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PREFACIO
Damos gracias a Dios porque en Jesús se ha hecho
niño y sonrisa. El que estaba lejos se ha acercado.
El que estaba oculto se ha manifestado.
* En Jesús ha aparecido tu bondad.
Antes se hablaba de tu gloria, tu poder,
tu justicia y tu sabiduría;
pero en Jesús se pone de manifiesto,
sobre todo, tu amor.
Amor en especial a los más pequeños,
a lo marginado.
Ellos son los que más sufren, más necesitados;
y además son los más abiertos
y más dispuestos a recibir tu salvación.
Los Magos son ejemplo de fe: desde que vieron la
estrella, hasta que volvieron a su tierra convertidos
e iluminados. También nosotros debemos no sólo
creer, sino ser portadores de la luz de Jesucristo.
Con ellos y con todas las personas que fueron para
los demás estrella y luz, te alabamos, diciendo:
En el silencio de la comunión
* Como los magos de Oriente,
nosotros venimos hoy desde muy lejos.
Venimos, desde la lejanía de los afanes
y trabajos de la vida;
venimos desde el olvido y la indiferencia,
desde las dudas y coqueteos
con el consumismo;
desde nuestra poca fe.
Hemos visto Tu estrella, hemos oído Tu voz,
y te hemos encontrado aquí, en la Eucaristía.
Ojalá te descubramos también en la vida,
te veamos en todos los niños del mundo,
en los huérfanos, abandonados desnutridos.
Te veamos también en los adultos,
en los pobres, en los oprimidos,
y haz que, cuando te encontremos,
abramos con generosidad
los tesoros del corazón y los del bienestar.
El mundo que nos has dado queremos
repartirlo para todos, como tú quieres.
Oración de acción de gracias
Te damos gracias, Señor, porque por medio de
Jesucristo hemos sido enriquecidos en todo, y
pedimos que tus dones, con nuestra colaboración,
lleguen a todas las personas.
Manifestación de Jesús a todos los pueblos
La fiesta de la Epifanía (y de los Reyes)
es algo más que una noche cargada de sueños y
de regalos. Es la fiesta de la Luz que ha
brillado en medio de las tinieblas del mundo,
para que todas las personas, de toda condición
y raza, puedan encontrar al Salvador, nacido de
María.
Porque Dios es de todos. Dios no hace
diferencias entre las personas ni por la raza, ni
por la nación, ni por la cultura, ni por la
religión...es de todos los que le buscan.
Por eso mismo, hoy es el día de los
buscadores de Dios, de aquellos que lo dejan
todo (seguridades, tierras, familia…) para ir al
encuentro de Dios mismo. Los Magos son
precisamente el símbolo de todos los que
buscan y que “han visto su estrella”. Y…le
encuetran, aunque tenga una apariencia pobre,
la de un indefenso niño.
Podemos encontrarnos en ese grupo de
los que se acercan a Belén. ¡Podría cambiar
nuestra vida!
Momento de perdón
En este día, pedimos el mejor regalo que
podemos recibir: Danos, Señor, tu perdón y
que la Luz de Jesús nos ilumine para hacer
siempre el bien.
* Jesús, que eres estrella luminosa para toda la
humanidad. Señor, ten piedad.
- Jesús, que eres fuente de inmensa alegría para
los que creemos en ti. Cristo, ten piedad.
- Jesús, que eres para nosotros camino, verdad
y vida. Señor, ten piedad
Oración de la comunidad
Dios Padre nuestro que con el Nacimiento de
Jesús iluminas la vida de todas las personas y
pueblos;
* ayuda a la Iglesia a ser en el mundo la voz
valiente y profética que denuncie la injusticia y el
desamor, y que ayude a los más débiles a superar
todo mal y limitación.
MATEO 2, 1-12. El relato de la Adoración de los
Magos, no es una crónica histórica. Nos presenta a
Jesús como el verdadero Salvador y como Luz
para todos, si es que queremos descubrirlo .
Profesión de fe de la Epifanía
* Creemos que cuando buscamos a Dios,
lo descubrimos en nuestra vida,
y entonces estamos viviendo la navidad
Creemos que cuando amamos de veras
y vemos en cada persona un hermano;
cuando reconocemos el rostro de Cristo
en el rostro de los otros, entonces
el Señor se hace visible, es la Epifanía del Señor.
Creemos que cuando vencemos el egoísmo,
cuando pedimos perdón y perdonamos,
el Espíritu Santo nos ilumina con su Luz
y estamos en el camino verdadero.
Animados por el Espíritu y unidos como Iglesia,
queremos vivir la fe en camino y con esfuerzo,
y, como aquellos magos, salir en busca del Señor,
presente en cada ser humano.
MESA DE LA PALABRA
Oración universal de intercesión
Ambientación de las lecturas
ISAÍAS 60, 1-6. El pueblo de Israel ha vivido la
deportación y el destierro. En esta desesperanza se
escucha la voz del profeta, llamándoles a despertar,
porque viene la luz de Dios.
Salmo 71
* Se postrarán ante Ti, todos los reyes de la tierra.
Que estos reyes se multipliquen
y que defiendan la justicia de los pueblos,
levanten del suelo a los pobres de la tierra
y quiten las cadenas de los oprimidos.
Que enseñen a los pueblos de uno y otro extremo
a sentarse en la mesa del entendimiento;
la flor de la paz brotará "de mar a mar"
y será cultivada "hasta que falte la luna".
Y el clamor de los pobres será escuchado
y el llanto de los afligidos que están solos.
Tú, Dios mío, serás su firme protector.
EFESIOS 3, 2-3ª. 5-6. El apóstol Pablo nos
recuerda que la salvación es para todos; nadie ha
quedado excluido de ella. Dios no tiene
preferencias por una raza o pueblo; para Dios no
hay extranjeros. Todos cabemos en su casa, todos
somos sus hijos, todos somos uno en Jesús.
Con un espíritu muy abierto a todos los hombres y
mujeres del mundo, oremos a Dios nuestro Padre.
- Por la Iglesia, que acoge el regalo de Jesús,
* que sea capaz de escuchar las necesidades
humanas y de llevar el Evangelio de vida y
plenitud a todas las personas.
- Por los padres y educadores,
* que eduquen a los hijos en las realidades que no
se compran: el cariño, la gratuidad, la fe, el saber
compartir, la alegría…
- Por todos los niños, los más necesitados,
* que no les dañemos la ilusión y se sientan
siempre amados y estimados.
- Por las personas que sufren el dolor, la soledad y
las penas de cada día,
* que recuperen la estrella de la esperanza al
encontrar ayuda en nosotros y en Dios.
- Por nuestra comunidad parroquial
* que se llene de la Luz de Dios y denuncie todas
las situaciones de dolor y explotación que
hunden a las personas en la oscuridad.
MESA DEL PAN Y DEL VINO
Oración sobre las ofrendas
Mira Señor, los dones que te presentamos en señal
de reconocimiento y de gratitud por tu presencia
entre nosotros; bendícelos y conviértelos en fuente
de vida para todos nosotros.