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GUÍA Nº4 TEMA V ÉPOCA CONTEMPORÁNEA Contenidos guía: Crisis económica de 1929, Totalitarismos, Segunda Guerra Mundial. PERÍODO ENTRE GUERRAS: CRISIS DEL 29 Y TOTALITARISMOS CONTEXTO PRE CRISIS Los primeros años después de la primera guerra mundial, marcados por la crisis económica, fueron seguidos por la recuperación de las antiguas potencias, lideradas por EE.UU. La prosperidad económica que los países desarrollados conocieron de manera más o menos sostenida desde 1923, presentaba algunos signos alarmantes. Sin embargo, los gobiernos, empresarios y teóricos liberales, pensaban que el sistema de libre mercado era capaz de solucionar estas dificultades por sí mismo. El gran problema de la economía mundial de la época era que dependía del estado de la economía estadounidense que era la principal financista de Europa, América Latina y Asia. LA CRISIS DE 1929 Y LA DEPRESIÓN ECONÓMICA DE EE.UU. Como ya se ha señalado, el mundo económico estaba entrelazado y las deudas de guerra eran un peligroso triángulo cuyo eje era EE.UU., convertido en acreedor de vencedores y vencidos, e importante fuente de materias primas a nivel mundial. Además, contaba con la Bolsa más importante, donde miles de inversionistas compraban acciones. Por otra parte, fruto de la misma guerra, se había alzado como una de las primeras potencias mundiales. El 29 de Octubre de 1929 se produjo el “Jueves Negro” en la Bolsa de New York, cuando las acciones bajaron drásticamente, provocando el inicio de una gran crisis mundial. La producción bajó a la mitad en Estados Unidos e igual cosa ocurrió con la renta nacional. La cesantía, por su parte, creció hasta llegar a 16 millones de desocupados. La misma grave situación se extendió a las potencias europeas, continente donde bajó el nivel de bienestar, mientras aumentaban la inflación y la cesantía. La gravedad de la crisis fue uno de los factores que posibilitaron la búsqueda de soluciones alternativas a la democracia, de lo cual el nazismo es un ejemplo evidente en Alemania. Estados Unidos, sin embargo, siguió su tradicional camino democrático, cuando en 1932 fue reelegido Franklin Roosevelt como presidente. Él propuso el New Deal, el “nuevo trato”, que buscaba poner fin a los problemas económicos y sociales del país. La economía capitalista de EE.UU. recibió el complemento de una fuerte acción estatal, mientras se inició un extenso programa de obras públicas: cerca de un millón de kilómetros de carreteras, miles de estadios y colegios, un millar de aeropuertos, entre otros trabajos. Igualmente, ayudó al sector agrícola. Hacia 1938 el país estaba saneado y las esperanzas de los estadounidenses renacieron con fuerza. Tendrían que demostrar su estado anímico, social y militar al año siguiente, cuando se inició la II Guerra Mundial. TOTALITARISMOS La Segunda Guerra Mundial vino a sepultar ya definitivamente los fundamentos de la sociedad liberal que se había consolidado a lo largo de todo el siglo XIX. Entre las décadas de 1920 y 1940 los regímenes políticos de los países occidentales se vieron afectados por fuertes transformaciones sociales que terminaron por demostrar la incapacidad de la democracia para dar una respuesta acertada a los problemas que se expandían por Europa. La crisis de la democracia tuvo su máxima expresión en el desarrollo de los regímenes totalitarios que llegaron al poder en Italia y, más fuertemente, en Alemania. EL FASCISMO ITALIANO El llamado fascismo italiano se consolidó con la llegada al poder, en 1922, de Benito Mussolini: Para Italia, el costo económico y humano superó con creces los resultados del esfuerzo bélico: el país quedó gravemente endeudado, con un elevado nivel de desempleo y con mínimas ganancias territoriales. En este contexto de frustración e inestabilidad social, el liderazgo de Mussolini encontró un terreno fértil para desarrollarse, amenazando fuertemente al sistema democrático liberal italiano. A esas alturas, el Partido Nacional Fascista de Mussolini, formado en 1921, congregaba a miles de militantes. Su oposición férrea al comunismo los llevó a utilizar la violencia abiertamente, como medio para oponerse a la extrema izquierda y para hacerse con el poder. Su gobierno impuso un sistema autoritario que terminó por suprimir las libertades civiles y los