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Nutrición en enfermedades neurológicas Ivet Ribot Domènech Maria Lecha Benet PID_00185652 CC-BY-NC-ND • PID_00185652 Los textos e imágenes publicados en esta obra están sujetos –excepto que se indique lo contrario– a una licencia de Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada (BY-NC-ND) v.3.0 España de Creative Commons. Podéis copiarlos, distribuirlos y transmitirlos públicamente siempre que citéis el autor y la fuente (FUOC. Fundación para la Universitat Oberta de Catalunya), no hagáis de ellos un uso comercial y ni obra derivada. La licencia completa se puede consultar en http://creativecommons.org/ licenses/by-nc-nd/3.0/es/legalcode.es Nutrición en enfermedades neurológicas Nutrición en enfermedades neurológicas CC-BY-NC-ND • PID_00185652 Índice Introducción............................................................................................... 5 1. Accidente cerebrovascular (AVC) o ictus..................................... 7 2. Enfermedades neurológicas degenerativas................................. 9 2.1. Enfermedad de Alzheimer ........................................................... 9 2.2. Enfermedad de Parkinson ........................................................... 10 2.3. Esclerosis múltiple ....................................................................... 11 2.4. Recomendaciones nutricionales .................................................. 12 Bibliografía................................................................................................. 17 CC-BY-NC-ND • PID_00185652 5 Introducción Las enfermedades neurológicas están cada vez más presentes en nuestro entorno. Seguramente, en ello influye el hecho de que haya aumentado la esperanza de vida, pero también juega un papel muy importante la alimentación. Hay estudios que demuestran cómo la alimentación puede influir en el estado cognitivo de una persona, por ejemplo, la relación que existe entre desayunar bien por la mañana con unos mejores resultados académicos. Otros estudios muestran que comer un exceso de grasa cuando es de origen animal o comer pocos alimentos ricos en antioxidantes hace que, a la larga, se tenga más riesgo de sufrir ciertas enfermedades neurológicas degenerativas. También se puede observar que el hecho de tener deficiencias de ciertos nutrientes, como algunas vitaminas y minerales, provoca que aparezcan manifestaciones o alteraciones neurológicas. Así pues, actualmente se ha demostrado que seguir una alimentación equilibrada y tener un estilo de vida saludable nos puede ayudar a prevenir muchas de estas enfermedades neurológicas. Por otro lado, las enfermedades neurológicas también pueden influir en la alimentación. Por ejemplo, una persona que presenta la enfermedad de Alzheimer tendrá mucho más riesgo de sufrir desnutrición, puesto que con frecuencia deja de comer debido a diferentes factores. Otro ejemplo sería la disfagia, que puede quedar como secuela después de sufrir un accidente cerebrovascular (AVC). En todo caso, un buen apoyo nutricional es importante en estas enfermedades tanto para prevenir como para tratar los posibles problemas nutricionales. Nutrición en enfermedades neurológicas CC-BY-NC-ND • PID_00185652 7 1. Accidente cerebrovascular (AVC) o ictus El AVC es una enfermedad neurológica no degenerativa y, actualmente, es una de las causas más importantes de mortalidad en las sociedades desarrolladas. La enfermedad cerebrovascular en España afecta cada año a 268 personas por cada 100.000 habitantes mayores de 45 años y se asocia a una tasa de mortalidad superior al 20%. Los factores que conllevan el riesgo de sufrir una AVC son los conocidos para la arteriosclerosis: • HTA. • Edad avanzada. • Diabetes. • DLP. • Tabaquismo. Es muy importante la prevención primaria para poder reducir el riesgo de sufrir un ictus en personas asintomáticas. Entre otros factores modificables, la dieta juega un papel muy importante en ello. Por ejemplo, la dieta DASH (dietary approaches to stop hypertension), que tiene las características siguientes: • • • • • • Baja en grasas saturadas, en colesterol y en grasa total. Mucha cantidad de frutas, vegetales, nueces y productos lácteos con bajo contenido en grasa. Productos de cereales completos. Reducción de las carnes rojas y consumo de más pescado y de carnes de corral. Reducción de los dulces y de las bebidas azucaradas. Recomendación de tomar alimentos ricos en magnesio, potasio y cal, proteínas y fibra. En la fase aguda de la enfermedad, justo después de tener el accidente cerebrovascular, los pacientes