Download T1.1 Determinantes y pronombres
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TEMA 1( Continuación): LOS ARTÍCULOS. DETERMINATIVOS Y PRONOMBRES 1. OBSERVACIONES PREVIAS Los determinativos y los pronombres constituyen un tipo de palabras de problemática caracterización. Se incluyen en estas categorías las siguientes subclases de palabras: - Artículos: el, la, un, una… - Demostrativos: este, ese, aquel… - Cuantificadores indefinidos: alguno, mucho, poco, nadie, todo… - Numerales: uno, dos, tres, primero, segundo, tercer… - Relativos: que, el cual, quien… - Interrogativos y exclamativos: qué, quién… - Pronombres personales: yo, tú, nosotros, me, les… Características de los determinativos y pronombres Constituyen una serie de sistemas cerrados, es decir, clases cerradas de palabras con número definido y limitado de elementos. En cuanto a su forma, todas son categorías nominales: distinguen en general género y número. Algunas formas no admiten variación (por ejemplo, los indefinidos alguien y nadie), y hay otras que, además del género y el número, admiten variación de persona gramatical (posesivos y pronombres personales, por ejemplo). Poseen un significado gramatical y variable, es decir, no significan por sí mismos una clase de objetos o realidades, sino que su significación varía dependiendo de la situación y del contexto. Sintácticamente, desempeñan funciones similares a las del sustantivo (núcleos de un grupo nominal) y adjetivo (modificador del núcleo de un grupo nominal). Esto no significa que todos puedan hacer las dos funciones, dependiendo de la función que realizan se pueden distinguir dos clases de palabras diferentes: o Determinativos, que sirven para presentar y precisar al sustantivo. En esta clase se incluyen los artículos: la casa, esta casa, mi casa… o Pronombres, sustituyen al sustantivo en el discurso, y funcionan, por tanto como el núcleo de un SN. ARTÍCULOS PERSONALES DEMOSTRATIVOS POSESIVOS INDEFINIDOS NUMERALES RELATIVOS INTERROGATIVOSEXCLAMATIVOS DETERMINATIVOS LA casa es grande ESTA casa es grande MI casa es grande ALGUNA casa es grande DOS casas son grandes …CUYA casa es grande ¡QUÉ casa tan grande! ¿CUÁNTAS casas tiene? PRONOMBRES ELLA es grande ESTA es grande La MÍA es grande ALGUNA de las casas es grande Los DOS son grandes La casa QUE es grande ¿QUÉ quieres? ¡CUÁNTAS tiene! 2. EL SIGNIFICADO: DEIXIS, ANÁFORA Y CUANTIFICACIÓN El significado de los determinativos y pronombres es no léxico y variable (cambia de un discurso a otro). No evocan una noción o concepto, sino que aportan significados, como ‘persona’, ‘posesión’, ‘proximidad’, etc. Por otro lado, su referencia es cambiante, variable. Los determinativos y pronombres se refieren a los objetos de la realidad de tres modos distintos: Deixis: es una referencia directa a los elementos de la situación comunicativa. Los pronombres personales, los demostrativos y los posesivos designan los objetos señalándolos y situándolos en relación con las personas que intervienen en el discurso. Yo indica o señala al emisor y tú señala al receptor. Con relación a estas dos personas del discurso, 1º Y 2º, la lengua organiza toda una serie de referencias que no son conceptuales, sino señalativas, deícticas: él/ ella/ello señalan a cualquier persona o cosa que no sea el hablante o el oyente; mío/ tuyo/ suyo señalan lo que pertenece al hablante, al oyente o a otra persona o cosa distinta; este/ese/ aquel sitúan los objetos como cercanos o lejanos al emisor y al receptor, etcétera. La anáfora y la catáfora son también formas de significar que no remiten a conceptos: o Los elementos anafóricos se refieren a otro elemento lingüístico o fragmento del discurso que haya aparecido antes. Juan no tiene miedo; él se enfrenta a todo. o Los elementos catafóricos adquieren significado por referirse a palabras que aparecen en el contexto posterior. Le dije a Pedro que viniera