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DIVERSIDAD FUNCIONAL Y REDES TRÓFICAS DE ANFIBIOS QUE HABITAN BOSQUES Y SISTEMAS PRODUCTIVOS EN EL EJE CAFETERO COLOMBIANO Juan Nicolás Corral Gómez Directores: J. Nicolás Urbina Cardona Julio Mario Hoyos Hoyos Pontificia Universidad Javeriana Bogotá – Colombia Facultad de Estudios Ambientales y Rurales Carrera de Ecología Diversidad funcional y redes tróficas de anfibios que habitan bosques y sistemas productivos en el eje cafetero colombiano Palabras clave morfometría, dieta, bosque andino, tipos funcionales, redes ecológicas. Nombre Autores Juan Nicolás Corral-Gómez1*, Julio Mario Hoyos-Hoyos2, J. Nicolás Urbina-Cardona1,3 Nombre Institución 1 Carrera de Ecología, Facultad de Estudios Ambientales y Rurales, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. 2 Laboratorio de Herpetología, Facultad de Ciencias, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. 3 Departamento de Ecología y Territorio, Facultad de Estudios Ambientales y Rurales *Email: Juan Nicolás Corral Gómez: nicolas.corral26@gmail.com Resumen Se realizó un análisis exploratorio de la relación de 14 rasgos morfológicos y la composición de la dieta de un ensamblaje de anuros que habita sistemas productivos y bosques nativos en el eje cafetero colombiano. Para cada especie se determinó si existía un efecto entre el tipo de cobertura vegetal, la temporada climática y sus posibles interacciones. No se encontraron diferencias en la morfometría de las especies con excepción de D. columbianus cuyos individuos presentaron una morfología diferente en bosques respecto a las coberturas antropogénicas. Se identificaron diferencias significativas en la morfometría entre las especies, así como diferencias dentro de cada cobertura. P. achatinus presentó variación en la composición de la dieta entre los individuos del bosque durante la época de lluvias respecto al resto de coberturas antropogénicas. Solo se encontró una relación significativa entre la diversidad en la dieta y el volumen de los individuos de D. columbianus, aunque los valores de r fueron muy bajos. Cuatro y dos grupos ecológicos se identificaron basados en la morfología y la dieta respectivamente. Se identificaron 5 grupos ecológicos generales basados en los rasgos naturales de cada especie. Se establecieron las cadenas tróficas por cobertura, siendo el bosque, el guadual y el pastizal aquellos que presentaron mayor complejidad. El presente estudio representa la primera aproximación a la diversidad funcional de anfibios para entender sus patrones a lo largo de gradientes en coberturas naturales y antropogénicas aportando al entendimiento el papel ecológico que cumplen los anfibios en los agroecosistemas. Abstract An exploratory analysis was performed of the relationship of 14 morphological traits and diet composition of an assemblage of anurans inhabiting productive systems and native forests in Colombia's coffee region. For each species was determined whether there was an effect between the type of vegetation, climate season and their possible interactions. No differences in the morphometry of the species were found, except D. columbianus whose individuals had a different morphology in the forest compared to anthropogenic cover. Significant differences in morphometry between species as well as differences within each cover were identified. P. achatinus presented variation in diet composition between individuals of the forest during the rainy season compared to other anthropogenic covers. Only one significant relationship between diet diversity and volume of individuals of D. columbianus was found, although the rvalues were very low. Four and two ecological groups are identified based on morphology and diet respectively. 5 general ecological groups based on the natural history of each species were identified. Food chains were established for each cover type, forest, grassland and guadual had greater complexity. This study represents the first approach to the functional diversity of amphibians to understand their patterns along gradients in natural and anthropogenic covers contributing to understanding the ecological role of amphibians in agroecosystems. INTRODUCCIÓN Los procesos de transformación del paisaje relacionados con el cambio en el uso y cobertura de la tierra por parte del hombre, son los principales factores de la pérdida de biodiversidad a nivel global (Soulé 1991, Sala et al. 2000, Zebisch et al. 2004). Extensas áreas de los trópicos han sido transformadas en ecosistemas fragmentados con poca diversidad, caracterizados por mosaicos que varían desde bosque maduro y secundario hasta sistemas agrícolas y ganaderos (Morris 2010, Brown et al. 2013). Las alteraciones sobre los sistemas naturales a escalas locales y globales, han propiciado cambios dramáticos en la estructura y composición de las comunidades bióticas (Hooper et al. 2005). Los cambios en la biodiversidad afectan la forma en que los ecosistemas funcionan al alterar los procesos y servicios ecosistémicos (Hooper et al. 2005, Díaz et al. 2007, Norris et al. 2010). Sin embargo, para poder evaluar de qué manera cambios en las comunidades bióticas afectan los procesos ecosistémicos, es necesario cuantificar la diversidad funcional (Hooper et al. 2005). En este sentido, se deben identificar aquellas características o mecanismos mediante los cuales los organismos influencian las propiedades de los ecosistemas y por ende su funcionamiento (Díaz & Cabido 2001, de Bello et al. 2008). Es entonces, donde el concepto de rasgo funcional entra a jugar un papel clave, éste se define como la característica de un organismo que está fuertemente relacionada con su función dentro de un ecosistema (de Bello et al. 2008, Díaz & Cabido, 2001, Hooper et al. 2005). Partiendo de ese concepto, al evaluar la diversidad funcional medida como el valor y rango de aquellos rasgos funcionales (Díaz & Cabido 2001, Petchey & Gaston 2006), se le da un amplio valor al rol que ejercen aquellos grupos de especies dentro del funcionamiento de un ecosistema. La mayoría de estudios realizados en diversidad funcional, se han concentrado en comunidades de plantas, dejando de lado otros niveles tróficos o grupos taxonómicos (Hooper et al. 2005, Luck et al. 2012). Recientemente, en un trabajo innovador Luck y colaboradores (2012) propusieron un marco metodológico para el análisis de la respuesta e influencia de los rasgos funcionales de las comunidades faunísticas sobre el funcionamiento del ecosistema. Al identificar una pregunta de investigación, se prioriza un listado potencial de rasgos de los organismos de interés en base a por la revisión de literatura y consulta a expertos, a partir del cual se identifican aquellos que sean relevantes para el análisis de la respuesta de estos, a cambios ambientales o su efecto sobre determinado proceso ecosistémico. Para el presente estudio fueron priorizados aspectos de historia de vida a través de rasgos fijos, que son constantes entre individuos y poblaciones de una misma especie, y rasgos plásticos, que varían entre individuos de una misma especie, tales como el consumo de presas, características morfológicas (acorde con Perry & Pianka 1997). Los anuros presentan cierto grado de preferencia en el consumo de presas disponibles en el ambiente, y la dieta está condicionada por diversos factores bióticos y abióticos (Vitt & Caldwell 2009). Este aspecto es de altísima relevancia en conservación biológica dado que los hábitos alimenticios de los anuros se ven altamente afectados por la pérdida y fragmentación del hábitat (Hoyos-Hoyos et al. 2012). A lo largo de los gradientes de coberturas vegetales naturales y antropogénicas, las especies pueden variar su comportamiento, fisiología y morfología, determinando la manera en cómo se relacionan entre competidores y niveles tróficos superiores (Toft 1981, Lima & Magnusson 2000, Vitt & Caldwell 2009). El comportamiento de alimentación es un atributo fundamental, donde el éxito del forrajeo está relacionado con el comportamiento de búsqueda, el cual puede ser activo o pasivo. La habilidad para encontrar una presa afecta el consumo de alimento y así mismo la cantidad de energía necesaria para esta actividad (Miles et al. 2007). En ese sentido, los modos de forrajeo varían en función de la ecología, el comportamiento, la fisiología y la historia de vida de las especies (Vitt & Caldwell 2009). El estudio de las cadenas alimenticias y la estructura trófica ha sido un punto clave en el estudio de la ecología, donde se establece la manera en que la energía orgánica fluye, iniciando con las especies basales (aquellas que no obtienen su alimento de ninguna presa) y terminando con la asimilación por determinadas especies de interés (Williams & Martinez 2002). La importancia de estas redes se deriva del hecho que las conexiones entre las especies son usualmente simples de identificar y la estructura trófica resultante provee un descriptor rico de la estructura de la comunidad, que de estar relacionada con la persistencia de comunidades naturales o su estabilidad, se estaría tratando con temas de vital importancia ecológica (Paine 1980). Se espera que dicha estructura trófica varíe a lo largo de gradientes en cobertura y uso del suelo, pero es un aspecto que ha sido pobremente estudiado (Romanuk et al. 2006). El presente trabajo busca, establecer la relación entre la morfología de los individuos de diferentes especies dentro de un ensamblaje de anuros, respecto al consumo de presas en diversas coberturas naturales y antropogénicas en la zona cafetera colombiana, como una primera aproximación al análisis de diversidad funcional en anuros andinos. Para ello nos planteamos las siguientes preguntas de investigación: ¿cómo varía la morfometría de las especies y cuál es su relación con la dieta a lo largo de distintas coberturas naturales y antropogénicas en el eje cafetero?; ¿varían los grupos ecológicos que se pueden generar en función de rasgos fijos (hábito, hábitat y modo reproductivo) y rasgos fijos (dieta y morfometría) al comparar distintas coberturas naturales y antropogénicas en el eje cafetero?, ¿de qué manera varían las redes tróficas al comparar distintas coberturas naturales y antropogénicas en el eje cafetero?. MÉTODOS Área de Estudio El presente estudio se llevó a cabo en el eje cafetero colombiano, en los departamentos del Quindío y Valle del Cauca. Esta región se ve influenciada por el relieve montañoso que