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COMENTARIOS ¿De qué se reían, a qué le rezaban y cómo resolvían la música en la época virreinal? Reseña del libro Humor, Pericia y Devoción: villancicos en la Nueva España1 José Luis Segura Maldonado Siempre que se publica un libro sobre nuestra herencia musical, hay que celebrarlo y esta no es la excepción, por lo que quiero comenzar este texto felicitando a Aurelio Tello, Bárbara Pérez y Omar Morales por la publicación de este volumen, así como a todos aquellos que han hecho posible llevar a buen término este esfuerzo. Desde hace unos años, el estudio de la música de la época virreinal en la Nueva España ha ocupado un lugar preponderante en las investigaciones de un selecto grupo de académicos, quienes, abocados a estos temas, han desarrollado una metodología de trabajo mucho más certera, que nos permite conocer el entorno social en que se hacía esta música, a los personajes que participaban de ella y sobre todo, el repertorio que se ejecutaba en ese tiempo, a partir de un enfoque multidisciplinar que recoge información, no sólo de la música escrita, sino de todas las referencias en actas de cabildos, libros de cuentas, correspondencia y hasta en fuentes iconográficas. 1 Tello, Aurelio (coord.): Humor, pericia y devoción: Villancicos en la Nueva España, México, CIESAS, 2013. 322 p,: ils.; 26 cm. (Colección Ritual Sonoro Catedralicio). ISBN: 9786074862010 Boletín Música # 35, 2013 119 En ese contexto es que se publica este libro, en ocasión del proyecto El ritual sonoro catedralicio. Una aproximación multidisciplinaria a la música en la Nueva España y el México Independiente, y como parte de una colección de cinco volúmenes donde se recogen los trabajos obtenidos a partir de las actividades del proyecto, realizadas en las distintas sedes que acogen a igual número de seminarios. Así, y según nos dice Sergio Navarrete, coordinador general del seminario y de esta publicación, Humor, Pericia y devoción: villancicos en la Nueva España se incorpora a los trabajos realizados en Puebla, sobre La Ciudad Episcopal; en Guadalajara, donde revisaron La enseñanza y el ejercicio de la música; en Oaxaca, donde se abordó El ritual sonoro en Parroquias y doctrinas; y en la Ciudad de México, con los Actores sociales del ritual catedralicio, así quedó de manifiesto el amplio espectro disciplinar recogido en sus investigaciones y desde luego en las páginas de esta colección. En las páginas del libro que nos ocupa en esta ocasión, tanto Aurelio Tello, como Bárbara Pérez y Omar Morales —todos ellos investigadores del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información musical Carlos Chávez, del Instituto Nacional de Bellas Artes, de México— nos ofrecen un estudio muy acucioso sobre la presencia del villancico como parte fundamental de la vida social en la Nueva España, pues como dice el coordinador del volumen: «En una época en la que el empleo del repertorio latino había quedado ratificado en la mayor parte de los territorios que practicaban el catolicismo, […] el mundo iberoamericano vio la consolidación del uso de un género en lengua romance: el villancico». Esta consolidación se vio reflejada en los distintos usos que se dio a este género en aquellos tiempos; y es este manejo tan polifacético del villancico el que, cabe reiterar, da pie a esta publicación. De este modo, los tres ensayos que conforman la primera parte del libro abordan tres grandes grupos de repertorio, tanto los villancicos de remedo, como los de precisión, y aquellos que se escribieron concretamente para la festividad de la Virgen de Guadalupe. Primeramente, Omar Morales, nos da una visión panorámica de los orígenes y las características esenciales del villancico, para luego centrarse en esta derivación tan peculiar, cuya finalidad era remedar la forma de hablar de ciertos grupos extranjeros (africanos, portugueses, gallegos), a partir de ingeniosos juegos de palabras y licencias fonéticas, así como rasgos musicales distintivos de estos grupos, si era el caso, tal como se ve en Ximoyolali Siñola de Gaspar Fernández, por citar un ejemplo. Luego, Aurelio Tello realiza una minuciosa revisión de cinco villancicos de precisión, utilizados concretamente como parte de exámenes de oposición para la obtención de un magisterio de capilla, entre ellos, por mencionar un caso conocido, está A la milagrosa escuela, de Ignacio Jerusalem. Tello analiza la forma en que los compositores lograban plasmar los elementos del texto literario claramente relacionables a la música, en un texto musical por lo demás, bien logrado de acuerdo a la teoría y a la estética de su época. Por último, Bárbara Pérez se concentra en un corpus de villancicos cuya importancia radica esencialmente en uno de los fenómenos sociales trascendentales en la Nueva España: El culto a la Virgen de Guadalupe. Así, luego de hacer un repaso general por la música dedicada a la devoción guadalupana, la investigadora analiza algunos villancicos utilizados en los Maitines de esta festividad totalmente mexicana, entre los que se cuenta Ya se eriza el copete de Manuel de Sumaya. La segunda parte del libro es el complemento idóneo para los textos arriba mencionados, pues se trata de una antología de villancicos, dividida en los tres grupos ya estudiados, que recoge, desde luego, los ejemplos ya mencionados, así como repertorio de autores como Francisco Vidales, Tomás Salgado y Antonio de Salazar, por citar sólo algunos conservados en las catedrales de México, Puebla, Oaxaca y Guatemala, así como en la Colección Jesús Sánchez Garza que resguarda el CENIDIM. Con un dibujo musical impecable y criterios editoriales muy homogéneos, esta antología de dieciocho villancicos (nueve de remedo, cinco de precisión y cuatro para la Virgen de Guadalupe) es un muestreo por demás claro de la información expuesta en los ensayos que comprende la primera parte del libro. Cabe señalar que la presentación física del libro (así como de los otros cuatro volúmenes) es muy agradable y manejable, tanto por el papel, como por el diseño de portada y la formación de páginas, que permite una lectura clara tanto del texto como de la música. Concluyo mi texto convencido de que este libro está lleno de humor, pericia y devoción por parte de sus autores; y es que los tres han tenido el buen humor para contarnos la 120 Boletín Música # 35, 2013 COMENTARIOS historia de un género tan peculiar como es el villancico; sé perfectamente que tienen la pericia que se requiere para llevar a cabo el trabajo documental, de transcripción y edición de esta música y me queda claro que tienen mucha devoción por su carrera y por el trabajo musicológico que supone el panorama de la música novohispana. Los libros de polifonía de la Catedral de México Miriam Escudero José Luis Segura Maldonado. México. Guitarrista y musicólogo egresado de la UNAM, México. Profesor de la Escuela Nacional de Música de la UNAM y coordinador de Investigación en el Centro Nacional de Investigación Documentación e Información Musical Carlos Chávez, del INBA. Boletín Música # 35, 2013 121 Para poder aquilatar las relaciones de ida y vuelta que se establecieron entre los territorios de España e Hispanoamérica se necesitan estudios basados en el cotejo de información de ambos lados del Atlántico. Un joven musicólogo, Javier Marín López, seducido por los tesoros que se acumularon durante tres centurias en la Nueva España, decidió dedicar su tesis doctoral —defendida en 2007 en la Universidad de Granada, en la que obtuvo Cum laude y Doctorado Europeo— al tema «Música y músicos entre dos mundos: La Catedral de México y sus libros de polifonía (siglos XVI-XVIII)». Una parte de su enciclopédico trabajo ha visto la luz en 2012, publicado en dos tomos bajo el título: Los libros de polifonía de la Catedral de México. Estudio y catálogo crítico gracias a la gestión de la Sociedad Española de Musicología y la Universidad de Jaén. Galardonado en 2010 con el VII Premio Latinoamericano de Musicología Samuel Claro Valdés que otorga el Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Chile, actualmente el doctor Javier Marín López ejerce como musicólogo, docente y gestor musical. Desde la Universidad de Jaén, en su provincia natal, coordina el área de música e imparte el curso de Patrimonio musical español e ibe- roamericano. Ha publicado artículos en revistas como Heterofonía, Early Music y Revista de Musicología, así como diversos capítulos en monografías colectivas editadas por las universidades de La Rioja, Granada, Nacional Autónoma de México y Cambridge. Dirige el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, el cual es considerado un modelo de transferencia de resultados de la investigación musicológica especializada en la recuperación del patrimonio musical español e hispanoamericano y en el que se dan cita intérpretes e investigadores de prestigio internacional. Su texto Los libros de polifonía de la Catedral de México. Estudio y catálogo crítico es uno de esos estudios imprescindibles de referencia en Hispanoamérica; útil para establecer parentescos y procedencias de la semántica musical; determinar la selección del material; el cómo se producen las relaciones interculturales; y cuáles son las fuentes para la toma y retoma de entonaciones, cómo se expresa en la música la relación entre peninsulares, nativos, africanos y otros europeos durante el período colonial. Es esa una de las necesidades de una musicología hispanoamericana; sólo el reconocimiento de los valores patrimoniales compartidos cuando el concepto de las Españas era una realidad política y cultural, podrá darnos una perspectiva real de los contenidos que han de integrar nuestras historias de la música. Reciente es la concreción del concepto de Hispanoamérica1 en la musicología española. Indudablemente el Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana (Casares, 1999-2002) ha sido una obra clave para el entendimiento práctico del término. Muchos trabajos como el de Javier Marín se necesitan para validar esa categoría con más evidencias concretas. El objeto de estudio del libro que nos ocupa se centra en una de las fuentes más significativas del acervo musical de Hispanoamérica: los libros de coro de la Catedral de México. Los libros de polifonía son una fuente valiosísima para conocer la música que circuló en el Nuevo Mundo, aquella que fue bendecida y autorizada por la máxima jerarquía de la Iglesia Católica desde el siglo XVI y que estableció correspondencias entre los repertorios que se habrían de cantar durante tres centurias en Valladolid, Guatemala, Granada, Santiago de Cuba, Sevilla o México. Entre los nombres que se repiten una y otra vez encontramos a Guerrero, Victoria, Franco, Palestrina, Ceballos… pero este estudio trata no solo de los «consagrados» sino también de «los otros», de Francisco López Capillas, Antonio de Salazar, Manuel Sumaya... Y es que la sede catedralicia de México era, junto a la de Lima, uno de los espacios emblemáticos del culto católico en Hispanoamérica. En sus libros de coro quedó constancia del repertorio peninsular circulante y de aquellos que fue1 Entiéndase por Hispanoamérica la región cultural y geográfica que integran, especialmente entre los siglos XVI al XIX, España y sus colonias americanas, y por Hispanoamericana, la primera y segunda acepciones del DRAE «Perteneciente o relativo a españoles y americanos. || 2. Compuesto de elementos propios de uno y otro pueblo». 122 Boletín Música # 35, 2013 ron considerados los mejores compositores de la América hispana. Se trata de un trabajo que abarca una descripción sustentada en evidencias que van más allá del estudio de una fuente aislada. Sobre el tratamiento que da Marín a esos documentos él mismo refiere: «los libros de polifonía constituyen un corpus coherente y compacto, por lo que la adopción de un método global de análisis de la colección —y no únicamente un manuscrito, un copista o un compositor— permite ofrecer un panorama mucho más esclarecedor. La musicología tradicional, en su afán de hacer primar la noción de compositor sobre la de obra, ha ignorado los manuscritos polifónicos copiados en la segunda mitad del siglo XVIII con repertorio retrospectivo, fundamentalmente por su elevado índice de anónimos y su consiguiente falta de interés y ‘originalidad’». Marín explica que estos códices, «al estar separados temporalmente del arquetipo, permiten trazar las líneas de la evolución del repertorio» e igualmente «permiten contemplar con perspectiva la pervivencia de una obra más allá del momento de su composición». Con lo cual este estudio coadyuva a reforzar la idea de que la funcionalidad litúrgica de un repertorio está, en el caso del culto católico, por encima de su actualidad epocal y, por ende, su interpretación responde a la relación texto-función litúrgica. Ello quiere decir que estas obras con una distancia temporal en su composición —que transita del siglo XVI al XVIII— poseen un lenguaje apto e históricamente asociado a una funcionalidad ministerial predeterminada, a la necesidad de comunicar con el énfasis o el sentimiento requerido por el dogma, por la tradición celebrativa. Este libro de Javier Marín, prologado por el doctor Emilio Ros-Fábregas, consta de tres partes. En primer lugar presenta un estudio centrado en la descripción general de los libros de coro, que toma en cuenta la observación de campos como: datación del Boletín Música # 35, 2013 123 documento y de las obras que lo componen, signatura, autoría y atribuciones y confección de los manuscritos. Seguidamente, se centra en un análisis pormenorizado de los contenidos de los libros de coro y la función litúrgica a la que corresponde cada obra. Como colofón, aporta dos valiosos apéndices, uno de ellos dedicado a cinco inventarios de la Catedral de México fechados entre 1589 y 1927. La segunda parte corresponde al catálogo crítico, antecedido de una explicación de los criterios de catalogación empleados. Marín realiza la descripción de veintidós libros de polifonía (cinco de ellos localizados por él mismo en México) que aunque procedentes originalmente de la Catedral de México, solo catorce se conservan en dicha sede, siete se encuentran en el Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlán, Estado de México, y un ejemplar está localizado en la Biblioteca Nacional de España en Madrid. La importancia de este catálogo —que abarca el mayor porciento de los dos volúmenes— es fundamental, ya que ofrece por primera vez a la comunidad científica un instrumento bibliográfico integral para el estudio de la polifonía hispanoamericana. Para la catalogación de las quinientas sesenta y tres piezas consignadas, Marín ha seguido la normativa internacional del RISM en materia de procesamiento de fuentes musicales. Cada uno de los manuscritos aparece descrito siguiendo el modelo empleado en el Census-Catalogue of ManuscriptsSources of Polyphonic Music 1400-1550, y de cada obra se presenta el íncipit musical de todas las voces, concordancias de una pieza con el resto de los libros de coro, canto llano empleado, ediciones, y grabaciones y un comentario sobre la transmisión de la obra. «Tomando como eje la colección mexicana, el Catálogo presenta una visión de conjunto del universo polifónico hispano», refiere Marín, «ya que incluye más de dos mil concordancias —muchas de ellas establecidas aquí por primera vez— en fuen- Miriam Escudero. Cuba. Musicóloga. Directora del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas de la Oficina del Historiador de la Ciudad y especialista del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC). COMENTARIOS tes americanas y europeas de importantes polifonistas de los siglos XVI al XVIII», lo que coloca a este repertorio como parte de una nueva dimensión reflexiva sobre la música en Iberoamérica. La tercera parte del libro se centra en las herramientas para la consulta. Una serie de índices que incluyen listados de obras, géneros, compositores, intérpretes, advocaciones y fiestas, concordancias, entre otras, facilitan el acceso a la información en este formato impreso. Cada vez sería más útil poder contar con estas obras de referencia en impresión física —imprescindibles dada la dificultad de acceso en muchos de nuestros archivos y bibliotecas— y on-line para aumentar el nivel de accesibilidad a la información cuando se trata de contrastar resultados de investigación entre estudiosos de todas partes del mundo. Se necesitan muchos más trabajos de interrelación como este, que permitan establecer rasgos comunes en el comportamiento musical de los países que conformaron el Nuevo Mundo. Para ello se precisa de musicólogos apasionados, que se ensucien con el polvo de los archivos, que se emocionen ante el hallazgo del dato extraviado, académicos que se mantengan en contacto con la fuente directa, que transmitan el conocimiento actualizado de sus resultados de investigación, y que lo compartan generosamente. El ritual como paradigma estético. Dos monográficos dedicados al compositor Marvin Camacho Susan Campos Dos producciones discográficas ocupan este breve ensayo, Rituales y Leyendas (2012) y Salmos cotidianos (2013), dedicados al compositor Marvin Camacho. En el musicar de Camacho, el ritual y el ceremonial sirven como articuladores de recursos musicales que remiten a la memoria sonora de un paisaje litúrgico. El disco más reciente abre con la obra que le da título, Salmos cotidianos (2012), en la cual el compositor entreteje poesía contemporánea con textos de la liturgia eucarística, a saber: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Benedictus, Agnus Dei. El Salmo Nº 1 abre con Domin Deus (Invocación) y Gloria. El Salmo Nº 2 combina el Kyrie con «Cantarán mis manos y sus sombras…», versos de Macarena Barahona (Ták Mèwö, 2007). El Salmo Nº 3, Credo, está articulado en comunión con el poema «Creo» del propio compositor. A continuación, el Salmo Nº 4, Sanctus (soprano solista), y el Salmo Nº 5, que incluye un Stabat Mater (secuencia del himno o tropo del Aleluya gregoriano), se entreteje con versos de Sofía Rodríguez (Primera Forma, 2004). La utilización de secciones habladas, así como de la vocalidad experimental para construir paisajes sonoros, subraya la intención del compositor por 124 Boletín Música # 35, 2013 remitir a la arqueología personal de un imaginario litúrgico. Por esta razón, el Salmo Nº 6, Agnus Dei y «De Palabras» de Julieta Dobles (Hojas furtivas, 2007), requiere ser escuchado en sentido a una mística dentro de la historia del dolor; donde el cuerpo es medio contingente para la experiencia que vincula «amor» y «deseo» con espiritualidad y erotismo, ejes importantes en el arte poética del compositor (recuérdese su poemario De amor y deseo, 2004). Del mismo modo, el Salmo Nº 7, Panis Angelicus y «Desde arriba», poema de Mario Benedetti (La vida ese paréntesis, 1997), es determinante. Se dirige a una cotidianidad, a una idea de «vida diaria» no exenta de lo extraordinario (la divinidad), construidos ambos por el imaginario de la mortalidad. La mística del deseo, del alma humana encarnada, como eje constructivo, Panis Angelicus, pan, alimento necesario para la criatura mortal, alimento creado con base en algo dado, encontrado, imaginado: «abajo hay miles de ojos/ que contemplan e ignoran/ cuándo cómo ni dónde», proclama el coro, dirigiendo a un Libera me (barítono solista), añadido de la Misa de Requiem. El Salmo Nº 9, Amén y reexposición (Salmo Nº1), concluye con una cita de San Agustín, muy importante en la obra de Camacho. Los versos —según cita del compositor «DiosMás dulce que todo placer./ Más claro que toda luz./ Más íntimo que todo secreto./ Más grande que todo honor»— presentes también en otras obras suyas, son un motivo musical y literario que une, cual cordón umbilical, estos Salmos… con De Profundis Concierto para trío y orquesta (2011), y sus Visiones de San Agustín (1990), estructurando momentos concretos de fusión entre la orquesta, el coro y las secciones solistas, los cuales señalan hacia otro elemento fundamental en el arte poética de Marvin Camacho. Cuando se escucha en retrospectiva —como en estos dos monográficos— en la obra de Camacho se identifican intervalos, células rítmicas, y «cantos» —ancestrales o trascenBoletín Música # 35, 2013 125 dentales— que su manera de entender la