Download Autor - Encuentro de Economía Aplicada
Document related concepts
Transcript
VI ENCUENTRO DE ECONOMÍA APLICADA ELABORACIÓN DE UN INDICADOR SINTÉTICO DE LA NUEVA ECONOMÍA PARA LOS PAÍSES DE LA UNIÓN EUROPEA Autor Sánchez de la Vega, José Carlos Profesor Titular de Universidad Departamento de Economía Aplicada Universidad de Murcia Facultad de Economía y Empresa Campus de Espinardo 30100, Murcia Tlfno: (968) 36 37 68 Fax: (968) 36 37 45 E-mail: jcarlos@um.es TÍTULO: ELABORACIÓN DE UN INDICADOR SINTÉTICO DE LA NUEVA ECONOMÍA PARA LOS PAÍSES DE LA UNIÓN EUROPEA Resumen El presente trabajo se enmarca dentro de los esfuerzos por cuantificar la denominada Nueva Economía. La implantación cada vez más importante de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en la sociedad, y su impacto en las economías modernas plantean la necesidad de analizar este fenómeno desde todas sus vertientes. Las grandes innovaciones tecnológicas, la profundización en el proceso de liberalización de los mercados internacionales y los cambios en la gestión empresarial, actúan como soporte y fuerzas impulsoras del avance de este modelo económico. Tomando como punto de partida la propuesta realizada por el Progressive Policy Institute (PPI) en sus informes sobre la Nueva Economía en diferentes ámbitos de los Estados Unidos, se adapta la misma al contexto europeo (14 países de la UE, excluido Luxemburgo) mediante la aplicación del método Distancia-P de Pena Trapero (1977), obteniendo un indicador sintético a partir de 19 variables agrupadas en 5 categorías representativas de la Nueva Economía: trabajadores del conocimiento, globalización, dinamismo y competencia, transformación a la economía digital e infraestructuras de innovación. El análisis de las disparidades existentes en el seno de la UE se complementa con un estudio más detallado del caso español, dando cuenta de los esfuerzos públicos previstos en el Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica (2000-2003). 2 1. Introducción. Desde mediados de los años 80, y al amparo del desarrollo de las nuevas tecnologías, comenzó a debatirse sobre la existencia de un nuevo modelo económico caracterizado por altas tasas de crecimiento, creador de empleo y compatible con una inflación moderada. Las grandes innovaciones tecnológicas y la profundización en el proceso de liberalización de los mercados internacionales, servirían como soporte y fuerzas impulsoras del avance de este modelo para el que se acuñó el término Nueva Economía (en adelante, NE). En una primera aproximación, este concepto se identificaría con la innovación y las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (en adelante, TIC). Sin embargo, ésta no sería más que una visión muy limitada ya que su trascendencia real vendría representada además por aspectos como la globalización y las nuevas formas de gestión empresarial. Es evidente que estos tres aspectos suponen una significativa transformación de la economía, particularmente importante cuando interactúan, puesto que provocan un cambio radical que se explica con el término NE. La globalización incluye la creación de mercados amplios y cambiantes, la puesta en marcha de procesos de fusión y adquisición, el desarrollo de grandes flujos de capitales, la movilidad de las áreas de negocio de las empresas o la creación de zonas económicas supranacionales. Los efectos directos de la innovación tecnológica se concretan en mejoras de productividad y menores tensiones inflacionistas, pérdida de importancia relativa del capital físico frente al conocimiento y la innovación, alteraciones en las estructuras 3 productivas, procesos de desregulación y liberalización e impulso de nuevas profesiones. Por último, las formas de gestión empresarial han de adaptarse al cambio a través de procesos productivos más flexibles, fomento de la innovación, nuevas formas de contratación y colaboración con clientes y proveedores, modificación de los hábitos de trabajo tradicionales e importancia de la formación continuada. Algunos indicios avalan las posiciones de aquéllos que defienden la existencia de este nuevo modelo. Así, es innegable que nos encontramos ante una etapa de intensa innovación tecnológica, que además se difunde cada vez con más rapidez. Es igualmente evidente que los ciclos expansivos tienen una mayor duración y que se desarrollan bajo un escenario de contención de precios y ganancias de productividad, como también lo es la posición día a día más dominante de los productos intangibles frente a los bienes físicos, así como la acuñación de nuevos conceptos al amparo de las TIC1. Sin embargo, para los más escépticos, el momento que vivimos no es sustancialmente diferente a otros grandes cambios que se han producido en la historia económica, que además tuvieron una mayor expansión en contraposición con el carácter más localista de la NE. De hecho, los rasgos que permiten identificar este concepto los encontramos fundamentalmente en los EE.UU. Además, incluso en este ámbito, los EE.UU., el denominado “boom” tecnológico parece haber tocado techo, por lo que, en las demás economías, como las europeas, que han incorporado con cierto desfase los avances y las nuevas formas empresariales, 1 Para un mayor detalle pueden consultarse los trabajos de Pulido (2000) o Argandoña (2001). 