partidos políticos, con la excepción del fascista. EL NACIONALSOCIALISMO ALEMÁN En Alemania, la República socialista de Weimar pasaba por una severa crisis derivada del descalabro económico que dejó el colapso de 1929. El desempleo alcanzó a gran parte de la población y la inflación se disparó, provocando el empobrecimiento general. A medida que se agudizaba la crisis, más adherentes se sumaban al proyecto del Partido Nacionalsocialista o nazi, cuya máxima figura era Adolf Hitler. Con un discurso ultranacionalista, que rechazaba de plano el trato dado en Alemania por el Tratado de Versalles, Hitler pretendía reivindicar el espíritu y la raza alemana, prometiendo sacar a esta nación del abismo en que estaba sumida y devolverle así su antiguo esplendor. El éxito político del partido nazi, sumado a la presión ejercida a través de actos de masas y acciones callejeras violentas, llevaron a que su líder fuera nombrado Canciller de Alemania en 1933. A partir de este momento se inició el giro de Alemania, hacia un régimen decididamente totalitario a través de prácticas sucesivas que fueron suprimiendo progresivamente las libertades individuales de los alemanes. Nuevamente, la Europa democrática sufría un grave revés en su lucha por sobrevivir en medio de la crisis. El régimen nazi comenzó con una política racista, cuya máxima expresión fue el antisemitismo. Se promulgaron las Leyes de Nuremberg que discriminaron a los judíos, se les confiscaron sus bienes y fueron atacadas sus propiedades. Finalmente, el nazismo intentó la definitiva erradicación del pueblo judío, por medio de su exterminio sistemático (Holocausto), lo cual se ha considerado como uno de los hechos más brutales del período de la Segunda Guerra Mundial. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL 1938-1945 En muchos sentidos, las raíces de la Segunda Guerra Mundial se encuentran en problemas no resueltos de la Primera Guerra Mundial. En Alemania, la situación impuesta por el Tratado de Versalles, agudizada por los efectos de la crisis económica, había facilitado en ascenso de Hitler; y la existencia de regímenes dictatoriales en Italia, la Unión Soviética y otros países de Europa evidenciaban la crisis de los sistemas democráticos. LAS AMBICIONES ALEMANAS Hitler elaboró un plan cuyo designio era conducir a Alemania al dominio de Europa y luego del resto del mundo. La primera etapa era deshacerse de las trabas impuestas al potencial alemán por el Tratado de Versalles, lo que implicaba re-militarizarse y volver a ocupar los territorios desmilitarizados. Luego correspondería la anexión de todos los pueblos de raza aria y, por último, la conquista de los países limítrofes que constituían el “espacio vital”. LAS AMBICIONES ITALIANAS Italia se había integrado tarde y en malas condiciones a la carrera imperialista, de modo que sus posesiones coloniales no constituían un aporte concreto al poderío italiano. Mussolini estaba decidido a cambiar esta situación, pues creía que una política imperialista le permitiría asegurar su posición económica e internacional. COMIENZA LA GUERRA: INVASIÓN DE POLONIA POR ALEMANIA Finalmente, en 1939 y tras la sorpresiva firma del Pacto de no agresión Germano-Soviético entre Alemania nazi y la Unión Soviética comunista, Hitler, confiado en que este último país no intervendría en sus planes expansionistas, decidió invadir Polonia, ante lo cual Francia y Gran Bretaña se decidieron, por fin, declararle la guerra a Alemania. La situación en Asia explotó algunos años después, cuando en Diciembre de 1941 el imperio japonés, convencido de la necesidad de eliminar la presencia militar estadounidense en Asia, decidió atacar sorpresivamente las bases navales de EE.UU. en el Pacífico. El ataque a Pearl Harbour permitió a Japón controlar la zona asiática por un tiempo, aunque ello implicó, a su vez, el decidido ingreso de Estados Unidos en la guerra. Ese mismo año, Alemania terminó por romper el pacto de no agresión, invadiendo el territorio de la propia Unión Soviética. Con esto, los bandos enfrentados quedaron de la siguiente manera: ALIADOS EJE GRAN BRETAÑA – FRANCIA – URSS – EE.UU. ALEMANIA – ITALIA - JAPÓN EL COMIENZO DEL FIN A partir de 1942, el Eje comenzó a sumar derrotas en todos los frentes. Sufrió persistentes pérdidas navales bajo el ataque anglo-sajón. En el Norte de África, las