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González - Pensado y Ungerfeld Comportamiento de Venado en cautiverio Comportamiento de rumia en venado de campo (Ozotoceros bezoarticus) en semicautiverio: efectos del sexo y de la alimentación. Solana X. González-Pensado y Rodolfo Ungerfeld Departamento de Fisiología, Facultad de Veterinaria, Universidad de la República. Lasplaces 1.550, Montevideo (11.600) Uruguay. Correo electrónico: solana@adinet.com.uy RESUMEN El venado de campo (Ozotoceros bezoarticus) es un cérvido sudamericano, actualmente en peligro de extinción, sobre el que existen aspectos pocos estudiados hasta el momento. El objetivo del presente trabajo fue determinar la influencia del sexo y la suplementación con ración sobre el comportamiento de rumia. El trabajo se realizó en la Estación de Cría de Fauna Autóctona del Cerro Pan de Azúcar (Piriápolis, Uruguay). Los animales estaban ubicados en encierros, compuestos por un macho adulto, cinco a nueve hembras, juveniles y crías. Durante el verano se filmaron animales adultos de ambos sexos realizando el comportamiento de rumia. La alimentación se basó en el pasto natural del encierro, y de lunes a sábados eran suplementados con ración. Los parámetros de la rumia cuantificados fueron la cantidad de remasticaciones (RM), la duración de la remasticación (ER), el tiempo entre cada ER (Episodio Inter-Rumia; EIR) y la velocidad de remasticación (VM). Para el análisis de los datos consideramos las siguientes variables categóricas según el tipo de dieta ofrecida: “rumias con suplementación” (R), y “rumia sin suplementación” (SR). Encontramos que la cantidad de RM, el ER y la VM fueron mayores en los días en que los animales no recibieron ración (P<0,05). La RM y la VM fueron mayores en los machos que en las hembras (P<0,05). Se encontró una interacción entre el sexo y el tipo de alimentación en el ER (P<0,001), evidenciando una potenciación del efecto entre las dos variables estudiadas en los machos en los días que no recibían ración. Se concluyó que en el venado de campo en semicautiverio la cantidad de RM y la VM están influenciadas por el sexo y el tipo de alimentación. El ER solo fue afectado por el tipo de alimentación, en el caso del EIR no existió ninguna vinculación con el sexo o el tipo de alimentación. Palabras clave: Ozotoceros bezoarticus, cérvidos, rumen, rumiantes, ración, suplementación. APRONA Bol. Cient. Nro. 41: 25 - 34 INTRODUCCION Paraguay, Bolivia (O. b. leucogaster) (Cabrera, 1.943) y Argentina (O. b. celer) (Jackson y Langguth, 1.987; González et al., 1.998). Las poblaciones de Uruguay se encuentran restringidas a dos localidades, una de ellas en el departamento de Rocha (O. b. uruguayensis) y la otra en Salto (O. b. areruguaensis) (González et al., 1.999; González et al., 2.002), cuyas poblaciones alcanzan, aproximadamente, los 300 y 500 El venado de campo, Ozotoceros bezoarticus, Linnaeus 1.758, es un cérvido sudamericano, actualmente categorizado como “casi amenazado” por UICN (UICN, 2.009) y en el Apendice I de CITES (CITES, 2.009). En Uruguay existen dos subespecies endémicas (O. b. uruguayensis y O. b. areruguaensis) que son diferentes a las poblaciones de Brasil (O. b. bezoarticus y O. b. leucogaster) (González et al., 1.998), 25 APRONA Bol. Cient. 41 (2.009): 25 - 34 González - Pensado y Ungerfeld Comportamiento de Venado en cautiverio ejemplares respectivamente (Weber y González, 2.003). En Uruguay existe una tercera población, localizada en la Estación de Cría de Fauna Autóctona (ECFA) del Cerro Pan de Azúcar, la que depende de la Intendencia Municipal de Maldonado. La misma se encuentra en régimen de semicautividad, posee un número aproximado de 80 animales que fueron criados a partir de un núcleo proveniente, originalmente, de la población de Salto (Fotografía 1). Constituye un grupo de cría adaptado a las condiciones de cautiverio y que ha demostrado éxito reproductivo a lo largo de 27 años (Ungerfeld et al., 2.008), lo que la convierte en la mayor población de venado de campo en cautiverio a nivel mundial. Fotografía 1: Parte de la población de venado de campo bajo régimen de semicautiverio de la ECFA, Cerro Pan de Azúcar, Maldonado. Los rumiantes se han