composición articula en una «poética musical». Esto podría entenderse en sentido a una «auto-citación», si no fuera porque los materiales musicales construidos por el compositor son, dentro de su imaginario sonoro, motivos simbólicos. Aquí, como en los Salmos…, ritual y ceremonial indican hacia este universo personal, a la «memoria sonora» del compositor, en consonancia con obras paradigmáticas como sus Visiones de San Agustín y Chamánicos (2002). Esto es fundamental para entender, por ejemplo, el segundo movimiento del Concierto para piano, cuerdas y percusión (2012). Aquí no hay ningún lirismo, sino un canto chamánico que invoca lo innombrable. Cuerdas y percusión entran en sintonía con esta intencionalidad, creada sobre estructuras comunes a otras obras suyas, compartiendo el mismo propósito. La música en el pensamiento de Marvin Camacho busca recuperar su poder ritual, invocando, como en la tradición chamánica, una especie de «motivos mágicos» que se repiten y articula su proceso creativo. Y saber identificar este fenómeno, es un reto para quien pretenda interpretar su música. Inserto en este tejido sonoro —o gran obra extendida, si se quiere, creada por el compositor— De profundis es, muy probablemente, la primera obra escrita para trío de violín, clarinete y piano con acompañamiento sinfónico. La técnica orquestal del compositor alcanza aquí una madurez que requiere de otro tipo de análisis. Sin embargo, debe señalarse su apuesta sincrética y simbólica pensada entre música, poesía y filosofía (teosofía para ser más precisos). El compositor logra fabricar un tejido con los mínimos elementos sustanciales. El trío solista se «desliza» en el magma de una orquestación «espectralista» en ocasiones, pero principalmente «transtonal». Camacho es capaz de aunar diferentes técnicas y formas de entender la orquesta y el «estilo concertante», que coexisten en Άρμονία (Harmonía) —y el término griego es aquí pertinente— con motivos germinales reconocibles también en otras obras suyas que, como se indicó, permiten identificar la genética de un «sonido propio». Consecuentemente, en el caso de Canto a Whitman para fagot y banda (2011), incluido en este disco, el propósito articulador de esta genética sigue siendo un reto para directores, solistas y conjuntos instrumentales… Finalmente, el poema sinfónico Salmo: De la sabiduría del Rey Salomón (2013) resume en un solo movimiento, cual triángulo místico sonoro —«La voz de Dios»; «Reflexión del Rey Salomón»; «Procesional del Templo»—, la genética litúrgica del compositor, conformando un círculo ceremonial con los Salmos cotidianos. Siendo así, ¿cómo podemos pensar la música de un creador que encuentra en el ritual un paradigma estético? Al igual que en su primer monográfico, Rituales y Leyendas (2012), que remite a su artículo «El realismo mágico en el canto indígena bribri y su impacto en la música contemporánea costarricense», publicado en el Boletín Música No. 31 de Casa de las Américas (La Habana), se reconocen los pasos de una arqueología personal, en comunión con la construcción de un imaginario sonoro dentro la «música de arte» en Costa Rica. La música de Marvin Camacho conforma un pensamiento sonoro que evidencia «el ritual» y «el ceremonial» como entes constructores dentro de la música «de arte» actual, desde su apropiación de un patrimonio indígena —el Bribri, por ejemplo— y en consonancia con preocupaciones identitarias muy presentes en la creación e investigación costarricense desde principios del siglo XX. Problema de estudio al que dedico actualmente el proyecto de investigación «Materia prima»: pueblo Bribri y «música de arte» en Costa Rica, desarrollado en el Instituto de Investigaciones Artísticas-IIA de la Universidad de Costa Rica (UCR). A este respecto, el primer monográfico, Rituales y Leyendas, reúne cinco obras emblemáticas del compositor: Ritual Nº 1 interpretado por el Trio Concertante; Nocturno y Danza para saxofón solo, interpretado por Vince Gnojek; Juegos Nº 3: de cuentos y leyendas, a cargo del Quinteto de maderas Kaltak, Los Siete Haikus, ejecutados por el propio compositor, y la obra por la que ha sido reconocido por segunda vez con el Premio Nacional Aquileo Echeverría en composición, su Concierto para piano Nº1 «Iniciático», estrenado por el pianista cubano Leonardo Gell junto a la Orquesta Sinfónica de la UCR, bajo la dirección del maestro Guillermo Villarreal y con David Calderón como actor invitado. Un simple acercamiento como este evidencia un complejo entramado simbólico y poiético. La corpografía de la creación, el imaginario en-carnado que construye el 126 Boletín Música # 35, 2013 compositor. Ambos discos permiten vislumbrar esas sendas borrosas, esos «caminos de bosque», que para filósofos como Martin Heidegger y María Zambrano —incluso el Ortega y Gasset de las Meditaciones del Quijote— conducen hacia la posibilidad de pensar la discontinuidad de la experiencia humana, en este caso, conservada y construida a través de la materia musical y sonora. Sin embargo, uno de los principales retos de los compositores y compositoras latinoamericanos, al insertarse en el mercado de la música «de arte», académica o «de avanzada», es el sello identitario que implica la relación con un determinismo geográfico, con una nación o comunidad en tanto «latinoamericana». Sello diferencial de valor pero también estigma. Pensar la música de Marvin Camacho en este marco obliga a escuchar las múltiples voces que en su imaginario sonoro coexisten. Voces que conforman un pensamiento que reúne culturas musicales y filosóficas diversas, enraizadas en la experiencia personal del compositor y su entorno heterogéneo. Me remito a las palabras que alguna vez leí de un escritor en el diario español El País: «[…] para ser literatura auténticamente latinoamericana, ésta no debe escribir literatura latinoamericana». Es duro, lo sé… pero libertad y restricción se aúnan en esta frase lapidaria. Pensar la música de Marvin Camacho obliga a escuchar las voces «otras» que en ella coexisten, y no solo en sentido nacionalista o latinoamericanista, aunque estén presentes en el diálogo que el compositor establece con creadores y creadoras costarricenses y latinoamericanos. Digo esto, porque parafraseando al compositor español Tomás Marco, puede afirmarse que el pensamiento sonoro de Camacho, está vinculado con «la creación musical como imagen del mundo entre el pensamiento lógico y el pensamiento mágico» (1993). Y en esta conjunción, su proceso entra en diálogo con las búsquedas de otros Boletín Música # 35, 2013 127 pensadores sonoros de diferentes orígenes, latinoamericanos como Cergio Prudencio, de la Europa del Este como Arvo Part o Sofia Gubaidulina, o de los Estados Unidos, como John Adams. Marvin Camacho tiene en común con ellos el que su música forma parte de un misticismo contemporáneo en tiempos del capitalismo global y salvaje. Comparte con ellos la resistencia espiritual de la voluntad artística, que no cede a los embates del mercado de las tendencias. El suyo sigue siendo un arte comprometido, como el de la posguerra. Una música «de arte», que aún cree en el ser humano libre, en tiempos en que el neoliberalismo devora los recursos de la Tierra, y suma cadáveres en las guerras pagadas por emporios transnacionales. De esta resistencia nos hablan estos dos monográficos, de una resistencia sonora en tiempos de incertidumbre. De un resistir como sostener, erigir y construir mundo a través de lo sonoro. Y digo sonoro en sentido de la música y la palabra, que en el pensamiento de Marvin Camacho van juntas. Poeta sonoro, Maestro, que mantiene en su obra ese poder que se le sigue pretendiendo arrebatar a la música, en tiempos del consumismo y productivismo de las marcas, donde los compositores académicos velan más por su posicionamiento en el mercado, que por pensar una música capaz de sostener la modernidad líquida de nuestro tiempo. La solidez se resiste, los determinismos asechan, pero todavía podemos encontrar en la música esa fuerza iniciática para caminar en la oscuridad y encontrar nuevos caminos para el presente. Susan Campos. Costa Rica - España. Directora musical y artística, investigadora, especialista en filosofía de la cultura y la música. Premio de Musicología Casa de las Américas 2012. COMENTARIOS Miniaturas de Eugenio Granell: Música revelada Maria de Lourdes Mariño Fernández y Luis Alberto Mariño Fernández La necesidad de expresarse fantásticamente denota en el hombre su conciencia de libertad, a la par que la noción de lo necesario que es no sólo mantener este don de la libertad, sino el conducirlo a sus últimas consecuencias. EUGENIO GRANELL, Surrealismo y la pintura. Santo Domingo, 1943. Una de las principales cualidades del disco «gallego/cubano» Miniaturas de Eugenio Granell: Música revelada (aCentral Folque, 2012),1 es la voluntad de trasmitir al oyente su libre capacidad para convertir en algo íntimo, propio de su memoria personal, la diversidad de gestos y sensaciones sonoras trasmitidas desde la música. El disco, acompañado de dos libros —uno con entrevista a Alejandro Vargas e investigación sobre la trayectoria artística de Granell, otro con una edición especial de partituras inéditas de este último— presenta temas originales de Alejandro Vargas sobre las partituras originales. 1 Los músicos que participaron en este proyecto fueron: LAR Legido (batería), José Manuel Díaz (bajo), Mónica de Nut (voz), con la colaboración de María José Pámpano (viola), Edelmiro Fernández (gaita) , Germán Díaz (zanfona de mano), todos bajo la Dirección Musical de Alejandro Vargas (piano). Miniaturas… tiene el propósito de poner al día las anotaciones de Granell desde una experiencia musical contemporánea. Para ello se unió a un grupo de músicos e investigadores bajo la Dirección Artística de Ramón Pinheiro, quien concibió y dirigió el proyecto en todas sus etapas de desarrollo. El arduo trabajo de edición de estas partituras —anotaciones al margen de diversos cuadernos de Granell— fue de Benxamín Otero y la investigación histórica de Sonsoles Hernández. Algunos recibimos con asombro que con temática tan íntima, y siendo Eugenio Granell muy poco conocido en la isla, el disco fuera premiado en la categoría de Premio Especial dentro del certamen Cubadisco 2013. Este es uno de los reconocimientos más distinguidos, pues el Comité lo otorga a aquellas obras de valor excepcional, cuya singularidad sonora exprese un aporte a la cultura cubana y universal. Sin dudas la decisión fue acertada y las Miniaturas… compartieron lauros con otras cuatro grabaciones no menos valiosas: Mis Anhelos (Egrem) de Omara Portuondo, Homenaje al Danzón (Produciones Colibrí), del Piquete Típico Cubano, Santiago en Carnaval (Bis Music), de varios intérpretes y Lecuona todo piano (Produciones Colibrí). Desde un sentido histórico, la figura de Eugenio Granell2 es el centro que aglutina la principal motivación del disco. Su aceptación del surrealismo está directamente ligada a la manera en que se ha tratado de concebir la experiencia musical de Miniaturas… Sin 2 A Coruña 1912- Madrid 2001. Se formó como violinista desde la más temprana edad, gracias a la educación de sus padres y vivió profesionalmente de la música hasta los cuarenta años. Con gran responsabilidad política dentro de su patria, integra el POUM –partido de filiación trotskista que denunció los excesos del estalinismo cuando pocos lo hacían en Europa. Cuando Franco y los militares golpistas ganan la guerra, Granell se exilia en el Caribe, y luego en los Estados Unidos. Fue conocido como pintor surrealista de talla internacional. André Bretón lo incluye en su exposición de 1947 en la galería Maeght de París, donde sus obras son exhibidas junto a Giacometti, Matta, Lam entre otros. 128 Boletín Música # 35, 2013 embargo, circunscribir el surrealismo a una opción puramente artística por parte de Granell, sería un error. Su actividad sobrepasa el marco autónomo del arte, para convertirse en una vocación de resistencia ante todo lo que considere injusto u opresivo sobre el hombre. Como afirma el estudioso Carlos Arias: El surrealismo, según Granell, constituye una forma de vida, en la que se procura la exaltación del ser humano, a través del amor, de la poesía y de la libertad, como claves del movimiento fijadas por André Bretón.3 Granell forma parte de esos hombres que generan espacios de cultura y que se ofrecen ellos mismos como nexo inaudito de personalidades que quizás no se habrían encontrado sin su mediación. Así sucedió durante su estancia en Santo Domingo, Guatemala, Puerto Rico y Nueva York, donde frecuenta los circuitos élite de la intelectualidad del momento y los conecta con Latinoamérica —la experiencia cultural indígena, o su posición frente a la dictadura de Trujillo, entre otras problemáticas—, los derroteros del comunismo internacional —que no pocos problemas le trajo—, además de manifestar su postura frente a la dolorosa circunstancia española. Ello unido a su afición a la archivística, convierten su conjunto de objetos, libros y pinturas en un fondo cultural de interés internacional. Su relación con Cuba pasa a través de las personalidades que frecuenta o de aquellas con que comparte proyectos culturales comunes. Granell fue cofundador, junto con el chileno Alberto Baeza Flores, de La Poesía Sorprendida en 1943, importante publicación americana, donde comparte colaboraciones con José Lezama Lima. Además, fue muy amigo de otro poeta cubano, Juan Breá, quien junto con Mary Low escribió, entre otros libros, Red Spanish Notebook que, en 1979, fue publicado por City Lights Books en San Francisco con una introducción de Granell. Breá y Low lucharon en España con el POUM, el partido al que pertenecía Granell. Elogia la pintura de Eduardo Abela en una de sus etapas más pródigas después de su encuentro con la libertad surrealista. Con palabras de crítico de arte –profesión que también ejerció junto con la de crítico musical- Granell declaraba: «Pinta ahora Abela en una fase suprema de su magnífica, opulenta, varia producción. Pinta ángeles de humo esfumándose en cielos de nubes gaseosas; pinta caballos de fuego galopando sobre mares de ceniza […] Entrando en un amplio panorama surrealista nuevo… Abela pinta seres en los cuales se realiza el milagro de espiritualizarse la materia —sean gentes, animales o cosas»4 Un encuentro determinante en su elección por la pintura cuando ya se encontraba en Santo Domingo, fue el contacto con el pintor cubano Wifredo Lam. Aunque se conocieron en Madrid cuando ambos eran estudiantes, Lam de pintura y Granell de música, se encontraron nuevamente en 4 3 Carlos Arias: Eugenio Granell. Biografía. Xunta de Galicia, 2005. Boletín Música # 35, 2013 129 Tomado del catálogo El Estudio y los amigos de Granell. Donde a su vez se cita: Eugenio F. Granell, Arte y artistas en Guatemala, Guatemala, 1949. 1941 en República Dominicana cuando Lam llega con André Bretón. Desde ese momento intercambian cartas, objetos y una recíproca admiración. También como crítico de arte escribirá del cubano: «El surrealismo alcanza en Lam una de sus más elevadas cimas, a la par que una de sus legítimas aspiraciones. Esa misteriosa conjunción de lo mágico y de lo real, de lo material y lo intangible, de lo presentido y lo confirmado, de lo soñado y lo vivido…. Mundo insospechado en el cual se ve que la luna es un ciervo volante, y se asiste a las Bodas químicas, y se escucha el grito del Pájaro Rok, y se presenta con asombroso desfile —maravilloso de terror y amor poético— de los más angélicodemoniacos seres antillanos (deslumbrantes, deslumbrados), vistos hasta hoy».5 El surrealismo para Granell se fundamenta en la experiencia liberadora que podemos establecer entre nosotros y el mundo, sin instaurar separaciones mecánicas entre mundo del arte, mundo de la política, o mundo de relaciones o interconexiones personales. Se trata de la búsqueda experimental de una libertad positiva, no exenta de instinto anárquico, donde la experiencia de la ruptura se nos presenta como misterio genésico que convierte a la obra en las primicias de una sociedad libre. La obra es el primer fragmento de realidad transformada, en otras palabras, es la primera en violar las leyes impuestas por la vigilia. Rompe con el mito de la autonomía de un arte hecho para espacios y lugares de excepción. Está destinada al hombre y el centro de su pregunta es la Libertad. De ahí que uno de los modos de enfatizar esta posible relación entre creación artística y libertad, es trabajando en el carácter lúdico propio de lo artístico. Para los pintores surrealistas el método fue denominado por Bretón automatismo 5 Granell, Eugenio: La Nación, Santo Domingo, 1946. psíquico puro, en el primer manifiesto surrealista de 1924. A ese espacio entre la vigilia y el sueño, la superrealidad, puede llegarse hoy desde dos posturas semejantes, pero que se desenvuelven en direcciones contrapuestas. Por un lado, la experiencia epitelial de sensaciones caóticas, sin origen ni causa explicativa, donde se suspende todo juicio de valor, moral o de cualquier otra índole, y que por tanto, desarrolla la libertad del hombre en un plano de indeterminación casi fantástico: todo posible para todos en esa frontera invisible. Por otra parte, está la concepción de la libertad como movimiento de signos que permite sentidos inimaginables, encuentros fortuitos destinados a activar la capacidad de asombro, la risa; provocando una verdadera irrupción en las leyes opresivas de la vigilia en la forma del desacato y lo absurdo. Aquí el riesgo está entre la locura y la cárcel. Granell evadió por la fuga la prisión real y pasó su vida evadiendo las posibles prisiones a que lo condenó el exilio. La vida/la obra se transforman en un puzzle sin norte o sur preestablecido. Entonces, las anotaciones musicales de Granell, sus miniaturas, podrían entenderse como fragmentos puestos en claro, desde donde es capaz de surgir una música de sensaciones encontradas. II «Del mismo modo que otras actividades como la cocina o la herrería suponen una transformación de la materia en una nueva realidad, la música, aunque de manera intangible, permite simbolizar la existencia de manera amplia, en función de las sensaciones experimentadas por el subconsciente […] Entonces, para mí, en un momento determinado el sonido es verde, la mariposa canta, el naranja sabe y las teclas del piano son pétalos del tronco de un árbol».6 6 Hernández, Sonsoles. A propósito de Granell: conversación con Alejandro Vargas. aCentralFolque, Centro Galego da Música Popular. Santiago de Compos- 130 Boletín Música # 35, 2013 El resultado fonográfico prueba que la decisión de escoger a Alejandro Vargas para recrear las melodías de Granell fue acertada. Pianista y compositor de profesión, se dio a conocer en Cuba hace poco más de diez años, como uno de los jóvenes talentos del jazz. Ganador en otras ocasiones de importantes premios nacionales, su filiación jazzística no se reduce a un virtuosismo circense y espectacular, sino que sin dejar de apoyarse en las vertientes tradicionales del medio, persigue ampliar la experiencia a través de terrenos limítrofes a lo tradicionalmente considerado como música. De manera tal que la libertad que hemos señalado propia del surrealismo, en Miniaturas…, se reviste de la investigación de sensaciones sonoras que entretejen arquetipos tradicionales y otras formas de comunicar sentidos: «Lo que estoy haciendo es un acercamiento personal, sobre todo a través del concepto surrealista. Podríamos decir que aunque gran parte de las composiciones que conforman este trabajo son originales sobre originales de Granell he planeado la composición desde una posición puramente estética, apoyándome en sus apuntes al margen de todo juicio de valor para crear un nuevo objeto, más que intentando crear nuevas partes sobre ellos».7 En el disco, incluso dentro de un mismo tema, se utilizan diversas formas de experimentación y de búsqueda colectiva, coordinadas siempre por Vargas. Desde el «piano preparado» a la técnica extendida con que a veces se ejecuta la zanfona, el continuo trasvase de elementos provenientes de diversos ámbitos, tradicionales o de vanguardia, es organizado aquí atendiendo a ciertas formas de performatividad liberadora bajo el concepto general de autopoiesis. Para ampliar algunas de las ideas aquí expuestas esbozamos un breve análisis sobre el tratamiento tela, Galiza, 2012. 