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INFORME ANUAL TÉCNICO DE LA ASOCIACIÓN DE CONSERVACIÓN VIDA VERDIAZUL PARA EL ÁREA DE CONSERVACIÓN TEMPISQUE FASE: ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO PLAYA JUNQUILLAL 2010 / 2011 INFORME ANUAL TÉCNICO DE LA ASOCIACIÓN DE CONSERVACIÓN VIDA VERDIAZUL PARA EL ÁREA DE CONSERVACIÓN TEMPISQUE (FASE: ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO) 2010 - 2011 Titulo del Proyecto Datos institucionales Responsables Técnicos Conservación de tortugas marinas en Junquillal. Fase: mitigación de efectos al cambio climático Asociación de Conservación Vida Verdiazul Cédula Jurídica 3-002-620783 Contiguo a Condominio Las Ventanas, Junquillal, Santa Cruz, Guanacaste, CR Valerie Guthrie, Asociación VVA Vice presidenta vagube@yahoo.com Gabriel Francia, Asociación VVA Presidente larusdos@yahoo.com.ar Octubre de 2010 a septiembre de 2011 Periodo del Informe 15 de diciembre de 2004 Inicio del Proyecto Informe preparado por la Asociación de Conservación Vida Verdiazul Junquillal/Claromecó, Septiembre de 2012 Resumen Ejecutivo Durante el período octubre 2010 a agosto de 2011, la Asociación Vida Verdiazul (AVIVE) avanzó significativamente en los objetivos de protección de nidos y hábitats de anidación de tortugas marinas y en las medidas de mitigación de los efectos del cambio climático en el área de Playa Junquillal. El patrullaje nocturno, la identificación y marcaje de tortugas, el traslado de nidos y el cuidado y mantenimiento del tortugario estuvo a cargo del personal de AVIVE y contó con la ayuda de diversos grupos de voluntarios de Costa Rica y del extranjero. En el período de octubre/agosto se patrullaron 281 noches, lo que permitió proteger y asistir el nacimiento de los neonatos hasta su llegada al mar en 29 nidos de baulas (Dermochelys coriacea), 99 nidos de tortugas lora (Lepidochelys olivacea) y 15 nidos de tortugas negra (Chelonia mydas agassizii). La eficiencia del patrullaje quedó reflejada en el bajo porcentaje de saqueo de la especie meta de protección, la baula, con tan solo un nido recolectado (saqueo de 3,7%). Nacieron en total 8012 neonatos, 6800 de lora, 635 de negra y 577 de baula. En enero se inició la construcción de un tortugario de mayor capacidad de nidos y más resguardado, finalizándolo en abril. El tortugario está construido con materiales de alta calidad, se encuentra más protegido de la erosión marina y está operando con su plan de manejo y los permisos municipales y del SINAC. Con respecto a las actividades de mitigación al cambio climático se continuó con la restauración del bosque nativo costero. Durante octubre de 2010 se realizaron las últimas siembras de ese año y los reemplazos de árboles muertos, durante los meses de verano se le dio mantenimiento a los árboles sembrados en años anteriores (chapeo, rodajeo, contrafuegos y señalizaciones) y en mayo de 2011, con el inicio de las lluvias, comenzó la siembra en áreas nuevas y el reemplazo de árboles secos de años anteriores. Se sembraron en el periodo comprendido entre octubre de 2010 y septiembre de 2011 un total de 682 árboles y 380 estacas pertenecientes a 15 especies de árboles nativos. Las actividades fueron coordinadas por personal de AVIVE y recibieron la colaboración voluntaria de diversos grupos de jóvenes, los que recibieron previamente clases teóricas de mitigación al cambio climático y restauración de bosques. Cuarenta y cinco niños de las comunidades de Junquillal y Paraíso participaron activamente en talleres de educación ambiental dictados por la AVIVE. El eje temático fue la Adaptación al Cambio Climático en zonas costeras. En esta etapa los participantes lograron internalizar y reforzar los principales conceptos concernientes al Cambio Climático y relacionarlo con las problemáticas ambientales que viven en sus comunidades. Al finalizar las actividades se realizó un taller con 80 niños donde se presentaron 6 obras de títeres relacionadas con el tema. También en la comunidad de Junquillal se utilizaron herramientas integrales para educar a los distintos