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El contexto local, el Comercio Justo de alimentos y los Mercados Agroecológicos Fotografía 123RF® Adriana María Chaparro Africano* 16 JAVERIANA REVISTA En los últimos años en Colombia, principalmente en Bogotá, han emergido múltiples experiencias de mercados alternativos de alimentos que buscan resistir, cooperar y movilizar personas y acciones en torno a diversas deficiencias de los mercados, la producción y el consumo, principalmente de alimentos. Es en este contexto en donde surgen algunas experiencias lideradas por el Programa de Ingeniería Agroecológica de UNIMINUTO, Sede Principal. E n este contexto, nació en 2012 la Feria Agroecológica UNIMINUTO en la sede principal, en Bogotá, como espacio de visibilización del trabajo hecho por productores de alimentos ecológicos o en transición, y de alimentos artesanales y tradicionales que están marginados de mercados formales, pero también como estrategia pedagógica para formar una nueva ciudadanía en torno a la producción y el consumo. En 2013 nació una Canasta Solidaria, gracias al trabajo colectivo de estudiantes y docentes, en cuya dinamización han rotado varios grupos de estudiantes, aprendiendo y aportando al proceso, su nombre es Red de Consumidores ALaCena. En 2015 nació una nueva experiencia de otro grupo de estudiantes, denominada Jaikü. Todas estas iniciativas se han gestado y han sido apoyadas desde el proyecto Mercados Agroecológicos, que busca aportar a la soberanía alimentaria y a la construcción de sistemas agroalimentarios sostenibles, mediante el desarrollo de mecanismos de intercambio alternativos, principalmente de alimentos, en donde exista proximidad entre consumidor y productor y en donde se promueva el consumo responsable, el Comercio Justo, las otras economías (solidaria, ecológica, local), así como la producción agroecológica y la construcción de otra ciudadanía. Siguiendo con la idea de aunar expectativas y esfuerzos, en 2014 se constituyó la Mesa de Comercio Justo y Consumo Responsable en UNIMINUTO, sede principal, y en 2015 se adscribió formalmente a la Dirección de Proyección Social. La Mesa es un escenario estratégico para el posicionamiento del Comercio Justo y el consumo responsable desde la docencia, la investigación aplicada y la proyección social en UNIMINUTO. * De origen campesino, productora y consumidora de alimentos agroecológicos, promotora de mercados alternativos para estos alimentos. Profesora Ingeniería Agroecológica UNIMINUTO, Sede Principal Bogotá. Contactos: achaparro@uniminuto.edu De la misma manera, en 2014 se comenzó a gestar y en 2015 se constituyó la Red de Mercados Agroecológicos con cinco experiencias que incluyen a UNIMINUTO, la Fundación Semilla Andina, la Corporación Insitu, la Fundación Proyectar Sin Fronteras y Slow Food Colombia. La simple y a su vez compleja permanencia en el tiempo y en diferentes espacios, de estos mercados agroecológicos, es evidencia del interés por la construcción de espacios alternativos que sean estructurados entre productores, consumidores y promotores, roles que se desdibujan para favorecer estos procesos, ya que las personas se convierten en prosumidores activos, que sensibilizados, aportan en la construcción de tejido social y una nueva ciudadanía desde la democracia radical, ejercicio mucho más efectivo que cualquier presupuesto, para continuar emprendimientos sociales. Mercados Agroecológicos UNIMINUTO tiene tres estrategias. La primera es construir canales de comercialización alternativos, la segunda es apoyar el desarrollo de redes de consumidores y la tercera es promover la producción agroecológica. Parte de este trabajo ha implicado la construcción de Sistemas Participativos de Garantía, que aportan a la transición agroecológica de la producción y permiten que productores, consumidores y promotores de los mercados hablen un mismo lenguaje. Tal vez el aprendizaje más relevante del trabajo desarrollado durante más de cuatro años en los Mercados Agroecológicos UNIMINUTO es que es posible interconectar de manera sostenible a redes de productores ecológicos o en transición, con consumidores responsables, mediante circuitos cortos de comercialización en donde cooperan los participantes para producir, intercambiar y consumir alimentos saludables, así como para formar ciudadanos frente al consumo responsable y el Comercio Justo, y en donde a su vez se forman en producción ecológica y prácticas solidarias, para construir experiencias donde otra economía y otra ciudadanía son posibles. 17 JAVERIANA REVISTA Fotografías Marly Rincón EL COMERCIO JUSTO LOCAL IMPLICA UN comercio con equidad, no con igualdad, porque la diversidad es clave en los mercados agroecológicos. También implica no cerrar las puertas a productores de alimentos que tienen gran diversidad (acorde con la agricultura sostenible) pero con poca cantidad. Estos mercados han tenido diversos logros en términos investigativos, ya que el proyecto en sí mismo es una investigación acción participativa y ha permitido a su vez el desarrollo de varias investigaciones formativas para estudiantes de pregrado y posgrado. Estos resultados de investigación corresponden a la generación de conocimientos con y para las personas que hacen parte de estos procesos y que han sido aplicados para mejorar, fortalecer y los diferentes canales de comercialización de Mercados Agroecológicos. 18 JAVERIANA REVISTA En términos de proyección social también ha sido importante ofrecer un espacio comercial inclusivo, para productores agroecológicos y para consumidores responsables que están marginados de otros mercados, en un espacio que corresponde al Barrio Minuto de Dios y a UNIMINUTO, y que se caracteriza por ser poblaciones de estratos 3 y 2 respectivamente, a quienes usualmente no les es fácil acceder a alimentos ecológicos certificados que hacen parte de mercados elitistas por sus precios. Los Mercados Agroecológicos UNIMINUTO han acogido en su historia a cerca de 200 productores agroecológicos y han contado con hasta 6.000 visitantes en un solo día de feria, si bien los productores y consumidores constantes corresponden a una pequeña fracción de esta población, pero que con constancia han mantenido vivo y dinámico este espacio. Entre los logros de los Mercados Agroecológicos, el pedagógico es tal vez el más importante, ya que dedicar determinados días un espacio físico preparado para un encuentro con el Comercio Justo y el consumo responsable se hace clave para activar el poder del consumo consciente, ya que es una forma de protesta más efectiva que cualquier otra, ante el modelo económico insolidario que es mayoritario en Colombia y el mundo. Este encuentro periódico de los Mercados Agroecológicos tiene en la constancia una de sus principales estrategias, para buscar el cambio de las prácticas de producción, intercambio y consumo. Los retos que presenta este tipo de proyectos son varios. Uno de los más importantes es el Comercio Justo, pero no el promovido desde el Norte para el Sur, sino el promovido del Sur para el Sur y específicamente el que debe tener lugar en mercados locales para la producción local y que debe ser construido en la práctica y en la teoría por sus mismos actores. Este Comercio Justo pensado localmente debe aportar al desarrollo de sistemas agroalimentarios locales, en donde las personas de un territorio tengan la oportunidad de reflexionarlo, decidirlo y construirlo (al territorio) según sus necesidades e intereses alimentarios, nutricionales, culturales y desde luego sociales, económicos, ambientales y políticos. En este orden de ideas, los Mercados Agroecológicos promueven, antes que nada, el bienestar alimentario y nutricional de las familias productoras y luego la venta de sus excedentes (que por ser excedentes no dejan de ser significativos) en mercados locales, por lo que se racionaliza la vinculación de los productores de alimentos a los mercados, y se prioriza que los mismos se queden en el territorio. El Comercio Justo local implica un comercio con equidad, no con igualdad, porque la diversidad es clave en los mercados agroecológicos. La equidad se refiere entre otros aspectos, a pedir a los productores de alimentos, aquellos requisitos que pueden cumplir y que son indispensables para asegurar la calidad nutricional, la inocuidad y la coherencia ambiental y social en sus productos, en vez de exigirles aquellos requisitos que solo pueden ser cumplidos por productores empresariales o de gran escala. El Comercio Justo también implica no cerrar las puertas a productores de alimentos que tienen gran diversidad (acorde con la agricultura sostenible) pero con poca cantidad. Este tipo de Comercio Justo también requiere del establecimiento de precios justos, tanto