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Transcript
ESTADO, SOCIEDAD Y DERECHOS HUMANOS
PARCIAL DOMICILIARIO
CURSO 2011
1) Explique el concepto de hegemonía en Gramsci.
2) ¿Cuál es la función del Estado en la sociedad, según Gramsci?
3) A partir del análisis efectuado por Gramsci, ¿por qué vías puede construirse una
contrahegemonía?
Lea atentamente cada una de las consignas. El trabajo debe ser enviado por correo
electrónico a la siguiente dirección: ariel70.mayo@gmail.com. Tiene que estar
redactado en Times New Roman, tamaño 12, interlineado sencillo. La extensión
máxima del trabajo es de 10 carillas. El parcial puede ser presentado hasta el domingo
20 de noviembre inclusive
1) Explique el concepto de hegemonía en Gramsci.
Gramsci, a partir del análisis del Príncipe de Maquiavelo, da cuenta que dicha figura no
puede ser una persona real, concreta, sino un organismo, un elemento de sociedad
complejo en el cual se concrete una voluntad colectiva reconocida y afirmada en la
acción. Este organismo, sostiene Gramsci, es el Partido Político (desde ahora PP),
considerándolo como la célula donde se manifiesta la voluntad colectiva que luego
tienden a ser universales y totales. Únicamente una acción inmediata e inminente, con
un proceso rápida puede encarnarse en un individuo concreto, es decir, la voluntad
colectiva producida por el PP, se da a través de un lento proceso, pero contundente.
En la sociedad actual, capitalista, el PP construye hegemonía y para ello debe construir
un consenso colectivo. Este consenso toma la forma de una voluntad colectiva nacional
popular: voluntad como conciencia activa de la necesidad histórica, como protagonista
de un drama efectivo y real. Pero, ¿qué es lo que se tiene que dar para que se desarrolle
una voluntad nacional popular? ¿Cuáles son las condiciones históricas de este
fenómeno? Efectuando un contra análisis (¿por qué no se dio dicha voluntad en Italia?),
Gramsci llega a la conclusión que la voluntad colectiva sólo puede darse sin los
campesinos cultivadores, es decir, si los trabajadores (del campo, de la fábrica nuestro
caso creo) irrumpen en la vida política. Es necesario que estos actores comiencen a
tener voz en las decisiones políticas, que las grandes masas se politicen. De esta manera,
cualquier PP que quiera construir hegemonía sin tener en cuenta a la masa de la
población fracasará inevitablemente.
Como organismo constructor (o reforzador) de hegemonía el PP es la expresión de un
grupo social, o de una clase social determinada, es decir, de un solo grupo social. De
esta forma, se erige como la bandera de determinado sector, y como adversario de otros:
construir hegemonía es también construir al enemigo.
Según Gramsci, siguiendo esta línea, hay dos tipos de PP: los que representan a una
elite, y aquellos que se denominan partido de las masas. Éste último (inevitablemente
cercano al movimiento peronista en nuestro país), sostiene a la masa como “maniobra”,
la mantiene ocupada con predicas morales, con estímulos sentimentales, y con la llegada
de época fabulosas en las cuales todas las contradicciones y dificultades desaparecerán.
Así como la existencia del PP depende en gran parte de la construcción que pueda llegar
a hacer de esta voluntad colectiva, existe gracias al poder volitivo (extraordinario poder
volitivo, menciona Gramsci) de ciertas personas. Sin embargo, para sacar una suerte de
factor común Gramsci establece que para que exista el partido deben darse tres
elementos fundamentales: 1) un elemento indefinido, de hombres comunes que ofrecen
su participación, su disciplina en el partido. Sin embargo, estos hombres no constituyen
una fuerza sino hay un poder que los organice y los centralice, disciplinándolos; ya que
sin este poder estos hombres se dispersarían; 2) un elemento que centralice, que logre
una cohesión principal, y que posea gran inventiva. Gramsci los denomina capitanes, es
decir, aquello que nuclee a todo el partido; 3) un elemento medio, que articule el
elemento 1) y 2), no sólo “físico”, sino también moral e intelectual. Además de estos
tres elementos debe surgir una convicción férrea de que hay una determinada solución a
los problemas vitales. Si esto no se generase, por más que se dé el elemento
centralizador, termina por disolver el partido. Es interesante, que aún si el ejército es
disuelto, este elemento tiene que tener la capacidad de regenerarse, es decir, de subsistir.