sectores de la población, mediante la siembra de árboles, apoyo al programa de reciclaje y de salud animal de la comunidad. Esto con el fin de fortalecer las actividades que hacen los distintos grupos organizados de la comunidad y vincularlos a la conservación de las tortugas marinas y adaptación al cambio climático. Antecedentes, justificación y contexto. Playa Junquillal (10°09’42”N, 85°48’32”O), es una playa desprotegida y una de las cinco áreas más importantes para la reproducción en el Pacífico de Costa Rica de las críticamente amenazadas tortugas baulas (Dermochelys coriacea) y negras (Chelonia mydas agassizii). Lamentablemente, entre 2001y 2004 el 73,3 % de los nidos de baulas fueron saqueados por recolectores de huevos, en tanto que el 100% de los nidos de tortugas negras y loras (Lepidochelys olivacea) fueron destruidos por la misma causa. En Junquillal, al saqueo de nidos se sumaba un progresivo aumento de la polución lumínica en la playa que afectaba negativamente las anidaciones, producto de un acelerado desarrollo de infraestructura. Finalmente, para 2004, la producción neta de neonatos de las tres especies de tortugas era nula. El consumo de huevos de tortugas es una arraigada costumbre entre los pobladores de la zona de Junquillal que lleva al menos tres generaciones, a la vez que la venta de los mismos es una lucrativa actividad. Buscando mitigar el saqueo de nidos de tortugas y conseguir aumentar el bienestar de la población local de Junquillal, WWF puso en marcha en 2005 el proyecto de conservación de tortugas baulas del Pacífico (CBP), contando desde el inicio con un robusto programa de educación ambiental dirigido a distintos niveles. Además de asegurar las condiciones óptimas para la anidación de las tortugas, el CBP planteó un programa de participación comunitaria que contribuiría con: 1- integración del mayor número posible de locales en el CBP, 2- mejoras en los ingresos económicos de las familias de los recolectores, 2- capacitación de locales para la atención turística artesanal, 3- rescate de valores culturales, 4- aumento de la autoestima local, 5- fortalecimiento de los capitales cultural, político y social. Si bien para 2007 se había logrado reducir la luz artificial en la playa y reducir a menos de un 10% el saqueo de los nidos facilitando el nacimiento de más de 20.000 tortuguitas, quedó evidenciado que el cambio climático era la nueva amenaza. A partir de entonces se han implementado en Junquillal una serie de medidas para mitigar los efectos negativos del cambio climático, especialmente para reducir los efectos del avance del mar y el aumento de la temperatura en las playas de anidación. Entre otras medidas se implementó el traslado de nidos a un tortugario elevado y con sombra, la restauración de 5,5 Km de bosque costero talado durante el siglo pasado. También se monitorean desde 2007 constantemente las temperaturas y los cambios físicos de las playas de anidación. En octubre de 2010 se conformó una asociación local de conservación destinada a continuar las actividades del CBP. El proyecto de constitución denominado “Hacia la autogestión ambiental local en playa Junquillal, dirigida a la conservación de tortugas marinas del Pacífico costarricense” y fue facilitado por dos socios: Fundación Trichechus y Conservación Internacional. El proceso de constitución involucró el trabajo de varios expertos y se extendió por dos años en los que se realizaron talleres individuales con cada una de las instituciones que trabajan en Junquillal, reuniones informativas, entrevistas con personas y grupos de interés, actividades lúdicas integradoras para la comunidad entera de Junquillal y un detallado trabajo de asesoramiento legal conducido por una profesional experta en organizaciones sin fines de lucro. Finalmente, y utilizando los insumos anteriores se determinó como la mejor figura legal para la situación de Junquillal la de una Asociación de Conservación, agrupación que se constituyó con personal del ex CBP y otros vecinos comprometidos con el ambiente, denominándose Asociación Vida Verdiazul (AVIVE). Una vez cumplimentados la totalidad de los trámites institucionales que se requerían y publicado en el diario oficial La Gaceta del 6 de Octubre de 2010 (No. 149), bajo registro de personas jurídicas con cédula jurídica número: 3-002-620783 quedó oficial y legalmente conformada la AVIVE. La Asociación tiene como principales objetivos: A) Construir un modelo de conservación comunitario para ecosistemas costeros en áreas no protegidas. B) Educar y sensibilizar sobre la importancia y beneficios que perciben las comunidades locales de la conservación de sus ecosistemas. C) Facilitar la sostenibilidad de la conservación mediante el fortalecimiento de las capacidades locales para auto-gestionar vínculos entre conservación y mejoramiento de la calidad de vida. D) Investigar y poner en práctica medidas de adaptación a los impactos del cambio climático sobre ambientes marino-costeros y cuencas hidrográficas. E) Contribuir con recursos humanos y técnicos de esta asociación a los distintos sectores de la sociedad, como entes estatales, comunitarios y ONGs, de modo que se logre reducir la degradación ambiental F) Buscar sinergia para la sostenibilidad institucional y económica de esta asociación G)Trabajar en cualquier otra actividad de interés ambiental para los asociados y sus comunidades. Actualmente y como era de esperar, la AVIVE como heredera del CBP de WWF, es quien continua trabajando en la conservación de tortugas marinas y la mitigación del cambio climático en Junquillal. Adicionalmente continuaron durante 2011 varias capacitaciones, que según la temática fueron dirigidas al personal de la AVIVE, personas interesadas de la comunidad, madres y niños en las áreas de administración, contabilidad, legal, inglés y manipulación de alimentos. Metas de largo plazo Contribuir significativamente con la recuperación de las poblaciones de tortugas negras y baulas del Pacífico Oriental y crear un modelo de conservación comunitario de ecosistemas costeros para áreas desprotegidas. Esto se logrará mediante: 1) Mantener el programa de conservación en Junquillal, incluida la protección de nidos, seguimiento de la actividad de anidación, marcación de tortugas e identificación de hembras. 2) Llevar a cabo investigaciones y actividades relacionadas con la adaptación al cambio climático para las tortugas marinas que anidan en Junquillal, con posible ampliación a otras playas. 3) Mayor concienciación de las comunidades locales sobre la importancia de la conservación de las tortugas marinas y la adaptación al cambio climático, así como una apreciación de cómo las comunidades pueden beneficiarse de la conservación de las tortugas marinas y sus ecosistemas. Objetivos específicos del proyecto de conservación de AVIVE 1) Al menos el 95% de los nidos de tortugas baula en Junquillal son protegidos contra el saqueo, la erosión y el sobrecalentamiento. 2) Implementación de medidas efectivas de adaptación al cambio climático en Playa Junquillal. 3) Motivación para que los locales más jóvenes participen activamente del programa de adaptación al cambio climático. Avances Finalizada la temporada de anidación de baulas, se realizó una protección de 29 nidos de baulas (Dermochelys coriacea), de los cuales 25 fueron trasladados al tortugario y cuatro protegidos in situ. Cuando las hembras de baulas fueron localizadas anidando se obtuvieron sus medidas biométricas y escaneó en busca de PITs (chips electrónicos de identificación ubicados intramuscularmente). Durante esta temporada se identificaron dos nuevas hembras por lo que fueron inyectadas con PITs. El saqueo afectó solo un nido por lo cual la protección efectiva fue del 96,3% de los nidos de baula. Adicionalmente se protegieron mediante traslados al tortugario 99 nidos de tortugas lora (Lepidochelys olivacea) y 15 nidos de tortugas negra (Chelonia mydas agassizii). De los 143 nidos protegidos nacieron en total 8.012 neonatos, de los cuales 6.800 fueron de tortuga lora, 635 de negra y 577 de baula. El rendimiento obtenido es especialmente meritorio considerando los serios obstáculos logísticos