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Sabías que... El consumo de refrescos No se ha demostrado que el consumo de bebidas azucaradas esté realmente asociado con el sobrepeso y la obesidad Una reciente investigación científica ha demostrado que la reducción del consumo de bebidas azucaradas no está asociada de forma directa con una disminución de la obesidad ni de los niveles del Índice de Masa Corporal (IMC). Anteriormente otros estudios ya desvincularon refrescos azucarados y obesidad. En concreto, una investigación realizada por expertos de la Universidad de Minnesota (EE.UU.) concluyó que no existe asociación entre el consumo moderado de bebidas azucaradas y el incremento de peso. Una dieta equilibrada debe contener; aproximadamente, en la proporción adecuada, proteínas (15%), hidratos de carbono (55-60%) y lípidos (30-35%). La cantidad de líquidos recomendada al día para un adulto de forma general es de 2-2,5 litros de agua. Además de ésta, podemos hidratarnos tomando otros líquidos cuyo consumo resulta agradable, y cuya composición mayoritaria es agua, como refrescos -tanto con calorías como sin calorías-, zumos, infusiones, leche, sopas, y también otros alimentos, así como frutas y verduras. El consumo moderado de refrescos puede por tanto incluirse dentro de las diferentes dietas denominadas "equilibradas", dentro de unos límites en el número de bebidas ingeridas al día, y en función de su composición, acompañado de un estilo de vida activo y de la práctica de actividad física. Sobrepeso y obesidad, tratamiento multifactorial El sobrepeso y la obesidad se deben a un desequilibrio entre la energía ingerida y la gastada en un periodo de tiempo determinado, es decir, la ingesta energética supera al gasto calórico. P Para una correcta valoración y tratamiento de la obesidad es esencial adoptar un enfoque multifactorial que contemple desde la revisión de los a patrones nutricionales a la promoción de la actividad física, prestando p especial atención a la familia y a otros factores ambientales. e K A. Kaiser, J. M. Shikany, K. D. Keating and D. K. B B. Allison. Will reducing sugar-sweetened b beverage consumption reduce obesity? Evidence ssupporting conjecture is strong, but evidence w when testing effect is weak. Obesity Reviews, 2 2013;doi:10.1111/obr.12048 Mattes RD, Shikany JM, Kaiser KA, Allison DB. Nutritively Sweetened Beverage Consumption and Body Weight: A Systematic Review and Meta-analysis of Randomised Experiments. Obesity Reviews, 2010;12:346-365. B Barclay W. A, Brand-Miller, J. The Australian PParadox: A Substantial Decline in Sugars Intake o over the Same Timeframe that Overweight and O Obesity have Increased. Nutrients, 2 2011;3,491-504;doi:10.3390/nu3040491. Para más información: Olga LLano / Álex Mariño Gabinete de Prensa de Salud y Nutrición de Coca-Cola Tlf. 91 590 14 37 La paradoja de los refrescos Un estudio realizado entre la población australiana ha demostrado que los esfuerzos para reducir la ingesta de azúcar disminuye su consumo, pero no necesariamente la incidencia de sobrepeso y obesidad.