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Titulo: El Rol del Estado en la conformación de la Empresa Líneas Marítimas Argentina (1958-1962) Autor: Pablo A. Baldoménico Correo electrónico: pablobaldomenico@gmail.com Formación de grado en curso: Licenciatura en Ciencias Sociales. Orientación en investigación Tipo de Beca: Iniciación a la investigación Categoria 1, Secretaria de investigaciones Universidad Nacional de Quilmes. Director de la Beca y tesis: Patricia M. Berrotarán Proyecto en el que se inscribe la beca y tesis: Practicas de Estado y acción pública en la Argentina de la década de 1950 Director: Patricia Berrotarán Denominación del agrupamiento: Centro de estudios de historia, cultura y memoria (CEHCMe- UNQ) Director: Silvia Ratto Introducción El presente trabajo es un análisis del accionar del Estado en la conformación de tres empresas: Las Flota Mercante del Estado (FME), La Flota Argentina de Navegación de Ultramar (FANU) y la Empresa Líneas Marítimas Argentina (ELMA). El foco esta puesto en esta última empresa, ya que esta ponencia se inscribe en la tesis de grado que el autor se encuentra desarrollando en la actualidad. Sin embargo mencionar las otras dos empresas es necesario por dos motivos: Primero porque ELMA surge de la fusión de estas dos empresas estatales y en segundo lugar porque la creación de ELMA se da en un marco en el que el accionar político económico del Estado empresario es diferente al de la etapa 1941 – 1955. Esta etapa estuvo atravesada por circunstancias excepcionales que había creado la segunda guerra mundial, una bonanza económica en la posguerra y cierto consenso sobre la necesidad de que el Estado intervenga en la economía. Sin embargo en 1955, el golpe militar produce un cambio político importante. A partir de entonces los sectores liberales contrarios a la intervención estatal pasaran a predominar en la escena política. Al mismo tiempo la económica argentina empezaba a flaquear y entraba en crisis cíclicas, denominada de stop and go. Si bien la dictadura militar trato de reducir el peso del Estado en la economía, fueron incapaces de lograrlo. Finalmente llamaron a elecciones y triunfó el candidato por la Unión Cívica Radical Intransigente, Arturo Frondizi. El frondizismo inicia la primera gran restructuración de empresas públicas. Muchas de estas fueron privatizadas, pero las consideradas claves para el desarrollo de las fuerzas productivas se mantuvieron. Para el gobierno el desequilibrio de la balanza de pagos y la falta de financiación impedían que el Estado se convierta en el artífice que impulsaría el progreso económico. Estas medidas permitirían quebrar el estrangulamiento que generaba la falta de divisas y la lógica del stop and go. El trabajo por lo tanto esta dividido en dos partes. En la primera vemos los motivos que llevan al Estado a crear las dos empresas mercantes. La relación entre Estado y empresa estatal. Teniendo en cuenta el contexto en el que se inscribe y el rol del gobierno. En la segunda parte con el cambio de la situación política replicaremos el mismo análisis hecho en la primera parte. La idea es problematizar los porque de la creación de las empresas. ¿Responden esta a causas externas o de política interna? ¿Importa el color político del gobierno a la hora de tomar decisiones, o estas se imponen a raíz del cambiante contexto económico? 2 El Estado y la marina mercante Argentina: 1941 - 1951 La economía de la Nación Argentina desde sus comienzos estuvo ligada al comercio exterior. Los ingresos generados por la exportación de productos agropecuarios era la fuente de riqueza principal de la nación. Sin embargo el país nunca tuvo la capacidad para transportar por su cuenta aquellos productos. Dependía de las flotas mercantes extranjeras para transportar sus bienes primarios y para importar productos manufacturados. El Reino Unido era en mayor medida la potencia que se encargaba del transporte de mercancías del país tanto para la exportación como importación, ya que poseía en el momento la flota comercial más importante del mundo. En 1912 el diputado Estanislao Zeballos había presentado un proyecto de marina mercante que “tuviera objetivos más amplios que los del cabotaje sirviendo las necesidades de ultramar” (Siepe y Llairó, 2001, p 3). El estallido de la primera guerra mundial en 1914 produjo el primer susto en la clase dirigente exportadora y comercial. El esfuerzo de guerra de los países centrales hizo que disminuyeran considerablemente las bodegas disponibles para el transporte de mercancías. Las marinas mercantes de los países centrales fueron movilizadas para asistir a sus respectivos países en tareas relacionadas con el conflicto bélico. Al