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LA GRACIA DEL PERDÓN (CELEBRACIÓN COMUNITARIA)
Acogida:
Algunos hermanos saludan a cada una de las personas que vienen a la celebración.
Entrada:
Una vez reunida la comunidad, se realiza la procesión de entrada.
Preside la cruz de Jesús, el cirio encendido, los símbolos que nos han acompañado
durante la semana: la Palabra, la planta con flores, el pan partido, el barro.
Se canta de forma repetitiva: LA MISERICORDIA DEL SEÑOR CADA DÍA CANTARÉ.
El sacerdote, que preside, saluda a la asamblea.
Hacemos silencio para disponer nuestro corazón a la gracia.
- Se asperja a la asamblea con el agua de la salvación.
- Se canta:
Agua lávame. Purifícame. Dame Agua tu Espíritu. Agua lávame.
Agua láveme, purifícame, Dame Agua, tu Espíritu. Agua lávame.
Oración para pedir la misericordia
Se escucha un canto de Taizé.
Se van intercalando estrofas del salmo 50
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi pecado, limpia mi vida.
Te gusta un corazón sincero.
Pon sabiduría y ternura en mi corazón.
Que el Agua de tu Espíritu me alcance.
Láveme con tu gracia; revísteme de tu bondad.
Hazme oír el gozo y la alegría.
Sé que me amas y me miras con amor.
Cúbreme con la palma de tu mano.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame en el camino del Evangelio.
Mi corazón está quebrantado.
Yo sé que tú me acoges.
Ábreme los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Escenificación de la parábola del Hijo Pródigo (Lucas 15, 1-3. 11-32)
Música de fondo en todo el relato.
1
Narradora (Maribel): En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los
pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
Fernando: Ése acoge a los pecadores.
Mari Carmen: Y come con ellos.
Fernando: ¿Qué se puede esperar de alguien así?
Mari Carmen: Lo mejor es quitarlo de en medio.
Maribel: Jesús les dijo esta parábola:
(El padre está sentado en la escalera).
Un hombre tenía dos hijos. Se acercó a él el menor de ellos y le dijo a su padre.
Iván: Padre, dame la parte que me toca de la fortuna. Dámela porque me pertenece.
Maribel: El padre les repartió los bienes.
Pedro: Toma lo tuyo, hijo mío (le entrega una bolsa). Y esto para tu hermano que está
en el campo trabajando.
Maribel: No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un
país lejano.
(Iván se pone en camino. Con su mochila. Música de alegría. Se dirige a sus amigos y se
despide. Sale por el pasillo central).
Iván: Hasta siempre, amigos. Me voy lejos. Ya era hora de ser libre. Shalón.
Maribel: Pasaron los días. Su padre, cada atardecer se asomaba para ver si volvía su
hijo.
Pedro se levanta y se coloca en la parte alta del presbiterio para otear el horizonte.
Maribel: Y en aquel país lejano, el hijo menor derrochó su fortuna viviendo
perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre
terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y tanto le insistió a un habitante
de aquel país y le insistió tanto…
Michel está en su casa. Iván golpea la puerta una y otra vez.
Iván: ¿Tiene algún trabajo para mí? Necesito algo para comer. He perdido toda mi
hacienda. Deme algún trabajo, por favor. Me muero de hambre.
Michel: Déjame tranquilo. ¿Qué tengo que ver yo contigo? Lo siento. Vete a otra parte.
No molestes.
Iván sigue golpeando la puerta una y otra vez.
Michel: ¡Qué pesado eres! Vete a mis campos a guardar cerdos. No te necesito, pero
para que me dejes en paz, vete, sí, vete a mis campos y cuida allí de mis cerdos.
Maribel: Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los
cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces (pausa de silencio), se dijo:
Iván: Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me
muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a
uno de tus jornaleros.
2
Maribel: Se puso en camino a donde estaba su padre;
Iván se pone en camino. Viene destrozado. Descalzo. Cansado. Con las ropas gastadas
y rotas.
Pedro se asoma, como cada día, para ver si viene su hijo querido…
Maribel: Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a
correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo.
Pedro va al encuentro del hijo, corriendo, se le echa al cuelo y lo besa. Se queda un
rato abrazándolo. (Pausa con música).
Iván: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Maribel: Pero el padre dijo a sus criados:
Pedro: Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y
sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete,
porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos
encontrado.
(Los criados Araceli, Agustín, Marisol lo visten. Le ponen el anillo. Le calzan las
sandalias).
Maribel: Y empezaron el banquete.
(Música de fiesta. Saludos de la gente al que ha vuelto. Alegría).
Maribel: Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó
la música y el baile.
