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DISCURSO DEL DR. LEONEL FLORES SOSA EN 3er FORO NACIONAL SOBRE
EXPERIENCIAS EXITOSAS EN EL LUGAR DE TRABAJO. USAID-PASCA
SAN SALVADOR, 24 DE OCTUBRE DE 2012
Quiero en primer lugar agradecer la invitación del Programa de USAID para el Fortalecimiento de la
Respuesta Centroamericana al VIH, PASCA.
El profundo objetivo de brindar asistencia técnica en la región, en este tema, es un componente esencial
de una lucha de todos: del gremio médico, de la sociedad civil, de los actores políticos, de las
asociaciones de pacientes… y del Gobierno, para ser más específicos…
Por ello, reivindicar este tipo de encuentros es de suma importancia para el Instituto Salvadoreño del
Seguro Social, institución a la que represento esta mañana y que forma parte del cúmulo de actores que,
desde el Estado, abordan el tema del VIH en diversos prismas.
Los reconocimientos a empresas que han desarrollado exitosos programas de inclusión, sensibilización
y atención a este tema son muestras de un cambio profundo que ha empezado a vivir esta sociedad,
pero que aún distan mucho del ideal que debemos tener como nación en esta temática…
El informe llamado “Sistematización sobre el impacto y el abordaje del VIH/Sida en el ámbito laboral en
El Salvador”, de la Organización Internacional del Trabajo, señala como “amenaza”, para el mundo del
empleo y el mercado laboral, a este virus, “ya que afecta sobre todo a la población económicamente
activa”, algo muy perjudicial para los sistemas de seguridad social.
El factor económico, el crecimiento productivo, el empleo y la vida de los salvadoreños son, como
ustedes sabrán, elementos sustantivos del soporte de la seguridad social. La solidaridad empresarial es
esencia de cambios necesarios, y su aporte para honrar compromisos públicos brinda herramientas que
proveen dignidad a las instituciones sociales, como es el caso de la salud del trabajador.
La lucha contra el VIH requiere de entidades fuertes, con recursos, y por ello es necesario llamar la
atención sobre cuál es el papel de la empresa para contribuir en esta tarea. Del mismo modo, el
Gobierno debe constantemente hacer ejercicios de reflexión para ser espejo del aporte que hacen
entidades como USAID-PASCA.
En suma, la realidad de esta enfermedad es ya pluridimensional, porque nos afecta a todos y porque es,
también, responsabilidad de todos.
Las cifras del VIH/Sida en El Salvador son de aproximadamente 27,700 casos de personas infectadas,
según se desprende del más reciente informe presentado por la Comisión Nacional contra el Sida
(CONASIDA). Este número revela una leve baja en relación al incremento que se venía dando desde
años atrás.
La cifra de casos certificados de VIH/SIDA en El Salvador desde 1984 hasta diciembre de 2011 fue de
28,505 de VIH, de los cuales el 31 % (8,907) estaban en fase de VIH avanzado o sida.
La disminución que muestra el último informe de CONASIDA nos llama la atención, y nos puede señalar
que hay factores que empiezan, y esto se debe mencionar con mucha prudencia, a bajar los índices.
La educación, el adecuado diagnóstico, las campañas de toma de prueba, entre otras, marcan pauta,
pero se quedan cortas sin el acompañamiento de quienes estamos aquí representados.
En nuestro país, por cada 100,000 habitantes, 36 hombres están infectados y 20 mujeres también.
Además, es la población de 20 a 39 años la que más sobresale en esto trágicos números, algo
verdaderamente problemático si pensamos que es en esa etapa en la que más se prepara un capital
social de cara al futuro.
Debemos recordar que el primer caso documentado en El Salvador es de 1984, pero las condiciones a
nivel nacional e internacional han hecho crecer negativamente las cifras poco a poco.
Ante esto, esta mañana, debemos preguntarnos: ¿qué estamos haciendo como empresas, como
Gobierno, como comunidad internacional, para la lucha contra el sida? ¿Cuál es nuestro papel en
esta escalada internacional? ¿Qué debemos hacer para que nuestros espacios, nuestros
ambientes laborales, nuestras condiciones de empleo, reflejen interés por cooperar en un
problema que atraviesa a todos los estratos sociales?