pronto. Aunque se lo repetí, María no me hizo caso. El significado que aportan otros determinativos y pronombres tienen que ver con el concepto de cuantificación. Los cuantificadores sirven para delimitar o de manera precisa (numerales cardinales): un, dos, tres… o de manera imprecisa (indefinida y adverbios de cantidad) la medida o magnitud de la realidad designada: mucho dinero, bastante tiempo… 3. CLASIFICACIÓN 3.1. LOS ARTÍCULOS: DEFINICIÓN Y CLASES Los artículos pertenecen a una clase de palabras de naturaleza gramatical que delimitan la denotación del grupo nominal del cual forman parte e informan de su referencia. Son los determinativos de aparición más frecuente delante del nombre ya que, aparte de la información de género y número, se limitan estrictamente a aportar el rasgo de determinación o indeterminación. Precisamente este rasgo es el que permite clasificar los artículos en dos tipos: artículo determinado y artículo indeterminado: Artículo determinado: el, la los, las, lo Artículo indeterminado: un, una, unos, unas. 3.1.1. El artículo determinado: el, la, los, las, lo. El artículo determinado se emplea para presentar entidades ya consabidas por el oyente. Lo usual es definir el artículo determinado como un mero presentador del sustantivo. Por ejemplo, en Ya he colocado el cuadro en mi habitación, el cuadro del que se habla se supone identificable por el oyente, por lo que es designado por medio de un grupo nominal con el artículo determinado. Es una palabra átona, por lo que ha de apoyarse fónicamente en la primera palabra tónica que la siga, sea el sustantivo o algún otro término interpuesto entre ambos. Morfológicamente, admite variación de género y número. El artículo determinado desempeña la función de determinante del núcleo nominal, siempre precede al sustantivo y nunca aparece pospuesto. En esta posición antepuesta puede combinarse con otros determinativos (numerales e indefinidos) que aparecen tras él, excepto el indefinido todo, que es el único que aparece delante: los dos equipos, las otras amigas, todos los días. Valores del artículo el en el discurso Además de su valor como presentador de un sustantivo que hace referencia a un ser ya mencionado o conocido, nos interesa tener en cuenta los siguientes usos: Valor generalizador: en una oración como El hombre es mortal, el artículo no restringe ni precisa la referencia del sustantivo. Se entiende en este caso que hombre se refiere a toda la clase de seres designados por el sustantivo, y no a un hombre determinado. Se trata de un valor generalizador. Valor sustantivador: el artículo sirve para convertir en sustantivos palabras o grupos de palabras que pertenecen a otras categorías. Pero también se podría considerar que en estas expresiones el artículo tiene, como antes, un valor pronominal similar al demostrativo: ese caro, ese de Luis, ese que dices tú, eso que tú sabes… Basándose en esa analogía, algunos gramáticos consideran que en estos casos el artículo es el núcleo del grupo nominal y que, por tanto, no se puede hablar de sustantivación: Ejemplo: Valor sustantivador El caro Det N SN Valor no sustantivador El caro N Sn/CN SN 3.1.2. El artículo indeterminado: un, una, uno, unas, unos El articulo indeterminado un (-a, -o, -as, -os) precede a sustantivos no mencionados o no consabidos por alguno de los interlocutores. Así, en Había un hombre en la puerta de la casa, se supone que el hombre del que se habla no es identificable para el oyente. Valores del artículo un en el discurso Valor como determinativo indefinido: puede entenderse como un indefinido en Un día te vas a hacer daño, donde admite la sustitución por el también indefinido algún. Este uso es muy frecuente y, de hecho, algunos gramáticos agrupan el artículo indeterminado dentro de la clase de los determinativos indefinidos. Valor como determinativo numeral: en algunas ocasiones, un adquiere su valor