7 Ibídem. Boletín Música # 35, 2013 131 de las melodías originales y su utilización en el disco; las anotaciones se presentarán a partir de algunos temas del mismo. La numeración responde al orden en que son propuestos y las partituras aparecen en las páginas siguientes. 1. Soñando Lo primero que llama la atención es que Vargas cambia el sentido métrico de la frase original (anacrúsico), la secuencia armónica y los motivos rítmicos. El intervalo inicial y la tonalidad son los únicos elementos que se conservan del original. Por esto la relación que establece con el original se torna lejana y completamente caprichosa. El impulso y la repetición que se le otorga en el original a la nota (B), parecen motivo suficiente para hacer de esta un pedal, en la versión de Vargas; estableciendo así un contrapunto oblicuo, que funciona como basso ostinato que sostiene todo el tema. 3. O home amarrado tranquilo La frase armónica fluctúa entre lo convencional y lo impredecible. Pero este impredecible no acontece como escándalo o crítica al sistema. Vargas escoge todo el manuscrito obviando que la primera semi-frase (primeros dieciséis compases) está tachada, lo reproduce íntegramente (voz superior), pero introduce una segunda voz paralela que genera la fluctuación entre: tonalidad; bitonalidad de escalas relativas y bi-tonalidad de escalas lejanas. 4. Canción de berce para un bebé mecánico En este la relación que se establece entre el original y la versión tiene más cercanía pero hay cambios sustanciales. Primeramente el tema es en sol menor y la versión es en sol mayor, el original es anacrúsico y la versión ronda lo atemporal porque parece no comenzar en tiempo fuerte y cada frase está separada por grandes silencios. En un momento el vibráfono toca en la tonalidad principal, pero siguiendo la versión de la cantante. Soñando Tema original Versión de Vargas O home amarrado tranquilo Original: voz superior. Versión: voz inferior Canción de berce para un bebé mecánico Original Versión de la cantante Labrego alegre, traballando Original Versión 132 Boletín Música # 35, 2013 Galega cantado a unha pedra e unha gaita Original Versión de la cantante Versión final de Vargas 6. Labrego alegre, traballando En el sexto tema hay cambios sustanciales en la métrica y en la tonalidad, aunque sigue el diseño interválico (salto interválico y bordadura). En el original para evitar el desplazamiento del diseño interválico, al tener una métrica ternaria, Granell repite el salto interválico en el tercer tiempo del compás, generando una estructura al interior del compás (A-B-A o A-B-A’). En la versión la métrica es binaria por lo tanto la frase es completamente regular en sus alternancias (A-B). 9. Galega cantado a unha pedra e unha gaita En el tema nueve la gaita comienza improvisando en la tonalidad original del manuscrito, partiendo del contorno del mismo. La voz expone una variante transformada métricamente y tonalmente del tema original. El original esta en A-menor y la versión en fa sostenido menor. El original es ternario y la versión es binaria, comenzando anacrúsicamente. Se mantiene el diseño melódico que comienza por secuencias de grados conjuntos en la primera semi-frase y en la segunda hace secuencias por tríadas (véase original y versión de la cantante) Al final, Vargas a manera de puente para la coda, expone otra variante del tema que Boletín Música # 35, 2013 133 retorna a su tonalidad inicial y mantiene sus contornos melódicos; pero lo transforma métricamente en 5/8 (véase versión final de Vargas). III En un modo típico de exposición temática e improvisación se superponen formas aleatorias, que remiten a ambientes y objetos sonoros, a través de los cuales la obra crece en contenido simbólico. Estos apelan a asociaciones que persiguen una implicación de la memoria personal del espectador, los encuentros que suscita proceden de una posible memoria común. Las melodías de Granell juegan también con esta experiencia, fueron escritas desde una intimidad que no se propuso escapar del ámbito personal, ni perseguir una finalidad que trascienda dicho recinto. Sin embargo, de algún modo, a lo que se aspira en el disco es a crear otro ámbito donde las melodías originales pierdan su estricto sentido de mero documento histórico o biográfico, para mejor integrarse a una dinámica en la que el juego y la apropiación irreverente se asuman como un nuevo tipo de relación. Por ello, la facultad de construir espacios sonoros a través de escenas, fragmentos, Maria de Lourdes Mariño Fernández. Cuba. Licenciada en Historia del Arte, actualmente profesora de crítica en el departamento de estudios teóricos del arte del ISA. Luis Alberto Mariño Fernández. Cuba. Licenciado en composición musical en el ISA. COMENTARIOS arabescos vegetales o minúsculas formas vivas, se abre en este disco a contracorriente de metanarrativas con la capacidad de justificar, en términos estructurales, cada una de las decisiones en el orden de la composición. La libertad asociativa de tipo surrealista quizás ha sobrevivido hasta hoy, como uno de estos caminos entreverados de pasajes dispersos, donde la gracia de lo ornamental — generalmente considerada accesoria— asume la continuidad de la experiencia estética de lo cotidiano. Atravesado por los ruidos, las palabras, la violencia exaltada o las canciones de cuna, el trabajo de Alejandro Vargas sobre las ideas de Granell alude a cómo el entramado sonoro que nos acompaña diariamente, con sutiles variaciones, puede convertirse en música. Ecos del 17º congreso IASPM, Gijón, 2013 Laura Jordán y Javier Rodríguez «Puente sobre aguas turbulentas», traducción literal del título de la canción popularizada por Simon & Garfunkel, fue el rótulo bajo el cual se congregó la decimoséptima edición del congreso bienal de la International Association for the Study of Popular Music (IASPM), realizada en el mes de junio, bajo el alero de la Universidad de Oviedo en la ciudad española de Gijón. Dicho título, según la convocatoria, «toma la triple metáfora del puente, que sugiere encuentros y comunicación; la turbulencia, que indica tensión y luchas de poder; y el agua, que alude a flujos y viajes, como suelo fértil» para el desarrollo de cinco ejes temáticos, a saber: «Yesterdays» [Ayeres] – Música popular urbana hasta 1950; «Under the bridge» [Debajo del puente] – Música popular en los márgenes; «Rivers of Babylon» [Ríos de Babilonia] – Copyright, tecnología y creatividad; «Build a Bridge» [Construir un puente] – Músicas populares, colectividades y movimientos sociales; y «Sail Away» [Navega] – Ciudades, mar, viaje, lugar y espacio. El evento contó con la participación de alrededor de trescientos investigadores de todo el mundo, un número sin precedentes, agrupados en sesenta y ocho mesas paralelas y cinco plenarias, que acogieron pro134 Boletín Música # 35, 2013 puestas en inglés y en español. Si bien escasas, se destacaron algunas presentaciones desplegadas en forma bilingüe, tendientes a integrar las audiencias; aunque predominó un efecto de segregación lingüística que se ha identificado posteriormente como desafío a enfrentar en los próximos congresos. Un aspecto de innovación de esta edición fue la incorporación del formato de póster, incluyéndose a la programación una treintena de presentaciones en papel, dispuestas en paneles de exhibición al interior del edificio Laboral, Ciudad de la Cultura. A pesar de los esfuerzos, estas presentaciones en póster no lograron cumplir a cabalidad el rol de comunicación y extensión científica previsto, principalmente por la poca visibilidad y corta duración de la actividad, que ocupan escasas dos horas, tiempo a todas luces insuficiente. Asimismo, la programación de cuatro video-documentales fue un elemento interesante que aportó en diversificar la formas de acercamiento a la investigación musical. PRESENCIA LATINOAMERICANA Las exposiciones de investigadores latinoamericanos se centraron en el estudio de la música popular, con especial vinculación a los procesos políticos locales y globales, los cuales fueron abordados principalmente desde la perspectiva histórica y sociológica. Tres fueron los formatos disponibles utilizados por lo participantes latinoamericanos: video documental, póster y exposición oral. Respecto a los dos primeros, el tango fue abordado en tres ocasiones. Dos de las películas programadas, en efecto, trataron sobre este género musical en Chile e Italia, respectivamente. La primera, Buenos Aires por la capital. Tanguerías en Santiago de Chile (1960 – 2010), fue exhibida por Eileen Karmy, coautora junto a Cristian Molina y Javier Rodríguez; mientras que la segunda, titulada Non morirà mai: el tango italiano en cuatro movimientos, se trató de una versión Boletín Música # 35, 2013 135 subtitulada al español de la película italiana, preparada y presentada por Enrique Cámara. El mismo autor innovó también con un póster sobre problemáticas metodológicas para el estudio del propio género, basado a su vez en un texto previamente publicado.1 En cuanto al formato tradicional de exposición oral, temas de la América Latina integraron tanto las mesas paralelas como las sesiones plenarias. Sobre las primeras, cabe destacar la presencia de dos mesas netamente latinoamericanas que, concebidas como paneles de discusión, se ocuparon de los vínculos entre prácticas culturales y el Estado. Así, una de ellas estuvo dedicada a pensar las actividades y las políticas culturales institucionales durante el siglo XX en la América Latina. En ésta, a modo de ejemplo, Luis Alejandro Villanueva Hernández problematizó el papel de los festivales y eventos organizados desde el Estado para la revitalización de tradiciones indígenas, poniendo en relieve —en cambio— los mecanismos desarrollados de manera continua por los propios pueblos, según es el caso de Puebla, México. Por su parte, Illa Carrillo examinó ciertas políticas públicas implementadas en la Argentina kirshnerista, enfatizando tanto las instituciones y disposiciones legales desplegadas como las acciones comunitarias de los agentes del campo artístico. El caso de Uruguay fue analizado por Marita Fornaro en torno al tratamiento del acervo patrimonial nacional por parte de investigadores universitarios y de instancias gubernamentales, desde los años treinta hasta la actualidad. La segunda propuesta de panel, titulada «Procesos de hibridación y circuitos alternativos de circulación en la música popular argentina a partir de la apertura democrática», integrada por Elina Viviana Goldsack, Hernán Darío Pérez y María Inés López, se concentró en el caso específico de dicho país 1 Enrique Cámara: «La integración de enfoques metodológicos en el estudio del tango italiano», 2011. en los años ochenta a través del análisis de los componentes, las estructuras sonoras y el desarrollo de lenguajes musicales, incorporando también una reflexión sobre los circuitos de difusión y la producción de discursos por parte de sus protagonistas. Cada una de las cinco jornadas en que se extendió el congreso contempló una sesión plenaria en la que se pretendía agrupar una variedad de temáticas, disciplinas, estilos musicales y áreas geográficas. Al interior de éstas, se presentaron solamente dos investigaciones relacionadas con Latinoamérica. En «Resisting climate change: the globalisation of Andean water ceremonias»; Barbara Bradby analizó la relación de la Danza de Tijeras de Los Andes, las concepciones locales sobre el agua y las estrategias globales para enfrentar el problema de la sequía y el cambio climático. Por otra parte, Pablo Alabarces llevó el concurrido tema de la cumbia a la palestra principal, discutiendo en particular ciertas dinámicas de apropiación de clase en la cumbia argentina, estrategias tales como el blanqueamiento y la estilización de este género de fuerte raigambre popular. A propósito de la cumbia, Eileen Karmy en «La cumbia navega por los mares, baja del altiplano y se baila en Nueva York» reflexionó sobre el rol del conjunto Chicha Libre en el proceso de transnacionalización de la cumbia chicha en Perú, que desde una situación inicial de marginalidad social se inserta en el mercado musical latino de los Estados Unidos, propiciando una apertura estética del género. El desplazamiento estético de géneros musicales antes marginales fue también la preocupación de Deborah Pacini, quien en «Dominican Bachata on the Global Stage» analizó la inserción de la bachata en la escena neoyorkina y el rol que le cabe al conjunto Aventura en la síntesis de una nueva sonoridad que, bajo la influencia del hip hop y el R&B, alcanza una dimensión global. Las representaciones sociales de música popular mexicana tuvo una importante pre- sencia, mediante las ponencias de Alejandro L. Madrid y María Luisa de la Garza. El primero en «Danzón, Nostalgia, and Masculinity on the Mexican Dance Floor» reflexionó sobre el rol de los Pachucos, grupos de baile presentes en Ciudad de México, Veracruz y Monterrey. Utilizando el concepto de «musical personae» de Philip Auslander, el autor puso en cuestión ciertos valores históricos de masculinidad al interior del proyecto de construcción de la Nación, representaciones que si bien sustentan el danzón de los Pachucos serían, sobre todo, una manera de poner en entredicho las desigualdades de género de la sociedad mexicana actual. Por su parte, María Luisa de la Garza en «Razones de valoración y estigma del polémico corrido en el sur de México», se sirvió de resultados de encuesta para reflexionar sobre la aceptación y expansión del corrido dentro de los jóvenes de la región de Chiapas y la distancia de las representaciones oficiales que califican esta música como nociva para la sociedad. Aún en el ámbito de las ponencias individuales, no parece casual que una de las áreas de mayor atención por parte de los latinoamericanos haya sido la actualización de los conocimientos sobre Nueva Canción, rock y dictadura, triada que encontró en paralelo una preocupación afín de parte de ciertos colegas españoles, quienes reflexionaron sobre el franquismo y distintas vertientes de música popular. Al respecto, especial cabida tuvieron las teorías de análisis del discurso del lingüista Teun van Dijk (1997). Así, María Inés García y Emilia Greco se abocaron a descifrar la red de significaciones ideológicas detrás de la producción discográfica «Testimonial del Nuevo Canciones» de Oscar Matus y Armando Tejada Gómez, en especial la capacidad de dicha música —en cuanto contenido socialmente valido— en la reproducción del poder social. De manera similar, Mirta González Barroso analizó la producción musical de María Elena Walsh, centrándose en el texto y contexto cultural que materia136 Boletín Música # 35, 2013 lizan su cancionero. Por su parte, Javier Rodríguez reflexionó sobre el proceso de mundialización que la Nueva Canción Chilena experimenta en el exilio durante la dictadura militar, poniendo énfasis en la apertura estética e ideológica que permite a conjuntos tales como Inti-Illimani y Quilapayún insertarse comercialmente al interior del mercado de las «músicas del mundo» en Europa. Desde un contexto histórico similar, por su parte, Martin Farías incorporó el punk al debate sobre la música durante la última dictadura en Chile, género atípico respecto a los patrones sonoros de la resistencia practicados hasta entonces, más asociados a la corriente de la nueva canción. El punk, entonces, como «presencia incomoda», pondría en escena una serie de valoraciones estéticas que develan un viejo antagonismo entre el rock y los movimientos musicales ligados a la izquierda en Chile. Ahora bien, a diferencia del contexto chileno, el rock y el black/death metal en Brasil se presentaron como géneros con un fuerte contenido identitario. Así, Beatriz Cyrino y Rafael Dos Santos reflexionaron sobre el carácter internacional que adopta el rock brasileño como movimiento contracultural, a partir del endurecimiento de la represión y la censura de la dictadura militar en los años setenta. A su vez, Claudia Azevedo utilizó la teoría de géneros musicales de Franco Fabbri2 para analizar el contenido estético de la producción musical de black/death metal en Rio de Janeiro, el cual si bien sigue patrones transnacionales característicos del género, encuentra en el contexto social de inequidad y violencia un particular catalizador identitario y ético. Finalmente, Laura Jordán y Claudia Rolando reflexionaron sobre la práctica vocal al interior de contextos musicales diferentes. Así, Jordán, en coautoría con Serge Lacasse, exploró textos del debate musical, musicológico y médico respecto al falsete, revelando 2 Franco Fabbri: «A theory of musical genres: two applications», 1981. Boletín Música # 35, 2013 137 una serie de connotaciones de otredad asociadas a dicha forma de producción vocal, como son la de una pretendida cualidad «femenina», «queer», «afroamericana», etc. Por su parte, Rolando se abocó a descifrar el rol que juega la migración, como experiencia de aprendizaje, en la constitución actual de la técnica vocal en el jazz andaluz. COMENTARIO FINAL La edición más reciente del congreso IASPM plantea una reflexión importante respecto a la producción de conocimiento sobre procesos y prácticas musicales desde Latinoamérica. Si bien reconocemos que la dinámica inherente al formato de presentación oral no permite una reflexión de gran profundidad, nos parece cuestionable el que repetidas veces se privilegie el anecdotario por sobre un análisis de procesos. Luego, se nos plantea como desafío para congresos posteriores la articulación de un corpus conceptual más apegado a las dinámicas propias del hacer musical local. La cuestión central, estimamos, es poner en entredicho la pertinencia de ciertas conceptualizaciones anacrónicas o estrechas, por de pronto la utilización de conceptos como el de popular music,3 para la caracterización de fenómenos sonoros situados. No se trata tanto de resarcirse de teorías propias a la musicología anglosajona —en un intento de descolonización epistemológica tal como lo piensa Walter Mignolo— sino más bien de sopesar la historicidad de cada concepto, lo que implica comprender su trama ideológica y política, esto, con el fin de volver más verosímiles los resultados de la investigación musical en Latinoamérica. Referencias: Cámara, Enrique: «La integración de enfoques metodológicos en el estudio del tango italiano», en Diana Fernández Calvo 3 Laura Jordán y Douglas Smith: «How Did Popular Music Come to Mean Música Popular?», 2011. (ed.): Investigación musicológica: cinco estudios de caso, Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2011, pp. 15-54. Fabbri, Franco: «A theory of musical genres: two applications», en David Horn y Philip Tagg (ed.): Göteborg and Exeter: International Association for the Study of Popular Music, 1981, pp. 52-81. Jordan, Laura y Douglas Smith: «How Did Popular Music Come to Mean Música Popular?», Journal of the International Association for study of Popular Music, vol.2, no.1-2, 2011, pp. 19-33. Van Dijk, Teun A: Discourse as social interaction, Londres, Sage, 1997. Documentales: Cámara, Enrique: Non morirà mai: el tango italiano en cuatro movimientos. Karmy, Eileen, Cristian Molina y Javier Rodríguez: Buenos Aires por la capital. Tanguerías en Santiago de Chile (1960 – 2010). Ponencias mencionadas: Alabarces, Pablo: «‘Cumbia, nena’: etnia, género y clase en la Argentina». Azevedo, Claudia: »In the shadows of the solar aura – the Recording Production of black/death metal bands of Rio de Janeiro». Bradby, Barbara: «Resisting climate change: the globalisation of Andean water ceremonies». Carrillo, Illa: «Música y políticas culturales en la Argentina del siglo XXI». Darío, Hernán: «Lenguajes influyentes en las nuevas expresiones musicales de Argentina a partir de 1980». De la Garza, María Luisa: «Razones de valoración y estigma del polémico corrido en el sur de México». Cyrino, María Beatriz y Rafael Dos Santos: «The articulation of Brazilian international identity: Rock and the counterculture in Brazilian popular music of the 70s». Farías, Martín: «¡Odio! El punk en Chile durante la (más reciente) dictadura militar». Fornaro, Marita: «Políticas públicas y patrimonio musical en el Uruguay del siglo XXI». García, María Inés y Emilia Greco: «Testimonial del Nuevo Cancionero. Un análisis crítico de la producción discográfica como discurso social». Goldsack, Elina Viviana: «Nuevos lenguajes musicales en la restitución de la democracia argentina. Dos estudios de caso». González, Mirta: «Cambio social, nueva canción y repertorio infantil: María Elena Walsh en la música argentina de los sesenta». Karmy, Eileen: «La cumbia navega por los mares, baja del altiplano y se baila en Nueva York». López, María Inés: «Los músicos independientes argentinos se organizan: cooperativas y circuitos de difusión en los ‘80». Madrid, Alejandro L.: «Danzón, Nostalgia, and Masculinity on the Mexican Dance Floor». Pacini, Deborah: «Dominican Bachata on the Global Stage». Rodríguez, Javier: «Mundialización de la música popular chilena en el exilio en Europa». Villanueva, Luis Alejandro: «Las prácticas musicales indígenas en el ámbito urbano: continuidad, innovación y políticas culturales contemporáneas en Puebla (México)». Laura Jordán. Chile. Musicóloga. Estudiante del Doctorado en Musicología, Université Laval, Quebec, Canadá. Javier Rodríguez. Chile. Musicólogo. Estudiante del Doctorado en Musicología, Université ParisSorbonne IV, Francia. 