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EL JOVEN ANDRÉS RESPONDE A LA LLAMADA DEL SEÑOR Andrés tuvo dificultades en su infancia debido a lo que estaba pasando en su país y su ciudad. Pero a pesar de ello, Andrés, al igual que el niño Jesús, sintió que, al mismo tiempo que él iba creciendo, Dios iba creciendo en su corazón. Lectura del evangelio de Jesús Cuando cumplieron todas las cosas que mandaba la ley del Señor, regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él. (Lucas 1,39-40) Soy vuestro amigo Andrés, el fundador de los Hermanos del Sagrado Corazón. Nací en una ciudad de Francia llamada Lyon el 26 de febrero de 1787, un año y medio antes de un acontecimiento que iba a cambiar la historia de la humanidad, la Revolución francesa. Fui el mayor de siete hermanos de los cuales sólo sobrevivirán tres. Mis padres se llamaban Vicente y María. Mi padre era sastre pero con la revolución se quedó sin clientes y pasó a ser comerciante de sal. Cada vez éramos más pobres y tuvimos que cambiar varias veces de domicilio. En esos momentos comenzó la persecución religiosa contra los cristianos. Se prohibió celebrar la eucaristía en los templos, no se podían tener en la casa ni biblias ni crucifijos. Muchos sacerdotes fueron encarcelados y condenados a muerte en la guillotina. Eso ocurrió con el sacerdote que me había bautizado. Ante todas esas dificultades sentí como una llamada en el corazón: yo sustituiría un día a esos sacerdotes mártires. A los 17 años, cuando la Iglesia ya gozaba de libertad, ingresé en el seminario para ser sacerdote. Como en mi familia no nos sobraba el dinero, me concedieron una beca para poder seguir los estudios. Ocho años después fui ordenado sacerdote y me enviaron a un pueblecito cercano a Lyon. Un consejo para los amigos de Andrés ¿Cómo vas pasando estos años de tu infancia y adolescencia? ¿Te das cuentas que Dios te llama a crecer tanto en estatura, como en conocimientos y en tu vida de fe? ¿Estás atento a las llamadas que Dios te dirige en los acontecimientos que vas viviendo cada día? Nos unimos a la oración de Andrés cuando era niño (Salmo 39) Susurrando al oído, Dios mío, me has hablado y yo he respondido: Aquí me tienes para cumplir tu voluntad. Sí, Señor, quiero guardar tus palabras en el fondo del corazón. Aquí me tienes para cumplir tu voluntad. Quiero anunciar a todos el gozo de estar contigo. Quiero dar a conocer a los más necesitados la lealtad de tu amor. Aquí me tienes para cumplir tu voluntad. Presentamos al Señor nuestra oración El Padre Andrés se encontró con muchos niños pobres, que no tenían familia, algunos estaban en la cárcel. A estos niños nadie les hacía caso, pero él los acogió siendo fiel a las palabras de Jesús: “Dejad que los niños vengan a mí”. Jesús te damos gracias por el Padre Andrés , que fundó a los Hermanos Corazonistas para que dedicaran su vida a la educación de los niños y jóvenes.. Jesús, te damos gracias por los Hermanos Corazonistas y todos los que trabajan con ellos para nuestra educación. Jesús, te pedimos que siga habiendo Hermanos Corazonistas que puedan seguir educando a los niños y a los jóvenes como lo hizo el Padre Andrés y los Hermanos Javier y Policarpo. PADRE NUESTRO