4 puede pensarse que es sólo cuestión de tiempo que también en ellas pierda fuerza el efecto dinamizador de las TIC. Sea como fuere, tanto si hablamos de nueva economía como si lo hacemos de la “economía de lo nuevo”, no hay duda de que nos encontramos en una fase de cambio sobre la que parece existir un cierto consenso respecto a los factores que impulsan o condicionan dicho cambio. Bajo este prisma, el presente trabajo aborda la cuantificación conjunta de las nuevas tecnologías, la integración económica y las nuevas formas empresariales en el contexto de la Unión Europea (UE), mediante la elaboración de un indicador sintético que aglutine estas tres fuerzas y que permita obtener una ordenación de los países estudiados. Dada la inexistencia de una variable objetivo clara, se propone la aplicación de un método de distancia, concretamente el método de la Distancia-P, el cual se explica de forma sintética en el siguiente apartado. Posteriormente, en el tercer apartado se aborda la aplicación de esta metodología al caso de los países de la UE, presentando los principales resultados. Finalmente, se enumeran algunas conclusiones que se derivan de este trabajo, haciendo especial mención a la situación que ocupa España y a los esfuerzos que en el ámbito de las TIC se han previsto para reducir el desfase tecnológico existente. 5 2. Método de la Distancia-P. En el proceso de elaboración de indicadores agregados que tratan de dar cuenta de la situación y evolución de una realidad económica, el primer paso consiste en definir y acotar claramente el objeto de la medición. En la mayoría de los casos esta variable objetivo está perfectamente identificada, de tal forma que la principal complicación deriva de la obtención de relaciones estables que permitan modelizar el comportamiento de aquélla a partir de indicadores parciales disponibles con mayor frecuencia. Sin embargo, en otras ocasiones, esta primera fase se complica considerablemente puesto que los conceptos que se pretenden medir no son sencillos de definir por su amplitud y su carácter novedoso. La segunda etapa consiste en la adecuada selección de los indicadores parciales que incorporen con el mayor rigor y cantidad la información requerida. Este paso, que debe hacerse atendiendo a criterios como los de disponibilidad, calidad estadística o, sobre todo, significado económico, no presenta una excesiva complejidad cuando, como ocurre en este trabajo, se hace uso de variables de frecuencia anual, lo cual evita problemas derivados de la estacionalidad o el efecto calendario presente en series de periodicidad inferior, y el análisis es estático. No obstante, la principal dificultad con la que volvemos a encontrarnos radica en la identificación y elección de variables que permitan aproximarnos a los conceptos parciales que queremos medir, dada su imprecisión. En nuestro caso, ni el objetivo final (concepto de NE), ni los intermedios (globalización, dinamismo y competencia o transformación digital), permiten encontrar fácilmente variables proxy que puedan ser utilizadas en la aplicación de los métodos 6 tradicionales de elaboración de indicadores sintéticos. Esta circunstancia impide el recurso a procedimientos de obtención de las ponderaciones basados en los análisis de regresión o de correlación entre dichas variables objetivo (dependientes) y los indicadores parciales (independientes). Finalmente, y asumiendo la idoneidad de las variables elegidas en respuesta a las definiciones empleadas, sobre lo que volveremos en el apartado siguiente, la medición de la NE a través de un indicador agregado obtenido a partir de parciales tropieza con dos escollos básicos: a) La dificultad de aditividad de los simples. b) La dificultad de ponderar cada uno de ellos para llegar finalmente al agregado. Para solventarlos, se ha optado por utilizar el concepto de “distancia”, y más concretamente, el método Distancia-P (DP) propuesto por Pena Trapero (1977). El problema planteado surge de la existencia de datos correspondientes a p características de “n” individuos (por ejemplo, países). En un primer nivel el objetivo es reducir la dimensionalidad del conjunto de variables mediante la obtención de indicadores parciales que sinteticen la información contenida en las variables elegidas para cada categoría. Y, en un segundo nivel, obtener un indicador sintético de la nueva economía (en adelante, ISNE) como agregación de los indicadores parciales que permita una ordenación de los países de la UE en este contexto. Genéricamente, siendo I I1, I 2 ...Ii ...I n el vector de los indicadores parciales de cada categoría, donde Ii fi x1i , x2i ,...xmi , el objetivo final es obtener un indicador sintético o global de la forma I S f S I1, I 2 ,...I n . 