diferenciado evolutivamente del resto de los herbívoros por la adopción de diferentes estrategias en relación a los hábitos alimenticios para maximizar el valor nutricional obtenido de los alimentos (Van Soest, 1.994). Las mismas se han acompañado de adaptaciones anatómicas, fisiológicas y comportamentales (Hofmann, 1.989). La principal adaptación es el comportamiento de rumia, segunda masticación de los alimentos provenientes del retículo-rumen (Jarrige, 1.988). Este proceso cuenta con tres fases: aspiratoria, remasticación y deglución del bolo (Seren, 1.967; Arruebo, 1.995). Existen dos teorías no contrapuestas que explican la funcionalidad de la rumia: 1) la “teoría ecológica de la rumia” o “teoría de los predadores”, basada en que la rumia permite aprovechar los alimentos colectados de manera rápida y sin demasiada selección, minimizando la exposición a posibles predadores (Ruckebusch, 1.988; Damron, 2.000), y 2) la “teoría energética de la rumia”, ya que la misma favorece la actividad de los microorganismos del rumen, triturando los alimentos para aumentar la superficie de contacto de los mismos (Ruckebusch, 1.988; Jarrige et al., 1.995). Los mecanismos que desencadenan y hacen variar el comportamiento de rumia son los mismos que regulan la motilidad de 26 APRONA Bol. Cient. 41 (2.009): 25 - 34 González - Pensado y Ungerfeld Comportamiento de Venado en cautiverio de la pastura, que determina una variación de la composición de la dieta (Sibbald y Milne, 1.993; Rodrigues y Monteiro-Filho, 1.999; Asano et al., 2.007). En tercer lugar, la suplementación con ración permite una fácil masticación por las características físicas y químicas (bajo contenido en fibra y alto porcentaje de almidón y proteínas) de la misma (Journet, 1.988). A su vez, cuando los animales son alimentados con forrajes de baja calidad, el suplemento tiende a aumentar la digestibilidad del forraje (McDonald et al., 2.006). Finalmente, también se debe considerar que en la mayoría de los rumiantes en condiciones de cautiverio, los machos son dominantes frente a las hembras, por esta razón acceden a mejores recursos - incluyendo el alimento - que las hembras (Hurnik et al., 1.995; Mattiello et al., 1.997). Por último, el modelo de segregación sexual planteado por Barboza y Bowyer (2.000) para ciervos sexualmente dimórficos predice que los machos consumen alimentos con alto contenido en fibra dado su mayor capacidad ruminal. Esto prolonga la retención del alimento en el rumen, permitiendo un mayor uso de la fibra para obtener energía que en hembras. Dentro de este marco teórico, el objetivo del presente trabajo fue determinar si el sexo del individuo y el consumo de ración influyen sobre el comportamiento de rumia en el venado de campo manejado en semicautiverio. los estómagos, siendo principalmente nerviosos. Los nervios vagos transmiten información sensitiva por medio de dos tipos de mecanoreceptores: receptores de tensión y receptores de epitelios/mucosas (epiteliales) (Leek, 1.999). Estos participan en reflejos vago-vagales, que están controlados por los centros gástricos ubicados en la médula oblonga y área hipotalámica ventral (Ruckebush et al., 1.994). Estos centros regulan la amplitud y la frecuencia de las contracciones del retículorumen (R-R). Las mismas se activan en caso de distensión del rumen, y se inhiben en distensión abdominal (Arruebo, 1.995). Existe también un control intrínseco en el estómago, un sistema nervioso local, formado por los plexos mioentéricos y submucosos que se conectan formando una red que informa al sistema nervioso entérico, regulándose por medio de hormonas y neurotransmisores (Ruckebush et al., 1.994). Dado que el comportamiento de rumia exterioriza múltiples estímulos, puede ser modificado por muchos factores. El tipo de alimentación juega un papel primordial en el desencadenamiento, frecuencia y duración de la rumia (Welch y Smith, 1.969; Arnold y Dudzinski, 1.978; Welch y Hooper, 1.988; Domingue et al., 1.991). Por tanto, podemos inferir que el tipo y cantidad de dieta disponible juega un rol importante en la forma en que se manifiesta el mismo. La composición del alimento consumido por los animales también puede variar por múltiples factores. Por ejemplo, las