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1 Sobre historias y orígenes del Trabajo profesional con familias 1 Andrew Wood 1 Olga Rochkovski * * Maestría en Psicología Clínica – Universidad Autónoma de México. Asistente Social Universitaria Universidad de la República. Psicoterapeuta psicoanalítica Psicoterapeuta familiar y de pareja. Psicoterapeuta Habilitante de AUDEPP, Montevideo Directora del Centro de Estudios Familiares y Sistémicos Docente de la Unidad de Formación Permanente de Postgrado de la Facultad de Psicología de la UDELAR. Email: obidart@adinet.com.uy Andrew Wood, trabajador social y terapeuta familiar australiano provee en este trabajo un recorrido histórico por los comienzos más tempranos de las teorías familiares y de la práctica de los trabajadores sociales, comenzando en 1880. Wood sostiene que la primera práctica de trabajo con sistemas familiares realizado por profesionales dedicados al cuidado de otros, fue llevada a cabo por trabajadoras sociales, mujeres. Aunque esto raramente fue reconocido por la literatura de la terapia familiar. El propone un análisis de género, su lugar en el desarrollo del status profesional y de la propiedad de las ideas. Rochkovski, quien tradujo la mayor parte de este trabajo del inglés al español, realiza un “diálogo” con Andrew Wood, aportando algunas consideraciones sobre la experiencia latinoamericana. Una historia es siempre un recorte que da cuenta de quien es el autor de la historia y por lo tanto es una versión. Esto es lo que ocurre cuando alguien cuenta su historia familiar, le pone un principio, un desarrollo y un punto de llegada. Siempre hay otras formas de contar esa historia, y así surgen otras. Con la colaboración de los terapeutas, pueden surgir otras historias. Lo mismo ocurre con los historiadores, nos dan versiones de acontecimientos ya ocurridos, visiones que siempre son recortes arbitrarios. El trabajo de Andrew Wood, trabajador social australiano, tiene la virtud de cuestionar la historia que por más de medio siglo nos hemos contado los terapeutas sistémicos y propone otro origen y otra historia del trabajo profesional con familias. Este artículo será en cierta forma un “diálogo” con A.Wood, ya que he traducido la mayor parte de su artículo, publicado por la Revista Australiana y Neo Zelandesa de Terapia Familiar y he incorporado algunos elementos y visiones desde nuestra América Latina. Su escrito se titula: “Los orígenes del trabajo profesional con familias”. “Las primeras prácticas de trabajo profesional con familias fue llevada a cabo por trabajadoras sociales, en su mayoría, mujeres. Aunque esto no fue recogido en la literatura de la terapia familiar en su conjunto. Estos recortes e historias merecen un análisis de 1 Revista Regional de Trabajo Social. EPPAL. Año XVIII 2004. Nº30. Uruguay. (Versión digital. Adaptado con fines docentes Ángela María Quintero Velásquez, Universidad de Antioquia. Medellín, 2005) 2 género y el lugar que éste ha jugado en el desarrollo de los status profesionales así como en la propiedad de las ideas. La mayoría de los autores que se han ocupado de la historia de la terapia familiar no han tomado en cuenta las contribuciones que las primeras trabajadoras sociales hicieron al desarrollo de la teoría y práctica de la terapia familiar (Guerin, 1976; Nichols, 1984; Barker, 1986; Becvar y Becvar, 1993).2 “Desde sus comienzos en el siglo XIX, el trabajo social consideró imprescindible ver a las personas y a sus problemas de un modo contextual e interactivo.”(ídem) “Hasta ahora los historiadores de la Terapia Familiar han sostenido que la inclusión de las familias en los tratamientos empezó después de la segunda guerra mundial debido a los cambios ocurridos en la psiquiatría. Por lo tanto, la terapia familiar surgiría en los 40’ como una producción interdisciplinaria.” (ídem) En esos años en todas las disciplinas científicas se empezó a desarrollar el conocimiento de la vinculación entre partes y todos. Para Lynn Hoffman, que es trabajadora social y terapeuta familiar, los orígenes de la Terapia Familiar se ubican en las primeras observaciones de los pacientes sintomáticos en su hábitat natural, las familias por parte de los psiquiatras.” (ídem) Creemos que se trata de ampliar el foco, e incluir aportes que seguramente por muchas razones que sería interesante investigar no fueron tenidos en cuenta, al historiar la práctica clínica familiar. “Las visitadoras sociales, a finales del siglo XIX, atendían a los pobres, a los desocupados, a los marginales, a partir de las Organizaciones de la Caridad en Inglaterra, y en los Estados Unidos. Por primera vez intentaron establecer ‘relaciones con objetivos’ que tenían un sentido profesional (Bardill y Saunders, 1988). La tarea de las visitadoras sociales era: “dar consejos empáticos para restablecer la esperanza” (Brieland, 1987). Más allá de las críticas que hoy les haríamos, es importante destacar que estas