para que los productores puedan vivir dignamente de su actividad económica, como para que el consumo no se torne elitista, quedando asequible solo para personas de alto poder adquisitivo, porque el derecho a un alimento de alta calidad nutritiva, inocuo y además de alto impacto social y ambiental debe ser para todos. El precio justo tal vez es uno de los retos más grandes para estos Mercados Agroecológicos, ya que varias situaciones estructurales de la producción de alimentos están en contra. Desde la producción, la mayoría de productores agroecológicos son campesinos o neorurales, agricultores familiares en general, que en su gran mayoría disponen solo de microfundios, áreas mínimas de tierra con las cuales no pueden mantener a sus familias dedicándose exclusivamente a la producción de alimentos, por lo que el escaso tamaño de su producción puede incrementar un poco los costos de los alimentos. Esta situación no puede ser resuelta directamente por los agricultores en el mercado de tierras, ya que no cuentan con los recursos económicos para ampliar sus predios. De otro lado, el aún bajo volumen de compra de alimentos agroecológicos, hace que los costos de logística (personal, transporte, comunicaciones), se incrementen. En la medida en que los pedidos de alimentos agroecológicos se incrementen, los consumidores podrían recibir más alimentos por el mismo precio o tener precios hasta un 7% más bajos, si bien la diferencia de precios entre los alimentos orgánicos certificados por entidades y los alimentos agroecológicos son significativas. Hay otro factor clave en el establecimiento de precios justos, pues si bien es cierto que un sistema de producción que ha logrado la transición agroecológica tiene una baja dependencia de insumos externos, lo cual puede reducir los costos de la producción de alimentos, también es cierto que no por eso se le debe pagar menos a los agricultores, pues es clave mejorar sus ingresos para que puedan continuar produciendo alimentos de alta calidad nutricional sin peligros para la salud humana, pero igualmente sin daños al ambiente y con un impacto muy positivo para la sociedad. Aquí se llega a la reflexión de la relación entre el consumo responsable y el Comercio Justo. No puede haber Comercio Justo si no hay un consumo responsable, ya que si el consumidor no valora en términos ambientales, sociales y económicos el alimento, tampoco estará dispuesto a pagar un precio diferencial por el mismo, así como a comprar sus alimentos en un mercado diferente en términos de frecuencia, ubicación, difusión, relación social, entre otros. Son pocos los consumidores que en realidad valoran el alimento que consumen. Algunos invierten muy poco en su alimento frente a lo que invierten en gastos de recreación, en gasolina o en prendas de vestir. Otras personas compran el alimento más barato, sin informarse de su contenido nutricional, de su efecto sobre la salud, o de quién, dónde y cómo se produjo este alimento. Cada vez con menor frecuencia las familias compran alimentos para preparar en su hogar, cada vez menos familias comen juntas, con el paso de los días son más populares los alimentos procesados que los alimentos frescos y por estas entre otras razones, los agricultores familiares resultan marginados, ya que sus alimentos frescos y procesados no pueden acceder a los supermercados o tiendas de barrio de las ciudades medianas y grandes. Es clave solidarizarse con aquellos que producen alimentos, en correspondencia a que ellos se solidarizan con los consumidores, al producir alimentos con prácticas agroecológicas. La manera en que se genera solidaridad con ellos y en que a la vez se protesta por las formas de producción, comercio y consumo insostenibles que son mayoritarias en nuestras ciudades es comprar en Mercados Agroecológicos productos naturales que tienen un mejor sabor, olor y nivel nutricional, que no tienen agrotóxicos, que son producidos por familias campesinas, que provienen de economías locales y que promueven la sostenibilidad de los territorios. El Comercio Justo en alimentos es aquel en donde el agricultor ofrece alimentos producidos con responsabilidad y donde el consumidor conoce esto y decide hacer de su compra un voto, por otra ciudadanía, por otra economía, por un sistema agroalimentario soberano y sostenible. ¿Usted por quien dará su voto? RJ 19 JAVERIANA REVISTA