parecer el susto duró poco y si bien se volvieron a presentar proyectos en el congreso con la intención de crear una marina mercante estatal, el comercio principalmente con el Reino Unido se reanudó y no se tomaron desde el Ejecutivo medidas estratégicas de largo plazo y para la de defensa de los intereses nacionales como la creación de una marina mercante de ultramar propia. Los proyectos terminaron en la nada. El pensamiento de la clase dirigente Argentina estaba muy ligado al libre cambio y la división internacional del trabajo promulgada por el Reino Unido, creían de manera 3 ingenua en cierto “positivismo capitalista” en el cual debían especializarse en la rama de la economía en la que eran mas eficientes, es decir las materias primas y alimentos, y adquirir en el exterior todos los productos manufacturados que se necesitasen. Entonces el libre intercambio permitiría el progreso de la nación de manera lineal e indeterminada. La Gran depresión y el estallido de la segunda guerra mundial aceleran la crisis del modelo agroexportador y se abre la necesidad de que el Estado se haga cada vez más presente en la sociedad. A partir de 1930 se verá un intervensionismo económico defensivo cada vez más latente. La idea de los sectores tradicionales es intervenir en la economía para mantener sus intereses en el corto y largo plazo. Se espera con ingenua confianza que una vez pasado el temblor de la depresión. El mercado mundial vuelva a ser como antes de 1930 y que se abra nuevamente una senda de progreso para el país. El estallido del conflicto en 1939 termina por echar por tierra dicho imaginario. El intervensionismo económico estatal parece que vino para quedarse por un largo tiempo. La primera guerra mundial no había pasado inadvertida, al menos para un sector de las fuerzas armadas, del conflicto se extrajeron conclusiones. Se empezaba a considerar que una nación que dependiera de la adquisición de armamento y suministros básicos en el extranjero era incapaz de llevar adelante la defensa de la nación. La ideología que empezaba a circular en las fuerzas armadas consideraba que el país debe fomentar las industrias básicas y aquellas consideradas como estratégicas para la defensa del país y su autonomía. Un antecedente directo fue la creación de YPF durante el radicalismo, el primer presidente de YPF fue el General Mosconi. En una misma línea es necesario mencionar al General Savio, quien sostenía ideales similares .y que durante el gobierno de Castillo estaría en la dirección de Fabricaciones Militares y SOMISA. Es decir los temas sobre desarrollo industrial como sostén de una economía 4 independiente y base para que un país pueda defenderse de amenazas externas comenzaba a tomar presencia en las fuerzas armadas. En al cena anual de camadería del 8 de Junio de 1941, El contra almirante Saba expresa la posición de la Marina: “Nuestro País … tiene necesariamente que… fomentar al máximo sus industrias, especialmente las que tengan conexión directa con la defensa nacional”. El almirante Suyero a su vez agrega “el aumento de la industrialización contribuirá, por su parte, a solucionar mas fácilmente los problemas obreros, y los capitales encontraran mas campo de inversión en el país, repercutiendo así favorablemente en el bienestar del pueblo y en la faz económica del Gobierno” finalmente el portavoz de la Armada insiste en la situación calamitosa que se encuentra la marina mercante y sostiene que es indispensable contar con “buques para llevar nuestros productos a puerto extranjeros” y disponer de “bodegas para traer al país lo que este necesita” (Rouquié , 1986, p 306) En el mensaje presidencial del 28 de mayo de 1941 para la apertura de las sesiones ordinarias del Honorable Congreso de la nación el vicepresidente de la nación Castillo en ejercicio del Ejecutivo manifiesta el gran impacto de la guerra en la economía Argentina y sintetizan el nuevo rumbo que toma el Estado y el comercio exterior: “Las perspectivas desfavorables para la economía nacional creadas por los conflictos bélicos en que están comprometidos muchos de los países con los cuales manteníamos mayor vinculación comercial, se han aumentado al presente con la extensión e intensificación de la guerra y la consiguiente clausura de los mercados para nuestros productos o para la obtención de las materias primas requeridas para nuestra joven industria.” (D.S.C.S., 28-5-41, pág. 5) 5 Se hace mención al contexto catastrófico por el que atraviesa el país a raíz de la guerra. Luego agrega como ésta obligó al Estado a tomar medidas, creando un clima excepcional: “La primera consecuencia de tan grave situación duramente aflictiva para los trabajadores del campo, obligó al gobierno