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2 | A FONDO | Viernes, 18 de noviembre del 2016 | La Voz de Galicia Hacienda duplicó en un lustro en Galicia las inspecciones contra la economía sumergida Solo el año pasado realizó 1.500 actuaciones, con especial atención a los alquileres ocultos Así detecta la AEAT el fraude en los arrendamientos ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ La Agencia Tributaria prácticamente ha duplicado en el último lustro en Galicia el número de actuaciones presenciales, denominadas peinados, contra la economía sumergida. Se trata de cercar el fraude allí donde se está produciendo, con inspecciones sorpresa, y en la comunidad el pasado año la AEAT llevó a cabo casi 1.500 (1.449 peinados en concreto), lo que supuso un repunte del 6,6 % más que el año anterior, pero prácticamente el doble que en el 2011, concretamente un incremento del 89 %, según confirmaron fuentes de la Agencia Tributaria. Es decir, que durante el último lustro las operaciones de persecución al fraude en Galicia se han duplicado. De la cifra total en la comunidad, el 75 % se concentró en los programas contra la economía sumergida, donde se incluye, por su especial relevancia, la lucha contra los alquileres opacos al fisco. Las mismas fuentes explican, sin embargo, que no hay datos específicos de las comprobaciones realizadas sobre arrendamientos de viviendas no declarados en Galicia, porque son inspecciones que, una vez en marcha, pueden derivar en comprobaciones más amplias, lo que dificulta separar qué parte de una regularización se debe al componente de alquiler irregular y qué parte a otros conceptos. En cualquier caso, Hacienda mantiene el foco sobre este nicho de potencial fraude, contra el que el pasado año —período de recaudación récord en lucha contra la economía en B— rea- El modo en el que la Agencia Tributaria persigue el fraude en el alquiler de viviendas se ha afinado mucho en los últimos años, en los que ha ido incorporando el uso de herramientas informáticas específicas desarrolladas por la propia AEAT. Atrás ha quedado la exclusiva doble vía de cruzar las visitas presenciales con la información declarada por el contribuyente y por terceros (vecinos, conocidos...) en relación a este. Hacienda ha puesto la lupa este año en el control del alquiler no declarado de viviendas. R. FERNÁNDEZ lizó 5.469 visitas sobre el terreno en toda España, según recoge la última Memoria Tributaria. De hecho, el Plan de Control Tributario del 2016 recoge específicamente en sus directrices que «continuarán las actuaciones sobre particulares que ceden de forma opaca viviendas por Internet y otras vías, así como sobre empresas turísticas regulares que no cumplen debidamente sus obligaciones fiscales». Un fraude sin perfil definido ¿Cuál es el perfil de la vivienda que se alquila en Galicia de espaldas al fisco? La Agencia Tributaria explica que en el caso de la comunidad, es «similar al de la mayoría de los puntos de España, es decir, muy variado», a diferencia de lo que sucede en zonas eminentemente turísticas, como el caso de Baleares, donde las actuaciones están muy concentradas en el alquiler para turismo vacacional. En Galicia, sin embargo, conviven los arrendamientos no declarados de vivienda vacacional con otras tipologías, como la de alquileres a estudiantes universitarios. Hacienda ha incrementado las inspecciones, lo que, unido al uso de herramientas informáticas más precisas y a la mayor información recibida de terceros, ha dado como resultado comprobaciones sobre alquileres ofertados por Internet, que se están realizando en la actualidad sobre ejercicios pasados. También obedecen a lo ante- rior los avisos que se remitieron a los contribuyentes en la pasada campaña de la renta. El objetivo de dichos avisos era informar al contribuyente de que Hacienda tenía conocimiento de que se podían dar las circunstancias para que, en relación con el año 2105 —para el que en aquel momento aún estaban en período voluntario de declaración— pudiera declarar determinados rendimientos por alquileres, según confirmaron fuentes del fisco. Los avisos, sin embargo, no