que debió superar el personal de la AVIVE, ya que entre junio de 2010 y finales de febrero de 2011 no tuvimos disponibilidad de fondos externos, lo que debió haber afectado seriamente los trabajos de conservación desde el inicio de la temporada de baulas en octubre. En este sentido vale la pena destacar la firme convicción y sacrificios personales que tuvieron que afrontar tanto el personal técnico que debió hacer uso de sus fondos personales para mantener el programa, así como el trabajo voluntario del personal de patrulla (Baula Boys), otros vecinos de Junquillal y el trabajo desinteresado de muchos estudiantes y voluntarios de Costa Rica y el extranjero. Personal de Vida Verdiazul, conocidos localmente como “Baula Boys” proceden a tomar medidas biométricas e inyectar un PIT a una baula que llega por primera vez a Junquillal. Posteriormente trasladaron los huevos al tortugario para asegurar una incubación protegida de saqueadores, de la erosión marina y del sobrecalentamiento. © AVIVE, Gabriel Francia En enero de 2010 se inició la construcción de un nuevo tortugario para proteger los nidos trasladados desde las playas de anidación de Junquillal. En el inicio participó el personal de AVIVE y se contó con la colaboración de un grupo de voluntarios de la Universidad Nacional de Costa Rica. Es un 45% más grande que el anterior tortugario, con una capacidad para albergar 120 nidos, a la vez que se encuentra más alto y retirado de las pleamares, con lo que se intenta compensar el avance del mar de los últimos cinco años. En este tortugario se utilizaron mallas anticorrosivas con lo que se espera reducir los costos de mantenimiento. El tortugario con el permiso de la Municipalidad de Santa Cruz se encuentra operativo desde marzo y se finalizó completamente en abril de 2011. De igual modo que en el anterior tortugario se realizan controles de humedad, temperatura en infestaciones, contando para ello con riego artificial, sombra y canastas anti insectos. Los materiales del tortugario viejo, como mallas, cedazos, postes, sacos y sombras han sido reciclados en su totalidad al incorporarlos en la construcción del vivero para árboles. Suplementariamente el tortugario ha mantenido su función pedagógica, ya que tanto visitantes como voluntarios y niños han podido recibir las primeras nociones de conservación de tortugas en el sitio a la vez que pudieron disfrutar de la experiencia vivencial de la liberación nocturna de tortuguitas custodiándolas hasta su ingreso al mar. Personal de la AVIVE construye una defensa de sacos de arena para evitar la erosión provocada por el oleaje de las pleamares extraordinarias. Esta defensa mostró su eficiencia en las crecientes récord del mes de mayo. Fotografía de Gabriel Francia ©AVIVE Con respecto a las actividades de mitigación al cambio climático se continuó con el programa de restauración del bosque nativo costero. Se le dio mantenimiento a la forestación realizada en años anteriores y se extendió el área, alcanzando una franja de 800 m de largo extendida por la zona pública y de 55 m de ancho en promedio. Estos trabajos incluyeron: 1) 8 chapeos del área forestada y rodajeos individuales para cada árbol sembrado tendiente a eliminar la competencia de las malezas; 2) contrafuegos preventivos para evitar la propagación de fuegos rastreros, muy típicos en Guanacaste durante los meses de verano y letales para árboles pequeños; 3) ubicación de tutores y defensas individuales para evitar el quiebre de los árboles por efecto del oleaje durante las pleamares excepcionales y de la resaca de ramas y palos que este arrastra; 4) reubicación en sitios más altos de árboles amenazados por el avance del mar; 5) rotulación y demarcación mediante cercas y 22 carteles explicativos, con las funciones de protección al pisoteo y para concientizar tanto a residentes como visitantes; 6) ubicación de 24 estañones plásticos de separación de residuos con su respectiva rotulación y encierros para evitar el acceso de perros. Trabajos que se hicieron en sociedad con el grupo Bandera Azul Ecológica de Junquillal. El