condiciona la humedad del aire en la cordillera central y el cañón del río Cauca. Tiene un régimen de precipitación bimodal con un rango de precipitación media anual de 1800 mm, con periodos húmedos que van desde marzo – mayo, y septiembre – noviembre; y una época seca durante los meses de enero a febrero y junio a agosto. Presenta una temperatura media entre 18ºC y 21ºC (IGAC, 1996). La Ecorregión del eje cafetero es una de las zonas que presenta una mayor tasa de deforestación y pérdida de hábitat en Colombia, conservando solo un 30% de sus bosques naturales (Ecoandina & WWF-Colombia 2004). En la actualidad, se presenta en la zona un mosaico de áreas para ganadería, agricultura, parches de Guadua angustifolia (Kunth 1822) y bosque andino, los cuales se han mantenido con el fin de conservar el recurso hídrico y proveer hábitat para la biodiversidad en la región (IGAC 1996). Durante la fase de muestreo realizada por Hoyos-Hoyos y colaboradores (2012) se realizaron colectas a partir de la metodología VES en las distintas coberturas presentes en seis fincas de la zona cafetera (cuatro en el departamento del Quindío y dos en el Valle del Cauca), los cuales se encuentran depositados en el Museo de Historia Natural de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Las fincas donde se recolectaron los datos se caracterizan por un mosaico de un sistema productivo basado en café, banano, pastizales para ganadería, con bosque ripario (Guadua angustifolia), bosque secundario y algunos remanentes de bosque original (Hoyos – Hoyos et al., 2012). En el área de estudio se definieron seis tipos de cobertura vegetal: bosque, bosque – guadual, guadual, cultivos (café y banano), pastizales y alrededores de las casas. Se realizaron seis salidas al campo por al menos dos personas durante los meses de junio, septiembre y noviembre de 2006, junio y noviembre de 2007 y abril de 2008, con un esfuerzo total de 210 horas/hombre en total (para mayor detalle en el diseño y métodos consultar Hoyos – Hoyos et al. 2012). Siguiendo parte del protocolo establecido por Luck et al. (2012), este estudio conto con las siguientes fases: Selección de rasgos Se seleccionaron los siguientes rasgos a partir de literatura consultada donde se relacionara la morfología con la dieta (Ricklefs et al. 1981, Emerson 1985, Hodgkison & Hero 2003, Costa et al. 2008, Goodyear & Pianka 2011, Guzmán & Salazar 2012), además de contar con la consulta a expertos. Rasgos fijos: habito (diurno-nocturno), hábitat (terrestre-arborícola), modo reproductivo (basado en la ubicación de las posturas y tipo de desarrollo); y rasgos plásticos: dieta y morfometría Específicamente los rasgos morfométricos que se midieron, con un calibrador marca Mitutoyo de precisión 0.05 mm, para cada individuo (n=265), fueron: Longitud rostro-cloaca (SLV), boca (ancho), cabeza (ancho, largo), largo de extremidades anteriores derecha e izquierda (húmero (a) y radioulna (b)) y largo de extremidades posteriores derecha e izquierda (fémur (A), tibiofíbula (B) y pie (C)). Simultáneamente se estandarizó la información de dieta por individuo (n=265) previamente obtenida por Hoyos – Hoyos y colaboradores (2012), donde se promediaron los porcentajes de ítems consumidos entre individuos por especie y entre individuos por especie por cobertura, con el fin de relacionarla más adelante con la morfométria de cada individuo. Análisis de Datos La riqueza y abundancia de especies para cada cobertura se determinó como la suma del número de especies en cada cobertura para cada temporada, en el primer caso, y la suma del número de individuos por especie en cada cobertura para cada temporada, para la abundancia. Las diferencias de la composición de especies, medidas por las distancias de Bray-Curtis, entre las coberturas fueron evaluadas usando un análisis multivariado de varianza basado en permutaciones (PERMANOVA). Este análisis fue basado en una matriz de similitud de Bray – Curtis, la suma parcial de los cuadrados (tipo III), y 9999 permutaciones aleatorias de los residuales bajo un modelo reducido con la subrutina PERMANOVA (PRIMER v6.1.14 & PERMANOVA add on v1.0.4.; Anderson et al. 2008). Con este misma aproximación analítica se determinó si existe un efecto del tipo de cobertura vegetal, la temporada climática y su interacción en la morfometría y la composición de la dieta de los individuos de cada especie. Adicionalmente se evaluó si estos efectos varían entre especies. Para la identificación de los grupos ecológicos basados en morfometría, se utilizó el valor de la mediana de los individuos por especie de las 14 medidas morfométricas medidas. Estos valores fueron transformados a raíz cuadrada y a partir de las distancias de Bray-Curtis se realizó un análisis de conglomerados. Para identificar si existían diferencias significativas entre especies pertenecientes a un grupo ecológico, se utilizó la subrutina de SIMPROF con 9999 simulaciones de Monte Carlo (PRIMER & PERMANOVA add on, Clarke & Gorley 2006). Para la identificación de los grupos ecológicos con base en la dieta, se realizó el mismo tratamiento de los datos con la diferencia, que en este análisis se utilizó el promedio del porcentaje de cada categoría de ítems consumido para cada especie. Una vez identificados los grupos ecológicos basados en morfometría y en dieta se procedió a determinar el número de especies por grupo ecológico en cada cobertura vegetal. Por otra parte, con el fin de establecer la relación de similitud entre la morfometría y la composición de la dieta de cada individuo por especie se llevaron a cabo distintas exploraciones metodológica. En primer lugar se utilizó la rutina RELATE (con 9999 permutaciones; PRIMER & PERMANOVA add on; Clarke & Gorley 2006) basada en el valor del rango del coeficiente de correlación de Spearman, entre las dos matrices de similitud de Bray-Curtis. Dada la alta colinealidad existente entre las 14 variables morfométricas (más del 90%; anexo 1), se realizó un análisis de componentes principales y, para cada especie, el primer componente (el cual explicó entre el 64 y 98% de la variación; tabla 3) se incorporó como variable independiente en una regresión lineal simple la diversidad (Shannon loge) de la dieta como variable de respuesta en el programa Statistica 8 (StatSoft 2007). Finalmente, para la especie más abundante se realizó una regresión lineal simple entre índices que describen la diversidad de la dieta (Riqueza, Margalef d, Shannon log e y Simpson) como variable de respuesta contra el volumen de Dendropshopus columbianus. La Ecuación del esferoide es (ValderramaVernaza et al. 2009): ). Para la identificación de grupos ecológicos del ensamblaje se jerarquizaron y graficaron en un dendrograma utilizando el método de promedio de conexión y la distancia de Gower (1 - S). Se incluyeron rasgos de la historia natural de cada una de las especies: modo reproductivo, hábito (terrestre, terrestre/arbustivo, arbóreo), periodo de actividad (diurna/nocturna), además de los grupos establecidos según la dieta y la morfología (Anexo 1). Para cada una de las coberturas, se modelaron cada una de sus cadenas tróficas, resaltando los índices de mayor relevancia para cada una de ellas, utilizando el software Network3D disponible jdunne@santafe.edu.(Williams 2010, Yoon et al. 2004) por solicitud a RESULTADOS De las 9 especies de anfibios colectadas por Hoyos – Hoyos y colaboradores (2012), el análisis en este estudio se redujo a las siete especies más abundantes (n = 265 individuos); de las cuales 44.1% fueron individuos de Dendropsophus columbianus (Boettger, 1892) (117 individuos), el 20.4% de Pristimantis achatinus (Boulenger, 1898) (54 individuos), el 15% de Rhinella marina (Linnaeus, 1758) (42 individuos), el 5.8% de Pristimantis palmeri (Boulenger, 1912) (18 individuos), el 6% de Espadarana prosoblepon (Boettger, 1892) (17 individuos), el 4% de Colostethus fraterdanieli (Silvestone, 1971) (11 individuos) y el 2.6 % de Hyalinobatrachium colymbiphyllum (Taylor, 1949) (7 individuos). Riqueza y composición del ensamblaje de anuros en las distintas coberturas De las 6 coberturas estudiadas, el bosque presentó la riqueza de especies más alta, seguida por el guadual. Sin embargo, la riqueza varió entre coberturas vegetales y temporadas climáticas aunque estas diferencias no fueron significativas (Pseudo-F = 2.65; p = 0.21; Tabla 1). La composición de los anuros varió entre coberturas vegetales (Pseudo-F = 3.8; p = 0.006). Los alrededores de las casas fueron diferentes al cultivo (t= 3.3; p = 0.04) y al guadual (t= 3.9; p = 0.033); el cultivo fue diferente del guadual (t= 3.82; p = 0.026); y el guadual fue diferente al pastizal (t= 3.05; p = 0.04). Tabla 1. Abundancia y riqueza del ensamblaje de anuros y diversidad de la dieta en seis coberturas vegetales entre temporadas climaticas, en el eje cafetero, Colombia. * Bosque Bosque-Guadual Guadual Cultivo Pastizal Casa seco humedo seco humedo seco humedo seco humedo seco humedo seco humedo D. columbianus 0 (0) 7 (0.31) 0 (0) 0 (0) 5 (0.12) 6 (0.71) 3 (0.71) 7 (0.13) 35 (0.21) 48 (0.52) 3 (0.39) 3 (0.40) P. achatinus 4 (0.71) 10 (0.91) 1 (1.31) 8 (0) 8 (0.47) 11 (0.31) 1 (0) 1 (0.67) 5 (0.29) 3 (0) 2 (0.86) 0 (0) R. marina 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 14 (1.18) 0 (0) 7 (0.90) 21 (0.87) P. palmeri 1 (0.65) 11 (0.68) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 1 (0) 4 (0.24) 0 (0) 1 (0) 0 (0) 0 (0) C. prosoblepon 0 (0) 2 (1.22) 0 (0) 3 (0.22) 7 (0.45) 5 (0.12) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) C. fraterdanieli 6 (0.60) 1 (1.11) 4 (0.98) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) H. colymbiphyllum 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 7 (0.31) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) 0 (0) Riqueza de especies. 