138 Boletín Música # 35, 2013 COMENTARIOS El Primer Encuentro de Jóvenes Pianistas, un evento para multiplicar Indira Marrero. Manos mágicas recorrieron los pianos de la Sala Cervantes del Palacio de los Matrimonios de Prado —antiguo Casino Español— y de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís durante el Primer Encuentro de Jóvenes Pianistas, que ha sesionado desde el pasado 25 de mayo hasta el 9 de junio de 2013. La mención en la historiografía musical cubana de nombres como Ignacio Cervantes, Manuel Saumell, Nicolás Ruiz Espadero, Pablo Desvernine, Fernando y Cecilia Arizti son suficientes para respaldar que el piano, los pianistas y la literatura musical para este instrumento adquieren gran importancia en los albores habaneros del siglo XIX. También lo reafirma Serafín Ramírez, en La Habana artística cuando, en 1891, comenta que «¿quién no toca el piano aunque no sea más que como honesto pasatiempo? Su estudio ha llegado a ser hoy una especie de compromiso o deber social al cual nos creemos dulcemente obligados; una especie de tributo que cada familia ha de pagar». Este Encuentro de Jóvenes Pianistas ha venido a hacer, un siglo y tanto después, una continuidad de ese «compromiso» en nuestro presente. Es obra del cubano Salomón Boletín Música # 35, 2013 139 Gadles Mikowsky, profesor de piano de la Manhattan School of Music de Nueva York (MSM), de conjunto con la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas y la Dirección de Gestión Cultural. Son precisamente estas instituciones las encargadas de entender el valor patrimonial que posee esta tradición pianística decimonónica cubana y que dialoga perfectamente con el objetivo fundamental de la Oficina vinculado a la restauración de, como dijera su máximo gestor Eusebio Leal, la ciudad antigua. Entonces, rescatar y difundir el arte musical se convierte en premisa constante para esos embajadores de buena voluntad. Durante dieciséis sesiones los habaneros y los visitantes a la ciudad por esos días, pudieron gozar de los mejores intérpretes de China, Corea del Sur, Rusia, España, los Estados Unidos, Egipto y la mayor representatividad de Cuba. Los instrumentistas extranjeros respondieron a las doctrinas del ya mencionado maestro Salomón Mikowsky; en su gran mayoría jóvenes que han sido laureados en los concursos de piano internacionales más importantes del mundo. Los repertorios que se escuharon fueron de lo más variado de la literatura pianística, con un criterio inteligente y cuidadoso en la confección de los programas de cada uno de los conciertos para evitar repeticiones de obras entre uno y otro. Es necesario destacar que los asistentes al evento pudieron transitar por todos los estilos: barroco, clásico, una gran representación del romanticismo, —precisamente por el auge que adquiere la literatura pianística en la Europa del siglo XIX—, incluyendo la, casi nunca interpretada, música contemporánea. Sin embargo, en cuanto a la repartición geográfica de las obras expuestas, la música latinoamericana, tal vez, no estuvo representada al mismo nivel que la europea, continuándose la constante supremacía de la música del otro lado del océano sobre la nuestra. El público asistente fue constante, las caras se repetían día a día. Al evento lo acompañó desde su tercera jornada y hasta casi el cierre una lluvia típica de los mayos cubanos. Esto no atemorizó a los amantes del piano, que con ropas mojadas, con sombrillas abiertas por los laterales de la sala, demostraron su gusto por la buena música. No obstante, cabe notar la poca presencia de estudiantes de piano de las escuelas de música de la capital en conciertos que no se ven por aquí todos los días, con repertorios que, por su dificultad técnica, y expresiva, son poco escuchados en vivo. La calidad de los intérpretes fue aplastante, impresionante y creo que queda todavía pendiente al español un adjetivo capaz de encerrar la genialidad, calidad y emotividad de cada uno de los conciertos. Tal fue el caso de la interpretación madura y virtuosa de la joven pianista china, de tan solo quince años, Wenqiao Jiang, quien nos deleitó, en la primera sesión, con obras de Liszt, Bártok, Granados, Menotti y Chopin. En su segunda jornada, Wenqiao se atrevió a «bailar en casa del trompo», pues tocó la integral de las Danzas para piano de Ignacio Cervantes, acompañada por la cubana Willany Darias en aquellas a cuatro manos, así como las Danzas afrocubanas de Ernesto Lecuona. Hay que resaltar su valor de interpretar lo que en muchos años en Cuba ningún nativo había hecho en solitario a pesar de la larga historia pianística que tenemos y en la cual Cervantes y Lecuona son, sin dudas, actores imprescindibles. En este sentido, se impone una reflexión en torno a la conciencia por crear en los músicos cubanos la necesidad e importancia de la conservación y difusión de nuestro patrimonio musical, que no es más que nuestras tradiciones, memorias, historias y constructos sobre los que se cimenta la música contemporánea cubana de hoy. Entre los pianistas extranjeros también subieron a escena la bielorrusa Alexandra Beliakovich que impresionó con obras de Debussy, Liszt, Prokofiev, Rachamaninov y Stravinsky por sus contrastes entre fuerza y dulzura. Gustavo Díaz-Jerez, pianista español, regaló al público cubano —tal vez por vez primera en la Isla— la integral de la obra Iberia de Isaac Albéniz. Definitivamente con una acertada selección de su programa, pues su interpretación denotó un conocimiento profundo de las entonaciones folklóricas de su tierra. Hay que destacar la impresionante interpretación del Aria y 30 variaciones de Johann Sebastian Bach por la norteamericana Simone Dinnerstein, quien con un toque propio para un clave, pero en un Steinway, no dejó respirar al público que oyó atento hasta el silencio que se escuchó en la sala después de la última nota. Precedida por una Suite Francesa del propio compositor del barroco alemán, Dinerstein resultó ser de lo más aplaudido e impresionante de todo el evento con una claridad de líneas, sencillez en el toque, sensibilidad y concentración sin límites. Khowoon Kim y Yuan Sheng, fueron los siguientes aplaudidos. La primera, joven pianista coreana se destacó con obras de Liszt, Bolcom y Granados, siendo su «plato fuerte», la integral de los Cuadros de una exposición de Mussorgski, que a manera de suite, repasa diez pinturas de Hartmann, artista ruso y amigo del compositor, que son conectados con una especie de leit motiv al que el autor denominó Promenade. Sheng, por su parte, pianista chino, ganador del primer premio en el Concurso Ignacio Cervantes en el año 2000, interpretó con gran virtuosismo los Veinticuatro preludios, op. 28 de Chopin, así como obras de Debussy, Moszkowski y del compositor cubano Ernesto Lecuona. Para deleitar a los asiduos a este evento, llegó la interpretación del ruso Alexandre Moutouzkine, la cual resultó todo un perfomance. Se destacó en técnica, lirismo, 140 Boletín Música # 35, 2013 expresividad, carácter, así como en la transición que logró entre cada una de las piezas, un Estudio-Fantasía de John Corigliano, una Sonata de Beethoven, un estudio de Juan Piñera y Doce estudios op. 25 de Chopin. El estreno en Cuba de un ciclo de obras del importante compositor norteamericano ya mencionado, John Corigliano (Nueva York, 1938), recuerda en sus títulos: «Para la mano izquierda sola», «Legato», «Quintas a terceras», «Ornamentos», «Melodía», los estudios de concierto que sirven para resolver dificultades técnicas sin perder la expresividad pero articulados con un lenguaje contemporáneo y con un despliegue de virtuosismo, sobre todo de la mano izquierda que no dejó de sonar ni la última nota del piano. Sus «propinas» al público —como denominaba Mikowsky a las obras que los pianistas regalaban a los oyentes fuera de programa— fueron transcripciones propias, sorprendentes. Así, lo que más impresiona es el detalle de haber sido escritas a la temprana edad de trece años; recreaciones de obras como El Cisne de Saint-Saëns y la Polka de Rachmaninov. Otras de las propuestas de Mikowsky fue la joven china Ruiqi Fang, quien se presentó con el Carnaval, op. 9 de Robert Schumann, colección de veintidós piezas cortas que representan a los personajes del carnaval y de extremadas dificultades técnicas, expresivas y dramatúrgicas. También se destacó el estreno en Cuba de la Sequenza IV del compositor norteamericano Luciano Berio, donde el lirismo no tuvo cabida, pero significó la escucha de la música del siglo XX más árida, necesaria para el contexto cubano que tan desprovisto está de regulares audiciones de esta índole. Waek Farouk, el egipcio de poco más de treinta años dejó, literalmente, boquiabierto a todos sus espectadores. Es un excelente ejemplo de lo que es capaz de hacer un ser humano cuando se propone algo, donde, a veces, ni la naturaleza logra colocar obstácuBoletín Música # 35, 2013 141 los lo suficientemente sólidos para desviar una decisión tomada. Sus manos pequeñas, las cuales hacen grandes esfuerzos para conseguir la expansión necesaria hasta alcanzar una octava, no fueron obstáculos para regalar a un Rachmaninov con toda su amplitud de dificultades técnicas y con una belleza y musicalidad sin precedentes. De propina, ha obsequiado a los embelesados que no querían abandonar la sala, un melódico y sentimental Glinka como pocos han logrado alcanzar. Tatiana Tessman, la última extranjera que mostró su arte y formada, primero en la escuela rusa de piano, y luego bajo las doctrinas de Mikowsky interpretó obras de Szymanowski, Chopin y se destacó en la Sonata No. 8 en si bemol mayor, op. 84 de Prokofiev, en la que, involucrada con los códigos del compositor a través del gran cellista Mstislav Rostropovich, amigo del autor y maestro de Tessman, se mostró muy desenvuelta con las dificultades técnicas e interpretativas de la obra. He querido dejar a la representación cubana para el final, precisamente por la importancia que tienen: son nuestros jóvenes pianistas. La primera cubana que subió al escenario fue Willanny Darias, quien desde hace tres años es alumna de Mikowsky. La joven pianista de tan solo veinte años, dio señales de su prometedor futuro destacándose su interpretación de importantes compositores de los siglos XX y XXI como Bártok, Olivier Messiaen, George Perle y la cubana Tania León. En todos los casos el piano abrió su espectro a un lenguaje contemporáneo, aunque con la obra de León, Darias tuvo que explorar otros recursos del instrumento como la pulsación de las cuerdas. Los siguientes fueron Daniel Rodríguez, de diecinueve años y Liana Fernández, pianista consagrada y formada bajo las doctrinas del maestro Frank Fernández. El primero en su interpretación demostró una excelente técnica en Beethoven, Bach, Chopin y Bár- tok. Por su parte, Fernández puso a consideración del público una propuesta diferente, donde hay que destacar la música latinoamericana y cubana que interpretó, siendo junto a Harold López-Nussa los únicos en representar la música de nuestra América. En obras de Ernán López-Nussa, José María Vitier, Luis Antonio Calvo, Alberto Ginastera, Carlos Guastavino y el propio Frank Fernández, Liana mostró una gran musicalidad en sus interpretaciones. En lugar del coreano Youngho Kim, que no pudo asistir al evento, subieron a la escena de la Basílica Fidel Leal y Víctor Díaz, dos estudiantes de último año de piano del Instituto Superior de Arte y discípulos del maestro cubano Ulises Hernández. En la primera parte del concierto, Leal interpretó, por primera vez, la integral de los Diez Bocetos para piano de Leo Brouwer, inspirados en grandes pintores de la paleta cubana de la talla de Milián, Portocarrero, Nelson Domínguez, Acosta León, Choco, Mendive, Cabrera Moreno, Fabelo, Carlos Enríquez y Raúl Martínez. Por su parte, Díaz propuso la Sonata en si menor de Franz Liszt, obra de grandes dificultades técnicas e interpretativas que el joven pianista asumió con mucha madurez. La coda de este gran concierto que significó el Encuentro fue, como decimos los cubanos, con broche de oro. A cargo de Aldo López-Gavilán y Harold López-Nussa, la clausura del evento estuvo colmada de espectadores y resultó ser una combinación de fuerza, virtuosismo y expresividad. Autorías e interpretaciones se entrecruzaron en una profunda camaradería; es decir, LópezGavilán interpretó una obra de López-Nussa y viceversa, en especies de coautorías, pues en ambas la improvisación jugó un papel fundamental. En la primera parte del concierto y como obra «clásica» Aldo López-Gavilán interpretó Cuadros de una exposición de Modest Mussorsky, con gran claridad de la línea dramatúrgica de la obra fue de lo más im- presionante y cada título, dígase cuadro, fue descifrado a través de la música. La Sonata No.1 de Alberto Ginastera fue la propuesta en estos códigos de Harold López-Nussa, donde la temporalidad de cada movimiento del género establecidos por Haydn, Mozart y Beethoven quedó invertida, pero en una interpretación consciente fue decodificada bajo nuevos criterios contemporáneos. Su propuesta fue un concierto a media voz donde, de vez en cuando, se escuchaba su canto tras la belleza de su toque. Este concierto resultó, en general, un buen ejemplo de lo difusas que se convierten las líneas cuando se habla de música «popular» o «clásica». En este sentido «echan» mano de los géneros más populares de la música cubana a través de las obras interpretadas y compuestas por los protagonistas de esta escena que incluso, desde códigos académicos, utilizaron lenguajes afrocubanos y de un género tan «popular» como la timba. De igual forma se manejaron dos discursos aparentemente opuestos: el internacional y el cubano, en una especie de armonía y en un lenguaje que el público pudo traducir y devolver a través de sus gritos de ¡Bravo! Con nuestros representantes en un evento de esta magnitud, por donde pasaron de lo mejor que está dando el mundo en cuanto a pianistas se refiere, la comparación se impone. La escuela cubana de piano de la segunda mitad del siglo XX ha sido reconocida en los escenarios internacionales más importantes: Frank Fernández fue el primer pianista cubano que ejecutara un concierto en la Gran Sala del Conservatorio Tchaikowsky y Jorge Luis Prats, ganó, en 1977, el Concurso Marguerite Long-Jacques Thibaud de París, por solo citar dos ejemplos. Sin embargo, cuando aparecen en la escena habanera eventos como estos que instan a reflexionar sobre la salud de la escuela cubana del piano, hay que pensar que el mundo avanza de prisa y no podemos quedarnos a vivir de la historia. Es imprescindible seguir labrando el 142 Boletín Música # 35, 2013 COMENTARIOS camino para mantener el prestigio y el nivel que otros han alcanzado y que tributan a la escuela cubana como una de las más importantes en la América Latina. Esta es la razón por la cual las instituciones cubanas no pueden permitir que eventos como estos se extingan, por el contrario, es necesario que se diversifiquen en todos los sentidos posibles, pues el Encuentro de Jóvenes Pianistas viene a significar, hoy, el mejor de los termómetros para nuestra inserción en el discurso pianístico mundial. ColArte café en Cuba Viviana Reina Jorrín Indira Marrero. Cuba. Musicóloga del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas. Boletín Música # 35, 2013 143 En este estadío de la historia humana, paradigmas inmutables han sido derrumbados, mientras otros nacen cada vez más sorprendentes. El paradigma latinoamericano se ha constituido en un referente inestimable para cualquier creador y consumidor contemporáneo de la cultura artística literaria. Sin embargo, son muchos los del propio patio que desconocen o no reconocen en todo su valor los aportes y las obras modélicas que se han gestado en nuestro continente y en la región caribeña. Propuestas culturales que no sólo recogen la historia, la vida y los sentimientos de sus hombres y mujeres, sino que se proyectan hacia el futuro de sus luchas y sus anhelos. La preocupación por la espiritualidad humana obliga a encontrar soluciones que contrarresten las crisis y los desencuentros; a buscar variantes que ayuden a elevar la convicción del hombre sobre sí mismo, de su capacidad de imponerse y lograr sus objetivos. En estos caminos están siempre el arte y la literatura, y en ellos se inserta la colombiana Fundación ColArte café. Creada en el año 2009, esta entidad, sin ánimo de lucro, tiene como interés propiciar la difusión y el conocimiento sobre la creación latinoamericana, constitutiva de una buena parte del patrimonio cultural de la región. Apuesta por un concepto abierto de su intercambio, promoción y preservación, pues reconoce que, al salvaguardarse la cultura, se incrementa el bienestar humano. La Fundación aspira establecer un diálogo entre diversos caminos del arte, con una visión multi e interdisciplinaria, aunque la música ocupa un espacio primordial en su estrategia. Preocupada por la abrumadora distancia que, por lo general, separa al hombre común de la tradicionalmente concebida como música de concierto, obliga al artista a encontrar caminos que permitan sortear estos obstáculos. Por esta causa, la entidad focaliza su atención hacia el vínculo entre la literatura y el mundo de las melodías, como una manera de tornarlas asequibles para el público no entrenado, sobre todo en sus expresiones contemporáneas, como también aspira a promover el conocimiento y disfrute de la música propia de la región y de sus compositores, con lo que espera profundizar el sentido de pertenencia ante fenómenos artísticos que le atañen a estos perceptores. El ámbito latinoamericano tiene así un papel fundamental en este proyecto, por lo que su literatura y su música se vuelven imprescindibles para alcanzar el propósito cultural que se plantea. La intención de esta Fundación se corresponde con una de las prioridades que ha tenido siempre la Revolución cubana: elevar y fortalecer las raíces culturales que identifican a su pueblo. En este accionar se define y se defiende también la libertad de la nación cubana, adscritos a la idea de que la cultura es el alma de la nación. También la Revolución cubana ha vinculado a las diferentes expresiones de la cultura latinoamericana como un eje de fortaleza de la identidad regional y su soberanía. Instituciones como la propia Casa de las Américas, se han encargado de promover estas alianzas culturales estratégicas y fomentar la creación del arte y la literatura en todos sus géneros y manifestaciones propias. Consecuentemente, en Cuba se han acogido eventos y organizaciones de carácter regional, como la Fundación del Nuevo cine latinoamericano, el Premio literario Casa de las Américas, así como el de musicología, entre otros, lo que pone de manifiesto la enorme vocación de la nación y la cultura cubanas para propiciar todo tipo de acercamiento entre los artistas y, sobre todo, entre estos y sus públicos. Al ser Cuba refugio para todas las esferas e iniciativas del arte dedicadas a promover el alma latinoamericana, la Fundación ColArte café pretende dejar de transitar sigilosamente por sus caminos y pasar