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NACIONAL
MARTES
06 DE MAYO DE 2014
juventud rebelde
Palacio de Guasch
Cien años
de «rarezas»
El centenario edificio también
cumple 35 de fungir como Museo
de historia natural. Está pendiente de una
mayúscula restauración patrimonial
por MAYRA GARCÍA CARDENTEY
corresponsales@juventudrebelde.cu
fotos SANTIAGO CALERO
PINAR DEL RÍO.— Visitar Pinar del
Río y no contemplar el otrora Palacio de Guasch, hoy Museo de
Ciencias Naturales Tranquilino
Sandalio de Noda, es como transitar por La Habana sin avistar El
Morro. Ubicada en la principal
arteria de la ciudad vueltabajera,
la joya arquitectónica figura cual
inmenso pastel de 60 metros de
frente por 40 de fondo, donde confluyen elementos de diversas culturas y tendencias constructivas.
De impresionante estilo ecléctico, la mansión es la primera edificación en la que se utilizó hormigón armado en Cuba. Su concepción, que mucho tiene de extraña
y caprichosa, es admirada por
todo el que visita la urbe pinareña,
debido a la monumentalidad de
su tamaño y un paradójico universo de dragones y mezclas variopintas.
ENTRE EL CONUCO
Y EL «RARO» PALACETE
Cuentan que todo comenzó
cuando en 1909 el doctor Francisco Guasch Ferrer compró la finca
El Conuco a los herederos de Juan
Manuel Cabada.
Tan solo un tiempo después
se inició la construcción de un
palacete iconográfico de la región, considerado a su vez uno
de los edificios más raros de
Cuba, por su «armonía del desorden», calificativo que se le concedió por arropar, a la vez, elementos de art nouveau, del antiguo
mudéjar español, así como componentes del arte gótico, renacentista, románico, islámico, egipcio,
y bizantino.
En este «estilo guaschesco»,
definido así por especialistas de
Patrimonio y arquitectura del territorio, tuvo gran influencia el mismo dueño, quien diseñó los planos de la acción civil y su correspondiente ornamentación, a la par
que veló a pie de obra por su ejecución.
Con el empleo por vez primera
del hormigón en Pinar del Río, la sui
géneris cimentación, que este año
cumple su primer siglo de existencia, resalta por el acabado de sus
columnas y capiteles, los adornos y
relieves de la fachada y las altas e
imponentes puertas.
DE VIVIENDA FAMILIAR A MUSEO
En un inicio, según consta en
declaraciones familiares y publicaciones de la época, la instalación
fue concebida como vivienda familiar, donde Guasch Ferrer también
instalaría su consultorio.
Ya para el 8 de marzo de 1979,
el palacio alojó el Museo de Historia
Natural Tranquilino Sandalio de
Noda, perteneciente a la delegación
territorial del Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente (Citma). Tras este objetivo, cuenta con
varios espacios de exhibición, incluida una sala-patio con un mural a
bajorrelieve —único de su tipo en
Cuba— sobre la evolución de las
especies, así como con esculturas
a gran escala de algunos ejemplares de épocas jurásicas.
Oficinas y espacios para talleres y reuniones conforman igualmente el condominio actual, que
defiende un perfil sociocultural y
científico. Se destaca en su haber la vinculación de la educación
popular con el medio ambiente, y
para ello se organizan allí conferencias, coloquios y eventos,
entre otras actividades extensionistas.
VIEJA CON COLORETE
En este siglo de existencia,
especialmente las últimas tres
décadas, el palacete, único Monumento local de la ciudad cabecera, ha carecido de mantenimiento
sistemático.
Según explica Leonardo Ramírez Medina, director de la institución, esta no ha recibido nunca
una restauración de proporciones
mayúsculas, como la que ahora
necesita y se intenta acometer.
Su estilo ecléctico vinculado con diferentes vertientes constructivas lo convierten en un inmueble sui géneris en
el país y único monumento local de la ciudad cabecera.
«Por la imperiosa necesidad de
una rehabilitación del inmueble, el
Centro de investigaciones y servicios ambientales (Ecovida) y el Citma en la provincia, de conjunto con
la dirección del Museo, diseñamos
un proceso a largo plazo, comprendido en cinco etapas», amplía.
De estas, dos están concluidas: la impermeabilización de la
cubierta, acometida de 2007 al
2009 por la Empresa Nacional de
Investigaciones Aplicadas (ENIA),
para detener el proceso de filtración, y la rehabilitación, en 2013,
del mural a relieve de la sala-patio,
gracias a una fuente de financiamiento del Fondo nacional de
medio ambiente del Citma.
En la actualidad están inmersos en la renovación de la carpintería interior y exterior de la edificación, para lo cual cuentan con
44 300 CUC y la ejecución del
proyecto Fidias.
«Para la cuarta etapa está prevista la reposición de las redes
hidrosanitarias y eléctricas. El edificio fue pensado como una vivienda; ahora es una institución grande y estas estructuras no están
en condiciones de satisfacer las
nuevas necesidades. Un quinto período comprendería la reconstrucción
de la infraestructura civil del edificio
que está dañada: aleros,esculturas,
adornos de los techos y decoraciones externas», declaró el directivo.
Se pueden apreciar no solo los detalles en forma de dragones y las
estructuras a relieve en las paredes, sino la necesidad de restauración de
los exteriores.
Pero para estas intenciones no
hay financiamiento. Además del
Fondo nacional de medio ambiente, el costo de la inversión, hasta
ahora, salió de las arcas de Ecovida, cuyo representante científico,
Jesús Alfonso Martínez, recalcó la
imposibilidad de disponer de un
mayor monto para los requerimientos restantes.
Tan solo para la reparación de
las esculturas gigantes de la salapatio se calculan unos 75 000
pesos MN (CUP) y 3 000 CUC,
suma que, hasta el momento de
la realización de este reportaje, es
inexistente.
«Aunque la salud institucional
desde el punto de vista constructivo clasifica como adecuada, y el
edificio se encuentra en buen
estado técnico, es necesaria una
óptima restauración de carácter
patrimonial de los exteriores, no
solo pintura. Estamos en contra
de soluciones paliativas, que a la
postre dañarán una de las principales riquezas arquitectónicas de
la región», manifestó Ramírez
Medina.
Un proceso de este tipo, un centro de esta índole, debe ser prioridad. Se trata de la preservación de
los bienes patrimoniales, que
constituyen, a fin de cuentas, un
legado para la posteridad.
Sobran las razones para que el
vetusto Palacio de Guasch sea remozado completamente. La emblemática estructura, hoy Museo de
Historia Natural de la ciudad pinareña, merece otro siglo.
No existe financiamiento para la rehabilitación de las esculturas de la
sala-patio.