plan de restauración del bosque costero para aumentar el área con sombra en las playas de anidación de tortugas marinas comenzó en 2009 y durante 2010 se sembraron en Junquillal un total de 669 árboles. Se trabajó durante 15 jornadas para reemplazar los árboles muertos en las áreas forestadas durante 2009 y para sembrar dos nuevas áreas desprovistas de sombra. Entre octubre y noviembre de 2010, se sembraron 470 árboles de 15 especies nativas. En mayo de 2011y con el inicio de las lluvias, comenzó la siembra en áreas nuevas y el reemplazo de árboles secos en áreas ya forestadas. Se sembraron en este periodo 212 árboles criados en el vivero propio durante el año previo (60 ceibos, 60 mangles, 27 malinches, 23 marañones, 7 robles, 26 manzanillos, 15 jobos, 10 maderos, 3 almendro y 1 mango) además de 380 estacas sembradas en forma directa (flor blanca, flor amarilla, madero, madero negro, jobo, jocote y jícaro). El abono orgánico fue producido a partir de 8 m³ de materiales de compost en el predio donde se ubica el vivero de la AVIVE. Para la producción del abono se utilizaron hojas de chapeos, estiércol de vacas y caballos, residuos de cocina, ramas de podas y frutos de descarte, con lo que además se intenta dar una solución al destino de residuos orgánicos de la comunidad. Todas las actividades anteriores fueron coordinadas por personal de AVIVE y recibieron la colaboración voluntaria de diversos grupos de jóvenes, los que tomaron previamente clases teóricas de mitigación al cambio climático, enfocadas en la restauración de bosques nativos. Tanto las sesiones teóricas como las de trabajo participativo donde se integraron personas locales, han servido para que las medidas de adaptación al CC generadas por AVIVE hayan sido adoptadas y empoderadas por la comunidad. Actualmente se trabaja en la crianza de árboles en el vivero de la AVIVE para futuras siembras, contándose ya con alrededor de 1,900 plántulas en su mayoría de mangle mariquito (Conocarpus erecta). Luego de casi tres años de experiencia en tratar de restaurar la franja de costa de zona pública de los 50 m (ZMC), esta especie demostró ser clave como defensa pionera en la primer línea luego del área cubierta por las pleamares, facilitando luego de su crecimiento el desarrollo de otras especies menos resistentes a la salinidad típica marina. Además de su reparo a otras especies nativas, la gran extensión de las raíces de este mangle podría contribuir a evitar procesos erosivos, algo clave considerando que casi el 65% del frente de costa de Junquillal es una barra de arena de menos de 1,5m de altura s.n.m. y el nivel actual del mar se encuentra en ascenso constante (agravado aún más por un descenso del nivel terrestre, según lo reporta el OVSICORI). La mayor parte de árboles estará destinada a cubrir nuevas áreas a sembrar durante el resto de la temporada lluviosa y el próximo año en Junquillal y otras playas vecinas. Otras actividades relacionadas implican la colecta y preparación de semillas, la selección de estacas, el trasplante de plántulas, el desmalezamiento y el riego. Personal de la AVIVE con el apoyo de voluntarios preparan el sustrato para la siembra de árboles en el vivero propio (izquierda) y elaboran el compost para abono orgánico destinado al área de restauración de bosque costero (derecha). Fotografías ©AVIVE Durante los meses de octubre y noviembre de 2011 se planean realizar tres cursos de capacitación en conservación de tortugas marinas. El primer curso, complementado con técnicas de taller participativo, será dirigido al personal de la AVIVE (Actualización en técnicas de manejo para la conservación de tortugas marinas). El segundo curso estará dirigido a jóvenes de las comunidades vecinas de Pargos, Río Seco, Venado y Paraíso sobre nociones básicas de conservación enfocado en tortugas marinas. Un tercer curso sobre conservación básica se realizará en Marbella durante el mes de septiembre, siendo destinado a atender las localidades más alejadas. Un resultado clave que se espera de los dos últimos cursos es el surgimiento de al menos cuatro