visitadoras defendieron muy sólidamente el valor del trabajo con las familias. Mary Richmond así como Zilpha Smith decían: “Nosotras trabajamos con la familia como un todo”. Veían la necesidad de que las visitadoras sociales se entrenaran profesionalmente, así como conceptualizaron “la individualización”, la consideración del caso a caso.” (ídem) “Simultáneamente, los fundadores de las ‘agencias de asistencia social’ en Estados Unidos pensaban que la pobreza era producida por causas sociales y económicas. Allí se brindaba asistencia directa ofreciendo servicio de guardería, clubes infantiles, apoyo emocional así como cursos para mujeres (Brieland, 1987). Las trabajadoras sociales que allí cumplían sus labores, batallaron por establecer políticas sociales. Lucharon activamente por los derechos civiles, en contra de la discriminación racial. Organizaron programas de atención para las familias, para las mujeres golpeadas, para adolescentes infractores, para los inmigrantes, etc. Criticaron el movimiento de la caridad por su encare moralista estrecho. J. 3 Addams sostuvo que lo que se necesitaba era justicia y cambio social para acabar con la miseria.” (ídem) Este debate acerca del cambio individual y el cambio social aún no se ha resuelto. En América Latina, (y no solamente), las condiciones sociales obligan a los profesionales que nos ocupamos de los humanos a colaborar en la búsqueda de soluciones más efectivas, para sí, acabar con la pobreza y la injusticia social. “Al comienzo del siglo XX el rol de las visitadoras sociales fue cambiando, y pasó a ser profesional. Dio comienzo el proceso de profesionalización del trabajo con las familias. El primer curso que se dictó en la primera escuela de Trabajo Social en Estados Unidos, fue “El tratamiento de las Familias Carenciadas en su propio hábitat” (Meyer, 1954). M.Richmond sostenía que “solamente se puede comprender al individuo, cuando éste es visto en el contexto de los sistemas familiares, sociales y culturales de los que forma parte”. Describió a la familia como “Un proceso dinámico interpersonal así como el primer contexto en el que los sujetos producen pertenencia y significados para sus vidas” (Richmond, 1901). El foco estaba puesto en las relaciones sociales del individuo, por lo que las Trabajadoras Sociales promovían las reuniones familiares en sus habitats, donde era posible observar la interacción entre ellos así como la forma en que cada uno toma parte en la historia familiar. Destacó la historia que el sujeto construye, y que hoy es retomada de forma tan destacada por la corriente narrativa (White y Epston, 1989) como un recurso central; señaló la importancia de las conductas no verbales en la comunicación interpersonal, así como el valor de la inclusión del padre/marido en el trabajo social, ya que la mayoría de las veces, como ocurre hoy también, se atiende a la madre y a los hijos.” (ídem) “Porter (1919), colega de Mary Richmond, señaló que los sujetos no pueden ser tratados exitosamente a menos que se incluya a las familias, como ‘todos’. Ningún individuo es solamente un individuo. Es él y todos los demás. Mary Richmond pensaba que los beneficios de cualquier tratamiento individual se multiplican si se incluye a la familia. Esto fue lo que sostenido por los primeros psiquiatras tomaron una orientación familiar en 1950.” (ídem) “Mary Richmond no solo incluía en su práctica a la familia nuclear, sino a la familia extensa, otros familiares, amigos, escuelas, médicos y otras instituciones sociales.” (Ídem) Como podemos apreciar esta forma de trabajo, sería lo que hoy conceptualizamos como intervención en las redes interpersonales como lo plantea Elina Dabas, en la Argentina, o Ross y Speck, o Mony Elkaim. “Cabot (1915), quien era médico reconoció el punto de vista distinto que tienen los trabajadores sociales, y escribió “El Trabajo Social tiene un punto de vista del ser humano como totalidad y esto es justamente lo que le tenemos que enseñar a los médicos, ya que por su entrenamiento, tienen un encare especializado y parcial”.(ídem) “Esto significa que hay evidencia suficiente en la literatura, de que el trabajo Social fue la primera profesión que desarrolló un conocimiento de las relaciones sujeto-familia y 4 también desarrolló una forma de trabajar “cara a cara” con estas relaciones. En 1915, las trabajadoras sociales hacían sus análisis de ‘la persona en la situación’ en una variedad de dispositivos.” (ídem) “Pero este desarrollo se detuvo en forma sorprendentemente repentina. Puede haber diferentes razones explicativas: 1) La condición de género de las trabajadoras sociales, mujeres en una comunidad académica y científica dominada por varones.” (ídem) 2) Ciertas críticas de científicos sociales, que ponían en duda si el trabajo social era una profesión. Cuestionaban la ausencia de una metodología específica del trabajo social. (ídem) Estas críticas también estuvieron presentes entre los