latino originario como numeral. Por ejemplo, en la oración Quiero solo un cigarrillo, no hace falta que me des dos: el sentido de exclusividad que se incorpora en el primer numeral se suele reforzar con los adverbios solo o únicamente o con el adjetivo solo. Valor como artículo indeterminado: en muchas ocasiones un aparece como un mero presentador del sustantivo que alterna con el artículo determinado el. Por ello se incluye aquí, tal como hace la Nueva gramática de la RAE, en la clase de los artículos. Hay que ser conscientes, en todo caso, de que los límites de los diferentes usos del determinativo un son muy poco precisos. 3.2. PRONOMBRES PERSONALES Definición Los pronombres personales pueden definirse como formas deícticas que representan a las formas gramaticales: Yo es la forma de la primera persona y se refiere al hablante. Tú es la forma de la segunda persona y se refiere al oyente. Él es la forma de la tercera persona y designa a todo aquello que no es ni el hablante ni el oyente. Las formas de la tercera persona pueden tener un significado deíctico si se refieren a un elemento presente en la situación comunicativa (Ha sido él quien me ha pegado) o anafórico si se refiere a una persona ausente a la que se acaba de hacer referencia (No se lo digas a Laura; a ella le gustan las sorpresas.) Función Su única función es ser núcleo del SN: no pueden aparecer en la función de modificador de un sustantivo. Como núcleos del SN pueden ser modificados por complementos, pero sólo de tipo explicativo (Ella, que no tiene pelos en la lengua, se lo dijo a la cara). Tampoco llevan determinativos, porque ya son por sí mismos determinados: *La ella. Formas Los pronombres personales tienen distintas formas según el género, el número y la función sintáctica que desempeñen: Serie átona: me, te, se, nos os, lo, la, los, las, le, les. Corresponden a las funciones de CD y CD. Carecen de acento prosódico y, por tanto, se apoyan para su pronunciación en la forma verbal. Consecuencia de este carácter átono es el hecho de que, cuando van pospuestas al verbo forman con él una sola palabra gráfica. Se dice entonces que el prohombre está enclítico. Esto sucede con los verbos en imperativo o en forma no personal (dímelo, decírselo, diciéndote). Con las demás formas verbales van antepuestos y formando una palabra independiente del verbo ser. Se habla entonces de uso proclítico del pronombre: me lo dijo, se ha marchado. Serie tónica: yo, tú, él, ella, ello, ellos, ellas, nosotros, nosotras, vosotros, vosotras, ellos, ellas, mí, conmigo, ti, contigo, sí, consigo. Pronombres de respeto o cortesía: para la segunda persona se utilizan también, tanto en función de sujeto como de término de preposición, los pronombres de respeto o cortesía, usted, ustedes, caracterizados porque, aunque se dirigen a esa segunda persona, mantienen concordancia con el verbo en tercera persona: ¿Ustedes son de aquí? Masculino 1º persona 2º persona 3º persona Sujeto CD/CI Término de preposición Sujeto CD/CI Término de preposición Sujeto CD CI él lo Singular Femenino Yo Me mí/conmigo Neutro Plural Masculino Femenino nosotros nosotras nos nosotros nosotras Tú Te vosotros vosotras os ti / contigo vosotros vosotras ellos los ellas las Ella La le /se ello lo se les/ CD/CI reflexivo Término de preposición Término de preposición él Ella se ello sí/consigo ellos ellas reflexivo 3.2.1. Leísmo, laísmo, loísmo El uso etimológico correcto impone la utilización de las formas le/ les para la función de CI, tanto para el masculino como para el femenino. En cambio, para la función de CD es necesario utilizar lo/los para el masculino y la/las para el femenino. Con ello se distingue prioritariamente la función de estos pronombres, mientras que la distinción de género sólo se realiza para el CD. Algunos hablantes, sobre todo por razones dialectales, alteran este sistema de oposiciones de la siguiente