a la compra de la cosecha. Tal medida repercutiendo sobre las finanzas, obligó, para salvar las dificultades consiguientes, a arbitrar procedimientos que oportunamente serán puestos en conocimiento de vuestra honorabilidad, quien adoptará las definitivas soluciones y autorizará los recursos necesarios. Para reducir las dificultades mencionadas el Ejecutivo ha procurado primordialmente establecer bases más favorables para el comercio con los demás países americanos. A este propósito responden el tratado firmado con Colombia en el mes de octubre de 1940, el firmado con Cuba en diciembre del mismo año, y los protocolos que, en abril del año en curso, fueron firmados con Brasil para fomentar el comercio y mejorar las condiciones en que se desarrolla con nuestro país” (D.S.C.S., 28-5-41, pág. 5) El Estado ya venia interviniendo por medio de las Juntas Reguladoras durante la década pasada y con otro mecanismos como la creación del Banco Central en 1935, considerados como intervencionismo defensivo. Sin embargo la guerra remarca la necesidad de seguir con dichas medidas y profundizarlas. Al mismo tiempo se empieza a mirar hacia los países del vecindario también por el motivo bélico, los ojos de la clase política y empresaria pasa a estar un poco más en Latinoamérica que en Europa. El segundo punto de relevancia es la crisis de bodegas a causa de la guerra. El Estado aquí debe asumir la empresa de transportar las mercancías. Ya que no hay quién pueda de manera eficiente realizar dicha tarea. Es de suponer de que si existiese una 6 burguesía dedicada al tráfico de ultramar: ¿con que necesidad el Estado capitalista crearía una empresa Estatal para dicho fin? La respuesta es clara no existe tal ente privado. Lo que si hay son armadores dedicados al trafico costero y fluvial pero no de ultramar que es lo que se precisa. “La escasez de bodegas ha merecido especial atención del Poder Ejecutivo. No podíamos mirar con indiferencia la reducción de la flota mercante internacional que nos trae aparejada, como consecuencia inmediata, la amenaza del aislamiento económico. Ante esa situación por relación del Ministerio de Relaciones Exteriores se iniciaron desde el primer momento gestiones tendientes a establecer la posibilidad de impulsar el desarrollo de la marina mercante nacional, mediante la compra o el arriendo de los buques refugiados en nuestros puertos y de otros barcos que eventualmente podían ser adquiridos en el extranjero. Como resultado de estas gestiones previas, el Poder Ejecutivo encomendó a una camisón especial el estudio de las medidas necesarias para conjurar la peligrosa disminución del tonelaje mercante, y para examinar en detalle los complejos problemas que la situación plantea.” (D.S.C.S., 28-5-41, pág. 5) La falta de bodegas producida por la coyuntura lleva a la creación de la Flota Mercante del Estado. La creación de esta empresa estatal así como de otros organismos y empresas da cuenta de la mutación que viene sufriendo el Estado. Empieza a aumentar en funciones e instituciones configurándose como un Estado empresario. Este tipo de Estado que interviene en la economía no lo hace únicamente por medio del control fiscal, monetario o por medio de obras publicas y políticas asistencialistas. Sino que asume funciones que en un país capitalista industrial desarrollado están en manos generalmente del sector privado. En Argentina ese Estado empieza a administrar y montar una serie de empresas que producen mercancías, en un comienzo para abastecer al Ejercito y luego para el mercado. Al mismo tiempo que “en 7 la coyuntura de 1940 – 1945 se registró una transformación intelectual que involucro tanto a hombres de negocios, de la burocracia estatal, de los partidos políticos, de los grupos de economistas como futuros responsables del gobierno cuya formación en la teoría neoclásica había sido debilitada por la gran depresión” (Berrotarán, p 2). Hay un clima favorable para que el Estado intervenga en la economía. El vicepresidente Ramón Castillo responde a dichas demandas creando la Flota Mercante del Estado y la Dirección General de Fabricaciones Militares. Dos hechos, que serán según Rouquie (1986), de trascendental importancia en su gobierno. El 16 de octubre de 1941 el vicepresidente en ejercicio del Poder Ejecutivo, con la ayuda del almirante Francisco Stewart, da vida a la Flota Mercante del Estado (decreto N°103316) organismo autónomo que estaría bajo la orbita del Ministerio de Marina. Tenía como misión explotar los buques adquiridos por el Estado al gobierno Italiano que se hallan parados en aguas nacionales a raíz del conflicto mundial y todos aquellos barcos que el Poder Ejecutivo le entregue para su explotación. La flota