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Acerca de la curiosamente llamada píldora del día después (1) - [ED, (10/09/2008, nro 12.087)] Por Obiglio, Hugo O M "El después en medicina significa tener un conocimiento cierto de la patología a tratar y en este caso ni tenemos certeza de patología porque no existe, ni llevamos adelante un tratamiento, eso sí, nos encontramos frente a un nuevo eufemismo: Píldora del día después vs. vida humana". 1. La historia del levonorgestrel El levonorgestrel (en adelante LNG) "es un compuesto sintético derivado de la 19nortestoterona, ’’molécula que a su vez deriva de la hormona masculina testosterona’’". El levonorgestrel es una hormona sintética, administrada en una dosis 20 veces mayor a las píldoras anticonceptivas habituales. La química del mismo nos dice que la preparación de un fármaco que contenga exclusivamente esta hormona sintética en una dosis tan alta, conlleva una sobrecarga hormonal, que sin duda tiene efectos secundarios importantes. 2. Administración del levonorgestrel y mecanismo de acción Se administra un comprimido de 0,75 mg cada doce horas, dos en total y lo más pronto posible después de la relación sexual "desprotegida", con el fin de evitar un embarazo no deseado, aprovechando su acción anovulatoria o impidiendo la implantación o anidación, lo que conlleva a provocar un aborto químico(2). Mayores datos sobre el fármaco pueden encontrarse en la FDA: Food and Drugs Administration de USA (3), que es el Centro de Evaluación y Control de Drogas de los Estados Unidos. El sitio es: http://www.fda.gov/cder/drug/infopage/planB/default.htm. Somos conscientes de la inexistencia de una información veraz acerca del mecanismo de acción del LNG. Abordaremos solamente aquellos aspectos que apoyan inobjetablemente la calificación de píldora abortiva. Quizás el medio (una o dos dosis de un simple comprimido) reste valor o, en el mejor de los casos, tal vez se menosprecie por la pequeñez de la persona humana cuya vida está en juego (se trata de, a lo sumo, los primeros trece días de la vida humana) en el caso "aborto químico", que es la denominación correcta de aquel producido por la ingesta de sustancias químicas. Pienso aún en el eufemismo neocultural de la frase "interrupción del embarazo" como un "mal menor". Pero, como veremos, el aborto químico también deja su impronta psicológica, aunque su procedimiento sea más simple que el aborto quirúrgico. Esta impronta psicológica del aborto químico en la mujer es científicamente calificable. La literatura científica documenta que el LNG tiene acción anovulatoria, provoca irritabilidad en la trompa uterina "de Falopio" y produce cambios de las características del moco cervical. En esta contribución, preferimos analizar solamente dos aspectos que son los pilares de una argumentación basada en la fisiopatología de la administración del LNG, dejando de lado los mecanismos mencionados. Existe además otra acción, igualmente documentada, que se banaliza, cuando es realmente definitoria. Ésta consiste en provocar cambios a nivel del endometrio (mucosa uterina)(4). En efecto, para que la vida humana gestada días atrás siga su curso natural en esta etapa de su desarrollo, su soporte vivencial (el endometrio materno) debe encontrarse en perfectas condiciones. Al ingerir la dosis indicada de LNG, se producen alteraciones en el endometrio (5), que impiden la implantación del embrión (blastocisto) y de esta manera se provoca el aborto. Este efecto determina la calificación de abortiva de la LNG. El proceso de implantación se expresa a través de un intercambio selectivo de las proteínas existentes en la superficie del embrión con los receptores de las membranas externas de las células del endometrio, algunas de las cuales aparecen durante el llamado período "ventana de implantación". Por medio del intercambio de proteínas, durante el proceso de implantación, se altera el tejido del endometrio de forma de posibilitar la implantación del embrión en la pared del útero materno. El óvulo fecundado en la trompa (e. d. el embrión humano), pasa luego de siete días al útero materno, para anidar o implantarse en el endometrio. Éste ha sido cuidadosa e inteligentemente preparado en forma previa por el sistema hormonal femenino de la madre a fin de recibir al embrión luego de un intercambio biomolecular con el organismo materno. Es así como desde el embrión unicelular y con cuidadosos pasos secuenciales, con coordinación, continuidad y gradualidad es que se llega a la formación de un organismo humano completo a partir del embrión. Ahora bien, al tomar la "píldora del día después-levonorgestrel" luego de la fecundación, se rompe el delicado proceso de preparación en el endometrio uterino impidiéndose la implantación del embrión y ocasionando su muerte calificada como "aborto químico". Wu y colaboradores (2001) (6), al analizar el efecto de la LNG sobre el endometrio materno, las características de las integrinas y de la secreción endometrial afirman que la acción de la LNG en el endometrio se traduce en su conjunto por un cambio que modifica la fisiología endometrial uterina implantatoria, acción ésta que lleva al aborto del embrión gestante (7). En otras palabras, un estudio neutral y de toda actualidad y vigencia documenta sin dudas el efecto abortivo. En síntesis, el levonorgestrel 0,75 mg por 2 o la monodosis de 1,5 mg, imposibilitan o retrasan la ovulación, frenan la fecundación y provocan un aborto al impedir que el embrión anide en el útero. El efecto abortivo es, pues, innegable según el dato científico. 