7 De forma simplificada2, el método DP plantea, inicialmente y dada la heterogeneidad de las medidas de cada componente, la necesidad de expresar los indicadores en unidades abstractas con independencia de las utilizadas en las variables. Para ello se utiliza la noción de “distancia”, concretamente, se parte del concepto de Distancia-F de Frechet. Si designamos xMIN ,i al estado “norma o base de referencia” de dicho componente (en nuestro caso el valor mínimo), dispondremos de un vector base de referencia que designamos por X MIN y cuya expresión es: X MIN xMIN ,1, xMIN , 2 ,..., xMIN ,i ,...xMIN , n [3.1] siendo n es el número de componentes. A partir de este vector, la Distancia-F tiene la expresión: n x ji xMIN ,i i 1 i DF n di i 1 i [3.2] donde x ji es el estado en que se encuentra el individuo j en el componente i-ésimo, di la distancia de cada observación del componente i al valor mínimo del mismo y i la desviación típica de los valores de dicho componente. La elección del vector de mínimos como vector base de referencia evita que se obtengan valores negativos, así como interpretar los resultados parciales y el final en términos de la situación de cada entorno respecto al hipotético país que presenta los 2 Un desarrollo más exhaustivo puede encontrarse en Pena Trapero (1977 y 1979) donde se aplica esta metodología para la medición del concepto de bienestar. 8 menores valores en todos los componentes y por tanto la menor implantación de la NE, permitiendo igualmente obtener una ordenación de los mismos3. Por otro lado, la división por i hace que las distancias se midan tipificadas tomando como medida la desviación estándar. Con ello se consigue que las distancias de cada componente queden expresadas en unidades abstractas y tenga pleno sentido la aditividad. Igualmente, y como se señala en Pena Trapero (1979), i puede interpretarse como una ponderación4. Sin embargo, el empleo de este concepto de distancia no es válido cuando se presume que existe alguna relación directa entre variables o entre indicadores parciales, puesto que en el indicador final cierta información aparecería duplicada. Por tanto, para eliminar el efecto dependencia, es decir, la información ya contenida en otras variables o en otros indicadores precedentes, se introduce un factor de corrección mediante el coeficiente de determinación de las regresiones entre las diferentes variables o indicadores parciales5. Introduciendo este factor en la expresión [3.2] se obtiene la fórmula de la DP en los siguientes términos: n DP di i 1 i 1 Ri2,i 1,i 2...1 3 [3.3] Todos las variables contribuyen positivamente a los indicadores parciales, de igual forma que éstos lo hacen en el indicador final (a mayor distancia mayor penetración). 4 “…las distancias entre los dos países, para cada componente, vienen ponderadas por la inversa de i, de forma que la contribución de cada di al indicador global es inversamente proporcional a la desviación típica del componente respectivo. Una justificación de esta forma de ponderación podría encontrarse en la analogía con la regresión ponderada que se aplica en los modelos heterocedásticos. Así, parece lógico dar menos importancia a aquellas distancias que tienen una gran variabilidad que a aquellas que la tienen pequeña”. 5 Implícitamente, se está asumiendo que la dependencia existente en todos los casos es lineal (hipótesis de linealidad). 9 El empleo de este nuevo concepto de distancia permite que, al introducir un nuevo sumando, se elimine la información contenida en los anteriores sumandos a partir del grado de asociación existente entre ellos6. Así, el factor 1 Ri2,i 1,i 2...1 deduce de los valores observados la parte de la variación explicada por la dependencia lineal. Por último, y dado que los resultados de la DP varían según el orden en que se introduzcan las variables o los indicadores parciales, al modificarse los coeficientes de determinación, es necesario seguir un método de jerarquización que permita obtener un único orden de entrada en los indicadores parciales o en el agregado. De forma simplificada, este método se aplica en las siguientes fases: 1) Se calcula la serie de valores de la DF obtenida al comparar cada país con el vector base de referencia (vector de mínimos). 