“En la lucha siempre se debe prever la derrota”.
El PP debe cumplir asimismo una función de policía y al mismo de tutela de un cierto
orden político y legal: sobre los modos y direcciones en que se ejerce tal función.
Tiende a conducir al pueblo a un nivel de civilización del cual el orden político y legal
es una expresión programática.
La hegemonía presupone que el grupo dominante tenga en cuenta los intereses y las
tendencias de los grupos sobre los cuales se ejerce la hegemonía. De esta forma se
forma un cierto equilibrio, el grupo dirigente hará sacrificios de orden económicocorporativo pero también es indudable que dicho sacrificio no involucra el núcleo
esencial económico, más allá de que se presente como un partido progresista. De esa
forma, las decisiones importantes sobre el núcleo rector económico la ejerce dicho
grupo dirigente. En este sentido, la hegemonía no implica meramente la subordinación
de una o más clases a las clases dominantes, sino que se establece una dialéctica: la
clase dominada ejerce alguna presión, levanta alguna voz, y la clase dominante lleva a
cabo ciertos sacrificios, es decir, renuncia a ciertas banderas, pero nunca renuncia al
núcleo central económico que caracteriza a nuestra sociedad. (Podemos juzgar a los
genocidas de la dictadura militar, pero eso jamás implicaría que se pueda disolver el
ejército, nunca podría llegar a discutirse).
La hegemonía está ligada eminentemente a la división de poderes, resultado de la lucha
entre la sociedad civil y la sociedad política, unidad del estado en la distinción de
poderes: el parlamento, más ligado a la sociedad civil, el poder judicial, situado entre el
gobierno y el parlamento. Estos tres órganos de la hegemonía política-parlamento,
magistratura y gobierno-ponen en evidencia cuáles la debilidad, según Gramsci, del
liberalismo: es la burocracia, es decir, la cristalización del personal dirigente, que
ejerce el poder coercitivo y que hasta cierta forma se transforma en casta. De ahí que la
reivindicación popular de la elegibilidad de estos cargos, reivindicación que constituye
el punto extremo del capitalismo y al mismo tiempo su disolución.
2) ¿Cuál es la función del Estado en la sociedad, según Gramsci?
Según Gramsci, el Estado debe ser concebido como “educador” en cuanto tiende a crear
un nuevo tipo de civilización. Por el hecho de que se opera esencialmente sobre la base
económica, no debe concluirse que los hechos de la superestructura deben abandonarse
a sí mismos. Si bien, como había sostenido en la respuesta anterior, el PP debe
orientarse a una reforma moral y cultural-intelectual-, esta reforma no puede darse en
desconexión con los hechos económicos-la estructura-. (Una reforma intelectual y
moral no puede dejar de estar ligada aún programa de reforma económica, o mejor, el
programa de reforma económica es precisamente la manera concreta de presentarse de
toda reforma moral e intelectual).Este juego, que se da entre estructura y
superestructura, que también fue muy desarrollado por Marx, debe entenderse como
dialéctica. Si bien el Estado educador está apoyado en la ley, y en la formación del
derecho, eso no implica que esta escindido de las reformas económicas. En este sentido,
el Estado es un instrumento de “racionalización”, de aceleración, obra según un plan,
urge, incita, solicita y “castiga”.
El Estado tiende a crear y mantener un cierto tipo de civilización y de ciudadano (de
convivencia y de relaciones individuales), tiende a desaparecer ciertas costumbres y
actitudes y a difundir otras. El derecho será el instrumento para el logro de este fin
(junto a la escuela y otras instituciones y actividades). Por tanto el derecho, debe ser
elaborado de conformidad con dicho objetivo, logrando la máxima eficacia y resultados
positivos.
En cuanto a la política, hay ciertos elementos fundamentales, que se desarrollan a través
del Estado, mediante los partidos: el primer elemento que existe realmente es el hecho
de que hay gobernados y gobernantes. Toda política se basa en este hecho fundamental.
