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Universidad Nacional de Asunción Facultad de Ciencias Médicas TRATAMIENTO DE PACIENTES CON ENFERMEDAD DE GRAVES BASEDOW CON IODO-131(131I). TESIS Dr. Jorge Antonio Jara Yorg Asunción 2003-12-30 AGRADECIMIENTOS Agradezco al Señor Jesucristo por la vida y la salud que me ha dado a fin de poder estudiar medicina y atender a mis queridos pacientes logrando así el privilegio de presentar esta tesis. Agradezco a mis padres Cristóbal Antonio (†) e Ingeborg Maria Luisa quienes me dieron el ser y me inculcaron el amor a Dios, a mis semejantes y al estudio con el fin de dedicar mi vida al servicio de los demás. Agradezco a mi esposa Maria Luisa quien con su amor y cariño diario de compañera idónea ha ganado mi corazón y me ha estimulado a fin de poder realizar mis trabajos científicos e investigaciones como así también la práctica médica diaria. Su presencia a mi lado es invalorable. Agradezco a mis hijos Mark Anthony, Jessica Maria, Jorge José y Elías Daniel quienes con su amor y ternura me llenan de gozo y alegría diariamente. Su aliento y comprensión en mis quebrantos me han dado fuerzas para lograr mis metas. Agradezco al Profesor Dr. Néstor Arrúa Torreani por su apoyo, su ayuda en la corrección y guianza en la cátedra para la elaboración de esta tesis como tutor. Agradezco a la profesora Margarita Samudio por sus enseñanzas, su notable ayuda en la elaboración del protocolo y la tesis. Agradezco al Profesor Dr. Esteban Ferro y a los demás miembros del grupo del curso de análisis de datos y redacción del escrito médico. Agradezco al Profesor Dr.Nicolás Breuer, Director del IICS, por su apoyo y comprensión durante la elaboración de este trabajo. 2 Agradezco a los tecnicos, Ramon Dominguez y Miguel Duarte, como tambien a la secretaria Emerenciana Amarilla por su colaboracion en mis trabajos. Agradezco al Licenciado Francisco Cabañas por su ayuda en la corrección estadística. Agradezco al Jefe de Computación Javier Zarate y las demás componentes del Departamento de Computación del IICS por ayudarme en la presentación y realización del presente trabajo. Agradezco al hermano Alejandro Vargas Demestri por su ayuda en informática. Agradezco al Dr. Pedro Sachero por su colaboración en la realización de los estudios de TSH receptor. Agradezco a la Dra. Ninfa Acosta, Jefa del Departamento de Radiouinmunoanálisis del IICS y las demás componentes de su departamento por su colaboración en los estudios de hormonas tiroideas y TSH. ¡Dios les bendiga y recompense a todos! Dr. Jorge A. Jara Yorg 3 Índice Resumen 1. Introducción 1.1 Generalidades y revisión bibliográfica 1.2 Síntesis de hormona tiroidea 1.3 Transporte de yodo 1.4 Organificación 1.5 Tiroglobulina 1.6 Acoplamiento 1.7 Almacenamiento y secreción hormonal 1.8 Circulación y transporte de hormona tiroidea 1.9 Uniones proteicas 1.10 Concentración Hormonal sérica 1.11 Mecanismo de acción de hormonas tiroideas 1.12 Ecografía de la glándulas tiroides 1.13 Técnica exploratoria 4 5 7 7 10 11 11 13 13 14 15 16 17 17 21 23 1.14 Determinación ultrasónica del volumen tiroideo 25 1.15 1.16 1.17 Gammagrafía o centellografía tiroidea Trazadores radiactivos en gammagrafía tiroidea Usos clínicos de la gammagrafía tiroidea 25 26 27 1.18 Características de yodo 41 1.19 Exposición radiológica 32 1.20 Clasificación de las enfermedades tiroideas 1.21 Bocio 1.22 Nomenclatura y clasificación del bocio 1.23 Clasificaciones somatoclínicas 1.24 Clasificación semiológica de los bocios 1.25 Clasificación etiológica de los bocios 1.26 Clasificación funcional 1.27 Etiología y epidemiología del bocio 1.28 Sintomatología 1.29 Fisiopatología del bocio 1.30 Enfermedades de Graves-Basedow 1.31 Tratamiento del hipertiroidismo con yodo 1.32 Radioiodo como tratamiento para el hipertiroidismo 1.33 Nódulos tiroideos en la enfermedad de Graves 1.34 Anticuerpos tiroideos 1.35 Significancia clínica de los anticuerpos tiroideos 1.36 Nomenclatura de los anticuerpos de la tiroides 2. Objetivos 3. Metodología 34 43 43 44 46 46 47 51 58 61 66 63 70 81 87 88 89 89 90 4 3.1 Variables de estudio 3.2 Asuntos estadísticos 3.3 Asuntos éticos 4. Resultados 5. Discusión 6. Conclusiones 7. Bibliografía 8. Anexos 92 93 94 95 122 125 127 149 1. RESUMEN Las enfermedades tiroideas son frecuentes en el Paraguay, siendo la prevalencia de bocio 48,6% en la población general. El aumento de tamaño de la glándula tiroides es conocido como bocio siendo la principal causa de bocio endémico la deficiencia de yodo. Dentro del grupo que presenta esta enfermedad pueden aparecer diferentes tipos de expresiones funcionales y morfológicas tales como bocios uni o multinodulares, difusos, hiper, hipo o eufuncionantes. La tirotoxicosis es la enfermedad de hiperfunción tiroidea que puede deberse tanto a enfermedad tiroidea inmunológica o no, o por ciertos medicamentos. La obligatoriedad recientemente impuesta del uso de sal yodada de consumo familiar es probablemente responsable de un exceso del aporte 5 de yodo, el que añade otro factor que pudiera generar brotes de hipertiroidismo. En nuestro trabajo, la enfermedad de Graves Basedow constituye la hiperfunción tiroidea más comúnmente observada cuyo tratamiento puede ser realizado con medicación antitiroidea (propil tiouracilo, metimazol, etc.), cirugía o el yodo 131(131I). Se analiza la respuesta del hipertiroidismo al tratamiento con el 131 I, en su aspecto clínico pre y post tratamiento, y los hallazgos ecográficos y centellográficos de la glándula tiroides. Finalmente, se discuten las ventajas y desventajas que ofrecen los diversos tipos de tratamiento del hipertiroidismo, teniendo en cuenta la relación costo beneficio de cada una de las modalidades terapéuticas. 6 INTRODUCCIÓN Las enfermedades tiroideas son frecuentes en el Paraguay, siendo la prevalencia de bocio según datos del MSP y BS publicados en 1988 de 48,6% en la población general1. En 1930, cualquier científico o médico interesado en la glándula tiroides sabía que la misma captaba y concentraba yodo. El bioquímico alemán Eugen Baumann2 (1846-1896) había descubierto yodo en la glándula tiroides 40 años antes, mas o menos por accidente y Edward Kendall 3, (1886-1972) había aislado esa hormona tiroidea solo 20 años antes. Desafortunadamente para Kendall , el había propuesto una estructura química errada, la cual fue determinada correctamente en 1926 por Charles Hurington4 (1897-1972). Contemporáneamente con Kendall, David Marine5 (1880-1976) demostró que la glándula tiroides podía captar y concentrar yodo en manera estable. Pero durante la década de los 30, no había técnicas para estudiar en detalle la glándula tiroides, por ejemplo, David Marine fue forzado a dar grandes cantidades de yodo no fisiológicas y luego extirpar una gran porción de tejido glandular tiroideo para medir su contenido en yodo. Ningún médico rutinariamente extirparía gran parte de la glándula para diagnosticar su enfermedad. En ese tiempo, el diagnóstico estaba basado en los hallazgos clínicos de los pacientes y en demostrar el gran consumo de oxígeno midiendo el metabolismo basal5. 7 El yodo es esencial para la síntesis de las hormonas tiroideas constituyendo el 66% del peso de la T4 (tetrayodotironina) la cual contiene cuatro átomos de yodo. La T3 (triyodotironina) con tres átomos de yodo está yodada en el 58%. Normalmente, cerca de 90 µg (~120nmol) de T4 y 6,5µg (~10nmol) de T3 son secretados diariamente por la glándula tiroides. El transporte de yodo dentro de la glándula demanda diariamente entre 60 a 80 µg (~550 nmol) para mantener la producción normal diaria de hormonas. La glándula tiroides requiere la acumulación de yodo en la misma para la síntesis hormonal, la cual es facilitada por un eficiente sistema de concentración y conservación del mismo en la glándula, sabiendo que a veces el yodo no se encuentra en cantidades suficientes en las fuentes del medio ambiente. Entre 5.000 y 10.000 µg de yodo hormonal es almacenado dentro de la tiroides5, esta cantidad constituye una reserva de protección para los períodos de deficiencia del mismo en la dieta. Dentro de ciertos rangos, la glándula tiroides puede ajustar la variación del yodo en la dieta, sin embargo, tanto la deficiencia crónica de este micronutriente como el exceso, pueden exceder su capacidad de regulación dando como resultando una enfermedad6. Virtualmente todo el yodo absorbido en la dieta es reducido a yoduro en el intestino delgado. El aclaramiento sanguíneo del yodo circulante se realiza principalmente por los riñones (80%) y por la tiroides (20%). 8 Su excreción por vía renal varía con la carga filtrada y refleja el 97% de la ingestión en la dieta, solamente el 3% se pierde por las heces 7. El yodo es pasivamente absorbido en el riñón y depende de la filtración glomerular, mientras que su absorción por la glándula tiroides depende de la cantidad del mismo en la dieta y del almacenamiento intratiroideo, pues su acumulación puede aumentar hasta cinco veces, dentro de la glándula bajo condiciones de deficiencia7. Este mecanismo limita el transporte de yodo a la glándula en tiempos de suficiencia dietética y minimiza los efectos de la fluctuación en la dieta. La dieta norteamericana enriquece con yodo ciertos alimentos, tales como: la harina, el aceite y la sal, lo cual hace exceder la dosis diaria recomendada de consumo humano de 100 µg/d de yodo, comparativamente a otras áreas del mundo tal como el África Central7. También el yodo puede ser hallado en agentes comunes tales como medios de contraste yodados (ácido iopanoico, hipodato de sodio), vitaminas, antiarrítmicos (amiodarona), antisépticos (iodopovidona), colorantes del cabello, bronceadores, shampoo de algas, alimentos envasados que contengan conservantes, medicamentos expectorantes (yoduro de potasio). En personas eutiroideas, altas dosis de yodo compiten con los marcadores de radioiodo y reducen la captación del mismo por la glándula tiroides no visualizándose en la centellografía, y por reflejo aumentan la TSH en el suero y el tamaño tiroideo8, 9. Una glándula tiroides anormal, es 9 menos capaz de ajustar estos cambios al yodo y por ende presentar enfermedad clínica.9 El exceso de yodo inhibe la captación, la organificación, la liberación de hormonas y disminuye el flujo vascular tiroideo10 Las células tiroideas transportan activamente plasma yodado dentro del citoplasma. El transporte sistémico llamado “atrapamiento” puede ser saturado, por ello, pequeños aumentos de yodo en plasma son seguidos de aumento en el transporte. El yodo es almacenado dentro de la glándula tiroides en la tiroglobulina (Tg), una glicoproteína esencial para la síntesis y almacenamiento de las hormonas. Normalmente cuando la tiroglobulina es digerida por las enzimas proteolíticas, se produce liberación de T4 y T3 a la circulación, mientras que otros componentes como las proteínas yodadas y las yodotirosinas son recicladas dentro de la glándula tiroides. SÍNTESIS DE HORMONA TIROIDEA Los siguientes pasos de la síntesis de hormonas tiroideas son regulados por la TSH: El transporte de yodo. Organificación. Acoplamiento. 10 Síntesis de Tg. Transporte de yodo dentro de las células tiroideas, de los capilares de la base de la célula al ápex de la misma, donde se une con residuos de tirosina para producir la mayoría de la T4 y alguna T3. La T4 y T3 son almacenadas en el coloide dentro de los folículos de la glándula, de allí son liberadas juntas. Estos pasos son realizados bajo la influencia de la TSH y otras proteínas que se unen al receptor de la TSH. Una pequeña cantidad de T4 “no TSH dependiente” es secrecratada normalmente. TRANSPORTE DE YODO El movimiento del yodo desde la sangre hasta las células tiroideas (atrapamiento) es un proceso activo que requiere energía para realizarlo. El yodo aumenta su concentración en dichas células, hasta 30 veces más que en la sangre, este paso limitante en la síntesis hormonal está bajo el control de la TSH. El transporte sistémico puede concentrar el perclorato y el pertecnetato. Estos iones son útiles en los estudios de diagnóstico con imágenes de la glándula tiroides o para cuantificar la función de atrapamiento. 11 ORGANIFICACIÓN Los iones de yoduro transportados dentro de la célula son oxidados, siendo utilizados los residuos yodados de tirosilo presentes en las moléculas de tiroglobulina. Este proceso llamado organificación, se realiza en el ápex de la célula y requiere de la enzima tiroidea peroxidasa (TPO). La TPO es también un antígeno sospechoso de ser responsable de la aparición de los anticuerpos antimicrosomales encontrados en pacientes con enfermedades tiroideas autoinmunes. La actividad de la enzima peroxidasa representa una forma de autorregulación dentro de la tiroides. Un aumento brusco del yodo dentro de la célula limita la actividad de la peroxidasa. La disminución de la organificación que sigue al exceso de yodo administrado es conocida como efecto Wolff-Chaikoff el cual es transitorio. El escape de las hormonas ocurre durante varios días pudiendo dicho efecto proteger al paciente contra el hipertiroidismo. La falla del escape del efecto WolffChaikoff es común en ciertas enfermedades glandulares, por ello la reducción en la organificación debido al exceso de yodo perpetuado puede llevar al hipotiroidismo 9. La actividad de la TPO puede ser congénitamente deficiente siendo reducida con la administración de tiourea, tal como el propiltiouracilo (PTU) el cual es comúnmente utilizado en el tratamiento del hipertiroidismo.12 12 TIROGLOBULINA Los residuos de tirosina a los cuales se une el yodo en el proceso de organificación son parte de la molécula de tiroglobulina, una glicoproteína de 660-КD (Kilodalton). Defectos en la síntesis de tiroglobulina han sido propuestos como responsables de algunos casos de bocio, a pesar de que tales casos son raros11. Hasta ahora, la interferencia terapéutica en la síntesis de la tiroglobulina no es posible en el control y tratamiento del cáncer bien diferenciado de tiroides y los valores séricos de tiroglobulina son usados como indicación de recurrencia, metástasis o bioactividad12. ACOPLAMIENTO Las yodotironinas son formadas por el acoplamiento de dos diyodotironinas (DIT) creando la T4 (tetrayodotironina); la unión de una monoyodotiroinina (MIT) y una diyodotironina (DIT) forman la T3 (triyodotironina). El proceso de acoplamiento es catalizado por la TPO (tiroperoxidasa), estimulado por la TSH y es bloqueado por algunas drogas tales como la tiourea y el exceso de yodo. Defectos congénitos en el acoplamiento de la monoyodotironina y la diyodotironina resultan en la disminución de la síntesis de hormonas y bocio. 13 ALMACENAMIENTO Y SECRESION HORMONAL La tiroglobulina es almacenada en estructuras citoplásmicas llamadas vesículas que se fusionan con la membrana apical de la célula y vierten su contenido dentro del espacio coloide en el centro del folículo. Este espacio está ligado a las membranas apicales de los folículos celulares adyacentes y es inaccesible a la circulación. Allí, la hormona es almacenada en el coloide y solamente una pequeña fracción (1%) se renueva cada día. Bajo estimulación de la TSH las hormonas son secretadas en dirección opuesta a la membrana basal, esto hace que menos coloide sea guardado. Primero, seudópodos de la membrana apical celular engloban el coloide dentro del espacio central y forman gotitas que se fusionan con la membrana apical y se mueven en la célula. Este proceso de endocitosis ocurre en minutos bajo el estímulo de la TSH. En el interior de la célula, la gotita de coloide es acoplada por un lisosoma formando un fagolisosoma, este se mueve hacia la base de la célula, las proteasas ácidas y peptidasas del lisosoma digieren la molécula de tiroglobulina. T4 y T3 son secretadas en los capilares de la base de la célula en relación a la presencia de tiroglobulina. La mayoría de la T3 es derivada de la conversión extratiroidea de T4 por la 5´monodeiodinasa tipo I (5´D-I) en tejidos periféricos. Sin embargo, una proteína de 27-Kd con 5´D-I activa 14 ha sido encontrada en las glándulas humanas13. Esta es regulada por la TSH que tiene elevada actividad en la enfermedad de Graves y en adenomas foliculares, mientras su actividad es baja en el carcinoma papilar14. CIRCULACION Y TRANSPORTE DE LAS HORMONAS TIROIDEAS Cerca de 120 nmol de T4, 467 nmol de T3 y 50 nmol de T3 reversa (rT3) aparecen en el suero cada día en una persona típica de 70 kg. 15. El balance entre la producción y degradación es mediada entre otras cosas por la nutrición, las enfermedades no tiroideas, ejercicio, embarazo y medicamentos. Menos del 1% de la cantidad total circulante de cada hormona es libre en el plasma16. Este extraordinario grado de unión a las proteínas transportadoras tiene varias consecuencias: 1. El plasma contiene una gran capacidad de almacenar hormonas sirviendo como reservorio o de amortiguador contra las fluctuaciones en los niveles sanguíneos. 2. Una pequeña cantidad de hormona se pierde a través de los riñones por filtración glomerular de la hormona libre. 3. Cambios en la unión proteica afecta el reservorio pero no la cantidad de hormona libre no alterando la acción fisiológica de las hormonas. 