2) Posteriormente, se calcula la correlación entre la serie de valores de cada componente para los distintos países y la serie de DF, ordenando los componentes de mayor a menor según los valores del coeficiente de correlación simple. 3) Seguidamente, se calcula la DP haciendo entrar los componentes según el orden obtenido en la etapa anterior. Esta distancia puede designarse DP1. 4) Se ordenan de nuevo los componentes, en esta ocasión a partir de la correlación existente entre cada uno de ellos y la DP1, volviendo a calcular la DP según este nuevo orden de entrada, designándola DP2. 6 Ivanovic (1963) utiliza como factor de corrección los coeficientes de correlación parcial (Distancia-I), considerando así la dependencia entre un indicador y los que le preceden en el orden de entrada. 10 5) Se itera el procedimiento 4) empleando ahora DP2 y se prosigue sucesivamente hasta lograr la estabilización del resultado así obtenido. Dado que el objetivo perseguido es difícil de señalar, el valor numérico del indicador de distancia que obtenemos siguiendo la metodología anteriormente expuesta carece de significación precisa, sin embargo, puede servir para comparar la situación de los distintos países y establecer una ordenación de los mismos a partir de este criterio. Igualmente, su aplicación a otros países o para los mismos en otro momento del tiempo permite analizar los cambios en la posición relativa e incluso identificar los factores causantes de los mismos. En el apartado siguiente se detalla la elaboración del ISNE siguiendo este criterio y se presenta una síntesis de los resultados obtenidos. 3. Principales resultados. El referente principal de este trabajo es el índice de la nueva economía elaborado por el Progressive Policy Institute (PPI) para diferentes ámbitos de los EE.UU. Concretamente, se aceptan como punto de partida las 5 categorías del informe The State New Economy Index del PPI7, en el que se realiza un estudio de la penetración de la nueva economía en los Estados de los EE.UU, si bien se modifica tanto el sistema de ponderaciones elegido, como las variables incluidas en cada categoría. Este trabajo, así como otros anteriores8, plantea la elaboración de un indicador a partir de cinco aspectos en los que se manifiesta o que condicionan la NE: la mayor o menor proporción de puestos relacionados con trabajos más intelectuales, la 7 Para un mayor detalle, véase Atkinson y Gottlieb (1998 y 1999) o en la dirección www.neweconomyindex.org. 8 New Economy Index of The Progressive Policy Institute (PPI) elaborado en Estados Unidos para tres ámbitos: EE.UU. (noviembre 1998), Estados individuales (julio 1999) y áreas metropolitanas (abril 2001). 11 globalización de la economía, el dinamismo y competencia empresarial, la transformación a la economía digital de la sociedad y la capacidad de innovación tecnológica. En la siguiente tabla se recogen las diferentes categorías y subcategorías de esta propuesta: TABLA 1. CATEGORÍAS Y SISTEMA DE PONDERACIÓN DEL PPI. Categoría Ponderación Knowledge Jobs Office Jobs Professional and Managerial Jobs Educational Level Globalization Export Orientation FDI Dynamism and Competition Gazelles Churn IPOs Digital Transformation Classrooms with Internet Teachers with E-mail Teacher Tech Training Adults on Internet Digital Government “.com” Domain Names Innovation Infrastructure High-tech Employment Scientists and Engineers Patents R&D Venture Capital 2.5 0.75 0.75 1.0 2.0 1.0 1.0 3.0 1.0 1.0 1.0 4.0 0.33 0.33 0.33 1.0 1.0 1.0 4.0 0.75 0.75 0.75 0.75 1.0 Fuente: New Economy Index of The Progressive Policy Institute, 2001. Tomando como referencia este informe, se han intentado encontrar variables disponibles para 14 países de la UE9 similares a las propuestas en el mismo, de tal forma que aportasen la mayor información sobre las categorías mencionadas: trabajadores del conocimiento, globalización, dinamismo y competencia, transformación digital e infraestructura de innovación. 9 No viéndose afectada la ordenación pretendida, dada la dimensión del país, se ha optado por excluir a Luxemburgo como consecuencia de la ausencia de información relativa al mismo en algunas de las variables utilizadas. 