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MAPA CONCEPTUAL El Antiguo Régimen. 1. Política. 2. Estructura social. 3. Demografía y población. 4. Economía. 5. La Ilustración. 2.1. La Ilustración. 2.2. El Despotismo Ilustrado 6. Los Borbones en España. 3.1. La Guerra de Sucesión y los Borbones. 3.2. La América española del siglo XVIII. El Antiguo Régimen. Definición El Antiguo Régimen podría definirse como el conjunto de rasgos políticos, económicos y sociales que caracterizan a la sociedad europea durante los siglos XVII y XVIII. 1. Política. La Monarquía Absoluta. En la segunda mitad del siglo XVII el rey de Francia Luis XIV, instituye un estado absoluto, con el cual centraliza todo el poder en su persona. La necesidad de una autoridad fuerte dio como resultado la irrupción de las monarquías absolutas, en las cuales el rey detenta todos los poderes, sin ningún otro poder moderador que limite su autoridad: o Poder ejecutivo: el rey administra y gobierna el reino personalmente. El monarca recibe el poder de Dios y solo rinde cuentas ante él de su gestión. o Poder legislativo: el rey dicta las leyes sin contar con nadie. o Poder judicial: el rey es el juez supremo y aplica su justicia a través de los jueces que nombra personalmente. La nobleza acepta este nuevo régimen que lo desliga totalmente del poder y del control del ejercicio político por parte del rey. “Los nobles no se dan cuenta que están secuestrados física y políticamente en el palacio de Versalles con Luis XIV”. 1.1. La Monarquía Parlamentaria. Es el régimen político que se instaura en la segunda mitad del siglo XVII en Inglaterra como consecuencias de las dos revoluciones llevadas a cabo por el pueblo durante esa centuria. Los ingleses obligan a su rey a ceder parte de su poder al parlamento. En 1689 el rey de Inglaterra debe de firmar el Acta Parlamentaria, en la cual acepta que su poder sea controlado y moderado por el parlamento. De este modo, el rey no puede crear impuestos, hacer leyes, movilizar el ejército, etc., sin la aprobación del parlamento. 2. Estructura Social. En el Antiguo Régimen se habla de una sociedad estamental, que son los grupos sociales que existían en la época. Estos grupos sociales son cerrados, por lo que su condición social se define por el nacimiento y no por los méritos o la riqueza. De esta forma, uno pertenece siempre al grupo social en el que nace (se dieron algunas excepciones entre la rica burguesía). Los privilegiados. Formada por la nobleza y el alto clero. Entre los privilegios más importantes que detentaban encontramos: no pagan impuestos, ocupaban los cargos más importantes de la corte , el tener leyes propias y derecho de mayorazgo, es decir, que todo el patrimonio lo heredaba el hijo mayor (bienes en mano muerta). Dentro de la nobleza debemos distinguir por su importancia económica y social entre la alta nobleza o grandes de España y la mediana y pequeña nobleza. Dentro de la Iglesia ocurre igual, pues los altos cargos eclesiásticos (obispos, abades, etc.) están reservados a los hijos de la nobleza. Los no privilegiados. Formados por el resto de la sociedad ( campesinos, artesanos, comerciantes, etc.). Entre ellos existe una gran diferencia económica que va, desde los campesinos que trabajan las tierras del señor o noble en régimen de servidumbre no teniendo ni en propiedad sus manos para trabajar, hasta los más ricos banqueros o mercaderes que frecuentan la corte y pueden llegar a conseguir por sus servicios a la corona (préstamos que no puede el rey devolver) un título nobiliario; la mayor aspiración entre cualquier no privilegiado rico. 3. Demografía y Población. Nos encontramos en unas fechas de escaso crecimiento de la población y de una esperanza de vida situada entre los 35-40 años. A pesar de una alta natalidad y fecundidad, se verán compensadas por una altísima mortalidad, por causas como: las enfermedades epidémicas: peste, tuberculosis, cólera, etc. Mortalidad catastrófica. Continuas guerras. La mala alimentación. El frágil equilibrio entre población y recursos (alimentos). La falta de higiene, la pobre sanidad y una medicina natural poco eficaz, etc. Esta dinámica en la población empieza a cambiar en la segunda mitad del siglo XVIII gracias a los avances en todos los aspectos relacionados anteriormente: medicina (vacuna contra la viruela en 1798); agricultura (rotación cuatrienal y máquinas); higiene (sosa caústica); etc. Todo ello permitió un considerable descenso de la mortalidad, que se hará evidente ya en el siglo XIX. Una población mejor alimentada suponía que estaba mejor preparada físicamente para afrontar cualquier enfermedad. Cuando empiezan a desaparecer las hambrunas se reducen las epidemias. 