propios trabajadores sociales. Creo que después de estos aportes de las pioneras, el desarrollo de una metodología propia no ha sido suficiente, razón por la que muchas trabajadoras sociales han ido a otros campos en busca de herramientas de intervención profesional. En América del Sur (Brasil y Uruguay) hay hasta el día de hoy una discusión no resuelta en torno al rol que le corresponde al trabajador social que creemos que ha obturado un desarrollo profesional más amplio, y quizás otros aportes teóricos y prácticos más ricos en torno al trabajo con los sistemas familiares. “La condición de género. Hubo científicos sociales que sostuvieron que las profesiones ‘dominantemente masculinas’ estaban mejor ubicadas en cuestiones intelectuales y teóricas. Las poblaciones que han atendido las T.S. son pobres, marginadas, y han sido los sectores silenciosos de un mundo dominado por los poderosos, en muchos casos, varones. En algunos países, la extracción social de las trabajadoras sociales, así como al origen étnico de muchas de ellas, son razones que habría que sumar, para explicar el bajo status profesional. “Para Sherman (1981): el trabajo social es, sin duda, la profesión que más ha trabajado con familias pero la que menos ha contribuido a la literatura de la terapia familiar. “(ídem) “Las trabajadoras sociales buscaron en diferentes disciplinas el reconocimiento profesional que no habían conquistado. Desecharon sus propias producciones en las se tomaba en cuenta el contexto. “(ídem) “Durante este período surgieron los equipos multidisciplinarios para la atención de los niños formados por un psiquiatra, un psicólogo y una trabajadora social. La jerarquía estaba bien marcada: los psiquiatras eran los que dirigían los equipos como aún sigue ocurriendo en el mundo occidental. El modelo psiquiátrico infantil prescribía los roles de cada profesional. La tarea de estos equipos era la provisión de psicoterapia individual infantil. Esta psicoterapia la realizaban el psiquiatra o el psicólogo supervisado por el psiquiatra (Bardill y Saunders, 1988). Era la tarea de las trabajadoras sociales atender a las madres, recoger las historias de los niños y su problemática. La familia y el contexto social eran secundarios en relación al tratamiento del niño. Los miembros de la familia eran vistos como ‘familiares de’ y no se veía que el niño y los otros integrantes de la familia, 5 constituyeran un todo, por lo que los aportes de cada uno eran claves para comprender la conducta del paciente. El trabajo con la familia fue desechado.” Creo que a estas razones, cabe agregar, que el foco de trabajo de las trabajadoras sociales es: lo social, terreno de tantas discusiones no acabadas. Así como de que se les encomendara o que se sintieran llamadas a la solución de problemas que atañen a la sociedad como conjunto y no a ninguna profesión en particular. “La Depresión de 1929, desafió a las trabajadoras sociales a volver a su foco: las familias y las comunidades. La pobreza se extendió por todas partes, e hizo que muchas trabajadoras sociales intentaran reconciliar el foco en el individuo con los planteos de las pioneras del trabajo social, de ver a la persona en el contexto. Adan Sheffield (1937) planteó que “un abordaje que separa al individuo de la familia, hace trizas la comprensión de la situación, considerando que un todo psicosocial opera como un sistema, como un organismo, donde los elementos son interdependientes. Sheffield precede treinta años, la teoría general de sistemas de Von Bertalanffy (1968).” “Robinson (1930) y Sheffield (1937) rechazaron la importancia del determinismo en la patología individual. El trabajo social en 1940 volvió a centrar su labor en la familia. Las trabajadoras sociales también se incluyeron en los cuestionamientos a la profesión que creo que impidieron que desarrollaran más su propia profesión. No agudizaron ni mejoraron sus propias herramientas. “Gomberg fue el Director del Servicio Judío de Familias en New York, en una de las primeras Agencias que desarrollaron el trabajo con familias. Los historiadores de la terapia familiar (Nichols, 1984; Guerin, 1976) le dieron créditos a N. Ackerman como uno de los pioneros en la misma agencia que trabajó Gomberg, pero no mencionan a éste último, cuyas publicaciones sobre el trabajo con familias precedieron a las publicaciones de Ackerman. Lo mismo se puede sostener sobre Beatman (1964) y Sherman (1967), Ambos trabajadores sociales que formaron parte del equipo de Ackerman y que publicaron prolíficamente en el campo de la familia. Sobre ellas, tampoco hay mención en las historias de la terapia familiar.” “Los sesentas fue un período parte-aguas en el trabajo social y en el desarrollo del paradigma sistémico. Fue un período turbulento y fermental. Bardill y Ryan sostuvieron (1964), que el trabajo social era la profesión mejor situada para realizar esta práctica. “(ídem) En los sesenta-setenta ocurrió en los Estados Unidos el movimiento contra la guerra de Vietnam. El movimiento feminista cuestionó la jerarquía de género y las desigualdades de derechos. El movimiento de los derechos civiles tuvo un gran desarrollo en los Estados Unidos. “ En América Latina, los sesenta-setenta fueron años fermentales y turbulentos, hubo movimientos sociales y estudiantiles que lucharon por justicia social, y cambio en las condiciones de vida de las mayorías. En muchos casos, estos movimientos terminaron en violentas represiones, así como en la instalación de dictaduras militares en varios países. Tuvo lugar la revolución Cubana. Fue una época de fuertes movimientos basados en ideales sociales. 