12 No obstante, su aplicación al caso de los países de la UE presenta limitaciones como la ausencia de información relativa a alguna de las variables originales, la dificultad para encontrar variables que se correspondan exactamente con las propuestas por el PPI o la imposibilidad de encontrar datos homogéneos relativos a varios años con el fin de realizar un estudio dinámico. TABLA 2. INDICADORES PARCIALES. CATEGORÍAS / VARIABLES FUENTE Trabajadores del conocimiento Trabajadores que reciben formación por parte del empleador (% empleo total). Empleo en servicios intensivos en conocimiento (% empleo total). Fuerza de trabajo con nivel educativo universitario (% total). TUTB Newsletter, nº 15-16. Febrero 2001 Eurostat, Statistic in focus, Theme 9, 3/2002 EIRO, 2000 Globalización Coeficiente de apertura externa (% PIB). IDE-entradas (% PIB). IDE-salidas (% PIB). Eurostat, Statistic in focus, Theme 2, 26/2002 Eurostat, Statistic in focus, Theme 2, 30/2002 Eurostat, Statistic in focus, Theme 2, 30/2002 Dinamismo y competencia PYMEs con acceso a Internet que usan B2B (% total). Tasa media de crecimiento de la PAT (%). Variaciones en la participación del empleo por sectores (“turbulencia”). Sociedades de reciente creación (% de las que ya cotizaban). Eurostat, Information Society StatisticsPocketbook 2001 Comisión Europea. European competitiveness report 2002 Comisión Europea. European competitiveness report 2002 FIBV. Estadísticas, 2002 Transformación digital Ordenadores conectados a Internet por cada 100 alumnos de educación secundaria. Hogares que usan PCs (% del total). Usuarios de Internet por cada 100 habitantes. Municipios con página web para los ciudadanos (% del total). Dominios de Internet por cada 100 habitantes. Eurostat, Information Society StatisticsPocketbook 2001 Eurostat, Information Society StatisticsPocketbook 2001 Eurostat, Yearbook 2002 Eurostat, Information Society StatisticsPocketbook 2001 Eurostat, Yearbook 2002 Infraestructura de innovación Empleo en manufacturas de media y alta tecnología (% del total). Aplicaciones de patentes por millón de habitantes. Gastos en I+D (% PIB) Capital riesgo (creación+ siembra + maduración). EIRO.- Observatorio Europeo de Relaciones Laborales. FIBV.- Federación Internacional de Bolsas de Valores. EITO.- Observatorio Europeo de Tecnologías de la Información. EPO.- Oficina Europea de Patentes. 13 Eurostat, Statistic in focus, Theme 9, 3/2002 Eurostat, Statistic in focus, Theme 9, 1/2002. EPO, 2001 Eurostat, Statistic in focus, Theme 9, 6/2001 Eurostat, 2002 Dado que lo interesante del resultado no es tanto el valor del indicador como la ordenación que de él se desprende, se ha creído oportuno utilizar un método que permita sintetizar la misma información pero a través de criterios objetivos, mediante la aplicación del método DP sobre las mismas categorías (en la tabla 2 se recogen los 19 indicadores finalmente elegidos, divididos en las cinco categorías, así como las fuentes de las que se han extraído). Una vez se ha realizado la selección de indicadores y se dispone de información para cada uno de los 14 países, ésta se ha relativizado utilizando el PIB, la población o el empleo, según el tipo de indicador, para evitar el efecto tamaño en los datos absolutos (brutos) y, posteriormente, aplicar el método DP. En el siguiente cuadro se recogen los principales resultados obtenidos para las categorías parciales y el indicador final (ISNE): CUADRO 1. VALORES DE LOS INDICADORES PARCIALES Y DEL AGREGADO. País Bélgica Dinamarca Alemania Grecia España Francia Irlanda Italia Holanda Austria Portugal Finlandia Suecia Reino Unido TC 3,038 5,257 3,209 1,142 1,702 3,521 3,374 1,585 3,305 1,658 0,000 4,602 5,307 4,671 GL 5,201 0,499 0,447 0,010 1,295 0,886 3,873 0,074 3,450 0,411 0,702 1,597 1,854 0,842 DC 3,205 2,175 3,812 4,397 3,466 3,153 6,543 2,257 1,354 2,866 4,024 3,070 3,210 5,572 TC: trabajadores del conocimiento. GL: globalización. DC: dinamismo y competencia. TD: transformación digital. II: infraestructura de innovación. ISNE: indicador sintético de la nueva economía. Fuente: elaboración propia. 14 TD 1,727 4,587 1,794 0,000 0,513 0,763 1,642 1,332 3,046 2,310 0,195 3,582 4,752 2,464 II 3,863 3,003 5,148 0,719 1,546 4,347 3,213 2,175 5,066 2,454 0,963 5,892 6,717 4,061 ISNE 5,761 4,610 4,032 1,651 2,549 4,013 6,207 1,703 4,861 2,216 1,204 5,521 6,382 5,509 Con objeto de disponer de una visión más clara de la posición relativa de los diferentes países, se presenta el gráfico 1 elaborado a partir del cálculo de la media simple de los valores del ISNE para los 14 países. Es evidente que no se trata de una media real puesto que no considera la diferente importancia de los países, sin embargo, como se ha señalado, permite visualizar las disparidades existentes entre los países analizados. GRÁFICO 1. SITUACIÓN DE LOS PAÍSES SEGÚN EL ISNE. da Bé lg Fi ica n Re lan d in o ia U ni do H ol D an d in am a a A r ca