estaba administrada por una comisión presidida por un Delegado del Ministerio de Marina y un delegado por cada Ministerio Hacienda, Culto y Relaciones Exteriores. Al mismo tiempo estaría integrada por un miembro de la Bolsa de Comercia (BC), la Unión industrial Argentina (UIA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA). La comisión funcionó pese a que no se habían aun designados los representantes de los organismos no estatales (BC, UIA Y SRA) como disponía el art 4° del mismo decreto. La comisión administradora de la flota mercante del estado podía utilizar los buques a su disposición y realizar todas las tareas que considere necesario para su mejor explotación, desde compra de materiales a contratos. Sin embargo no podía adquirir nuevos buques o arrendar a terceros. Ésta debería proponer primero al Ejecutivo la adquisición de nuevos barcos o eventual arriendo para obtener así su aprobación. 8 El 24 de marzo de 1943 ya con Castillo en la Presidencia se crea la Administración General de la Flota Mercante del Estado, Decreto n° 145734, haciéndose con el patrimonio administrado por la comisión. La nueva Administración estaría presidida por un administrador general que seria asistido por un consejo integrado por un gerente general, un inspector general y un contador general todos serian nombrados por el Poder Ejecutivo a propuesta del Ministerio de Marina. Según Rouquie (1986) la creación de la DGFM y de la Flota Mercante del Estado responde a un intento de Castillo por ganarse el apoyo de los militares, ya que gobernar sin dicha institución es imposible. Al mismo tiempo el gobierno de Castillo buscaba de esta manera reforzar su coalición política hacia adentro de las fuerzas armadas, teniendo así un efecto neutralizador de la influencia que ejercía Justo, en los sectores liberales y pro aliados hacia el interior de las fuerzas armadas. El gobierno pretendía afianzar su alianza con la derecha militar y con los oficiales nacionalistas que estaban ganando mayor influencia en las fuerzas Castillo pretendía crear una maquinaria política como la de Roca en el siglo XIX o en todo caso seguir el ejemplo de Justo pero rechazando el juego pendular de éste. Su fin último era restablecer el conservadurismo clásico anterior a la era radical. Para de esta manera impedir el retorno de los plebeyos y asegurar el poder. La muerte de Alvear, luego la de Ortiz en 1942 y con el afianzamiento conservador del gabinete de Castillo contribuye a crear un malestar y crisis en la UCR quien pierde varios distritos a lo largo de país. Se disipan de esta manera la ilusión radical de obtener comicios limpios que era uno de los objetivos de Castillo y parece que el fraude proseguiría. Al mismo tiempo Tonazzi (hombre de Justo) era remplazado por Ramírez en el Ministerio de Guerra quien era cercano a los milateres nacionalistas, esto a raiz de la estrategia de Castillo por disminuir la influencia de Justo en las fuerzas 9 armadas. Justo opta entonces por acercarse al radicalismo y construir un frente o unión democrática. Busca de esta manera transformarse en el paladin de la democracia ganando simpatías de los radicales y de los sectores pro aliadaos. Busca distanciarse del fraude y el conservadurismo del gobierno de Castillo. Al mismo tiempo que gana las simpatías americanas que buscaban la entrada de Argentina en la guerra. Sin embargo Justo muere en 1943 y se ven finalizados sus planes de retorno. Castillo nombra a Patrón Costas como el posible candidato a presidente. A partir de entonces diversos sectores de las fuerzas armadas se empiezan a sentir incómodos con dicho nombramiento. Según Rouquié (1986) el golpe de 1943 no esta encabezado por un sector del ejercito pro industrial únicamente, sino por una coalición de las fuerzas armadas de dispar ideología que coincidían en: la incapacidad de la clase política por sortear la crisis política que abriría el fin de la segunda guerra. Temen una segunda semana trágica y sospechan de la influencia comunista. La Flota Argentina de Navegación de Ultramar En 1946 con la llegada del Perón al poder se abrirían las condiciones para que se crease la segunda empresa estatal dedica al trafico naviero de ultramar. Aunque las causas de la expropiación de la flota Dodero no son del todo claras, debido a la relación de amistad entre Dodero y el matrimonio presidencial. El origen de la empresa Dodero se remonta a la empresa fundada por Mihanovich en 1903 que tenia servicios en los Ríos Parana y Uruguay, con los puertos Uruguayos de Colonia y Montevideo, líneas a Bahia Blanca y servicio de remolque en el puerto de Buenos Aires. En 1909 Mihanovich se asocia con capitales Británicos y fundan la “The Argentine Navigation