manera: Leísmo: utilización de le/les para la función de CD. *A Luisa le vi ayer; *A ellos les vi ayer. La RAE no considera incorrecto el uso el leísmo referido a personas masculinas en singular: A Juan le vi ayer. Y reconoce como uso mayoritario, incluso en personas no leístas, el leísmo cuando aparece detrás de se impersonal: A los niños se les mima demasiado. Laísmo: utilización de la/ las para el CI. Ejemplo: *La dije que viniera. Aunque es frecuente en la zona central de la Península, se trata de un uso que la RAE aconseja evitar. Loísmo: es mucho menos frecuente y claramente vulgar. Consiste en usar lo/los para el CI. Ejemplo: *Lo entregué una carta a Luis. 3.3. LOS DEMOSTRATIVOS Constituyen un sistema de tres elementos (este/ese/aquel) que admiten variación de género y número. Formas 1º persona 2º persona 3º persona MASCULINO Singular Plural Este estos Ese esos Aquel aquellos FEMENINO Singular Plural esta estas esa esas aquella aquellas NEUTRO esto eso aquello Función Los demostrativos masculinos y femeninos pueden ser tanto determinativos como pronombres, es decir, desempeñan según los casos la función de modificador del sustantivo (Esta casa es muy bonita. La casa esta es muy bonita) y la función del núcleo del SN (Esta es muy bonita). Las formas de género neutro (esto, eso, aquello) nunca pueden ser modificadores de un sustantivo, sólo son pronombres. Cuando funcionan como determinativos, los demostrativos no son compatibles con el artículo si van precediendo al sustantivo (*estas las casas, *las estas casas), pero si van pospuestos, exigen habitualmente la presencia del artículo delante del nombre. (*casas estas / las casas estas). Pueden combinarse con numerales (estos dos amigos), con algunos indefinidos (estas pocas monedas, esas otras cosas, todos aquellos recuerdos) y ocasionalmente con los posesivos (esos tus ojos). Valores de los demostrativos en el discurso Valor deíctico: sirven para señalar objetos del entorno conocido del hablante y el oyente. Lo que hacen es situar el objeto al que se refieren en el espacio y en el tiempo en relación con el emisor: Este sitúa el objeto como cercano al que habla. Aquel sitúa al objeto como lejano. Ese, por el contrario, supone una localización intermedia o a veces indeterminada. Puede indicar situación espacial o temporal: Situación espacial: este libro/ese tren/ aquella chica. Situación temporal: esta semana/ ese día/ aquel año. Valor anafórico o catafórico: en ocasiones establecen también relaciones anafóricas o catafóricas con segmentos del discurso anteriores o posteriores, respectivamente: Relación anafórica: Juan no va a venir, eso puedes darlo por seguro. Relación catafórica: No olvides estas dos cosas: el pasaporte y el dinero. 3.4. Los posesivos Los posesivos expresan una relación de propiedad, pertenencia, etc. entre el objeto al que se refieren y las personas gramaticales. En este sentido, son semánticamente equivalentes al grupo: “de + persona gramatical” (su libro= el libro de Juan). Valores de los posesivos en el discurso Tienen valor deíctico, pues precisan su referencia en relación con las personas gramaticales y, como los demostrativos y el pronombre personal, los de 3ª persona pueden establecer relaciones anafóricas dentro del discurso. Juan no ha visto a su padre. Formas Los posesivos, además de variar según el género, el número y la referencia a la persona gramatical, presentan formas distintas para un solo poseedor y para varios poseedores: FORMAS ÁTONAS Singular Plural UN POSEEDOR 1ª persona 2ª persona 3ª persona VARIOS 1ª persona POSEEDORES 2ª persona 3ª persona mi tu su mis tus sus su sus FORMAS TÓNICAS Singular Plural Masculino Femenino Masculino femenino mío mía míos mías tuyo tuya tuyos tuyas suyo suya suyos suyas nuestro nuestra nuestros nuestras vuestro vuestra vuestros vuestras suyo suya suyos suyas Funciones Las formas átonas apocopadas se utilizan exclusivamente con la función de determinante, antepuestas al sustantivo. Pueden combinarse con numerales (sus dos hijos), con algunos indefinidos (sus otros vestidos, todas sus cosas) y en algunos casos con demostrativos (estos sus hijos). Las formas tónicas pueden aparecer en función de núcleo de SN (esto es mío) o acompañando al sustantivo (nuestro padre; la casa suya); cuando va pospuesto al sustantivo, el posesivo exige la presencia del artículo. 