Download La felicidad y las bienaventuranzas. Actividad
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Esta presentación es para apoyar la jornada de bienvenida del ciclo 2014-2015 o alguna otra actividad que gire en torno a las bienaventuranzas. En el block de notas viene el desarrollo de los esquemas de las diapositivas. * Material no institucional. * El taller sobre las Bienaventuranzas del P. Enrique Vizcaíno, L.C., el YOUCAT, Las Bienaventuranzas del Evangelio de Raniero Cantalamessa, son las fuentes del contenido, las imágenes son de la red. * Actualización: Graciela G. de Madero * Fecha: junio 2014 * www.missionkits.org recursos@regnumchristi.org Tel. 01-800-288-2334 Esta presentación NO pretende ser un tratado completo sobre el tema, sino un esquema, modificable, de apoyo para facilitar su exposición en una actividad de formación. ¡ALÉGRATE! HOY ES El DÍA PARA SER FELIZ Vive las bienaventuranzas. Contenido 1. Creados para la felicidad. 2. ¿Qué son las bienaventuranzas? 3. Y, ¿qué es la felicidad? 4. ¿Dónde está la felicidad? 5. ¿Qué pasa cuando la vives? 6. La alegría del Evangelio: Lumen fidei. 7. Y el Regnum Christi, ¿qué nos ofrece? 1. Creados para la felicidad. El hombre ha nacido para ser feliz. Papa Francisco: Cosas exteriores y materiales. Realidades artificiales: dinero, bienestar, arrogancia, dominar, etc. ¿CÓMO? Es el dilema… = Ídolos que te dejan insatisfecho. ¿DÓNDE? Cristo propuso las bienaventuranzas para ser feliz siempre. El problema: es un modelo opuesto al mundo. ¿Qué son las bienaventuranzas? Son el centro de la predicación de Jesús, dibujan y describen su caridad e iluminan las acciones y actitudes de la vida cristiana. No son tareas que se deben hacer sino cómo debemos ser, si queremos ser felices. Tampoco son promesas porque ya son una realidad que hoy podemos vivir. Es más un anuncio de dónde está ese tesoro escondido que nos da la verdadera felicidad, ya desde este mundo: El Reino de Dios. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque poseerán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. ¿Y qué es la felicidad? El afán por encontrar la verdad y la felicidad es en definitiva una búsqueda de aquello que nos sostiene, nos satisface y nos reclama: DIOS. (Cf. Youcat n.3) Dios ha puesto en nuestro corazón un deseo tan infinito de felicidad que nadie lo puede saciar, sólo Dios mismo. Todas las satisfacciones terrenas nos dan únicamente un anticipo de la felicidad eterna. Por encima de ellas debemos ser atraídos a Dios. (Youcat n. 281) Somos felices confiando en las palabras de Jesús en las bienaventuranzas. El Evangelio es una promesa de felicidad, especialmente en las bienaventuranzas (Mt 5,3-12) Jesús nos ha dicho concretamente que contaremos con una bendición infinita si seguimos su estilo de vida y buscamos la paz con un corazón limpio. (Youcat n. 282) ¿Dónde está la fuente de la felicidad? No en nosotros, ni fuera de nosotros…sólo en DIOS, que nos la regala. Paz interior: no la dan las cosas, personas o circunstancias de vida. Estar dispuestos a aceptar la voluntad de Dios… ¿Miedo? ¡No! Es nuestro Padre que nos ama y desea nuestra felicidad. Confianza y fuerza de voluntad para vivir el plan de Dios. Vaciar el corazón «de lo mío» para que lo inunde la gracia de Dios. Cristo es el único que nos puede ayudar… «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6) Nos hace felices desde ahora porque sólo Dios puede llenar ese vacío, esa ansia de felicidad que tenemos. En el Regnum Christi, Cristo Eucaristía es nuestra única fuerza y único tesoro. ¿Qué pasa cuando las vives? Progresivamente vas sembrando actitudes positivas que te llevan a ser un feliz discípulo y misionero de Cristo… que cambia al mundo. No te das por vencido y luchas ante la adversidad. Edificas tu felicidad y la de los demás. Crees y confías en la fuerza transformadora de la gracia de Dios. Te acoges a su infinita misericordia, que te ofrece permanentemente. Y al final… Alcanzar la eterna felicidad, porque seremos juzgados por el amor «Tuve hambre, sed, desnudo, encarcelado… y tú me diste…» (Mt. 25) Las bienaventuranzas son nuestra actitud ante las circunstancias y lo que da autenticidad a nuestra vida. Ciertamente una puerta estrecha, ¡pero la única y segura! La alegría del Evangelio: Evangelii gaudium El Papa Francisco nos invita a participar en una nueva etapa evangelizadora de la Iglesia, marcada por la alegría del Evangelio, porque con Jesucristo siempre nace y renace la alegría y quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, etc. ¡No nos dejemos robar la alegría, la esperanza, la comunidad, el Evangelio, el ideal del amor fraterno, el entusiasmo y fuerza misionera! Evangelii gaudium «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús» (Evangelii gaudium n. 1). «¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría? Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua. La sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil engendrar la alegría […] porque “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona”». (Ibid. N. 5-6). Y el Regnum Christi, ¿qué nos ofrece? Vida del Regnum Christi = Un don, una obra de Dios, acogida y aprobada por la Iglesia, que ofrece una familia alegre, en movimiento, renovada en su espíritu y en sus métodos, para que cada persona viva esa experiencia de Cristo que lo transforme, lo capacite y lo proyecte como apóstol de su Reino. VIVIR Y COMPARTIR Los medios que ofrece… nos llevan a tener la experiencia del Reino de Dios en nuestra vida, y ayudar a otros a abrirse a la gracia de Dios, de persona a persona y progresivamente. Dejar a Cristo transformar el corazón.. IMPORTANTE: desarrollar una actitud de crecimiento personal constante. Tener la disponibilidad y responsabilidad de formarse para crecer en el amor que exige las bienaventuranzas y que se edifica en una vida de gracia y oración. Nunca olvidar que la experiencia del amor de Jesucristo es la fuente de nuestro celo apostólico. P.R.C.A.D.G.