a formar parte de las disímiles propuestas que han encontrado un hogar en el suelo cubano, en aras de contribuir también a fomentar tácticas concretas que defiendan los principios de la identidad cultural latinoamericana. ColArte café es organizada y dirigida por el compositor y director colombiano Marius Díaz (graduado de la Universidad de las Artes de Cuba), quien ha realizado sus primeros eventos con ella dentro y fuera del país que lo ha acogido por casi diez años. La Fundación ColArte café, en este afán por reafirmar la cultura latinoamericana y los rasgos identitarios que nos ubican con orgullo en la historia de la humanidad y nos salvan del menosprecio y del olvido, toma como precepto las palabras escritas por José Martí en su ensayo Nuestra América de 1891: «[…] el deber urgente de nuestra América es enseñarse como es, una en alma e intento […]». Viviana Reina Jorrín. Cuba. 144 Boletín Música # 35, 2013 COLECCIÓN MÚSICA Fonogramas El joven espíritu latinoamericano Layda Ferrando Cuando habla un joven el alma recuerda dónde se enciende su virtud José Martí Las más recientes jornadas de la Casa corrieron a cargo de los jóvenes. Casa Tomada fue un feliz hervidero de ideas y resultados que llegaron desde diversos puntos del Continente con la energía de sus protagonistas para confluir en un espacio común de encuentro. Pasión y reflexión, alegría y emprendimiento signan el quehacer de las jóvenes generaciones de artistas latinoamericanos quienes, desde sólidos referentes histórico culturales, reinventan y refundan nuestra América incluso más allá de sus aguas. Esta labor tiene, entre sus múltiples resultados, un espacio visible en el universo fonográfico. Boletín Música regala hoy algunos títulos que integran nuestro acervo, con especial énfasis en las propuestas de los más noveles creadores latinoamericanos pero también, las creaciones que desde otras latitudes tienen asideros en las músicas cubana, argentina y brasileña. Múltiples son los azares que han conducido a que estos discos arriben de manos de sus protagonistas. Yamandú Costa llegó a La Habana por vez primera como invitado del Cubadisco 2012 para recibir su premio internacional por el fonograma Mafuá; Joel Tortul y Leonel Capitano, convidados por el Centro Pablo de la Torriente Brau y como parte de su agenda visitaron la Casa. Invitada a la Isla por la Asociación Cuba Si Francia, Lydie Solomon ofreció recitales en Oratorio San Felipe Neri del Centro Histórico de La Habana, el Teatro Tomás Terry de la ciudad de Cienfuegos y la Sala Gonzalo Roig del Palacio del Teatro Lírico Nacional, de la capital. Por su parte, la musicóloga Natalia Bieletto —delegada por música al ya mencionado encuentro Casa Tomada— nos acercó la más reciente producción chilena. A todos ellos nuestra gratitud. Mafuá. Yamandú Costa. CD BF386, Biscoito Fino, Brasil, 2011. Musicalidad y virtuosismo se funden en la entrega sonora de Yamandú Costa. El virtuoso guitarrista brasileño nos regala música latinoamericana interpretada con absoluta naturalidad y frescura. Choros, sambas y tangos brotan en trece cortes, entre los que se encuentran obras de su autoría (Choro loco; Bostemporânea; Ressaca) y de Zé Gomes (Quem é Você) y Armandinho Neves cuya pieza, Mafuá, le da Boletín Música # 35, 2013 145 título al fonograma. Es el primer trabajo en solitario de este músico y fue Premio Cubadisco Internacional en 2012. Pajarillo. Cuatro chileno. Cristian Spencer. Compositores varios. CD Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Chile, 2013. Fresquecito, acabadito de lanzar llega a nuestro archivo este primer disco del músico y musicólogo chileno Christian Spencer. El cuatro es el protagonista de este viaje sonoro en el que se funde su origen venezolano con una manera de hacer chilena. Spencer ofrece un abanico de joropos: desde clásicos del repertorio tradicional venezolano (Pajarillo; Entreverao; Caballo viejo; Gabán) —en arreglos suyos y de Juan Pablo Aguayo, quien también funge como intérprete (flauta) — hasta composiciones de su autoría. Le acompañan, además, Diego Elías Silva Aguilera (contrabajo), Joaquín Muñoz (maracas), Mario Hurtado (percusión), Bibiana Ordóñez (arpa) y el Cuarteto Sabroso. Punto vivo. Joel Tortul Trío. CD BARCD-146, BlueArt Records, Argentina, 2009. El reconocido pianista argentino Joel Tortul ofrece la primera producción discográfica de su trío. La agrupación que dirige desde 2009 está integrada además por Diego Ferreyra en el contrabajo y Pablo Rodríguez en batería y percusión. Punto vivo registra, como su nombre lo indica, la presentación de Joel Tortul Trío en el Teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque de España de Rosario, Santa Fe, los días 11 y 12 de noviembre de ese mismo año. Con un formato que remite al jazz, se retoman clásicos como La trampera, milonga de Aníbal Troilo; Malambo de las campanas, de Horacio Salgán; tangos de Astor Piazzolla y obras de su autoría. π. Leonel Capitano. CD Unión de Músicos Independientes, Argentina, 2008. El bandoneonista, compositor, difusor y docente rosarino ofrece doce temas de su autoría. En sus notas devela el carácter del disco: “Aquí los hechos y sensaciones de mi vida toman una relevancia casi total y se imponen por sobre la técnica y la estética. Es un desnudo casi promiscuo del alma y una experiencia artística que hoy, con la perspectiva emocional que experimento, no dudaría en reconocer que se adueñó de mi devenir durante mucho tiempo poniéndome a vivir más en mis canciones que en mi vida y ubicando a la obra por sobre mi propia experiencia”. Fe de lo anterior resultan Soy, Zamba del gorrión y Candombe pal`loco Castro. Lo acompañan en el empeño una decena de músicos que se hermanan un flexible formato integrado por piano, bandoneón, cuerdas y percusión. Céfiro jazz. Céfiro jazz. CD Unión de Músicos Independientes, Argentina, 2008 El cuarteto Céfiro Jazz —integrado por Federico Novak (guitarra), Martín La Scaleia (piano y teclados), Juan Pablo Dipieri (bajo y contrabajo) y Mariano de Hoz (bateria) — presenta su ópera prima homónima. Acompañados de una docena de prestigiosos músicos, ofrecen una muestra de su labor en el universo del jazz contemporáneo en piezas de Novak, Dipieri, La Scaleia y Chick Korea. El desenfado de su propuesta se verifica en títulos como: Show me the Money; Rompelimpóm y Resto mineral. 146 Boletín Música # 35, 2013 Harmonie. Lydie Waï, piano. 2CD set.CD Remilson, Francia, 2009. Sendos discos ofrece la joven pianista y actriz francesa Lydie Waï Solomon. El primer volumen recoge seis canciones: dos de su autoría, una a cargo del compositor, pedagogo y arreglista Thierry Lier y las tres restantes con música de Lier y texto de Solomon. Este trabajo es resultado de la integración del universo clásico que acompaña a la pianista por su formación académica y sus inquietudes artísticas que la inclinan hacia el jazz y las músicas cubana, brasileña y argentina. La acompañan Lier (piano y arreglos), John Betsch (batería), Darryl Hall y Nicolas Rageau (contrabajo), Remilson Nery (percusión), Pablo Nemirovsky (bandoneón) y François-Xavier Clarenc (violoncello). El segundo volumen registra el Concierto para piano y orquesta en Sol Mayor, de Maurice Ravel y La puerta del vino, preludio del Libro II de Claude Debussy. El dorado. De Padre Soler a Piazzolla. Lydie Solomon, piano. CD INTRA053, Intrada, Francia, 2011. Cuenta la leyenda que El Dorado era una ciudad hecha de oro; cuenta también que tan preciado tesoro atrajo a los conquistadores y que muchos se perdieron en su afán de poseer tal riqueza. El mito inspira este álbum que la pianista Lydie Solomon ha consagrado a la música española y latinoamericana cual metáfora de viaje. La música, inmensa fortuna, emerge de las obras del Padre Soler, Enrique Granados, Eduardo Sánchez de Fuentes, Manuel de Falla, Claude Debussy, Maurice Ravel, Ernesto Lecuona, José Asunción Flores, Carlos Chávez, Alberto Ginastera, Julián Aguirre, Isaac Albéniz, Astor Piazzolla y la propia Solomon. Fortepiano. No Brasil do sé. XIX. Antonio Carlos de Magalhaes. Un recorrido por la música popular brasileña fomentado desde la investigación se registra en este fonograma. Antonio Carlos Magalhães, utilizando un Square Piano Hornung & Möller 1875, nos adentra en un universo de polcas, quadrillas, valses y otras danzas con un instrumento original de la época. En sus notas al disco, Mary Angela Biason, musicóloga y responsable de la investigación, explica que el repertorio impreso durante la época imperial atesora obras de alta calidad las cuales evidencian el proceso de generación de músicas populares como el choro y el maxixe. Vivo. Ensamble transatlántico de folk Chileno. DVD ChileFolk, Chile, 2013. «Más de sesenta músicos en escena, provenientes de diversas partes de Chile y el extranjero, dan vida a esta monumental agrupación, quien nos lleva en un recorrido por las tradiciones musicales de Chile, abarcando Norte, Centro y Sur, con un repertorio compuesto y arreglado íntegramente por sus participantes». El DVD ofrece el video del concierto debut en el IX Festival de Música Inmigrante de Valparaíso, sesiones de ensayos, entrevistas a los músicos participantes y una intervención urbana en Valparaíso. Layda Ferrando. Cuba. Investigadora de la dirección de Música de la Casa de las Américas. Boletín Música # 35, 2013 147 Alina Orraca, homenajeada en Isla Margarita NOTAS La directora coral cubana Alina Orraca fue la personalidad homenajeada en la décimo sexta edición del Festival Internacional D’Canto, celebrado del 11 al 16 de junio en Isla Margarita, Venezuela. Además participó como jurado y facilitadora de talleres y conferencias de actualización profesional, junto a René Baños (Cuba), Leif Munsgaard (Dinamarca), Mario Assef (Brasil) y Rafael Silveira (Venezuela). El evento resultó un espacio de intercambio cultural y una oportunidad de adquirir conocimientos sobre la música coral especialmente sobre el tratamiento de percusión vocal y corporal con miras desde los conceptos danés, brasilero y cubano. Estrenos de Pagueras y Paris en La Habana Obras del más antiguo patrimonio musical cubano conservado, tuvieron su primera audición en concierto en La Habana los días 20 y 27 de junio en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís. Bajo el rubro «Músicos catedralicios de Cuba / Siglos XVIII y XIX», ambos conciertos reflejaron parte del trabajo de investigación y difusión desarrollado por el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, de la dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de Ciudad de La Habana. El repertorio elegido: obras de Cayetano Pagueras (Cataluña, s.XVIII-La Habana?, s. XIX) y Juan Paris (Cataluña, ca. 1759-Santiago de Cuba, 1845); compositores que tuvieron a su cargo la música en las catedrales de La Habana y Santiago de Cuba respectivamente entre los siglos XVIII y XIX. Pagueras es considerado el más antiguo compositor del que se conservan partituras manuscritas en La Habana. Su obra, estimada en más de ochenta composiciones entre el último tercio del siglo XVIII y los primeros años del siglo XIX, había sido dada por perdida por Alejo Carpentier en su libro La música en Cuba (1946), pero como parte de la investigación que dio origen al texto El archivo de música de la iglesia habanera de La Merced: estudio y catálogo (Premio de Musicología Casa de las Américas, 1997), la musicóloga Míriam Escudero halló partituras de Pagueras y luego en Santiago de Cuba y en las Catedrales de México y Puebla de los Ángeles, con lo cual se confirma la existencia de diecinueve obras, todas de contenido litúrgico. Las transcripciones de estas piezas serán publicadas próximamente como parte del IX volumen de la colección Música Sacra de Cuba, siglo XVIII. Juan Paris fue maestro de capilla de la Catedral de Santiago de Cuba entre 1805 y 1845, sucesor de Esteban Salas en esa ciudad. De su obra conservada allí, la musicóloga Claudia Fallarero ha publicado dos volúmenes, como parte de la colección Patrimonio Musical Cubano, específicamente quince villancicos de navidad, compuestos entre 1805 y 1814 y una pieza no religiosa, el más antiguo manuscrito de su tipo que se ha localizado hasta el momento en Cuba, el himno Alarma ciudadanos. Los estrenos programados para esta ocasión fueron asumidos por la Camerata Vocale Sine Nomine, bajo la dirección de Leonor Suárez, la orquesta de la Universidad de las Artes, ISA, adjunta al Lyceum Mozartiano de La Habana, dirigida por José Antonio Méndez Padrón y otros músicos invitados. Los conciertos fueron registrados como parte del proyecto discográfico Documentos sonoros del patrimonio musical cubano, producido por los sellos La Ceiba y Colibrí, con la participación del Centro de Investigación 148 Boletín Música # 35, 2013 y Desarrollo de la Música Cubana y el proyecto Gestión y Difusión del patrimonio de Cuba y Latinoamérica: luthería, investigación y docencia, subvencionado por la Comisión Europea, cuyas primeras propuestas serán dos discos monográficos dedicados a estos músicos catedralicios. obra en un clásico. Contiene las obras Fantasía cósmica, de Raúl Pavón; Vulcán, de Vicente Rojo Cama; Para espacios abiertos, de Antonio Russek, y Agua derramada, de Roberto Morales Manzanares. Nueva edición del álbum Música electroacústica mexicana El musicólogo cubano Jorge Fiallo, asiduo colaborador de nuestra revista, nos hizo llegar estas tres reseñas de conciertos realizados en La Habana por la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la dirección de Francesco Belli: El pasado 26 de junio se presentó, en la Sala Murray Schafer, de la Fonoteca Nacional de México, la segunda edición del álbum Música electroacústica mexicana, que ofrece la restauración y remasterización digital de las cintas originales del fonograma, que representa un hito en la historia de la creación sonora de México. La presentación estuvo a cargo de los compositores Antonio Russek, Roberto Morales y Vicente Rojo Cama, quienes además de ser fundamentales en el desarrollo de la música electroacústica en México, colaboraron en la primera edición del disco en 1984. Esta reedición de Música electroacústica mexicana. Volumen 3, de la Colección Hispano-Mexicana de Música Contemporánea, ofrece un rescate de ese género sonoro y muestra los procesos de creación, las tecnologías y el discurso de cuatro compositores mexicanos. Roberto Morales, autor y productor ejecutivo de la segunda edición en 2012, señaló que «la reedición muestra el valor documental y la vigencia de las obras del primer disco de música electroacústica mexicana […] Asimismo guarda una tecnología y sonidos irrepetibles […]» La restauración y remasterización, realizadas por Antonio Russek, rescatan el original y respetan al máximo la primera edición, lo que convierta la Boletín Música # 35, 2013 149 Tres notas sinfónicas Memorable estreno Que La Habana protagonizara el estreno mundial, en los tiempos modernos, del Concertone para flauta, clarinete, trompa y orquesta, del compositor italiano Giuseppe Saverio Mercadante (1795-1870) es un privilegio que la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba agradece a la confianza y consideración del maestro italiano Francesco Belli, quien la reservó para uno de sus programas con ella. La partitura se encontró recientemente en el Conservatorio de Nápoles, y es una excelente muestra del concepto de cámara. Basada en un tema melódico de aria operática, Voi che sapete (Las bodas de Fígaro), de Mozart, el material es tratado en la forma de variaciones, típico de lo instrumental, en el cual el concepto cameral se acerca al de concierto, donde varios instrumentos toman función de solista. En cuanto a estilo, la pieza cabalga del romántico al clásico; esto último está marcado por el tema mozartiano, pero también, se mueve moverse entre límites más comedidos en el manejo de recursos expresivos. Las partes protagónicas interactuantes estuvieron a cargo de la joven y experimentada flautista Zorimé Vega, NOTAS el cornista italiano Angelo Agostini y el propio Francesco Belli, en este caso simultaneando la dirección con la interpretación al clarinete, y cuidando el buen tino para que cada parte tuviera su protagonismo y lógica coherencia en materia de intensidad y color sonoro. En ese sentido, combinan entre los tres juntos, o a dos en primer plano como figuras con el tercero de fondo e incluso con destacados momentos en que de tal interacción participa todo el entramado orquestal. Los duetos más asentados correspondieron a la combinación de flauta y clarinete, ambos próximos en el modo de articular las notas, con agilidad y claridad de fraseo. No dejaba de impactar la difícil meta que puso Mercadante por el modo en que la trompa debía igualarlos, y Agostini lograba aquí un alto nivel de integración, haciendo cantar el instrumento, o sirviendo de contracanto y amalgamando su sonido con los otros. Una adición al programa nos permitió disfrutar del Valse triste, de Jan Sibelius, obra concebida originalmente en calidad de música incidental para el teatro, pero que adquirió luego vida propia. Belli se recrea, y nos recrea, dominando unas riendas que llevan el paso suave, calmo y delicado, transitando por una euforia gradual que crece y agota sus impulsos. Y hay que escuchar todo eso vuelto música, como una puesta en escena que va dando la entrada a cada matiz en una dramaturgia expresiva donde los personajes toman el pie, la entrada que les da el otro, para entregarlo a su vez, sin que ninguno levante la voz por encima del nivel que pide la expresión. Y la orquesta respondió certera en la interacción lograda con ella por el maestro italiano. El cierre fue un desafío mayor para los músicos y para la batuta: la Sinfonía No. 9, La Grande, de Franz Schubert. Obra monumental tanto por su du- ración de casi una hora, como por su capacidad de tensar todos los medios expresivos en los atriles, en el podio y en la interacción de ambos. Analizando el programa como estructura, es evidente que para llegar a esta sinfonía desde la obra de Mercadante convenía una transición, y Sibelius, por su modo de ubicar los caracteres de un sinfonismo en plena expansión, sirvió como el puente para llegar al poderoso final. Algo significativo sobre esta obra de Schubert: a diez años de su fallecimiento la rescató Robert Schumann, y anotó que quien no la conociera sabía muy poco de aquel. Y es que esta sinfonía rompe con las expectativas más sencillas para sorprender a cada paso, incluso cuando una cadencia melódicoarmónica augura un posible final, la trama cobra vuelo hacia cumbres más elevadas cada vez, usando patrones para concretar el desarrollo en el orden formal y expresivo que luego estuvieron muy en boga entre los maestros que llevaron al Romanticismo hasta sus límites en la búsqueda de lo novedoso. Aquí, en cambio, hay un remanente fusionado de giros que oscilan entre los patrones cadenciales armónicos de lo clásico, pero escalando nuevos peldaños gracias a los encadenamientos en que estos transitan de una tonalidad a otra cercana, a la vez que en la atmósfera unas veces grave, otras juguetona, van aportando sus pinceladas los más disímiles efectos y maneras de articular los sonidos, donde el compositor suelta las riendas por momentos y las retoma cuando hay riesgo de desboque hasta que, finalmente, se despeña la cabalgadura sin remedio. Gran mérito le toca al Maestro Belli, quien despliega aquí un rico y variado arsenal que va del gesto al concepto, y llega al mayor poder sugestivo que hace brotar desde cada atril un to150 Boletín Música # 35, 2013 rrente de locuacidad plasmado en el mínimo golpe de arco, en la clarinada brillante y expansiva, en el acompasado paso de unos tímpanis que pretenden poner un orden conclusivo y el resto no lo deja sino hasta que ya no dan más en la apoteosis final. Belli, Villafruela y el sinsonte del palmar. La comunidad musical habanera se sintió honrada una vez más con dos figuras de talla mundial radicadas en Chile y Colombia, respectivamente, situadas ante la Orquesta Sinfónica Nacional: el saxofonista cubano Miguel Villafruela en calidad de solista, bajo la batuta del director italiano Maestro Francesco Belli, interpretando el Concertino para saxofón alto, orquesta de cuerdas y quinteto de maderas, del compositor brasileño Radamés Gnattali. El programa lo inició la Obertura de la