15 La T3 tiene el 10% y la rt3 tiene solamente el 2% del total de hormona almacenada comparada con la T4. A pesar de que cerca de la mitad de la T4 y de la rt3 circulan en la sangre y en otros tejidos tales como el hígado y riñones, mientras que ¼ de la T3 se encuentra en los mismos compartimientos. Las hormonas almacenadas son convertidas en T4 en el 10%, en T3 el 70% y en rT3 en el 20% por día17. Comparada a la T3, la T4 tiene mayor afinidad de unión y menor porcentaje de aclaramiento plasmático, haciéndola una hormona circulante estable, reservorio y substrato para la formación de T3, que tiene aclaramiento mas rápido. UNIONES PROTEICAS Las hormonas tiroideas T4 y T3 son unidas en forma reversible a varias proteínas sintetizadas en el hígado. La transtiretina (TTR) previamente conocida como prealbúmina tiroidea tiene baja afinidad; por lo tanto juega un papel preponderante en la liberación de las yodotironinas al tejido 18 La tiroxina unida a la Tiroglobulina o TBG sin embargo alta unión y afinidad, baja disociación y provee un reservorio estable hormonal en el plasma. Cambios en la naturaleza de la glicoproteína de la TBG la remueve lentamente en condiciones fisiológicas tales como el embarazo. La albúmina con su relativa alta concentración sérica tiene múltiples sitios 16 de unión con baja afinidad, ayudando en la liberación de hormona libre al tejido (14). CONCENTRACIÓN HORMONAL SÉRICA La concentración sérica total hormonal de Triyodotironina (T3) en el adulto es de 52 a 185 ng/dl (MEIA), tetrayodotironina (T4) es de 5 a 13 ng/dl (MEIA), la hormona TSH o tirotrofina es 0,4 a 6,0 uIU/ml, (MEIA) los niveles hormonales de FT4 o T4 libre en suero son 0,8 a 2.2 pg/ml (MEIA) y la FT3 o T3 libre 1,4 – 4,2 pg/ml (MEIA) son (21). MECANISMO DE ACCION DE HORMONAS TIROIDEAS Las hormonas tiroideas tienen efectos fisiológicos que pueden causar alteraciones en varios órganos. Estas hormonas tiroideas modulan el consumo de oxigeno y el metabolismo de las proteínas, carbohidratros, lípidos y vitaminas (22). Los efectos de las hormonas tiroideas pueden ser clasificados en dos categorías: 1- Efectos en el desarrollo y diferenciación celular y 2- Efectos en las vías metabólicas. Algunos de sus efectos más importantes ocurren durante el desarrollo fetal y la niñez temprana (23). En el ser humano se requiere la acción de las hormonas tiroideas para el desarrollo cerebral y la falta de esto puede manifestarse en el síndrome de cretinismo o hipotiroidismo. La hormona tiroidea juega un papel muy importante durante el desarrollo y el 17 crecimiento de la niñez y su falta puede determinar en la curva de crecimiento como ocurre en el hipotiroidismo. Muchos de estos efectos del desarrollo no pueden ser reversibles con tratamientos posteriores con hormonas lo cual sugiere que la hormona actúa durante el desarrollo en combinación con otros factores de diferenciación que puede no estar disponible posteriormente. En este caso, tanto el crecimiento como el desarrollo pueden ser restablecidos cuando se instituye el tratamiento. En los adultos el efecto principal se manifiesta en las alteraciones en el metabolismo, tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo producen alteraciones clínicas con efectos que reflejan su acción en diferentes formas y en diferentes órganos. Alteraciones en el consumo de oxigeno ha sido reconocido como uno de los efectos de la hormona tiroidea. Una de las formas básicas de medición de la acción de la hormona tiroidea es la medición del metabolismo basal el cual está reducido en el hipotiroidismo y aumentado en el hipertiroidismo. Es sabido que el sistema cardiovascular es afectado por las hormonas tiroideas, tanto en el hipertiroidismo como en el hipotiroidismo tienen acciones que son totalmente opuestas sobre la hemodinamia (24). Un aspecto importante de función de la hormona tiroidea, involucra la regulación nuclear de la transcripción del gen. En relación a este punto, Shibusawa y colegas usaron ratones cuyos productos TR-ß del gen no pueden ligar ADN para verter lus en los mecanismos por los que la hormona tiroidea funciona en el desarrollo y fisiología (25, 26). 18 Se conoce la regulación positiva de expresión del gen por la hormona tiroidea pero también ella regula negativamente numerosos genes. De hecho, el efecto fisiológico más importante de la hormona tiroidea es la regulación negativa de la tirotropina (TSH), la expresión del gen en la pituitaria que es fundamental en la función normal del eje hipotalámicopituitario-tiroides. El mecanismo de regulación negativa no es bien conocido aún y se han postilado varios modelos diferentes. En un modelo, el TR liga directamente, vía su dominio de unión a ADN, a un “Negativo” TRE (nTRE) en un gen negativamente regulado. En principio, esto podría involucrar una inversión del interruptor del ligando dependiente simplemente entre el co-represor y el co-activador que se unen. De hecho, un nTRE se ha identificado en la sub-unidad del gen TSHß, y la contratación TH-dependiente de actividad de HDAC a la vecindad en este nTRH se ha demostrado (27). La T3 actúa sobre el sistema cardiovascular aumentando la termogénesis del tejido, lo que lo que aumenta el consumo de oxigeno y la contractibilidad del miocardio, por lo que aumenta el inotropismo y el cronotropismo (28, 29). Actúa además disminuyendo la resistencia vascular sistémica por dilatación de las arteriolas del sistema vascular periférico (por la acción directa de la Triyodotironina sobre el musculo liso de las arteriolas) produciendo relajación de la circulación periférica. Al disminuir la resistencia vascular, el volumen efectivo del llenado arterial renal disminuye por lo tanto, la renina es liberada y el eje angiotensina-aldosterona actúa aumentando el plasma sanguíneo que a 19 su vez tiene relación directa con el volumen sanguíneo que es aumentado, por lo que sed aumenta también el volumen cardiaco (30). Las hormonas tiroideas producen también el aumento del volumen sanguíneo estimulando la eritropoyesis. La conversión de T4 en T3 no ocurre a nivel de la mitosis, sino en el hígado, pero una vez llegada la T3 a los miocitos, hay evidencia de que la membrana celular contiene un transporte específico de proteínas. Una vez en la célula, la T3 entra en el núcleo y allí se une a receptores nucleares que tienen como blanco los genes uniéndose a la DNA para la síntesis proteica. Exceso de hormonas tiroideas causa palpitaciones, nerviosismo, irritabilidad. Los cambios cardiacos ocurren por un aumento del tonismo simpático y disminución del tono parasimpático (30). Taquicardia, con frecuencia cardiaca mayor de 100 latidos por minuto es común durante el reposo y el sueño, además el aumento de la frecuencia cardiaca durante el ejercicio es exagerado (31). En un estudio de 880 pacientes de todas las edades se demostró que la taquicardia en reposo fue el segundo signo más común después del bocio en pacientes con hipertiroidismo (31). En pacientes con hipotiroidismo de larga data, los signos más frecuentes son bradicardia sinusal, hipertensión leve o moderada, colesterol elevado, mixedema y pudiendo ocurrir derrame pericardio (32). En esta enfermedad, el volumen cardiaco es bajo y es causada por la bradicardia, por la disminución del tiempo de llenado ventricular y por la disminución de la contractilidad (33). La resistencia vascular sistémica 20 puede aumentar hasta el 50 % (32). El llenado diastólico y el tiempo de relajación diastólico son bajos (34), sin embargo la falla cardiaca es rara porque el volumen cardiaco es suficiente para la demanda de oxigeno requerida (35). El consumo de oxigeno es estimulado por la hormona tiroidea que actúa en el corazón, musculo esquelético, hígado, riñones, el sistema gastrointestinal, el bazo, cerebro y gónadas. La glándula pituitaria tiene una respuesta paradójica a la hormona tiroidea con aumento de su actividad y secreción en el hipotiroidismo y disminución de la misma en el hipertiroidismo, la razón de la variación no es aún bien conocida.se ha propuesto que las hormonas tiroideas aumentan la energía por estimulación del sodio (NA+), potasio (K+) y actividad de la ATP asa (36). ECOGRAFIA DE LA GLANDULA TIROIDES (37). La ecografía de alta resolución en la tiroides es una técnica relativamente nueva. Utilizando un transductor lineal de alta frecuencia en tiempo real (7,5 – 10 Mhz), con una resolución axial <0,5 mm. Y una resolución lateral <1 mm., y con una profundidad de penetración de 4 cm., se consigue un estudio adecuado de la glándula. El examen ecográfico tiroideo se puede realizar rápidamente, sin radiación ionizante y sin preparación previa del paciente. Aunque su costo es similar al de la gammagrafía, tiene una mejor resolución espacial. Usando este método solo o en combinación con la Tomografía Axial Computarizada o con la Resonancia Magnética Nuclear, permiten el 21 diagnostico diferencial de las masas cervicales. En la actualidad la sonografía es tan utilizada junto a la gammagrafía como métodos iniciales para el estudio de la tiroides. ECOANATOMIA La glándula tiroides se identifica fácilmente en el plano anterior del cuello, con una ecoestructura homogénea y ligeramente ecogénica (Fig. 1). Los lóbulos tiroideos se encuentran a ambos lados de la tráquea y se comunican a través de la línea media por el istmo. Los lóbulos tiroideos están limitados lateralmente por la arteria carótida común, por fuera de la cual está la vena yugular interna que se visualiza parcialmente colapsada al ser explorado el paciente en hiperextensión del cuello. Por delante, la tiroides está cubierta por los músculos pretiroideos y parcialmente por el esternocleidomastoideo. Por detrás se encuentran los músculos largos del cuello. Así mismo, por detrás del lóbulo izquierdo se puede ver el esófago que se identifica por los movimientos deglutorios. Cada lóbulo está provisto de una arteria tiroidea superior e inferior, ramas de la arteria carótida externa y del tronco tirocervical, respectivamente. La arteria tiroidea superior generalmente es la primera rama de la carótida externa, aunque en ocasiones puede serlo de la carótida común. Desciende a lo largo del borde posterior tiroideo en donde se divide en dos o tres ramas terminales. La arteria tiroidea inferior se origina en el tronco tirocervical y penetra por la cara posterior del polo inferior del 22 tiroides. Los estudios con Doppler se realizan generalmente sobre la arteria superior al tener esta posición constante y un curso rectilíneo. Figura 1 Ecografía de tiroides (Imágenes propias del autor) TECNICA EXPLORATORIA El examen se lleva a cabo en posición supina y con hiperextensión del cuello, poniendo una almohada debajo de los hombros del paciente. Después de extender un gel de contacto sobre su piel, con un transductor de alta resolución se realizan inicialmente múltiples cortes longitudinales sobre ambos lóbulos e istmo, seguidos de cortes axiales desde el polo superior al inferior de ambos lóbulos. Se requiere una exploración cuidadosa de la glándula ya que pueden pasar desapercibidas fácilmente lesiones marginales. La exploración se documentara con imágenes representativas de los distintos hallazgos encontrados. 23 INDICACIONES DE UNA ECOGRAFIA TIROIDEA 1. Determinación precisa del volumen glandular. 2. Búsqueda de patología difusa tiroidea. 3. Detección de patología focal tiroidea. a. Conocimiento de la naturaleza líquida o sólida de los nódulos. b. Localización intra o extratiroidea de un nódulo. c. Control periódico de los pacientes de alto riesgo para el cáncer tiroideo. d. Búsqueda del tumor primario tiroideo en los casos de adenopatías cervicales metastásicas. e. Detección de nodulos adicionales (multinodularidad). f. Búsqueda de adenopatías cervicales en los casos de cáncer tiroideo previamente diagnosticado por punción biopsia. 4. Caracterización de un nódulo tiroideo como benigno, maligno o dudoso. 5. Monitorización de la respuesta al tratamiento del bocio y de los nódulos tiroideos. 6. Realización de biopsia / PAAF (Punción Aspirativa con Aguja Fina) con control ecográfico de las lesiones sospechosas. 7. Seguimiento de los pacientes que han sufrido cirugía por cáncer de tiroides. 24 DETERMINACIÓN ULTRASÓNICA DEL VOLUMEN TIROIDEO. Se sabe que la evaluación clínica del tamaño tiroideo, aún cuando sea realizada por un clínico experimentado, es insegura; por el contrario la ecografía representa el mejor método para obtener el volumen glandular. Son varias las situaciones clínicas en las que es importante conocer el volumen tiroideo: a. Cálculo de la dosis de yodo a administrar en los pacientes con tirotoxicosis y para valorar la reducción del tamaño tiroideo tras el tratamiento. b. Evaluación de la respuesta al tratamiento supresor con TSH en pacientes con bocio no tóxico. c. Comprobación de los cambios del volumen después de la administración de drogas antitiroideas para el tratamiento de tirotoxicosis. d. Determinación del origen de un mixedema. GAMMAGRAFÍA O CENTELLOGRAFÍA TIROIDEA (38). La gammagrafía o centellografía tiroidea es una exploración que permite obtener una imagen de la glándula tiroides que demuestra la actividad de captación del tejido glandular aprovechando que utiliza el yodo en la elaboración de las hormonas tiroideas, lo capta de la sangre y lo 25 almacena dentro de ella. Áreas hipercaptantes son definidas como “calientes” y áreas hipocaptantes como “frías” (39, 40, 41). Los isotopos radiactivos son elementos químicos que teniendo el mismo número atómico, tienen distinto número másico. El número atómico es el número de electrones que orbitan alrededor de núcleo del átomo. Define sus características químicas, el número másico es la suma de electrones y neutrones del núcleo. El yodo radiactivo tiene las mismas características químicas que el yodo estable (el mismo número atómico), pero tiene en su núcleo un exceso de energía (neutrones sobreañadidos)y se desprende de ella emitiendo unas partículas radiantes, rayos beta y gamma. La radiación beta altamente ionizante y con una penetración de sólo dos milímetros es la que se utiliza con fines terapéuticos en el tratamiento del hipertiroidismo o en ablación de restos tiroideos después de la tiroidectomía en el cáncer de esta glándula. Los rayos gamma son un tipo de radiación de alta energía y poco ionizante, muy parecidos a los rayos X. TRAZADORES RADIACTIVOS EN GAMMAGRAFIA TIROIDEA (39). Durante muchos años se ha utilizado el radioiodo I-131. Es un trazador radiactivo cómodo para manejar en los servicios de Medicina Nuclear, sobre todo en los países que no tienen cetros productores de isótopos 26 radiactivos. Tiene un periodo de semidesintegración de 8 días (tiempo de semidesintegración es el tiempo en el que un elemento radiactivo pierde la mitad de su actividad). Pero en la década de los años 70 se descubrió un elemento totalmente nuevo, que no existe en la naturaleza y solo se puede obtener por medios técnicos. Por este motivo el radioelemento se llama “tecnecio” y se concentra en la tiroides de la misma forma que se fija el radioyodo, aunque lógicamente no forma compuestos hormonales. Tiene un periodo de semidesintegración de sólo 6 horas y una energía de 140 KEV, por lo tanto puede usarse en dosis más altas que el radioyodo y además no supone ningún riesgo de irradiación para el paciente, ya que no emite radiación beta. EQUIPOS USADOS EN GAMMAGRAFIA TIROIDEA Si tenemos un trazador, 131I o el equipo detector 99m Tc, fijado en la tiroides, se necesita que permita estudiar la distribución de ese trazador dentro de la glándula. El equipo actualmente en uso es denominado gammacámara o cámara gamma. Es un cristal de yoduro sódico activado con Talio de una gran superficie, al que se le acopla un focalizador de tipo puntiforme. Normalmente la gammacámara da una señal analógica que se registra sobre una placa radiográfica en blanco y negro, pero es fácil de convertir en digital mediante un conversor analógico-digital que se conecta a un ordenador no muy sofisticado y ello permite obtener 27 registros en color, cuantificables por zonas. Es el sistema con el que están obtenidas las imágenes que presentamos. USOS CLINICOS DE LA GAMMAGRAFIA TIROIDEA (40). Tanto el 131 I como el Tecnecio (99mTc), se fijan en las células tiroideas funcionantes que tienen capacidad para retener yodo, independientemente de que esas células sean capaces de producir hormona tiroidea y su porcentaje de fijación o de captación es proporcional a la actividad de las células. El transporte está estrechamente relacionado a una ATPasa de membrana. La proteína responsable del transporte del yodo se la denomina “sodium-iodide symporter” o NIS y reside en la membrana basal de tirocito. Se ha descrito déficit de NIS por alteración genética en algunos casos, pero es excepcional. Existen alteraciones del NIS en el cáncer de tiroides y en los nódulos fríos. Figura 2- Glándula Tiroides normal en vista anterior de gammagrafía. 