4. Economía. La base de la economía y la riqueza hasta el advenimiento de la Revolución Industrial se basa en la agricultura y la posesión de la tierra por la nobleza y la Iglesia(señoríos). Durante el Antiguo Régimen el 80% de la población trabajaba en el campo o actividades primarias. Otros trabajos de rango menor para la época, pero de gran importancia económica, son los relacionados con el comercio, la artesanía, la banca, etc., se desarrollan mayormente en las ciudades o Burgos. Estas actividades se organizan en gremios, que son asociaciones de oficios que controlan una actividad determinada y, a la cual, no se puede acceder salvo por aprobación del gremio. Las actividades más pujantes y lucrativas son: el comercio colonial y la banca. Las causas principales son: El proteccionismo real: el rey crea leyes para favorecer a sus comerciantes, mercaderes y artesanos frente a los extranjeros. Desarrollo del préstamo y de los seguros comerciales . Creación de las manufacturas reales en productos de lujo (cristal de bohemia, porcelana, tapices, etc), con el monopolio de fabricación para el rey. Aumento de la población, lo que supone un crecimiento de la demanda. Mejora de las vías de comunicación (carreteras, canales, barcos mercantes) El gran desarrollo del comercio colonial y el tráfico de esclavos, con el llamado comercio triangular: Consistía: en África se cambian productos manufacturados europeos por esclavos; los esclavos son vendidos en América para trabajar en las plantaciones y, con ese dinero, se compra azúcar, café, tabaco, algodón, etc., que se vende en Europa. 5. La Ilustración. El Despotismo Ilustrado. 5.1. La Ilustración. En el siglo XVII surge la ciencia moderna basada en el racionalismo, según la cual el hombre solo podía acceder a la verdad a través de la razón, la experimentación y el análisis, sin la intervención divina. En el siglo XVIII, ya bien afianzado el espíritu racionalista, surge un nuevo movimiento filosófico, literario y científico en Europa, llamado la Ilustración. Sus ideas fundamentales consistían en: La razón: método para conseguir la verdad, a través de un espíritu crítico, que nos mostrará el camino para alcanzar la felicidad. El progreso: gracias a la ciencia y a la técnica la humanidad podrá evolucionar al margen de las creencias religiosas (todo aquel que contradijera los dogmas de la Iglesia podía terminar en la hoguera). Newton fue uno de los principales impulsores de la ciencia moderna. Política y sociedad: defienden la separación de los tres poderes (Montesquieu): ejecutivo, legislativo y judicial. Los gobernantes deben de facilitar la consecución de la felicidad y la prosperidad de su pueblo. Defienden una sociedad igualitaria, no basada en los privilegios, y que participe en el gobierno. Educación: debe de desprender a la gente de su ignorancia y, así llegarán a ser libres y felices. Los principales ilustrados fueron los franceses Voltaire , Rousseau y Montesquieu (primera mitad del siglo XVIII). El pensamiento ilustrado fue divulgado en libros, gacetas, tertulias, etc.; pero el principal medio de transmisión de sus revolucionarias ideas fue la Enciclopedia (publicada su primera edición por Diderot y D`Alambert en 1751). Ésta era una compilación de todos los saberes de la época. 5.2. El Despotismo Ilustrado. Los monarcas del siglo XVIII aprovechan algunas de las novedades aportadas por la ilustración para afianzar su poder absoluto, dando origen a un nuevo concepto político: el despotismo ilustrado. Los déspotas ilustrados se rodean de intelectuales de la época para que les asesoren en materia social, económica y educativa, con la intención de hacer progresar su estado. Pero el fin último, no era la prosperidad y felicidad del pueblo, sino afianzar su poder, aumentar sus ingresos y ampliar sus dominios. No por casualidad, el lema de los reyes de la época era: “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Los monarcas ilustrados pusieron las bases para el progreso de sus países, pero esas mejoras en la agricultura, transportes, educación, economía, etc., entraban en contradicción con un gobierno absolutista, pues los verdaderamente beneficiados eran las clases poderosas, sin consentir la movilidad social que permitía el nuevo dinamismo económico de los estados; por lo que el despotismo ilustrado propició, sin quererlo, el germen de su propia desaparición: las revoluciones liberales. FEDERICO II Y SU CORTE 6. Los Borbones. 