personas interesadas en la protección de tortugas marinas que serán entrenadas para patrullar la playa en la próxima temporada de baulas (octubre de 2011). De esta manera se atenderán las necesidades crecientes de conservación tanto en Junquillal como en comunidades costeras vecinas. Árboles y jóvenes nos dan un aliento de esperanza para construir una comunidad modelo. Fotografía ©AVIVE El grupo de patrulla (Baula Boys) sigue con atención las explicaciones de una jornada de capacitación (izquierda). El grupo de teatro de Junquillal representa la obra de corte ambiental “Hubo una Vez” dirigidos por la coordinadora Valerie Guthrie (derecha). Personal de la Asociación Vida Verdiazul trabajan en la siembra y crianza de nuevos árboles para la futura restauración del bosque costero en las playas de Junquillal. © AVVA, Gabriel Francia Por otro lado y siguiendo con el programa de educación ambiental para las escuelas de Junquillal y Paraíso se realizaron actividades de educación ambiental durante el mes de julio donde hubo la participación de 50 niños. El eje temático fue la adaptación al cambio climático en las zonas de Junquillal y Paraíso. Las actividades se enmarcaron dentro del Proyecto de Educación Ambiental que la AVIVE ha venido realizando en los últimos años enfocado en otorgar herramientas educativas y promover la concientización de la niñez como futura población tomadora de decisiones. Entre las actividades de educación ambiental se destacó la realización de un taller de títeres. Este taller tuvo por objetivo ofrecer herramientas a los niños para comprender la dinámica del cambio climático en su ambiente local y como éste se relaciona con la conservación del ecosistema y el papel de las adaptaciones necesarias para afrontarlo. Con la ayuda de dos facilitadoras y el uso de la ludopedagogía se estímulo en los participantes la comprensión, el análisis y reflexión sobre las causas, consecuencias y soluciones a los problemas ambientales de sus localidades. Evaluación de la metodología Innovación crea nuevos beneficiarios El monitoreo nocturno, primer paso para la conservación de tortugas marinas, está a cargo del equipo de patrulla de AVIVE y es respaldado por el coordinador técnico, tanto en lo biológico como en lo logístico. Se monitorean los 5,3 km de playa desde las 19:30h hasta las 5:30h en dos turnos de salidas. El trabajo consiste en localizar las tortugas o sus nidos, individualizar y medir a las hembras cuando son baulas y trasladar los nidos de todas las especies al tortugario toda vez que existe un riesgo de erosión o recolección humana. Esto es vital especialmente en la estación seca (diciembre a mayo), debido a que el recalentamiento de la arena en Junquillal impide el desarrollo embrionario. El control y mantenimiento del tortugario está a cargo también de personal de AVIVE y es supervisado por una regente, bajo el protocolo de un plan de manejo aprobado por la ACT años atrás. Como innovación en 2010 incorporamos voluntarios para facilitar el trabajo de patrulla, mantenimiento de tortugario y vivero de árboles y el sembrado. Si bien en un comienzo la falta de experiencia en el trabajo compartido con personas de otras localidades o extranjeras pudo limitar el desempeño de los Baula Boys, actualmente puede evidenciarse la sinergia del trabajo entre locales y voluntarios foráneos. Por esta razón el programa de voluntarios merece ser consolidado y hasta la asignación de un coordinador de tiempo exclusivo, especialmente cuando el crecimiento de este programa le estaría dando sustentabilidad y autonomía. Para mejorar el trabajo en equipo con ayuda de la Fundación Trichechus y Conservación Internacional hemos dado cursos de inglés y facilitado la asistencia de los Baula Boys a una escuela de idiomas. También dictamos un curso de expresión y otro de guiado para mejorar la comunicación entre los Baula Boys y los voluntarios extranjeros. También hemos observado que el interés puesto por personas externas a la comunidad ha servido de motivación para que los propios locales se interesen por el proyecto. Solemos