28 Figura 3 – Bocio difuso en proyección anterior de gammagrafía Tiroidea. Fuente: IICS Figura 4: Bocio Nodular Hipercaptante en proyección Anterior Fuente: IICS 29 GUIA DE APLICACIONES- USOS TERAPÉUTICOS DEL YODO 131 Principios de la terapia con Yodo-131 radioactivo (41) A medida que aumenta la distancia de una fuente de radiación, la intensidad de la radiación de la fuente decrece en razón al cuadrado de la distancia. Este principio puede utilizarse con provecho poniendo fuentes radioactivas cerca de células cancerosas de manera que éstas reciban dosis elevadas de radiación, mientras que las células normales y sanas más alejadas reciben dosis más bajas y menos perjudiciales. Ésta forma de tratamiento se denomina braquiterapia. Un paso más en la aplicación de este principio, consiste en situar material radioactivo dentro de las propias células cancerosas. En este caso, la dosis que se imparte a la célula que contiene el material radioactivo es sumamente elevada. Si las células normales no absorben el material radioactivo, las dosis que reciben permanecen muy bajas. Puesto que el yodo se incorpora a las células de la tiroides, puede utilizarse de esta manera yodo radioactivo, por lo general el isótopo 131 I para tratar algunos tipos de cánceres de la tiroides o para el tratamiento de la producción excesiva de hormonas tiroideas (hipertiroidismo). En el tratamiento con 131I, se proporciona al paciente el material oralmente (solución o cápsulas) o por vía intravenosa. En el tratamiento del hipertiroidismo, los pacientes toman por lo general un GBq de 131 I. Los pacientes sometidos a tratamiento terapéutico contra el cáncer toman de 30 3 a 6 GBq de 131 I. No se recomienda dejar que el paciente regrese a su casa inmediatamente. Por el contrario, debe permanecer en el hospital durante un lapso de tiempo que puede durar entre algunas horas o un par de días. La actividad máxima con la que se permite que un paciente regrese a su casa depende de las prácticas que se sigan en su país y de la situación individual del paciente. Por lo general esta actividad máxima varía entre 0,2 y 1 GBq Más abajo se muestran las características físicas del 131 I. El yodo 131 emite radiaciones tanto beta como gamma. La dosis que reciben las células que contienen el yodo se debe en su mayor parte a los rayos gamma. CARACTERISTICAS DEL YODO 131(131I) Periodo de Tipo de Energía Factor Capa semidesintegración radiación (MEV) gamma ( hemirreductora mSv a 1 m en plomo (cm) por GBq x h 8d Beta 0,61 0,364 0,058 Con el tiempo, la actividad de una muestra de 0,3 131 I se desintegra reduciéndose a la mitad en 8 días. De esta manera, un vial que hoy contenga 2 GBq de 131 I contendrá 1 GBq a los ocho días,0.05 GBq a los 31 16 días, etc. En el cuerpo, la cantidad de yodo radioactivo disminuye mucho más de prisa, ya que, además de la desintegración radioactiva,el cuerpo también elimina yodo. En una persona normal, la cantidad de 131 I en el cuerpo disminuye la mitad cada tres días.El tiempo necesario para que la actividad en el cuerpo se reduzca a la mitad se denomina periodo efectivo de semidesintegración. Protección radiológica en la terapia con yodo 131 (41) La protección radiológica propia de los tratamientos con 131 I debe ocuparse de los riesgos de exposición radiológica y contaminación radioactiva. EXPOSICIÓN RADIOLÓGICA Las tres consideraciones primordiales son tiempo, distancia y blindaje. TIEMPO: al preparar el material radioactivo para un paciente,hay que asegurarse de planificar lo que se ha de hacer y tener todo el equipo y contenedores preparados antes de sacar el material del contenedor blindado. El personal que esté en contacto con un paciente que tenga yodo radioactivo no debe permanecer cerca de éste más del tiempo necesario para atenderlo adecuadamente. DISTANCIA: no debe nunca tocarse con los dedos el material radioactivo, tanto si se trata de cápsulas como de viales que 32 contengan el material en forma líquida. Se utilizan instrumentos tales como pinzas o tenazas. BLINDAJE: Debe conservarse el yodo 131 detrás de un blindaje (ladrillos de plomo en el cuarto de almacenamiento o en un contenedor de transporte cuando se lo esté trasladando), excepto durante el análisis y cuando se suministre al paciente. Cuando se trabaja con 131 I, la contaminación radioactiva representa siempre un riesgo potencial. El yodo puede absorberse en el cuerpo por la boca directamente a través de la piel o inhalando yodo vaporizado en el aire. Evaluación de la exposición del personal La vigilancia de quienes trabajan con 131 I debe incluir la evaluación de su exposición a la radiación de yodo y la comprobación de si han absorbido yodo en su cuerpo. Su dosímetro personal indica el nivel de exposición. Para cerciorarse de que sus cuerpos no hayan absorbido una cantidad significativa de yodo, esos trabajadores pueden ser sometidos a un recuento de la tiroides, al igual que se hace con los pacientes. Reglas modelo para la utilización segura de radiofármacos. 1. Llevar puestas batas de laboratorio u otra vestimenta protectora en todo momento en zonas en las que empleen materiales radioactivos. 33 2. Llevar puestos guantes desechables en todo momento en que se manipulen materiales radioactivos. 3. Después de cada intervención o antes de abandonar la zona, comprobar si las manos están contaminadas en una zona de bajo fondo, con un detector de cristal o con una cámara. 4. Emplear un blindaje de jeringa para la preparación ordinaria de viales multidosis y la administración de radiofármacos a pacientes. No comer, beber, fumar ni aplicarse cosméticos en zonas en que se almacene o utilice material radioactivo. 5. Llevar puesto el dosímetro personal en todo momento mientras se esté en zonas donde se utilicen materiales radioactivos. Estos dispositivos se han de llevar en la la forma prescrita por el oficial de seguridad. 6. Evacuar los desechos radioactivos solamente en recipientes designados para ese efecto adecuadamente blindados y etiquetados. 7. Nunca pipetear con la boca. 8. Mantener las soluciones radioactivas en contenedores blindados que estén claramente etiquetados. Comprobar cada dosificación en el calibrador de dosis antes de administrársela al paciente. Antes de la administración, comprobar el nombre y número de identificación del paciente y el radionúclido prescrito, la formula química y la dosificación. Mantener siempre en contenedores blindados las fuentes susceptibles de derrame, las jeringas, los desechos y otros materiales radioactivos. 34 CLASIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES TIROIDEAS (42) Hipertiroidismo Enfermedad de Graves –Basedow con sus distintas variedades nodular y difuso. Adenoma toxico( enfermedad de Plummer) Bocio multinodular tóxico. Tiroiditis sub-aguda de Quervain en la primera fase. Tiroiditis Tiroiditis autoinmune o enfermedad de Hashimoto Tiroiditis silente Tiroiditis sub-aguda Tiroiditis de Riedel Hipotiroidismo Primario: o Por deficiencia de yodo o Por exceso de yodo o Por agentes antitiroideos o Por radioyodo o Post-operatorio o Post-radiación externa del cuello 35 o Enfermedad infiltrativa (sarcoidiosis, amiloidosis, linfoma, carcinoma metastásico) o Autoinmune( enfermedad de Hashimoto, post tratamiento de la enfermedad de Graves) o Iatrogénico ( yodo, litio, tionamida) Secundario o Pituitario ( deficiencia de hormona estimulante de la tiroides –TSH) Terciario o Hipotalámico( deficiencia de la hormona liberadora de la tiroides-TRH) Hereditario o congénito o Agenesia o Resistencia hormonal Neoplasias benignas: o Adenoma folicular o Bocio coloide o Células de Hürtle o Adenoma papilar o Teratoma o Lipoma o Quiste dermoide Neoplasias malignas: o Carcinoma papilar o Carcinoma folicular o Carcinoma medular 36 o Carcinoma anaplasico o Carcinoma metastásico o Sarcoma o Sarcoma Enfermedad nodular tiroidea o Bocio uninodular simple eutiroideo o Bocio multinodular eutiroideo Enfermedad del feto,neonato y niño Permanente o Atireosis o Hipoplasica o Ectópica o Eutópica Dishormogenesis o Defecto de atrapamiento de yodo o Defecto de organificación o Anormalidad de la Tiroglobulina o Deficiencia de yodotirosina deiodinasa o Defecto de la respuesta de la TSH Hipotiroidismo hipotalámico pituitario o Deficiencia de TSH o Deficiencia de TRH Transitorio o Inducido por drogas 37 o Anticuerpo bloqueador del receptor de TSH o Deficiencia de yodo o Idiopático CLASIFICACIÓN DETALLADA DE LAS ENFERMEDADES TIROIDEAS (43) El autor (43) pone a consideración una nueva clasificación basada en la nomenclatura de las enfermedades y no solamente en la etiología o la funcionalidad del tejido tiroideo. Trata de incluir en la misma, transtornos genéticos, congénitos o adquiridos de la glándula tiroides con los cambios evolutivos que presenten las diversas enfermedades tiroideas no considerando un solo parámetro sino múltiples y adecuándolo a los nuevos métodos de diagnóstico a los nuevos métodos de diagnostico que han parecido tratando de actualizarlos en la clasificación propuesta para mejor manejo endocrinológico y clínico. I Enfermedades caracterizadas por(tejido) eutiroidismo A. Bocio eutiroideo 1. Difuso (crónico) a. Esporádico b. Endémico (deficiencia de yodo) 2. Nodular (crónico) a.Uninodular 38 1. Esporádico. 2.Endémico (deficiencia de yodo) b. Multinodoular 1.Esporadico 2.Endémico (deficiencia de yodo) 3.Bocio difuso eutiroideo (Transitorio) a. Menarca, embarazo, menopausia (en ambiente con deficiencia de yodo) b. Yatrogénico (sustancias antitiroideas), yodo (deficiencia / exceso), ambientales / dietéticos (drogas, bociógenos, etc.). B Tumores 1. Benigno (nódulo único) a. Adenoma b. Tumores inusuales (teratoma, linfoma, etc.). 2. Maligno a. Diferenciado 1. Papilar 2. Folicular b. Indiferenciado (Anaplásico). 1. A Células Pequeñas. 2. A Células Gigantes. c. Medular d. Otra malignidad (linfoma, sarcoma, tumores metastásicos). 39 C Tiroiditis 1. Tiroiditis aguda 2. Tiroiditis sub aguda de Quervain (en la fase eutiroidea: enfermedad polar) 3. Tiroiditis crónica autoinmune o Enfermedad de Hashimoto (en la fase eutiroidea: enfermedad polar). 4. Tiroiditis post parto y tiroiditis silente (en la fase eutiroidea: enfermedad polar) 5. Tiroiditis de Riedel. II. Enfermedades caracterizadas por (tejido) hipertiroidismo. A. Con glándula con hiperfunción. 1. Enfermedad de Graves – Basedow o bocio hipertiroideo con oftalmopatia asociada. 2. Bocio multinodular hipertiroideo. 3. Nódulo autónomo hipertiroideo o enfermedad de Plummer. 4. Formas raras: exceso de iodo exógeno, hipertiroidismo debido a tiroiditis de Hashimoto (Hashitoxicosis), tiroiditis post parto (en fase hipertiroideo, enfermedad polar), resistencia pituitaria a las hormonas tiroideas, adenoma tiroideo secretor de TSH, tumor secretor de gonadotrofina coriónica (Coriocarcinoma, Mola hidatidiforme, 40 carcinoma embrionario de testículo), adenoma folicular o carcinoma de tiroides. B. Tirotoxicosis sin hiperfunción de la glándula tiroides. 1. Exceso de hormonas tiroideas exógenas (tirotoxicosis ficticia o tirotoxicosis iatrogénica) 2. Post inflamatoria (tiroiditis sub aguda) o por destrucción de la tiroides. (observado también en el hipertiroidismo transitorio) . 3. Inducido por amiodarona. C. Hipertiroidismo transitorio. 1. Formas adultas(ingestión excesiva de iodo exógeno, ingestión excesiva de hormonas tiroideas exógenas, post 131 I,(en las fases hipertiroideas de las enfermedades inflamatorias: tiroiditis post parto, tiroiditis silente y tiroiditis sub aguda, fase hipotiroidea). 2. Formas neonatales( deficiencia de yodo, exceso de yodo, ingestión maternal de bociogenos, sustancias antitiroideas,anticuerpos maternales). IV. Oftalmopatía asociada a la Tiroides 1. Solo signos 2. Involucra al tejido glaxo acompañado de signos y síntomas. 3. Proptosis (exoftalmía) 41 4. Involucra musculo extraocular. 5. Involucra la cornea 6. Pérdida de la visión. V. Parámetros tiroideos anormales sin enfermedad tiroidea (Déficit de TBG, enfermedad no tiroidea). 42 BOCIO El aumento de tamaño de la glándula tiroides por encima de los valores normales (30 gramos) es conocido como bocio y su prevalencia es definida como el porcentaje de volumen tiroideo por encima del percentil 97 usando los valores referenciales de los datos de la OMS/ICCIDD por edad y por superficie corporal (44). La principal causa de bocio en deficiencia de yodo. Generalmente esta enfermedad afecta a un número considerable de personas que viven en zonas en las que el contenido de yodo de su alimentación diaria es bajo. Se considera Insuficiencia leve de yodo, los valores entre 50-99 µg/l e insuficiencia grave yodo por debajo de 50 µg/l (45) NOMENCLATURA Y CLASIFICACIÓN DEL BOCIO ENDÉMICO Atendiendo a la edad se le designa: Congético Infantil (Recién nacido) Juvenil (12-16 años) En relación a su morfología se habla de: Difuso Nodular Multinodular 43 Desde el punto de vista funcional son denominados: Tóxico (Hiperfuncionantes) No tóxicos (Hipofuncionantes) Eutiroideos (Normofuncionantes) Según el aspecto anatomopatológico se clasifican en: Coloide Adenomatoso Macrofolicular Según su característica de presentación Esporádico Endémico CLASIFICACIONES SOMATOCLÍNICAS (46) 1.- DE PÉREZ, SCRIMSHAW Grupo 0: Tiroides palpable o no, de tamaño inferior a cuatro o cinco del normal de una glándula de la misma edad. Grupo 1: Bocio Palpable y visible cuando el cuello está extendido. Grupo 2: Bocio visible con el cuello en cualquier posición. Grupo 3: Bocio Voluminoso. 44 2.- Clasificación simplificada del ICCIDD, de bocio por palpación(45). Grado 0 = Bocio no palpable o visible. Grado 1 = Un bocio que es palpable pero no visible cuando el cuello está en posición normal. (por ejemplo la tiroides no es visiblemente agrandada).Nódulos tiroideos en una tiroides que no parece estar agrandada pero cae en esta categoría. Grado 2 = Al tragar saliva en el cuello es claramente visible cuando el cuello está en posición normal y es compatible con una tiroides agrandada a la palpación. Una tiroides será considerada bociosa cuando cada lóbulo tiene el volumen mayor que la falange terminal del pulgar del sujeto examinado. Se distinguen los siguientes grados en cada clase: 0- No palpable 1- Tiroides, que sólo se hace visible con los movimientos de deglución. 2- Tiroides visible cuando el cuello está extendido. 3- Tiroides visible sin extensión del cuello. 4- Bocio voluminoso. 3.- Clasificación semiológica de los bocios (OMS) (44) Grado Oa = Tiroides no palpable o palpable con dificultad (ausencia de bocio). 45 Ob = Tiroides se palpa con facilidad, pero no se ve al hiperextender el cuello. 1 = Tiroides fácilmente palpable y visible con el cuello en hiperextensión. Un nódulo único con tiroides normal se incluye en este grado. 2 = Tiroides palpable y visible con el cuello en posición normal. 3 = Tiroides visible a distancia. 4 = Bocio gigante 4. - CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA DE LOS BOCIOS (47) TIPO CAUSA 1. Bocio simple o coloideo Carencia de yodo 2. Dishormogénico Defecto congénito de la síntesis Hormonal 3. Autoinmune Tiroiditis crónica de Hashimoto, Enfermedad de Graves-Basedow 4. Inflamatorio Tiroiditis aguda o sub aguda 5. Tumoral Proceso neoplásico benigno o Maligno 5.- CLASIFICACIÓN FUNCIONAL Hipotiroidismo: Hormonas tiroideas disminuidas, cretinos, semicretinos , cretinoides. 46 Eutiroidismo: Con hormonas tiroideas normales. Hipertiroidismo: Con hormonas tiroideas aumentadas: Adenoma tóxico, Enfermedad de Plummer (Bocio multinodular hiperfuncionante ), Enfermedad de GravesBasedow, Tiroiditis sub aguda en fase hiperfuncionante, Tirotoxicosis ficticia. Paciente normal Paciente con bocio difuso Fuente CEDIN 47 Paciente con bocio multinodular Fuente: CEDIN La deficiencia de yodo en el organismo es a su vez causada por la falta de consumo de alimentos ricos en este mineral. El bocio aparece casi siempre en zonas donde el suelo, el agua y los alimentos son pobres en yodo. Si bien, todos los habitantes de una zona determinada están sometidos a similar carencia de yodo y al mismo ambiente, no todos desarrollan bocio. Este hecho se debe a factores individuales, entre los que se mencionan el estado nutricional, la herencia, o bien variadas alteraciones que afectarían distintas etapas de la formación de las hormonas, determinando una menor capacidad de adaptación del individuo frente al déficit de yodo. Este hecho se debe a factores individuales, entre los que se mencionan el estado nutricional, la herencia, o bien variadas alteraciones que afectarían distintas etapas de la 48 formación de las hormonas, deteriorando una menor capacidad de adaptación del individuo frente al déficit de yodo. La deficiencia de yodo un problema de salud pública en la mayoría de los países de Latinoamérica. Programas masivos de yodación de la sal han logrado grandes progresos pero el monitoreo y sostenibilidad de los trastornos en la reproducción, retardo mental, defectos del sistema psicomotor, sordera, hipotiroidismo neonatal, enanismo, retardo de crecimiento, bocio. Todos estos trastornos son conocidos como desordenes por deficiencia de yodo o DDI. La deficiencia de yodo que produce daño cerebral y retardo mental prevenible más común (44) De acuerdo un reporte reciente de la organización mundial de la salud OMS, el 35,2% de la población mundial continua teniendo diversos grados de deficiencia de yodo (yodo urinario por debajo de 100 µg/L) (48). La deficiencia de yodo es un fenómeno natural ampliamente distribuida en el mundo y asociada a cretinismo endémico por lo cual fue reconocido como un hecho geográfico-epidemiológico mucho tiempo atrás (49,50) Aún, un grado moderado de deficiencia de yodo podría causar trastornos en el desarrollo neuro-intelectual (51) por un inadecuado suplemento de hormonas tiroideas al cerebro durante la vida fetal y la postnatal temprana .Al comienzo de 1990 fue estimado que al menos 1.500 millones de personas , carca de un tercio de la población mundial estab en riesgo de deficiencia de yodo , 655 millones estaban afectados de bocio y 11 49 millones ya eran cretinos teniendo unos 43 millones de personas algún grado de retardo mental. (52). Sin embargo, hay otros factores involucrados también en la aparición del bocio, que actuando por sí solos o en conjunto con el déficit de yodo explicarían algunas de las endemias de bocio.(53) Entre estos factores, se señala una asociación con la desnutrición proteínica-energética (DPE), lo cual agrava más la debilidad del cuerpo y el cerebro que por falta de yodo ya no ha podido desarrollarse bien (53). Tanto el déficit como el exceso de este nutriente produce enfermedad determinando la aparición de bocio, por lo cual es muy importante que la ingesta sea en forma equilibrada. Para ello la educación nutricional es vital, ya que permite que la población mejore sus prácticas alimentarias. El yodo es un elemento trazador presente en el cuerpo humano en cantidades diminutas (15-20) mg en adultos. La única función confirmada del yodo es constituir el substrato esencial para la síntesis de las hormonas tiroideas. En la tiroxina el yodo constituye el 60% de su peso. Las hormonas tiroideas juegan un papel decisivo en el metabolismo de todas las células del organismo y en el proceso de rápido crecimiento y desarrollo de la mayoría de los órganos, especialmente el cerebro (51). El cerebro se desarrolla desde la vida fetal hasta el tercer año postnatal, consecuentemente un déficit de yodo y/o de hormonas tiroideas que ocurra durante ese periodo crítico de la vida resultará no solo en 50 enlentecimiento de las actividades metabólicas de todas las células del organismo sino también en la irreversible alteración del cerebro. La consecuencia clínica será el retardo mental (51). Cuando los requerimientos fisiológicos de yodo no satisfacen a una población determinada una serie de anormalidades del funcionamiento y desarrollo ocurren, incluyendo anormalidades del funcionamiento tiroideo. Cuando la deficiencia de yodo es severa, puede determinar la aparición de bocio endémico, cretinismo, retardo mental, disminución de la fertilidad, aumento de muerte perinatal y mortalidad infantil (51, 52,53) Estas complicaciones que constituyen un estorbo en el desarrollo de la población afectada son agrupadas bajo el título de desórdenes de la deficiencia del iodo (DDI) que afectan a numerosas poblaciones en el mundo (44, 52). El Paraguay, país mediterráneo cuya población actual es de 4.800.000 habitantes, cuyos rubros principales de producción son la agricultura y ganadería, durante el último estudio de prevalencia del bocio en el país1 demostró un valor del 48,6% con niveles de yodo urinario bajos con una mediana de 7 µg/dl y 30 % de los valores por debajo de 5 µg/dl. ETIOLOGIA Y EPIDEMIOLOGIA DEL BOCIO La prevalencia de bocio es un buen indicador de la severidad de los desordenes por deficiencia de yodo y a la vez indica la respuesta a la profilaxis con yodo y a los programas de control de los DDI*54(. La 51 Organización Mundial de la Salud ha establecido el 5% de prevalencia de bocio como límite e indicador de un problema de salud pública en una región (55). El control de los desordenes por deficiencia de yodo ha sido lograda en países desarrollados como Norteamérica (55,56), Nueva Zelanda, Australia (55) numerosos países de Europa (57) y Japón (58). Sin embargo persiste el bocio, en adultos y en niños en Bulgaria, Checoslovaquia, Holanda, Suiza y Bélgica.