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Datos de alimentos Nuestras opciones alimenticias impactan el ambiente y el cambio climático © Anthony Clark Lo que comemos importa. Los alimentos que elegimos cada día tienen un efecto sobre el medio ambiente. Cambiar lo que compramos y consumimos puede tener beneficios ambientales importantes como la reducción del uso de productos químicos tóxicos, la reducción de emisiones de efecto invernadero y hasta la conservación marina. Comer “verde” o de manera sostenible significa comer alimentos más frescos y más sanos mientras reduces la cuenta de supermercado y proteges a los individuos que nos proveen estos mismos alimentos. Es fácil pasar por alto los impactos ambientales de nuestros alimentos, ya que se extienden en todas las etapas de un proceso largo. Del campo a la mesa, la producción de alimentos, el procesamiento y el transporte se pueden acumular enormes cantidades de energía, de agua y de productos químicos. Aquí te ofrecemos las siguientes sugerencias para ayudarte y hacer que tu familia tome opciones saludables: Para más información por favor contacte a Linda Escalante (310) 434-2300 Nivel de emisiones producidas por tu comida favorita 1. Elije alimentos que no afecten el clima (CO2 equivalente a media libra de comida) La comida que viene de lo alto de la cadena alimenticia o llega a tu plato después de un largo proceso tiende a requerir más energía y contribuye al calentamiento global de la tierra. 8 7 6 Lbs de C02e 5 4 3 2 1 www.nrdc.org © Consejo para la Defensa de Recursos Naturales 0 Papas Manzanas Espárragos Pollo Cerdo Res Grafica adaptada de N. Fiala, “El efecto invernadero de la hamburguesa: el porqué nuestra dieta es más importante que nuestros carros”, Scientific America, febrero 2009. La “huella de carbono” de la hamburguesa, por ejemplo, abarca todos los combustibles fósiles, que entran en la producion del fertilizante, en el bombeo de riego del agua para cultivar el maíz que alimenta a la vaca y puede también incluir las emisiones que resultan de la conversión de tierras forestales a tierras de pastoreo. La carne de los rumiantes (vacas, cabras y ovejas) tiene una particular huella de carbono, debido al metano (un potente gas que contribuye al calentamiento global) que se libera en la digestión de los animales y el estiércol. NRDC estima que si todos los estadounidenses eliminaran tan solo un cuarto de libra de carne por semana, la reducción de las emisiones globales de gases que provocan el calentamiento sería equivalente a tomar de cuatro a seis millones de coches de la carretera. ¡Aprende más! Lee nuestro artículo “Graze Anatomy”, en nuestra revista en linea OnEarth, donde podrás ver el futuro de la industria de la carne en http://www.onearth.or/article/graze-anatomy Los mariscos también pueden contribuir a la contaminación que produce el calentamiento global. Las flotas pesqueras que se encuentran en alta mar dependen totalmente de los combustibles fósiles sucios, que emiten alrededor de unos 130 millones de toneladas de CO2 al año.1 Las grandes reservas altamente codiciadas de peces como el atún azul y el pez espada importado son más propensas a ser sobreexplotadas. Esta escasez requiere viajes marítimos adicionales para encontrarlos y como resultado genera más contaminación que contribuye al calentamiento global. Estos peces también tienen un alto contenido de mercurio, que es perjudicial para la salud humana, ya que consumen otros peces y acumulan estas toxinas a lo largo de sus vidas. Lo que puedes hacer: n Escoge alimentos al inicio de la cadena alimentaria añadiendo más frutas, verduras y granos a tu dieta y limita la carne roja. Esta sugerencia puede reducir tu riesgo de enfermedad coronaria y cáncer colorrectal mientras reduce tus gastos en alimentos.2 n Elije pescado capturado localmente o proveniente de los criaderos sostenibles o con poblaciones de crías herbívoras como la tilapia, el bagre y la carpa.3 Los mariscos que están en el eslabón bajo de la cadena alimentaria son las almejas, los mejillones y los calamares. El sitio web del Monterey Bay Aquarium ofrece una guía de mariscos sostenibles: www. seafoodwatch.org y el programa de “Fish Phone” de Blue Ocean te envía recomendaciones al instante a tu celular (http://www.blueocean.org/fishphone/index.html). n Elige alimentos frescos, entre menos procesados