El Seguro Social, para el caso, ha buscado dar un tratamiento integral al paciente diagnosticado con
VIH/Sida. Se le ha provisto de calidad en el trabajo de médicos infectólogos, psicólogos, trabajadores
sociales, educadores en salud… Además, y como debe ser, cuando se ha necesitado hospitalización, se
ha procedido con la dignidad respectiva.
Hay unos 2,548 pacientes con tratamiento antirretroviral de tercera línea, y cada vez ampliamos la
cobertura hasta las máximas consecuencias.
Ante problemas internos, ya sea médicos o de insumos, se han buscado las alternativas externas
óptimas. Y estoy, por ello, convencido de decir con claridad lo siguiente:
El Seguro Social no ha abandonado nunca a un paciente con VIH/Sida, por lo menos en la gestión
actual. Cualquier problema que sobre este caso haya podido existir, se ha solventado con
diligencia, con prontitud y con el trato humano necesario.
Por otro lado, ha habido estrategias implementadas en la prevención de la enfermedad, como la
sensibilización a 2,200 empleados en el tema de la estigmatización y discriminación para con el
infectado.
Hemos acompañado a CONASIDA en campañas de sensibilización de los riesgos; se han establecido
grupos de apoyo a los pacientes, se ha implementado el “Plan estratégico para el fortalecimiento de las
acciones de prevención del VIH en el ISSS”, que está dando resultados y que vamos mejorar poco a
poco.
Las medidas de prevención han contribuido en la disminución de la tasa de incidencia de casos; y la
toma de prueba alcanzó un número histórico para nuestra institución, pasando de 7,323 pruebas en
2011 a 11,201 en 2012.
En lo que se refiere a las estrategias implementadas en la cadena de abastecimientos, se hizo
planificación de las compras desde el año anterior, lo cual es determinante para que tengamos los
insumos médicos a tiempo, y que los procesos de adquisición se hagan de manera inmediata.
En el trámite de compra internacional, tenemos un convenio con el PNUD que nos ha facilitado adquirir
insumos de primer nivel y en tiempos requeridos…
Con lo anterior no estoy partiendo de la idea de que el tema del VIH/Sida en el ISSS sea un proceso
acabado, plenamente satisfactorio y carente de problemas. Pero quiero dejar claro que nos tomamos
muy en serio esta enfermedad, y la llevamos a estándares superiores a muchos otros en la región.
En plena crisis internacional, en un momento en que la seguridad social y la salud pública atraviesa
grandes dificultades incluso en países como Costa Rica, el Seguro Social, que ha saneado sus cuentas
desde enero de 2011, ha conseguido incluso invertir más en todo sentido.
Esta parte, la que tiene que ver con lo tangible, con aquello que sirve de herramienta médica y de
tarima de trabajo, la estamos tratando con el mayor profesionalismo, con visión de futuro, con claridad
de objetivos.
Hoy, frente a ustedes, quiero hacer énfasis en que nuestro objetivo es intensificar en oficinas, hospitales
y todos los inmuebles del ISSS una cultura diferente sobre el trato al paciente y sobre la inclusión de
quienes estén infectados a la vida productiva nacional.
Basta de estigmas, de nociones equívocas de un pasado oscurantista, basta de ocultar la necesidad de
una salud sexual reproductiva consciente, basta de fijar la mirada a la mera reacción sin analizar
propuestas reales de prevención.
Aunque he dedicado mi vida a la Medicina, llevo siete años investigando y trabajando de cerca con
pacientes VIH positivos. Fui parte de la Red Nacional de Estudios Clínicos en Adolescentes para la
prevención y tratamiento de VIH/SIDA, en la Universidad de Maryland, de donde fui también gerente
de proyectos.
Esa experiencia me ha valido para creer que hacerle frente a este flagelo que afecta a 32 millones de
personas en el mundo es una tarea ardua, en la que la labor médica es vital, pero en la que DEBEN
actuar otros factores de transformación, como la cultura, como la educación, como la consciencia social
privada.
Las empresas que han experimentado cambios drásticos que contribuyen con todo esto merecen mi
más sincero respeto.
Pero las animo a que continúen avanzando, pues lo que han conseguido debe ser presentado como
logro y también como una responsabilidad social ante quien lo necesita, y ante un problema que, como
antes dije, ha dejado de ser exclusividad de un sector y se ha convertido en un tema que nos concierne a
todos.
Muchas gracias.