(Una mujer va con el cántaro a buscar agua a la fuente)
Carmelo: ¿Qué es lo que pasa en la casa de mi Padre? ¿Qué son esas músicas y esos
bailes?
Josefina: Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha
recobrado con salud.
Maribel: Él se indignó y se negaba a entrar. Pero su padre salió e intentaba
persuadirlo:
Pedro: Entra en la fiesta, hijo mío. Entra tú también.
Carmelo: Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a
mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha
venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el
ternero cebado.
Pedro: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte,
porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos
encontrado.
Momento de reflexión
(Se muestran los carteles que nos han acompañado durante la semana y que han
marcado la reflexión acerca de la Nueva Evangelización. Una persona muestra el cartel.
Otra lee el texto bíblico. Una tercera hace las preguntas)
-
ANUNCIO. “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo
ha recobrado con salud". ¿Qué anuncio has recibido en estos días? ¿Estás dispuesto/a
a anunciarlo? (Breve pausa de silencio).
3
-
-
-
CELEBRACIÓN. “Deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha
revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”. ¿Celebras la vida nueva de Dios en
comunidad? ¿Muestra tu vida la alegría de tener a Dios contigo? (Breve pausa de
silencio).
SERVICIO. “En tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí
nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos”. ¿Cómo
entiendes tu relación con Dios? ¿Has descubierto la alegría de vivir el Evangelio de
Jesús y de ponerte, como Él, a servir? (Breve pausa de silencio).
COMUNIÓN. “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo”. ¿Vives el gozo de
la comunión con Dios y con todos los demás? (Breve pausa de silencio).
Se levanta el cirio. El que preside la celebración dice: Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Tu bondad, nos hace ver la bondad en el corazón. Tu ternura, nos hace ver la ternura
dentro
de
nosotros.
Mirada a Jesús. Cada uno/a mira la imagen de Jesús, según un cuadro que mandó
pintar Santa Teresa y que se conserva en el convento de las carmelitas. El pecado tiene
mucha importancia. Basta mirar la cruz de Jesús para entenderlo. El pecado nos quita
la vida y se la quita a los demás.
Canto:
Hoy vuelvo de lejos, de lejos,
hoy vuelvo a tu casa, Señor, a mi casa,
y un abrazo me has dado, Padre del alma (bis).
Salí de tu casa, Señor, salí de mi casa,
anduve vacío sin ti, perdí la esperanza,
y una noche lloré, lloré mi desgracia (bis).
Camino de vuelta, Señor, pensé en tus palabras,
la oveja perdida, el pastor, el pan de tu casa,
y a mis ojos volvió, volvió la esperanza (bis).
Tu casa, mi casa será, será mi morada,
banquete de fiesta, mi hogar, vestido de gracia,
y una túnica nueva para la Pascua (bis).
Confesiones
Los que lo desean, se acercan a los sacerdotes presentes para recibir el perdón
gratuito de Jesús, que se hace presente en medio de la Iglesia.
Padrenuestro
El padrenuestro, o el pan nuestro, es el estilo de vida que tienen los hijos e hijas de
Dios. Lo oramos con las manos unidas. Lo vivimos dando gratis lo que gratis hemos
recibido.
Saludo de la paz
4
Canto del Magníficat
PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR (BIS)
SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS MI SALVADOR (BIS)
Porque ha mirado la humillación de su sierva,
desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho tanto por mí.
Su nombre es santo, y su amor llega a sus fieles de generación en generación.
PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR (BIS)
SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS MI SALVADOR (BIS)
El hace proezas con su brazo…
Dispersa a los soberbios de corazón…
Derriba del trono a los poderosos…
Y enaltece a los humildes…
A los hambrientos los colma de bienes…
Y a los ricos los despide vacíos.
PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR (BIS)
SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS MI SALVADOR (BIS)
Auxilia a Israel, su servidor,
acordándose de su amor.
Como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abrahán y su linaje para siempre.
PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR (BIS)
SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS MI SALVADOR (BIS)
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu de Amor (bis)
SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS MI SALVADOR (BIS)
Bendición
Que el camino crezca contigo.
Y que el viento juegue en tu espalda.
Que el sol ilumine tu cara.
Que la lluvia caiga suave en tus campos.
Y hasta volverte a ver,
que Dios te acoja en el hueco de sus manos.
Anunciad el Evangelio. Celebrad la salvación. Servid a los más pobres. Vivid la
comunión. Vivid la alegría de la fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Que María, la Madre del Carmelo, os colme a todos de ternura y bondad y os
acompañe hacia la Pascua. ¡Feliz Camino!
CIPE. Centro de Iniciativas de Pastoral de Espiritualidad – www.cipecar.org
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