adaptaciones al ambiente habrían promovido diferenciaciones anatómicas y comportamentales que permiten clasificar a los rumiantes, según su capacidad de utilizar y metabolizar diferentes tipos de plantas, como “selectores concentrados”, “consumidores de gramíneas y forrajes” y “selectores intermedios, mixtos u oportunistas” (Hofmann, 1.989). También existen variaciones estacionales de la calidad MATERIALES y METODOS El estudio fue realizado en la Estación de Cría de Fauna Autóctona (ECFA), ubicada en la falda del cerro Pan de Azúcar, Departamento de Maldonado, Uruguay (34º3’ S, 55º1’ O). Los animales habitaban en encierros de aproximadamente 0,5 ha, con pastura natural, árboles y arbustos que le proporcionan a los animales zonas de pastoreo, ramoneo, sombra y descanso 27 APRONA Bol. Cient. 41 (2.009): 25 - 34 González - Pensado y Ungerfeld Comportamiento de Venado en cautiverio animal regurgitó el bolo alimenticio hasta que lo tragó nuevamente; 2) remasticaciones (RM): número de masticaciones realizadas durante el ER por cada bolo ruminal; 3) episodio inter-rumia (EIR): tiempo en segundos desde la deglución de un bolo y la regurgitación del siguiente bolo ruminal; 4) velocidad de remasticación (VM): cociente entre la RM y su correspondiente ER (RM/ER) expresado en RM/min. (Fotografía 1). El interior de cada encierro se pudo visualizar, casi en su totalidad, por medio de corredores que los bordeaban. Si bien se podía observar gran cantidad de animales desde los mismos, algunos individuos quedaban ocasionalmente ocultos entre árboles y arbustos. Los grupos estaban integrados por un macho adulto y cinco a nueve hembras adultas, además de crías y juveniles. La mayoría de los animales adultos se encontraban identificados con caravanas. La alimentación se basó en el pastoreo de los pastizales naturales, aunque también ramoneaban hojas de árboles y arbustos nativos que se encontraban en los encierros. De lunes a sábado los animales también eran suplementados con ración para vacas lecheras (composición: materia seca 89,8%, ceniza 10,6%, proteína bruta 9,4%, fibra ácido detergente 9,0%). La misma se suministró ad libitum en horas de la mañana, de forma tal que incluso quedaba un sobrante de ración al día siguiente (Fotografía 2). Se realizaron filmaciones de animales rumiando durante los meses de noviembre y diciembre de 2.004, entre las 07:00 y las 19:00 horas. Fueron filmados siete machos individualizados, uno solo por encierro. No todas las hembras se encontraban identificadas con caravanas, por lo que no fue posible individualizarlas. Se estima que el número de hembras filmadas incluyó entre 12 y 15 individuos diferentes. Las filmaciones se realizaron desde los pasillos, sin ingresar a los encierros, por lo que no fue posible seguir filmando a los animales que se alejaban de los bordes del encierro o que se encontraban en el centro del mismo. Los animales se filmaron al registrarlos rumiando, por lo que no se pudo determinar la duración entre el comienzo y final del período de rumia. Los parámetros de la rumia determinados fueron: 1) episodio de rumia (ER): tiempo en segundos desde que el Fotografía 2: suplementación. Alimentación de venados con Para el análisis de los datos consideramos las siguientes variables categóricas según el tipo de dieta ofrecida: “rumias con suplementación” (rumias observadas en los días que los animales fueron suplementados con ración; R), y “rumia sin suplementación” (rumias realizadas por los animales en los días que no se los suplementó con ración; SR). Se totalizaron 11 horas de filmación de rumia, distribuidas de la siguiente forma, según sexo (H: hembras; M: machos) y dieta ofrecida (R y SR): HR: 5 h, HSR: 1,5 h, MR: 3 h, y MSR: 1,5 h. Dado que no fue posible identificar a todos los animales se consideró a cada animal filmado como una unidad experimental independiente. Se analizó el efecto de los diferentes tipos de dieta 28 APRONA Bol. Cient. 