3. La vitalidad de la vida humana desde la fecundación hasta el proceso de implantación Desde la fecundación (8) (en el gráfico, ver fertilization), el embrión ha ido desarrollándose: luego de la fusión del espermatozoide con el ovocito, inmediatamente se producen tres reacciones: a) se impide la poliespermia (evitando el ingreso de nuevos espermatozoides en el ovocito); b) se reanuda la división meiótica del ovocito (se forma el segundo cuerpo polar y un ovocito definitivo). Los 22 cromosomas, más el cromosoma X, se disponen en el núcleo; c) se activa el metabolismo del huevo (cigoto, óvulo fecundado). Mientras tanto, el espermatozoide avanza hasta colocarse más cerca del pronúcleo femenino. Mientras tanto, como cada uno de los pronúcleos -femenino y masculino- son haploides, esto es, tienen 23 cromosomas, deberán duplicar su ADN para posibilitar la posterior división del huevo en dos células. La primera división en dos células con ADN completo se produce a las 30 horas aproximadamente (ver E.1.S en el gráfico). A las 40 horas el nuevo organismo consta de cuatro células (con igual ADN, obviamente humano, siempre distinto del de la madre y único. Gráfico: E.2.O.). Las divisiones del nuevo ser humano ocurren mientras éste se desplaza por las trompas de Falopio hacia el útero de la madre. Hasta las 8 células, la agrupación de las mismas es poco compacta (Gráfico E.2.S.). Sin embargo, después de la tercera segmentación (8 células), el contacto de las células -blastómeras- entre sí es máximo y forman una bola compacta de células que se mantienen juntas por medio de uniones en hendidura de las células externas (Gráfico: E.3.O). Hacia los cuatro días, el nuevo ser cuenta con 16 células, y recibe el nombre de mórula. Las células comienzan a especializarse y expresar funciones propias. Se constituye una masa celular interna y una capa circundante o masa celular externa. La masa celular interna originará los tejidos del embrión propiamente dicho, mientras que la masa celular externa formará el trofoblasto, que más tarde se convertirá en placenta. Hacia el momento en que la mórula ingresa en la cavidad del útero, comienza a ingresar líquido que se aloja formando una laguna -el blastocele- de forma tal que la masa celular interna o embrioblasto se aprieta hacia un sector del nuevo ser humano, que en esta etapa los médicos denominan blastocisto (Gráfico E.4.O). Para este entonces supera las cien células. Desaparece la zona pelúcida que lo recubría para permitir la implantación. El sexto día aproximadamente, con el embrioblasto ya diferenciado, comienza el intercambio de proteínas por el cual el blastocisto comienza a introducirse en la pared del útero materno. El proceso de implantación dura algunos días y es el fruto de un diálogo enzimático entre el trofoblasto y la mucosa uterina. Se produce el asombroso suceso de que el sistema inmunológico materno no rechace a un organismo extraño que se aloja en su cuerpo. El intercambio entre el blastocisto y el organismo materno impide el sangrado, despertando una reacción hormonal en la madre. En los días siguientes, y sin afán de proseguir la descripción al detalle, sucederá la inclusión del blastocisto en el endometrio, al tiempo que se irá perfilando la cavidad amniótica. Hacia el día undécimo o duodécimo, ya se produce el primer intercambio de sangre materna con el embrión, estableciéndose la circulación uteroplacentaria. En tanto, continúa el proceso de diferenciación y especialización celular, comenzando a especificarse los tejidos (mesodermo, endodermo primitivo) que darán lugar al pequeño cuerpo del nuevo ser. Hemos querido reproducir aquí este segmento de desarrollo, tan sólo porque a veces parece tan lejana la realidad al derecho (9). 