Desde esta perspectiva, lo que hay que analizar es cómo dirigir de la manera más eficaz,
como preparar a los dirigentes, y siguiendo esta línea, cómo obtener la obediencia de los
dirigidos o gobernados. Esta división-gobernantes y gobernados-si bien es una división
social, es producto de la división del trabajo. En este sentido, el estado siempre aboga
por mantener esta división fundamental- salvo que estemos hablando de un partido
revolucionario-. De esta forma, el partido debe mantener el “espíritu estatal”, presupone
una “continuidad”, tanto hacia el pasado-a la tradición-como hacia el futuro-el porvenir.
Presupone que cada acto es un momento de un complejo proceso que ya se puso en
funcionamiento y que va a continuar.
En relación a la función del Estado en relación con los derechos es importante el planteo
de Gramsci, para poder visualizar el papel de los derechos en la sociedad. Los derechos
forman parte de la construcción de hegemonía de la clase dominante. Supone el
reconocimiento de la legitimidad, racionalidad y naturalidad del estado de cosas
existentes. (Por ejemplo, la forma de producción capitalista) ¿Qué es lo que es intocable
en el capitalismo? La hegemonía lleva implícito los límites de lo que podemos elegir,
cosas que no podemos discutir, no por un impedimento, sino porque esas cosas son
naturales. La hegemonía funciona bien cuando ni siquiera nos llegamos a hacer este
planteo, es decir, cuando naturalizamos nuestros límites en nuestras elecciones: las
cosas son así, y no pueden ser de otra forma. La hegemonía legitima las relaciones de
poder social, las relaciones entre los que dirigen/organizan la sociedad y los que
ejecutan, trabajan. Los mecanismos de hegemonía no son meramente estatalespodemos mencionar el papel de los intelectuales, por ejemplo-es en el Estado donde se
desarrollan y despliegan los mecanismos de opresión.
3) A partir del análisis efectuado por Gramsci, ¿por qué vías puede
construirse una contrahegemonía?
En la lucha política contra el Estado es preciso no imitar los métodos de lucha de la
clase dominante. Cuando el Estado se encuentro debilitada entran en vigor las
organizaciones armadas privadas, que cumplen el objetivo de hacer uso de la ilegalidad,
mientras el Estado permanece en la legalidad, como medio de reorganizar al mismo
Estado. Creer que a esta actividad privada ilegal se le puede contraponer una actividad
similar es creer que el Estado no va accionar, que va a permanecer inerte. Por lo tanto,
no hay que combatir el modelo militar con otro modelo militar: hay que acudir a la
política que crea la posibilidad de maniobra y movimiento.
Gramsci detecta dos mecanismos de construcción de contrahegemonía: la guerra de
posición y la guerra de maniobra. Es lícito aclarar que no se puede elegir qué tipo de
guerra se desea, a menos de tener una superioridad abrumadora sobre el enemigo.
En la guerra de maniobra el elemento económico inmediato (crisis, etc.) es considerado
como artillería de campaña que en la guerra abre una brecha en la defensa enemiga,
brecha que permite que las tropas “entren” y obtengan un éxito definitivo, o que se
direccionen en torno a él. Este elemento económico in mediato es considerado en un
triple efecto: a) abrir una brecha en la defensa enemiga, b) organizar rápidamente las
tropas y, c) crear la concentración ideológica de los fines a alcanzar. Los efectos son
concebidos como inmediatos en el tiempo. El problema de este tipo de guerra es que sus
objetivos pueden alcanzar el éxito pero de forma efímera.
Por este motivo, se propone la guerra de posición que no está constituida sólo por
trincheras propias, sino por todo un arsenal industrial y un sistema organizativo que se
encuentra de espaladas al ejército. Se utiliza esencialmente para la concentración de
armas en un punto determinado y el reabastecimiento que permite sustituir en forma
rápida el material utilizado, luego de un recuento de lo utilizado. En lo que respecta a
los Estados más avanzados, donde la “sociedad civil” se ha convertido en una estructura
muy compleja y resistente, las superestructuras de la sociedad son como el sistema de
trincheras en la guerra moderna. La guerra de maniobra, de alguna forma, termina
siendo “efectista”, mientras que la guerra de posición si bien constituye un proceso más
lento y exhaustivo, termina teniendo mejores resultados.
Construir una contrahegemonia supone discutir el núcleo duro del sistema en el cual
uno está inmerso. No sólo discutir algunos de los mecanismos de dominación mediante
los cuales se ejerce la hegemonía, sino discutir la cuestión principal, lo que hace que ese
sistema sea de esta forma y no de otra.