Download Las neurosis de renta
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Las neurosis de renta. Autor: Dr. Daniel Alejandro Navarro. Hospital Psicoasitencial Dr. José T. Borda. Buenos Aires, Argentina. drdanielnavarro@yahoo.com.ar La asignación de recursos económicos y sociales a la declaración de incapacidad por enfermedad ha generado su reclamo por parte de quienes se creen con derecho a gozar de tales beneficios. La sociedad en general no ha sido muy generosa a la hora de asignar recursos y reconocer las patologías psíquicas en quienes las denuncian, teniendo en general una respuesta menos favorable que los reclamos por daños físicos, prueba de ello es que solo recientemente la jurisprudencia reconoce el derecho a recibir un resarcimiento por daño psíquico. Acerca de esta situación señalan Guimon Ugartechea “persiste una corriente de opinión, equivocadamente moralizante, que considera a los pacientes mentales parcialmente responsables de sus trastornos, que crea un sesgo contra sus intereses” 1 Efectivamente los reclamos por daños psíquicos son reacios a ser aceptados por las instituciones (judiciales, medicas, seguros, etc) por el perjuicio citado, ha lo que ha contribuido una solicitud indebida de tales reclamos por parte de sujetos ávidos de obtener un beneficio que no les correspondería. Ejemplo de esto es la reciente investigación que realiza la Justicia Federal Argentina a raíz de una denuncia del Anses, ante las presentaciones realizadas para cobrar los subsidios otorgados por el Estado Nacional los ex combatientes de la Guerra de Malvinas, que ya suman 25.000 frente a los 14.000 que preveían los cálculos oficiales. Señala la noticia aparecida en el diario pagina 12 (27-112005) que entre los reclamantes se encuentran los tripulantes del portaaviones 25 de Mayo, que nunca salio de Dique Seco. La Seguridad Social como tal nace en Alemania, fruto del proceso de industrialización y la lucha de los trabajadores, quienes se 1 Jose y Julen Gimon Ugartechea y en Neurosis de Renta , en Psiquiatría Legal y Forense. Delgado Bueno. Ed. Colex Medir, 1994 organizan en mutuales de ayuda solidaria y en sindicatos. Durante el gobierno del Kaiser Guillermo II, impulsadas por el Canciller Otto Von Bismarck, surgen tres leyes sociales que perduran hasta hoy y representan la base del sistema de seguridad social: Seguro contra Enfermedad (1883), Seguro contra Accidentes de Trabajo ( 1884 ) y Seguro contra la Invalidez y la Vejez (1889 ). Fue entonces que un gran número de sujetos reclamaron tales beneficios, no presentando a los ojos de los examinadores, padecimientos físicos que justificase su asignación, se les llamo ‘buscadores de renta´. Jiménez Morales señala: “Posteriormente las secuelas de salud de los participantes en las dos guerras mundiales y tras el incremento de losa accidentes de trafico y laborales que conllevan indemnización de varios tipos has aumentado el numero de los llamados ‘pacientes problemas’ aquellos que ofrecen disparidad entre los signos objetivos, las pruebas complementarias y los síntomas subjetivos. Para autores como Nadelson en estos pacientes existiría un continuo que de menos a mas control voluntario en la génesis y mantenimiento de las conductas de enfermedad empezaría en las somatizaciones, seguiría en los trastornos conversivos, las neurosis de renta y terminaría en la simulación”. Desde su descripción inicial a la fecha, los psiquiatras han descrito una serie de trastornos que tendrían como denominador común el haber sido victimas de un accidente o situación traumática y reclamar a posteriori una indemnización o beneficio social aduciendo una secuela del mismo. Este grupo de trastornos no han sido bien conceptualizados ni clasificados. Efectivamente analizando la bibliografía acerca de la misma, vemos que algunos autores incluyen en este grupo a cuadros psiquiátricos diversos, poniendo el énfasis en la búsqueda de una compensación económica por su enfermedad, lo que vendría a descalificar al reclamante. Es así como algunos autores incluyen en este grupo