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A propósito del artículo “Cien mil fumadores menos en Córdoba en la última década” (por Sr. Raya), de 15 de agosto de 2016 Sr. Raya, maneja usted datos estadísticos relacionados con la salud e incluso podría haber dado los datos de Hacienda que aparecieron el día 19 en el “Córdoba”. Quisiera decirle que ambos informes no se atienen a la realidad. Ha de tenerse en cuenta las cifras del paro que afecta a nuestra provincia en un 30%, y a la economía sumergida que soportamos . Ese paro se traduce, entre otras alternativas para “buscarse la vida”, en la actividad ilícita de la venta de tabaco de contrabando e incluso de un tiempo hasta hoy en la de tabaco falsificado. En Córdoba el contrabando ronda el 50% de media, por lo que los datos gubernamentales no son los correctos. Recuerdo que hace unos diez años las autoridades británicas afirmaban que el consumo de tabaco había descendido mucho en su país, pero no hablaban de la cantidad de personas que mediante vuelos charters venían a la costa mediterránea a comprar tabaco para luego revenderlo allí. ¿Hay menos fumadores que hace 10 años? Sí, pero muchos menos de lo que se dice oficialmente, por el contrabando existente. Y todo ante un porcentaje alto de pasividad de nuestros gobiernos. ¿Por qué se da información sesgada y parcial de los datos? ¿Por qué los gobiernos no reconocen ante la población que tienen la doble moral de querer erradicar el tabaco pero recaudan el 80% de impuestos que gravan el tabaco? ¿Por qué se sigue permitiendo el contrabando? ¿No será porque si lo erradican podría haber más inseguridad ciudadana? ¿A qué estamos jugando, con qué y con quién? Pienso que se debería ser más cauto a la hora de plantear una cuestión ante la opinión pública viéndola sólo desde un lado del espejo. Juan Luis Aranda Plata, en representación de la Asociación de Estanqueros de Córdoba (UNPRECO)