Co. Nicolás Mihanovich Ltd”. En 1929 tras la 10 muerte de Mihanovich comienza una activa labor por parte de Alberto Dodero, que favorece a la adquisición de nuevas unidades. En 1942 la Empresa se constituye como Compañía Argentina de Navegación Dodero. El grupo Dodero una vez finalizada la guerra e instaurado el peronismo en el gobierno pasaría a recibir un gran impulso desde el Estado. El Estado estableció relaciones con el grupo Dodero por medio del IAPI. A través de contratos de transporte de mercancías y pasajeros, pero también encomendando la construcción de buques para el Grupo. Al mismo tiempo que Dodero llevaba a cabo una serie de adquisiciones en el extranjero, aprovechando el sobrante de material de guerra norteamericano y la indemnización que le correspondió y reconoció el gobierno argentino por las perdidas sufridas durante la segunda guerra mundial. Se adquirieron un total de 25 buques de ultramar estadounidenses que costaron aproximadamente unos 190 millones de dólares. A partir de esas incorporaciones se crearon tres empresas: 1. Compañía Argentina de Navegación Dodero SA (transporte de ultramar de mercancías) 2. Compañía de Navegación Fluvial Argentina SA (transporte fluvial de pasajeros y mercancías a nivel nacional y a Uruguay.) 3. Río de la Plata SA (destinada al trafico de ultramar de pasajeros) El Estado terminaría adquiriendo las acciones y esto resultaría en la expropiación del Grupo Dodero, creando la Flota Argentina de Navegación de Ultramar (FANU). Es a partir de entonces que el Estado tendría el control mayoritario del transporte mercante de ultramar pero aun así seguía teniendo baja participación en la 11 cantidad total del tonelaje transportado. Alrededor de un 20% , siendo el restante del comercio exterior argentino transportado por buques de bandera extranjera. Mas allá de la amistad entre Perón y Dodero, desde 1944 Perón estructuró su relación con las Fuerzas Armadas en torno a lo que se denomino Doctrina de Defensa Nacional (DDN) ( Sain, 2010, p 94) , a raíz de nuestro trabajo no son relevantes las hipótesis de conflicto de dicha Doctrina, pero si la concepción que tenía sobre las industrias consideradas estratégicas. La segunda Guerra mundial había demostrado que las batallas no eran entre dos ejércitos únicamente en un distante campo de batalla , sino que involucraba al conjunto de la sociedad, aquí los factores políticos y económicos eran relevantes. Para Perón las fuerzas armadas no eran mas que el instrumento de lucha de “la Nación en armas”, ya que en la guerra total, toda la sociedad entra en el conflicto (Sain, 2010, p 95). Para lograr mantenerse a flote durante un posible conflicto eran necesario entonces, lograr un elevado nivel de industrialización orientada a la independencia productiva del país, solo así se lograrían mayores niveles de autonomía. (Sain 2010, p 99). El apoyo entonces del Peronismo hacia las empresas navieras del estado, debe entenderse en este marco de política interna. En 1952 se sanciona el decreto n° 4218 que crea la Empresa Nacional de Transporte (ENT) a partir de entones tanto FANU como FME pasan a quedar bajo la orbita de dicha empresa. Además las líneas de ferrocarriles, transporte aéreo y fluvial también pasarían a quedar bajo el control de la ENT. Se conforma así una empresa bastante heterogénea que será duramente criticada por un sector de la marina mercante. El senador Iturralde (D.S.C.S., 21-9-60, pág. 1293) la califico de “paquidérmica” por su tamaño y pesadez burocrática. Esta según el senador termino siendo perjudicial para todas las empresas de transporte que quedaron bajo su control y especialmente a 12 aquellas que estaban sometidas bajo la competencia extranjera como era el caso de FANU y FME. El mercado del transporte de ultramar es muy susceptible al juego de la oferta y la demanda, es casi imposible ejercer un control monopólico del mercado. Primero por la inmensidad del océano, por la cantidad de empresas privadas y estatales que se dedican al transporte. Esto hace que se estan perfeccionando constantemente los buques, para poder transportar mayor cantidad en menor tiempo y así obtener ventajas sobre otros competidores. Estas características hacen al mercado de transporte de ultramar radicalmente diferente al mercado de las empresas ferroviarias que no necesitan competir constantemente con otros países y armadores privados. Ya que por razones naturales es esto imposible. Se necesita estar constantemente actualizando la capacidad de carga de los buques y su velocidad para disponer así de flotas altamente competitivas a la vez que es necesario hacer lo posible para sellar pactos con gobiernos y exportadores extranjeros para asegurar cargas a transportar, mediante acuerdos bilaterales. El senador achaca a la ENT la incomprensión del mercado naviero y por ende el estancamiento de las empresas mercantes de ultramar. En 1951 se produce la última incorporación de buques a la marina mercante de ultramar, a partir de entonces se entra en un proceso de estancamiento y luego retroceso de participación en la carga marítima del país. Cediendo paulatinamente lugar a banderas extranjeras. Tras la desarticulación de la ENT, se plantearon tres posibles salidas para las empresas navieras de ultramar: 1. La transformación de las dos administraciones (FANU Y FME) en empresas del estado totalmente diferenciadas y separadas. 