le m an i Fr a an ci a Es pa ñ A a us tr ia It al ia Gr ec P o ia rt ug al la n Ir Su ec ia 180 160 140 120 100 80 60 40 20 0 Fuente: elaboración propia a partir del cuadro 1. En él pueden observarse las importantes discrepancias que se detectan en el grado de implantación de la NE, siendo el valor de Suecia (158,9) más de cinco veces al correspondiente al país con menor penetración, Portugal (30,0). De forma complementaria, y a partir de los resultados obtenidos para el ISNE, se ha realizado una clasificación utilizando los valores de los cuartiles, lo que nos permite ubicar a los diferentes países en cuatro grupos dependiendo del mayor o menor grado de penetración de la NE. 15 TABLA 3. NIVEL DE PENETRACIÓN DE LA NE SEGÚN LOS VALORES DE LOS CUARTILES. (más de 126,7) Suecia Irlanda Bélgica Finlandia Reino Unido MEDIA ALTA (entre 94,5 y 126,7) Holanda Dinamarca Alemania Francia (entre 62,2 y 94,5) España ALTA MEDIA BAJA BAJA (menos de 62,2) Austria Italia Grecia Portugal Fuente: elaboración propia. Es necesario señalar que se trata de un análisis estático como consecuencia de la ausencia de información homogénea para diferentes años y para todos los países de la muestra, por lo que únicamente pretende obtenerse una ordenación. De igual forma, difícilmente pueden establecerse comparaciones con otros indicadores similares puesto que, o bien se refieren a ámbitos geográficos diferentes empleando diferentes variables (propuesta del PPI) o bien se limitan a categorías concretas (Índice de la Sociedad de la Información, ISI10). No obstante, es interesante comprobar como la ordenación que se deriva del indicador agregado11 obtenido de las categorías TD (transformación digital) e II (infraestructura de innovación) y la correspondiente al ISI (referido a 1999), considerando exclusivamente los 14 países estudiados (Luxemburgo tampoco es considerado en este índice), es prácticamente la misma, a pesar del diferente número de indicadores, muestra y metodología. 10 El ISI (Índice de la Sociedad de la Información) es un índice de países en función de su potencial acceso a la llamada "Sociedad de la información" elaborado por IDC (International Data Corporation). Se valora tanto la infraestructura en nuevas tecnologías como las oportunidades de uso en cada país, a partir de 23 indicadores agrupados en 4 bloques: infraestructura informática, infraestructura en Internet, infraestructura de telecomunicaciones y marco social. 11 Aplicando la misma metodología utilizada para el cálculo del ISNE, se ha obtenido un indicador sintético a partir de las variables incluidas en estas dos categorías. Dado que la finalidad es comparar la ordenación que del mismo se deriva con la que se obtiene en el ISI, se ha optado por no presentar los resultados al no ser comparables directamente. 16 Se comprueba a partir de la tabla 4 como, salvo excepciones (sólo 4 países mejoran o empeoran una posición), el orden obtenido a partir de uno y otro criterio es prácticamente idéntico. Si bien ambos índices no son directamente comparables por el diferente año de referencia, así como el diferente número de indicadores empleados (23 en el caso del ISI), la coincidencia casi perfecta en la ordenación nos permite confirmar la idoneidad de la metodología utilizada. TABLA 4. COMPARACIÓN TD-II VS. ISI. País Suecia Finlandia Dinamarca Holanda Alemania Reino Unido Austria TD-II 1 2 3 4 5 6 7 ISI 1 2 3 4 6 5 8 País Bélgica Irlanda Francia Italia España Portugal Grecia = = = = + + TD 8 9 10 11 12 13 14 ISI 7 9 10 11 12 13 14 = = = = = = (+): países que mejoran su posición respecto al ISI. (-): países que empeoran su posición respecto al ISI. (=): países que mantienen su posición respecto al ISI. Fuente: Information Society Index Update and Rankings, IDC (2000) y elaboración propia. La ordenación obtenida en este trabajo concuerda con la que se podía intuir a priori, como también el hecho de que se pongan de manifiesto importantes disparidades entre los 14 países, fiel reflejo de los también diferentes niveles de desarrollo que presentan. Finalmente, si nos detenemos en el caso español, como puede observarse en el gráfico 2, de la elaboración del ISNE se desprende que la brecha más importante se encuentra en los indicadores parciales referidos a las categorías transformación digital e infraestructura de innovación. Por este motivo es necesario hacer particular hincapié en los aspectos ligados a la implantación de las TIC en España. 17 GRÁFICO 2. INDICADORES PARCIALES Y AGREGADO. ESPAÑA. 