3 5 2 2 4 3 3 3 3 3 3 2 Riqueza grupos ecológicos (Dieta) 1 1 1 1 2 1 1 1 1 1 1 1 Riqueza grupos ecológicos (Mofometria) 3 3 2 1 2 2 2 2 3 2 3 2 Riqueza grupos ecologicos del ensamblaje 2 3 2 2 3 2 1 1 2 1 2 2 *Los valores entre paréntesis corresponden a la diversidad de la dieta representada por el índice de Shannon loge Efecto del tipo de cobertura y la temporada climática, sobre las diferencias en la morfometría entre los individuos de cada especie y entre las especies Diferencias entre los individuos de cada especie Para cada una de las especies no se encontraron diferencias significativas basadas en la morfología al comparar las coberturas vegetales, la temporada climática y su interacción (Anexo 2). A excepción de D. columbianus, cuya morfología no varío entre temporadas (Pseudo-F= 1.38; p-perm= 0.24) o la interacción entre cobertura*temporada (Pseudo-F= 0.16; p-perm= 0.90) pero si entre coberturas (Pseudo-F= 3.66; p-perm= 0.006). La morfología de los individuos de D. columbianus fue diferente (Anexo 3) al comparar el bosque respecto a la casa (t= 3.02; p-perm= 0.008), el cultivo (t= 2.60; p-perm= 0.02), el guadual (t= 2.22; p-perm= 0.04), y el pastizal (t= 4.14; p-perm= 0.0003). Diferencias en la morfometría entre especies A partir del análisis entre las especies se identificaron diferencias significativas en la morfometría (Pseudo-F= 262.63; p-perm= 0.0001). De manera general, todas las especies presentaron diferente morfometría entre sí con excepción de D. columbianus con P. palmeri (t=1.71; p-perm= 0.08); P. achatinus con E. prosoblepon (t= 1.79; p-perm= 0.06); y P. palmeri con H. colymbiphyllum (t=0.95; p-perm= 0.35) (Anexo 4). De igual forma se identificaron diferencias significativas en la morfometría de los individuos en la interacción de especies* tipo de cobertura (Pseudo-F= 1.83; p-perm= 0.04). Las diferencias en la morfometria se presentaron entre todas las especies presentes en la cobertura casa (Anexo 5). Así mismo, todas las especies presentes en el guadual fueron diferentes con excepción de D. columbianus y P. achatinus (t= 1.8462; p-perm= 0.0644) y P. achatinus con E. prosoblepon (t= 1.4778; p-perm= 0.1429). En el pastizal, todas las especies presentaron una morfometría diferente con excepción de P. achatinus y P. palmeri (t= 0.24044 ;p-perm= 1). Las especies presentes en el bosque-guadual presentaron diferencias significativas exceptuando P. achatinus y E. prosoblepon (t= 0.78257; p-perm= 0.4578). Dentro de la cobertura bosque se encontraron diferencias significativas entre las especies, exceptuando por la morfometría de D. columbianus con P. achatinus (t= 1.0355 ; p-perm= 0.3148) y con E. prosoblepon (t= 1.3216; p-perm= 0.2511); E. prosoblepon con P. achatinus (t= 0.75444; p-perm= 0.4722) y con P. palmeri (t= 1.5745; p-perm= 0.1229); y P. palmeri con C. fraterdanieli (t= 1.6891; p-perm= 0.1022). Por ultimo para las especies presentes en la cobertura cultivo no se encontraron diferencias significativas (Anexo 5). Agrupamiento ecológico A partir de la prueba estadística para análisis de conglomerados (subrutina SIMPROF) se identificaron cuatro grupos ecológicos (GE) basados en la morfología dentro del ensamblaje de anuros (Anexo 6; Tabla 1): R. marina y C. fraterdanieli corresponden cada una a un grupo ecológico diferente (G1 y G2 respectivamente), mientras P. achatinus y E. prosoblepon (G3) conforman un grupo; por su parte H. colymbiphyllum, D. columbianus y P. palmeri conforman el grupo 4 (G4). En cuanto a la riqueza de grupos ecológicos para cada cobertura, se identificaron tres coberturas con la mayor riqueza de grupos (bosque, pastizal y casa) con de tres grupos ecológicos cada uno. Sin embargo, el bosque, aunque presentó igual número de GE, la riqueza de especies para cada grupo fue mayor (Anexo 7, Tabla 1). El grupo G3 se encontró en todas las coberturas, seguido por el grupo G4 presente en todas las coberturas con excepción del bosque-guadual. Los grupos G1 y G2 estuvieron restringidos a dos coberturas, bosque y bosque-guadual y pastizal y casa respectivamente. Efecto del tipo de cobertura y la temporada climática, sobre las diferencias en la dieta entre los individuos de cada especie y entre las especies Diferencias entre los individuos de cada especie La composición en la dieta no fue diferente entre coberturas, temporadas climáticas y su interacción para R. marina, P. palmeri, E. prosoblepon y C. fraterdanieli (Anexo 8). Por su parte D. columbianus no presentó diferencias en la composición de la dieta entre coberturas (Pseudo-F= 0.72; p-perm= 0.82) o la interacción entre cobertura*temporada (Pseudo-F= 0.77; p-perm= 0.64) pero presentó una diferencia marginalmente significativa en la composición de la dieta de sus individuos entre las temporadas de lluvia y sequía (Pseudo-F= 2.28; p-perm= 0.05). En cuanto a P. achatinus no se evidenciaron diferencias significativas en la composición de la dieta entre las coberturas (Pseudo-F= 1.35; p-perm= 0.15) ni entre las temporadas (Pseudo-F= 0.63; p-perm= 0.60), pero la interacción entre coberturas*temporadas presentó diferencias significativas (Pseudo-F= 2.26; p-perm= 0.02). Al realizarse el análisis de contrastes, para el factor cobertura dentro del nivel de temporada seca no se encontró ninguna diferencia significativa entre ninguno de los pares. Para el factor cobertura dentro del nivel de temporada de lluvias, se encontraron diferencias significativas entre las coberturas Bosque/Pastizal (t=2.33; p-perm= 0.004), Bosque/Guadual (t=3.00; p-perm= 0.002) y Bosque/Bosque-Guadual (t=3.30; p-perm= 0.0002). Diferencias en la dieta entre especies En el análisis de diferencias en la composición de la dieta de las especies del ensamblaje, se encontraron diferencias significativas de D. columbianus y P. achatinus con R. marina y C. fraterdanieli, por su parte R. marina presentó diferencias con las especies P. palmeri, E. prosoblepon y H. colymbiphyllum; P. palmeri presento diferencias con C. fraterdanieli y H. colymbiphyllum; E. prosoblepon presento diferencias con C. fraternadieli y esta última con H. colymbiphyllum (Anexo 9). Por otro lado se identificaron diferencias significativas en la interacción especies*temporadas (Pseudo-F= 1.62; p-perm= 0,02), donde en la temporada de lluvias se presentaron diferencias significativas entre las especies D. columbianus y R. marina, P. achatinus y R. marina y esta última con P. palmeri. Durante la temporada de sequía se identificaron diferencias entre: D. columbianus con P. achatinus y R. marina, P.achatinus con R. marina y C. fraterdanieli y por ultimo R. marina con H. colymbiphyllum (Anexo 10). De igual forma se presentaron diferencias significativas entre la interacción especies*coberturas (Pseudo-F= 0.94; p-perm= 0.046). Dentro del bosque P. palmeri y E. prosoblepon presentaron diferencias significativas (t= 1.69; pperm= 0.012) así como dentro del bosque-guadual P. achatinus y C. fraterdanieli (t= 1.39; p-perm= 0.05). Dentro del pastizal se identificaron diferencias significativas entre las especies D. columbianus y R. marina (t= 2.19; p-perm= 0.0004) y las especies P. achatinus y R. marina (t= 1.68; pperm= 0.0094). Agrupamiento ecologico En cuanto a la agrupación de las especies con base en la dieta, acorde con la prueba estadística para análisis de conglomerados (subrutina SIMPROF) las especies R. marina, C. fraterdanieli, P. achatinus, E. prosoblepon, D. columbianus y P. palmeri representan un grupo homogéneo; mientras que H. colymbiphyllum representa un grupo aparte (Anexo 11), identificando así dos grupos ecológicos. Dada dicha similitud en la dieta de las especies, solo en el guadual se evidenciaron dos grupos basados en la dieta, presentándose una constante de un solo grupo a lo largo de las demás coberturas. Grupos ecológicos del ensamblaje Basado en los rasgos naturales identificados a partir de bibliografía y los grupos ecológicos identificados en base a la dieta (Grupo a - Grupo b) y la morfología (G1, G2, G3, G4), se identificaron 5 grupos ecológicos diferentes en el ensamblaje (figura 1). GFa G4 – Grupo b Arborícolas Ph GFb G3 – Grupo a GFc Terrestre - PC – G1 – Grupo a Ph= postura sobre hojas PH: postura sobre hojarasca DD: desarrollo directo PC: postura en cuerpos de agua Nocturn as G 4 GFd G 3 D D Arborícolas / Terrestres – Grupo a PC – G4 GFe Terrestre – PH – G2 – Grupo a Diurna Figura 1. Dendrograma del análisis de conglomerados para 4 rasgos de historia natural, de un ensamblaje de anuro en el eje cafetero colombiano. Del ensamblaje de anuros estudiado, el grupo ecológico GFd fue conformado por 3 especies (43% de las especies del ensamblaje), mientras que los restantes 4 grupos fueron conformados por solo 1 especie (14% de las especies del ensamblaje cada uno). Las coberturas de bosque, bosque – guadual y guadual, fueron las de mayor riqueza de grupos ecológicos presentando 3 cada una. Vale la pena resaltar la representación homogénea del grupo ecológico GFe a través de todas las coberturas. Por otro lado la exclusividad del grupo ecológico GFa represetnado únicamente en la cobertura de guadual (Figura 2). 6 Número de especies 5 4 Gfe 3 GFd GFc 2 GFb 1 Gfa 0 Bosque Bosque guadual Guadual Cultivo Patizal Casa Coberturas Figura 2. Riqueza de grupos ecológicos del enb,aje de anuros, eje cafetero colombiano. Relación entre la morfometría y la composición de la dieta A partir del análisis de correlación de Spearman (Rho, subrutina RELATE) entre la morfología de los individuos y la composición de su dieta para cada especie, no se detectó ninguna relación significativa (Anexo 12). Para el caso específico de E. prosoblepon debido a la baja cantidad de ítems consumidos no se pudo realizar el análisis. Sobre el análisis de componentes principales para las variables morfométricas de cada una de las especies, se determinó que el CP1 explica más del 90% de la variación en los datos para todas las especies con excepción de H. colymbiphyllum para la cual explica el 63.8% (Anexo 13). De las siete especies evaluadas, dos presentaron un modelo de regresión significativo. Sin embargo, los coeficientes de determinación lineal (R2) solo explican el 38 y 10% para la relación morfología- diversidad de dieta en D. columbianus y C. fraterdanieli, respectivamente (Anexo 13). Luego de evaluar la relación volumen de los individuos contra la diversidad en la dieta, se encontró que los modelos solo fueron significativos para D. columbianus y con coeficientes de determinación lineal (R2) entre 0.07 y 0.08% (Anexo 14). Cadenas tróficas para cada cobertura Se analizó la cadena trófica para cada una de las coberturas donde se resaltó la riqueza de especies en cada cadena, conexiones por especie, conectancia, fracción de especies Top y basales, desviación estándar de la generalidad y vulnerabilidad definidos en Dunne et al. (2013). La riqueza de especies varió entre 11 y 20 especies por cobertura, el número de conexiones por especies varió entre 1.18 y 2.15 siendo el bosque el que presento el valor más alto (tabla 2). La fracción de especies sin ningún depredador (especies Top) presento valores altos en las coberturas de cultivo, bosque y bosque