tropas del Eje comenzaron a retroceder desde su derrota en la batalla de El Alamein. Los japoneses comenzaron a perder la guerra, a partir del desembarco de las tropas estadounidenses en Guadalcanal. En Rusia, Hitler continuó avanzando por el Cáucaso. Su objetivo principal era la toma de Stalingrado, ciudad emblemática para ambos países tanto por su posición estratégica y su poderío industrial, como por su valor en tanto símbolo del comunismo. Las fuerzas soviéticas lograron derrotar al ejército alemán y detener su avance hacia el oriente. EL 6 de Junio de 1944, el día “D”, los aliados pusieron en marcha el plan de desembarco de tropas anglo-americanas en cinco puntos de la costa francesa, en Normandía. En un poco más de dos meses los aliados recuperaron París. En Marzo de 1945, ya avanzaban sobre Alemania y estaban listos para el ataque final contra el Führer. Por el oriente, los ejércitos de la URSS marchaban hacia Berlín, sometiendo a su paso a los países conquistados por Hitler y llegando a las cercanías de la capital alemana en Abril de 1945. Ambos ejércitos se reunieron en el río Elba y lanzaron su ataque final el 30 de Abril. Hitler se suicidó en su búnker junto a su esposa, Eva Braun, cuando los rusos habían ocupado Berlín. El 7 y 8 de Mayo, los alemanes firmaron la rendición, sin condiciones, frente a las fuerzas aliadas. En el Pacífico, si bien la derrota de las fuerzas niponas era inminente, los japoneses persistieron en combatir cada centímetro de territorio. El presidente Harry S. Truman, sucesor de Roosevelt, decidió poner fin al conflicto con el lanzamiento de bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, causando cientos de miles de víctimas fatales. CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - Entre 40 y 60 millones de muertos; el caso más grave fue el de los judíos, que perdieron millones de los suyos durante el Holocausto. - Crisis económica en varias de las potencias beligerantes; durante varios años los europeos conocerán la escasez de alimentos, materias primas, el hambre y las enfermedades. - Cambios en el área política; primacía de dos superpotencias que se disputarán el poder en la segunda mitad del siglo XX: Estados Unidos y la Unión Soviética - Modificación del paisaje territorial del mundo; fueron redefinidas las fronteras de Yugoslavia, Rumania, Hungría, Grecia, Bulgaria, Polonia, Alemania, Japón, China, entre otros. Las conferencias de Yalta y Potsdam, en 1945, consagraron el nuevo orden internacional, que resultó de estas redefiniciones. Uno de los principales acuerdos de las mencionadas conferencias fue la división de Alemania en cuatro zonas de ocupación: la oriental, bajo el control de la URSS, y la occidental, subdividida entre Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. En síntesis, como resultados de los tratados de paz se modificó el mapa de Europa y Asia Oriental. - Fundación de la Organización de Naciones Unidas en Abril de 1945; bajo el impulso de países como EE.UU., Unión Soviética, China, Gran Bretaña y Francia. El objetivo de este organismo internacional era encontrar soluciones políticas a los problemas regionales o globales, para que nunca más las rivalidades entre países pudieran desembocar en guerras. - Descolonización; así se le denomina al proceso mediante el cual las colonias asiáticas y africanas consiguieron sus independencias políticas respecto de las potencias europeas. Aunque la descolonización comenzó a manifestarse en el período de entreguerras (1918-1939), no fue sino hacia 1945, tras la II Guerra Mundial y con un fuerte respaldo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuando se dio inicio a dos grandes oleadas colonizadoras. A la fragilidad del escenario europeo tras la II Guerra Mundial se deben agregar otros factores para las comprensión de este proceso, tales como el crecimiento demográfico colonial, las políticas de sometimiento y explotación implementadas por las potencias imperialistas, el argumento de la autodeterminación de los pueblos impulsado por la ONU y los movimientos de afirmación nacional surgidos en las colonias, entre otros. La independencia de la India (1947), comandada por Mahatma Gandhi, marcó un hito en el proceso descolonizador que se venía manifestando en Asia donde algunas décadas y que a partir de 1955 se extendió también a África.