(59) notándose alta prevalencia en Austria, Rumania, Polonia, Yugoslavia y Rusia Occidental (59,60). Alta prevalencia se observó en algunos países de Sudamérica especialmente en las regiones montañosas de los Andes (Ecuador, Perú y Bolivia) como también en la parte central de este continente (Paraguay) (56). En el Paraguay, la encuesta nacional realizada por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (1) en 1988 demostró una prevalencia promedio de 48,6% por el método palpatorio. A inicios de 1991 en el departamento de Cordillera, se halló una prevalencia de 78% en tres localidades (61,62). A mediados del mismo año se instituyó un plan de yodación (Plan Yodito) con distribución de capsulas de lipiodol en las escuelas y Centros de 52 Salud del país y yodación de la sal de consumo humano y animal, logrando una disminución del 25% aproximadamente según el estudio por el método palpatorio realizado en 1993 en 4 poblaciones (63) ( Yegros, Chacoʾi ,Bella Vista Sur, y Nueva Alborada) con mayores índices de prevalencia de bocio comparados a las otras localidades en el estudio de 1988. Para 1994 la prevalencia de bocio en Misiones disminuyó del 58% al 32% y en el Chaco del 71% al 42% (63) después de aplicar un programa de yodación de la sal consumida a razón de 5-13 g/dia como estrategia para evitar los DDI. El estudio mas reciente realizado por el MSP y BS con apoyo de UNICEF y la ICCIDD fue el Tiroides Móvil donde más de 1.200 niños fueron estudiados, en 13 localidades de mayor prevalencia de bocio por el método ecográfico dando un resultado provisorio de 17%(52,64), Una de las metas que el MSP y BS tiene para los próximos meses es lograr la certificación de la eliminación virtual de los DDI. Los esfuerzos han sido cada vez mayores en materia de prevención de la salud, promoción, atención, investigación, monitoreo y vigilancia para la sostenibilidad del programa a través del MSP y BS con el apoyo del sector salinero, industrial, comercial y el consumidor, además de agencias internacionales como la UNICEF, OPS/OMS, ONGS y la sociedad civil para que los DDI dejen de ser un problema de salud pública. 53 Se hace necesario por lo tanto, conocer el impacto de las acciones realizadas a través de los últimos años y tener los elementos para resolver o reforzar estrategias encaminadas al cumplimiento de la eliminación virtual de los DDI y la sostenibilidad del programa por el gobierno. Experiencias en otros países de la región han demostrado que el logro de la certificación de país libre de DDI no debe ser la meta final sino uno de los objetivos siendo lo principal el conseguir un programa de sostenibilidad para que los DDI sean erradicados en forma continua.(65). Alrededor de 740 millones de personas en el mundo sufren esta enfermedad y cerca de 50 millones sufren de daño cerebral por DDI (66). La falta de yodo y sus efectos en el organismo han sido reconocidos en el Paraguay como un problema de salud pública mucho tiempo atrás. Esta deficiencia puede producir consecuencias importantes en el individuo además del bocio, el retardo mental, teniendo implicancia en el desarrollo socioeconómico, educativo y en el ámbito de la salud en nuestro país, ya que esto incide en el desarrollo del organismo tanto en la parte somática como en la intelectual, por lo tanto, por lo tanto, la desnutrición, la repitencia y la deserción escolar aumentada, los transtornos del aprendizaje, las enfermedades intercurrentes y otros factores relacionados con el mismo inciden de manera directa en el nivel económico de la familia, en la sociedad y por consiguiente en el desarrollo del país. Diversos países han implementado planes de yodación en la sal, 54 el aceite, la harina etc, tratando de disminuir la prevalencia existente en diversas regiones (68,69,70,71). Por lo tanto, es importante destacar que el impacto de esta deficiencia no solo es es la salud del individuo, sino también el desarrollo económico que esto conlleva y está directamente relacionado con esta patología. Durante las últimas cuatro décadas se ha atribuido al aumento de la tirotropina (TSH) como la causante del bocio y de la proliferación celular (72) sin embargo, ha sido evidente que factores locales como el contenido de yodo pueden estar involucrados directamente en la formación del bocio. La TSH y el contenido de yodo en la glándula tiroides modulan el factor de crecimiento tiroideo (22). El efecto de la TSH sobre el volumen tiroideo parece ser la inducción de la hipertrofia pero no la hiperplasia tiroidea, la cual está relacionada con la acción de factores locales de crecimiento. Estos nuevos conocimientos en la fisiopatología del desarrollo del bocio son importantes para la terapia del bocio endémico(72). Conceptos actuales en el tratamiento del bocio endémico indican que la terapia supresiva de la TSH18 es la más efectiva. El trabajo de investigación en embarazadas en áreas de cretinismo y deficiencia de yodo realizado en 1995 por Vermiglio y colaboradores (74) de la Universidad de Messina, Italia, demostró que la deficiencia de yodo en la etapa temprana del embarazo induce a una serie de eventos (reducción de la síntesis maternal de T4, de saturación de la TBG por T4, disminución de los niveles de T4 libre) con el consecuente aumento de 55 TSH responsable en más del 50% del hipotiroidismo bioquímico de las mujeres embarazadas. La alteración del balance de la homeostasis de las hormonas tiroideas maternas durante el embarazo como consecuencia de la deficiencia de yodo, puede ser responsable del daño psiconeurológico observado en niños de esa área, por lo cual profilaxis con yodo o con tiroxina puede prevenir el compromiso motor, la conducta neurológica y cognitiva de esa población (23). Una revisión dada por Seffner W. (75) considera al agua como causa de bocio endémico independientemente de su contenido en yodo incriminando a substancias bociógenas en el agua. Hay evidente conexión entre la elevada incidencia de bocio en zonas con pozos de agua de poca profundidad comparada con la hallada en las zonas donde los pozos de agua se hallan en rocas ígneas o de mayor profundidad con fondo de piedra caliza. El agua que produce bocio está a menudo contaminada con nitratos, ácidos humicos y otros productos de degradación de materia orgánica que han sido identificados como bociogénos (75). En el mismo estudio, Seffner (75) enfatiza la importancia del nitrato y sus derivados como bociógenos del agua. Leutgeb (72) demostró en un estudio realizado de 1990 a 1992, en pacientes daneses, sardos y chinos de Hong-Kong residentes en Alemania tratados con litio, una prevalencia de bocio del 50%, altamente 56 superior a la frecuencia que ese país aún posee áreas de bocio endémico. La incidencia de hipotiroidismo y bocio en personas tratadas con litio es de alrededor del 8 %, y rara vez está asociada al hipertiroidismo, el cual es tres veces mayor en esta población que en la no tratada con litio (77). También el litio induce hipotiroidismo subclínico y cambios en el volumen tiroideo de los pacientes con síndrome bipolar (78). La asociación del litio y la tiroiditis es también conocida (79). El litio se acumula en los huesos teniendo un impacto en el metabolismo óseo, lo cual ha sido demostrado en los animales, algunos estudios previenen del uso del litio en niños durante la lactación (80). En los adultos el efecto del litio sobre el hueso debe ser considerado solo en la osteomalacia y en severa osteoporosis (81). Abuye y colaboradores (82) estudiaron el efecto de la administración por vía oral de cápsulas de aceite iodado de 200 mg en niños escolares de 416 años en Etiopía, logrando reducir el índice de bocio total (IBT) de 1,6% a 17,5% en hombres y de 33,3% a 24,6% en mujeres. Un segundo grupo recibió 400 mg de aceite iodado en cápsulas por vía oral logrando una reducción del IBT del 34,0% al 20,8% en los hombres y del 35,9% al 24,5% en las mujeres después de 13 meses de su administración (82). La medición de la excreción urinaria a las 24 horas no demostró una diferencia significativa entre los dos grupos por lo cual sus resultados sugieren que la dosis de 200 mg de aceite yodado es igualmente efectiva 57 como la de 400 mg para el control de los desórdenes y prevención de la deficiencia de yodo pudiendo ser administrada una vez al año. Baltisberger (83) estudió 109.000 personas en Suiza después del aumento del contenido de yodo de 7,5 a 15 mg por Kg de sal que se realizó en 1995 en ese país. El promedio de excreción urinaria varió de 90 microgramos /gramo de creatinina (que indicaba moderada deficiencia de yodo) a 150 microgramos/gramo de creatinina. En el primer año el hipertiroidismo disminuyó al 44% debido a la disminución del bocio nodular tóxico en un 73%, y la enfermedad de Graves en un 33%, por lo cual se observó que la corrección de la moderada deficiencia de yodo tuvo efecto beneficioso en la incidencia de hipertiroidismo contrario a lo observado inicialmente después de la corrección de una deficiencia severa de yodo (80). Saokwakhon (84) demostró en dos villas de Tailandia con prevalencia elevada de bocio que utilizando salsa de pescado preparada con sal yodada se logró un aumento significativo de la yoduria. SINTOMATOLOGIA En la mayoría de los casos no presenta sintomatología, salvo que se acompañe por hiperfunción, en cuyo caso se presenta temblor, adelgazamiento, insomnio, nerviosismo, irritabilidad, etc. En la gran mayoría de los casos el motivo de consulta es la tumoración en la región anterior del cuello, con o sin manifestaciones compresivas (85). 58 Las manifestaciones compresivas suelen ir apareciendo lentamente, siendo la tráquea el órgano que con mayor frecuencia es afectado. Esta puede desplazarse hacia un lado cuando crece uno de los lóbulos o puede aplanarse transversalmente cuando ambos lóbulos crecen. Los síntomas compresivos pueden aparecer de forma brusca, acompañándose de dolor de cuello y agrandamiento súbito de la tiroides. El bocio simple se trata de un bocio de compensación consecutivo a un aumento de la TSH hipofisaria desencadenado por una disminución de las hormonas tiroideas libres que a su vez puede ser consecuencia de una disminución de la actividad tiroidea o un aumento de las exigencias orgánicas funcionales (73). La reducción de la actividad tiroidea puede producirse por algunas de las siguientes causas: 1. Aporte insuficiente de materiales necesarios para la síntesis hormonal: la pobreza de yodo en el agua para beber y en los alimentos. 2. Infección: Así se han observados verdaderas epidemias en las tiroides en animales que ocupan jaulas. Cualquiera fuese el origen de la infección, esta origina una disminución de su actividad. 3. Trastornos que pueden ser congénitos o adquiridos: a. Congénitos: Insuficiencia enzimática de origen genético, debida a la deficiencia de uno o mas enzimas necesarias para la síntesis de la T3 y T4. El bocio puede producirse por algunas de estas causas: 59 - Déficit de captación y transporte de yodo. - Formación de proteínas yodadas anormales y que carecen de actividad hormonal. - Falta de enzimas de acoplamiento de las yodotiroxinas. b. Adquiridos: se producen tras la ingestión de alimentos o medicamentos que interfieren en la síntesis hormonal (por ejemplo el tiocianato, que contiene la cascara de la mandioca). Entre los alimentos se encuentran sobre todo aquellos que se utilizan en el tratamiento del hipertiroidismo, (propiltiouracilo, metil mercapto imidazol) 4. Aumento de las exigencias funcionales del organismo, requiriendo mayor cantidad de hormonas tiroideas, (embarazo). También existen causas hormonales: Tratamientos con estrógenos, menopausia, pubertad, embarazo, aumentan la TGB, por lo que disminuyen la T3 y T4 libre, y se estimula la secreción de TSH. FISIOPATOLOGIA La glándula tiroides necesita diariamente para producir hormonas 75 mcg de yodo, el cual puede ser ingerido en alimentos que lo contengan y/o en medicamentos. El yodo es absorbido en el tracto gastrointestinal pasando al plasma donde es trasportado hasta la glándula tiroides que tiene una alta afinidad por este elemento (7). 60 Los riñones juegan un papel importante en la eliminación del yodo del cuerpo, siendo responsables del aclaramiento plasmático en mas del 90 %. La eliminación fecal del yodo es solamente el 1 %. Pequeñas cantidades también son eliminadas por el sudor y por la leche materna. La cantidad de yodo que se suple al organismo es autorregulada por la TSH. Esta última, es la hormona estimulante de la tiroides que es producida por la glándula pituitaria en el cerebro y es determinante del crecimiento glandular o bocio. La ausencia de yodo en la dieta hace que los niveles de TSH estimulen el crecimiento de la glándula tiroides para lograr mayor captación del poco yodo que puede estar presente en la dieta, produciéndose así una hiperestimulacion y crecimiento anormal de la glándula tiroides, conocida como bocio endémico. (7, 58). En el Paraguay, en 1992 se empezó el Programa Nacional de Prevención y control de los DDI del MSP y BS, a través de la Resolución RG 23, que estableció en el país, que tanto la sal comercializada para consumo humano como para animal debería contener yodato de potasio en la proporción de 67-100 ppm de sal, lo cual equivale a 40-60 ppm de yodo. En 1999, el Ministerio de Salud Publica y Bienestar Social a través del Decreto Presidencial Nro 3.597 del 11 de junio de 1999, reglamento el articulo 182 del Código Sanitario en cuto articulo 3 estableció que la sal yodada a ser destinada para consumo humano, animal y de la industria alimenticia, debía cumplir con los requisitos exigidos en las 61 reglamentaciones emanadas del Ministerio de salud Publica y Bienestar Social El bocio presente en una buena parte de la población y causada por la falta de yodo también está presente en las madres embarazadas, pudiendo causar retraso mental y algunas alteraciones físicas en el recién nacido. En la especie humana, la etapa de mayor desarrollo del cerebro es la prenatal, pero continúa hasta el segundo año y muy probablemente hasta el tercer año de vida, edad en la que el cerebro del niño se triplica y casi alcanza su tamaño de adulto (85). Si durante esta etapa de la vida del niño (desde la concepción hasta los 3 meses) ocurre deficiencia de algún nutriente, se podrían producir alteraciones serias y múltiples a nivel del sistema nervioso. Cuando existe un déficit en la ingesta del yodo ocurre una producción disminuida de la hormona tiroidea y como consecuencia podrían nacer niños cretinos (45). Durante el embarazo ocurre una elevación de los niveles de estrógeno que resulta en la elevación sérica de la tiroxina unida a la globulina aproximadamente un 30 % a 50 % aumentando la tiroxina sérica total, por lo tanto la determinación de la T4 total como prueba de función tiroidea en el embarazo resulta inexacta y la medición de la T4 libre debe ser hecha. Está demostrado por experiencia lograda en varios países, que si se aumenta la ingesta del yodo se previene el bocio y cretinismo endémico. 62 El método más efectivo y económico de prevención de estas dos patologías es la adición de yodo a la sal común, ya que ésta se consume diariamente por todas las personas en cantidades más o menos constantes y es por consiguiente, el vehículo práctico para la suplementación del yodo (45). ENFERMEDAD DE GRAVES-BASEDOW El hipertiroidismo significa la aparición de sintomatología clínica debido a la excesiva cantidad de hormona intracelular y en circulación (43) y debe ser distinguida entre una producción aumentada de hormonas tiroideas por una hiperfunción tiroidea y un exceso de niveles hormonales sin hiperfunción tiroidea observada en los pacientes medicados con una dosis excesiva de hormona tiroidea o con aumento en la biosíntesis como se presenta en el síndrome de resistencia de la glándula pituitaria a la hormona tiroidea. En estos casos, es mas apropiado usar el término tirotoxicosis, que indica un aumento excesivo de hormona tiroidea y no una sobreproducción glandular. Si la elevación de las hormonas es producida por la función glandular aumentada se denomina hipertiroidismo, si el exceso de los niveles hormonales no se deriva de la producción excesiva de la glándula tiroides o es derivada por un exceso de secreción más que de producción tenemos una tirotoxicosis sin hiperfunción de la glándula tiroides (43). 