guadual, mientras que en el pastizal y casa, esta fracción presento los valores más bajos (tabla 2), donde a su vez la fracción de especies basales fue más alta que en las demás coberturas (tabla 2). La desviación estándar de la generalidad presentó los valores más altos en las coberturas pastizal y casa, mientras que la desviación estándar de la vulnerabilidad presento el valor más alto en el bosque (tabla 2). Tabla 2. Propiedades de la red trófica de cada cobertura. Propiedades de la red trofica Bosque Bosqueguadual Guadual Cultivo Pastizal Casa Riqueza de anfibios 5 3 4 3 4 3 Número de taxas 19 13 19 11 18 20 2.15 1.30 1.63 1.18 1.66 1.45 Conectancia 0.11 0.10 0.08 0.10 0.09 0.07 Fracción de especies Top 0.26 0.23 0.21 0.27 0.16 0.15 Fracción de especies basales 0.73 0.76 0.78 0.72 0.83 0.85 Desviación estándar de la generalidad 1.77 2.15 2.00 1.86 2.41 2.66 Desviación estándar de la vulnerabilidad 0.86 0.69 0.72 0.79 0.63 0.63 Conexiones por especie Las redes tróficas más complejas y con mayor número de conexiones por especie se presentaron en el bosque, guadual y pastizal; la casa presentó una red con complejidad media; y las redes más simples, con menor número de conexiones por especie y menos taxa consumidos fueron las de bosqueguadual y cultivo (Figura 3b-d). a. b. c. e. d. f. Figura 3. Redes tróficas para cada cobertura: a) Bosque, b) Bosque-guadual, c) Guadual, d) Cultivo, e) Pastizal, f) Casa. En el bosque, a pesar de que se presentaron 5 especies de anfibios, en la red solo se visualizan debido a que hay dos especies totalmente redundantes en la dieta, estas son P. achatinus y P. palmeri (Figura 3a). El guadual presenta un alto grado de complejidad, en el sentido que si se pierde alguna especie de anfibio del ensamblaje, las poblaciones de artrópodos se podrían disparar (Figura XXXc). El potrero, la red trófica presentó una estructura similar a la del bosque aunque con una composición de anfibios diferente (Figura XXXa y e). Finalmente, en el ecotono bosque-guadual se encontró que una sola especie C. fraterdanieli soporta la red presentando una estructura central. DISCUSIÓN Riqueza y abundancia del ensamblaje de anuros en las distintas coberturas Los resultados obtenidos concuerdan con distintos estudios donde se evidenció una mayor riqueza de especies en las áreas boscosas naturales (Guerry & Hunter 2002, Urbina-Cardona et al. 2006, Gardner et al. 2007, CáceresAndrade & Urbina-Cardona 2009) esto debido probablemente a que en estas zonas, la cobertura vegetal propicia condiciones favorables para el refugio y forrajeo de los organismos en la hojarasca, así como microhábitats con temperaturas estables y mayor humedad relativa (Cáceres-Andrade & UrbinaCardona 2009). Efecto del tipo de cobertura y la temporada climática, sobre las diferencias en la morfometría entre los individuos de cada especie y entre las especies A partir del análisis de la variación en los rasgos morfométricos entre las diferentes coberturas, la totalidad de las especies no presentaron diferencias significativas en la morfometría lo cual concuerda con lo planteado por McGill et al. (2006), el cual establece que los rasgos deberían evidenciar más cambios entre especies que entre individuos de la misma especie. Esto queda soportado en el presente estudio por los cuatro grupos ecológicos que se conforman basados en la morfología de las especies (Anexo 6). D. columbianus fue la única especie que presentó diferencias significativas entre sus individuos entre coberturas aunque la temporada climática tuvo un efecto. El aspecto a resaltar es que los individuos de bosque presentaron una morfología significativamente distinta con los individuos de otras coberturas antropogénicas por lo que el efecto de la pérdida y fragmentación del hábitat podrían estar causando un efecto a nivel morfológico en esta especie. Dado que cambios en la cobertura del dosel, generan un aumento en la temperatura y reducen la humedad relativa del microhábitat (Pineda et al. 2005, SuazoOrtuño et al. 2008); las coberturas vegetales antropogénicas afectarían negativamente a D. columbianus principalmente a los individuos de mayor tamaño corporal debido a que su mayor área de superficie, resultaría en una mayor pérdida de agua a través de evapotranspiración (Pineda et al. 2005). Esto podría evidenciar que la reducción del tamaño a través de las distintas coberturas con un mayor grado de transformación, sería una respuesta a las condiciones ambientales, buscando la reducción de perdida de agua por el aumento en la temperatura en las coberturas con menor cobertura de dosel. Estudios en selvas perennifolias han reportado que el potrero y bordes de bosque tienden a tener especies de anfibios de mayor tamaño corporal, mientras que el interior alberga principalmente especies de tamaño reducido (Urbina-Cardona y Reynoso 2005). En este sentido es necesario adelantar a futuro estudios de la asimetría fluctuante como indicador de estrés ambiental (sensu Delgado-Acevedo, J. Restrepo 2008). La mayoría de estudios en vertebrados, donde se evalúan los cambios en los rasgos morfológicos a través de distintas coberturas se centran principalmente en aves (Ricklefs & Travis 1980, Hausner et al. 2003, Luck et al. 2013). Uno de los rasgos comúnmente utilizados en aves es la masa corporal, el cual evidencia cambios a través de coberturas con diferentes grados de trasformación; aves de mayor tamaño presentan una mayor probabilidad de no encontrarse en coberturas con mayor grado de transformación como cultivos (Flynn et al. 2009). De manera similar ocurre con D. columbianus, donde el valor de la mediana de cada una de los rasgos morfológicos disminuyo a través de las coberturas con mayor grado de trasformación (Anexo 3). Es este sentido, es posible que de todas las especies del ensamblaje estudiado D. columbianus pueda responder de manera más directa a gradientes ambientales. Para esta especie, algunos rasgos morfometrícos podrían considerarse rasgos de respuesta a los gradientes ambientales generados en el cambio de coberturas natural-antropogénica. Sin embargo queda la incógnita: ¿por qué solamente los individuos de D. columbianus varían en su morfología al comparar coberturas naturales y antropogénicas, si como especie hace parte de un grupo ecológico, que basado que en morfología, está compuesto por tres especies y cuya distribución es homogénea a lo largo de las coberturas? Es interesante señalar algunas diferencias establecidas a partir de la comparación de los grupos ecológicos basados en la morfología donde algunas especies, aunque se agruparon dentro de diferentes grupos, al identificarse las diferencias entre las especies dentro de las coberturas, por ejemplo dentro del guadual resultan ser similares morfológicamente como D. columbianus y P. achatinus, o por el contrario especies que se agruparon morfológica debido a su similitud, resultan ser diferentes como es el caso de D. columbianus y H. colymbiphyllum (Anexo 5-6). Patrones como estos se evidencian en distintas coberturas como en el pastizal y el bosque donde D. columbianus resulto ser diferente a P. palmeri, aunque estas pertenecen a un mismo grupo ecológico en base a la morfología. En el bosque, además, especies de grupos morfológicos distintos, presentaron similitud en su morfología como D. columbianus – P. achatinus, D. columbianus – E. prosoblepon y P. palmeri – C. fraterdanieli. Efecto del tipo de cobertura y la temporada climática, sobre las diferencias en la dieta entre los individuos de cada especie y entre las especies Solo dos especies del ensamblaje (D. columbianus y P. achatinus) presentaron diferencias significativas en cuanto a la dieta consumida. Para D. columbianus las diferencias se encontraron durante las temporadas húmeda y seca. Estos resultados concuerdan con lo reportado por Hodgkinson & Hero (2003), donde se presentó una variación en la selección de presas por parte de dos especies de anuros, los cuales se alimentaron indiscriminadamente durante la temporada seca a comparación de la temporada húmeda, donde la habilidad de caza es el condicionante para la variación de la dieta. Durante la temporada seca las actividades de forrajeo son más restringidas debido a la posibilidad de deshidratación. Sin embargo, reconocen que muchos de los cambios de la selección de presas durante distintas temporadas es explicado por la oferta de alimento, en particular en regiones tropicales donde la abundancia, por ejemplo de artrópodos, aumenta con la humedad (Hodgkison & Hero 2003). ValderramaVernaza et al. (2009) y Goodyear & Pianka (2011) muestran en sus resultados variaciones temporales en la dieta de Ranitomeya virolinensis en Santander, Colombia para el primer caso y en especies de lagartijas del genero Ctenotus en Australia. Algo similar ocurre dentro de nuestros resultados con P. achatinus dado que la composición en la dieta se vio explicada por la interacción entre el tipo de cobertura y la temporada climática: durante la temporada seca, en el análisis de pares entre coberturas no se encontraron diferencias significativas; pero en la época húmeda se evidencia que la composición en la dieta en el bosque es diferente a las demás coberturas antropogénicas. Esto probablemente está relacionado con lo anteriormente expuesto, donde las condiciones de humedad que alberga el bosque potenciadas por la temporada, pueden propiciar el aumento en la abundancia de presas disponibles. Relación entre la morfometría y la composición de la dieta Dado que no se encontró una relación lineal entre cambios en la composición y diversidad en la dieta en respuesta a cambios en la morfometría y el volumen de los individuos a lo largo del gradiente de coberturas vegetales, queda la incógnita si futuros trabajos deben explorar relaciones no lineales, y efectos cascada a través de otras aproximaciones metodológicas (ej. ecuaciones estructurales; Didham et al. 2012). Sin embargo, estudios previos han encontrado una relación significativa entre el tamaño de anuros y el volumen medio de presas consumidas, en cuyo caso las ranas más grandes se alimentan de presas más grandes (Guzmán y Salazar 2012). Solamente se encontró que la diversidad en la dieta de los individuos de la especie D. columbianus fue explicada, con bajo poder, por diferentes índices de diversidad. Como reporta Hoyos-Hoyos y colaboradores (2012), esta especie presenta la mayor cantidad de categorías consumidas, encontrándose algunas familias de hemípteros, arácnidos