condicionaban las comprobaciones que la Agencia Tributaria estuviera realizando sobre el mismo contribuyente en relación con años anteriores y que, obviamente, ya no estaban en período voluntario de pago. La alerta del recibo de la luz «Lo anterior se fue complementando con más y mejor información de terceros —un ejemplo, aunque no el único, es el recibo de la luz— y un incipiente análisis, todavía manual, de las ofertas en Internet de alquileres. Los inspectores hacían una labor caso a caso, pero no existía sistematización de la información para un tratamiento más global y extensivo», explican las fuentes de la Agencia Tributaria. Recientemente, dentro del plan especial de control del comercio electrónico, a las dos fases anteriores Hacienda ha sumado el uso de herramientas informáticas propias que permiten a los inspectores disponer de una información más completa y perfeccionada para realizar más comprobaciones. Levantemos la cabeza en la lucha contra el fraude a fuerza de la marca AEAT se ha expandido de tal forma que hasta en los foros internacionales se asocia a eficacia, eficiencia, modernidad y dinaJosé Luis mismo. El propio Bill Gates, Groba hace unos años estuvo muy Presidente de interesado en España en coInspectores nocer a la persona que había de Hacienda del Estado dirigido el diseño y puesta en marcha de nuestros prestigiosos sistemas informáticos. Cuando algún país en vías de desarrollo, bien por iniciativa propia o bien obligado por algún organismo internacional, intenta implantar una Administración tributaria moderna, siempre se le pone como uno de los ejemplos a seguir nuestra AEAT, siendo no pocos los casos en los que nuestros funcionarios han debido desplazarse a dichos paí- L ses para prestarles la ayuda necesaria en tan colosal labor. El problema estriba en que cuando vas en cabeza no puedes ensimismarte ni ponerte a mirar tus pies observando la magnífica zancada que te permite una cadencia vigorosa y constante. Tu falta de atención acabará contigo en la mitad del pelotón en cuanto haya el mínimo cambio de ritmo. Ahora el mundo está cambiando a un ritmo mayor del que nadie preveía, también en el ámbito de la fiscalidad. Globalización, proliferación de operaciones en paraísos fiscales, prácticas agresivas de las multinacionales... Quién iba a pensar que se aprobaran directivas comunitarias en tan poco tiempo y con tantas novedades como las de este año; o que se adhirieran tantos países a los distintos instrumentos de cooperación administrativa; o que en España, tan apegados al dinero en efectivo, el retirado en los cajeros sea ya inferior a los pagos con tarjeta. Se necesitan en la AEAT cambios de calado. No basta lo seguido hasta ahora, que, con la excepción de la creación de la Oficina de Fiscalidad Internacional, se basa en mejoras incrementales y funciona muy bien en un régimen estacionario, pero resulta insuficiente en un régimen turbulento. Ya no tiene sentido utilizar como variable fundamental para valorar la labor de la AEAT la cuantía anual recaudada coercitivamente. Por supuesto que hay que tenerla en cuenta, pero debe acompañarse con otras, como el nivel de economía sumergida, el de fraude fiscal o el tax gap de los distintos impuestos. De nada sirve batir año tras año los registros de recaudación coercitiva si otras variables como las comentadas no modifican su tendencia. El problema es que carecemos de estudios oficiales por el desinterés constatado de todos los Gobiernos desde el año 1988. Fue en ese año cuando se elaboró el último informe oficial, y levantó tal polvareda que nadie nunca más ha tenido el coraje de realizar otro. Es por ello por lo que Inspectores de Hacienda del Estado, en colaboración con Fedea, se ha comprometido a retomar esta práctica. Esperemos que también colabore la Escuela de la Hacienda Pública, aunque para esto hace falta el plácet político. ¡Qué le vamos a hacer! Medidas de calado reiteradamente reclamadas por nuestra asociación, como la creación de órganos multidisciplinares (Oficina Nacional Antifraude), nuevas facultades legales o la aprobación del famoso Estatuto ya no pueden obviarse por más tiempo.