mejor. La congelación, el envasado, el procesamiento, la preparación y la refrigeración de alimentos aumenta el uso de energía. Según un estudio, comprar una bolsa de zanahorias congeladas triplica la contaminación que produce gases de efecto invernadero en comparación a un manojo fresco.4 2. Compra productos orgánicos y otras certificaciones sostenibles Las etiquetas ecológicas como “USDA Organic” entre otras procuran una manera de recompensar el desempeño ambiental en el mercado. La agricultura orgánica, por ejemplo, es una opción más segura para el medio ambiente y tu familia porque su producción no utiliza ni pesticidas ni fertilizantes sintéticos. El uso de pesticidas degrada la calidad del aire y del agua al mismo tiempo que amenaza la salud de los trabajadores, agricultores y comunidades cercanas. La agricultura orgánica también reduce la contaminación de gases de efecto invernadero. Lo que puedes hacer: Elige productos certificados como orgánicos cuando puedas. Visita nuestro sitio web para revisar cuales son las etiquetas que cuentan al escoger productos sostenibles: http://www.nrdc.org/living/labels/food.asp. Consumer Reports también tiene información disponible: http://www.greenerchoices.org/eco-labels/. n 3. Evita el desperdicio El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA en inglés) estima que un sorprendente 27 por ciento de todos los alimentos producidos en el país o bien se desechan o se utilizan para fines menores, como la alimentación animal. Un estudio reciente estimó que el hogar promedio desperdicia el 14 por ciento de sus alimentos, una pérdida significativa para la mayoría de familias.5 Además del agua, la energía, los pesticidas y la contaminación de gases de efecto invernadero (GEI) que entran en la producción, empaque y transporte de estos alimentos desperdiciados, casi todos los residuos acaban en vertederos donde se libera aún más GEIs en forma de metano mientras se descomponen.6 Lo que puedes hacer: n Compra alimentos que puedas consumir antes de que caduquen para minimizar el desperdicio y reducir tus gastos alimentarios. n Tira los residuos de comida al montón de compost para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la necesidad de fertilizantes sintéticos. 4. Come lo que se produce en tu región En EE. UU. una comida típica contiene ingredientes de cinco países extranjeros y aún los cultivos nacionales recorren un promedio de 1.500 millas antes de ser vendidos.7 La compra de alimentos producidos localmente puede ayudar a reducir el uso de energía y la contaminación asociada con su transporte, almacenamiento y refrigeración, lo que aplica especialmente a ciertos alimentos importados por avión, tales como los productos perecederos como los arándanos, cerezas, moras, frambuesas, tomates, pimientos y espárragos. En California se importan alimentos de alrededor del país. NRDC estima que las emisiones que contribuyen al smog derivadas de la importación de frutas y verduras al estado equivalen a las emisiones anuales de 1,5 millones de autos. Lo que puedes hacer: n Escoge alimentos locales cuando sea posible y evita comprar alimentos importados por avión. Pero ten en cuenta el alimento en sí y su producción pueden ser de mayor importancia ambiental. 1 Bijal Trivedi, “¿Cómo tú comida afecta al clima?”. New Scientist, 11 de septiembre de 2008, disponible en: http://www.newscientist.com. 2Anthony J. McMichael, et. al., “La comida, la producción ganadera, la energía, el cambio climático y la salud”, Lancet 1253 370, 1256 (2007), disponible en: http://www.eurekalert.org/ images/release_graphics/pdf/EH5.pdf. 3 Véase Trivedi, anotación 1. 4http://randd.defra.gov.uk/Document.aspx?Document=EV02007_4601_FRP.pdf. 5 Jeff Harrison, “Estudio: nación desperdicia casi la mitad de sus alimentos”, Noticias de la Universidad de Arizona, 18 de noviembre de 2004, disponible en: http://uanews.org/node/10448. 6Andrew Martin, “Las sobras de un país, Harina de otro país”, The New York Times, 18 de mayo de 2008 (citando un estudio realizado en 1997 por la USDA, Servicio de Investigación Económica, disponible en: http://www.ers.usda.gov/Publications/FoodReview/Jan1997/Jan97a.pdf). 7 NRDC, “Consume localmente: ¿Tus alimentos viajan más que tú?”, http://www.nrdc.org/health/foodmiles/. www.nrdc.org/policy © Concejo para la Defensa de Recursos Naturales 2012 Impreso en papel reciclado.