presentan un elevado riesgo de sufrir desnutrición. Esto es debido, por un lado, a la disminución de la ingesta por la disfagia, y por el otro, al aumento de los requerimientos energéticos que a menudo presentan estos pacientes. Por eso, se tiene que realizar una criba de riesgo nutricional y un control estricto de la nutrición, y valorar el grado de disfagia del paciente. La disfagia no detectada y, por lo tanto, no tratada, comporta consecuencias muy graves, como pueden ser las broncoaspiraciones y las neumonías. La nutrición enteral (NE) vía sonda estará indicada en aquellos pacientes que no puedan comer vía oral, porque esta no sea segura o porque sea insuficiente. Generalmente, como primera elección siempre optaremos por la dieta vía oral con textura modificada, teniendo en cuenta la hidratación y los suplementos nutricionales si hacen falta. Nutrición en enfermedades neurológicas CC-BY-NC-ND • PID_00185652 8 De manera periódica se tiene que valorar el grado de disfagia, porque a menudo, cuando se ha iniciado una NE vía sonda por disfagia grave, al cabo de unos días ya podemos introducir la dieta oral adaptada para, finalmente, retirar la sonda. Hay casos en que la disfagia es irreversible, entonces tendremos que valorar la colocación de una sonda de gastrostomía PEG si la esperanza de vida es superior a los 6 meses. Nutrición en enfermedades neurológicas CC-BY-NC-ND • PID_00185652 9 2. Enfermedades neurológicas degenerativas 2.1. Enfermedad de Alzheimer La enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo neurodegenerativo e irreversible. La lesión afecta al córtex cerebral, especialmente a los lóbulos frontales. Se produce por varios factores, a pesar de que está muy delimitada cuál es la causa. Los síntomas son como los de una demencia progresiva con apraxia, trastornos del lenguaje y, finalmente, se produce una alteración de las actividades funcionales de la vida diaria. Durante el curso de la enfermedad la mayoría de pacientes muestra una pérdida involuntaria de peso con atrofia muscular. Esta pérdida de peso es causada por la disminución de la ingesta que presentan estos pacientes al tener trastornos de la conducta alimentaria, por el aumento de los requerimientos energéticos y proteicos causados por una mayor deambulación de manera constante (puede aumentar entre 600-1.600 kcal/día) y por posibles agitaciones. Además, se tiene que añadir el estrés que suponen las infecciones intercurrentes que presentan con frecuencia. El apoyo nutricional en estos pacientes se basa en tratar las posibles complicaciones, como son: • Disfagia (podéis ver las recomendaciones para esta enfermedad en el apartado "La disfagia" del módulo "Paciente geriátrico"). • Ansiedad durante las comidas: puede ayudar el hecho de comer en un ambiente tranquilo, acompañados de un familiar o cuidador y evitando las distracciones. • Apraxia: existen utensilios que ayudan a que sea más fácil mantener la autonomía en el momento de comer y, de otro lado, es aconsejable utilizar alimentos que no requieran la utilización de cubiertos, como por ejemplo buñuelos, croquetas, etc. • Cambios en el sentido del gusto y del olfato: se recomienda recurrir a alimentos de gustos suaves, potenciando los que más gusten. • Anorexia (podéis ver las recomendaciones para el aumento de peso en el apartado "Síndrome de realimentación" del módulo "Desnutrición alimentaria"). Nutrición en enfermedades neurológicas CC-BY-NC-ND • PID_00185652 • 10 Estreñimiento: hay que aumentar el aporte de agua, realizar más ejercicio y hacerse practicar masajes. También hay que tener en cuenta el aporte de fibra de la dieta. 2.2. Enfermedad de Parkinson La enfermedad de Parkinson es un trastorno neuromuscular degenerativo crónico que lleva a una incapacidad progresiva. Está causada por la disminución de los niveles de dopamina en los ganglios basales del cerebro. Los síntomas más frecuentes son hipertonía y rigidez, temblores, lentitud y disminución de los movimientos voluntarios. Los pacientes también presentan dificultad al masticar, deglutir y hablar. Igual que en otras dolencias neurológicas degenerativas, parece que la reducción de radicales libres y el aumento de antioxidante ayudaría a prevenir la aparición de esta enfermedad. La sintomatología que a menudo presentan estos pacientes y que está directamente relacionada con la desnutrición que frecuentemente sufren son: • Pérdida de peso, causada tanto por la disminución de la ingesta como por el aumento de los requerimientos que producen los temblores. • Deterioro cognitivo y depresión. • Disfagia. • Uso de los medicamentos antiparkinsonianos