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Trabajo de historia de la filosofía antigua II. Adrián Soto Salmerón. Grupo 11. Aristóteles. “Metafísica”. Libro I. Capítulo IX. ¿Aquí o más allá? Digamos que más allá, pero aquí. Aristóteles nació en el año 384 a. C. en Estagira, ciudad de Macedonia, y murió en el año 322 a. C., en su ciudad natal. Aristóteles fue el último gran filósofo del período sistemático de la filosofía griega. Dicho período va desde el año 399 a. C. hasta la muerte de Aristóteles. Los grandes filósofos que desarrollaron un sistema completo fueron: Demócrito, Platón, y Aristóteles. Decimos sistemático en el sentido de que éstos filósofos fueron los primeros que desarrollaron su propio sistema filosófico completo. Demócrito sería el máximo representante del materialismo llevado a extremo, y Platón por el contrario, sería el máximo representante del idealismo llevado también a extremo. Si bien es cierto que el carácter “enciclopédico” y el “método histórico” (usado éste último para situar, asegurar, y ponderar su pensamiento) son propios de Aristóteles, es decir, éste fue pionero en esos sentidos. Tras la muerte de Aristóteles comenzó el periodo denominado “helenita”, cuyo máximo representante fue Plotino, de Licórpolis (205-270 a. C.). Aristóteles constituye la mayor fuente de historia de la filosofía griega hasta su época. Fue el primero que llevó a cabo una crítica sistemático de las doctrinas precedentes. El porqué del título que lleva ésta obra que de la que me dispongo a tratar, conlleva consigo dos posibles explicaciones. Cuentan que eligió éste nombre debido a que las notas que contenían textos referentes a ésta ciencia, se encontraban más allá de los libros de física (meta-> más allá, de la física). Otra posible explicación es que el objeto de estudio de dicha ciencia, es decir, los fundamentos y principios últimos del ser y de la realidad, se hallan más allá del plano de lo físico. Asimismo, Aristóteles fue fundador de muchas disciplinas: Lógica, Zoología, Política, Economía, Psicología, etc.... Para él, la única manera de contemplar la verdad, si es que en Aristóteles podemos referirnos a una contemplación de la verdad, es mediante el análisis de las particularidades de la realidad evidente, es decir, es consecuente con su método sistemático-científico-analista-enciclopédico-histórico. Platón fundó la Academia, en la que Aristóteles entró como discípulo a la edad de dieciocho años. Tras la muerte de su maestro en el año 347 a. C., Aristóteles se separó de la escuela. Posteriormente se casó con Pitia, la hermana de su amigo el tirano Hermias. En el año 343 a. C., fue llamado por Filipo, rey de macedonia, para que educara a su hijo Alejandro, tarea que llevó a cabo con muy buen resultado. En el año 335 a. C., Aristóteles regresó a Atenas y fundó el Liceo junto a su discípulo y amigo Teofrastro, la escuela más influyente de la Grecia de la época. Ésta sobrevivió el período helénico-romano. En el año 323 a. C., Aristóteles dejó Atenas acusado de ateísmo, para morid al año siguiente en su ciudad natal. La escuela fue destruida allá por el siglo I a. C.. El pensamiento aristotélico ha sido uno de los más influyentes de la historia de la filosofía, hasta el punto de que no sería extravagante afirmar que la escolástica se configuró en torno a su sistema filosófico, aunque haciéndolo compatible con las tesis cristianas en el caso de la Europa occidental de la época de la escolástica, lo cuál no sucedería en la parte Oriente, donde el sistema aristotélico gozó de grandes comentaristas, íntegramente aristotélicos, que más que compatibilizar el sistema, lo completaron y mejoraron. Fundador de tantas ramas de la ciencia, dejó un gran legado científico en sus escritos. Los escritos aristotélicos han sufrido una suerte de peripecias. Cuando murió, los libros fueron heredados por Teofrastro, quien los cedió a Neleo, que los llevó a Skepsis y los ocultó. Cuando Neleo murió, las obras estuvieron ocultas durante dos siglos, hasta que Apellicon, un rico bibliófilo hacia el 100 a. C., compró los escritos, hizo copias, y los editó. Posteriormente Tiranio, un gramático, se consagraría a la divulgación de dichos escritos. Los escritos permanecieron en la biblioteca de Alejandría hasta que fue quemada en el año 47 a. C.. Aristóteles tienen una consideración similar a Platón en el sentido de que piensa que la filosofía se identifica con el saber, es decir, que incluye dentro de sí todas las demás ciencias. La filosofía se funda sobre la epistemée, y es una actividad que lleva implícita la consecución de la felicidad. La metafísica, para Aristóteles, es el estudio del ser en cuanto ser, y por ello, tiene por objeto la realidad más general, la estructura fundamental y común de toda realidad, el ser en cuanto tal. Aristóteles será el primero que realice la separación entre filosofía