6.1. La Guerra de Sucesión y los Borbones. En 1700 Carlos II de Austria muere sin descendencia y será sustituido en el trono por Felipe de Anjou (bisnieto de Felipe IV de España y nieto de Luis XIV de Francia), quien será coronado como Felipe V (una nueva dinastía reina en España, los Borbones). Su acceso al trono se produce en 1700, pero su reconocimiento en Europa se hará tras la Guerra de Sucesión (1701-1713), que enfrentó a los partidarios de los dos candidatos al trono: Felipe y el archiduque Carlos de Austria. La guerra tuvo dos frentes: La guerra internacional, que enfrentó a Francia-España y dirigida por Luis XIV contra la Alianza de la Haya (Gran Bretaña, Holanda, Austria, Prusia, Portugal y Saboya), con victoria para los aliados. La guerra civil, puesto que España estaba dividida en su apoyo a los dos candidatos. La guerra finalizó con el Tratado de Utrecht (1713), por el cual Felipe fue reconocido como rey de España, pero, a cambio, se hicieron concesiones territoriales a una serie de estados: Gran Bretaña: Menorca y Gibraltar. Austria: Países Bajos españoles y las posesiones en Italia, salvo Sicilia que se cede a Saboya. La victoria de Felipe V supuso grandes cambios (Absolutismo centralista), sobre todo a nivel político-institucional, ya que se publicaron los Decretos de Nueva Planta, por lo cual, todas los reinos de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña, que apoyaron a Carlos) perdían sus fueros y libertades. A partir de ahora habrá un sistema legal y fiscal centralizado en Madrid para todo el reino, salvo Navarra y País Vasco. FELIPE V - Fernando VI (1746-1759). España se mantendrá neutral en los conflictos europeos, permitiendo que, después de muchas décadas, las arcas reales se recuperen y se consiga una cierta estabilidad económica, aprovechada para aumentar las reformas.: reforma de la Hacienda (catastro), creó la Real Academia de Bellas Artes, etc. Muere sin descendencia y lo sustituye su hermano. - Carlos III (1759-1788). Durante su reinado es cuando se hace evidente el espíritu renovador ilustrado, ampliando y mejorando las reformas llevadas a cabo por su hermano. Los ilustrados proponen al rey las reformas necesarias para el desarrollo y progreso del país en todos los sectores y, de esta forma, intentar devolverle su influencia y reputación en Europa. Pero su participación en las guerras europeas buscando recuperar ese prestigio perdido, volverán a ahogar las arcas reales y limitar los alcances de los proyectos desarrollados o por desarrollar. Además, la subida de impuestos en América para financiar los proyectos reales y sus guerras, provocó un gran descontento, siendo el germen de los futuros movimientos independentistas. Con Carlos III se potenció la industria y el comercio, aumentaron los intercambios con América, se mejoraron las comunicaciones, construcción de obras civiles y militares, estas últimas en lugares estratégicos en la costa española y americana, se fomentó la educación, se redujo la influencia de la Iglesia (expulsión de los Jesuitas, 1767) y se repoblaron algunas zonas del país. 3.2. La América española en el siglo XVIII. Es un siglo de prosperidad debido a una mejor explotación y aprovechamiento de los recursos (metales preciosos y productos tropicales -azúcar, cacao, telas, etc.-) y a las medidas reformistas, centradas principalmente en: Los altos cargos son ocupados por peninsulares y no criollos, lo que provoca el malestar de estos últimos. La creación de dos nuevos virreinatos, el de la Plata (Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia) y el de Nueva Granada (Venezuela, Colombia y Panamá), que se añaden al de Perú (Perú, Chile y Ecuador) y Nueva España (Centro América y el suroeste de EE. UU). Monopolio del comercio con América. Todos los productos que se dirijan a América o vengan de allí, tienen que pasar por el puerto de Cádiz. Libertad comercial entre España y América desde 1778. La labor misionera al norte de Nueva España. Las reducciones, donde se concentra a los indios y se les da formación religiosa y se les reparte tierras. La creación de universidades y las expediciones científicas,