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DOMINGO. 1 de NOVIEMBRE de 2015 •5• Dr. Esteban Jódar / Jefe del servicio de Endocrinología de Hospital Universitario Quirón Madrid CARNE ROJA Toda la carne muscular de los mamíferos, incluyendo carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra Ejemplos Ternera Cerdo Cordero Caballo Cabra «Probablemente carcinógena para los humanos» (Grupo 2A), según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) La evidencia procedente de estudios sobre dieta y cáncer es «limitada» La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), que depende del Ministerio de Sanidad, recomienda un consumo de «no más de dos veces por semana» Es muy fácil de digerir. Por su versatilidad en la cocina es muy adecuado en dietas de control de peso, siempre y cuando se elijan las piezas del animal más magras como la pechuga, se elimine la piel y se prepare a la plancha o al horno Entre los minerales, el nivel de hierro y de zinc es menor que en el caso de la carne roja. Es una de las más bajas en purinas y puede formar parte de la dieta de personas con hiperuricemia (ácido úrico elevado) Aporte calórico moderado. Fácil de digerir por lo que se recomienda incluirlo en la dieta infantil y en las de personas con el estómago delicado o que sigan dietas hipoalergénicas Poca grasa y colesterol Carne magra y blanda fácil de masticar. Por su abundancia en fibras musculares es más difícil de digerir. Recomendada para dietas bajas en grasa, colesterol y trastornos cardiovasculares Bajo contenido en ácido úrico por lo que es apta para personas con heruricemia o gota 1. Reacción entre los componentes presentes en el tejido muscular (aminoácidos, azúcares, creatina, etc) durante el tratamiento a elevadas temperaturas Un buen consejo es envolver en papel de aluminio los alimentos más grasos. Y si un trozo de carne se quema, mejor tirarlo que comerlo 2. El humo que se forma a partir de la combustión de la madera o carbón vegetal y de la grasa de la carne que gotea en la leña caliente roja proporciona proteína de gran calidad y micronutrientes como las vitaminas del grupo B, hierro y zinc, por lo que puede tener beneficios para la salud, siempre que su consumo sea limitado. Como alternativa son fuente de proteínas el pescado, la carne de pollo y de pavo, las legumbres, los huevos y los cereales. Si, por ejemplo, combinamos la toma de legumbres con cereales conseguiremos ingerir lo que se denomina una proteína completa (que contiene todos los aminoácidos esenciales para el organismo)». Precisamente, dentro de los elaborados cárnicos existen productos «muy recomendables como la pechuga o el jamón de pavo y pollo que tienen un bajo contenido en grasa», afirma Natalia Ramos Carrera, dietista-nutricionista de Sprim (Salud, Prevención, Investigación e Información Médica). La cantidad ingerida era uno de los aspectos en los que se basó el informe de la OMS para describir el riesgo que suponía tomar carne procesada –50 gramos diarios aumentan un 18 por ciento el riesgo de desarrollar cáncer de colon– y la roja –la relación más fuerte se ha observado con el cáncer colorrectal, aunque también para tumores de próstata y páncreas, pero existe una evidencia limitada–. Por ello, Concepción Maximiano Alonso, de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (Addinma) y miembro de iNutralia, explica que «si hablamos de carnes magras (conejo y aves sin piel), así como cortes magros de las consideradas carnes rojas, el consumo recomendado es de 3-4 veces a la semana, con un tamaño de ración de unos 125 a 150 gramos». Una de las críticas que hacen los expertos al informe de la OMS es el hecho de que generalizar, en el caso de las rojas, «que todos los cortes de una misma carne tienen el mismo efecto sobre la salud no es adecuado. Puede deberse a que no existen estudios que diferencien entre cortes de carne dentro del mismo tipo de animal. Por ejemplo, 100 gramos de paletilla de cerdo tiene 29,2 gramos de grasa y la misma cantidad de lomo fresco de cerdo posee 2,65 gramos. Además, aunque diferentes tipos de carnes rojas a misma cantidad de grasa, su efecto sobre el organismo es diferente por el tipo de ácidos grasos que contengan. De hecho, la carne de res o cordero posee más grasa saturada que la de cerdo, por lo que son menos saludables», advierte Maximiano. 100 gr de paletilla de cerdo tienen 29,2 gr de grasa, y la misma cantidad de lomo fresco de cerdo poseen 2,65 gr ¿Y LOS NIÑOS? Por sus características nutricionales, la carne forma parte de un grupo de alimentos en el que se intercambia y complementa con los huevos y el pescado en la población infantil. El doctor Venancio Martínez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap), afirma que «es necesaria dentro de una dieta equilibrada. Sus aportes son difícilmente sustituibles». Respecto a las variedades, prosigue, «la carne de ternera es menos grasa que la de cordero y el cerdo y, por eso, se denomina “carne magra”, junto con la de pollo y el conejo. Tienen menos del 10 por ciento de materia grasa, frente a las carnes “grasas”, que pueden llegar al 30 por ciento. También dependiendo de la parte del animal y del corte existen diferencias de contenido graso». «La carne roja magra es una excelente fuente de proteínas» -Dice la OMS que comer carnes procesadas es cancerígeno. ¿Qué sucede con las rojas? -La pirámide de la alimentación recomienda el consumo de carne entre una y tres veces a la semana. Dentro de esta proporción de carne semanal se encuentran las carnes blancas (aves, conejo…), las carnes rojas y las carnes procesadas. El orden no es banal: las más recomendadas serían las blancas, seguidas de las rojas y, por último, las procesadas, pero éstas no deben ser la fuente principal de proteínas de nuestra dieta, aunque no existe ningún problema en su consumo ocasional. -¿Son tan cancerígenas como para que dejemos de incluirlas en nuestra dieta? -Es recomendable no abusar del consumo de carne, sobre todo de la procesada. Sin embargo, no hay que olvidar que la carne roja magra es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, fósforo, minerales… sobre todo en personas que se están desarrollando como los niños o grupos con carencias como ancianos. -En todo caso, hay alimentos con más riesgo para desarrollar un cáncer, pero siempre que la dieta no sea equilibrada y que se comen más de la cuenta, ¿no? -Ha existido cierta alarma con esta noticia que no se debería fomentar. Los datos presentados recogen información ya conocida. El exceso de ingesta de cualquier tipo de alimento no es bueno. Es posible realizar elecciones más saludables que las carnes rojas procesadas, como las carnes blancas (junto con las carnes rojas magras: tres veces a la semana); pescado (cinco veces a la semana) y proteínas vegetales (champiñones, legumbres, que se deben tomar todos los días). EL RINCÓN DE MARTA ROBLES