que pueden provocar anorexia, xerostomía, retraso del vacío gástrico, náuseas y estreñimiento. Los aminoácidos de la dieta compiten por el mismo transportador con la levodopa (L-Dopa), que es el medicamento más utilizado en el tratamiento del Parkinson. Por esta razón, hace un tiempo se decía que la dieta para los pacientes con enfermedad de Parkinson tenía que ser hipoproteica o baja en proteínas. Pero después se ha visto que esto solo le pasa a algunos pacientes con esta enfermedad, y que, por otro lado, está el riesgo de desnutrición proteica si se reducen las proteínas de la dieta. Así pues, actualmente se recomienda hacer una redistribución de las proteínas a lo largo del día para no coincidir con el tratamiento, sin reducir las necesidades proteicas del individuo y, además, hacerlo durante un tiempo no muy largo. Los factores que afectan a la absorción de L-Dopa son: • La medida de la porción de la comida. • El contenido energético de la comida. • Las grasas, la viscosidad, la disminución de la acidez gástrica y los anticolinérgicos disminuyen el vacío gástrico. • Las dietas ricas en proteínas reducen los efectos beneficiosos de la L-Dopa. • La vitamina B6 reduce los efectos terapéuticos de la L-Dopa. • La vitamina C incrementa la absorción. Nutrición en enfermedades neurológicas 11 CC-BY-NC-ND • PID_00185652 • La administración de los nutrientes directamente al estómago o al duodeno incrementa la absorción. Las recomendaciones�dietéticas para los pacientes en tratamiento con L-Dopa son las siguientes: • Redistribuir las proteínas durante el día para evitar tomar los alimentos ricos en proteína al mismo tiempo que la L-Dopa. • Restringir la ingesta proteica durante el día (< 10 g) y conseguir las necesidades recomendadas para la noche, entre la cena y la re-cena, utilizando preferentemente proteínas de alto valor biológico. Si hace falta, valorar la necesidad de añadir suplementos proteicos por la noche. • Durante el día hay que evitar alimentos como: carnes, aves, pescados, lácteos, huevos, legumbres, frutos secos y suplementos proteicos que habrá que añadir durante la noche. Ejemplo de menú Desayuno Zumo de naranja natural 2-3 tostadas Media mañana 1 fruta Almuerzo Arroz con verduras Ensalada Pan Fruta Merienda Pan tostado con aceite de oliva Cena Ensalada de garbanzos con huevo duro y atún Pollo a la plancha con escalibada Pan Yogur natural Re-cena 1 vaso de leche 2.3. Esclerosis múltiple La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune muy frecuente en nuestra sociedad. Se caracteriza por una inflamación crónica, desmielinización y gliosis, con una destrucción de la mielina del SNC. Afecta a hombres y a mujeres por igual, y puede llegar en edades o muy jóvenes o más avanzadas, como puede ser el caso de los ancianos. Los síntomas son múltiples y siempre dependerán de la zona afectada. Esta enfermedad cursa con épocas de brotes y de remisión. Nutrición en enfermedades neurológicas CC-BY-NC-ND • PID_00185652 12 En cuanto a la dieta, se recomienda llevar una alimentación saludable, estilo mediterráneo, con pocas grasas saturadas. Los estudios realizados con nutrientes específicos muestran que todavía no hay bastante evidencia para el uso de suplementos con w3. Se ha observado que la vitamina D es deficiente en personas con esclerosis múltiple, motivo por el cual se recomienda estudiar cada caso en concreto y añadir un suplemento de esta vitamina si fuera necesario. La obesidad es frecuente en esta patología, sobre todo cuando empieza la etapa en que se reduce la movilidad y, por tanto, disminuye el gasto energético. Más adelante, cuando la enfermedad evoluciona, también hay riesgo de sufrir desnutrición. Puede aparecer disfagia, pero normalmente coincide con las etapas del brote y disminuye o mejora en las de remisión. Si durante la enfermedad se presentan discapacidades graves, se tendrá que tener en cuenta el riesgo de sufrir úlceras por presión y malnutrición proteica. 2.4. Recomendaciones nutricionales Estas enfermedades neurológicas tienen en común el hecho de sufrir disfagia y pérdida de peso. Adjuntamos las recomendaciones válidas para todos los casos. 1.�Recomendaciones�generales • Asegurar un aporte de energía y proteínas para cubrir los requerimientos. • Preparar platos poco abundantes y con alto contenido energético. • Hacer seis comidas al día. • Preparar alimentos que se puedan comer sin cubiertos o utilizar material • Ambiente relajado y tranquilo sin prisa para comer y sin distracciones (por de uso fácil. ejemplo, televisión). • Si hay problemas de deglución se ha de tener al paciente en una posición adecuada para comer, nunca tiene que estar tumbado. • Mantener una buena higiene bucal y de las prótesis dentales. 