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¡UNOS HUESOS FUERTES!
El calcio es imprescindible para la formación de los huesos, aparte de su importancia
en la coagulación de la sangre, músculos, nervios, hormonas y encimas.
Un niño de 1 a 3 años necesitará 500mg de calcio (medio litro de leche), y uno de 4 a
8 años 800mg de calcio diariamente.
Como se conoce, la leche es uno de los alimentos por excelencia que
contiene una fuente de calcio importante, además, tiene vitamina D,
que ayuda a absorber el calcio. Los beneficios de la leche deberán de
acompañar a nuestros hijos durante todo su crecimiento.
A veces los niños no quieren beber leche, en estos casos deberemos
pensar en sus derivados, como los yogures y el queso, que también
tienen cantidades considerables de calcio. En otros alimentos, como
el brócoli o las espinacas, no aportan suficiente cantidad de calcio.
Hay algunos niños que no pueden tomar leche (intolerantes a la lactosa i/o alérgicos a
la leche). En el caso de que los intolerantes a la lactosa (no puedan asimilar la
lactosa), se les deberá dar productos lácteos a los cuales se les haya practicado un
proceso de deslactosado.
Un experimento ha realizar con sus hijos para que vean la importancia del calcio es el
siguiente:
Quitamos el hueso de una pierna de pollo mientras les explicamos la importancia que
tienen los huesos para aguantar el cuerpo del pollo, como sus huesos para soportar su
cuerpo, y que por ese motivo han de estar fuertes. Deja que toque el hueso y que lo
compare con los suyos (rodillas, codos...)
Después coloca el hueso en un recipiente con vinagre y explica al niño que el vinagre
tiene la propiedad de quitar el calcio de los huesos. Cuando hayan pasado unos días
enseña al niño como el hueso se puede doblar fácilmente debido a que ya no tiene
calcio y que, por eso, es tan importante tomar alimentos con calcio, para que no se
acabe y puedan tener huesos fuertes y saludables.