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Elimina tu Barriga Cervecera El término “barriga cervecera” no es muy apropiado que digamos, pero sí es muy común. La verdad es que la cerveza no es lo único que hace que acumules grasa en la zona abdominal. El comer demasiadas calorías de cualquier alimento o bebida puede darte el mismo resultado. El viejo dicho “las calorías que entran, salen” cobra relevancia para evitar la tan odiada barriga de cerveza. Cuando consumes más calorías de lo que tu cuerpo puede quemar, tu sistema las almacena como grasa. Tu edad, tu sexo y tus hormonas juegan un rol para determinar dónde tu cuerpo guarda la grasa. Los hombres acumulan más grasa en el vientre porque almacenan menos en los brazos, los muslos y los glúteos en comparación con las mujeres. Pero las mujeres no son inmunes a esto. A pesar de tener más zonas para almacenar grasa, pueden formar una barriga si consumen demasiadas calorías—especialmente conforme envejecen y sus niveles hormonales disminuyen. ¿Qué tiene de malo formar una barriga cervecera? El problema no es sólo tu figura, la barriga cervecera también puede acarrear serios problemas de salud, incluyendo diabetes, hipertensión, y cardiopatías. Los expertos dicen que tienes un problema si tu cintura mide más de 87 centímetros, en el caso de las mujeres, o 100 centímetros para los hombres. Si tu cintura mide más que esto, es hora de combatir esa grasa que tienes en la pancita, lo cual no es tan fácil como crees. Simplemente hacer muchas sentadillas o ejercicios básicos no será suficiente. No hay manera de reducir ese “montoncito” de grasa que tienes en cierta parte del cuerpo. En vez de eso, recuerda cómo fue que acumulaste esa grasa: las calorías entraron pero no salieron. Debes hacer dos cosas a la vez. Si aumentas tus rutinas de ejercicio pero también incrementas la cantidad de alimento que comes, no cumplirás la meta. Para que consigas mejores resultados debes comer menos y ejercitarte más. Reducir demasiadas calorías será contraproducente porque tu cuerpo se acostumbra a no comer, lo cual desacelera tu metabolismo e incrementa la tendencia a almacenar grasa, según advierte la Page 1 of 2 publicación Woman’s Health Watch, de Harvard. Considera estas recomendaciones para que cumplas tu meta: 1. Aumenta el ejercicio aeróbico. El método probado del ejercicio cardiovascular es el mejor quemador de calorías. Ya sea trotar, practicar el ciclismo, la natación, remar, hacer caminata, jugar tenis o usar una escaladora en el gimnasio, debes escoger una actividad que te haga sudar y acelere tu corazón—y no dejar de hacer tu rutina por nada del mundo. Una rutina de cardio de 30 minutos tres veces por semana es la base que debes completar los primeros meses. Con el tiempo, si puedes aumentar tu rutina a 45 minutos de ejercicio aeróbico cinco veces por semana, quemarás más calorías en menor tiempo. Asegúrate de consultar a tu médico antes de comenzar una rutina de ejercicio. 2. Agrega una rutina de fuerza. Levantar pesas y otros tipos de rutinas de fuerza como son las lagartijas, los abdominales y las sentadillas, no eliminarán grasa abdominal pero en general te servirán. Esto se debe a que las pesas fortalecen los músculos y queman calorías adicionales, al mismo tiempo aceleran tu metabolismo. Los efectos de esta aceleración perduran una hora después de tu rutina, lo que significa que tu cuerpo seguirá quemando más calorías, aunque ya no estés haciendo ejercicio. ¡Qué mejor! Haz pesas dos o tres veces por semana para que acabes de una vez con esa pancita. 3. Sigue una dieta sana, baja en calorías. Reducir las calorías que consumes es igual de importante que hacer ejercicio como parte de tu plan. Vigila tus hábitos alimenticios y mejóralos. Algunos consejos son los siguientes: Reduce tus porciones. La mayoría de la gente come mucho más calorías de las que necesita cada vez que se alimenta. Añade más productos integrales, frutas, verduras y frijoles a tu dieta. Elimina la mayor cantidad posible de alimentos procesados. 4. Bebe menos alcohol. Las bebidas alcohólicas no son las únicas culpables de tu barriga, pero sí te perjudican. Estudios demuestran que hay un vínculo entre las calorías del alcohol y la grasa que se acumula en el estómago, particularmente cuando la gente bebe de vez en cuando mientras está sentada. Cuando tomes cerveza, elige una que tenga menos de 100 calorías. Comer sanamente antes o mientras bebes te ayudará a resistir los alimentos salados y muy calóricos que a menudo sirven en bares y restaurantes. En cuanto empieces a adelgazar, notarás que te baja la pancita, porque la grasa en esa zona—la grasa visceral (profunda) a diferencia de la grasa superficial de la piel—responde muy bien metabólicamente. No olvides estas recomendaciones mientras trabajas para cumplir tu meta. Page 2 of 2