y dípteros, que no se encontraron en las demás especies, esto relacionado con los hábitos acuáticos tanto de las presas como de D. columbianus. A futuro, es importante explorar otras aproximaciones metodológicas que permitan comparar la dieta a nivel de ensamblaje, a partir de simulaciones de superposición y amplitud de nicho trófico (Gotelli & Ellison 2013) más allá del análisis de la diversidad y composición en la dieta especie por especie. Riqueza y redundancia de grupos ecológicos Sobre la literatura se encuentra evidencia donde se establece que en la medida en que se intensifique el uso de la tierra se encontrará una menor diversidad funcional, esto generalmente es atribuido a la reducción paralela de riqueza de especies (Flynn et al. 2009, Luck et al. 2013). Sin embargo nuestro resultados muestran un patrón, donde aunque se da una reducción en la riqueza de especies en la medida en que se trasforma el paisaje, la representación de dos de los grupos ecológicos en base a la morfometría (G3 y G4) a través de todas las coberturas es constante (anexo 7), así como la distribución homogénea del grupo ecológico del ensamblaje GFd (figura 2). Aunque de manera general se refiere a la redundancia funcional cuando la pérdida de una especie no afecta el funcionamiento de determinado proceso, debido a la presencia de una o más especies que compensen dicha función (Díaz & Cabido 2001), y teniendo en cuenta que la similitud morfológica se relaciona con la manera en que se utilizan los recursos (Costa et al. 2008), en este caso concreto en la dieta, a partir del análisis de la forma como se agrupó el ensamblaje de anuros según la morfometria y la dieta (Anexo 6 -11), es posible señalar una redundancia funcional a través de los distintos tipos de coberturas, debido a la similitud entre las dietas de cada una de las especies a través de las distintas coberturas y la presencia constante de los grupos G3 y G4 en todas las coberturas (Anexo 6). Vale la pena resaltar la exclusividad de algunos grupos ecológicos morfológicos (G1 y G2) a determinadas coberturas (Anexo 7), como también ocurrió con el grupo ecológico del ensamblaje GFa (Figura 2). Esto podría ser de alto impacto evidenciando su importancia para cada una de estas zonas antropogénicas en las cuales las especies, a pesar de parecer generalistas, pueden estar cumpliendo papeles funcionales específicos. Es el caso de R. marina, una especie reconocida por ser una exitosa invasora fuera del ámbito neotropical, la cual a partir de diferentes adaptaciones le han permitido sobrevivir en áreas transformadas, entre ellas sus patrones de movimiento, su modo reproductivo (Tingley & Shine 2011, Tingley et al. 2013), y sus hábitos alimenticios como depredador generalista que cuenta con la capacidad de alimentarse en coberturas antropogénicas (Evans & Lampo 1996, Hirai & Matsui 2002, Isaacs & Hoyos 2010). Sin embargo, esta especie queda relegada a ambientes antropogénicos debido a que su distribución está determinada positivamente con la distancia a cuerpos de agua y negativamente con el espesor de la capa de hojarasca en el suelo del bosque lo que evita que entre en bosques naturales remanentes (Cáceres-Andrade y Urbina-Cardona 2009). Cadenas tróficas del ensamblaje Son muy pocos los estudios relacionados con anfibios, donde se establezca su influencia sobre la estructura trófica de la comunidad (Hickerson et al. 2012, Walton 2013), aun mas donde se evidencie una comparación entre diferentes coberturas relacionadas con el uso del suelo. Sin embargo estudios realizados sobre la estructura de la cadena trófica de comunidades de peces a lo largo de diferentes tipos de geomorfología que cuentan con diferentes historias de uso dentro de diferentes cuencas, evidencian como características propias de cada cobertura determinan las propiedades de la cadena trófica (Romanuk et al. 2006). Un caso importante a resaltar es el bosque-guadual donde C. fraterdanieli resulta ser el eje central de dicha cadena, revelando así su alta especificidad dado que dicha especie solo se ve representada en esta cobertura y en el bosque. De igual forma sugiere gran importancia dentro del ensamblaje dado que esta especie conforma un solo grupo ecológico basado en su historia natural. Por otro lado, sobresale la resultados obtenidos dentro de la cobertura bosque donde se evidencio una total redundancia en la dieta entre P. achatinus y P. palmeri, lo cual da soporte al grupo ecológico al cual estas dos especies hace parte dadas sus similitudes en cuanto a la historia natural. Es interesante resaltar, aunque coberturas con diferentes historias de uso, donde coberturas naturales como el bosque y el guadual en comparación con coberturas como el pastizal y la casa, muestran una alta complejidad dentro de sus cadenas tróficas (tabla 2, figura 3). Por su parte, dado que el potrero y bosque presentan un estructura de la red trófica similar hace pensar que los anfibios que habitan cada cobertura se han logrado un alto nivel de especialización. En ese senido el potrero, a pesar de ser una cobertura relativamente reciente en el eje cafetero, evidencia un alto grado de especialidad y adaptación por parte de algunos los anfibios. Sin embargo, el bosque demuestra una mayor cantidad de conexiones por especie lo que muestra el alto (y antiguo) grado de especialización de las especies en esta, la cobertura más conservada del presente estudio. Tanto el pastizal como la casa, aunque en diversos estudios se establecen como hábitats que por sus condiciones ambientales y estructurales no son favorables para los anfibios (Urbina-Cardona et al. 2006, Caceres-Andrade- y Urbina-Cardona 2009), presentan una alta fracción de especies basales, evidenciando así una mayor oferta de recursos para las especies de anfibios, mostrando así una alta generalidad de las especies de anfibios en estas coberturas, aportando en gran medida a la funcionalidad del ensamblaje (tabla 2). Por su parte el bosque presenta una condiciones relevante, donde debido a su mayor fracción de especies top, se podría evidenciar una mayor competición por los recursos dada la alta vulnerabilidad presentada en la cadena trofica de esta cobertura (tabla 2). En conclusión sobre el análisis de las redes tróficas, la identidad o composición de las especies, no determina la estructura de cada red. De igual forma, se evidencia un alto grado de especialización en las coberturas de potrero y bosque, siendo las coberturas más contrastantes, mientras que en los cultivos y el ecotono bosque-guadual se evidencia una mayor simplicidad, por lo que es posible que aún se esté dando un proceso de adaptación de las especies a dichos ecotonos. AGRADECIMIENTOS A mi madre y mi familia y todos los que han influido en este camino. A Nicolás y Julio Mario por su guía y apoyo incondicional. A María Ángela Echeverri por sus aportes y ayuda. Jennifer Dunne por su amabilidad y permitirnos el acceso al software Network 3D. LITERATURA CITADA ANDERSON, M. J., GORLEY, R. N. & CLARKE, K. R. 2008. PERMANOVA + for PRIMER: Guide to Software and Statistical Methods. PRIMER-E, Plymouth, UK. DE BELLO, F. DE, LAVOREL, S., DÍAZ, S., HARRINGTON, R., BARDGETT, R., BERG, M., CIPRIOTTI, P., CORNELISSEN, H., FELD, C., HERING, D., SILVA, M., POTTS, S., SANDIN, L., SOUSA, J. P. & STORKEY, J. 2008. 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Cobertura Temporada Cobertura*Temporada Pseudo - F p-perm Pseudo - F p-perm Pseudo - F p-perm D. columbianus 3.67 0.006 1.378 0.24 0.16 0.90 P. achatinus 1.37 0.232 0.19 0.68 1.75 0.17 R. marina 1.77 0.19 2.21 0.14 No test No test P. palmeri 2.33 0.10 0.82 0.52 No test No test E. prosblepon 0.468 0.55 0.21 0.75 No test No test C. fraterdanieli 0.005 0.85 1.02 0.32 No test No test H. colymbiphyllum No test Anexo 2. Resultados del análisis de varianza basado en permutaciones de la morfometría de los individuos de cada especie respecto al tipo de cobertura vegetal, la temporada climática y su interacción Anexo 3. Cobertura 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 Bosque 32.6 9.9 8.9 9.3 6.85 5.25 6.65 5.2 11.85 13.6 21.45 12.05 13.6 21.25 Guadual 27.1 7.9 7.9 8.2 5.8 4.15 5.7 4.4 9.7 10.85 17.15 9.85 11 17.3 Cultivo 26.2 7.72 7.8 8 5.47 4.5 5.47 4.42 9.55 10.47 16.32 9.85 10.8 16.3 Pastizal 25.3 7.75 7.5 8 5.65 4.25 5.6 4.3 9.65 10.45 16.15 9.7 10.5 16.2 Casa 24.5 7.95 7.37 7.85 5.7 4.125 5.75 4.2 9.5 10.3 16.02 9.625 10.27 15.9 Anexo 3. Mediana en mm de los rasgos morfológicos de Dendropsophus columbianus: Longitud rostro-cloaca (1), Ancho boca (2), Ancho cabeza (3), Largo cabeza (4), Largo húmero derecho (5), Largo radioulna derecha (6), Largo húmero izquierdo (7), Largo radioulna izquierda (8), Largo fémur derecho (9), Largo tibiofíbula derecha (10), Largo pie derecho (11), Largo fémur izquierdo (12), Largo tibiofíbula izquierda (13), Largo pie izquierdo (14) Anexo 4. D. columbianus P. achatinus R. marina P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli t p-perm P. achatinus R. marina P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli 6.27 37.43 1.71 4.50 5.91 0.0001 0.0001 0.08 0.0001 0.0001 H. colymbiphyllum 2.66 0.006 R. marina P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli 22.20 2.79 1.79 5.77 0.0001 0.006 0.06 0.0001 H. colymbiphyllum 2.76 0.005 P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli 15.82 15.06 15.60 0.0001 0.0001 0.0001 H. colymbiphyllum 11.39 0.0001 E. prosoblepon C. fraterdanieli 2.19 2.57 0.03 0.012 H. colymbiphyllum 0.95 0.35 C. fraterdanieli 7.55 0.0001 H. colymbiphyllum 3.93 0.0008 H. colymbiphyllum 3.84 0.001 Anexo 4. . Diferencias en la morfometría entre las especies del ensamblaje de anuros en el eje cafetero colombiano. Anexo 5. t p-perm 3.2981 9.8659 4.6171 0.0361 0.0001 0.0027 1.8462 2.6318 2.4012 1.4778 2.4412 3.1434 0.0644 0.0109 0.0111 0.1429 0.0162 0.0051 4.9915 30.673 2.0829 9.3273 0.24044 3.7606 0.0001 0.0001 0.0473 0.0001 1 0.046 0.78257 0.4578 Casa D. columbianus D. columbianus P. achatinus P. achatinus R. marina R. marina Guadual D. columbianus D. columbianus D. columbianus P. achatinus P. achatinus E. prosoblepon P. achatinus E. prosoblepon H. colymbiphyllum E. prosoblepon H. colymbiphyllum H. colymbiphyllum Pastizal D. columbianus D. columbianus D. columbianus P. achatinus. P. achatinus R. marina P. achatinus P. achatinus R. marina P. palmeri R. marina P. palmeri P. palmeri Bosque-guadual E. prosoblepon P. achatinus E. prosoblepon C. fraterdanieli C. fraterdanieli 2.649 4.0233 0.0174 0.0305 1.0355 3.6837 1.3216 5.7804 3.5358 0.75444 4.5664 1.5745 1.6891 3.5277 0.3148 0.0013 0.2511 0.0007 0.0023 0.4722 0.0003 0.1229 0.1022 0.0271 Bosque D. columbianus D. columbianus D. columbianus D. columbianus P. achatinus P. achatinus P. achatinus. P. palmeri. P. palmeri. E. prosoblepon P. achatinus P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli E. prosoblepon C. fraterdanieli C. fraterdanieli Anexo 5. Diferencias entre la morfometría entre las especies del ensamblaje de anuros en el eje cafetero colombiano, dentro de las coberturas analizadas. Anexo 6. 