63 Robert Graves identificó la asociación de bocio, palpitaciones, y exoftalmia en 1835, a pesar de que Caleb Parry había publicado detalles de un caso 10 años antes. El descubrimiento de un factor estimulante de la tiroides (86), que no era la tirotropina en el suero de los pacientes con hipertiroidismo de Graves fue seguido por la identificación de ese estimulador como un anticuerpo IgG (87). Es ahora conocido que el hipertiroidismo de Graves está causado por esos anticuerpos estimulantes de la tiroides que se unen y activan el receptor de la tirotropina en las células tiroideas (88). La enfermedad de Graves también afecta los ojos (oftalmopatía de Graves) y la piel (dermopatía o mixedema) pero las causas de estos componentes de la enfermedad son menos conocidas. La enfermedad de Graves comparte muchos factores inmunológicos con la enfermedad hipotiroidea autoinmune, que incluyen concentraciones séricas elevadas de anticuerpos contra la tiroglobulina, la peroxidasa tiroidea y posiblemente el co-transporte de sodio-yodo en el tejido tiroideo (89). Entre los pacientes con hipertiroidismo, el 60 a 80% tienen enfermedad de Graves-Basedow, dependiendo de factores regionales especialmente la cantidad de yodo en la dieta diaria (89). La incidencia anual en mujeres por encima de 20 años está alrededor del 0.5 por 1000 (90) con mayor riesgo de irrupción entre los 40 y 60 años de edad; es así como es considerada la enfermedad autoinmune más prevalente en los EEUU (91). La enfermedad de Graves es más frecuente en proporción de 1:5 hasta 1:10 en mujeres comparada a hombres y es 64 inusual en niños. La prevalencia de la enfermedad de Graves es similar entre los blancos y asiáticos y es menor entre los negros (92). El factor de riesgo principal para la enfermedad de Graves es el sexo femenino siendo en parte el resultado de la modulación y respuesta del sistema autoinmune al estrógeno (90). En algunos pacientes, los eventos adversos (como desamparo, divorcio, y pérdida del trabajo) preceden al ataque de la enfermedad de Graves, apoyando la probabilidad de la tensión psíquica como un factor desencadenante de la enfermedad por medio de una vía neuroendocrina (92). El fumar está débilmente asociado con el hipertiroidismo de Graves y fuertemente asociado con el desarrollo de oftalmopatía (93). En las regiones con deficiencia de yodo, la adición de un suplemento de iodo precipita el hipertiroidismo de Graves y otros tipos de hipertiroidismo, por medio del fenómeno de Jod–Basedow (94), La cual se observa en las regiones con deficiencia de yodo en las que se implemento la adición de yodo. El mecanismo de este fenómeno estaría en relación a la proteólisis de la Tiroglobulina con pobre yodación previa o por la presencia de personas con bocio que tienen aéreas de tejido autónomo funcionante (nodulos solitarios autónomos) que desarrollan hipertiroidismo después de la adición de yodo (95). La terapia con carbonato de litio está generalmente asociada con el hipotiroidismo y bocio, pero paradójicamente, hipertiroidismo incluso el hipertiroidismo de Graves puede inducirse por este tratamiento, posiblemente a través de los efectos inmunológicos de la droga (96). 65 Además de neoplasia franca, hay múltiples causas potenciales de modularidad en la glándula tiroides en la enfermedad de graves incluyendo bocio coloide coexistente, enfermedad linfocitica autoinmune, cambios involutivos-degenerativos y ejido adenomatoso hiperplasico (97). Los primeros reportes publicados de tratamientos exitosos de hipertiroidismo con radioiodo fueron los trabajos presentados por Hamilton y Hertz en Mayo de 1942 (98, 99). El 131I, isótopo de vida media de 8.1 días, emisor de radiaciones gamma y beta con energía de 346 KeV (kilo electron voltios) y con un máximo de 0,61 KeV – gamma:0,08 a 0,07 MeV (Mega electron voltios) (41). El Dr. Chapman trató el primer paciente usando solamente radioiodo sin yoduro de potasio el 18 de mayo de 1943.publicando sus resultados en 1946 (100). Desde ese tiempo hasta nuestros días el uso del 131 I ha ido en aumento, siendo uno de los tratamientos más exitosos en el hipertiroidismo de Graves, como tambien en el hipertiroidismo recurrente después de la terapia con drogas antitiroideas. El objetivo de la terapia con 131 I es destruir el tejido tiroideo para curar el hipertiroidismo. La finalidad del tratamiento sería dejar al paciente eutiroideo o hipotiroideo, debido al estrecho rango entre una dosis que brinde eutiroidismo y la que pudiera producir hipotiroidismo. Si el radioiodo es la terapia de preferencia, el 131 I es el isótopo de elección, el cual ejerce sus efectos terapéuticos primariamente por su emisión de partículas β con una penetración de 2,2 mm. El 125 I tiene un 66 efecto de penetración de solamente 0.5 mm y en teoría podría dañar la síntesis de hormonas por las organelas pero la radiación de este ultimo isótopo en el lumen folicular sería escasa. TRATAMIENTO DEL HIPERTIROIDISMO CON YODO-131 ANTECEDENTES REMOTOS Hoy, la mayoría de los médicos que tratan la enfermedad de GravesBasedow han elegido el radioiodo como tratamiento Standard, por su eficacia y conveniencia. Es notable que siendo, un tratamiento que utiliza la radioactividad se haya vuelto tan común en una sociedad que teme hasta la menor exposición de la radiación ionizante. La historia de su utilización se traslada al segundo cuarto de los años 20, en el cual se realiza el primer descubrimiento de la radioactividad artificial y trazadores entre los cuales se incluye el yodo radioactivo. El descubrimiento de Isótopos como trazadores y el hecho de que la glándula tiroides concentre el yodo posibilitó además la interacción de físicos con médicos de la misma institución quienes separados por la segunda guerra Mundial luego se convirtieron en enemigos profesionales. El resultado fue que dos artículos de un nuevo tratamiento del hipertiroidismo de la enfermedad de Graves aparecieron al mismo tiempo el 14 de mayo de 1946 en la misma revista de la Asociación Médica Americana (JAMA) (101), escritos por Saúl Hertz de Boston y Arthur Roberts de Cambridge ( El Yodo Radioactivo en el estudio de la fisiología tiroidea - El uso del Yodo Radioactivo en la Terapia del hipertiroidismo); El 67 otro artículo era “El tratamiento del hipertiroidismo con yodo radioactivo”, escrito por Earle M. Chapman y Robley D. Evans ambos de CambridgeMassachussets, EEUU (100) excepto por los autores, los dos artículos parecen ser casi lo mismo pues ambos describen pacientes con casos clínicos tiroideos del Hospital General de Massachussets (HGM) , en ambos casos el mismo radioisótopo, el I130 fue utilizado, en ambos casos el radioiodo del ciclotrón del Instituto de Tecnología de Massachussets(ITM) y en ambos incluían agradecimientos al mismo mentor, J. Howard Means (1885-1967) (102), entonces jefe del servicio médico del Hospital General de Massachussets y profesor del colegio médico de Harvard y uno de los líderes tiroidólogos americanos a pesar de no ser coautor de ninguno de los dos artículos, los cuales tenían dos diferentes grupos de autores, en ambos se incluían físicos, el primer grupo era Saúl Hertz (médico) y Arthur Roberts (99) (físico), el segundo Earle Chapman (médico) y Robley Evans (físico) (100). Detrás de estos dos trabajos está la historia de una innovación en colaboración que unía rápidamente los cambios físicos y la medicina como una terapia novel y exitosa en un tiempo de desarrollo. EL TRATAMIENTO DEL HIPERTIROIDISMO EN LOS 30 El principal tratamiento del hipertiroidismo en los años treinta fue la cirugía, la cual estaba llena de peligro y era evitada en lo posible. La tiroidectomía comenzó a ser aceptada en la década de los veinte cuando la mortalidad era decreciente debido al uso de yodo estable administrado 68 a los pacientes en el periodo preoperatorio. Aún, a pesar de que la cirugía era la terapia usual en los años treinta, la mortalidad era del 8-10% en las manos de los cirujanos menos experimentados y alrededor del 1-2% con los mejores (100). Para aquellos que deseaban evitar la terapia quirúrgica, la otra alternativa era la radiación. El Radio fue usado en los años 20 pero no fue particularmente efectiva y la irradiación con rayos X fue realizada alternando con la cirugía hasta el final de los años 20. La radiación externa con rayos-X ayudaba cerca del tercio de los pacientes con hipertiroidismo moderado o severo (103). Para casos leves, una gran dosis de yodo estable podía ayudar a pesar de que nadie sabía porqué; muchos pacientes sin embargo se curaban cuando el yodo se suspendía (104). Cirugía aun era el método usual de tratamiento a pesar de que tampoco nadie entendía como funcionaba, la mayoría de los pacientes no mostraba recurrencia (104). Hacia 1936 se logró un mejor conocimiento del funcionamiento de la glándula tiroides y se intentó otro tipo de terapia, el iodo radioactivo, si alguien era capaz de producirlo podría ser utilizado como un trazador de la función tiroidea. Si se tenía suficiente trazador quizás uno podría dar a la glándula y destruir suficiente tejido para ayudar al paciente hipertiroideo, pero hasta entonces nadie había pensado hacerlo. RADIOIODO COMO TRATAMIENTO PARA EL HIPERTIROIDISMO 69 En 1939 y 1940 el grupo del Hospital General de Massachussets trabajó con conejos experimentalmente, aunque su meta era el tratamiento del hipertiroidismo. El 4 de noviembre de 1940 dieron una dosis de un radioisótopo, el I131 a la señorita H. A., un paciente con hipertiroidismo. Su intento no fue tratar la enfermedad (ella estaba programada para su cirugía de tiroides) pero su dosis era para estudiar la fisiología humana. Contaron la radioactividad en la glándula tiroides y en la orina de la paciente durante una semana antes de la cirugía y asumieron que la glándula tiroides había captado el 80% de la dosis administrada. Esa había sido la primera vez que una captación cuantitativa de radioiodo se había realizado en el HGM (104). A finales de 1940 y comienzo de 1941 Hertz y Roberts utilizaron para producir radioyodo un nuevo ciclotrón para estudiar pero no para tratar pacientes con hipertiroidismo de Graves. Generalmente era utilizado el 130 I cuya vida media es de 12 horas. De la producción de este isotopo, el 10% resultaba 131 I con vida media de 8 días. Aprendieron que la glándula tiroides captaba cerca del 80 al 90% del radioiodo si era administrado como solución que contenía menos de 2mg de iodo estable (ellos calculaban que la captación del radioiodo era la diferencia entre la radioactividad administrada y la aparición en la orina en los siguientes 2 o 3 días). De 22 pacientes, 19 fueron tratados con cirugía y 3 con radioiodo, Hertz y Roberts (99) dieron radioiodo con la intención de tratar hipertiroidismo a la señorita E.D. (paciente N° 173.954) en el HGM el 31 de Marzo de 1941, 70 calcularon la dosis de ambos isótopos pero pensaron que el 130 I y del 131 I dado a la paciente 130 I era la mejor terapia debido a que su radiación era liberada rápidamente a las células tiroideas en 1 o 2 días. Ellos nunca usaron 131 I como primera elección terapéutica como nosotros lo hacemos hoy en día, pues ellos pensaron que la radiación era liberada en 1 a 2 semanas en forma lenta. Trataron 8 pacientes durante ese año a los cuales administraban una dosis de 2 mg de iodo estable con el iodo radioactivo (entre 1,5 y 6.2 mCi con un promedio de 3.9 mCi) ellos no sabían si la dosis sería efectiva. La exactitud de sus instrumentos de medición en ese tiempo era muy pobre, la dosis actual quizás doble la dosis que ellos dieron. La unidad de medición, el Curie, no había sido estandarizado y por lo tanto no era exactamente lo que el Curie representa en nuestros días (1 Ci=1.000 mCi). Sin embargo los pacientes recibieron una dosis efectiva de radioiodo y de hecho todos los pacientes mejoraron. Administraban por vía oral iodo estable 1 a 3 días después de la dosis de radioiodo, lo cual era para proteger a la glándula de la tirotoxicosis de acuerdo a la orden dada por Jeans (104) el cual también pensó que el yodo estable hacia que el radioiodo se mantenga más tiempo en la glándula y que aumentaba la destrucción de la radiación β. Los primeros reportes publicados de tratamientos exitosos de hipertiroidismo con radioiodo fueron los trabajos presentados por Hamilton y Hertz en mayo de 1942 (98, 99). 71 El Dr. Chapman (100) trató el primer paciente usando solamente radioiodo sin ioduro de potasio el 18 de mayo de 1943 Desde ese tiempo hasta nuestros días el uso del 131 I ha ido en aumento, siendo uno de los tratamientos más exitosos en el hipertiroidismo de Graves. Mucha atención se ha puesto en lograr el eutiroidismo del paciente utilizando la dosis más apropiada del radioiodo. Los regímenes usados incluyen dosis bajas repetidas de 2 mCi, dosis fijas de 5 o 10 mCi y dosis calculadas en base al tamaño de la tiroides, el porcentaje de captación de 131 I (104). Una revisión del seguimiento del tratamiento con 131 I , tiroidectomía subtotal y tratamiento con carbimazol realizado en 837 pacientes con hipertiroidismo en el período comprendido entre 1954 y 1987 realizado por Sugrue (105) y colaboradores en el departamento de Diabetes y Endocrinología del Mater Hospital de Dublín en Irlanda, demostró que el tiempo de recidiva después de un tratamiento con carbimazol por 2 años era de 56% a los 5 años y 62% a los 10 años, después de la cirugía fue 6% y 10% respectivamente y con el 131I resultó 3 y 14 %. La incidencia de hipotiroidismo obtenida por el tratamiento con I131 por algunos autores demuestran (105). 72 Cuadro 1 Autor Año N° de pacientes Promedio de la Porcentaje ra de Tiempo 1 dosis Hipotiroidismo seguim. Balls 1955 180 5-7uCi 18.3% 6 años Green&Wilson 1964 925 7.000 rads 28.8% 12 años Nofal y col. 1966 828 185 uCi/gr 51 % 16 años Sugrue y col. 1979 43 7.2 uCi 36.1% 12 años La reducción del tamaño tiroideo utilizando una dosis de 15 mCi (555 mBq) que libera a la glándula tiroides 100 Gy observada dentro del año del tratamiento con 131 I realizado en 92 pacientes con enfermedad de Graves-Basedow fue observada en un 71% con una mediana de 57% a los 6 meses por Peters y colaboradores (106) en 1996. El mismo autor demuestra que la prevalencia de bocio tanto en mujeres como en hombres fue reducido del 71% al 16% al año después del tratamiento con radioiodo (106). Comparando los diferentes tratamientos de la enfermedad de GravesBasedow en un estudio de costo-efectividad (107) se demostró que el tratamiento con el 131 I es el más barato (500 dólares americanos) y el de mayor efectividad (90%) comparado a la cirugía cuyo costo resultó ser 1250U$ (dólares americanos) y a los antitiroideos cuyo costo fue de (1900 dólares americanos) por tratamiento completo y su efectividad resultó menor (60 %). También en el trabajo de Levy y Ward (106, 108) el radioiodo fue el tratamiento de mejor resultado considerando el costo y la 73 de efectividad en esta enfermedad. En nuestro país comparando costos en el hospital más pobre (Hospital de Clínicas) (106) se encontró que los gastos totales de una cirugía convencional, que incluyen los costos de la cirugía del paciente (500.000 Gs.), más los gastos hospitalarios (800.000 Gs.) y además su pérdida por inactividad de trabajo (350.000 Gs, que equivalen a 10 días X el jornal diario =35.000 Gs.) es de aproximadamente 1.650.000 guaraníes, el cual es más elevado que el precio del tratamiento con 131I a nivel hospitalario de 800.000 Gs.(ochocientos mil) guaraníes. En un ambiente privado los costos para una cirugía de tiroides alcanzan hasta los seis millones (6.000.000) de guaraníes comparado a los costos de un millón y medio (1,500.000) de guaraníes del tratamiento realizado con el 131 I. La cirugía es la terapia más costosa comparada al radioiodo y a las drogas antitiroideas (109). Otro factor importante a destacar son las complicaciones cardio-respiratorias post operatorias halladas en los pacientes con enfermedad de Graves operados en el Hospital de Clínicas que alcanzaron el 66% (110) lo cual, casi duplica el valor de las halladas en la cirugías de los bocios nodulares hiperfuncionantes operados en el mismo hospital, mientras observamos que al recibir un tratamiento con el 131 I son muy raras las complicaciones , entre las que se citan, gastritis y taquicardia, las cuales pueden ser consideradas leves y fáciles de tratar clínicamente. El paro cardíaco se observó en el 2% de los pacientes operados de enfermedad de Graves (110) y las complicaciones anestésico-quirúrgicas (hematomas, hemorragia local, afonía etc.), en el 33% de los pacientes 74 operados con preparación previa de propanolol y antitiroideo (110). Si las comparamos a los pacientes tratados con 131 I no encontramos ninguna complicación de este tipo (111). En la literatura mundial (112, 113) se observa que pacientes con enfermedad de Graves-Basedow se operan solamente entre el 5% y el 10% mientras que en nuestro país el porcentaje de cirugías realizadas en el Hospital de Clínicas alcanzó el 64% (110). El 131 I es utilizado como primera elección (114) en la enfermedad de Graves-Basedow en los EEUU, Europa y Japón en el 69%,22% y 11% respectivamente. Las drogas antitiroideas constituyen la primera elección terapéutica en el 30%, 77% y 89%, respectivamente en esos países, mientras que la tiroidectomía subtotal posee el nivel más bajo como primera elección (1%) y es mencionada como de elección con unánime falta de entusiasmo (114). Como el tratamiento con 131 I produce destrucción del tejido tiroideo, a menudo hay un período transitorio de días o semanas donde los síntomas del hipertiroidismo pueden incluso empeorar inmediatamente después de la terapia radiante. Esto generalmente ocurre después del 131 I como resultado de la liberación de hormonas tiroideas en el torrente circulatorio por la destrucción de las células tiroideas que contienen dichas hormonas. En algunos pacientes el tratamiento con algunas medicaciones tales como beta bloqueadores (propanolol, atenolol, etc.) pueden ser utilizadas durante este período de tiempo. La mayoría de los pacientes después del tratamiento con 131 I, no experimentan ninguna dificultad y pueden tolerar 75 las semanas iniciales sin ningún problema (114) Este isótopo puede ser administrado en forma líquida o en una pequeña cápsula. Se ha observado que la administración del radioiodo en forma líquida posee mejor captación y absorción de la dosis comparado a la cápsula (115). Ocasionalmente, el paciente puede sentir ligero dolor en cuello o en la garganta por unos breves días con moderada inflamación de la glándula tiroides, la cual es generalmente transitoria y afebril. Los factores asociados a una evolución positiva después de la terapia con 131 I dependen de la dosis de radioiodo administrado, de la severidad del hipertiroidismo existente, del tamaño de la glándula tiroides y de los factores genéticos que influencian en el éxito del tratamiento. En general, a mayor dosis prescripta, más exitoso será el tratamiento, definido como resolución del hipertiroidismo (115). A veces es necesario medicar al paciente con drogas antitiroideas previamente al tratamiento con 131 I, ésto depende del paciente y la severidad del hipertiroidismo (116). Pacientes con hipertiroidismo leve o moderado (117, 118) quienes toleran esa condición pueden no requerir tratamiento previo con medicación antitiroidea tal como propil tiouracilo (PTU) o carbimazol, por el contrario, pacientes que presentan hipertiroidismo severo, pueden precisar medicación inmediata en forma previa, particularmente si existe enfermedad cardiovascular (119, 120). Ensayos clínicos aleatorizados demuestran que pacientes tratados con drogas antitiroideas previamente al uso del iodo radioactivo resultan en hipertiroidismos más severos transitorios de rebote o bien disminuyen el 76 efecto del 131 I comparados a los pacientes que recibieron radioiodo sin tratamiento previo (121) Sin embargo, otros autores han demostrado que la suspensión de los antitiroideos una semana antes del tratamiento con 131 I no interfiere con el curso de la curación y de los efectos del radioiodo (122). Lo más recomendable es tratar los casos graves con antitiroideos y betabloqueadores suspendiendo los mismos 4 o 5 días antes de su tratamiento con el radioiodo (120). Pacientes con gran aumento de tamaño de la glándula tiroides y con hipertiroidismo severo pueden tardar más tiempo en lograr la resolución de su enfermedad que pacientes con glándulas tiroideas más pequeñas y con hipertiroidismos mas leves. De la misma forma, a mayor dosis de radioiodo administrada, mayor es la probabilidad de que la resolución del hipertiroidismo sea más efectiva. Como el radioiodo puede inducir a inflamación de la tiroides haciendo que las hormonas tiroideas sean vertidas de la glándula a la sangre, algunos pacientes pueden presentar empeoramiento de sus síntomas por unas pocas semanas antes de empezar a mejorar. En la mayoría de los casos, se puede notar mejoría entre las 4 a 8 semanas después de la administración del radioiodo, pero en casos más severos puede tardar más tiempo. Dependiendo del tipo de hipertiroidismo presente, el tiempo de sentirse normal puede variar considerablemente entre 1-2 meses. En los pacientes con nódulos calientes se observa una reducción significativa del tamaño de los nódulos y disminución de los niveles de las hormonas circulantes 77 alcanzando la normalidad a menudo entre los 3-6 meses del tratamiento (123). Un nódulo solitario frío palpable en la enfermedad de Graves tiene un 23% de riesgo de malignidad y una prevalencia significativa de malignidad de 1,3%., esto es mayor que en la población sin enfermedad de Graves. El nódulo presente sometido al tratamiento con 131 I tiene un 45% de probabilidad de desaparición y un 68% de disminución de tamaño. Si existe alguna lesión pequeña (<10mm) con carcinoma tiene un curso benigno (121, 122, 124) Ocasionalmente grandes glándulas difusas de Graves se condensan en un patrón nodular post terapia. Estos nódulos son generalmente reconocidos cuando la centellografía post terapia con I131 es realizada confirmando una captación elevada en las lesiones palpables y representan ejemplos de pseudo-nódulos. Este hallazgo virtualmente excluye malignidad pues son áreas de hiperplasia epitelial con tejido fibrótico alrededor o cambios involutivos. Las áreas fibrosas pueden revelar áreas frías en la centellografía de tiroides (125, 126). Usualmente en los centros de terapia, el desarrollo de hipotiroidismo es visto en el 10% de los casos en el primer año, y pudiendo alcanzar hasta el 30% y sumándose un 5% por año posteriormente (127). Si ha habido disminución de peso significativo durante el curso del hipertiroidismo, es razonable que se observe algún grado de aumento de peso, acercándose al valor pre hipertiroideo en la mayoría de los pacientes. La prescripción de hormona de reemplazo en el curso del 78 tratamiento con especial cuidado en el reemplazo óptimo podría ayudar a minimizar el exceso potencial de peso (128). El radioiodo no aumenta la probabilidad de la aparición de un cáncer tiroideo subsiguiente y no se ha establecido riesgo teratogénico utilizando este isótopo (129). Es raro observar empeoramiento de la exoftalmía post terapia excepto en fumadores (93). La principal ventaja del 131 I para el tratamiento del hipertiroidismo es que tiene mayor porcentaje de éxito que las medicaciones antitiroideas. Dependiendo de la dosis elegida y de la enfermedad a tratar (enfermedad de Graves, bocio tóxico, nódulo caliente etc.) el grado de éxito en lograr la resolución definitiva del hipertiroidismo puede variar del 75% al 100% (130). Figura 2: Manifestaciones clínicas de la enfermedad de Graves- Basedow 79 Ocasionalmente algunos pacientes requieren más de una dosis de tratamiento radiactivo el cual depende del tipo de enfermedad presente, del tamaño de la tiroides y de la dosis inicial administrada. La mayor expectativa de los efectos adversos del 131 I en pacientes con enfermedad de Graves es el desarrollo de un período prolongado de hipotiroidismo que requiere hormona tiroidea de reemplazo diariamente administrada por vía oral. Muchos pacientes pueden inicialmente estar descontentos por tener que tomar hormona tiroidea por el resto de su vida, sin embargo, como la hormona tiroidea es segura, barata, fácil de tomar y es idéntica a la hormona tiroidea normalmente hecha por su propia tiroides, resulta que esta terapia es en general extremamente segura y muy bien tolerada por la vasta mayoría de los pacientes. El embarazo debe ser evitado por cuatro meses después del tratamiento (89). 80 Las mujeres que amamantan deben suspender la lactación por lo menos por una semana después del tratamiento con el 131 I pues una pequeña cantidad del mismo puede ser secretado en la leche materna inmediatamente después del tratamiento, lo cual cesa a la semana (89). A pesar de que normalmente el 131 I es utilizado sólo en adultos, muchos centros han usado con éxito el radioiodo en la población pediátrica con buenos resultados (131). La dosis de tratamiento limitante para pacientes externos es de 29.9 mCi (1106,3 mBq) por lo tanto la dosis usual brindada a los pacientes permite ir a los mismos a sus casas, porque existe muy pequeño riesgo para los miembros de su familia en el ambiente del hogar. Los pacientes son estimulados a minimizar el contacto muy cercano inmediato por pocos días, especialmente con los fluidos del cuerpo, tales como orina, saliva, sudor. Se recomienda evitar los besos, compartir los ambientes, abrazar a niños pequeños por unos pocos días después de la terapia (127). NODULOS TIROIDEOS EN LA ENFERMEDAD DE GRAVES Nódulos tiroideos en la enfermedad de Graves Basedow son comunes y existe preocupación acerca de la coexistencia de malignidad. La identificación de las características de los nódulos que se presentan en esta enfermedad es importante para el manejo terapéutico. La evaluación de la respuesta al tratamiento de estos nódulos y la estadificación de los riesgos de malignidad que podrían tener son importantes en la práctica diaria basados a la respuesta a la terapia medicamentosa, quirúrgica, en 81 la punción biopsia espirativa con aguja fina o con el tratamiento con radioiodo. Se pueden demostrar nódulos autónomos en el síndrome de Marine Lenhart, pseudo-nódulos, nódulos fríos, hiperplasia adenomatosa. En la enfermedad de Graves Basedow se reportan nódulos (127, 132) que aparecen entre el 10 al 15% de los pacientes y la incidencia de cáncer de tiroides puede ser mas elevada en los pacientes que sufren esta enfermedad que en los que no la padecen. El cáncer de tiroides ocurre en el 10% de todos los nódulos tiroideos, en el 19% de los nódulos fríos palpables y en e 1,3 % de todos los pacientes (133, 134). Según el estudio de Eric Carnell (135) la enfermedad de Graves se pueden desarrollar nódulos en el 12.6 % siendo la mayoría de ellos benignos, por lo cual son considerados como expresiones de cambios autoinmunes que coexisten con el bocio nodular. En el mismo estudio, se observaron 4 grupos de nódulos, con la siguiente distribución: en el grupo 1 el 5%, en el grupo 2 el 4.5%, en el grupo 3 el 0,8% y en el grupo 4 el 1,7% de los pacientes. Aunque la patogénesis de los nódulos tiroideos en la enfermedad de Graves no es bien conocida existiendo aun controversias acerca de las causas actuales y la frecuencia de cáncer en ellos (135, 97, 136). Para clasificar la etiología y frecuencia de esos nódulos y debido a que la mayoría de los pacientes con nódulos tiroideos en la enfermedad de Graves no recibieron terapia quirúrgica (85%) en el estudio de Carnell (135), se clasifican los nódulos en cuatro grupos: 82 GRUPO 1: Enfermedad de Graves con nódulo frío solitario (hipocaptante) hallado en el examen clínico o en la imagen radionuclídea con confirmación por ecografía de tiroides (Fig. 3). A B Figura 3 Fuente: CEDIN A: Ecografía de tiroides demuestra un nódulo hipoecogénico en lóbulo izquierdo. B: La gammagrafía de tiroides muestra un nódulo frío en el lóbulo izquierdo. GRUPO 2: Enfermedad de Graves con múltiples nódulos tiroideos confirmados por palpación o por estudio con radionuclídeo (Fig 4). A B 83 Figura 4 Fuente: CEDIN-IICS A: Ecografía de tiroides demuestra dos nódulos sólidos. B: La gammagrafía de tiroides demuestra dos nódulos hipercaptantes. GRUPO 3: Enfermedad de Graves con nódulo autónomo (Síndrome de Marine-Lenhart) (137, 138) identificado en una glándula tiroides que al examen físico puede parecer difusa pero contiene un nódulo solitario que no es suprimido en la centellografía de tiroides (Fig 5). A B Figura 5 Fuente: CEDIN A: La imagen ecográfica muestra un nódulo sólido en lóbulo derecho. B: La gammagrafía de la glándula tiroides demuestra un nódulo caliente en el lóbulo derecho. 84 GRUPO 4: Enfermedad de Graves miliar con características de un bocio multinodular (pero sin clara identificación de nodularidad a la palpación o en la ultrasonografía) (Fig 6). A B Figura 6 Fuente: CEDIN A: Ecografía de tiroides demuestra áreas pseudonodulares con hipoecogenicidad con bandas hipereogénicas. B: La Gammagrafía demuestra áreas hiper e hipocaptantes (patchy uptake) pseudonodulares en ambos lóbulos. Si el tratamiento con 131 I es realizado, la posibilidad de que el nódulo se desvanezca o disminuya de tamaño es del 68% (135). Un nódulo frío solitario no palpable en un paciente con enfermedad de Graves puede ser tratado con radioiodo con la completa resolución del nódulo (135). Una glándula multinodular con enfermedad de Graves puede ser tratada con método no quirúrgico con un 85% de éxito incluyendo un 43% de desaparición de los nódulos (135). 85 Los nódulos autónomos en la enfermedad de Graves (Sx de MarineLenhart) son raros (138, 139) y deben ser tratados con altas dosis de 131 I (25 mCi) lo cual da un 75% de éxito en la erradicación del nódulo (140, 141, 142). La variedad miliar de Graves es debida a enfermedad nodular tiroidea autoinmune sin nódulos circunscriptos pero debido a cambios de tiroiditis linfocítica. Esta categoría puede ser similar a la descrita por Kraiem y asociados (143) como variante de un nódulo tóxico de hipertiroidismo autoinmune. Algunos pacientes de este grupo presentan tiroiditis de Hashimoto (hipotiroidismo) antes de desarrollar enfermedad de Graves (Hashitoxicosis) (143). Los resultados esperados del tratamiento con 131 volumen tiroideo, disminución de la captación del I son, disminución del 131 I, disminución de los niveles de FT4, T3 y aumento de TSH, disminución de los valores de anticuerpos antitiroideos, TPO, TG y anti receptor de TSH, mejoramiento y/o desaparición de los signos y síntomas clínicos, tales como irritabilidad, nerviosismo, taquicardia, temblor de manos, sudoración profusa, intolerancia al calor, pérdida de peso, desaparición de la diarrea etc. (144). ANTICUERPOS ANTITIROIDEOS (TPOac, TGac y TSH Rac) La enfermedad autoinmune tiroidea (EAT) causa daño celular y altera la función glandular tiroidea por mecanismos humorales y celulares. El daño celular ocurre cuando los linfocitos T sensibilizados y los autoanticuerpos se unen en la membrana celular tiroidea causando reacción inflamatoria y lisis celular (145). 86 En las alteraciones de la función de la glándula tiroidea están involucrados la tiroperoxidasa (TPO), la tiroglobulina (Tg) y el receptor de TSH (TSH Rac). Otros autoantígenos como el transporte de sodio-yodo (NIS) también han sido descritos pero aún no tiene un papel en la autoinmunidad tiroidea (143). Los anticuerpos del receptor de TSH (TRac) son heterogéneos y pueden aún imitar la función de la TSH y causar hipertiroidismo como se observa en la enfermedad de Graves-Basedow o antagoniza la acción de la TSH y causa hipotiroidismo. Esto ocurre notablemente en los neonatos como resultado de los autoanticuerpos de la madre con enfermedad tiroidea autoinmune (ETA). Los anticuerpos de la TPO parecen estar involucrados en el proceso de destrucción del tejido tiroideo asociado a hipotiroidismo observado en la enfermedad de Hashimoto y en la tiroiditis atrófica. La aparición de los autoanticuerpos de la TPO (TPOac) generalmente precede al desarrollo de la disfunción tiroidea. Algunos estudios sugieren que los anticuerpos TPO ac podrían ser citotóxica a la tiroides (145, 146). El papel patológico de los anticuerpos antitiroglobulina (Tgac) permanece aún no aclarado. En áreas con suficiencia de yodo, la Tgac es determinada conjuntamente con la medición sérica de la tiroglobulina debido a que la presencia de la TGac interfiere con los métodos que cuantifican la Tg (147). En áreas de deficiencia de yodo, la medición sérica de Tgac puede ser útil para detectar enfermedad autoinmune tiroidea en pacientes con bocio nodular y monitorear la terapia del bocio endémico con yodo (147). 87 SIGNIFICANCIA CLINICA DE LOS AUTOANTICUERPOS TIROIDEOS La TPOac y la Tgac están frecuentemente presentes en el suero de pacientes con ETA. (146), sin embargo, pacientes con ETA tienen autoanticuerpos tiroideos negativos. La TRac está presente en la mayoría de los pacientes con historia de enfermedad de Graves. Durante el embarazo, la presencia de TRac es un factor de riesgo para el feto y para la disfunción tiroidea neonatal como resultado del pasaje través de la placenta de TRac (148, 149). La prevalencia de autoanticuerpos tiroideos está aumentada en pacientes que no tienen enfermedad tiroidea tales como la diabetes tipo 1 y la anemia perniciosa (150). La edad esta también asociada con la aparición de autoanticuerpos tiroideos (151) y en sujetos eutiroideos la aparición de autoanticuerpos tiroideos en niveles bajos es aún desconocida (152). Sin embargo, estudios longitudinales sugieren que el TPOac podría ser un factor de riesgo para futura disfunción tiroidea, incluyendo tiroiditis post parto como también el desarrollo de complicaciones autoinmunes por el tratamiento con agentes terapéuticos (153, 154). Entre estos se incluye amiodarona para los enfermos cardiacos, terapia con alfa-interferón para la hepatitis C crónica y el litio para desordenes psiquiátricos, (155, 156) podrían desencadenar autoinmunidad. NOMENCLATURA DE LOS ANTICUERPOS DE LA TIROIDES La nomenclatura de los autoanticuerpos tiroideos ha proliferado, especialmente en el caso del receptor de TSH que puede ser nombrado como LATS, TSI, TBII, TSH-R y TRac. También están los otros 88 autoanticuerpos como la TGac y TPOac. La recomendación internacional es usar actualmente los términos, TRac, TPOac y Tgac (157). 2. OBJETIVOS General Evaluar la eficacia del tratamiento con 131 I en pacientes con enfermedad de Graves-Basedow. Específicos 1. Comparar los niveles hormonales (FT4, T3, TSH) antes y después del tratamiento con 131I. 2. Comparar los parámetros clínicos (peso, temblor, taquicardia, nerviosismo, irritabilidad, diarrea, exoftalmia, debilidad muscular) antes y después del tratamiento con 131I. 3. Comparar ecográficamente el tamaño de la glándula tiroides antes y después del tratamiento con 131I. 4. Comparar el nivel de captación de 131 I de la glándula tiroides antes y después del tratamiento con el 131I. 5. Comparar en una sub-muestra los niveles de los anticuerpos circulantes antiTPO, antiTG y anti receptor de TSH antes y después del tratamiento con 131I. 3. METODOLOGÍA 3.1 Diseño. El estudio es experimental intragrupo 3.2 Sujetos 89 Población enfocada. Pacientes de ambos sexos y de cualquier edad con hipertiroidismo (enfermedad de Graves-Basedow). Población accesible. Pacientes de ambos sexos y de cualquier edad con hipertiroidismo (enfermedad de Graves-Basedow) que consultaron en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud y en el CEDIN (Centro de Diagnóstico y Tratamiento Nuclear) desde 1998 al 2003. Criterios de inclusión: Todos los pacientes con hipertiroidismo confirmados clínica y bioquímicamente de ambos sexos, de todas las edades portadores de la enfermedad de Graves-Basedow. Criterios clínicos. Clínica con características de hipertiroidismo, bocio palpable, (exoftalmia uni o bilateral, taquicardia, perdida de peso, intolerancia al calor, temblor de manos, irritabilidad, nerviosismo, diarrea, sudoración profusa, etc.) Criterios bioquímicos. Concentración de TSH sérica baja. T4 libre y/o T3 total elevadas. Títulos elevados de anticuerpos antimicrosomales o antitiroperoxidasa y/o antitiroglobulinas y/o anti receptor de TSH. Métodos auxiliares de diagnóstico. Centellografía de Tiroides con 99m Tc demostrando aumento de tamaño y captación de 131 I de 24 horas por encima de los valores normales (15-35 %). Ecografía de tiroides demostrando aumento de tamaño con características de enfermedad autoinmune (hipoecogénico, bandas hiperecogénicas etc.) 90 Criterios de exclusión: Pacientes de ambos sexos en estado crítico y mal nutridos que presentaban insuficiencia cardiaca congestiva global, insuficiencia respiratoria grave, insuficiencia renal grave, o bien que habían sido medicados con substancias yodadas como contrastes yodados, jarabes yodados, amiodarona, antitusivos .Pacientes que no acepten la terapia con 131I. Muestreo: no probabilístico consecutivamente a partir de una lista de pacientes fichados en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) y en el Centro de Diagnostico y Tratamiento Nuclear (CEDIN). Reclutamiento. Los pacientes hipertiroideos del IICS y del CEDIN que decidan su tratamiento con esta modalidad. 