desde las neurosis postraumáticas, las neurosis traumáticas de indemnización, las secuelas psíquicas de los traumatismos de cráneo, las sinistrosis, la simulación etc convirtiendo al concepto en una bolsa que engloba una vasta serie de padecimientos psíquicos. Veamos ejemplos: Iruela al referirse a las neurosis postraumática nos dice “Esta patología recibe una amplia gama de denominaciones: sinistrosis, neurosis de la victimas accidente, neurosis de renta, neurosis de compensación, neurosis de ganancia secundaria, simulación inconsciente, histeria traumática, etc. 2. Este autor prepone distinguir la neurosis postraumática del trastorno por estrés postraumático “que es un cuadro psíquico mas grave que se presenta tras vivir una experiencia extraordinaria, por ejemplo, una catástrofe natural, un actor terrorista, una violación , un accidente de extrema gravedad, etc.”3 También Gisbert Calabuig las llama neurosis de renta o neurosis traumática, siendo que con ultimo termino se ha descrito otro cuadro psicopatológico con características distintas y consecuencias jurídicas distintas (relacion de causalidad), por lo que considero inapropiada la nominación de neurosis traumáticas a las neurosis de renta, ya que estaríamos confundiendo dos cuadros clínicos distintos, cuya similitud se limita a producirse a posteriori de un suceso traumático. Es que efectivamente muchos autores han privilegiado esta condición (postraumática), para describir a un conjunto de cuadros psicopatológicos que comparten esa condición adonde incluyen a la neurosis de renta. Trataremos entonces de conceptualizar y delimitar el termino Neurosis de Renta. La misma han recibido, como vimos distintas denominaciones a lo largo de su corta historia: Neurosis de renta, neurosis de seguro, neurosis de accidentes, neurosis traumáticas, neurosis de deseo. Para Gisbert Calabuig el origen de las neurosis de renta es inconsciente “Se trata de un deseo subconsciente de estar enfermo, que se diferencia de la simulación en que esta ultima el deseo de aparentar la enfermedad es conciente, mientras que en la neurosis la conciencia interviene escasamente. Ahora bien, de una 2 Iruela LM. Neurosis postraumática. En Valoración del daño corporal. Fundación MAPFRE. Madrid, 1996. 3 Idem. simulación conciente inicialmente puede brotar una neurosis, frente a la cual el sujeto ya se encontrara desarmado, pues carece de elementos para suprimir los síntomas patológicos 4 desencadenados”. No en todos los accidentes sobrevienen las neurosis, lo cual nos habla de la predisposición individual. Las neurosis de renta presentan sintomatología de aspecto neurótica particularmente semejante a la que se observa en las llamadas neurosis traumáticas. Por otro lado, se caracterizan por la búsqueda de compensaciones o beneficios, lo que tienen el cuadro clínico de rasgos que, en ocasiones, hacen pensar en simulación. “Son varias las características que diferencian a los ‘buscadores de renta’ de los neuróticos en general, de los hipocondríacos y de los simuladores : ausencia de angustia patológica; afectación de los órganos relacionados con el trabajo previo al sufrimiento del ‘trauma’, con conservación paradójica de otras funciones; mala disposición (que comparten con los simuladores ) a ser objeto de nuevas entrevistas medicas y a someterse a exploraciones instrumentales dolorosas o a internamientos psiquiátricos; caracterología lastimera, pegajosa, reticente, con impresión de deficiente ‘energía vital’ ; antecedentes personales que inclinan a pensar en la existencia de serias dificultades del sujeto para enfrentarse a la lucha por la vida”5 Iruela considera que los síntomas de las neurosis de renta no están bajo en control de su voluntad, es decir son inconsciente, producidos por el deseo de tenerlos (por ejemplo para ser indemnizado), denominándola simularon inconsciente. “En otras palabras, se encuentran tres elementos, lesiones mínimas, síntomas sobresimulados y una neurosis de deseo de ser compensado”.6 Diversos autores fueron ubicando a las neurosis de renta entre los cuadros de histeria, de la neurastenia o como un tipo particular de neurosis. Gisbert Calabuig considera que se trata de una reacción primaria a vivencias desagradables (accidentes), a lo que se une una 4 Gisbert Calabuig. Medicina Legal. Ed. Masson. Barcelona, 1998.. Jose y Julen Gimon Ugartechea y en Neurosis de Renta, en Psiquiatría Legal y Forense. Delgado Bueno. Ed. Colex Medir, 1994 6 Iruela LM. Neurosis postraumática. En Valoración del daño corporal. Fundación MAPFRE. Madrid, 1996. 