4 Similitu 6 G1 G2 P. palmeri D. columbianus E. prosoblepon P. achatinus C. fraterdanieli R. marina 10 H. colymbiphyllum 8 G3 G4 Especie s Anexo 6. Grupos ecológicos basados en la morfología. Las líneas punteadas de color rojo indican nodos en los cuales no existen diferencias significativas. Nº de especies Anexo 7. 6 4 G4 2 G3 G2 0 Bosque Bosque-Guadual Guadual Cultivo Pastizal G1 Casa Coberturas Anexo 7.Riqueza de grupos ecológicos basados en la morfología entre coberturas vegetales en el eje cafetero, Colombia. Anexo 8. Cobertura Temporada Cobertura*Temporada Pseudo - F p-perm Pseudo - F p-perm Pseudo – F p-perm D. columbianus 0,72367 0,8188 2,3 0.053 0,76846 0,6477 P. achatinus 1,3563 0,1499 0,62977 0,5901 2,26 0,025 R. marina 1,1718 0,3111 1,044 0,3732 No test No test P. palmeri 0.94935 0.511 1.4372 0.1971 No test No test E. prosblepon 2.0834 0.1004 0.84522 0.4282 No test No test C. fraterdanieli 0.24236 0.9075 0.69958 0.7101 No test No test Anexo 8. Resultados del análisis de varianza basado en permutaciones de la composición en la dieta de los individuos de cada especie respecto al tipo de cobertura vegetal, la temporada climática y su interacción. Debido a la falta de datos no se pudo realizar el análisis para H. colymbiphyllum Anexo 9. D. columbianus P. achatinus R. marina P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli t p-perm P. achatinus R. marina P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli 0.99 2.31 0.99 0.77 1.46 0.419 0.0001 0.41 0.77 0.04 H. colymbiphyllum 1.30 0.11 R. marina P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli 2.3739 0.81808 0.92908 1.7243 0.0001 0.69 0.50 0.0088 H. colymbiphyllum P. palmeri E. prosoblepon C. fraterdanieli 1.2827 1.7747 1.4281 0.87352 0.12 0.001 0.03 0.66 H. colymbiphyllum 1.45 0.03 E. prosoblepon C. fraterdanieli 1.026 1.5783 0.37 0.02 H. colymbiphyllum 1.421 0.04 C. fraterdanieli 1.5073 0.03 H. colymbiphyllum 1.1103 0.26 H. colymbiphyllum 1.4222 0.04 Anexo 9. Diferencias en la composición de la dieta entre especies del ensamblaje de anuros en el eje cafetero colombiano. Anexo 10. Temporada climática D. columbianus Lluvias P. achatinus R. marina D. columbianus Sequia P. achatinus t p-perm R. marina R. marina 1.80 0.0042 1.91 0.0017 P. palmeri 1.67 0.0081 P. achatinus 1.57 0.0302 R. marina 2.33 0.0003 R. marina 1.88 0.0006 P. achatinus C. fraterdanieli 1.48 0.0266 R. marina H. colymbiphyllum 1.65 0.0053 Anexo 10. Diferencias en la composición de la dieta en la interacción entre especies*temporada en el ensamblaje de anuros en el eje cafetero colombiano. Anexo 11. 40 Similitud 60 80 Grupo A C. fraterdanieli D. columbianus P. achatinus R. marina E. prosoblepon P. palmeri H. colymbiphyllum 100 Grupo B Especie s Anexo 11. Grupos ecológicos basados en la dieta. Las líneas punteadas de color rojo indican nodos en los cuales no existen diferencias significativas. Anexo 12. Especie Valor de Rho Valor de P D. columbianus -0.117 0.79 P. achatinus -0.025 0.55 R. marina -0.058 0.62 P. palmeri -0.109 0.77 C. fraterdanieli -0.032 0.56 H. colymbiphyllum -0.037 0.56 Anexo 12. Coeficiente de Correlación de Spearman entre la morfometría y la dieta Anexo 13. Ecuación regresión lineal R2 Prueba F P 92 y = 1.68 - 0.3*x 10 11.4 0.001 P. achatinus 96.2 y = 0.44 - 0.21*x 4.6 2.5 0.11 R. marina 96.9 y = 0.98 + 0.19*x 3.6 1.5 0.22 P. palmeri 97.7 y = 0.38 + 0.17*x 2.8 0.46 0.5 E. prosoblepon 95.2 y = 0.4 + 0.026*x -0.7 0.01 0.92 C. fraterdanieli 95.6 y = 0.78 + 0.62*x 38 5.5 0.04 Especie D. columbianus % variación explicada por CP1 H. colymbiphyllum 63.8 y = 0.31 - 0.28*x 0.8 0.43 Anexo 13. Modelos de regresión lineal simple del CP1 y la diversidad en la dieta (Shannon loge) 0.53 Anexo 14. 2 Var. Respuesta Ecuación regresión F P R Riqueza y = 1.11 + 0.27 * x 9.38 0.003 0.075 Margalef d y = 0.25 + 0.29 * x 6.84 0.01 0.084 Shannon (log e) y = 0.22 + 0.29 * x 10.84 0.001 0.086 Simpson y = 0.27 + 0.26 * x 5.56 0.02 0.07 Anexo 14. Modelos de regresión lineal simple del volumen de D. columbianus y la diversidad en la dieta ANEXO MARCO METODOLÓGICO Área de Estudio Los datos utilizados para el presente estudio se obtuvieron a partir de la información recolectada por Hoyos – Hoyos y colaboradores (2012) en el eje cafetero colombiano, en los departamentos del Quindío y Valle del Cauca. Esta región se ve influenciada por la zona de convergencia intertropical, por el relieve montañoso que condiciona la humedad del aire en la cordillera central y el cañón del río Cauca Durante la fase de campo realizada por Hoyos – Hoyos y colaboradores (2012) se visitaron cuatro fincas en el departamento del Quindío: La Ramada (Junio de 2006 y Abril de 2008) ubicada en las coordenadas 04º34’97.7’’N 75º49’89.6’’W, a una altura de 1200 msnm; La Floresta (Noviembre de 2006 y en Junio de 2006 y 2007) ubicada en las coordenadas 04º35’70.6’’N – 75º50’13.4’’W, a una altura de 1180 msnm; Tesalia Baja (Septiembre de 2006 y Noviembre de 2007) ubicada en las coordenadas 04º35’0.85’’N - 75º40’0.12’’W, a una altura de 1620 msnm; y Lusitannia (Junio de 2007) ubicada en las coordenadas 04º41’50.2’’N – 75º50’0.52’’W a una altura de 1200 msnm. En el departamento del Valle del Cauca se realizó la visita a dos fincas: La Comarca (Septiembre de 2006) ubicada en las coordenadas 04º41’45.4’’N – 75º46’0.12’’W, a una altura de 1230 msnm; y El Topacio (Abril de 2008) ubicada en las coordenadas 04º40’24’’N – 75º43’60’’W, a una altura de 1560 msnm.Las fincas donde se recolectaron los datos se caracterizan por un mosaico de un sistema productivo basado en café, banano, pastizales para ganadería, con bosque ripario (Guadua angustifolia), bosque secundario y algunos remanentes de bosque original (Hoyos-Hoyos et al. 2012). Imagen 1. Autor: Julio Mario Hoyos-Hoyos Imagen 3. Autor: Julio Mario Hoyos-Hoyos Imagen 2. Autor: Julio Mario Hoyos-Hoyos Métodos: Recolección de especímenes: A partir de la metodología VES (visual encounter survey sensu Heyer et al. 1994), se realizó la colecta de anuros en las fincas en cada una de las coberturas. A cada uno de los especímenes colectados se les realizo el análisis de dieta a partir de la identificación de los contenidos gastrointestinales y fecales, exceptuando a las especies de serpientes y a una especie de lagarto debido a que solo se capturó un individuo de cada una. Para determinar el tipo de dieta de cada individuo, el contenido de cada muestra se depositó en una caja de Petri con una hoja milimétrica adherida al fondo con el fin de calcular el porcentaje ocupado por cada categoría (Invertebrados, detritus, material vegetal y minerales) (para información detallada revisar Hoyos – Hoyos et al. (2012). Las muestras fueron preservadas en etanol al 70% y fueron depositadas en el Museo de Historia Natural de la Pontificia Universidad Javeriana (MUJ). Los permisos de colecta y sacrificio fueron otorgados por el Ministerio del Medio Ambiente u fueron aprobados por el Comité de Bioética de la Pontificia Universidad Javeriana. Siguiendo parte del protocolo establecido por Luck et al. (2012), este estudio conto con las siguientes fases (Figura 1): Fase 2 Fase 1 Revisión Bibliográfica, selección de rasgos. Fase 3 (Análisis de datos) Diferencias en la riqueza spp. Medición de rasgos seleccionados. PERMANOVA Matriz medidas/ dieta por especie Estandarización datos HoyosHoyos et al (2012) Diferencias en la morfología Análisis de conglomerados Listado potencial de rasgos Figura 4. Diagrama metodológico RELATE y Regresión lineal simple Grupos ecológicos (Morfología y dieta) Relación entre la morfología y la dieta. Selección de rasgos Se seleccionaron los rasgos a partir de literatura consultada donde de alguna forma se relacionara la morfología con la dieta (Ricklefs et al. 1981, Emerson 1985, Hodgkison & Hero 2003, Costa et al. 2008, Goodyear & Pianka 2011, Guzmán & Salazar 2012), además de contar con la consulta a expertos. Tabla de rasgos potenciales a medir • • • • • • largo – ancho – profundidad (altura): cabeza Largo/ancho de la mandibula SVL. Patas: Grosor – Longitud Dieta Uso del hábitat • • • • • Tipo de forrageo Tipo de desplazamiento biomasa Velocidad de la presa Talla de la presa A partir de la revisión de los artículos encontrados se seleccionaron los siguientes rasgos relacionados con los hábitos alimenticios (figura 2): Longitud rostro-cloaca (SLV) Ancho de la Boca (AB) Ancho y Largo de la Cabeza (AC y LC respectivamente) Largo extremidades anteriores (antebrazo (a) y antebrazo (b)) Largo extremidades posteriores (Femur (A), Tibio-Fistula (B) y Pie (C)). Figura 2: Rasgos Morfométricos. Adaptado de Guzmán & Salazar (2012) Dichas medidas fueron tomadas con un calibrador marca Mitutoyo de precisión 0.05 mm. Se utilizó un estereoscopio para la toma de medidas a los individuos que por su tamaño requerían de mayor precisión para identificar los puntos de medida. La toma de dichas medidas fue realizada en el Laboratorio de Herpetología de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Alternamente se estandarizó de la información previamente obtenida por Hoyos – Hoyos y colaboradores (2012), con el fin de relacionarla con la morfométria de cada individuo. Análisis de Datos A partir de la determinación de las riquezas de especies por coberturas, se identificaron las diferencias de la composición, medidas por las distancias de Bray-Curtis, entre las coberturas fueron evaluadas usando un análisis de permutaciones multivariado de varianza (PERMANOVA). Este análisis fue basado en una matriz de similitud de Bray – Curtis, la suma parcial de los cuadrados (tipo III), y 9999 permutaciones aleatorias de los residuales bajo un modelo reducido con la subrutina PERMANOVA (PRIMER v6.1.14 & PERMANOVA add on v1.0.4.; Anderson et al. 2008). Se utilizó el valor de las diferencias entre las medianas (transformadas a raíz cuadrada, lo cual le da más peso a los datos de menor valor y de igual forma le