2. La transformación de las dos administraciones (FANU Y FME) en empresas del Estado pero que coordinadas bajo un organismo en común 13 3. La integración de las dos administración (FANU y FME), conformando así una solo administración. El decreto ley 2771 de 1958 obedeció a la primera de las salidas ya que se tomaba como justificación la libre competencia a la que es objeto el mercado del transporte marítimo, una segunda razón fue la imposibilidad del Ministro de Transporte ,sean quien sea, de abarcar y comprender problemas tan diversos del transporte que estaban entendidos bajo la ENT. Por último se sugirió que existían grandes diferencias dada la naturaleza de ambas empresas mercantes y las condiciones en que ellas se habían desarrollado hasta el momento. Cuadro N°1 Participación de la marina mercante argentina de ultrmar en comparación a el Mundo. 1939 1947 1952 1953 1954 Países TRB (en miles) Países TRB (en miles) Países TRB (en miles) Países TRB (en miles) Países TRB (en miles) Imperio Británico 18608 EEUU 33213 EEUU 25627 EEUU 25749 EEUU 25977 EEUU 8722 Imperio Británico 18611 Imperio Británico 19695 Imperio Britanico 19829 Imperio Britanico 20279 Japón 5427 Noruega 3721 Noruega 5765 Noruega 5962 Noruega 6308 Norueaga 4686 Panamá 2458 Panama 3816 Panama 3942 Panama 3980 Alemania 4185 Holanda 2284 Francia 3371 Francia 3512 Italia 3705 Italia 3322 Francia 1948 Italia 3229 Italia 3333 Francia 3559 Holanda 2792 Suecia 1729 Holanda 3053 Holanda 3091 Japón 3350 Francia 2748 Italia 1508 Japón 2751 Japón 2969 Holanda 3103 Grecia 1763 Japón 1200 Suecia 2257 Suecia 2384 Suecia 2500 Suecia 1442 Grecia 1132 Dinamarca 1322 Alemania 1670 Alemania 2045 Unión Soviética 1154 Unión Soviética 991 Union Soviética 1232 Dinamarca 1406 Union Soviética 1704 Dinamarca 1093 Dinamarca 972 Grecia 1223 Union Soviética 1392 Dinamarca 1469 España 932 España 954 Alemania 1203 Grecia 1182 Grecia 1257 Panama 722 Argentina 618 España 1015 España 1039 España 1073 Finlandia 553 Brasil 618 Argentina 973 Argentina 974 Argentina 968 Brasil 446 Finlandia 385 Brasil 781 Brasil 807 Brasil 813 Bélgica 386 Bélgica 343 China 570 China 586 Finlandia 667 Argentina 246 Portugal 294 Finlandia 566 Finlandia 583 China 569 Portugal 213 Alemania 200 Portugal 451 Bélgica 453 Bélgica 473 Bélgica 460 Portugal 450 Portugal 463 Otros Países 1986 Otros Países 2112 Otros Paises 3980 Otros Paises 4705 Otros Paises 6662 Total 61426 Total 75291 Total 83340 Total 86018 Total 90924 Participación 0,40% Participación 0,82% Participación 1,16% Participación 1,32% Participación 1,06% Cuadro elaborado a partir de datos extraídos de La Revista Marina y Del instituto de Economía de los Transportes. 14 TRB: El Tonelaje de registro Bruto (gross tonnage) es decir medida de capacidad o volumen Por participación nos referimos a el porcentaje que representa la marina mercante nacional con respecto al tonelaje total mundial. La idea del cuadro 1 es sintetizar el impacto de la guerra y la respuesta del gobierno de Castillo y Perón en la marina mercante argentina. Luego con el peronismo el TRB aumenta debido a la política de fomento del gobierno como vimos. Lamentablemente no encontré aun datos para el periodo 1949 a 1951. Sin embardo de 618 TRB se pasaron a 973 TRB, lo que muestra un crecimiento considerable. Con la entrada en crisis del gobierno tanto económica como política. La política naviera queda desentendida, y se dejan de incorporar nuevos buques. Ya en 1954 se ve una perdida de TRB. El frondizismo y la marina mercante argentina. En 1958 Frondizi asume el gobierno del país, sus medidas abrirían una nueva expansión del Estado empresario. En años anteriores Frondizi había denunciado el peligro del imperialismo y los inconvenientes de asociarse con el capital extranjero. Sin embargo una vez en la presidencia sus políticas económicas dan un giro de 180° respecto de su postura política anterior. Abandona el programa electoral de fuertes contenidos nacionalistas y estatistas. Expone el contenido del programa desarrollista. Según el desarrollismo frondizista: “El crónico desequilibrio de la balanza de pagos y el deterioro de la capacidad financiera del Estado le impedían ocupar un lugar central como impulsor del desarrollo económico.”