escuchar comentarios que expresan “si tantas personas de países distintos llegan a nuestra comunidad, es porque tenemos algo importante de lo cual no nos habíamos percatado”. Además de la motivación, el aumento de visitantes, sean voluntarios o no, que llegan a Junquillal por la existencia de un proyecto de conservación consolidado trae claros beneficios económicos. Solo la atención de los voluntarios está generando dos nuevos empleos a cargo de dos jefas de familia e incrementando los ingresos en otros prestadores de servicios, lo que es especialmente significativo durante la temporada turística baja. También ha recibido beneficios durante 2011 como prestadores de servicios gastronómicos el Patronato Escolar de la Escuela de Junquillal, las madres que operan el comedor ofrecieron un buen servicio para el dictado de cursos, talleres y capacitaciones de la AVIVE, a la vez que pudieron recibir ganancias para ejecutar futuras actividades escolares. Grupos de voluntarios ayudan a los Baula Boys en liberar de troncos riesgosos para las anidaciones y para los árboles de la reforestación (izquierda) y ayudan tomar las medidas biométricas de una tortuga baula (derecha). Fotografías de Gabriel Francia ©AVIVE Resultados/Productos. El principal resultado cualitativo de nuestro proyecto para el período octubre10/agosto11 es el nacimiento de 8.012 tortuguitas de las especie baula, lora y negra. Si bien ya han ingresado unos 35 nidos más al tortugario que se hallan en incubación, la producción de este año ya es más que satisfactoria, sobre todo cuando la comparamos con la línea base del 2001/2004 anterior al proyecto de conservación, cuando el aporte de Junquillal a las poblaciones de tortugas del Pacífico Oriental era nulo debido especialmente al saqueo. Aún así esperamos que a partir de este período, con un tortugario menos propenso a las inundaciones y con técnicas de manejo más controladas para el traslado de nidos, tengamos un porcentaje medio de eclosión más alto y logremos un mayor aporte de neonatos a las poblaciones de tortugas. Además de lo anterior, con más recursos financieros merced a haber ganado el primer premio de la Fundación Disney y el aporte de nuestro principal socio WWF Internacional, también podremos incrementar el esfuerzo de patrulla reduciendo las perdidas por saqueo y predación. El aumento de patrulladores en la playa será indispensable para contrarrestar un aumento de recolectores de huevos ilegales, que creemos se mantendrá mientras dure el desempleo en las comunidades costeras de Guanacaste, producto de la prolongada recesión económica mundial. Si bien aun no disponemos de un resultado técnico formal, observaciones preliminares en el área de restauración de bosque muestran una supervivencia de árboles mayor en esta temporada que en la anterior. Seguramente la experiencia ganada en años anteriores por parte de la AVIVE, la utilización de especies arbóreas más adecuadas, siembras temporalmente más oportunas, empleo de abonos orgánicos y el uso de técnicas de protección apropiadas (anti fuego, pisoteo y oleaje) podrían explicar esta mayor supervivencia. El resultado de supervivencia y crecimiento estará disponible en diciembre de 2011. El crecimiento de los árboles ya es visible en un área que antes estaba completamente deforestada, lo cual ha revelado a la comunidad un resultado tangible que fue consecuencia del trabajo en el que participaron ellos mismos. Además de los claros beneficios que esto trae para el ecosistema costero de Junquillal, el crecimiento de más de 1500 árboles ha mejorado la percepción local sobre su propia playa y sobre el rol de la AVIVE en términos de conservación y ya no solo de tortugas marinas, sino desde un enfoque integral y ecosistémico. La comunidad de Junquillal participa en las jornadas de siembra de árboles para restaurar el bosque costero, en esta imágen Mainor Jaén, personal de AVIVE colabora con Silvia Héctor, vicepresidenta de la Asociación de Desarrollo Integral de Junquillal. Fotografía de Gabriel Francia ©AVIVE El trabajo de educación ambiental y de capacitaciones