 10 g en diferentes puntos plantares. También buscar callos, huellas de maltrato o deformidades en la estructura del pie o en las uñas. Esto indicaría la presencia de un pie en riesgo que debe ser remitido al podólogo. . Examen del fondo del ojo con pupila dilatada o fotografía de retina con cámara no midriática. . Medición de HbAIc si no se ha hecho en los últimos tres meses. Si el valor se encuentra por encima de la meta establecida, el paciente debe intensificar el automonitoreo para poder controlar mejor sus glucemias. . Medición de microalbuminuria y creatinuria en la primera orina de la mañana. Si la relación es igual o superior a 30 mg/g de creatinina, indica la presencia de nefropatía temprana y un alto riesgo cardiovascular. . Medición del perfil de lípidos completo si no se ha hecho en el curso del año anterior. Éste debe incluir colesterol total, colesterol HDL, triglicéridos y cálculo de colesterol LDL por la fórmula de Friedewald. Si los valores se encuentran por fuera de las metas establecidas, el paciente requiere un manejo específico. . Medición de TSH si el paciente tiene enfermedad tiroidea autoinmune asociada, aunque no esté todavía recibiendo suplencia tiroidea. . En los adultos mayores de 45 años se debe realizar un electrocardiograma si no se ha hecho en los últimos cinco años, y ante cualquier hallazgo anormal se debe practicar una prueba de esfuerzo. Educación diabetológica Toda persona con DM2 debe recibir por lo menos 24 horas de educación anuales (no incluidas las horas dedicadas a la educación inicial). La educación continuada debe estar a cargo de un educador en diabetes y debe estar orientada a reforzar la información inicial que se le dio a la persona con diabetes y a su familia sobre los aspectos básicos relacionados con el cuidado de la enfermedad, resolver dudas, prevenir complicaciones y aprender a manejar situaciones especiales como los días «malos» (cuando la glucemia amanece y permanece muy elevada), los viajes, las celebraciones, etc (GRADO B). Elaboró: Revisó: Aprobó: