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Oración de intercesión 1) Virgen bendita, habitada por el Espíritu, tu corazón está abierto a la Palabra, ayúdanos a estar atentos a las solicitudes del Señor y a cumplir su voluntad. 2) Virgen María, tú que has formado el corazón y el rostro de Jesús, concede a todos los padres, que sepan llevar a cabo, con confianza y discernimiento, la educación humana y cristiana de sus hijos. 3) Virgen María, tú que has tenido el gozo de acoger a Jesús, te pedimos que todas las madres sean felices al poner en el mundo el hijo que ellas han llevado. En particular aquellas que se encuentran en situaciones difíciles en el plan afectivo y social. 4) Virgen María, esclava del Señor, te pedimos que todas las mujeres cumplan su vocación, sea en el servicio a su familia, en el trabajo u otras actividades de la sociedad o parroquiales. 5) Virgen María, Madre de la Esperanza, te pedimos por todos los que están pasando pruebas, enfermedad, incertidumbre por el mañana, y que van a vivir la Navidad sufriendo o en soledad. (Intenciones libres) Padre Nuestro Oración: Dios, Padre nuestro, te alabamos y te damos gracias por haber elegido a María para ser la Madre de tu Hijo, Jesús nuestro Salvador. Que en este tiempo de Adviento, ella nos enseñe a acoger, a amar y a servir. Te lo pedimos en nombre del Amor que tú das a María y a tu Hijo Jesucristo. Bendición final: ¡Que Dios, nuestro Padre, nos bendiga, que nos guarde en su Amor, y nos conceda acoger con alegría a Jesús, el Hijo de María. Amén! Diciembre 2011 Orar en tiempo de Adviento María, muy amada de Dios, Virgen Inmaculada, Mujer llena de gracia, el Señor te ha elegido para ser la madre de su Hijo. María, te bendecimos por haber dicho Si a la Palabra que te han dicho de parte de Dios. Enséñanos, durante este tiempo de Adviento, a rezar, a adorar, a velar contigo en la esperanza, a leer y meditar la Palabra de Dios, personalmente y en familia, a interiorizarla y ponerla en práctica. María, obtennos la gracia de vivir este adviento de 2011, Animados de un gran deseo de acoger a Jesús, el Salvador que nos llega, como tú has sabido esperarlo, acogerlo y ofrecerlo al mundo. Invocación inicial: Bendita seas María, corazón sencillo y puro, el Espíritu habita en ti. Por ti, Dios viene a cumplir las maravillas de la Salvación. Himno: Bendita seas María, Esclava del Señor, porque has creído el anuncio del Ángel: En ti se ha cumplido un hecho maravilloso: Dios se hace tu Hijo. Estribillo: ¡Gloria a ti, Virgen Inmaculada! Bendita seas, María, Modelo de fe: en medio de nuestras dudas y nuestros miedos, el mundo desconcertado aspira a la Salvación: ¡Tú le das esperanza! Bendita seas, María, Estrella en nuestra noche, Santa Madre del Dios de amor. Tú has llevado al Verbo encarnado: ¡el que te ha creado! Bendita seas, María, alegría del universo, nuestro mundo recibe a su Redentor, tu Hijo Emmanuel, Dios y hombre verdadero:¡el que te ha salvado! Bendita seas, María, por los redimidos, eres tú quien nos ofrece la Salvación, dándonos a Jesús, Pastor lleno de amor, ¡en camino hacia el Cielo! Meditación en silencio: Te bendecimos. Padre, porque María fue en la vida de Jesús, lo que ahora es en la vida de la Iglesia, en nuestra vida personal, en nuestra familia y en la vida de los que se confían a su protección. Palabra de Dios: Evangelio de Jesucristo, según San Lucas, 1, 27-40 “Entró el ángel a donde estaba María y le dijo: ---Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oírlo, ella se turbó y discurría qué clase de saludo era aquél. El ángel le dijo: --No temas, María, que gozas del favor de Dios. Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús. Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre,para que reine sobre la Casa de Jacob por siempre y su reinado no tenga fin. María respondió al ángel: ---¿Cómo sucederá eso si no convivo con un varón? El ángel le respondió: ---El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te hará sombra; por eso, el consagrado que nazca llevará el título de Hijo de Dios. Mira, también tu pariente Isabel ha concebido en su vejez, y la que se consideraba estéril está ya de seis meses. Pues nada es imposible para Dios. Respondió María: ---Aquí tienes a la esclava del Señor: que se cumpla en mí tu palabra. Y el ángel la dejó..” Adoración en silencio: Bendita seas, María, Madre de dolores: valiente en el día más duro, La Maestra de vida, tu Hijo está en la cruz, muriendo por nuestros pecados! Benditas seas, María, Morada del Altísimo, porque te ha visitado la gloria de Dios. Junto a Jesucristo, Virgen Inmaculada, brillas para siempre! Señor, a lo largo de este Adviento, concédenos no desearte más que a Tí. Ayúdanos, porque vivimos en una sociedad de consumo y de tentaciones que nos aturde y nos tienta constantemente para que usemos de toda clase de bienes materiales y superfluos. María, concédenos que deseemos ardientemente la venida de Jesús, verdadera fuente de luz, de gozo y de verdad. Que con toda la Iglesia, podamos repetir con fe: ”¡Ven, Señor Jesús”!