5 serie de constelaciones (indemnizaciones, pensión, venganza al causante del accidente, terror, etc.) que fijan los síntomas, muchas veces aumentados por sugestiones externas.7 La sintomatología es diversa: trastornos motores, desde parálisis hasta contracturas trastornos de la deambulación ) como (astasia, abasia), trastornos sensitivos, sensoriales )ceguera, sordera, mudez) y los mas variados accidentes psíquicos ( estados crepusculares, alucinosis, estupor, negativismo)8 Una característica de estos síndromes es que los trastornos funcionales no se encuentran en el órgano o miembro traumatizado sino en aquel que es más necesario para el ejercicio de su profesión. Bajo el término neurosis de renta se describen una serie de trastornos psíquicos que presentan sujetos que han sufrido un accidente y reclaman a posteriori un resarcimiento económico. Considero que solo la Sinistrosis debe ser incluida entre las neurosis de renta (termino que algunos autores llegan a considerar sinónimos). Gilbert Calabuig incluye en este grupo a las Neurosis de Derecho y a las Neurosis de Susto). En tanto que José y Julen Gumión Ugartechea , al referirse a las Neurosis de Renta incluyen en la misma a los siguientes cuadros: Neurosis traumáticas de indemnización, Sinistrosis (Neurosis sinistrosica ) y a los Querulantes de pensión (Neurosis de derecho de Calabuig), describiremos a posteriori estos cuados. Neurosis traumática de indemnización Bleuer acepta la neurastenia traumática de Kraepelin y con el termino neurosis traumáticas de indemnización se refiere a las neurosis que se originan a posteriori de un accidente , clasificándolas de acuerdo a si la causa principal es el espanto sufrido en al accidente o el deseo de indemnización por este, indicando que habitualmente intervienen las dos causas. Considera que no existirían neurosis puras de indemnización, ya que el deseo exagerado de resarcimiento económico se enlaza con premisas sociales o del carácter neurótico del sujeto. 7 8 Gisbert Calabuig. Medicina Legal. Ed. Masson. Barcelona, 1998. Idem Las neurosis de indemnización se deberían a un deseo de compensación económica, menos frecuentemente al deseo de liberarse de las tareas penosas (frente de guerra). Este deseo no siempre tiene que ver con avidez por el dinero y aversión por el trabajo sino que puede radicar en le miedo a convertirse en invalido. Para Bleuler la índole del accidente tiene influencia sobre la elección de síntomas. La parte del cuerpo afectada en el accidente constituye el asiento principal de los trastornos. Para él los traumatismos sobre la cabeza conducen mas fácilmente a la neurosis y acentúan síntomas cerebrales como vértigo y cefaleas La tarea principal de psiquiatra consistirá en diferenciar entre neurosis de indemnización y las lesiones cerebrales por accidente, las ‘encefalosis traumáticas’. Las quejas pueden ser idénticas en ambas. Es importante para el reconocimiento de las secuelas cerebrales por accidente la comprobación de las alteraciones de la memoria, de la percepción, del curso del pensamiento, que resultan característicos en el psicosíndrome orgánico: el sujeto afectado por un síndrome central orgánico tendría , con frecuencia, un pensamiento pobre, poco flexible desde el punto de vista intelectual; se fatigaría fácilmente ante cualquier esfuerzo mental, intentaría ocultar sus fallos intelectuales por medio de confabulaciones y perseverancia. El neurótico se mostrarla ocurrente, decidido e infatigable cuando se interesa de algún modo por algo, y tan solo se presentaría como improductivo cuando intentara demostrar el perjuicio que ha sufrido su mente. Durante la situación exploratoria, acentuaría sus fallos intelectuales por lo que se refiere a sus quejas y exigencias, mas no con respecto a otros temas. Si la memoria afectada es la reciente y no la remota, nos hace pensar en un trastorno cerebral orgánico. El paciente orgánico olvidaría su invalidez al hacer planes para el futuro, al contrario del neurótico. Los hallazgos neurológicos pueden demostrar con certeza que existe lesión cerebral, pero no demuestran con certeza que existen trastornos psicoorganicos. Lo que resulta decisivo para estos autores son los antecedentes personales, los pacientes ya eran neuróticos antes del accidente y luego incluyen los síntomas postraumáticos en su neurosis. Otra cuestión ha tener en cuenta seria analizar el rendimiento del sujeto, ya que muchas veces fracasa en su actividad laboral pero puede desempeñarse bien en otras áreas. Para este autor la neurosis traumática de indemnización incluiría dos síndromes: uno psicoorganico cerebral producto directo del traumatismo craneal (orgánico) , y el cuadro neurótico que estaría determinado, fundamentalmente, por al afán de logar una indemnización. Estamos en presencia de un autor que privilegia las secuelas que considera ‘orgánicas’ ( a pesar de ser demostrables por diagnostico de images), por sobre las que considera psicológicas (neurosis). Considero que el cuadro que describe remite el Síndrome post-conmocional o síndrome subjetivo post traumático (SSPT), por lo que no correspondería incluirlo entre las neurosis de renta. Su inclusión entre las neurosis de renta pondría cuestionar el derecho al resarcimiento en los sujetos que presentan estos cuadros, cuestión sobre las que nos explayaremos mas adelante. Trastornos ocupacionales (Neurosis de ocupación). Descrito por autores americanos, como “calambre del escribiente” o el “nistagmus del minero”, que tiene su origen en el beneficio secundario que otorgan, sobre una neurosis subyacente. Se impone el diagnostico diferencial con simulación 1. La incapacidad para trabajar, con conservación de la capacidad para la recreación, pensar en simulación. 2. Aceptación de los tratamientos médicos, frecuente en neuróticos, rara en simuladores. 3. Alto status ocupacional es contrario al simulador. 4. Si el contenido del pensamiento, de los sueños o el dialogo con el paciente hacen referencia con frecuencia a detalles del accidente atemorizante, es probablemente un neurótico. 5. Si cuando no es observado, realiza actividades para las que refiere no estar capacitado, pensar en simulación. 6. Los simuladores suelen copiar síntomas de otros pacientes. 7. El psicodiagnostico puede ayudar en el diagnostico. El paciente alega incapacidad física, relacionada con su actividad laboral, el diagnostico es fundamentalmente medico, con médicos especialistas en el órgano o miembro donde se refiere la dolencia (traumatólogos, oculistas, etc) quienes deber determinar acerca de la capacidad física laboral de denunciante. La participación de los profesionales en salud mental, es complementaria a la evaluación del especialista correspondiente. Neurosis de Susto. Descripta originalmente por Kraepelin como neurosis del espanto como reacciones psicopatológicas a una grave catástrofe, es retomada por Calabuig, como una reacción fóbica cuando los síntomas se representan una respuesta a la vivencia de una situación limite, por que el accidente fue positivamente mortal o vivido cono si lo fuera. Henry Ey las denomina psiconeurosis del terror y las incluye entre las neurosis traumáticas, describiéndola como una reacción emocional a una catástrofe que a menudo es insignificante para el paciente pero dramático por las circunstancias vividas (catástrofes ferroviarias, bombardeos, incendios, etc.). En el periodo inicial el sujeto presenta un estado de confusión agitada o estuporosa, con tendencia a huir o estar postrado, con ansiedad constante. El onirismo es constante. El estado confusional desaparece en unos días pero pueden persistir por largos tiempos las secuelas como astenia, fatigabilidad intelectual o física, insomnio con pesadillas terroríficas, o despertar brusco, inestabilidad del humor, hiperestesias y ansiedad difusa. 9 El cuadro descrito se corresponde con Trastorno por Estrés Postraumático, por lo que no corresponde su inclusión entre las neurosis de renta. 9 Henry Ey. Tratado de Psiquiatria. Ed. Masson. México, 1980. Formas clínicas de las Neurosis de Renta. A continuación describiremos a los dos cuadros psicopatologicos, que integran la Neurosis de Renta, a nuestro criterio, dada la importancia, difusión y características consideramos a la Sinestrosis como el cuadro más importante y prácticamente sinónimo de Neurosis de Renta y la Neurosis de Derecho, cuadro menos importante en cuanto a la frecuencia de su aparición. Algunos autores incluyen en esta clasificación, además de los cuadros mencionados precedentemente, a la Simulación. No lo considero tampoco conveniente por cuanto no es una neurosis sino una mero intento de simulación de una neurosis, que obviamente el perito deberá hacer el diagnostico diferencial y descartarla. Será estudiada en un capitulo especial redactado por los médicos forenses y profesores de medicina legal Dres. Cabello y Bruno. Sinistrosis Edouard Brissaud (1852-1909), discípulo de Charcot, maestro de la neurología francesa, fue reconocido en su tiempo como un experto en todo lo relacionado con la histeria y se le pidió asesoramiento a la hora de redactar determinadas leyes; fue el primero en describir el síndrome “una cristalización crítica o psicomotriz consecutiva a un traumatismo y una exageración de una impotencia funcional, frecuentemente mínima, con prolongación del paro de trabajo. Es un estado psicopático especial que precede únicamente de una interpretación errónea de la ley y consiste en una especie de delirio razonable, fundado sobre una idea de falsa reinvidicacion”10 Es el cuadro que mejor se corresponde con el término Neurosis de Renta. “Consiste fundamentalmente en un delirio de reivindicación que se desarrolla entre los obreros con motivo de un accidente de trabajo. Creen tener derecho a una indemnización o bien, a pesar de la total curación de herida o bien estiman insuficiente la indemnización concedida por su incapacidad funcional”11 10 Citado por Jose y Julen Gimon Ugartechea y en Neurosis de Renta, en Psiquiatría Legal y Forense. Delgado Bueno. Ed. Colex Medir, 1994. 11 Gisbert Calabuig. Medicina Legal. Ed. Masson. Barcelona, 1998.. Brissaud lo definió como un accidente histérico en una constitución paranoica, el enfermo se cree lesionado en sus intereses interpreta como prueba de maldad la actitud de quienes le niegan sus derechos. Constituida la neurosis sigue su curso con la clásica sintomatología neurótica. La Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (CIE 10), incluye el trastorno: Elaboración psicológica de síntomas somáticos (F68.0) “Trastorno en el que síntomas somáticos compatibles con un trastorno, enfermedad o incapacidad física confirmadas y originalmente debidos a uno de ellos, son exagerados o prolongados debido al estado psicológico del enfermo. Así se desarrolla un síndrome comportamental de búsqueda de atención (histriónico) que a menudo incluye también quejas que no son de origen somático (y por lo general no específicas). El dolor o la incapacidad física producen malestar y a menudo preocupación, a veces justificada, por la posibilidad de padecer un dolor o incapacidad prolongados o progresivos. El trastorno puede justificarse a ojos del que lo padece por la insatisfacción con el resultado del tratamiento o investigaciones realizadas o la decepción con el grado de atención personal recibida en medios sanitarios. En algunos casos parece existir una clara motivación derivada de la posibilidad de obtener indemnizaciones consecutivas a accidentes o lesiones. Sin embargo, el síndrome no remite necesariamente con rapidez cuando el litigio ha sido exitoso. Incluye: Neurosis de renta.” Neurosis de derecho. Presentan una actitud similar a los querulantes propiamente dichos. Son individuos que la actitud estenica de su carácter le proporciona el temple de lucha que manifiestan. Los síntomas neuróticos son muy demostrativos, son características las quejas hipocondríacas (cefaleas, insomnio, sensaciones cardiacas subjetivas, etc.). Pueden llegar a presentarse, al igual que en la paranoia, interpretaciones morbosas de sus vivencias y falsos recuerdos. Tiene el convencimiento de no ser tratados con justicia lo que genera quejas y amenazas. Consideraciones medico legales acerca de las neurosis de renta. Cualquier enfermedad física, puede generar una actitud de búsqueda de ganancias secundarias, producto de la regresión psicológica que la acompaña. El enfermo se torna demandante de afectos y atenciones. No siendo este un comportamiento patológico sino un mecanismo adaptativo, si embargo cuando estas actitudes de prolongan, con retraso en el regreso a las actividades laborales o bla búsqueda de un resarcimiento económico nos encontramos ante una Neurosis de Rente. Claro que el límite entre ambos estados (normal y patológico) es siempre impreciso. Estas situaciones que se presentan con las enfermedades físicas, son más evidentes en las neurosis.”la reducción de la tensión y del conflicto a través de la enfermedad neurótica es el propósito primero o ganancia primaria del trastorno. Sin embargo, el individuo puede intentar mas o menos concientemente, obtener otras ventajas del mundo exterior mediante la enfermedad, a través de la provocación de pena para obtener atención y simpatía, manipulación de los demás e incluso compensaciones de las que se siente acreedor en forma de ganancia secundaria. La neurosis de renta (sinestrosis ) ha suscitado controversias y resoluciones judiciales disímiles acerca del derecho de indemnización por parte de los reclamantes que la padecen. Si he ello le sumamos las distintas denominaciones con lo que se designa este cuadro (neurosis de renta, sinistrosis, neurosis traumáticas, neurosis postraumáticas, neurosis de deseo, neurosis de la victimas accidente, neurosis de compensación, neurosis de ganancia secundaria, simulación inconsciente, histeria traumática) vemos que es un cuadro complejo para diagnosticar, para denominar, para indicar si requiere o no tratamiento y para el juez decidir si debe o no otorgar una indemnización. A los efectos de intentar aclarar la cuestión hemos tratado precedentemente de delimitar el concepto de neurosis de renta, es decir a que nos referimos cuando es diagnosticada y las distintas denominaciones que recibe y los cuadros psicopatológicos que la integran según los autores mas conocidos. Hemos propuesto restringir su diagnostico solo para el cuadro de Sinistrois, que en la practica se convierte en un sinónimo de neurosis de renta. Hemos desaconsejado el término neurosis traumática, con la que es frecuentemente designada por que mediante dicha denominación se designa a otro cuadro psicopatológico, lo que crea confusión. Por ultimo trataremos de responder acerca de la cuestión si la neurosis de renta es una patología que debe indicársele un tratamiento específico y un resarcimiento económico. Se trata de un conflicto neurótico, inconsciente, no producido voluntariamente por el damnificado sino por el deseo inconciente de obtener una reparación económica. No se trata de un proceso voluntario ni simulado, sino involuntario y reivindicativo. Este conflicto neurótico genera un estado de malestar e incapacidad laboral ( 1 a 25%, de acuerdo con la gravedad que presente) parcial y temporaria ya que tiende a resolverse con el tratamiento apropiado y el cobro de la indemnización. Por tratarse de un conflicto neurótico requiere de tratamiento psicoterapéutico, el mismo consistirá en una entrevista por semana durante un año, que suele tener un tratamiento satisfactorio permitiendo resolver el conflicto neurótico, disminuyendo la incapacidad laboral previa. Señala Matilde Zavala de González plantea el problema de la siguiente manera: “En una zona intermedia o gris, que suscita disputas desde