3.5. Los indefinidos Los cuantificadores se caracterizan porque su significado variable alude a la medida de algo, refiriéndose, según los casos, al número, a la cantidad o, en su forma adverbial, al grado. Hay dos clases de cuantificadores: Cuantificadores indefinidos: aluden a la medida de algo de manera imprecisa Cuantificadores numerales: expresan número, pero lo hacen de manera precisa. Formas de cuantificadores indefinidos Con variación de género y de número Algún/ alguno (-a, -os,as) Otro (-a, -os, -as) Mucho (-a, -os, -as) Poco (-a, -os, -as) Demasiado (-a, -os, as) Todo (-a, -os, -as) Tanto (-a, -os, -as) Cierto (-a, -os, -as) Sin variación de género Cualquiera/cualesquiera Quienquiera/quienesquiera Bastante/ bastantes Sin variación de número Varios/varias Ningún/ ninguno/-a Invariables Más Demás Menos Nadie Alguien Nada Algo Función La mayor parte de los indefinidos pueden funcionar como modificadores de un sustantivo y como núcleos de un SN: Has tomado demasiada cerveza / Has tomado demasiada. Sólo unos pocos están restringidos a una única función: quienquiera, alguien, nadie y los neutros nada y algo son pronombres y solamente pueden funcionar como núcleos de GN; y cierto es determinativo y funciona exclusivamente como determinante de un sustantivo. Varios indefinidos tienen una forma apocopada para el masculino singular, que se utiliza cuando desempeña la función de determinante antepuesto a un sustantivo: algún día, ningún hombre, cualquier tema. Es importante recordar que algunos cuantificadores indefinidos, como mucho, poco, algo, nada, bastante, etc. pueden desempeñar en la oración funciones adverbiales (complementos del verbo, modificador del adjetivo o de otro adverbio) y son entonces invariables: no pueden aparecer en femenino ni en plural. Obsérvese en este cuadro los diferentes usos de algunos cuantificadores: DETERMINATIVOS Trae más pan Tiene pocos libros Come demasiada fruta Vinieron bastantes turistas PRONOMBRES Trae más Tiene pocos Come demasiada Vinieron bastantes ADVERBIOS Corre más Te esfuerzas poco Está demasiado dulce Llueve bastante poco 3.6. LOS NUMERALES Los numerales son palabras que establecen algún tipo de cómputo basado en el sistema de los números naturales. Algunos aportan una estimación precisa de una magnitud (el número de elementos considerados), por lo que son también cuantificadores. Todos pueden funcionar como núcleo o como modificador de un grupo nominal, es decir, pueden tener carácter pronominal o ser determinantes. Se pueden distinguir los siguientes tipos de numerales: Cardinales: corresponden a la serie natural de los números enteros. Ejemplos: un/uno, dos, tres… Ordinales: no indican cantidad, sino el número de orden en una serie. Ejemplos: primer/ primero, segundo, tercer/tercero… Fraccionarios: hacen referencia a cada una de las partes en las que se divide un todo. Además de las formas específicamente fraccionarias medio y tercio, se utilizan como fraccionarios los ordinales: (un) cuarto, (un) quinto…; para los superiores a diez se emplean los cardinales correspondientes con el sufijo –avo: catorceavo, quinceavo… Multiplicativos: señalan multiplicación. Ejemplos: doble, triple, cuádruple… Tienen un significado numeral colectivo palabras como docena, veintena, treintena, par, centenar, millar, millón, billón…: funcionan exclusivamente como núcleos de un SN, por lo que se consideran sustantivos colectivos. Se forman con las terminaciones –ar, -ena y –on y pueden tener un significado preciso, como par, decena, docena y millón (Deme una docena de huevos), o un significado aproximativo, como veintena, treintena, centena… (De aquello hace ya una treintena de años). Ambos, sendos y cada Suelen presentar problemas de clasificación las palabras, en alguna medida, con significado numeral, ambos, sendos y cada. Ambos tiene valor dual, equivale a “los dos” (no a dos, por lo que estrictamente no pertenece a los numerales) y puede funcionar como núcleo del SN (Vinieron ambos) y como modificador del sustantivo (Vinieron ambos amigos). Sendos posee el significado distributivo de “uno o una para cada uno o una de dos o más personas o cosas” y sólo se emplea como determinativo. Ejemplo: A Luis, a Juan y a María les di sendos regalos. Cada también es siempre determinativo y aparece tanto en construcciones distributivas (Cada alumno llegó con su mochila) como en no distributivo aludiendo a la totalidad de un conjunto de personas o cosas. Ejemplo: Cojo el autobús cada mañana. 3.7. RELATIVOS, INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS Estas tres clases de pronombres y determinativos suelen aparece separadas en las clasificaciones habituales, pero su forma, su comportamiento y sus funciones son lo suficientemente similares como para formar un grupo homogéneo. Constituyen una doble serie de elementos diferenciados únicamente por el acento: FORMAS ÁTONAS RELATIVOS (el) que (el) cual Quien Cuyo Cuanto FORMAS TÓNICAS INTERROGATIVOS EXCLAMATIVOS Qué qué Cuál Quién quién cuánto cuánto 3.7.1. Los relativos (que, cual, quien, cuyo, cuanto) Forma El relativo que es invariable (aunque a veces puede admitir artículo: la idea la de que te he hablado), quien y cual admiten sólo variación de número, y cuyo y cuanto admiten morfemas de género y de número. Función Todos ellos funcionan como núcleos del SN, excepto cuyo, que es un determinativo y funciona siempre como modificador del sustantivo y cuanto, que puede ser tanto núcleo de un SN como determinante. Además de su valor pronominal, tienen también una función subordinante; introducen oraciones subordinadas que funcionan como modificadores de un SN: La vida que lleva Juan (= de Juan) lo va a matar. Valor de los relativos dentro del discurso Los relativos tienen siempre valor anafórico: remiten a una palabra grupo previo (el antecedente), al cual están sustituyendo en la oración subordinada. Por tanto, no designan por sí mismo ningún referente real: significan lo que designa su antecedente. Por ello se llaman relativos. 3.7.2. Los interrogativos y exclamativos Forma Tienen las mismas variaciones morfológicas que los relativos. Funciones Admiten más funciones que los relativos: salvo quién, que sigue funcionando como núcleo del SN, los demás pueden ser también modificadores del sustantivo: ¿Qué casa te gusta más? ¿Cuál libro quieres? ¿Cuántos años tienes? ¡Qué casa tan bonita! ¡Cuánta crueldad hay en el mundo!. El interrogativo cúyo (¿Cúyo hijo eres?= ¿De quién eres hijo?) es un arcaísmo en completo desuso. Los interrogativos aparecen en oraciones de modalidad interrogativa, y se refieren siempre al elemento desconocido por el hablante. Los exclamativos expresan en una oración exclamativa intensidad o cantidad, o simplemente se refieren a algo de modo ponderativo. A esta significación variable, quien y quién añaden el rasgo de ‘persona’, puesto que no pueden designar cosas o animales. Cuanto y cuánto son cuantificadores, puesto que significan ‘cantidad imprecisa’ y cuyo indica ‘posesión o pertenencia’, como los posesivos. 4. VALORES ESTILÍSTICOS DE LOS DETERMINANTES El valor estilístico de los determinantes en el discurso depende de su ausencia o presencia dentro del grupo nominal. En general, podemos decir que un texto en el que los nombres no aparezcan determinados indicará que el autor busca la imprecisión; si, por el contrario, son muy abundantes, indicará precisión. 