ópera La fuerza del destino, de Giuseppe Verdi, al tiempo que la Sinfonía No. 6, Patética, de Piotr Ilich Chaikovsky, completaba en el cierre la visión planetaria del concierto ofrecido en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional. Miguel Villafruela brilla junto a su saxofón igual en escenarios y centros docentes superiores del Nuevo y el Viejo Mundo, reconocido en los del Cono Sur, el Caribe, Canadá..., y laureado desde sus años mozos en la otrora Checoslovaquia, en París, ha hecho incursiones no menos relevantes por escenarios asiáticos. También figura en múltiples discos —íntegros de él o con su participación destacada— el video y el libro de ensayo. Su dominio del instrumento y del concepto interpretativo musical tuvo un notorio relieve en el Concertino… del brasileño Radamés Gnattali, en su precisa interacción con el quinteto de instrumentos de madera y la orquesta toda, precisión lograda igual desde el Boletín Música # 35, 2013 151 punto de vista de la intensidad al establecer el balance y que cada uno pasara al frente o se integrara al fondo, o desde el manejo del color instrumental, pues unidos producían el empaste que se pudo sentir, casi saborear, cuando llevaban juntos una melodía o cuando éste se la entregaba al otro y era en esos momentos cual si fuera uno solo quien seguía cantando de principio a fin. Todo esto maravilla porque si bien al marcarle a cada cual las indicaciones de matices en la partitura, el compositor lo presiente, son los intérpretes quienes lo hacen sentir. Incluyendo, claro está, al director porque era desde esas premisas, y de la respuesta exacta a las indicaciones del Maestro Belli, que la esencia vaporosa del sonido iba cobrando densidades sostenidas de modo estable, no rotas ni siquiera entre el pulso zambo de compases irregulares, asumidos en conjunto con la soltura de quien respira naturalmente a ese paso, sacándole lo cantable a una melodía de sonidos saltarines y, sin embargo, ligados en un flujo continuo. Era una constante en todo el programa concebido por el director italiano. De Verdi a Chaikovsky había un enlace donde cabe añadir a las virtudes ya dichas una sopesada interacción en una urdimbre dramática que da la entrada sucesiva a los motivos-personajes, y en el caso de la Obertura… son una rápida anticipación a la trama de la ópera, de lo cual resultan los cambios de caracteres en una sucesión de muy lograda organicidad a pesar de los fuertes contrastes. En la Sinfonía… es otra la manera de interrelacionar y de hacer crecer hasta la apoteosis una estructura que, con sus raíces en la racionalidad del Clasicismo, los compositores románticos asumieron incorporándole una carga bien expansiva a la expresión más sentimental. Combinación en apariencia paradójica y, sin NOTAS embargo, no está ausente en música alguna, si bien tocó al buen intérprete que hay en el Maestro Francesco Belli, en profunda comunión con los músicos de la OSN, sopesar cada impulso, del mínimo al máximo, para conseguir esa dramaturgia in crescendo. En la capacidad de sostener, avivar o dejar fenecer esa energía acumulada en la expresión musical; en el manejo preciso del gesto sugestivo dirigido a los músicos, y ellos lo proyectan hacia la audiencia o, finalmente, en el buen gusto para no pasarse del justo medio, está la clave del poder de comunicación de Francesco Belli, un hombre que se apodera del estrado y hace del trabajo entre sus músicos una verdadera fiesta. Miguel Villafruela es simiente de Cuba dando frutos en Chile y en cualquier parte. Pues Francesco Belli es también simiente esparcida por un viento que afortunadamente lo trae a nuestras tierras como en primavera. A él le cabe la invocación del poeta Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, a la décima hispana ya tan arraigada entre nosotros: Viajera peninsular/ como te has aplatanado/ qué sinsonte enamorado/ te dio cita en el palmar. Hoy sabemos de esos muchos sinsontes: son los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional y los estudiantes de conservatorios cubanos a quienes en otras ocasiones ha dirigido o para quienes ha actuado, tocando todos con tanto amor y pasión que, resonando a tal impulso, viene él una vez al año y durante un mes a dirigirlos. Es un honor recibirlo siempre. Confluencias multiculturales en programa sinfónico En la habanera Sala Covarrubias, la maestra Nathalie Marin subió al podio frente a la Orquesta Sinfónica Nacional con un programa donde la música francesa brilló aliada con la española y sus fuentes nutricias, desde la Suite Iberia, Lindaraja y Balada, de Claude Debussy —estas dos en arreglo de la directora, y la última con el guitarrista marroquí Serge López, presente también en la versión orquestal del propio Debussy— a dos de las Gimnopedias para piano, de Eric Satie, cerrando el Bolero, de Maurice Ravel y las Danzas del viento, de Serge López, arregladas por Jorge Oviedo. La resultante expresiva general del programa nos recordó que lo cortés no quita lo valiente, pues mostraba un vaivén desde el reflejo musical de la gallardía ibérica también acusada en los galos, a los matices delicados que usaran los compositores impresionistas, desde los franceses, para amalgamar colores y atmósferas evocadas por el sonido, como hacían con la luz traspuesta al lienzo los pintores de aquel estilo. Algunas de tales evocaciones, como la Suite Iberia, de Debussy, apuntaban hacia modos de articular las notas con un particular ímpetu en efectos como el rápido taconear remedado en las ráfagas del rasgueo guitarrístico, y allá van las trompas buscando su acento y carácter, aún cuando las válvulas que giran en el interior de su mecanismo no ceden igual, por lo que llevan un mérito doble con el logro, al menos, de hacerlo en tiempo. Logró toda la orquesta, y la batuta que los condujo, transitar por escenas de una carga expresiva que pasa fugaz de lo lírico a lo épico, del arrullo a la clarinada, del remanso melódico al redoble tintineante de pandereta, pues la música española que Debussy quiere evocar está poblada con esos contrastes: lleva debajo un pulso muy firme, mientras el canto fluye libre por arriba, aderezado todo con armonías y pinceladas que enriquecen aquel cuadro orquestal. La interpretación y las creaciones del guitarrista marroquí Serge López, por su 152 Boletín Música # 35, 2013 parte, llevan mucho de esa carga ancestral que llegó al flamenco de diversas fuentes, mayormente de la música tradicional andalusí. Es, por tanto, un tipo de música con ida y vuelta, pero por partida doble, en el espacio geográfico y en el tiempo: la vertiente occidental del mundo árabe-musulmán retoñó en el sur de España, donde su evolución en el toque y el cante flamencos cautivaron al guitarrista-compositor, quien a su vez le incorpora giros y conceptos estructurales más modernos y cosmopolitas a lo que ya por sí tenía mucho, en su ancestral tradición, de la impronta personal de quien improvisaba en un tabla`o a partir de modelos pre-establecidos en los distintos palos flamencos. No resultó nada extraño entonces el tránsito de un patrón a los otros, llegando incluso después en sus Danzas del viento a los cruces musicales de raíces distantes que el tiempo ha ido aproximando en esta moderna aldea global, metiendo una clave cubana en un trasfondo de bossa-nova después de un valseado y de algunos sones como de fanfarria con aires de ranchera mexicana que nuestros músicos sinfónicos, siguiendo a la Maestra francesa, pudieron cogerle la seña al compositor-guitarrista marroquí, pero en eso hubieron de formar también una rica mezcla de conocimiento y técnica de academia con picardía de mundo . Pero tanto ahí como en otras de las intervenciones previas del Maestro Serge López, la raíz más sobresaliente e impresionante, sin duda, fue la de una guitarrística flamenca de imagen múltiple que va creando desde el tamborileo que no se adivina con cuántos dedos está tocando, porque está presente mientras cantan lo mismo las cuerdas más graves zarandeadas con pulgar a las que responden las medias y agudas con los otros, pero sumando el restañar con cualquier dedo de la mano izquierBoletín Música # 35, 2013 153 da para ponerle su sal y pimienta a un cante que, cuando es de queja, no pierde la energía, el vigor. Esto que narro vino en un cierre que no hubiéramos imaginado posible, como resultó, después del expansivo Bolero, de Maurice Ravel, que hace evidente la intención de ir ampliando las fronteras del asombro a partir de la reiteración de un tema continuamente retomado por los diferentes instrumentos de la orquesta en solos y en combinaciones que le imprimen una imagen cambiante, donde fila por fila todas las líneas de instrumentos iban destacándose, ante todo por el control de la carga precisa en intensidad y con el pulso más estable. Pero sin dudas —como lo señaló la Maestra Marin subiéndolo a saludar desde el podio—, el máximo protagonismo en ese aspecto le correspondió al joven percusionista Abiel Chea con un redoblante que comienza desde el toque más sutil, pero audible, y no se le escapa ni un acento con más fuerza de la que corresponde en esa gradual escalada, todo sin salirse de la marca precisa del tiempo. Tanto aquí como en el cierre con las Danzas del Viento, de Serge López, se destacó ya entonces en el cajón peruano con el cual dio su aporte para un contundente final. Murió Paul Smith, un grande del jazz Paul Smith, pianista, compositor y arreglista de jazz que trabajó con figuras como Bing Crosby, Nat «King» Cole y Dizzy Gillespie, falleció el pasado 29 de junio. Smith comenzó a estudiar piano clásico cuando tenía ocho años y se unió a una banda profesional cuando era adolescente. En su larga carrera grabó más de sesenta álbumes con sus propios grupos y acompañó a muchos músicos, incluyendo a Sammy Davis Jr., Ella Fitzgerald, Doris Day y las hermanas Andrews. NOTAS Smith también hizo arreglos, se presentó en televisión, y compuso música para cine y TV. Por más de veinticinco años fue pianista y director musical del programa «The Steve Allen Comedy Hour» Primer Taller Internacional de Coros Corhabana 2013 Del 1ro. al 6 de julio se desarrolló en salas del centro histórico de La Habana el Primer Taller Coral Internacional Corhabana 2013, organizado por el Centro Nacional de Música de Concierto del Instituto Cubano de la Música. El evento estuvo especialmente dedicado a la interpretación de música cubana. Además de los conciertos previstos se realizaron talleres y encuentros corales, con la participación de invitados esencialmente latinoamericanos: Colombia, Argentina, Chile, República Dominicana, Ecuador, Nicaragua, Costa Rica y Venezuela, así como los directores de los coros profesionales cubanos, estudiantes de dirección coral de la Universidad de las Artes (ISA), de la Escuela Nacional de Música, de los Conservatorios Amadeo Roldán, Guillermo Tomás e Instructores de Arte. Con sede en el Oratorio San Felipe Neri, los talleres abordaron temas como las técnicas de dirección coral, las interpretaciones de obras corales de compositores cubanos de los siglos XX y XXI y de arreglos de música popular cubana, así como la relación texto-música. Para impartir los talleres fueron convocados importantes maestros cubanos: José Antonio Méndez Valencia, Digna Guerra, Carmen Collado, Alina Orraca, Roberto Valera y Conrado Monier. En concierto estuvieron algunas de las principales agrupaciones corales del país: Coro de Cámara de Matanzas, Polifónico de La Habana, Ensemble Vocal Luna, Exaudi, Camerata Vocale Sine Nomine, Entre Voces y Schola Cantorum Coralina. La clausura, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, programó una gala en la que los participantes mostraron el resultado técnico-artístico de los talleres, momento concluido con la presentación del Coro Nacional de Cuba. Fiesta del Fuego para el Caribe colombiano Del 3 al 9 de julio se desarrolló la trigésimo tercera edición de la Fiesta del Fuego, en Santiago de Cuba. En esta ocasión, el festival de las artes y las culturas populares de la región caribeña fue dedicado al Caribe colombiano y se enmarcó en el programa cultural que conmemoró el aniversario sesenta de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, celebrado en Cuba como «Día de la Rebeldía Nacional». Con representaciones y muestras artísticas de más de una veintena de países, esta versión de la Fiesta del Fuego hizo notar fundamentalmente los aportes de Colombia a las culturas caribeñas. Encabezada por María Claudia López Solórzano, viceministra de Cultura, la delegación colombiana estuvo integrada además por una representación del Carnaval de Barranquilla, el grupo Creole, el septeto Tabalá, el grupo Systema Solar y Totó la Momposina. Esta última no solo una de las más aclamadas, sino también avalada con el Premio Internacional de la Casa del Caribe, que certifica en Cuba el hecho de ser la más reconocida cantora popular colombiana. Además se unieron investigadores como César Pagano y Rafael Bassi, con intervenciones en el Coloquio «El Caribe que nos une», espacio que muestra solidez en el propósito de potenciar la reflexión y la confrontación de experiencias vitales, también reflejadas en la dinámica de las presentaciones artísticas. 154 Boletín Música # 35, 2013 Al cierre del evento se conoció que la edición de 2014 estará dedicada a Suriname. Homenajeado Alfredo Rugeles El pasado 10 de julio, el Ministerio de Cultura y Comunicación de la República Francesa otorgó la orden «des Arts et des Lettres», en el grado de «Chevalier», al compositor y director de orquesta venezolano Alfredo Rugeles, junto a otros dos artistas. La orden, que le fuera entregada por la Embajada de Francia en Venezuela, reconoce a «las personas que se han distinguido por sus creaciones en el dominio artístico o literario o por la contribución que han aportado al esplendor de las artes y las letras en Francia y en el mundo». En su discurso, Jean-Marc Laforêt, embajador de Francia en Venezuela, puso de relieve los méritos de los artistas reconocidos, destacando sus vínculos con la cultura francesa y la dilatada trayectoria de cada uno en su país. El maestro Alfredo Rugeles (Venezuela, 1949), ha visto interpretar su música en toda América, así como en países europeos. Es miembro de número fundador del Colegio Latinoamericano de Compositores de Música de Arte. Como director orquestal ha tenido la responsabilidad de numerosos estrenos de obras de autores venezolanos y primeras audiciones del repertorio contemporáneo internacional. Además, es director del Circuito Sinfónico Latinoamericano Simón Bolívar y director Artístico de los Festivales Latinoamericanos de Música de Caracas. III Encuentro Coral Universitario: homenaje a Andrés Posada Del 17 al 19 de julio se desarrolló en Colombia, el III Encuentro Coral UniversiBoletín Música # 35, 2013 155 tario, con conciertos en diferentes espacios del área metropolitana de Medellín. El evento fungió como merecido homenaje al maestro Andrés Posada, prestigioso compositor colombiano, jefe del Departamento de Música y docente de composición, armonía, contrapunto y análisis de la música en la Universidad EAFIT, y reconocido como precursor de obras para coros universitarios del país. El encuentro, organizado por el departamento de Desarrollo Artístico de EAFIT, contó con el apoyo de la Alcaldía de Medellín a través de la Secretaría de Cultura Ciudadana, Ascun, Comfenalco, Comfama y el sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín. Participaron ocho coros de diferentes instituciones de educación superior del país. De ese modo, junto al coro de EAFIT intervinieron otros de Bogotá, César, Bolívar y Medellín, con lo cual se reunieron aproximadamente doscientos integrantes de los coros, profesores de técnica vocal y otros maestros. Además de los conciertos se programaron espacios formativos, en los que algunos docentes dictaron clases de técnica vocal. Igualmente el homenajeado maestro Andrés Posada, impartió clases magistrales de composición a los directores invitados. Los coros se presentaron en seis parques bibliotecas: San Antonio de Prado, San Cristóbal, Santo Domingo Savio, San Javier, Belén y La Ladera; y en iglesias del área metropolitana como El Poblado, Sabaneta, la parroquia Santa Teresita y el templo de la Universidad Pontificia Bolivariana, así como en espacios de la universidad. Al Concierto de Gala del día 19 en el Auditorio Fundadores de la Universidad le siguió una cantoría final con todos los coros participantes. Al decir de los organizadores, esta edición tuvo como meta expandir el NOTAS encuentro y convertirlo en un evento de ciudad, aunque la principal pretensión es reunir conocimientos académicos y compartir experiencias. La próxima edición se espera organizar un encuentro internacional, con la participación de coros de Argentina y México. Mercedes Sosa: la voz de Latinoamérica Este año vio la luz el documental Mercedes Sosa: la voz de Latinoamérica, de Rodrigo Vila y Fabián Matus, audiovisual que registra testimonios, archivos, cartas e imágenes inéditas en torno a la vida de la cantora argentina. Mercedes Sosa (1935-2009), emblemática exponente de la Nueva Canción Latinoamericana, es considerada una de las principales voces de la música popular de la América Latina. Justamente el documental parte de la idea de que su voz «le dio una fisonomía definitiva a la música popular argentina». Según Rodrigo Vila con este material quisieron mostrar a Mercedes Sosa «tal cual era, con lo poderoso y lo frágil, lo bueno y lo malo…». Por su parte, Fabián Matus, además hijo de la artista, comentó que «más allá de lo que todos sabemos que era como cantante y lo que representó como símbolo, quisimos mostrar aspectos no tan conocidos. Los testimonios de artistas cercanos a ella no podían faltar, porque mamá ha hecho del vínculo una manera de entender el canto, pero también están una serie de temas personales, reflexiones, dudas, miedos, que ella fue develando a lo largo de su vida. Pero con el respeto debido: no incluimos nada que Mercedes no haya hecho público en algún momento…». Justamente la voz en off de Matus y entrevistas diversas, conforman el eje narrativo del documental. El filme recoge los testimonios de Chico Buarque, Milton Nascimento, Víc- tor Heredia, Teresa Parodi, David Byrne, Isabel Parra, Fito Páez, Pablo Milanés, René Pérez, Charly García, Abel Pintos y Julio Bocca, así como sus hermanos Cacho y Chichi Sosa, entre otros. Igualmente se incluye la palabra de la propia Mercedes; de ese modo la obra se estructura como un singular diálogo madre-hijo. Registra aspectos totalmente desconocidos de la cantora de América, así como su debut en el Teatro Colón en 1972, su significativo primer viaje a Cuba en 1974, donde comparte con Carlos Puebla, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez; y los conciertos ofrecidos en el exilio, sobre todo los franceses en 1979, 1980 y 1981. El documental pone de relieve tanto su dimensión artística como política y apunta a la idea de perpetuar su obra en sus múltiples facetas. CD The Marvellous Transatlantic, del grupo Generación Espontánea El 19 de julio, en el Salón de Usos Múltiples del Centro Nacional de las Artes (Cenart), coordinado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Instituto Nacional de Bellas Artes y el CENIDIM, fue presentado el más reciente CD de la agrupación Generación Espontánea, como parte del espacio «Charlas con músicos e investigadores». El fonograma The Marvellous Transatlantic es resultado de un proyecto de colaboración a distancia entre músicos mexicanos y músicos radicados en Europa. Los participantes del proyecto subieron pistas grabadas a la red para que otros músicos las descargaran y trabajaran con ellas. Entre los artistas estuvieron Carlos Alegre, Darío Bernal Villegas, Alexander Bruck, Ramón del Buey, Thanos Chrysakis, Francesco Dillon, Laura Hyland, Sebastian Lexer, 156 Boletín Música # 35, 2013 Xavier López, Misha Marks, Wade Matthews, James O’Sullivan, Natalia Pérez Turner, Carlos Sandoval, Philip Somervell, Axel Tamayo, Wilfrido Terrazas, Dafne Vicente Sandoval, Artur Vidal, Fernando Vigueras, Riccardo Wanke y Lawrence Williams. Generación espontánea, fundada en 2006 está catalogada como una «antibanda de improvisación libre». Ha realizado más de setenta presentaciones públicas y colaborado con más de sesenta