el punto de vista medico y jurídico, se ubica la sinestrosis o Sinestrosis o neurosis de renta o de reinvindicacion, consistente en la actitud patológica de quien se niega a reconocer la propia curación al estar dominado por la idea reinvidicativa de una justa indemnización. Se debate tanto el emplazamiento de la sinistrosis como enfermedad (si es o no una variedad especial o impura de neurosis traumática o bien una simple tendencia pasajera del espíritu: la apetencia de la indemnización), como también si cabe establecer, desde el punto de vista jurídico, una relación causal con el hecho que genera responsabilidad. 12 Esta controversia ha determinado fallos judiciales que le han reconocido el derecho a un resarcimiento y otros se lo han negado, Zavala de Gonzales cita los siguientes13: “Las perturbaciones psíquicas derivadas de un relación de causalidad con el traumatismo sufrido, dentro del carácter del histerismo o de la siniestrosis, determina el derecho a la indemnización. (CCom. 27-8-38, LL, 11-176)” “Es indemnizable la sinestrosis o neurosis traumática derivada de un accidente, cuando la prueba pericial llega ala conclusión de que no se trata de una simulación, en el sentido que obedece a la voluntad o intención del enfermo, sino a su psiquis y con independencia de la propias intenciones.(CNCiv. 1°. 20-11-40, LL, 21-634)” “La sinestrosis es indemnizable cuando es una consecuencia directa e inmediata del accidente. En el supuesto de Sinestrosis, no se indemniza la lesión física, sino la psíquica, el trastorno mental ocasionado por un accidente que, por leve que sea, puede influir poderosamente en la psiquis de la victima”. CNCiv, 2°, 13-10-43, LL,32-431.” “La neurosis, consecuencia del accidente sufrido, que se traduce en ‘preocupación’ y el ‘temor’ al embarazo, no constituyen una verdadera neurosis traumática, sino una sinistrosis, la cual, a pesar de que implica una ‘equivocación sincera’ del lesionado, no constituye un daño resarcible. CNCiv 1°, 25—37, JA, 59-481.” Planteada la controversia acerca si corresponde un resarcimiento económico para le neurosis traumática, siguiendo a la prestigiosa jurista Zavala de González, quien basándose en el articulo 901 del CC y siguientes por medio del cual se establece la responsabilidad de responder por las consecuencias inmediatas y mediatas , abarcando incluso los producidos por la conjunción del hecho fuente (suceso perjudicial), con otra situación, con tal que no sean 12 13 Zamala de Gonzalez M. Resarcimiento de daños. Ed. Hammurabi. Buenos Aires, 1996. Idem anómalos, extraordinarios o excepcionales. “Dentro del ámbito de los anómalo, extraordinario o excepcional no cabe ubicar un cierto nivel de predisposición o debilidad de las victimas, pues el derecho de daños no es un derecho de los fuertes, ni cabe suponer en el afectado un temple o estructura psicofísica superior y resistente a todo desequilibrio o alteración frente a un agente externo. De allí que, como antes lo hemos precisado, las neurosis traumáticas en general son resarcibles a pesar de que en su surgimiento influye siempre de algún modo una determinada condición previa de la personalidad, sin perjuicio de las consideraciones que luego efectuemos sobre dicho tema consausal’ 14 Efectivamente si colocamos a la Neurosis de renta, en el campo de las alteraciones psicopatológicas, corresponde entonces su reconocimiento y resarcimiento judicial, aunque este tiende a ser limitado, como lo señala la jurisprudencia: “La sinestrosis cuya posibilidad de curación la determinaría el pago del resarcimiento y la terminación del pleito no puede ser evaluada sino dentro de limites reducidazos” CCom, 27-8-38, LL, 11-1177 . “El monto de la indemnización en casos de Sinestrosis debe graduarse teniendo en cuenta no solo que se trata de un caso excepcional, dada la ausencia de secuelas anatómicas, sino también que en la mayoría de los casos dicha enfermedad cura o mejora sensiblemente con la terminación del pleito y percepción de la indemnización. CNCiv. 2°, 13-10-43, L, 32-431.” 15 14 15 Idem. Idem.