120 100 80 60 40 20 0 Trabajadores del conocimiento Globalización Dinamismo y competencia Transformación digital Infraestructura de innovación ISNE Fuente: elaboración propia a partir del cuadro 1. Como complemento a la anterior información se presenta el gráfico 3 elaborado a partir de 15 indicadores tecnológicos referidos al año 2000 que evidencian el desfase existente, cuantificado en este caso respecto a la media de la UE. GRÁFICO 3. PRINCIPALES INDICADORES TECNOLÓGICOS. ESPAÑA (UE = 100). AÑO 2000. Patentes 15.2 20.0 Hogares con Internet Dominios 33.3 Export. T IC 45.1 PCs 48.0 Usuarios 52.9 Import. T IC 62.9 Graduados en CyT 67.7 71.4 Empleo T IC Empresas con Internet 73.0 Municipios con páginas web 73.2 PYMEs que usan B2B 92.6 Hogares con PCs 93.1 Móviles 98.4 Mercado T IC 105.0 0.0 20.0 40.0 60.0 80.0 Fuente: elaboración propia a partir de INE (2002), Estadísticas de I+D, indicadores básicos. 18 100.0 120.0 En él puede observarse como sólo en un caso (volumen del mercado TIC), España se sitúa por encima de la media, presentando las principales deficiencias en indicadores como patentes (19,0 por millón de habitantes), hogares conectados a Internet (1,0%), dominios de Internet (0,9 por cada 100 habitantes) o exportaciones TIC (4,1% del total). Por el contrario, los valores más próximos a la media los encontramos en el número de teléfonos móviles (61,6 por cada 100 habitantes), hogares que usan PCs (27,0% del total), PYMEs que hacen uso del B2B (25,0% del total) y municipios con páginas web para los ciudadanos (41,0% del total). En síntesis, la implantación de las TIC medida a través de estas variables se cifra en torno al 63,5% de la media de la UE. Si a ello añadimos que los gastos en I+D en porcentaje del PIB (0,94% en el año 2000) se sitúan por debajo del 50% de la media (1,93%), queda patente la necesidad de realizar un importante esfuerzo por parte de todas los sectores institucionales para conseguir reducir (o eliminar) los importantes desfases existentes respecto a la media europea. Algunos de los objetivos estratégicos sobre los que se debe priorizar el gasto se refieren al incremento en el nivel de la ciencia y la tecnología españolas, a la elevación de la competitividad de las empresas y su carácter innovador, a la mejora en el aprovechamiento de los resultados de I+D, al fortalecimiento del proceso de internacionalización de la ciencia y las tecnologías españolas o al incremento de los recursos humanos cualificados, tanto en el sector público como el privado. 19 A partir de estas ideas, el Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica (2000-2003) pretende actuar sobre los indicadores económicos y humanos concretos asociados a dichos objetivos en los términos que aparecen en el siguiente cuadro. CUADRO 2. INDICADORES ASOCIADOS A LOS OBJETIVOS ESTRATÉGICOS. Indicadores de recursos económicos 1998 2003 Gasto en I+D respecto al PIB (%) 0,95 1,29 Gasto en I+D+I respecto al PIB (%) 1,55 2,00 Gasto en I+D ejecutado por el sector empresarial (% total) 49,1 65,3 Empresas innovadoras respecto al total de empresas (%) 12 25 Creación de nuevas empresas de base tecnológica -- 100 1998 2003 Nº de investigadores por 1.000 de población activa 3,3 4,0 Investigadores en el sector empresarial (% del total) 23 27 Personal de I+D por 1.000 de población activa 5,5 7,0 Personal de I+D en el sector empresarial (% del total) 37 44 Nuevos contratos y plazas de investigador en el sistema pco. de I+D -- 2.000 Inserción de doctores en el sector empresarial -- 500 Inserción de tecnólogos en PYMES y centros tecnológicos -- 1.000 Indicadores de recursos humanos Fuente: Resumen del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica (2000-2003), Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT). Para lograr estos objetivos se ha confeccionado un escenario presupuestario en el que las hipótesis generales son: i) el mantenimiento de la condición de prioridad estratégica de las actividades de I+D+I como política de gasto público, ii) el mayor protagonismo que debe tomar el sector privado en las actividades de I+D+I incrementando sus inversiones y iii) la indispensable disponibilidad de recursos humanos cualificados. Es evidente que por sí solos estos esfuerzos no son suficientes para conseguir los ambiciosos objetivos previstos, sino que se hace indispensable la contribución del sector privado, en particular de las empresas, las cuales deben adoptar un mayor protagonismo 20 en el desarrollo tecnológico, acorde con el que tienen en otras economías de nuestro entorno. Dichos esfuerzos nos aproximarán a los niveles de penetración de nuestros principales socios comerciales, y permitirán aprovechar los beneficios potenciales derivados de la transformación en los procesos de producción y de las mejoras en la productividad, amén de la reducción en los costes derivados de la dependencia tecnológica y del desfase en la difusión tecnológica. En definitiva, una aproximación en los niveles de penetración de las TIC debe servir como estímulo a la modernización de nuestra economía y a la convergencia en los niveles de renta. 