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Séptimo Domingo
de Pascua
Uno en Cristo
Dios poderoso y eterno,
por la muerte y resurrección de tu Hijo,
nos has llamado a ser testigos de tu gloria.
Abre nuestros ojos para gozarnos
de tu presencia
y sentirnos arrebatados de contento.
Ayúdanos a ser uno con Cristo,
como tú y él son uno.
Al sufrir la muerte, Esteban,
tu siervo escogido,
unió su corazón a Cristo
y anunció tus hazañas de salvación.
Concédenos firmeza en la fe al confrontar
el ridículo y la incredulidad.
Que el Espíritu Santo nos acerque
al corazón de Cristo;
llénanos de un amor tan profundo a Jesús
que lo podamos compartir
con cada una de tus creaturas.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Domingo, 8 de mayo de 2016
El amor de Jesús
Lecturas del día: Hechos 7:55 – 60; Salmo 97:1 – 2, 6 – 7, 9;
Apocalipsis 22:12 – 14, 16 – 17, 20; Juan 17:20 – 2 6.
Preparándome para escribir esta reflexión, pude percibir el
evangelio con luz nueva. Después de años de escuchar este
evangelio, percibí la plegaria de Jesús de modo diferente,
con un corazón roto y vulnerable. Después de las semanas
de Pascua, este pasaje insiste en que nuestro Dios, quien
reina sobre la creación entera y es exaltado en lo alto, nos
ama profundamente y nos cuida. Lea en voz alta y pausada
este texto. Fíjese en cómo reacciona al tono de Jesús y acoja
la frase de “Padre, tú me los confiaste”. Estas palabras brotan del corazón de Jesús.
Somos discípulos de Cristo, participamos en su amor y
estamos unidos al Padre, Hijo y Espíritu Santo, por haber
pasado por las aguas bautismales. Nos parecemos a Esteban,
quien murió por Cristo, porque somos discípulos que profesan domingo a domingo nuestra fe en Jesús, quien nos da
vida nueva. La muerte de Jesús y su gloriosa resurrección
dan testimonio del inquebrantable amor de Dios por nosotros, y su deseo de liberarnos del pecado.
Me parece que este pasaje nos invita a sentarnos en oración y entregarnos íntimamente a conversar con Cristo.
Rinda su corazón a Cristo, para que lo llene con su palabra
hasta desbordarlo. Oremos esta semana para que el amor de
Cristo empape a todas las personas y nos una a Dios.
Permitamos que el Espíritu de Cristo nos llene y nos impulse
a propagar la palabra de Dios para que todos seamos uno en
el Cuerpo de Cristo.
La semana en casa
Lunes, 9 de mayo de 2016
¡Anímense!
Apenas los discípulos han afirmado su fe en Jesús, él les
recuerda que se aproxima la hora en que lo abandonarán. ¿Ha
abandonado usted alguna vez a Jesús por miedo o vergüenza?
Por ser discípulos, podemos confiar en que Cristo nos dará su
paz para cualquier tarea. Dedique usted algunos momentos a
examinar en qué necesita más ánimo. Lecturas del día:
Hechos 19:1 – 8 ; Salmo 68:2 – 3 ab, 4 – 5 acd, 6 – 7ab;
Juan 16:29 – 33.
Martes, 10 de mayo de 2016
Vida eterna
Jesús ha glorificado al Padre en todo lo que ha realizado. Al
darlo a conocer, los que han venido a Jesús han conocido a
Dios. Los que viven en Cristo conocen íntimamente a Dios y
tendrán vida eterna. ¿Dónde reconoce usted la presencia
divina? ¿Cómo manifiesta usted el amor de Dios? Tómese un
momento para entregar su vida en Cristo. Lecturas del día:
Hechos 20:17 – 27; Salmo 68:10 – 11, 20 – 21; Juan 17:1 – 11a.
Miércoles, 11 de mayo de 2016
Protección
En el bautismo hemos quedado unidos a Dios por Cristo y el
poder del Espíritu Santo. No pertenecemos ya a este mundo,
sino que peregrinamos unidos a la Trinidad. Conocemos bien
las luchas de este mundo pero confiamos en el poder
del amor de Dios y continuamos proclamando la Buena
Nueva. El día de hoy, ore usted por aquellas personas que
no conocen a Cristo. Lecturas del día: Hechos 20:28 – 38;
Salmo 68:29 – 30, 33 – 35a, 35bc – 36ab; Juan 17:11b – 19.
Jueves, 12 de mayo de 2016
Creer
futuro. La Iglesia debe ser una comunidad de amor para que
la misión sea efectiva; es decir, para que el mundo crea totalmente en Cristo y se una a él. La Iglesia es el sacramento de
este amor, el Cuerpo de Cristo que proclama la salvación.
Hoy pedimos para que la Iglesia sea señal y prenda del amor
de Dios y signo de unidad. Lecturas del día: Hechos 22:30;
26:6 – 11; Salmo 16:1 – 2a y 5, 7 – 8 , 9 – 10, 11; Juan 17:20 – 26.
Viernes, 13 de mayo de 2016
Profesar la fe
Durante el proceso de muerte a Jesús, Pedro lo negó tres
veces. La escena de hoy es posterior a la resurrección. Jesús
le da a Pedro la oportunidad de confesar públicamente su
amor, como señal de reconciliación. Es evidente que Pedro
ama a Jesús y está dispuesto a cuidar del rebaño. Como Jesús,
todo pastor debe hacer sacrificios. El amor de Pedro por
Cristo lo hará ir hasta la muerte, una muerte que profesa que
vivir en el amor de Dios produce vida eterna. Al meditar en
el evangelio de hoy, piense en los modos como usted profesa
su fe en Cristo. ¿Cómo alimenta usted el rebaño del Señor?
Lecturas del día: Hechos 25:13b – 21; Salmo 103:1 – 2, 11 – 12,
19 – 20ab; Juan 21:15 – 19.
Sábado, 14 de mayo de 2016
San Matías, Apóstol
Las palabras de Jesús: “No me eligieron ustedes a mí; yo los
elegí a ustedes”, siempre me han dejado pensando. El amor
de Dios es poderoso y nos motiva. Me sorprende pensar que
Cristo nos ha escogido y que nos ama. Como san Matías,
tenemos la oportunidad de responder a esta invitación y
a hacer vida nuestra vocación bautismal. Al término del
tiempo pascual, piense en la alegría y en el amor con el que
Dios lo ha rodeado. ¿Cómo va usted a ser heraldo de esta
Buena Nueva? Lecturas del día: Hechos 1:15 – 17, 20 – 26;
Salmo 113:1 – 2, 3 – 4, 5 – 6, 7 – 8; Juan 15:9 – 17.
La oración de Jesús, iniciada ayer, continúa este día. En esta
sección, Jesús ora por cuantos serán sus discípulos en el
© 2016 Liturgy Training Publications. 1-800-933-1800. Texto de Timothy A. Johnston.
Traducción de Ricardo López. Ilustración de Steve Musgrave. Texto bíblico conforme a
La Biblia de nuestro pueblo. Biblia del peregrino (2011), con el debido permiso.
Aprobación canónica de la Arquidiócesis de Chicago, 4 de septiembre de 2015.
Recursos reproducibles para Cuaresma–Triduo Pascual–Pascua 2016