(Belini y Rougier,2008, p32) Para superar dicho impasse se deberían impulsar una serie de medidas tendientes atraer el capital extranjero. 15 El gobierno firma un acuerdo con el FMI al mismo tiempo que iniciaba un programa de estabilización económica. Rogerio Frigerio es reemplazado primero por Alvaro Alzogaray y luego por Roberto Alemann. Ambos de orientación liberal. Para ellos el Estado se había extendido en funciones y era una enorme carga para el sector privado al mismo tiempo que desalentaba las inversiones. Sostenían que la inflación era producto de los desembolsos realizado por el Tesoro para sortear el déficit de las Empresas públicas. La primer medida para achicar al Estado fue privatizar una serie de empresas publicas1. Las empresas consideradas estratégicas o que por razones políticas no eran posible privatizar ya que desencadenarían en protestas sociales, sufrieron una intensa labor de racionalización de características similares a la que se aplicó en la administración pública central, buscando reducir el personal. Entre 1959 y 1963 , “la cantidad de personal ocupado en empresas públicas se redujo en un 30%, 441000 a 303000” (Belini y Rougier, 2008, p 33). Sin embargo esto no implicó un retiro del Estado en todas las áreas. Para los desarrollista el Estado era una pieza clave y debía tener una participación activa. Se puso un gran énfasis en industrias consideradas clave como las industrias básicas, la explotación petrolífera y el complejo automotor. Se hicieron acuerdos entre los proveedores de combustible e YPF, de esta manera se llego al autoavesticimiento, por otro lado se permitió una mayor participación del capital privado en SOMISA. Esta nueva fase del Estado empresario también tuvo su efecto en la marina mercante argentina. Desde 1951 tanto la FME y FANU habían dejado de recibir nuevas unidades como habíamos mencionado. Las antiguas flotas mercantes (Alemania, Italia, Fracia, Japón, etc) que habían visto reducido su tonelaje a raíz de la guerra, recuperaron 1 Entre 1959 y 1962 se privatizaron las siguientes empresas Corporación de transporte de Buenos Aires 16 terreno perdido . Al mismo tiempo que las nuevas embarcaciones se habían modernizado considerablemente, aumentando en capacidad de carga y velocidad. Las Flotas del Estado no solo operaban con embarcaciones cada vez más obsoletas sino que algunas eran dadas de baja por su antigüedad. En 1959 el ministro Alsogaray dispuso que una serie de empresas publicas en el presupuesto 1959 y 1960 no podrían tomar prestamos del tesoro público entre ellas se encontraba la Flota mercante del Estado y la Flota de Navegación de Ultramar Argentina, otras de las empresas afectadas por la medida eran AFNE, DINIE y DINFIA (Belini y Roufier, 2010, p 121). Al menos en el caso de la FME y FANU, según la revista Marina, las empresas funcionaban con recursos propios y generaban ganancias. Con excepción de 1952 y 1958, siempre había tenido balances positivos. Al mismo tiempo que eran un mecanismo de ahorrar divisas. Por lo tanto la medida de Alsogaray no tiene sentido al menos en el caso de estas dos empresas. Parece responder más a una cuestión de agenda política liberal que a una cuestión racional. Algo bastante paradójico considerando que en esta etapa trataban de racionalizar la actividad estatal en la economía. El 30 de septiembre finalmente se sancionaría la ley que fusionaría a las dos flotas del Estado y daría vida a la empresa ELMA ley 15761, quedando bajo la orbita del Poder Ejecutivo quien actuaría por intermedio de la Secretaria de Transportes. La empresa estaría constituida por un directorio siendo el presidente de la misma designado por el Ejecutivo con acuerdo del Senado. Habíamos visto que tras la disolución de la ENT en 1958, se había optado por que las empresas sigan funcionado de manera independiente una de la otra. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿por qué ahora no? No hay una respuesta clara de porque antes no y ahora si. Sin embargo considerando lo planteado en párrafos anteriores, sobre el deterioro de las flotas 17 estatales, la falta de una política naviera y la necesidad de coordinar esfuerzos entre ambas empresas en una etapa crítica para ambas parecería ser las respuesta. Una sola empresa resultaría más fácil de administrar, al mismo tiempo se sometería a ELMA también a un proceso de racionalización. La misma por otra parte debería buscar asociarse de alguna forma al capital extranjero para modernizar su elenco de barcos. Tras 100 días de su creación, hubo una reducción del 16% del personal un total de 475 empleados administrativos fueron despedidos , según datos de la Revista marina de septiembre de 1961. Al mismo tiempo a la fecha ELMA contaba con 60 unidades con 505.000 TRB. El interés que pone el frondizismo en ELMA, parece responder más bien a una necesidad generada por el contexto. No es que ahora el gobierno esta planificando tener una empresa naviera poderosa y competitiva. Sino que a raíz de la falta de divisas debido al negativo contexto económico, el gobierno sabe que con algunas unidades modernas que adquiera ELMA puede fácilmente no solo ahorrar divisas sino que obtener ganancias. Se traza un plan de renovación del elenco, en 1961 y 1962, ELMA recibe dos nuevas unidades el Lago Nahuel Huapi y el Lago Lacar, dos barcos cargueros. Se prevé que para 1964 se termine de incorporar 7 nuevas embarcaciones. En términos generales se incorporaron 22 nuevas embarcaciones en 1961, si bien como en este trabajo solo analizamos el caso ELMA, es necesario mencionar este dato ya que el desarrollismo también fomentó a la Flota Fluvial del Estado Argentino y a la flota de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Por lo tanto la Marina Mercante en General contando ELMA, EFEDEA e YPF alcanzó los 1 200 000 TRB (Marina, Septiembre 1962) al finalizar el periodo del gobierno frondizista. 18 Conclusión A primera vista tenemos tres empresas creadas en tres gobiernos diferentes que atraviesan coyunturas políticas diferentes, aunque problemas económicos similares. El gobierno conservador de Castillo vimos que fue el primero en crear una empresa de transporte de ultramar, proyectos en el senado antes habían existido, pero se los había desestimado. La guerra trajo un problema y por lo tanto el Estado tuvo que salir a responder con una solución a la crisis de bodegas. Al mismo tiempo que el juego de la política interna por sanjar alianzas políticas jugó a favor. La llegada de Perón al gobierno también trajo una nueva empresa mercante. A diferencia del gobierno anterior, para la Doctrina de Defensa Nacional tener empresas claves que aseguren una mayor autarquía e independencia económica era la política de Estado. Más allá del amiguismo entre Dodero y Perón, el Estado en esta etapa tuvo una política destinada a aumentar la presencia naval del país en el transporte de mercancías. Por ultimo el gobierno de Frondizi termina creando ELMA para paliar la crisis de divisas que atravesaba el país. Los ejes de su política no pasaban por tener una flota mercante poderosa para asegurar la autarquía, sino por “la batalla del petróleo” y las industrias consideradas básicas. Entonces ELMA era una herramienta que permitiría lograr aquel fin. Sostengo que los problemas económicos eran similares, porque los tres gobiernos - si bien se encontraron con coyunturas económicas diferentes – tenían en sus manos un país capitalista de industrialización tardía. El Estado como empresario entonces es una respuesta en el caso argentino a este tipo de país. Es decir no alcanza como en los países centrales con cierta asistencia social para paliar las fallas de mercado, es necesario que el Estado actúe como empresario porque precisamente el mercado nacional no los puedo proveer. Este es la cuestión de fondo que se encuentra 19 en la creación de las tres empresas. La diferencia está: que actores diferentes con diferentes ideologías puestos en el control del Estado asumen la tarea de diferente forma con resultados distintos. La ideología de los gobiernos y de los hombres que ocupan determinados puestos en la burocracia estatal adquiere gran importancia a la hora de motorizar determinadas políticas. Fuentes: Revistas Revista Marina de tirada mensual, periodo 1958 a 1962 Revista de la Facultad de Ciencias Económicas Decretos y leyes: Decreto N° 86031/41 Decreto N° 103316/41 Decreto N° 145734/43 Decreto N° 14009/49 Decreto N° 22592/49 Decreto N° 12014/49 Decreto N° 4218/52 Decreto Ley 20343/56 Debate Parlamentarios: Congreso Nacional, Debate Senadores Septiembre 21 de 1961 Congreso Nacional, mensaje presidencia, Mayo 20 de 1941 Bibliografía Belini Claudio y Marcelo Rougier, El Estado Empresario en la industria argentina.Conformación y crisis, Buenos Aires, Manantial, 2008 20 Belini Claudio y Juan Carlos Korol, Historia Económica de la Argentina en el siglo XX, Buenos Aires 1ed, Siglo Veintiuno Editores, 2012 Berrotarán, Patrcia M. Del Plan a la Planificación. El Estado en la época Peronista, De Privitellio, Luciano, El ejercito entre el cambio de siglo y 1930: burocratización y nuevos estilos políticos”. Pp 203-2016 En : O.Moreno (coord.). 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