3.3 VARIABLES DEL ESTUDIO 3.3.1 Variable Predictora. Tratamiento con 131I. 3.3.2 Intervención. Se administro el 131 l en solución en dosis de acuerdo al tamaño de la glándula y al porcentaje de captación de 131 l a las 24 hs., conforme a la fórmula establecida (120-150 µCi [4.4 a 5.6 mBq] por gramo de tejido tiroideo) El yodo fue administrado por vía oral previa conformidad del paciente y firma del protocolo correspondiente y de acuerdo a las indicaciones y cuidados del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Todos los pacientes fueron estudiados por centellografía una semana después de la administración del radioiodo. Todos los pacientes fueron diagnosticados 91 clínicamente y presentaron uno o más de los siguientes parámetros de laboratorio anormales: T3 o FT3, T4 o FT4, TSH, TPOac, TGac, receptor de TSH ac, ecografía de tiroides, centellografía de tiroides, captación de 131 l de 24 hs. Cada paciente fue examinado clínicamente y debe presentar uno o más de los siguientes signos y/o síntomas: Crecimiento anormal de la tiroides, pérdida de peso, taquicardia, nerviosismo, irritabilidad, temblor fino o grueso de manos, exoftalmía uni o bilateral, diarrea. A cada uno de ellos se le explico el tipo de terapia a realizarse y firmo un consentimiento previo a su tratamiento. A fin de evitar empeoramiento de la exoftalmía uni o bilateral se utilizo prednisona vía oral en los pacientes con esta patología. 3.3.3 Variables resultantes. Mejora clínica de los signos y síntomas de los pacientes con hipertiroidismo pre y post tratamiento con 131I. Cuantificación de T4 libre, T3 total y TSH en suero, captación de 24 horas, volumen tiroideo pre y post terapia con 131 l de 131 l, peso corporal. Otras variables: 1. Características demográficas (Edad, Sexo), 2. Variedad centellográfica de la enfermedad de Graves- Basedow según criterio de Carnell, 3. Dosaje de anticuerpo anti-Tiroperoxidasa (TPOac), anticuerpo anti-Tiroglobulina y anticuerpo receptor de TSH (TSHRac) en una submuestra. 4. Dosis de 131l administrada. 3.4 ASUNTOS ESTADISTICOS 3.4.1 Tamaño de la muestra 92 El Estudio es experimental intragrupo donde se busca evaluar el efecto del tratamiento sobre el nivel de FT4 tomando como valor promedio de FT4 antes del tratamiento de 3,61 ng/mL, desvío estándar de 1,96 ng/ml, y después del tratamiento un promedio de 1,6 ng/ml y un DE de 1,21 ng/mL. El efecto estandarizado es 0,98/1,96 = 0,5 Para un bilateral 0,05 y un 0,20 el número mínimo de pacientes a reclutarse es de 63 sujetos 3.4.2 Gestión y análisis de datos Los datos fueron introducidos en una planilla electrónica (Excel 5.0) y posteriormente fueron procesados por el paquete estadístico SPSS. Para evaluar la hipótesis nulas, no hay diferencia entre los valores de los parámetros pre y post-tratamiento se utilizo la prueba t pareada para las variables continuas y la prueba de chi cuadrado para las categóricas y dicotómicas a un nivel de significancia del 95%. Las variables dicotómicas como el sexo, etc. serán expresadas en forma de porcentajes. 3.5 ASUNTOS ETICOS 3.5.1 CONFIDENCIALIDAD: Todos los resultados fueron estrictamente manejados por el médico y el paciente manteniendo la confidencialidad de los mismos. 93 3.5.2 RESPETO: RESPETO: El paciente tendrá un trato preferencial con todas las garantías y el respeto que merece su condición de paciente, manteniendo la calidez y honor que deben guardarse en todo momento Los pacientes tuvieron un trato preferencial con todas las garantías y el respeto que merece su condición, manteniendo la calidez y honor que deben guardarse en todo momento. 3.5.3 JUSTICIA: Los estudios fueron hechos dentro de los parámetros científicos establecidos con estricta justicia en los resultados. 3.5.4 EQUIDAD: Todos los pacientes con hipertiroidismo que reunieron los criterios de inclusión fueron tratados. 3.5.5 CONSENTIMIENTO INFORMADO: Los pacientes además de los familiares firmaron una hoja de consentimiento, con previa información verbal antes de cada tratamiento. Los jefes de las instituciones y los colegas tuvieron igualmente conocimiento del trabajo realizado. 4 RESULTADOS El estudio fue realizado con 70 pacientes de ambos sexos con hipertiroidismo portadores de la enfermedad de Graves-Basedow de acuerdo al tamaño de la muestra que resulto 63. La gammagrafía y la ecografía de tiroides demostraron una disminución de tamaño y captación en todos los pacientes tratados (Figuras 7 y 8, 9 y 10 respectivamente). 94 Figura 7. Gammagrafía de Tiroides con 99Tc realizada previamente a la terapia con 131I demuestra aumento difuso de tamaño y captación del radioiodo en ambos lóbulos. (Imágenes propias) Fuente: CEDIN 95 Figura 8. Gammagrafía de Tiroides con 99Tc realizada tres meses después de la terapia con 131I demuestra la disminución del tamaño y la captación del radiofármaco en ambos lóbulos. (Imágenes propias). Fuente: CEDIN 96 Figura 9. Ecografía de Tiroides previa al tratamiento demuestra aumento difuso del volumen tiroideo con isoecogenicidad. (Imágenes transversales y anteroposterior propias). Anterior Lóbulo derecho . Lóbulo izquierdo Fuente: CEDIN 97 Figura 10. Ecografía de tiroides realizada tres meses después del tratamiento con 131I demuestra la disminución del tamaño glandular (bilobular) con hipoecogenicidad. (Imágenes transversales y anteroposterior propias). Anterior Lóbulo derecho - Longitudinal Lóbulo izquierdo - Longitudinal Fuente: CEDIN La mayoría de los pacientes fue del sexo femenino (87 %) (Tabla 1) y el grupo etario con mayor número de pacientes estuvo entre los 41 y 60 años (39 %). (Tabla 2). 98 Tabla 1. DISTRIBUCIÓN DE LOS PACIENTES SEGÚN SEXO. Frecuencia Porcentaje Masculino 9 13 Femenino 61 87 Total 70 100 Demuestra marcada diferencia del sexo femenino, prácticamente 9 a 1. TABLA 2. DISTRIBUCIÓN DE LOS PACIENTES SEGÚN GRUPO DE EDAD. n=70 Edad Frecuencia Porcentaje Hasta 20 2 2 21 a 40 21 30 41 a 60 27 39 61 a mas 20 29 Total 70 100 Demuestra mayor número entre los 41-60 años (39%) y el menor grupo por debajo de 20 años (2%). De acuerdo a la clasificación centellográfica de los pacientes, el mayor número presentó la forma difusa (50%) seguida de la forma multinodular (30%), nódulo frio (14%), Sx. Marine/Lenhart (4%) y miliar (3%) (Tabla 3). 99 Tabla 3. GRUPO DE PACIENTES CON ENFERMEDAD DE GRAVESBASEDOW SEGUN CLASIFICACION CENTELLOGRAFICA. Frecuencia Porcentaje Difuso 34 49 Nodular frío(Grupo 1) 10 14 Multinodular(Grupo 2) 21 30 Sx. Marine / Lenhart 3 4 Miliar ( Grupo 4) 2 3 Total 70 100 (Grupo 3) El grupo con centellografía difusa resultó el mas numeroso (34) siendo el 49 % del total de pacientes tratados, seguido por el grupo con captación multinodular (21) 30 %, con nódulo frío (10) 14 %, Sx. de Marine-Lenhart (3) 4 % y el grupo con captación miliar (2) 3 %. 100 El volumen tiroideo disminuyó en el 68,04 % de los pacientes tratados a los 3 meses (Tabla 4). Tabla 4. DETERMINACIÓN ECOGRAFIA DEL VOLUMEN TIROIDEO POR Volumen tiroideo (ml) Pacientes Porcentaje Media de Dismin. Pre-tratamiento Post tratamiento Prueba T Pareada 68.04% Desv. Estándar 22,7 22,8 7,3 4,8 P<0,00001 Se observa una disminución del 68 % del tamaño tiroideo post tratamiento. 101 El peso promedio de los pacientes subió 20 % a los tres meses de la terapia con radioyodo (Tabla 5). Tabla 5. PESO DE LOS PACIENTES PRE Y POST TERAPIA CON 131I Pacientes Peso Media Desv. Estándar Pre-tratamiento 58 62,53 9,73 Post-tratamiento 62 68,51 11,96 Porcentaje de aumento Prueba T Pareada 20 % p <0,00001 Demuestra aumento del 20 % del peso de los pacientes tres meses después del tratamiento. 102 Los niveles de FT4, que estaban anormales en el 87,1 % (61) se normalizaron en el 73,8 % (35) de los casos tratados. En el 11,4 % (18) sus valores se redujeron a niveles inferiores a lo normal (hipotiroidismo). Sumando ambos valores (73,8 % + 11,4 %) se alcanzó el 88, 6 % (53) de curación, de acuerdo al criterio establecido (eutiroideo-hipotiroideo post131 I. El 11,4 % (17) permaneció en hipertiroidismo en el momento del control a los 3 meses. (Tablas 6 y 7). Tabla 6. NIVELESD DE FT4 (pg/mL) PRE Y POST TRATAMIENTO CON I131 FT4 Post FT4 Pre Normal Pacientes Anormal Total Porcentaje Normal 9 0 9 12,9 Anormal 45 (73,8 %) 16 (26,2 %) 61 87,1 54 16 70 100 77,1 22,9 100 Total Porcentaje Chi Cuadrado = 3,06 P < 0,08 De los 61 pacientes con FT4 elevados antes del tratamiento, se normalizaron 45 (73,8 %) y permanecieron con niveles anormales 16 (26,2 %) a los 3 meses después del tratamiento. 103 Tabla 7. FRECUENCIA DE DESENLACES SEGÚN EL NIVEL DE FT4 (pg/ml). Pacientes Frecuencia Porcentaje Hipotiroidismo 8 11,4 Normal 54 77,2 Hipertiroidismo 8 11,4 Total 70 100 De los 70 pacientes tratados, se consideraron curados 62 (88,6 %) distribuidos en: Normales (54) + hipotiroidismo (8) y permanecieron en hipertiroidismo 8 (11,4 %). 104 Tabla 8. NIVELES DE FT4 (pg/mL) PRE y POST TRATAMIENTO CON 131 I. Media Desv.Standar FT4 Pre 3,65 1,96 FT4 Post 1,60 1,21 Prueba T Pareada P< 0,0001 Los niveles de T3 eran anormales en el 75,5 % antes del radioiodo y se normalizaron en el 61,4 % (43) de los pacientes y fueron inferiores a lo normal en el 25,7 % (18). Sumando ambos parámetros para el criterio de curación, (hipotiroidismo mas eutiroidismo) se obtuvo 87,1 % (61). El 12,9 % (9) de los pacientes tratados permaneció en niveles elevados en el momento del dosaje de control (Tablas 9, 10). 105 Tabla 9. NIVES DE T3 (ng/dL) PRE Y POST TRATAMIENTO CON 131I. T3 Pre T3 Post Normal Pacientes Normal Anormal Total Chi Cuadrado Anormal Total 9 (52,9 %) 8 (47,1 %) 17 (24,3 %) 35 (66 %) 18 (34 %) 53 (75,7 %) 44 (62,9 %) 26 (37,1 %) 70 (100 %) = 0,95 P <0,331 De los 53 pacientes con T3 elevados antes del tratamiento, se normalizaron 35 (66 %) y permanecieron con niveles anormales 18 (34 %) a los 3 meses después del tratamiento. De los 17 pacientes con T3 normal previo al 131I, 9 (52,9 %) siguieron siendo normales y 8 (47,1 %) fueron anormales (hipotiroidismo). Tabla 10. NIVELES DE T3 (ng/dL) POST TRATAMIENTO CON 131I. Pacientes Frecuencia Porcentaje Hipertiroidismo 9 12,9 Normal 43 61,4 Hipotiroidismo 18 25,7 Total 70 100 De los pacientes tratados (70), se consideraron curados 61 (87,1 %) Normales 43 (61,4 %) + Hipotiroidismo 18 (25,7 %) y permanecieron en hipertiroidismo 9 (12,9 %). 106 Tabla 11. NIVELES DE T3 (ng/dL) PRE y POST TRATAMIENTO CON 131I . Media Desv.Standar T3 Pre 311 159 T3 Post 127 61 Prueba T Pareada p<0,0001 107 Los niveles de TSH fueron anormales en el 92,9 % (65) antes del tratamiento y alcanzaron valores normales en el 50 % (35). El 25,7 % (18) fueron valores superiores a lo normal. De acuerdo al criterio de curación, se alcanz;o el 75,7 % (53) de los pacientes post tratamiento mientras que el 24,3 % (17) restante permaneció con valores bajos en el momento del dosaje de control (3 meses después de la terapia) (Tablas 12 y 13). Tabla 12. NIVELES DE TSH (μIU/mL) PRE y POST TRATAMIENTO CON 131I. TSH Pre TSH Post Normal Pacientes Anormal Total Normal 4 (80 %) 1 (20 %) 5 (7,1 %) Anormal 31 (47,7 %) 34 (52,3 %) 65 (92,9 %) 35 (50 %) 35 (50 %) 70 (100 %) Total Chi Cuadrado = 1,94 P <0,164 De los 65 pacientes con TSH bajos antes del tratamiento, se normalizaron 31 (47,7 %) y permanecieron con niveles anormales 34 (52,3 %) a los 3 meses después del tratamiento. 108 Tabla 13. NIVELES DE TSH (μUI/mL) POST TRATAMIENTO CON 131I. Pacientes Frecuencia Porcentaje Hipertiroidismo 17 24,3 Normal 35 50 Hipotiroidismo 18 25,7 Total 70 100 De los pacientes tratados, se consideraron curados 53 (75,7 %) Normales 35 (50 %) + Hipotiroidismo 18 (25,7 %) y permanecieron en hipertiroidismo 17 (24,3 %). Tabla 14. NIVELES DE TSH (μUI/mL) PRE y POST TRATAMIENTO CON 131I. Media Desv.Standar TSH Pre 0,12 0,30 TSH Post 5,55 11,47 Prueba T Pareada P < 0,0001 Los niveles de TPOac que estaban anormales antes del tratamiento con el radioiodo se normalizaron en el 58,6 %, que sumados a los niveles de TPOac normales antes del tratamiento que permanecieron normales se obtuvo un 83 % de normalización de sus niveles pre y post-131I y permaneció elevada en el 17 %(tablas 12 y 13). 109 Tabla 15. DOSAJE DE TPOac. PRE Y POST TRATAMIENTO CON 131I. TPOac. Post TPOac. Pre Normal Anormal Total Normal 41 0 41 (58,6 %) Anormal 17 (58,6 %) 12 (41,4 %) 29 (41, 4) Total 58 (82,9 %) 12 (17,1 %) 70 (100 %) Chi Cuadrado = 20,47 P<0,0001 De los 29 (41,4 %) pacientes con TPOac anormales antes del tratamiento, se normalizaron 17 (58,6 %) y permanecieron con niveles anormales 12 (41,4 %) a los 3 meses después del tratamiento. De los 41 (58,6 %) pacientes con TPOac normales previos al tratamiento, la totalidad de ellos siguió siendo normal post tratamiento. 110 Tabla 16. DOSAJE DE TPOac PRE Y POST TRATAMIENTO CON 131I Media Desv.Standar TPOac Pre 102,77 198,61 TPOac Post 5,55 11,47 Prueba T Pareada P < 0,0001 Los niveles de TGac que estaba aumentado en el 31 % de los pacientes se normalizaron en el 21 %, con lo cual obtuvo un 90 % de normalización de sus niveles sumando los valores pre y post-tratamiento. Permaneció aumentada en el 10 % (Tablas 17 y 18). 111 Tabla 17. DOSAJE DE TGac PRE Y POST TRATAMIENTO CON TGac. Pre TGac Post Normal Anormal Total 131 I. Normal 47 (97,9 %) 1 (2,1 %) 48 (68,6 %) Anormal 16 (72,7 %) 6 (27,3%) 22 (31,4 %) 63 (90 %) 7 (10 %) 70 (100 %) Total Chi Cuadrado = 10,64 P<0,001 De los 22 pacientes con TGac anormales antes del tratamiento, se normalizaron 16 (72,7 %) y permanecieron con niveles anormales 6 (27,3 %) a los 3 meses después del tratamiento. De los 48 pacientes con TGac normales previos al tratamiento, 47 (97,9 %) siguieron siendo normales después de la terapia y 1 (2,1 %) fue anormal. 112 Tabla 18. DOSAJE DE TGac PRE Y POST TRATAMIENTO CON Media Desv.Standar TGac Pre 41,29 81,92 TPOac Post 34,2 181,96 Prueba T Pareada 131 I. P < 0,76 La captación de 131I de 24 horas que estaba aumentada en el 100 % (VN 18 % - 30 %) de los pacientes se normalizo en el 94 % y permaneció elevada en el 6 % a los 3 meses (Tablas 19 y 20). 113 Tabla 19. CAPTACION TIROIDEA (%) DE 131I DE 24 HORAS PREVIO AL TRATAMIENTO. Pacientes Anormal Frecuencia Porcentaje Media Desv.Estandar 24 hs. > 30 % 60,30 7,16 24 hs. 18 % - 30 % (aumentada) Normal Prueba T Pareada P < 0,00001 Tabla 20. CAPTACION TIROIDEA (%) DE 131 I DE 24 HORAS POST TRATAMIENTO. Pacientes Frecuencia Porcentaje Baja 13 190 Normal 53 75 Aumentada 4 6 Total 70 100 Antes del tratamiento todos los pacientes tuvieron l captación de 131I elevada y después del tratamiento se normalizaron el 75 % y el 19 % fue inferior a lo normal. Solo el 6 % continuó con captación elevada. Por criterio de curación, el 94 % de los pacientes se curaron y solo el 6 % permaneció anormal. 114 Tabla 21. CAPTACIÓN TIROIDEA (%) DE 131I DE 24 HORAS PRE Y POST TRATAMIENTO. Media Desv.Estandar Captación de 131 I Pre 60,31 7,22 Captación de 131 I Post 21,9 5,34 Prueba T Pareada P<0,00001 115 Los niveles de Trac que estaban anormales en el 97% de los pacientes previo al tratamiento se normalizo en el 80%, alcanzando un nivel de normalización total del 83%, permaneciendo un nivel elevado en el 17% (Tablas 22 y 23) Tabla 22. RECEPTOR de TRac.PRE y POST TRATAMIENTO CON 131I TRac Pre Trac Post Normal 1 (3%) 26(84%) Anormal 30 (97%) 5(16%) Total 31(100%) 31(100%) Media Dev Standar Receptor Trac Pre 51,53 21,09 Receptor Trac post 8,43 6,02 Prueba T Pareada P <0,00001 Antes del tratamiento el 97% de los pacientes presentaban Trac elevada mientras que el 3% (1) estaba normal. Después del tratamiento con 131I, el 84% (26) se normalizo y solo el 16%(5) presento niveles anormales. El 40% (28) de los pacientes recibió una dosis terapéutica de 131I entre 15-20 mCi (555-740 mBq), el 31% (22) recibió una dosis entre 10-15 mCi (370-555 mBq), el 16% (11) recibió una dosis hasta 10 mCi (370 mBq), y el 13% (9) restante recibió una dosis superior a 20 mCi (>740 mBq) (Tabla 20). El 93% (65) de los pacientes recibió una sola dosis terapéutica mientras que el 7% (5) precisó de una segunda dosis (Tabla 25). 116 Tabla 23. DOSIS DE 131I ADMINISTRADA A LOS PACIENTES. Dosis de 131I Frecuencia Porcentaje Hasta 10 mCi(370 mBq) 11 16 10-15mCi(370-555 mBq) 22 31 15-20mCi (555-740 mBq) 28 40 >20mCi(>740 mBq) 9 13 Total 70 100 El 40% (28) de los pacientes recibió una dosis terapéutica de 131I entre 15-20 mCi (555-740 mBq), el 31% (22) recibió una dosis entre 10-15 mCi (370-555 mBq), siendo los dos grupos más numerosos tratados, el 16% (11) recibió una dosis hasta 10 mCi (370 mBq) y el 13% (9) restante recibió una dosis superior a 20 mCi (>740 mBq) respectivamente. 117 Tabla 24. NÚMERO DE DOSIS DE 131I ADMINISTRADA A LOS PACIENTES. Dosis Frecuencia Porcentaje Media Desv.Estandar Una sola 65 93 11,16 6,06 Dos dosis 5 7 2,19 1,34 Total 70 100 Prueba T pareada p<0,0001 Los signos y síntomas de hipertiroidismo que estaban anormales en el 70 % de los pacientes, se normalizaron en el 88%,5% (62), permaneciendo el 11,5% (8) de ellos con signos y síntomas de la enfermedad al momento del último examen (Tabla 28). Tabla 25. SIGNOS Y SÍNTOMAS PRE y POST TRATAMIENTO con 131I (Adelgazamiento, temblor, insomnio, nerviosismo, irritabilidad fácil, diarrea, debilidad muscular, caída de cabello, exoftalmia, sudoración profusa, bocio) Pacientes Normal Anormal Pre tratamiento 0(0%) 70(100%) Post tratamiento 62(88,5%) 8(11,5%) 70 100 Total Chi cuadrado= 111,28 p<0,0001 118 Antes del tratamiento el 100% de los pacientes presentaban signos y síntomas positivos, mientras que después de la terapia con 131I el 88,5% (62) se curaron y solo el 11,55% (8) siguieron con los mismos signos y síntomas a los 3 meses. COSTOS DE CIRUGIA DE TIROIDES VS. RADIOIODO El costo del tratamiento con 131I realizado a los pacientes del Hospital de Clinicas fue de ochocientos mil guaraníes y a nivel privado en el Centro de Diagnostico y Tratamiento Nuclear (CEDIN) fue de 1.650.000 gs (un millón seiscientos cincuenta mil guaraníes, IVA incluido). El costo quirúrgico de la enfermedad de Graves-Basedow realizada en el Hospital de Clinicas resultó de la sumatoria de: Gastos totales de una cirugía convencional : 500.000 gs Gastos hospitalarios 800.000 gs Lucro cesante: 350.000 gs Total: 1.650.000 gs (Un millón seiscientos cincuenta mil guaraníes). (106). 