primera, o metafísica, cuyo objeto de estudios es el ser en general, y las filosofías segundas, que son ciencias cuyo objeto de estudio son realidades particulares del ser, por ejemplo, las matemáticas son una ciencia que tienen por objeto de estudio el ser como cantidad, etc... La metafísica se liga con todas las ciencias puesto que todas las ciencias estudian aspectos del ser, mientras que la metafísica estudia al ser en general. Aristóteles fue discípulo de Platón, y en él podemos hallar diferentes etapas en la evolución de su pensamiento, o al menos, ésta es la visión de algunos comentaristas de Aristóteles, como Denkus, teoría que desarrollaría en su libro: “Aristóteles. Exposición en introducción de su pensamiento”. Así pues, y basándonos en el libro anterior, que busca romper con la concepción escolástica de los sistemas filosóficos, como sistemas de conceptos estáticos, rígidos, y unitarios, distinguimos tres etapas fundamentales: 1- La primera etapa. Etapa platónica. Tuvo lugar en Atenas, hasta el año 348 a. C.. En ésta etapa encontramos la mayor parte de sus escritos en forma de diálogos. En ésta etapa, refleja la influencia que su maestro, Platón, ejerció una influencia de dependencia con respecto a sus ideas. 2- La segunda etapa sería denominada “Etapa de independencia”, y su nombre lo debe a que comenzó éste a cobrar cierta independencia con respecto al pensamiento de su maestro, tras la muerte de éste; y a la evolución y cambios que fueron aconteciendo en su sistema filosófico. Aquí Aristóteles va adquiriendo su propia metodología, y bases de las que partirá para realizar su propio sistema. 3- Por último, la tercera etapa sería la etapa de la madurez. Aquí encontramos la mayor parte de sus libros de metafísica (II, V, VII, VIII, IX, etc...); el libro “Meteorología”; etc.... Así pues, observamos en parte de sus obras como su pensamiento está más ligado al de su maestro, mientras que el punto culmen de su independencia como filósofo, le llevará a romper con las doctrinas de su maestro, para situarse en una posición de independencia desde la que poder criticar sistemáticamente las doctrinas platónicas acerca del mundo de las ideas, y por consiguiente, acerca de otros muchos aspectos a los que dicha doctrina llegaba, como la política, ética, etc..., hasta tal punto que perfeccionaría la doctrina de su maestro con su propio pensamiento y metodología, y eso es de lo que trata el capítulo IX del libro primero de “Metafísica”, de la crítica a la doctrina platónica de las ideas, y por consiguiente, una crítica también hacia pitagóricos. Antes de empezar a exponer dicha crítica, me dispongo a hacer una breve exposición de la doctrina que critica en éste capítulo Aristóteles, que aún sabiendo que usted profesor se la conocerá muy bien, creo que me servirá para ir desarrollando el trabajo de una manera algo más coherente que si no lo hiciera. La teoría de las ideas: Según Platón, vivimos en un mundo sometido al devenir, al continuo cambio, en el que se dan la multiplicidad o pluralidad, y cuyos objetos están sometidos a generación y corrupción. El mundo sensible, resumiendo, estaría constituido por todo aquello que percibimos por los sentidos, es decir, cosas materiales, temporales y espaciales. Por otro lado, Platón articula la existencia de un mundo inteligible, que es el mundo de las Ideas, unos entes inmutables, atemporales, y aespaciales, que forman realidades universales, y no aparentes como sucede en el mundo sensible. En éste mundo se da la unidad, es decir, las Ideas, de tal manera que mientras que en el mundo sensible se da la Idea “Verde”, en el mundo sensible hay pluralidad de objetos que participan de esa idea. Las Ideas o formas no son meros conceptos, sino que son entidades extramentales, es decir, que existen fuera de nosotros. Las entidades sensibles, poseen cierto grado de ser, a diferencia de lo que pensaba Parménides, en tanto y en cuanto que son partícipes de las Ideas, es decir, si las cosas poseen cierto grado de ser, es debido a que participan de alguna manera de las Ideas, las cuales son causa de todo lo real y de todo ser, incluso causas de sí mismas. Hay Ideas de todos aquellos términos lingüísticos de los cuales podamos encontrar ejemplo alguno, y éstas se hallarían ordenadas jerárquicamente en el mundo inteligible, ya que no todas son valoradas igualmente. La que ocuparía la posición suprema, sería la Idea Bien, causante de todo lo real. Sin embargo, existen términos universales, es decir, referentes que se pueden aplicar a una pluralidad de objetos, pero no a uno unicamente, por lo que Platón sostiene que han de existir unas entidades que sean el correlato de los términos universales y distintas de los individuos. Son a éstas entidades correlatos de los términos universales a los que Platón llama Ideas o Formas. El conocimiento sensible no puede dar evidencias, puesto