artistas de diferentes disciplinas y nacionalidades. Ha grabado otros tres discos: reVuelta (2009), Kiosco (2011) y Cátedra (2011). La producción de este reciente fonograma corrió a cargo de Generación Espontánea y su sello Ápice, gracias al apoyo del Fondo Nacional para la Culturas y las Artes. Dos notas desde Costa Rica I Festival de Orquestas Unidas El pasado julio se realizó el I Festival de Orquestas Unidas, gestado por el Centro Nacional de la Música entre los días 16 y 23. Desde niños hasta profesionales se reunieron en el evento, pues además de la Orquesta Sinfónica Nacional intervinieron las sinfónicas Infantil e Intermedia del Instituto Nacional de la Música, la Orquesta Manuel María Gutiérrez, la Isidro Fernández Mora del Sistema Nacional de Educación Musical, y la Orquesta del Conservatorio Castella. A esta se sumaron la Orquesta Sinfónica Municipal de Heredia, la Sinfónica Municipal de Cartago y la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Costa Rica. Las notas internacionales fueron dadas por la Orquesta de las Américas y la reconocida pianista venezolana Gabriela Montero. El festival ha sido una oportunidad para que los costarricenses en general «comprendan el gran valor de las orBoletín Música # 35, 2013 157 questas, en el desarrollo social y humano y de los profesionales». XII Seminario de Composición Musical Del 10 julio al 12 de septiembre se desarrolla en la Universidad de Costa Rica (UCR), el XII Seminario de Composición Musical (SMC), enfocado en el impacto de las nuevas tecnologías en la creación musical contemporánea. El evento está presidido por Eddie Mora, reconocido compositor costarricense y decano de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica. Va dirigido a músicos y estudiantes, aunque la mayoría de las actividades están abiertas al público general. Además de contar con invitados internacionales, ofrece talleres, charlas y conciertos. Entre los maestros invitados pueden citarse Mauricio Náder (México), Erick Carballo (Costa Rica), Don Freund (Estados Unidos) y Juan Trigos (México). La apertura del evento reservó un taller ofrecido por Náder sobre piano preparado y técnicas pianísticas extendidas. Justamente el SMC tiene entre sus facetas, contribuir con la formación de los estudiantes que intervienen en él. De ahí la trascendencia en este contexto del Curso intensivo de capacitación tecno-artística de tecnologías digitales como herramienta para la formación artística, impartido entre el 22 de julio y el 1ro de agosto. Según su productor artístico, el pianista cubano Leonardo Gell, «se trata de tener en nuestra universidad un espacio de encuentro, debate y enriquecimiento que aborde la creación e interpretación de la música académica actual. A partir de una programación artística en la que confluyen músicos de diferentes países que nos han visitado a lo largo de estas doce ediciones, diseñamos otras actividades donde nuestros estudiantes y docentes pueden intercambiar directamente». NOTAS El sonido de la música en la narrativa dominicana El 19 de julio fue presentado el libro El sonido de la música en la narrativa dominicana: Ensayos sobre identidad, nación y performance, en la Academia Dominicana de la Lengua. El volumen, editado por Médar Serrata, es una colección de ensayos académicos centrados en la relación entre la literatura y la música popular en República Dominicana. Los autores analizan cómo los escritores de los siglos XIX al XXI incorporan elementos de la música popular, tanto para apoyar como para refutar las ideas dominantes acerca de la definición de la identidad dominicana. El libro —estructurado en dos partes, «Ensayos críticos» y «Los escritores y la música»— cuenta con la participación de autores como Médar Serrata, Pura Emeterio Rondón, Rita de Maeseneer, Darío Tejeda, Fernando Valerio, Emily A. Maguire, Christopher A. McGrath, Danny Méndez, Sharina Maillo Pozo, Lorna Torrado, Ramón Marrero Aristy. Marcio Veloz Maggiolo, Enriquito Sánchez, Rebeca Castellanos, Pedro Antonio y Ed Morales. La presentación estuvo acompañada por un coloquio sobre el mismo tema, con la participación además del editor, de los investigadores y coautores del texto, Pura Emeterio Rondón, Darío Tejeda y Christopher A. McGrath. Dominguinhos in memoriam El 24 de julio falleció el instrumentista, cantor y compositor brasileño José Domingos de Morais, más conocido como Dominguinhos, a los setenta y dos años de edad. El músico, era llamado también «el rey del acordeón», título que heredó de su mentor Luiz Gonzaga. Dominguinhos llevó a todo el mundo el ritmo del forró y su trabajo fue reconocido en 2002 con el Grammy Latino a la mejor canción brasileña por la composición e interpretación de Tristesse. Su obra también acogió influencias de jazz, tango y bossa nova. Colaboró con artistas de otros géneros como Chico Buarque, Gal Costa, Gilberto Gil, María Bethania, Elba Ramalho, Djavan y Toquinho, entre otros. Más de cuarenta discos en su haber y una obra reconocida además con los Premios Tim de Música Brasileña (2008) y Shell de Música (2010), significan su ardua labor artística. Sweet Tijuana, nuevo disco de Ale- jandro Cardona El reconocido compositor Alejandro Cardona (Costa Rica, 1959), ha publicado en línea recientemente el disco Sweet Tijuana. El mismo contiene la obra Sweet Tijuana, danzas fronterizas, para viola y orquesta de cámara. La grabación, realizada en 2009, estuvo a cargo de la Orquesta de Baja California bajo de batuta del director cubano Iván del Prado. Como solista actuó el violista mexicano Omar Hernández-Hidalgo, a cuya memoria está dedicado el registro. Realizado bajo el sello La Calaca Producciones, la producción y diseño gráfico corrieron a cargo del propio Cardona, y contó con la grabación y edición de Eliseo Fernández Bolland. La obra Sweet Tijuana había sido estrenada por los mismos intérpretes en Tijuana, México, el 8 de mayo de 2008. Está integrada por: I. Diálogos mitoilógicos (preludio), II. ¡Ay! Büey blues (rondó paisaje urbano imaginario 1), III. La virgen del cruce (variaciones sobre una plegaria), IV. ¿What’s teco? (son huasteco: paisaje urbano imaginario 2), V. Guachingón b.c. (son montuno). 158 Boletín Música # 35, 2013 Alejandro Cardona, cuya música ha sido ejecutada y grabada en América Latina, Norteamérica y Europa, es fundador de la Editorial Nuestra Cultura, sello bajo el cual también han aparecido sus obras. Desde 1986 trabaja en la Universidad Nacional de Costa Rica, en el Programa Identidad Cultural, Arte y Tecnología (ICAT), del cual fue fundador y coordinador durante ocho años, y en la Escuela de Música de ese país. Es miembro de número del Colegio de Compositores Latinoamericanos de Música de Arte desde 2004 y miembro de la Asociación de Cooperación Iberoamericana en la Música (ACIMUS). Adios a la pianista mexicana Teresa Rodríguez La pianista María Teresa Rodríguez, quien fuera la primera mujer en dirigir el Conservatorio Nacional de Música, falleció el pasado 4 de septiembre a los noventa años de edad. El deceso, ocurrido en la ciudad de México, fue dado a conocer esta mañana por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, quien expresó su pesar por la pérdida de la maestra, a quien se había rendido homenaje en la pasada Feria Universitaria del Libro, con la presea «Juan Crisóstomo Doria» a las humanidades. «El piano no sólo ha sido un compañero y amigo, ha sido esa parte de mi vida sin la cual yo no podría vivir», solía decir la destacada concertista para referir su relación con este instrumento al que dedicó su vida entera, tanto en el escenario como en las aulas. Esta niña prodigio —a quien la acompañó siempre una extraordinaria memoria (más de cuatrocientas obras en su repertorio), una peculiar sensibilidad y una solidez técnica en desuso— nació en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, el 18 de febrero de 1923. Hija de una pianista y maestra y de un cantante, Boletín Música # 35, 2013 159 Teresa Rodríguez inició su formación en el lenguaje musical y la ejecución del instrumento cuando apenas contaba con cuatro años de edad. Con estudios en Estados Unidos y bajo la tutela de pianistas como el ruso Alexander Borowski, Rodríguez fue solista de las principales orquestas de México y de sinfónicas como la de Boston, Cuba y Dallas; la Filarmónica de Moscú, la Nueva Filarmonía de Londres, la Nacional de Lima, la del Festival de Aptos, California, la de la Universidad de Boulder, en Colorado, siempre obteniendo las mejores críticas a su desempeño. Su talento y trayectoria fueron reconocidos en todo el orbe, donde recibió reconocimientos y fue nombrada jurado de importantes premios del instrumento, tal es el caso del Concurso Internacional Federico Chopin en Varsovia, Polonia, en 1970; el Internacional Ciudad de Montevideo, en 1972, y el Interestatal en San Antonio, Texas, en 1980. Entre los premios recibidos destacan además de los de su estado, en 1988 y 1989, el que en 1986 le nombró huésped distinguida de la ciudad de Denver, Colorado; la Orden al Mérito Cultural de Polonia, por su difusión de la obra de Chopin. El presente año, en el marco de la Feria Universitaria del Libro (FUL), la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo le concedió la presea «Juan Crisóstomo Doria» a las Humanidades. Coloquio sobre tango en Uruguay Entre el 27 y el 30 de setiembre se realizó en Montevideo el Coloquio internacional El tango ayer y hoy organizado por el CDM de Uruguay (Centro Nacional de Documentación Musical Lauro Ayestarán). El encuentro contó con la participación de dieciséis conferencistas provenientes de siete países, cuyas ponencias serán reunidas en un libro bajo el mismo título. Hubo NOTAS además un breve informe sobre las instituciones tangueras del Uruguay y tres conciertos que mostraron distintas expresiones musicales actuales relacionadas con lo tanguístico. La conferencia inaugural estuvo a cargo del antropólogo uruguayo Daniel Vidart. Intervinieron además los argentinos Omar Corrado, Laura Falcoff, Omar García Brunelli, Héctor Goyena, Camila Juárez, Julián Peralta y Julio Schvartzman, los chilenos Paloma Martín y Alfonso Padilla (este último radicado en Finlandia), el brasileño Carlos Sandroni, el colombiano Egberto Bermúdez, el japonés Hideto Nishimura y los uruguayos Coriún Aharonián, Boris Puga y Pablo Rocca. El coloquio contó con la presencia del Ministro de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich en el cierre, y del viceministro Óscar Gómez en la apertura. El evento se llevó a cabo con el apoyo del MEC, del Banco de la República, del SODRE, de la Intendencia de Montevideo, y de la Embajada de la República Argentina. El informe sobre las instituciones tangueras del Uruguay estuvo a cargo de Elbio López Raffo (por Club de la Guardia Nueva) y Raúl Laurenzo (por Joventango), con la participación de Boris Puga. En los conciertos participaron Fernando Cabrera, el Cuarteto Ricacosa, el quinteto La Mufa, el Sexteto de Álvaro Hagopián, los dúos de Francisco Falco con Julio Cobelli y de Nicolás Mora con Fernando Goicoechea y el sexteto Astillero (de Argentina). Rescatan Zulema en el centenario luctuoso de Ernesto Elorduy Con la ópera-zarzuela en un acto Zulema, la Coordinación Nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) conmemoró el centenario luctuoso del compositor Ernesto Elorduy (1855-1913). La obra fue presentada los días 28 y 29 de septiembre en el Teatro Cuauhtémoc del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Naucalpan de Juárez, estado de México. La obra, ubicada en Estambul, Turquía, en 1877, relata la historia de amor entre Zulema —en la voz de la soprano Sonia Machorro— quien es llevada a la fuerza al harén del sultán Selim Pachá; mientras su enamorado Muley-Hasán —interpretado por el tenor Gustavo Cuautli— un príncipe árabe convertido en esclavo. Sonia Machorro, dijo que Zulema es una de las pocas obras en escena que podemos tener de nuevo y salió del baúl donde estuvo guardada durante seis años. De los antecedentes de Zulema se recuerda que, pese a que se presentó el 22 de enero de 1902 en el Teatro del Conservatorio Nacional de México (en una primera versión presentada a la italiana y con la orquestación del pianista y compositor Ricardo Castro), el estreno definitivo se realizó en el Teatro Principal de la ciudad de México el 2 de mayo de 1903, con una partitura orquestada por Eduardo Vigil y Robles. En esta ocasión, la obra, considerada una de las zarzuelas más originales del siglo XIX mexicano, contó con la dirección musical de Luis Gallardo Villegas y escénica de Horacio Almada. Al respecto, Almada explicó: «En Zulema se trata de recrear la complicidad lograda por Elorduy y el libretista Rubén M. Campos, para dar vida así a aquel embeleso del harem con inauditas libertades estéticas y morales». Esta ópera forma parte del trabajo de rescate del legado musical mexicano emprendido por el musicólogo Armando Gómez Rivas y exhibe —agregó Almada— la sensualidad de Oriente, entretejido por el amor y la pasión. 160 Boletín Música # 35, 2013 También ofrece una mirada crítica a la sociedad mexicana de finales del siglo XIX y cobra vigencia en esta época saturada de manifestaciones. Recorrido latinoamericano del pianista cubano Marcos Madrigal Tras el éxito cosechado el pasado mes de agosto en su debut en el Teatro Colón de Buenos Aires, el pianista cubano Marcos Madrigal regresó al continente americano para interpretar el Concierto para piano núm. 2 en sol menor, Op. 22 de Camille Saint-Saëns junto a la Filarmónica de Bogotá. La cita tuvo lugar los días 25 y 26 de octubre en el Auditorio León de Greiff de la Universidad Nacional de Bogotá, sede de la formación y una de las salas más prestigiosas del país. El programa, a cargo de la directora rusa Ksenia Zharko, estuvo integrado por la Obertura de la ópera Carmen de Bizet, y por la Sinfonía núm. 5, Op. 50 de Nielsen. No es la primera ocasión que del pianista en la capital colombiana para tocar con la orquesta Filarmónica. Su anterior visita fue en mayo de 2012, cuando sorprendió a la crítica y al público con el Concierto para piano núm. 3 en do menor, Op. 37 de Beethoven, que en aquella oportunidad dirigió el maestro Enrique Arturo Diemecke. Con el mismo director tuvo lugar, el pasado 15 de agosto, su esperado debut en el Teatro Colón de Buenos Aires, donde tocó Rhapsody in Blue de George Gershwin acompañado por la Orquesta Filarmónica de la ciudad. Madrigal obtuvo uno de los éxitos más notables de su carrera en ese concierto, en el cual agotó entradas, ofreció tres bises y salió a saludar hasta en diez ocasiones. Este mismo año el artista ha ganado la 55 edición del emblemático Concurso Internacional de Piano Premio Jaén (España). Entre sus próximos comproBoletín Música # 35, 2013 161 misos, Madrigal visitará España el 15 de noviembre para interpretar la Rapsodia sobre un tema de Paganini, Op. 43 de Rachmaninov. Estará acompañado por la Orquesta de Córdoba y su titular, el maestro Lorenzo Ramos. Madrigal (La Habana-1984 se graduó del Instituto Superior de Arte bajo la tutela de la profesora Teresita Junco. Ha participado en las clases y actividades académicas de profesores como Katlheen Mackintosh (USA), Shalev AdEL (Israel), Ann Katleen Bucher (Francia) y William Grant Naboré (Italia). Actualmente perfecciona sus estudios en la Academia Internacional Lago de Como, en Italia. Músicas populares. Aproximaciones teóricas, metodológicas y analíticas en la musicología argentina La Asociación Argentina de Musicología y el Proyecto de Investigación «Música popular en la Argentina. Análisis e historia en el folclore, rock y tango», de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), convocaron al VI Coloquio «Músicas populares. Aproximaciones teóricas, metodológicas y analíticas en la musicología argentina». El evento tuvo lugar el 18 de septiembre de 2013 y contó en esta ocasión con tres ponentes bajo el sistema de coloquio informado: Camila Juárez, Federico Sammartino y Edgardo Rodríguez. Además, se organizó una mesa redonda sobre el tema «Proyectos sobre música popular en Argentina desde la musicología. Estado de situación, resultados y dificultades», en la que participaron directores y miembros de equipos de investigación con temáticas orientadas a la música popular de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCu), Universidad de Buenos Aires (UBA) y UNLP. Música en Casa: julio-diciembre NOTAS La Casa descorrió las cortinas de junio con un concierto de la Orquesta Solistas de La Habana, la cual, bajo la dirección de la maestra María Elena Mendiola, interpretó una selección de su repertorio de música latinoamericana en la Sala Guevara. En esta ocasión, fueron interpretadas, entre otras, el Concierto para orquesta de cuerdas, de Eddie Mora (Costa Rica); tres melodías dominicanas: Serenata en la, de Julio Alberto Hernández; Tres preguntas, de Luis E. Mena; y Romanza no. 1, también de Julio A. Hernández; y En tres partes, concierto para laúd y orquesta de cuerdas, de Carlos Fariñas (Cuba), con la participación de la solista Amanda García. Para cerrar, se escucharon dos temas folclóricos ecuatorianos, Pamak (sanjuanito), de Leonardo Cárdenas, y Fiesta (albazo), de Gerardo Guevara, junto a Fuga y pajarillo, pieza folclórica venezolana de la autoría de Aldemaro Romero. Finalizando el mes, la sala Manuel Galich de la Casa de las Américas recibió una nueva edición de Espacio Sonoro, realizado en colaboración con el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica de Cuba (LNME), esta vez dedicada a obras de Francia y Latinoamérica. En esta oportunidad, estuvo dedicado a la Federación de Música Electroacústica de Francia y a presentar obras de compositores latinoamericanos vinculadas al Festival Internacional de Bourges. El programa, con curaduría de la compositora Sigried Macías, incluiyó siete obras: las francesas Trois modes d´air, de Francoise Barriere, Salut Charybde, de Pierre Boeswillwald y La danse des algus, de Serge Bouc; además de Aprés la vie et la mort, de Rubén Hinojosa (Cuba); Purusha-PraKrdi, de Manuel Rocha Iturbide (México); Echos, de Beatriz Ferreyra (Argentina) e Indio, de Jorge Arriagada (Chile). La temporada de verano «Va por la Casa» fue inaugurada por el espacio Casa Trovada, protagonizado en esta ocasión por el trovador cubano Diego Gutiérrez y su banda en la Sala Che Guevara. Gutiérrez, integrante de las nuevas promociones de trovadores en la Isla, tuvo como único invitado al DJ Iván Lejardi y propuso un recorrido por su repertorio, el se nutre de las raíces trovadorescas y del son cubano, así como de la música internacional de varias generaciones: el rock, el pop, el folk, y asimilaciones de la música folklórica de diferentes países. Nuestras jornadas de cierre de verano, bajo la rúbrica «La Casa por la Ventana», fueron clausuradas por el grupo de música fusión cubana Déjà vu, quienes propusieron un espectáculo que recorrió las distintas facetas de la agrupación: desde la música infantil hasta las propuestas más contemporáneas, seguidas por los más jóvenes. En Septiembre, poco antes de iniciar las jornadas de Casa Tomada, fue recibida la II Semana de la Cultura de Costa Rica en Cuba, la cual inició musicalmente con un concierto de Editus, trío costarricense ha apostado por el jazz moderno y tradicional, la música new age y clásica, sonidos auténticos latinoamericanos, efectos técnicos e investigación académica. La Sala Galich también se inundó de sonidos de la nación centroamericana con una nueva edición del espacio Viaje a la Guitarra, protagonizado por Edín Solís y Eduardo Martín, junto a jóvenes músicos cubanos. Como colofón del II Coloquio Internacional Latinos en las artes y las letras celebrado en octubre, la sala Che Guevara recibió al cantautor cubano Descemer Bueno, quien se hizo acompañar de un pequeño formato integrado por reconocidos músicos del patio. Bueno, que ha desarrollado parte de su carrera 162 Boletín Música # 35, 2013 musical en los Estados Unidos de América y se ha posicionado como uno de los más importantes exponentes de la música urbana contemporánea cubana, ofreció a los presentes los temas de su más reciente producción discográfica. El Coloquio contó con un panel doble dedicado a los sonidos latinos en los Estados Unidos, con la participación de importantes figuras académicas de la talla