4. La falta de información del consumidor El segundo aspecto de la cuestión hace a la ignorancia del consumidor. Es menester denominarlo consumidor, ya que no es ni paciente, ni enfermo, ni padece afección alguna. Este aspecto exige señalar los efectos secundarios de esta droga. Según la investigación dirigida por el Dr. Pedersen y publicada meses atrás en el Scandinavian Journal of Public Health (2008), se indica a la depresión de la mujer como una importante secuela del aborto químico. Los investigadores noruegos analizaron 5768 casos de mujeres de entre 15 y 27 años de edad y sus resultados mostraron que "las mujeres jóvenes que informaron haber tenido un aborto a partir de los 20 años estuvieron más propensas a calificar por encima del punto de corte para la depresión"(10). En esta línea de investigación el estudio más completo relacionado con aborto y depresión mental es el que se llevara en Nueva Zelanda desde años atrás y de reciente publicación. En él se afirma que "El 42% de las mujeres que han abortado experimentaron una depresión aguda en los últimos cuatro años. Esto es casi el doble del índice de mujeres que nunca se embarazaron. El riesgo de trastornos de ansiedad también se duplicó. De acuerdo a este estudio, las mujeres que han abortado, estuvieron dos veces más predispuestas a beber alcohol en niveles peligrosos y tres veces más predispuestas a ser adictas a drogas ilegales. Otros efectos secundarios a considerar, expuestos en publicaciones científicas de primer nivel, son: a) Cambios en el sangrado vaginal, tales como aumento o disminución del sangrado menstrual; b) dolor o espasmos en el abdomen; c) diarrea; d) mareo; e) fatiga; g) dolor de cabeza (leve); h) náuseas; i) nerviosismo; j) hinchazón de la cara, tobillos o pies; k) cansancio o debilidad inusuales; l) vómito; m) aumento de peso. La incidencia de la iatrogenia médica, es decir, del efecto no buscado del fármaco, varía en razón de la edad, de la sensibilidad particular al mismo, de la actividad física a desarrollar y de otra serie de situaciones preexistentes. 5. Conclusión La ineficiencia de las técnicas habituales de anticoncepción ha acercado a la mujer a la llamada "contracepción de emergencia", con el fin último de evitar un embarazo no deseado (11). Como en los tiempos de la revolución sexual (1960) hoy se insiste en imponer una genitalidad violenta por sobre una sexualidad responsable. La mujer en libertad deberá tener conocimiento de causa-consentimiento informado, en función de cuáles son los verdaderos alcances de la "píldora del día después", en este caso el Levonorgestrel. El uso de la misma lleva implícita la figura del "aborto químico". Bibliografía FDA, U.S. Food and drugs administration. "Plan B". En: http://www.fda.gov. Fergusson, David M. et al., Abortion in young women and subsequent mental health effects, *47(1) 16.24(2006). Orrego Vicuña, Fernando, La píldora del día después. Aspectos médicos y biológicos, Chile, Ed. Jurídica de Chile, 2005. Rifo Feliu, Luis y Rivera Javet, Augusto, Consideraciones técnicas y bioéticas sobre anticoncepción de emergencia mediante el uso de levonorgestrel 0,75 mg, www.ucsc.cl. Voces: medicamentos - bioética - aborto - persona - derechos humanos - médico 1 - El autor es Médico (UBA). F.A.C.G. (USA). Académico Director del Instituto de Bioética de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. 2 - Orrego Vicuña, Fernando, La píldora del día después. Aspectos médicos y biológicos, Chile, Ed. Jurídica de Chile, 2005, Rifo Feliu, Luis y Rivera Javet, Augusto, Consideraciones técnicas y bioéticas sobre anticoncepción de emergencia mediante el uso de levonorgestrel 0,75 mg. www.ucsc.cl. 3 - FDA, U.S. Food and drugs administration. "Plan B". En: http://www.fda.gov. 4 - Gupta B., Mittal R., Misra D. et al., Levonorgestrel-releasing intrauterine system vs. transcervical encometriae resection for dysfunctional uterine bleeding, "International Journal of gynechology & Obstetric", vol. 95, nº 3, págs. 261-266. 5 - Hapangama D., Glasier A. F., Baird D., The effects of periovulatory administration of levonorgestrel and the menstrual cycle, Contraception, 2001,63: 123-129. 6 - Wu Jie, Chen Jie, Xu Ruhna et. al. Effects of mifepristone and levonorgestrel on the human endometrium during periimplantation, en Chander PP, van Look PFA (eds.) Sexual Reproductive Health. Recent Advances, Future Direction. New Age International Publishers, 2001, 143-8. 7 - Mrions L., Hultnby K, Lindell I et al. "Emergency contraception with mifepristone and levonorgestrel. Mecanism of action", Obstet. Gynecol. 2002, 100, 65-71. 8 - Para la descripción que sigue, hemos seguido a un clásico de la embriología: el tratado de Embriología médica de T. W. Sadler, Buenos Aires, 7ª ed., Panamericana, pág. 21 y sigs. 9 - Gráfico "Preimplantation and implantation events", de Haibin WANG & Sudhansu K. Dey, "Roadmap to embryo implantation: clues from mouse models", Nature Reviews Genetics 7, 185-199 (March 2006), doi: 10.1038/nrg1808. 10 - Pedersen, Willy, Abortion and depression: A population-based longitudinal study of young women, en "Scandinavian Journal of Public Health", vol. 36, nº 4, 424-428 (2008). Fergusson, David M. et al.: Abortion in young women and subsequent mental health effects, "Journal of Child Psychology and Psychiatry", *47(1) 16.24 (2006). 11 - Stopper, Elisa C., Oral Contraceptive, Karolinsca Institud, www.mic.ki.se.