que conduce al relativismo, y éste es absurdo. Puesto que es posible obtener un conocimiento estricto de lo sensible, la ciencia ha de basarse en el uso de la razón en el estudio de las esencias o Ideas. La ciencia estricta no puede hacerse de lo continuamente mutable, por lo que las ciencia no se puede referir a cosas sensibles sino a entidades que no cambian. Platón considera que las matemáticas reúne esa condición de inmutabilidad, y de veracidad eterna de las proposiciones que realiza, es decir, 2 entre 2 siempre será 1. Sin embargo, la matemática la considera una ciencia incompleta porque no profundiza sobre el ser de su objeto de estudio, el número. Él busca una ciencia que use la razón y que posea universalidad, y ésta será la dialéctica, a la que Platón identifica con la filosofía. Por lo tanto existen dos tipos de conocimientos, los que pertenecen al ámbito de la epistemée, es decir, la dialéctica (o filosofía) y el pensamiento discursivo (o matemáticas) por referirse ambas a entidades inmutables, y la opinión, es decir, el conocimiento del mundo sensible, por estar sometido a generación y corrupción, el cual se divide a su vez en : creencia (referida a cosas sensibles), y la conjetura ( referida a imágenes, sombras, y reflejos). El objetivo de la dialéctica es el de descubrir las relaciones que hay entre las ideas, prescindiendo de todo supuesto y de todo signo sensible, para llegar a conocer la Idea del Bien. Bien, espero no haberme excedido demasiado en la exposición de parte de la doctrina platónica. A continuación, me dispongo a exponer la crítica que lleva Aristóteles a cabo acerca de la doctrina que acabo de exponer. Gran parte de la metafísica de Aristóteles se configura en relación de oposición a la doctrina platónica, aunque, si bien es cierto, no debemos considerar algún motivo personal como causa de ésta oposición, sino más bien como un avance en la búsqueda de la verdad, como bien indica Aristóteles en éste capítulo, si bien es necesario a veces renunciar a los amigos en la búsqueda de la verdad, que no es más que eso, una búsqueda de la verdad. También es cierto que hasta que no se separa de la Academia, ésta crítica no tiene lugar. Ha de irse para poderlo criticar desde fuera, desde su independencia. Una de las críticas que Aristóteles le hace a Platón, es que realiza una duplicación innecesaria de mundos. Aristóteles, en su teoría hilemórfica, afirma que la materia y la forma (o idea) son inseparables, aunque si bien Aristóteles distingue dos tipos de ideas, u ousías como las llama él: de un lado estarían las protousías, o primera ousía, que serían las unidades individuales, es decir, la unidad física separada de las otras unidades, y la deuterousía, que consistiría en la individualidad metafísica que se ha obtenido mediante la abstracción de los caracteres similares y diferentes, sobre todo de las diferencias específicas de las protousías. Una vez definida la deuterousía, se procede a clasificar a los seres, a agruparlos según posean la misma diferencia específica. Es decir, estará de acuerdo con Platón en que hay un elemento común entre todos los objetos de la misma clase, éste elemento común sería la Idea, que es causa de que apliquemos el mismo nominativo a diferentes individuos del mismo género, y al igual que Platón afirmará que esa Idea es real, pero no que exista de manera independiente de las cosas, es decir, no admite la subsistencia de las Ideas, sino que éstas son inseparables de la materia. Ésta duplicación, precisaría a su vez de una explicación, lo que le parece muy poco eficiente a Aristóteles. Aristóteles lo expresa de la siguiente manera: “es como si uno, queriendo contar y no teniendo más que un pequeño número de objetos, creyese la operación imposible, y aumentase el número para poder practicarla”. (Metafísica, 1ª pág. del capítulo IX del libro I). Además, no se trataría de una simple duplicación, sino que al afirmar la existencia de éstas Ideas subsistentes e inmóviles, se elimina del estudio todo lo que se mueva, es decir, todo lo que es, todo lo que tiene vida, y con ello se eliminara el estudio de la naturaleza en su totalidad. “Suponer la inmovilidad de las Ideas equivale a destruir todo estudio de la naturaleza”.