de Juan Flores (Puerto Rico), Frances Aparicio (Puerto Rico), David F. García (Estados Unidos), Víctor Hugo Viesca (México/ Estados Unidos), Aldo Villegas/ Bocafloja (México), Rosiángela Escamilla (México) y Liliana González (Cuba). Octubre también fue el marco para recibir a los compositores costarricenses Marvin Camacho y Eddie Mora, junto a la musicóloga Ekaterina Chatski, quienes ofrecieron un panorama de la creación contemporánea costarricense. Fue un momento propicio para extender las acciones del Taller Latinoamericano de Composición celebrado en abril pasado, con una sesión de trabajo que acogió una muestra de jóvenes compositores cubanos estudiantes de la Universidad de las Artes de esta especialidad. La clausura del Mes de la Cultura Brasileña en Cuba fue protagonizada por la joven escritora y fotógrafa Bruna Fonte, quien inauguró Vidigal, retratos de una favela, una muestra de su trabajo fotográfico y presentó el libro Essa tal de Bossa Nova, resultado de un trabajo investigativo sostenido, escrito junto al compositor, arreglista y productor brasileño Roberto Menescal, considerado uno de los cristalizadores de la bossa nova. Con motivo del II Encuentro Voces Populares que inició las acciones de Noviembre, la Casa de las Américas fue la sede de las clases magistrales que fueron ofrecidas por destacados autores e intérpretes de la creación popular y su Boletín Música # 35, 2013 163 entorno. Así, la Sala Manuel Galich acogió la clase de guitarra acompañante, impartida por los destacados instrumentistas Rey Montesinos y Juan Ramírez —en la que fungieron como ilustradores los cantantes Leo Montesinos y Ernesto Roel— así como la conferencia magistral La interpretación, la voz y lo cubano en la canción, impartida por los maestros Luis Carbonell y Argelia Fragoso. Tuvo lugar, igualmente, la premier nacional de su documental Paulina emperatriz hoy y siempre, dedicado a Paulina Álvarez, una de las voces excepcionales de la canción cubana. El encuentro, entre sus muchos atractivos, ofreció durante sus jornadas de cierre los recitales de la cantante mexicana Lila Downs y la dominicana Maridalia Hernández en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba. El mes cerró con el recital Cantos de Cerro a Mar del Norte Chileno, en la Sala Che Guevara, protagonizado por el grupo de música andina Punahue, dirigido por Mario Vernal, con la participación especial del trovador Patricio Maturana y del escritor Hernán Rivera Letelier, así como con las jornadas habituales de música de cámara latinoamericana y caribeña del Festival de Música Contemporánea de la Habana en la Casa, coordinadas en colaboración con la Asociación de Músicos de la UNEAC. Sones de ida y vuelta Del 3 al 5 de diciembre tendrá lugar en la Universidad Internacional de Andalucía, Baeza, España, el Congreso Internacional «Sones de ida y vuelta»: músicas coloniales a debate (1492-1898). El evento está organizado además por el Centro Nacional de Difusión Musical de España y el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza. NOTAS La convocatoria al congreso propone el objetivo de ofrecer un balance crítico de la investigación reciente sobre el tema y promover nuevas perspectivas en relación a las músicas coloniales en su más amplia acepción conceptual y cronológica, prestando especial atención a los procesos de intercambio musical entre la Península Ibérica y el Nuevo Mundo en el período 1492-1898. Entre los participantes confirmados pueden citarse Egberto Bermúdez (Colombia), Drew Edward Davies (Estados Unidos), Victoria Eli (Cuba-España), María Gembero-Ustárroz (España), Bernardo Illari (Argentina- Estados Unidos) y Alejandro Vera (Chile). Los temas previstos son: -Metodologías, problemas historiográficos y fuentes para el estudio de los procesos de intercambio musical entre la Península Ibérica y el Nuevo Mundo. -Modelos de mecenazgo musical: de catedrales y misiones al salón y al teatro. -Movimientos migratorios de músicos: viajes de ida y viajes de vuelta. -Circulación, recepción y transformación de los repertorios importados. -Exportación/importación de instrumentos musicales, modelos organológicos y prácticas interpretativas. -Procesos de interinfluencia: modelos europeos, modelos ibéricos y tradiciones autóctonas, músicas cultas vs. músicas populares. -Imperialismo/criollismo/nacionalismo: representación de identidades, etnicidades y minorías en las músicas ibérica y latinoamericana. -Pervivencias, continuidades y cambios de las músicas coloniales a lo largo del siglo XIX. -La recuperación de las músicas coloniales desde una perspectiva históricamente informada: construcciones e ideologías. El coloquio concluirá con una serie de conciertos, a cargo de destacadas formaciones en el campo de la música antigua como Al ayre Español, Música Ficta y La Grande Chapelle. II Congreso de la Asociación Chilena de Estudios en Música Popular El II Congreso de la Asociación Chilena de Estudios en Música Popular, ASEMPCh, se realizará en Santiago de Chile entre el 8 y el 11 de enero de 2014. En colaboración con el Magíster en Musicología Latinoamericana de la Universidad Alberto Hurtado, UAH y la Escuela de Música de la Universidad de Arte y Ciencias Sociales, ARCIS. La ASEMPCh invita a los investigadores de diversas disciplinas a presentar ponencias en mesas redondas, considerando los discursos sonoros, verbales y preformativos en torno a las prácticas de la música popular. Serán ponderadas las propuestas que incluyan reflexiones metodológicas sobre cruces entre disciplinas, temáticas y prácticas diferentes, además de conformar mesas de trabajo interdisciplinarias. A través de su convocatoria la ASEMPCh hace un llamado a expandir la investigación en música popular hacia nuevas direcciones y convergencias, a partir de las siguientes áreas temáticas: -Emoción y cognición. Sentidos y significaciones del cuerpo desde y hacia la música. -Identidades y poder. Música y construcción de alteridades/hegemonías de género, étnicas, de clase y etarias. -Política y ciudadanías. Usos sociales de la música. Industrias y políticas culturales. - Lugares y territorios. Prácticas e imaginarios musicales en la construcción de espacios sociales. -Tecnología y cultura. Perspectivas históricas y estéticas de lo analógico y lo digital en la (re)producción, mediación y escucha. 164 Boletín Música # 35, 2013 XIV Festival Internacional de Música Contemporánea La Universidad de Chile convoca al XIV Festival Internacional de Música Contemporánea, a realizarse del 13 al 17 de enero de 2014. El comité organizador extiende la invitación a la comunidad musical chilena y extranjera, con el fin de continuar fortaleciendo espacios con el objetivo de respaldar y difundir la labor que intérpretes y compositores realizan en pos del desarrollo de la Música Contemporánea. De modo que queda abierta la convocatoria a intérpretes, compositores y ensambles chilenos y extranjeros. Para la elección de los repertorios que serán presentados se ha creado un «Comité de Selección de Obras», con representantes de las diferentes áreas del Departamento de Música. La Universidad de Chile, a través de su Departamento de Música y Sonología de la Facultad de Artes, se reserva el derecho de programar obras de su interés, así como, difundir posteriormente las grabaciones de los conciertos y realizar su almacenamiento en el Archivo Sonoro de la Facultad, con fines educacionales. Para mayor información acerca de la convocatoria y condiciones de participación dirigirse a: festivalmusica contemporanea@uchile.cl. de 2008 trabaja para crear, a través de proyectos conjuntos, redes de orquestas y coros juveniles e infantiles en países como Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, México, Panamá, República Dominicana, siguiendo el modelo venezolano creado por El Sistema. El certamen estará dedicado a la música para orquestas infantiles y juveniles y recibirá una creación inédita por participante hasta el 15 de enero de 2014. Serán otorgados tres premios en metálico: primer lugar, US $10.000; el segundo obtendrá la cifra de US $5.000, y el tercero se hará acreedor de US $3.000. La convocatoria está abierta para compositores mayores de dieciocho años de edad residentes en cualquier país del mundo y que presenten una obra inédita, que no haya sido presentada al público y que tampoco haya ganado un premio en algún certamen anterior. Asimismo, la fecha límite para entregar la obra postulada y la documentación requerida es el 15 de enero de 2014. Mayor información sobre los formatos de composición, así como la descripción y condiciones de este concurso, puede encontrarse en el siguiente enlace www.fundamusical.org.ve/ images/soties/banners/concurso-decomposicion.pdf. Abierta convocatoria para el Concurso Iberoamericano de Composición La tristeza cambia de color con el espíritu de Teresita Fernández Con el fin de satisfacer la demanda de repertorio con la calidad y forma necesarias para la formación musical de las nuevas generaciones de agrupaciones sinfónicas de los países iberoamericanos, se abrió la convocatoria al Concurso Iberoamericano de Composición para Orquesta Infantil y Juvenil. Se trata de una iniciativa del programa multilateral Iberorquestas, que des- Al cierre de este número conocimos del fallecimiento a los 82 años de edad de la trovadora, pedagoga y narradora Teresita Fernández García, cuyas canciones para niños han escuchado varias generaciones de cubanos. Nacida en Santa Clara, el 20 de diciembre de 1930, comenzó a cantar a los cuatro años de edad en la emisora de radio villaclareña CMHI, en un programa Boletín Música # 35, 2013 165 NOTAS que dirigía su madre, Amparo García. En 1948 se graduó de maestra en la Escuela Normal de Santa Clara, en la que también trabajó. Yo soy una maestra que canta es el título de su biografía, escrita por la periodista Alicia Elizundia Ramírez. En 1959 obtuvo en La Habana el título de doctora en Pedagogía. En la capital decidió dedicarse a hacer música. En la década de los cincuenta entró en la vida musical cubana de la mano del dúo de las Hermanas Martí. En los sesenta, Bola de Nieve la invitó a sus presentaciones en el Restaurante Monsigneur y Fernández tuvo espacio propio en salas como La Rampa y el pequeño club Coctel, además de actuar en radio, televisión y otras salas-teatro. Teresita Fernández condujo los programas radiales Musa traviesa y De regreso. Su primera incursión en televisión fue en 1960, al inaugurar el programa La casita de azúcar, con los títeres Pitusa y Eusebio, que se transmitió durante buena parte de la década. En 1974, al cesar su trabajo en la televisión y por iniciativa de Celia Sánchez, creó en el Parque Lenin, junto a otros artistas cubanos, La peña de los juglares, en la que participaron poetas, narradores, bailarines y músicos cubanos y extranjeros. Teresita Fernández musicalizó el Ismaelillo de José Martí y las Rondas de Gabriela Mistral. Entre sus canciones para niños más conocidas están Mi gatico vinagrito, Tin, tin, la lluvia cayó y Tía jutía, entre otras. Durante su vida recibió, entre otros galardones, la Distinción por la Cultura Nacional y la Distinción por la Educación Cubana. Teresita también es parte de la historia de la Casa de las Américas. En múltiples oportunidades ofreció recitales, y fue puente para que llegaran a nuestras salas nuevas generaciones de trovadores. El cambio de siglo fue testigo del homenaje que en la Sala Che Guevara le hiciera la más joven hornada de cantautores del patio en la presentación del disco Vamos todos a cantar, bajo la égida del también recordado Jorge García, y que recoge las más conocidas canciones infantiles de su autoría en las voces de estos músicos. Su legado trasciende lo material porque esta gran maestra nos enseñó con amor a crecer en un mundo de belleza espiritual. Ailer Pérez Gómez. Cuba. Musicóloga. Investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC) y profesora del departamento de Musicología de la Universidad de las Artes de Cuba. 166 Boletín Música # 35, 2013 CONVOCATORIA Premio de Musicología Casa de las Américas La Habana, 17 al 21 de marzo de 2014 La Casa de las Américas convoca a todos los interesados a participar en la decimocuarta edición del Premio de Musicología Casa de las Américas. 1. Podrán participar autores latinoamericanos y caribeños, naturales o naturalizados, con libros que contribuyan a una comprensión más integral de la música y la cultura de América Latina y del Caribe, a partir de los diversos conceptos y procedimientos de las ciencias sociales contemporáneas. 2. Concursarán textos inéditos sobre: historiografía musical; interpretación y explicación crítica de la creación musical; música tradicional y folclórica; teoría y práctica de la enseñanza de la música; marcos teóricos globales de la musicología; y otros problemas relacionados con la estética, la sociología y la antropología de la música entre otros. 3. Las obras se considerarán inéditas aunque hayan sido publicadas hasta dos tercios de las mismas. 4. Ningún autor podrá participar con una obra que haya obtenido algún premio nacional o internacional. 5. Se otorgará un premio único e indivisible. El premio consistirá en tres mil dólares o su equivalente en la moneda nacional que corresponda y la publicación de la obra por la Casa de las Américas. Se otorgarán menciones si el jurado las estima necesarias, sin que ello implique ningún compromiso editorial ni retribución por parte de la Casa de las Américas. 6. La Casa de las Américas se reserva el derecho de publicación de la que será considerada primera edición de la obra premiada, que tendrá hasta un máximo de mil ejemplares, aunque se trate de una coedición. Tal derecho incluye no solo evidentes cuestiones económicas, sino todas las características gráficas y otros aspectos de la mencionada primera edición. En las sucesivas ediciones los derechos corresponderán íntegramente al autor. 7. La Casa de las Américas tendrá la primera opción sobre la obra premiada y las mencionadas durante un año, a efectos de negociar su publicación en todo el mundo. Los derechos de toda contratación se revertirán sobre el autor, descontándose en cada caso un 10% que será para la Casa de las Américas. 8. Las obras se presentarán impresas en dos ejemplares, a dos espacios y foliadas. En caso de llevar ejemplos musicales e ilustraciones, se deben adjuntar al primer ejemplar de la obra, con calidad suficiente para su reproducción impresa, numerados y con la debida indicación de las fuentes de referencia o archivos donde se encuentran los documentos originales. 9. Junto al texto impreso se enviará una versión digital en sistema compatible con MS-Word para PC. 10. Si la obra no corresponde a un autor de lengua castellana, el texto se enviará en el idioma original y una traducción que hará constar el nombre del traductor. 11. Es admisible el uso de seudónimo, si así lo prefiere el autor. En ese caso, es indispensable acompañar su identificación en sobre aparte. 12. Cada autor deberá enviar un currículum de hasta dos páginas, que indique nombres y apellidos, fecha de nacimiento, dirección postal y dirección electrónica, títulos o grados, publicaciones y ponencias recientes, docencia actual, investigaciones en curso, cargos académicos y membresía. 13. Las obras deberán ser remitidas a la Casa de las Américas, 3ra y G, El Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba antes del 1ro de febrero de 2014. Para facilitar el envío, las Embajadas de Cuba podrán recepcionar obras concursantes hasta el 1ro de diciembre de 2013. En los dos casos los autores deberán comunicarse de inmediato con la Dirección de Música de la Casa de las Américas a través de la dirección electrónica musica@casa.cult.cu. 14. El jurado quedará constituido en la Ciudad de La Habana, en marzo de 2014. 15. La premiación tendrá lugar el viernes 21 de marzo de 2014 y el dictamen del jurado será inapelable. 16. Las obras presentadas que no obtengan premio o menciones estarán a disposición de sus autores hasta el 30 marzo de 2015. La Casa de las Américas no se responsabiliza con su devolución. 17. Los autores que contravengan lo especificado en estas bases serán descalificados. El envío de la obra presupone e implica su aceptación íntegra. Boletín Música # 35, 2013 167 VIII Coloquio Internacional de Musicología / I Conferencia de la Asociación Regional de la Sociedad Internacional de Musicología para la América Latina y el Caribe (ARALC/IMS) La Habana, 17 al 21 de marzo de 2014 Con motivo de la decimocuarta edición de su Premio de Musicología, la Casa de las Américas convoca al VIII Coloquio Internacional de Musicología, que en esta ocasión servirá de contexto a la primera Conferencia de la Asociación Regional de la Sociedad Internacional de Musicología para la América Latina y el Caribe (ARALC/IMS), fundada con el interés de promover una mayor presencia de investigadores latinoamericanos y caribeños en la concepción y desarrollo de proyectos de alcance global. Podrán participar musicólogos, músicos, pedagogos y demás especialistas interesados en profundizar en el conocimiento científico, la preservación y el desarrollo de la cultura musical de la América Latina y el Caribe. El Coloquio se desarrollará a partir de un programa de actividades que incluirá conferencias, mesas redondas, paneles de debate, conciertos, presentaciones de discos, libros y publicaciones periódicas, proyección de documentales y exposiciones de arte. Las conferencias y mesas redondas contarán con la participación de los miembros del Jurado del Premio de Musicología Casa de las Américas, de la directiva de la Sociedad Internacional de Musicología (IMS) y otros especialistas invitados. Las sesiones de trabajo se desarrollarán a partir de paneles y ponencias que deben responder en su totalidad a la investigación de la cultura musical latinoamericana y caribeña y estarán dirigidos hacia los siguientes temas: • Latinoamérica y el canon • La musicología, eje de intersecciones disciplinares Los interesados en participar como ponentes deberán hacer llegar su solicitud a la Dirección de Música de la Casa de las Américas musica@casa.cult.cu, antes del 15 de julio de 2013. La solicitud estará acompañada de: título de la ponencia, resumen de un máximo de 250 palabras y breve ficha profesional con los datos completos y de localización del autor. Las propuestas serán analizadas por un comité de lectura único, de diez miembros, integrado por musicólogos de la América Latina y el Caribe y presidido por el profesor Egberto Bermúdez. Este comité, si estima necesario, podrá solicitar al interesado información complementaria sobre la ponencia (marco teórico, bibliografía, versión del texto). La Casa de las Américas comunicará la decisión del comité de lectura antes del 30 de septiembre de 2013. Las ponencias deberán ser textos inéditos, con una extensión mínima de 3000 palabras y máxima de 6000 (de 10 a 20 hojas foliadas), incluidos los ejemplos, ilustraciones, notas y referencias bibliográficas. Al formalizar la inscripción en el Coloquio, se recibirá el texto impreso y una versión digital en un sistema compatible con PC. En los paneles de debate los ponentes dispondrán de 20 minutos para la lectura o exposición de sus trabajos y 10 minutos para la discusión. La cuota de inscripción en el Coloquio será de $50.00 USD y debe ser abonada personalmente en la Casa de las Américas al comenzar el evento. Los participantes cubanos abonarán la misma cantidad en moneda nacional. La Casa de las Américas no puede asumir los costos de pasaje y estancia de los ponentes aceptados. A quienes así lo soliciten, se les remitirá una carta oficial de invitación para que puedan gestionar sus fondos de viaje. Se reconocerá por escrito la gestión de aquellas instituciones que contribuyan a financiar los gastos de los participantes. La participación deberá confirmarse antes del 31 de enero de 2014 a la Dirección de Música de la Casa de las Américas. Para más información sobre el Premio y el Coloquio, Ud. puede visitar nuestro sitio web: http://www.casadelasamericas.org/premios/musicologia/index.php CASA DE LAS AMÉRICAS 3ª y G, El Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba. Tels.: (53 7) 8309484, 552706/09. Fax: (53 7) 334554 / 8327272. Email: musica@casa.cult.cu http://www.casa.cult.cu 168 Boletín Música # 35, 2013