4.1. El determinante artículo El determinante artículo es el más genérico de todos. El artículo delimita la denotación efectuada en el sustantivo (denotación, recuerda, era el significado propio de una palabra). Su presencia precisa el significado del sustantivo. El hablante sabe de qué o de quién se está hablando. Por el mismo motivo, cuando la precisión no es necesaria como en el caso de los nombres propios o de los incontables, el artículo puede no ser necesario (todos conocemos a aquel al que nombramos por su nombre, Luis) si utilizamos aquí un artículo será por motivos estilísticos, como en Los Cernuda; de la misma manera los nombres incontables suelen prescindir del artículo en función de complemento directo: Dame agua. La ausencia de artículo puede dar a entender distintos matices estilísticos: si queremos dar idea de abstracción, su ausencia suele estar justificada como en los refranes y frases populares (más vale pájaro en mano...). La ausencia de artículo va a servir, por lo tanto, para resaltar el significado contenido en el sustantivo. 4.2. Los demostrativos Los demostrativos sitúan al sustantivo en relación al que habla. Decimos entonces que su función es deíctica (de deixis, acción de señalar). En el uso normal, los demostrativos tienen también una función fórica, si se refieren a algo dicho o expresado ya en el contexto (función anafórica) o a algo que se va a decir (función catafórica). Esta función es básica para dar cohesión al texto, para que las partes se interrelacionen. Cuando el determinante demostrativo se pospone al sustantivo (la chica este, el coche ese) se carga de valores afectivos y pierde su significado deíctico o fórico. 4.3. Los posesivos Estos determinantes marcan la relación del sustantivo con alguna de las tres personas gramaticales. Esa relación puede ser, o no, de posesión. Están en relación con los pronombres personales, como veremos. Esa relación puede tener consecuencias estilísticas: el de segunda persona implica un diálogo con el poeta, como cuando Salinas se dirige a su amada: Tú vives siempre en tus actos. con la punta de tus dedos pulsas el mundo. La presencia de posesivos en un texto es índice de que el autor personaliza mucho aquello que está diciendo. Suele indicar subjetividad. Existe ambigüedad en el uso del posesivo de tercera persona cuando el poseedor es único o son varios. Al decir Su obra indicamos que hacemos referencia a un escritor o a varios. Esta ambigüedad se soluciona en el lenguaje popular mediante complementos de nombre especificativos: su libro de Juan, su libro de ellos. También puede elidirse cuando se sobreentiende la posesión : se puso el abrigo ( su abrigo). 4.4. Otros determinantes El resto de los determinantes identifican al sustantivo aportando un significado determinado: cantidad concreta, los numerales; cantidad indeterminada, los indefinidos; duda o exclamación, interrogativos o exclamativos. El uso de exclamativos acentúa la subjetividad y la relación personal del hablante con aquello que está diciendo: ¡Qué alegría vivir sintiéndose vivido! (Salinas) 5. VALOR ESTILÍSTICO DE LOS PRONOMBRES Para los pronombres que pueden funcionar como determinantes nos remitimos a lo dicho anteriormente. Caso aparte son los llamados pronombres personales, que sirven para designar a las personas gramaticales. En los pronombres personales distinguimos dos valores: deíctico (primera y segunda persona) y anafórico (solo el de tercera) El valor deíctico se convierte en una marca de insistencia, dado que en castellano, cuando el pronombre realiza la función de sujeto, no hace falta la referencia directa a las personas gramaticales, ya que está explícita en el verbo. Así, si se utilizan en un texto escrito, será por esa insistencia que hemos señalado. https://lclcarmen1bac.wordpress.com/morfologia/unidad-3-articulos-determinativos-y-pronombres/