(Metafísica, 5ª pág. del capítulo IX del libro I). Ésta destrucción que concibe Aristóteles, se debe a que él define la Física como la ciencia de los seres susceptible de movimiento, y todo lo que tiene vida, todo lo que es, se mueve, ya sea de forma activa, o de forma pasiva. Si por lo tanto, si negamos la posibilidad de estudiar todo lo que se mueve, negamos la posibilidad de conocimiento de lo evidente, de lo que está ahí, de lo que percibimos. Aunque ambos sistemas filosóficos se proponen superar el problema del movimiento, manifestado sobretodo por Heráclito y Parmémides, la teoría de platónica no ofrece ningún elemento para explicar la movilidad de las cosas, el cambio, y puesto que las Ideas inmutables son modelos de las cosas, las Ideas habrían de ser también móviles. Aristóteles propone el primer motor, como explicación a éste problema. El primer motor sería lo más dinámico, dinámico en el sentido de que atrae a las cosas hacia sí, sin moverse, así como el agua atrae a los seres vivos. Sentenciosamente, Aristóteles acusa a Platón de usar demasiadas metáforas y poesía, en lugar de apoyarse en evidencias empíricas: observación y análisis, método deductivo. Y seguimos explicando la innecesaria duplicación para desarrollar ésta crítica empirista. Si las Ideas subsisten, es decir, si las Ideas existen con independencia del sujeto que la imita, y las Ideas son la causa de que algo sea lo que sea; ¿cómo es posible que lo que hace que algo sea lo que sea, resida fuera de ese algo que es?. “Decir que las ideas son ejemplares, y que las demás cosas participan de ellas, es pagarse de palabras vacías de sentido y hacer metáforas poéticas”. (Metafísica, 3ª pág., del capítulo IX, del libro I). Uno de los argumentos más conocidos de Aristóteles a éste respecto, es el argumento del tercer hombre. Si el hombre (individual) es el producto de la imitación o copia de la Idea Hombre, y ésta Idea subsistente se usa para explicar la relación entre hombres concretos, debe entonces haber un tercer hombre que explique la relación entre la Idea hombre, y el hombre concreto, y del mismo modo, debe haber también una relación entre éste tercer hombre, y la Idea Hombre, lo cuál nos llevaría al infinito, y casualmente, el infinito es considerado por Aristóteles como imperfecto por el hecho de que no podemos comprender lo que es. Hay que tener cuidado, porque si especulamos sin recurrir a la experiencia, es como si al pasear, fuéramos con los ojos cerrados y hubiera un pozo algo más adelante, que se cruzara en nuestra trayectoria, de manera que podríamos caer al infinito, o simplemente golpearnos. Por tanto, si queremos pasear, hemos de ir con los sentidos bien alerta, sino, mejor quedémonos en casa creyéndonos que podemos imaginar o reflexionar de forma pura, lo cual es imposible, pues todo es materia, incluso el espacio divino. La exigencia de un modelo del modelo, nos lleva al absurdo, y eso señores, es absurdo. Las cosas no pueden venir de las Ideas, aunque si bien es cierto que las Ideas sólo funcionan como causas ejemplares, mientras que la causa eficiente en la doctrina platónica sería el Demiurgo, quien atraido por la belleza, bondad, y perfección de las Ideas, se vio inducido a dar forma a la materia caótica, a imagen y semejanza de las Ideas. Ante lo absurdo de que las Ideas explique de una manera coherente la causa de lo real, Aristóteles propone su teoría de las cuatro causas del ser, recuperando la física su carácter científico, al dedicarse Aristóteles al estudio de las causas y los principios que rigen a los seres naturales. Causa es una noción compleja, que quiere decir que es aquello por lo cual algo es y se comporta tal como lo que es. Sabiendo la causa, podemos explicar al ser natural. Éstas causas son los principios últimos de los que todo ser depende para realizarse tal como lo que es. Distingue así Aristóteles cuatro causas: causa material (de qué material está hecho algo), causa eficiente (aquello que la produce), causa formal (esencia, forma, determinación de la cosa), y causa final (el fin por el que algo llega a ser). En los seres artificiales éstas causas difieren, mientras que en los seres naturales, las causas formal, eficiente y final coinciden, ya que la forma es a la vez fin y agente eficiente debido a que es la esencia de algo la que determina su desarrollo y mutaciones que la llevan a su fin, que no es otro que el de desarrollar las potencialidades de su propia esencia. El fin actualiza o lleva a cabo la esencia. La causa final está de antemano en la causa formal, y ésto es lo que se conoce como teleologismo aristotélico. Además, ante la irrealidad (en el sentido evidencial aristotélico) de las Ideas, Aristóteles propone su idea de substancia, como aquello que subyace, que posee ser por sí misma. Es el sujeto del que se predican todos los accidentes. La Ousía o substancia, es el sujeto individual particular, la cosa de la que predicamos algo. Las determinaciones de la substancia son denominadas accidentes, que en éste caso, si que necesita de otro (Ousía) para ser. El primer sentido del ser es la Ousía. Con ésta serie de modificaciones o correcciones que lleva a cabo Aristóteles, se rellenan los huecos que las metáforas de Platón dejaban en la mente de un Pensador (y me permito la mayúscula) como Aristóteles, de manera que se puede inferir coherentemente la cosa de la causa en un mismo plano de la realidad, es decir, en la realidad, en el plano único del ser.
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