6 “La pobreza pasó a ser en una cuestión urgente a resolver. En el trabajo social, se enfatizó en el desarrollo comunitario, el cambio social y las políticas sociales.”(ídem) “Hubo una crisis en la metodología del trabajo social. Surgieron especializaciones, acentuando la profesionalización del trabajo social. Surgieron diferencias entre los distintos niveles de la organización social y la metodología profesional. Se cuestionó fuertemente el trabajo con los casos individuales, que se vio como muy limitado o ineficiente para resolver las desigualdades sociales. Simultáneamente la terapia familiar tenía un foco estrictamente clínico.” (ídem) “V.Satir fue la única mujer y trabajadora social en un grupo mayoritariamente masculino. Quizás ésta sea una explicación de por qué no hizo hincapié en sus antecedentes profesionales como trabajadora social psiquiátrica desde 1940, así como no destacó los aportes del trabajo social al desarrollo del trabajo con familias (Braverman, 1986).” “M. Topham (1967), una de las pioneras de la terapia familiar en Australia, señaló que fue una trabajadora social, Satir, quien fue la primera directora de Entrenamiento en el Instituto de Investigaciones Mentales en California. “ “En esa época, el trabajo social tomó una orientación sociológica Había oposición entre lo macrocontextual y lo microcontextual, en desmedro de lo último. Sherman sostenía que la familia podía convertirse en el campo de encuentro del clínico y del sistémico. Pero este artículo valioso de Sherman no apareció en ninguna publicación importante del trabajo social.” “En 1970 el campo denominado terapia familiar era multidisciplinario y atraía a los trabajadores sociales especialmente interesado en trabajar con familias.” Trabajo social y terapia familiar: ideas similares, caminos distintos. “Para Kelley, la teoría del trabajo social era rica en pensamiento contextual, pero no en la práctica. Y los trabajadores sociales tenían la visión de que la terapia familiar era demasiado médica y ‘patologizante’, que manipulaba a las familias, en particular, le criticaron el uso de las paradojas.” “Hartman y Laird (1983) en “La práctica del trabajo social centrada en la familia” intentaban delinear un modelo de la familia. Articularon un abordaje ecosistémico que incorporó los diferentes niveles de interacción del individuo, la familia y el contexto.” “Furlong y Smith (1990-1995) sostuvieron que llegar al campo de la terapia familiar es ‘como llegar a casa’. “ Si lo pienso en mi misma, encuentro mucho de lo que describe Wood, primero me formé como trabajadora social. Luego seguí buscando en el campo de la psicología, del psicoanálisis hasta llegar al campo de la terapia familiar. Necesitaba otros saberes y disciplinas que le dieran a mi perfil profesional lo que el trabajo social no me daba. La terapia familiar, permite reunir conocimientos, que parecen muy disímiles, que vienen de lugares muy diferentes y a veces contrapuestos, siendo simultáneamente un campo de trabajo muy fértil. 7 1 Lic. en Trabajo Social y Director del Equipo Regional Marion de Salud Mental para niños y adolescentes. PO Box 248, Oaklands Park SA 5046. Australia. 2 Wood, A.: The Theory and Practice of Family Social Work Since1880. Summary Andrew Wood in this paper provides a detailed literary and historical account of the earliest beginnings of family theory and practice by social workers, beginning in the 1880’s. The paper argues that the first widespread practice of family work’ by the helping professions was carried out by social workers, primarily women, despite Bibliografía Ackerman, N., 1967. The future of family psychotherapy, in Ackerman, N, Beatman, F & Sherman. S.. Expanding Theory and Practice in Family Therapy, New York, Family Service Association of America. Aptekar. H.. 1938. The Essential Function of a Family Agency, The Family. Vol 20, November. Axinn, J & Levin, H., 1975. Social welfare - A history of the American response to need. New York, Dodd and Mead. Bagshaw. D., 1981. Conceptualisations about the family as a unit, with particular reference to the Australian Association of Social Work journals from 1954-1970. Diploma of Social Administration Dissertation. Unpublished. 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