119 Los gastos de la cirugía de la glándula Tiroides realizada en un Hospital o sanatorio privado resulto lo siguiente: A NIVEL PRIVADO: Derecho operatorio: Sala privada(2 días) Medicamentos: Anestesista: Cirujano: Ayudante: Instrumentador: Clínico: Lucro cesante: (35.000 gs x dia por 10 dias) 432.960 gs 492.800 gs 1.200.000 gs 335.000 gs 1.980.000 gs 495.000 gs 165.000 gs 550.000 gs 350.000 gs Total 6.000.760 gs (Seis millones setecientos sesenta guaraníes, IVA incluido) Fuente: Sanatorio Italiano. 120 6. DISCUSIÓN La enfermedad de Graves Basedow es frecuente en el Paraguay (159). Uno de los factores determinantes en la aparición en nuestro país de esta patología podría deberse al aumento de yodación de la sal de expendio libre como resultado de las campañas de yodación realizadas por el M.S.P. y B.S. En esta muestra, la mayoría de los pacientes han sido de sexo femenino con una relación de 9/1 (F/M), notándose que el grupo etario de 40-60 anos fue el mas numeroso (38%), que coincide con la distribución etaria a nivel internacional, sin embargo, los grupos de 20-40 anos (30%) y mayores de 60 años (28,5%) han estado presentes con buen porcentaje. La variedad centellográfica más frecuente fue la forma difusa (50%) y de acuerdo a la clasificación de Carnell (134) de los nodulos tiroideos, la forma multinodular (grupo2) fue la más común, y en el presente trabajo la forma multinodular fue la variedad nodular mas frecuente(30%) seguido por el grupo 1 (nódulo frio) con el 14%. El volumen y la captación de centellografía 131 I tiroideo medidos por ecografía y disminuyeron en forma notable en casi todos los pacientes hasta alcanzar valores normales, sin embargo, ambos valores alcanzaron inclusive una disminución aun mas marcada comparada a la de los sujetos normales en algunos casos (160). Los niveles de FT4 y T3 descendieron rápidamente hasta alcanzar valores normales en un alto porcentaje y en forma más precoz si la 121 comparamos a la normalización observada con la TSH que fue la que mas rápidamente se elevó hasta sus niveles normales (53). Hipotiroidismo se observó en el 25 % de los pacientes y correspondió al grupo que recibió una dosis terapéutica de 131 I mayor a 20 mCi (más de 740 mBq) y entre 15 – 20 mCi (555 – 740 mBq) (161). Los anticuerpos TPOac y TGac se normalizaron a los 3 meses en el 83 % y 90 % demostrando la utilidad de esta terapia. La efectividad de la terapia con una sola dosis de radioiodo alcanzó el 93 % de los pacientes y solamente el 7 % necesitó una segunda dosis para lograr su normalización a los 3 meses. La terapia con antitiroideos requiere mucho tiempo de tratamiento, por lo general 8-18 meses y puede afectar el hígado y la médula ósea produciendo hepatitis, agranulocitosis y un síndrome parecido al lupus eritematoso sistémico, lo cual indica la suspensión de la terapia (162). El tratamiento con 131 I es efectivo en el hipertiroidismo de Graves Basedow y en los otros tipos de tirotoxicosis, en el presente trabajo a los 3 meses post terapia hemos encontrado una mejoría clínica (88,5 %) y laboratorial muy elevada en los pacientes tratados. No precisa internación y es de fácil administración (vía oral), siendo la única contraindicación el embarazo (163). El costo de la terapia con 131 I resultó más bajo comparado con la cirugía y con menor número de complicaciones (107). A nivel hospitalario resultó la mitad del costo y a nivel privado la cuarta parte mas barata. El radioyodo es preferido por muchos endocrinólogos 122 debido a su gran eficacia y al tiempo prolongado de la enfermedad tiroidea. (105, 106, 108) Pacientes con severos síntomas de enfermedad cardiovascular deben recibir tratamiento previo con tionamidas 4 a 8 semanas antes de yodo radiactivo. Rara vez la exoftalmia empeora, excepto en los fumadores, si se usa terapia conmitante con corticoides (93). El radioyodo no aumenta el riesgo de cáncer subsiguiente (129), pero está contraindicado en el embarazo y en las madres lactantes. La disminución del TRac fue del 80 % en los 3 meses y tiene un papel crucial en la patogenia de la enfermedad de Graves-Basedow (162). Además, se alcanzo una remisión de los signos y síntomas del hipertiroidismo en forma notable. Las drogas antitiroideas podrían ser administradas después de la terapia con 131I, pero, solamente en aquellos pacientes en los cuales el hipertiroidismo ha sido muy poco controlado al tiempo de la administración de la dosis terapéutica y en aquellos que tengan enfermedad cardiovascular severa a los cuales se puede administrar betabloqueadores (162). Los síntomas tales como nerviosismo, fatiga, palpitaciones, intolerancia al calor, perdida de peso, etc., que se hallaron en más de la mitad de los pacientes mejoraron rápidamente (1 a 2 semanas) posteriores a la administración de la dosis terapéutica. Las exoftalmopatias también mejoraron y a todas ellas fue necesario administrar corticoides a dosis 123 mínima por un periodo de 2 a 4 semanas en forma decreciente y en días alternos. 124 7. CONCLUSIONES 01. El tratamiento de pacientes con enfermedad de Graves-Basedow con el 131I es eficaz, con rápida mejoría clínica y laboratorial de los mismos que no precisan internación hospitalaria, sin complicaciones post terapia, es más barato que los otros tipos de tratamiento, observándose en un alto porcentaje curación de los pacientes a los 3 meses, siendo por lo tanto un procedimiento muy beneficioso y que puede ser considerado de elección en el tratamiento de esta patología. 02. Los resultados de las hormonas tiroideas y la TSH comparadas pre y post terapia demostraron que: La FT4 se normalizó en el 78 % (54/70) y fue baja en el 11 % (8/70). La T3 se normalizó en el 61 % (43/70) a los 3 meses y fue baja en el 26 % (18/70). La TSH se normalizó en el 50 % (35/70), y fue elevada en el 26 % (18/70), siendo baja en el 24 % (17/70). 03. Los signos y síntomas mejoraron en el 88,5 % (62/70) de los pacientes y alrededor de las 1 – 2 semanas. 04. El peso de los pacientes aumentó en el 20 % post terapia. 05. No hubo complicaciones post terapia en los pacientes tratados con 131I. 125 06. El volumen tiroideo disminuyó en el 68,4 % después de la terapia con radioiodo (131I). 07. Hipotiroidismo se observó en el 26 % de los pacientes y correspondieron a los que recibieron una dosis de 131 I entre 15 -20 mCi (555-740 mBq) y en el grupo que recibió mas de 20 mCi. (más de 740 mBq). 08. Los anticuerpos antitiroideos demostraron que: La TPO ac se normalizó en el 83% (58/70) de los pacientes. La TG ac estaba anormal antes del tratamiento en el 31% (22/70); y se normalizó en el 90 % (63/70), y sólo el 10% (7/70) fue anormal después del tratamiento. El anticuerpo anti TSH Receptor (TR ac) fue anormal en el 97 % (30/70), previo a la terapia y se normalizó en el 84 %. 09. Una sola dosis de 131 I radioactivo recibió el 97 % (65/70), y dos dosis recibieron sólo el 3 % (5/70). 10. El costo del tratamiento con 131 I en el Hospital de Clínicas resultó de 800.000 gs. (ochocientos mil guaraníes) y el costo de la cirugía realizada en el mismo Hospital que fue de 1.650.000 gs. (un millón seiscientos cincuenta mil guaraníes), siendo por lo tanto la mitad, con una diferencia de ochocientos cincuenta mil guaraníes. A nivel privado (CEDIN) el costo del tratamiento con 131I fue de 1.500.000 gs m+as IVA y el costo en un Sanatorio Privado (S. Italiano) fue de 6.000.670 gs (seis millones seiscientos setenta guaraníes) IVA incluido siendo este último 4 veces más caro, con una diferencia de cuatro millones y medio de guaraníes. 126 11. Ningún paciente precisó internación ni terapia intensiva sino solamente los cuidados ambulatorios de prevención y medicación. 127 10. BIBLIOGRAFIA 1. M.S.P. y B.S., Departamento de Alimentación y Nutrición. Encuesta Nacional del Bocio Endémico. Asunción, Paraguay. 1988. 2. Baumann E. Uber das normale Vorkommen von Iod in Thierkorper. 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ANEXOS ANEXO 1 CUESTIONARIO Nombre y apellido: Edad: Procedencia: Peso Pre tto: Peso Post tto : Ft4PRE: T3PRE: TSH:PRE Ft4POST: T3POST: TSH:POST TPO ac: TGac: TR ac: Ecografía de Tiroides: Volumen pre trat: Volumen Post Trat.: Centellografía de Tiroides: Pre tto : Post tto : Captación de I-131: Pre tto: Post tto: PA: Pulso: Respiración: / Temblor de manos: si no Taquicardia: si no Diarrea: si no Insomnio: si no Pérdida de Peso: si no Irritabilidad: si no Nerviosismo: si no Exoftalmia si no 151 Bilateral si no ANEXO 2 HOJA DE CONSENTIMENTO TRATAMIENTO DE HIPERTIROIDISMO CON IODO-131 ENFERMEDAD DE GRAVESBASEDOW Este documento fue elaborado para esclarecerme en cuanto a los objetivos y eventuales consecuencias del tratamiento de mi hipertiroidismo con Iodo-131. Mi médico me ha explicado el contenido de este documento y las preguntas que yo he formulado. Objetivo: El tratamiento del hipertiroidismo (hiperfuncionamento de la glándula tiroides) puede ser realizado a través de la ingestión oral de iodo radioactivo. La dosis de iodo radioactivo es calculada a fin de destruir el tejido enfermo, y normalmente preservar otros órganos o tejidos adyacentes a la tiroides. Esta dosis es ingerida por la boca, es eliminada por el organismo a través de las heces y la orina. Exposición a la radiación: Fui informado(a) que no existen riesgos comprobados por la radiación administrada, y que el beneficio que el tratamiento ofrece supera cualquier eventual riesgo adicional. Sé que no puedo recibir esta dosis radioactiva en caso que esté embarazada, pudiendo acarrear daños a la criatura. Consciente de este hecho, asumo que no hay posibilidades de estar embarazada en el período de administración de la dosis terapéutica. También fui orientada a no amamantar por un período de 96 horas después de la dosis, después del iodo radioactivo puede ser secretado en la leche materna. Si la dosis que estoy recibiendo sea inferior a la que hace necesario la internación, fui orientado(a) a estar distante de mujeres embarazadas y de los infantes por un período de 48 horas. También fui orientado(a) a los cuidados con las excretas (orina, heces). Eventuales complicaciones: Alergia (hipersensibilidad) es muy raramente observada, siendo usualmente controlada con medicación. Un empeoramiento del hipertiroidismo entre la primera y segunda semana después de la dosis es una situación infrecuente, pudiendo ser empleada medicación o bien internación para control de los síntomas clínicos. En caso que presente fiebre, palpitaciones o nerviosismo excesivo, deberé consultar a los médicos del Centro de Diagnóstico y Tratamiento Nuclear o, en la ausencia de ellos, al servicio de emergencias. Discreta sensación de dolor en la región cervical puede ser observada en relación a la inflamación de la glándula tiroides. Esta complicación es auto-limitada, resolviéndose espontáneamente sin tratamiento específico. Drogas anti-inflamatorias pueden ser utilizadas para aliviar los síntomas. El problema oftalmológico secundario al hipertiroidismo (exoftalmopatía) puede empeorar después de la dosis terapéutica. Sin embargo, mis médicos podrán prescribir drogas antes de la administración de la dosis terapéutica para evitar o atenuar los síntomas que ocurran. Respuesta al tratamiento: La dosis de iodo es administrada por el método de “dosis fija”, siendo normalmente preconizadas dosis elevadas para controlar más rápidamente el hipertiroidismo. Se verifica con ésta técnica al ocurrencia de una tasa mayor de hipotiroidismo en el primer año de terapia. Sin embargo, fui informado(a) que es mas simple y fácil de controlar el 152 hipotiroidismo con comprimidos de hormona tiroidea (T4-T3) que serán prescritas por mi endocrinólogo. Fallas en el tratamiento pueden ocurrir hasta un 30% de los casos, y en caso solicitado por mi endocrinólogo será necesario una segunda dosis de Iodo-131. He sido orientado(a) en cuanto a los objetivos y posibles riesgos que involucran este tratamiento; yo, ……………………………………………………. residente en Nº Barrio teléfono……… ,…… concuerdo en ser tratada por esta modalidad de protocolo. Paciente: Firma:……………………………………………………. Médico:……………………………………………………….. Firma: Testigo:…………………………………… ……………………Firma:. Asunción, .............. de ............................................ de …….. .......... 153 ANEXO 3 SOLICITUD DE TRATAMIENTO DE TIROTOXICOSIS CON RADIOIODO Médico solicitante: Teléfono para contacto: Nombre del Paciente: Teléfono para contacto: HOSPITAL: Años de la molestia: Tratamiento previo: Fecha de nacimiento: PTU Tapazol o MMI T4 Otros: ................................................ Dosis actual: ____________ meses: ___________ Radioiodoterapia previa cuando:___________ Cirugía previa cuando:___________ Irradiación previa Firmado por (X):…………………………………….. Nombre…………………………………… Hizo tintura de cabello en el intervalo de 2 meses: Toma jarabe para tos regularmente: Si Se realizó alguna RX que precisó usar contraste?: Si No Toma medicamento para el corazón o arritmia: Si Toma alguna otra medicación?: Si la Si Si respuesta No No No No es Si, cual?:______________________________________________________ Datos importantes para el Cálculo De la Dosis Terapéutica: VOLUMEN DE LA GLANDULA TIROIDES: _____________gr. (calculo por US/ centellografía) 154 CAPTACIÓN DE IODO-131: _______ % (2 h) _______ % (24 h) CENTELLOGRAFÍA: ECOGRAFIA: Hipoecogénica Difuso Nodular Multinodular Distribución: Homogénea Heterogénea Difuso Nodular Multinodular Distribución: Homogénea Heterogénea Contorno regular Isoecogénica Hiperecogénica Contorno irregular Bandas Hiperecogénicas Observaciones: 155 ANEXO 4 Preparación para Centellografía de la Glándula Tiroides y Tratamiento con Yodo131 Venir en ayunas el primer día del examen (realizado en 2 mañanas) Antes del examen suspender (informe a su médico antes de la suspensión) hormonas tiroideas: T4 por 1 mes (ej:T4, Puran,Tetroid,Synthroid,levotiroxina sódica o similar T3 por 15 días (ej: Cynomel) Medicaciones antitiroideas (ej: Tapazol, PTU) por 1 semana Amiodarona (ej: Amiodar, Atlansil,Cordarone ,etc) por 3 meses Jarabe p/ tos, tintura de cabello, examen ginecológico por 1 mes Rayos-X o tomografía con contraste por 3 meses 156 ANEXO 5 MARCACIÓN DE DOSIS TERAPÉUTICA DE IODO-131 P/ HIPERTIROIDISMO En caso de no realizarse la dosis, enviar una carta explicativa: imposibilidad de realizar dosis encima de 30 mCi o tiroides funcionalmente normal. A- Para cada paciente I-Antes de marcar la DT, el paciente deberá tener: 1. Captación de Iodo-131 de ( 24 hs) y centellografía de la tiroides reciente (< 3 meses) 2. Dosajes hormonales recientes (< 3 meses) de T3, T4, T4 libre y TSH, Tiroglobulina, sin drogas anti-tiroideas como mínimo por 1 semana. 3. .Ultrasonografía de la tiroides reciente (< 3 meses) con medida del volumen glandular en gr 4. Formulario clínico presillado al del médico solicitante o al del medico del CEDIN, 5. Orientación de preparación y términos del consentimiento firmado, después de la debida aclaración y orientaciones realizadas por el médico asistente o residente de Medicina Nuclear. 6. Cálculo de dosis de iodo-131 por médico 7. Guiar al paciente para marcar la fecha de DT (en el menor tiempo posible). II-En el día de la DT, antes de recibir la dosis: 1. El paciente debe seguir as las orientaciones en relación a los contaminantes iodados y alimentos. 2. El paciente debe venir en ayunas con un mínimo de 6 horas 3. Se certifica que el paciente comprendió todas las recomendaciones dadas para después de la dosis (Radioprotección*, ayunas por mas de dos horas, suspensión de las drogas anti-tiroideas o introducción de medicamentos para evitar la crisis tirotóxica**). ** Ej: Propranolol 40 mg 12/12 horas durante 1 semana 4. El médico responsable de marcar las fechas del control clínico y laboratorial de 15 días, 1, 2,3 meses después de la-DT (orientar venir en ayunas para examen de sangre). 5. El medico debe ser sometido a captación de tiroides pre-DT 6. Brindar, en caso necesario, un permiso firmado para el paciente, para apartarse de las actividades profesionales y/o académicas por 48 horas después de la -DT. III- En el día de la DT, durante la administración vía oral de la dosis: 1. Dosificar la dosis programada, dosis preparada y proceder a la identificación del paciente 2. El individuo que administra la dosis debe obedecer los cuidados de Radioprotección IV- En el día de la DT, después de administrar la dosis: 1. Confeccionar la ficha de la DT (cantidad, fecha de administración ) 2. Realizar captación de la tiroides después de 24 hs, al individuo que administró la DT 3. Marcar en una tarjeta CMN del paciente datos de los controles a los 15 días, 1, 2 y 3 meses después de la DT, con datos clínicos y extracción de sangre en ayunas para dosage de hormonas (con suspensión previa de drogas anti-tiroideas por 1 semana) 157 4. Para cada retorno del paciente, presillar el formulario propio de control . 5. Los resultados de dosages hormonales se envían al médico solicitante via computador central o carta. No es necesario marcar fecha para el retiro de los resultados. 6. Presillar la ficha completa de la DT para ser entregado al paciente 15 días después o durante el ultimo control: 7. Archivar el formulario del pedido y el control de la DT, para el posterior análisis de la eficacia del tratamiento. 158 ANEXO 6 PLAN DE DOSIS TERAPEAUTICA Nombre:_________ ______________________ ___/___/___ Sexo: Masc ( ) Fem ( ) _________ Dosis: Enfermedad: Fecha: Edad: Médico Responsable: Técnico Responsable: - Dosis menor que 5 mCi: el paciente podrá ser liberado y tratado como paciente externo. - Dosis de 5 a 29.9 mCi: el paciente deberá ser informado de los cuidados que debe tener en su residencia. Dosis superiores a 30 mCi el paciente deberá ser internado en un centro hospitalario. 159 Cuidados necesarios: -Evitar contactos físicos cercanos con otras personas, en especial niños y mujeres embarazadas. -En los 2 primeros días después del tratamiento usar la descarga (inodoro) abundantemente y evitar contaminar con orina el piso, de ser posible utilizar un baño separado. -Lavar la ropa separadamente del resto de las ropas de la familia por una semana. -Lavar los utensilios de comer de la persona tratada en forma separada de los demás utensilios de la familia por una semana. -En caso de tratante. que los síntomas clínicos empeoren llamar al médico 160