41 (2.009): 25 - 34 González - Pensado y Ungerfeld Comportamiento de Venado en cautiverio DISCUSIÓN ofrecida (R y SR) y el sexo del individuo (M y H), sobre cada variable de respuesta mediante un análisis de varianza jerárquico de dos vías. Los datos son presentados como medias ± DE. Este es el primer trabajo sobre comportamiento de rumia en venado de campo, y su vinculación al sexo y tipo de alimentación. Se encontraron diferencias en los parámetros estudiados relacionados al sexo del individuo y/o al tipo de alimentación en esta especie (Fotografías 3 y 4). RESULTADOS El comportamiento de rumia fue modificado en sus diferentes parámetros por ambos tratamientos, tipo de alimentación y sexo del animal. La dieta ofrecida influyó sobre la duración del ER, siendo mayor en los días que no eran suplementados con ración (R= 24,4 ± 5,8 veces; SR= 27,3 ± 7,3, P<0,05), no existiendo influencia del sexo. Los principales efectos son presentados en la Tabla 1. Se observó una interacción entre el sexo y el tipo de alimentación (P<0,01). Para la cantidad de RM, tanto el sexo (H= 29,1 ± 8,2; M= 32,9 ± 6,0; P<0,001) como la dieta ofrecida (R= 28,6 ± 6,5; SR= 35,6 ± 9,5; P<0,001) influyeron sobre la cantidad de RM realizadas en cada periodo de rumia. La RM fue mayor en los machos que en las hembras (P<0,001), y fue mayor durante los días que no consumían ración (P<0,001). A su vez se observó una tendencia (P=0,1) a que existiera una interacción entre sexo y la dieta ofrecida. La duración del EIR no presentó una distribución normal (5,1 ± 3,3; media ± DS), siendo la mediana ± semirecorrido intercuartilico de 4,1 ± 0,6 seg. El 85,3% (481/564) de los datos estaba dentro del valor de la mediana ± 3 semirecorridos intercuartilicos (2,2 a 6,1 seg). Cuando se consideraron solo estos datos presentaron una distribución normal, con 4,09 ± 0,73 seg. No existieron influencias del sexo o la dieta ofrecida sobre el EIR. La velocidad de remasticación (RM/min) fue influenciada tanto por el sexo (P<0,05) como por el tipo de alimentación (P=0,01), siendo mayor en los machos y en los días que no consumían ración (Tabla 1). Fotografías 3 y 4: Comportamiento de rumia en venados hembra y macho, respectivamente. La cantidad de RM empleadas para cada bolo alimenticio fue mayor en los machos, lo que podría deberse a diferencias anatómicas entre los sexos y, por lo tanto, 29 APRONA Bol. Cient. 41 (2.009): 25 - 34 González - Pensado y Ungerfeld Comportamiento de Venado en cautiverio campo tienen mayor capacidad ruminal, podrían estar dedicándole menos tiempo a la obtención del alimento, repercutiendo en un mayor esfuerzo de masticación durante la rumia. En síntesis, sería interesante especular que las hembras de venado de campo estarían seleccionando más eficientemente los alimentos durante la ingesta. Por ello tendrían que dedicar menos cantidad de RM para lograr reducir las partículas alimenticias, logrando con mayor facilidad que los machos para llegar a tamaños de partículas pequeñas para que atraviesen el orificio retículo-omasal y continúe el proceso digestivo. Los machos por su mayor tamaño, tendrían una capacidad ruminal mayor, lo que les permitiría pastorear alimentos menos digestibles que requieren una dedicación mayor en la masticación durante la rumia. La VM fue mayor en machos, lo que, considerando que no existieron diferencias en el ER entre sexos, indica que los machos realizan más RM que las hembras en igual tiempo. Probablemente los machos deban aumentar la cantidad de RM, dado que el ER está limitado por el ciclo motor del retículorumen (R-R). El ER fue mayor en los días que los animales no fueron suplementados con ración. En concordancia, en ovinos se observó que animales alimentados con concentrados o pellets tienen una duración total de rumia menor que los alimentados con heno (Ho et al., 1.979; Ruckebusch et al., 1.994). En los bovinos se ha reportado que al aumentar el porcentaje de concentrado consumido, disminuye el tiempo dedicado a la rumia, el número de RM y el tiempo por bolo rumiado (Bürge et al., 2.000). La reducción del ER los días en que los animales fueron suplementados sugiere que si bien la duración del ER estaría acotada por el ciclo motor del R-R, tendría cierta plasticidad. La misma relación se observó en la cantidad de RM y la VM. Se observó una interacción entre el sexo y la dieta ofrecida en la cantidad de RM por el tipo de alimentación que seleccionan. El omaso y abomaso de los machos de Cervus nippon es de mayor tamaño que el de las hembras (Jiang et al., 2.006), lo que podría determinar que los machos no necesiten alcanzar un tamaño de partícula alimenticia demasiado pequeña durante la masticación, para que la misma continúe el proceso digestivo. Barboza y Bowyer (2.000) plantearon un modelo que predice que los machos consumen alimentos con mayor contenido en fibra ya que su mayor capacidad ruminal así lo permite. Esto prolongaría la retención de los alimentos brindándole un mayor uso de la fibra para obtener energía. Estos autores plantearon que las hembras estarían mejor adaptadas para una digestión post-ruminal, y los machos para una digestión ruminal. A su vez, es necesario considerar que los machos de venado de campo son dominantes frente a las hembras (datos no publicados), accediendo a un mayor consumo de ración. Por tanto, las hembras podrían estar siendo más selectivas en el pastoreo y ramoneo para compensar el menor acceso a la ración. Esta diferencia de selectividad podría determinar que las hembras recolecten alimentos con menos contenido en fibra, probablemente brotes, los que son más fácilmente masticables que las plantas maduras (Arnold y Dudzinski, 1.978). En ese sentido, en un estudio anterior realizado en la misma población de venados se determinó que las hembras dedican más tiempo total a actividades de alimentación que los machos (Perretta et al., .2004). Contrariamente en cabras Nubian ibex (Capra ibex nubiana), se encontró que las hembras mastican un 50% más que los machos durante la ingestión y la rumia (Gross et al., 1.996). Otros autores afirman que el tiempo dedicado a la rumia es mayor en especies que dedican poco tiempo a la masticación durante la ingesta del alimento (Domingue et al., 1.991). Partiendo del supuesto que los machos de venado de 30 APRONA Bol. Cient. 41 (2.009): 25 - 34 González - Pensado y Ungerfeld Comportamiento de Venado en cautiverio A William Pérez, por el suministro de bibliografía. y la VM, siendo en ambos casos mayor en los machos durante los días en que no se les suministró ración. Posiblemente esta interacción esté determinada por la combinación de factores anatómicos, hábitos alimenticios, y de segregación sexual o acceso al alimento. Dado el manejo alimenticio que tuvieron estos venados es posible que el efecto de la falta de ración durante un día se evidencie menos en los machos que en las hembras. Esto se podría explicar nuevamente por la hipótesis de que los machos tienen una retención de alimento más prolongada (Barboza y Bowyer, 2.000) y una probable tasa de salida del rumen menor que las hembras, siendo posible que el efecto de la ración sobre los parámetros estudiados en los machos influya menos por el retraso digestivo. Por esta razón es probable que el efecto de la ración sea más claro en las hembras, lo que se evidencia en la duración del ER, en el que las hembras SR tienen una duración mayor que las hembras que consumieron ración. BIBLIOGRAFIA Arnold, G.W. y M.L. Dudzinski. 1.978. Ethology on free-ranging domestic animals. Developments in animal and veterinary sciences, 2. New York. Pp: 198. Arruebo, M.P. 1.995. Fisiología digestiva de los rumiantes. Pp: 599 – 618. en: Fisiología Veterinaria. Eds: GarcíaSacristan, A., Castejón, F., De la Cruz, L.F., González, J., Murillo M.D., Salido, G. y G. Madrid. Mc Graw-Hill – Interamericana. Madrid. Pp: 1.074. 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Cient. 41 (2.009): 25 - 34 González - Pensado y Ungerfeld Comportamiento de Venado en cautiverio TRATAMIENTOS ER (seg) RM VM (RM/min) EFECTO MR MSR HR HSR 26,8 ± 14,3 26,2 ± 4,7 23,3 ± 5,7 27,9 ± 8,4 (126) (53) (266) (91) 32,0 ± 5,8 37,3 ± 4,9 27,0 ± 6,1 35,2 ± 0,3 (126) (25) (268) (89) 76,6 ± 9,9 77,9 ± 6,7 70,6 ± 14,0 76,6 ± 8,5 (124) (24) (267) (88) INTERACCIÓN Sexo Alimentación Sexo - Alimentación ns ns P<0,001 P<0,001 P<0,001 P=0,1 P<0,05 P=0,01 ns Tabla 1: Parámetros de rumia en venado de campo en semicautiverio, de acuerdo al sexo (M: machos; H: hembras) y la dieta ofrecida (R: suplementados con ración; SR: sin suplementar). Los datos se presentan como medias ± DE (n). MR: machos suplementados; MSR: machos sin suplementar; HR: hembras suplementadas; HSR: hembras sin suplementar. 34 APRONA Bol. Cient. 41 (2.009): 25 - 34