realizadas en el campo se ha orientado ya con un enfoque más integral, hacia los cambios de actitud en aspectos más cotidianos de la comunidad. En sociedad con el grupo local de Bandera Azul Ecológica, en el último trimestre hemos concentrado esfuerzos en el manejo de desechos sólidos y en la reducción del consumo. Una vez adquiridos 24 basureros de 50 galones, se procedió a pintarlos en rojo y azul para la separación de desechos reciclables. Posteriormente se los ubicó en lugares estratégicos de la playa y dentro de encierros realizados con maderas aportadas por las mismas marejadas, de modo de reducir el acceso a la basura de perros y fauna silvestre. Posteriormente se ubicaron rótulos informativos y de concientización en los encierros para los basureros. Momentáneamente la Municipalidad de Santa Cruz está encargada del proceso de separación fina y reciclaje final, aunque ya se está construyendo en terrenos públicos administrados por la Asociación de Desarrollo de Junquillal un centro de reciclado. Paralelamente hemos realizado con la colaboración de los grupos de voluntarios tres limpiezas integrales de la playa, donde además de separar la basura se liberó la playa de troncos de envergadura que impedían la anidación de las tortugas y constituían una potencial amenaza para los árboles de la reforestación. Lecciones aprendidas, Vínculos organizacionales y fortalecimiento institucional Dar un enfoque más integral a un proyecto de conservación de tortugas marinas pudo ser un laborioso desafío, sin embargo ya empieza a rendir sus frutos tanto en los ecosistémico como en lo social. La gente de la comunidad que antes era parte del problema al ser quienes más recolectaban y consumían huevos de tortuga, hoy son parte de la solución. Algunos de ellos hoy son activos conservacionistas y forman parte de la AVIVE, y lo más importante es que a la protección de las tortugas marinas se sumó la conservación del medio ambiente como un todo. Hoy en Junquillal es difícil admitir una playa cubierta de residuos o deforestada, como lucía hace una década. Además de la separación de residuos para el reciclaje se ha trabajado en la educación del consumidor y en el rescate de valores culturales locales, como la siembra de cultivos para el consumo familiar y la siembra de árboles para sombra. El aprovechamiento de residuos orgánicos hogareños para la fabricación de compost para abonos orgánicos va en la dirección de la siembra y ayuda a cerrar el círculo del tratamiento de residuos. Trabajar con las otras organizaciones locales como Bandera Azul y la Asociación de Desarrollo, Patronato Escolar e instituciones privadas y de gobierno como Coopeguanacaste, ACT y Municipalidad de Santa Cruz ha mejorado la comunicación y fortalecido a las organizaciones locales. Además de ello, ha facilitado alcanzar nuestros objetivos de conservación comunes. Ejemplos son: 1) la reducción en la luz artificial en la playa y un buen canal de consulta siempre abierto de Coopeguanacaste con nuestra institución, 2) La buena disposición de funcionarios municipales y la prontitud para tramitar permisos como el de habilitación del tortugario y el trabajo común en el reciclaje de residuos, 3) la también prontitud para trámites de permisos de la ACT e invitación permanente a eventos y actividades relacionadas con la conservación, 4) la disponibilidad permanente de la escuela para la realización de cursos, capacitaciones y talleres, brindando además su servicio de comedor, 5) la constante ayuda de la Asociación de Desarrollo de Junquillal para tramitaciones, permisos y apoyo institucional. Actividades pendientes para el próximo período Además de la continuación de las actividades ya reportadas, quedan pendientes para los próximos meses las siguientes actividades: 1) 2) 3) 4) Monitoreo de perfiles físicos y de temperaturas en playa. Curso de capacitación y entrenamiento para Baula Boys. Realización de actividad integradora (Baulafest III) Inicio de monitoreo y actividades de conservación y adaptación a cambio climático en la comunidad de Marbella y su playa Frijolar.