2.�Recomendaciones�y�dieta�para�la�disfagia�a�líquidos • Tratamiento dietético-nutricional. Dieta adaptada en textura: – Mantener la cabeza en posición vertical (ángulo de 90°). – Utilizar cucharas de poco volumen (5 cc) o adaptadas al volumen que tolere el paciente. – Se tiene que estimular el contacto de la cuchara con la base de la boca y la punta de la lengua y favorecer los estímulos térmicos para activar las vías sensitivas. Nutrición en enfermedades neurológicas 13 CC-BY-NC-ND • PID_00185652 – Nutrición en enfermedades neurológicas Estimular las vías sensitivas para conseguir el reflejo de deglución mediante el aumento de condimentación; introducir sabores intensos, especialmente los agrios, y servir las comidas alternando las temperaturas calientes y frías. – Variar los sabores y cuidar la presentación. – Escoger alimentos que faciliten la deglución: blandos, húmedos y de fácil masticación. – Evitar la mezcla de alimentos de diferentes texturas; la dieta más aconsejada es la que está constituida de purés homogéneos. – Controlar el residuo oral. – Controlar la ingesta de agua y líquidos en textura modificada para evitar la deshidratación. • – Consumo de agua gelificada para asegurar la hidratación. – Aumentar la consistencia de los alimentos líquidos. Recomendaciones para aumentar la consistencia de los líquidos: Alimento Textura néctar - miel Textura pudin Zumo de fruta (100 cc) Añadir 60 g de melocotón en almíbar o plátano. Añadir 120 g de melocotón en almíbar o plátano Leche (100 cc) Añadir 3 c postres de puré de cerea- Añadir 5 c postres de puré de les cereales Caldo (100 cc) Añadir 3 c postres de puré cereales, Añadir 5 c postres de puré cesémola, tapioca o puré de patatas reales, sémola, tapioca o puré de patatas Añadir 1-2 cucharadas soperas de espesante sabor neutro. Añadir 3 cucharadas soperas de espesante sabor neutro Es importante mantener la higiene bucal y el tratamiento de las enfermedades de la boca para disminuir el riesgo de neumonía por aspiración. CC-BY-NC-ND • PID_00185652 14 Ejemplo de dieta para la disfagia Fuente: Unidad Nutrición y Dietética Hospital de Sant Joan Despí - Moisès Broggi 3.�Recomendaciones�para�ganar�peso • Seleccionar alimentos de alta densidad energética. • Espesar los caldos, la leche y los zumos de fruta con cereales, sémola y otros alimentos que, aparte de aumentar la consistencia del líquido, representen un aporte nutricional adicional. Siempre hay que prestar atención al contenido proteico en pacientes en tratamiento con levodopa. • Evitar la monotonía, presentar los platos de diferentes maneras, colores, etc. • Preparar platos con poca cantidad pero de alto contenido calórico. 4.�Cómo�enriquecer�los�alimentos�y�los�platos Nutrición en enfermedades neurológicas 15 CC-BY-NC-ND • PID_00185652 Alimentos Energía Nutrición en enfermedades neurológicas Proteínas Leche, yogur y zumos de fruta Azúcar, mermelada, miel, ca- Leche desnatada en polvo, cao en polvo, cereales instan- frutos secos picados o en poltáneos, cereales de desayuno, vo galletas, harinas, frutos secos picados Sopas y caldos Sémola de tapioca, harina de Queso rallado en polvo, leche maíz, aceite de oliva, pan tos- en polvo, huevo rallado o trotado o frito triturado ceado, frutos secos picados o en polvo Cremas y purés Crema de leche, nata líquida, harinas, aceite de oliva, pan tostado o frito triturado Postres diversos Caramelo líquido, azúcar, Leche en polvo, frutos secos miel, leche condensada, nata, frutos deshidratados Huevo cocido troceado, leche en polvo, frutos secos picados o en polvo, quesitos cremosos CC-BY-NC-ND • PID_00185652 17 Bibliografía Bretón, I.; Planas, M.; Burgos, R. (2010). "Nutrición en las enfermedades neurológicas". En: Ángel Gil Hernández (dir.). Tratado de Nutrición. Tomo IV (pág. 879-898). Madrid: Ed. Panamericana. Cook, A. M.; Hatton, J. (2009). "Lesión neurológica". En: M. M. Gottschlich (ed.). Core Curriculum en apoyo nutricional. Unidad 3. Aspen: Drugfarma. Gómez Candela, C. (2010). "Neurología". En: M. León; S. Celaya, J. Álvarez (ed.). Manual de recomendaciones al alta hospitalaria (pág. 297-334). Barcelona: Editorial Glosa. Sanz París, A.; Álvarez Ballano, D.; De Diego García, P. (2009). "Accidente cerebrovascular: la nutrición como factor patogénico y preventivo. Soporte nutricional tabla AVC". En: M. Planas (coord.). Actualizaciones en el metabolismo y la nutrición de órganos y sistemas (pág. 435-452). Madrid: Ed. Aula Médica. Nutrición en enfermedades neurológicas