4. Conclusiones Parece existir un elevado consenso a la hora de señalar el desarrollo durante las últimas décadas de un nuevo modelo de crecimiento sustentado en la globalización, en novedosas formas de organización empresarial y en importantes innovaciones al amparo de las denominadas TIC. El hecho de que pueda o deba utilizar el concepto de Nueva Economía tal vez sea más discutible, sin embargo, es evidente que se han producido cambios sustanciales en las economías modernas que obliga a realizar esfuerzos por explicar y medir este fenómeno. En esta dirección se enmarca el presente trabajo, y más concretamente, en el objetivo de sintetizar en un único indicador las diferentes vertientes que definen o abarca la NE. La ambigüedad del término, e incluso de sus componentes, obliga al recurso a un método de distancia para lograr este objetivo que, aunque pueda presentar importantes limitaciones, parece el más adecuado frente al empleo de criterios subjetivos que en poco o nada consideran la naturaleza de la información relevante. 21 Aceptada su idoneidad, los resultados obtenidos muestran, en primer lugar, la existencia de importantes desfases en el desarrollo de la NE dentro de la UE, y que éstos se agudizan cuando atendemos a un sector emergente como es el de las TIC. En buena lógica, el tipo de productos que ofrece y las necesidades de inversión que requiere justifica su implantación más avanzada en aquellos países cuyos niveles de renta y bienestar son más elevados. Por ello, no es extraño que las disparidades en los niveles de renta per cápita, se reproduzcan también en estos términos. En segundo lugar, y de forma más detallada, la clasificación por grupos señala a Portugal, Grecia, Italia y Austria como los países de la UE con menor penetración de la NE, y a Suecia, Irlanda, Bélgica, Finlandia y Reino Unido como aquéllos donde la implantación es más importante, además, estos resultados concuerdan con los obtenidos por otros indicadores sintéticos como el Índice de la Sociedad de la Información (ISI). Por último, España presenta un nivel de penetración medio-bajo, básicamente justificado por el desfase existente en los indicadores ligados a la transformación digital y la innovación. A pesar de los avances evidenciados en los últimos años (expansión de Internet, desarrollo de la "administración en línea" o crecimiento del mercado TI), la "brecha digital" es aún muy importante, haciéndose necesario un plan estratégico conjunto que permita nuestra incorporación plena a la Sociedad de la Información o, cuando menos, llegar a valores más acordes con nuestro nivel y desarrollo económico. En definitiva, este trabajo debe concebirse como un primer intento de abordar la penetración de la NE en la UE que permite ofrecer una visión general de la situación en la que se encuentran los diferentes países en este contexto y que, con las pertinentes modificaciones y mejoras, puede servir como punto de partida a posteriores estudios. 22 5. Referencias bibliográficas. - Argandoña, A. (2001): "Dimensiones económicas de la Nueva Economía", Seminario "La Revolución digital: Nueva economía e integración social", Cursos de verano de la UPV, septiembre de 2001. - Atkinson, R.D. y Court, R.H. (1998): “The New Economy Index: Understanding America´s Economic Transformation”. Progressive Policy Institute, Special Report. - Atkinson, R.D., Court, R.H. y Ward, J.M. (1999): “The State New Economy Index: Benchmarking the Economic Transformation in the States”. Progressive Policy Institute, Special Report. - Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (2000): Resumen del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica (2000-2003). Ministerio de la Presidencia, Secretaría de Estado de la Comunicación, Madrid. - INE (2002): Estadísticas de I+D, Indicadores básicos. - Ivanovic, B. (1963): Classification of Underveloped Areas According to Level of economic Development. International Ars and Sciences Press, Eastern European Economics, vol. II, núms. 1-2, Nueva York. - Pena Trapero, J.B. (1977): Problemas de la medición del bienestar y conceptos afines. Instituto Nacional de Estadística, Madrid. - Pena Trapero, J.B. (1979): "La distancia P: un método para la medición del nivel de bienestar". Revista Española de Economía, nº 4, pp. 50-91. - Pulido, A. (2000): "Crecimiento y nueva economía: realidades, esperanzas y exageraciones". Actas de la XIV Reunión de ASEPELT España, Oviedo, junio de 2000. 23