resta peso a los datos con mayor valor (Legendre & Legendre 1998)) de cada variable morfométrica por especie, medidas a partir de las distancias de BrayCurtis (eq. 1 sensu Clarke & Gorley 2006), para el análisis de conglomerados, donde se identificó si existían diferencias significativas entre especies pertenecientes a un grupo a partir de la subrutina de SIMPROF (PRIMER & PERMANOVA add on; Clarke & Gorley 2006). ( ) ∑ (∑ ( ) ) ∑ ( ) Para la identificación de los grupos ecológicos con base en la dieta, se realizó el mismo tratamiento de los datos con la diferencia, que en este análisis se utilizó el promedio del porcentaje de cada categoría de ítems consumido para cada especie, en vez de la mediana. De igual forma, se identificó la riqueza de grupos ecológicos basados tanto en morfometria como en dieta para cada una de las coberturas. Se determinó si existe un efecto entre el tipo de cobertura vegetal, la temporada climática o su interacción en la morfometría y la composición de la dieta de los individuos de cada especie a partir del análisis de permutaciones multivariadas de la varianza (PERMANOVA). Por otra parte, con el fin de establecer la relación de similitud entre la morfometría y la composición en la dieta de cada individuo por especie, se llevó a cabo la rutina RELATE basada en el valor del rango del coeficiente de correlación de Spearman (eq.2 sensu Legendre & Legendre 1998), entre las dos matrices de similitud. De igual forma, se realizó 9,999 permutaciones al coeficiente de correlación entre las dos matrices (Clarke & Gorley 2006). ∑ ( ) Dada la alta colinealidad existente entre las 14 variables morfométricas (más del 90%; anexo 1), se realizó un análisis de componentes principales y, para cada especie, el primer componente (el cual explicó entre el 64 y 98% de la variación; tabla 3) se incorporó como variable independiente en una regresión lineal simple entre con la diversidad (Shannon loge) de la dieta como variable de respuesta en el programa Statistica 8 (StatSoft 2007). Finalmente, para la especie más abundante se realizó una regresión lineal simple entre algunas medidas de diversidad de la dieta (Riqueza, margalef d, Shannon log e y Simpson) como variable de respuesta contra el volumen de D. columbianus. La Ecuación del esferoide es (Valderrama-Vernaza et al. 2009): ) Bibliografía: ANDERSON, M. J., GORLEY, R. N. & CLARKE, K. R. 2008. 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Esta se puede cuantificar a partir de la variación de los rasgos funcionales, que pueden responder de distinta forma en un gradiente de transformación debido a los cambios generados en variables ambientales o su influencia sobre determinada función dentro del ecosistema (figura 1). Transformación Ecosistémica Función Ecosistémica Pérdida de Biodiversidad Gradiente de Transformación Diversidad Funcional de Anuros Cambio Variables Ambientales • Cobertur a Variación Rasgos Funcionales Figura 5 Diagrama conceptual 3.1 Transformación de paisajes naturales y su influencia sobre la biodiversidad Las actividades humanas en paisajes naturales han transformado gran porción de la superficie terrestre en áreas de dominio y manejo de prácticas extractivas humanas. Aunque dichas actividades varían ampliamente a lo largo del planeta, su fin último es la extracción de recursos naturales para suplir las necesidad humanas, generalmente con consecuencias como la degradación de las condiciones ambientales (Foley et al. 2005). Uno de los principales aspectos que se ve afectado por el cambio en el uso y cobertura de la tierra es la biodiversidad (Pimm & Raven, 2000; Sala et al., 1991; Soulé, 1991; Zebisch, Wechsung, & Kenneweg, 2004), la cual se ha visto amenazada debido a procesos de pérdida y fragmentación del hábitat ( Murcia, 1995; Pimm & Raven, 2000). Históricamente, las investigación relacionadas con la afectación a la biodiversidad por parte de los procesos de transformación y modificación del paisaje, han evidenciado una falta de bases conceptuales claras y bien definidas, donde se resalta un sesgo dicotómico a partir de dos líneas de aproximación analizadas por separado (Fischer & Lindenmayer 2007, Didham et al. 2012) La primera se ha desarrollado a partir de una aproximación desde el concepto de respuesta de las especies, donde se han centrado en el análisis individual, planteando que cada una responde de manera individual al ambiente, dependiendo de sus requerimientos específicos (Fischer & Lindenmayer 2007). En ese sentido, es necesario categorizar el rango de procesos que pueden ser afectados cuando se basa en la respuesta individual de una especie. De esta manera definen dos tipos principales: los exógenos, originados independientemente de la biología de la especie, y endógenos originados como parte de la biología de dicha especie (Fischer & Lindenmayer 2007). Cuando se parte de la base del análisis individual de las especies, es de vital importancia la conceptualización de hábitat, el cual se ha definido como el rango de ambientes idóneos para una especie en específico. Generalmente el paisaje ha sido definido como un continuo, caracterizado por un constante de hábitat original, o fragmentado como resultado de un proceso de fragmentación (Fahrig 2003a, Fischer & Lindenmayer 2007). Sin embargo, se ha generado una discusión en la manera como se define el último. El concepto de fragmentación convertido en paradigma, que trata por separado la perdida de hábitat y la fragmentación per se del hábitat (Fahrig 2003a, Didham et al. 2012), donde la primera es reconocida estrictamente como la perdida de la cantidad de hábitat natural como consecuencia de la transformación del paisaje ya sea por causas naturales o por intervención humana (Fahrig 2003b) y la segunda como el rompimiento de una gran extensión de hábitat original, en múltiples parches de menor tamaño aislados entre sí por una matriz de vegetación diferente a la original u otro tipo de uso (Saunders, Hobbs & Margules, 2007; Wilcove, McLellan, & Dobson, 1986). En ese sentido la transformación del paisaje se verá traducida en tres efectos primordiales: el incremento de número de parches, la disminución del tamaño de los parches y el aumento en el asilamiento entre parches (Fahrig 2003a). Siendo esta ultima la base de la segunda línea de aproximación planteada por Fischer & Lindenmayer (2007) orientada por los patrones espaciales, basada en la percepción de los patrones de configuración del paisaje por parte del humano y su relación con la presencia de especies a partir de la medida, por ejemplo de la riqueza de especies. Sin embargo como reconoce Didham et al. (2012) un componente clave para el mejor entendimiento del concepto de fragmentación, es la dependencia inherente de la progresión espacial y temporal de la pérdida del hábitat en la configuración del hábitat resultante. Es decir, la perdida de hábitat puede ocurrir sin la fragmentación per se, pero es imposible que la última ocurra sin la perdida de hábitat. La forma más simple de explicar esta paradoja es tal que los efectos de la pérdida del hábitat son direccionados en gran medida por el cambio en el arreglo espacial del hábitat. De igual forma a través de distintos paisajes con diferentes historias de uso del suelo, y a través de especies con diferentes rasgos, se evidenciaría variaciones empíricas robustas, que darían cabida al análisis de la importancia relativa de relaciones causas directas (perdida de hábitat) vs indirectas (cambios en patrones del paisaje) (Didham et al. 2012). 3.1.2 La agricultura y la pérdida de biodiversidad Uno de los principales factores de transformación de las áreas naturales ha sido la agricultura, la cual es considerada una principales afectaciones sobre la biodiversidad (Saunders et al. 1991a, Soulé 1991, Tilman et al. 2001, Laurance 2010). Desde los primeros 35 años de la revolución verde, la producción agrícola se ha duplicado a un costo ambiental muy alto. Aparte del aumento de gases de efecto invernadero, la agricultura, mediante el uso de recursos naturales limitados y la utilización de químicos pesticidas, afecta el funcionamiento de los procesos ecosistémicos, además de la transformación de las coberturas originales en cultivos (Tilman et al. 2001). Sin embargo existen otras causas de destrucción y degradación del hábitat como la tala, la minería, la pesca de arrastre y la expansión urbana (Laurance 2010) En algunas regiones, más del 93% de la vegetación nativa ha sido reemplazada por áreas de cultivo, las cuales son causa de procesos erosivos extensos de origen eólico o hídrico o la salinización del suelo generando contaminación de suministros de agua para consumo o irrigación (Saunders et al. 1991b). Colombia es uno de los países más diversos en el mundo, y por esta razón resulta ser muy sensible a los cambios de las coberturas naturales (Chaves & Arango, 1998). Etter (1998) establece que debido a la alta presión ejercida sobre los sistemas naturales debido a las actividades humanas, más de la mitad de la cobertura natural ha desaparecido. La Ecorregión del Eje Cafetero es una de las zonas que presenta una mayor tasa de deforestación y pérdida de hábitat en Colombia, conservando solo un 30% de sus bosques naturales (Ecoandina & WWF-Colombia 2004). Sin embargo vale la pena resaltar la importancia que pueden tener estas áreas dentro del contexto de la biodiversidad. Jules & Shahani (2003) argumentan la necesidad de ver la matriz como un arreglo de hábitats, la cual dependiendo de la calidad de esta, cuenta con el potencial de influenciar tanto negativa como positivamente diferentes procesos a nivel de poblaciones como ecosistémicos. Esto además demuestra la falta de conocimiento sobre como los organismos interactúan dentro de los sistemas productivos, base conceptual necesaria para la implementación de estrategias de conservación y manejo sostenible en estas áreas (Hoyos-Hoyos et al. 2012) 3.3 Diversidad funcional y funcionamiento ecosistemico. Las alteraciones sobre los sistemas naturales a escalas locales y globales, han propiciado cambios dramáticos en la estructura y composición de las comunidades bióticas (Hooper et al. 2005). Los cambios en la biodiversidad afectan la forma en que los ecosistemas funcionan al alterar los procesos y servicios ecosistemicos (Hooper et al. 2005, Díaz et al. 2007, Norris et al. 2010). Sin embargo, para poder evaluar de qué manera cambios en las comunidades bióticas afectan los procesos ecosistémicos, es necesario cuantificar la diversidad funcional (Hooper et al. 2005). Aunque se han desarrollado estudios donde se establece la relación entre la biodiversidad y el funcionamiento ecosistemico a partir de análisis enfocados en poblaciones, donde atributos demograficos pueden servir como indicadores de la provisión de servicios ecosistemicos (Luck et al. 2003), como afirma Hooper et al. (2005), el numero de especies por si solo, no es el mejor predictor de las propiedades de los ecosistemas, por esta razón se deben identificar aquellas características o mecanismos mediante los cuales los organismos influencian las propiedades de los ecosistemas y por ende su funcionamiento (Díaz & Cabido 2001, de Bello et al. 2008). Los estudios donde se resalta la relación entre la diversidad y el funcionamiento de los ecosistemas han incrementado notablemente (Schwartz et al. 2000, Hooper et al. 2005), sin embargo la mayoría de estudios realizados en diversidad funcional, se han concentrado en comunidades de plantas, dejando de lado otros niveles tróficos o grupos taxonómicos (Hooper et al. 2005, Luck et al. 2012). En ese sentido, es importante definir algunos conceptos, teniendo en cuenta la falta de información relacionada sobre como la diversidad funcional puede relacionar los rasgos funcionales de diferentes organismos y el funcionamiento de un ecosistema (de Bello et al., 2008): Diversidad Funcional: Puede ser definida como: ―El valor y rango de los rasgos funcionales de los organismos presentes en determinado ecosistema. El valor de los rasgos se refiere a la presencia y la abundancia relativa de valores o tipos. El rango de los rasgos se refiere a la diferencia entre valores extremos de rasgos funcionales‖ (Díaz & Cabido 2001). Otra aproximación a la definición de diversidad funcional puede ser: ―El tipo, rango y abundancia relativa de atributos funcionales en determinada comunidad la diversidad funcional puede ser cuantificada por diferentes componentes, para las cuales los ragos dominantes en una comunidad (expresados en la frecunecia relativa de determinado grupo funcional) y la divergencia funcional (representada como el grado de disimilaridad y complementariedad en el valor de un rasgo dentro de una comunidad) resultan ser los mas importantes‖ (de Bello et al., 2008). Rasgos funcionales y Rasgos: Es de vital importancia, como señalan Violle et al. (2007), aclarar la confusión que se ha dado, al definir este concepto dada la ambigüedad que se ha evidenciado en los distintos estudios que se basan en este marco conceptual. De esta manera sugiere definir el concepto de Rasgo como cualquier aspecto morfológico, fisiológico o fenológico, medible a nivel de individuo sin hacer referencia sobre ninguna función en específico. Una definición similar establece: Propiedad de un organismo, medible y bien definida; usualmente medida a nivel de individuo y comparable entre especies (McGill et al. 2006, Pla et al. 2012). Por su parte el concepto de Rasgo funcional se define como la característica de un organismo que esta fuertemente relacionada con su función dentro de un ecosistéma. Este se puede categorizar de dos formas, aquellos rasgos que son determinantes en la respuesta de un organismo al cambio a las condiciones ambientales (rasgo de respuesta), o aquellos rasgos que determinan el efecto de un organismo sobre el funcionamiento del ecosistema (rasgo de efecto) (de Bello et al., 2008; Díaz & Cabido, 2001; Hooper et al., 2005). Grupos ecológicos: Partiendo de la necesidad de generar aproximaciones más generalizadas, donde el conocimiento adquirido a partir del estudio individual por especies, ha permitido generar sistemas de categorización donde la similitud entre especies en cuanto a estrategias de vida y rasgos, son clasificados en grupos ecológicos tales como grupos funcionales, tipos funcionales o gremios (Blaum et al. 2011). Dos aproximaciones se han generado para la definición de estos conceptos. La primera enfocada en las especies que utilizan de manera similar un recurso y la segunda dividida en dos puntos de vista sobre la manera en que se establecen las interacciones especie-medio ambiente (Blaum et al. 2011). Es la primera aproximación que se basa en el concepto de gremio, donde el uso de recursos es relacionado tanto para áreas de forrajeo o reproducción, viendose entonces una superposición significativa en sus requerimientos de nicho. Esto podria determinar la manera en que interaccionan miembros de un mismo grupo y de igual forma interacciones establecidas entre grupos (Blaum et al. 2011). Por su parte la segunda aproximación permite las siguientes definiciones: El grupo o conjunto de organismos que comparten respuestas similares al ambiente y efectos similares en el funcionamiento del ecosistema (Díaz & Cabido 2001, Hooper et al. 2005, de Bello et al. 2008). Cabe señalar que tanto Diaz & Cabido (2001) como Hooper et al. (2005) utilizan el término de Tipo Funcional para esta definición mientras de Bello et al. (2008) utiliza el téermino de Grupo funcional. De igual forma tanto de Bello et al. (2008) y Blaum et al. (2011), aclaran que el termino de grupo funcional de respueta tambien es referido comunmente como ―gremio‖, especialmente cuando se refiere a animales donde el uso de un recurso determina la respuesta a las condiciones ambientales. Redundancia funcional: Este termino es uno de los conceptos de mayor interes dentro de las bases de la conservación. De manera general se refiere a la redundancia funcional cuando la pérdida de una especie no afecta el funcionamiento de determinado proceso, debido a la presencia de una o más especies que compensen dicha función (Díaz & Cabido 2001). En este sentido en la medida en que un grupo ecológico sea compuesto por la mayor cantidad de especies, es menor la probabilidad que la función o proceso se vea afectado por la falta de alguna de las especies pertenecientes a dicho grupo, manteniendo así las propiedades del ecosistema. 3.2 Transformación del paisaje y sus implicaciones sobre la ecología de los Anuros. Las actividades humanas que generan perdida, aislamiento o degradación del hábitat, inciden de manera directa sobre las probabilidades de persistencia de los organismos y de manera indirecta con los organismos que interactúan. Los procesos de fragmentación pueden tener un efecto negativo sobre el sistema al alterar la abundancia y composición de las especies (Murcia 2002, Vitt & Caldwell 2009), además, aunque puede afectar a la mayoría de especies presentes, estas pueden responder de manera distinta una de otra (Pineda et al. 2005). Dicha respuesta dependerá de la historia natural de las especies, teniendo en cuenta sus modos reproductivos, estrategias de forrajeo, tamaño corporal y la amplitud de la dieta (Suazo-Ortuño et al. 2008, Hoyos-Hoyos et al. 2012). Uno de los aspectos anteriormente mencionados, que se puede ver altamente afectado por la perdida y fragmentación del hábitat, son los hábitos alimenticios (Hoyos-Hoyos et al. 2012); donde caracteres como el comportamiento, la fisiología y la morfología, determinarán la manera en cómo se relacionan entre competidores y niveles tróficos superiores (Toft 1981, Lima & Magnusson 2000, Vitt & Caldwell 2009). El comportamiento de alimentación es un atributo fundamental, donde el éxito del forrajeo está relacionado con el comportamiento de búsqueda, en ese sentido la habilidad para encontrar una presa afecta el consumo de alimento y así mismo la cantidad de energía necesaria para esta actividad (Miles et al. 2007). Dos modos de forrajeo son ampliamente reconocidos: Forrajeo ―Sit and Wait‖ y forrajeo activo. Aquellos cuya estrategia de forrajeo se basa en mantenerse inmóvil y atacar aquellas presas móviles que pasan por su campo visual, pertenecen al primer grupo mencionado. Esta estrategia se caracteriza por el menor gasto de tiempo y energía para encontrar una presa, sin embargo implica una inversión más alta al atrapar y manipular la presa. Por su parte, los forrajeros activos, se desplazan a través de su ambiente en busca de presas invirtiendo a diferencia del grupo anterior, mayor energía en la búsqueda de presas, pero una menor cantidad de energía en la captura y manipulación de la misma (Vitt & Caldwell 2009). Sin embargo, los modos de forrajeo presentan numerosas correlaciones con aspectos como la ecología, comportamiento, fisiología e historia de vida (Vitt & Caldwell 2009). De esta manera, como sintetiza Perry & Pianka (1997), se pueden resaltar 3 grandes grupos de factores que afectar la estrategia de forrajeo. Los factores externos, como la oferta de presas, riesgo de predación, estructura del hábitat en términos de disponibilidad de percha, entre otros; los factores internos, como el hambre, experiencias aprendidas y la especificidad de dieta, requerimientos nutricionales; y por último los factores históricos, tales como limitaciones sensoriales, parámetros fisiológicos, y características morfológicas entre otras. Diferentes estudios han establecido la relación entre rasgos morfológicos, estrategias de forrajeo y dieta. De manera general dentro del campo de la herpetología, los estudios se han centrado en el grupo de las lagartijas, donde evalúan la relación entre el tamaño corporal representado por la longitud rostrocloaca y el tamaño de presas que estos ingieren, así como la relación entre las estrategias de forraje y la dieta (Huey & Pianka 1981, Hirai & Matsui 2002, Muñoz-Guerrero et al. 2007, Costa et al. 2008). Por otro lado estudios enfocados tanto en ranas y sapos como lagartijas han evaluado la relación entre diferentes rasgos morfológicos con la dieta que estos organismos consumen (Toft 1981, Losos 2009) Diversos autores han señalado como el tamaño corporal tanto en anfibios como reptiles ha determinado las estrategias de forrajeo y en ese sentido la dieta consumida. Aquellos de mayor tamaño se plantea, tienen un mayor rango geográfico dándoles la posibilidad de una mayor oferta de presas, así como la capacidad de comer tanto presas pequeñas como grandes, a diferencia de aquellas especies pequeñas que solo pueden comer presas pequeñas un rango de espacio menor (Costa et al. 2008). Además estudios han demostrado la relación entre algunos rasgos morfológicos de la cabeza, como el largo y ancho, así como características de la mandíbula determinan el volumen de presas consumidas (Emerson 1985, Guzmán & Salazar 2012) Bibliografía DE BELLO, F. 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