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Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Vigías del Patrimonio Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Notas con Armonía N° 394 Boletín institucional de la Fundación Armonía con información cultural y de interés general. Bucaramanga, Santander, Colombia 13 años (2003-2016) Autor del afiche: Rito Hemel Patiño Santos Foto: Diego Alejandro Villamizar Ruiz XXVI Festivalito Ruitoqueño de música colombiana 1 al 14 de agosto de 2015 Invitados especiales Saavedra Miami, U.S.A.- Ginebra (Valle del Cauca) María Mónica Mondragón Cali (Valle del Cauca) Amaretto Ensamble Pereira (Risaralda) Cimarrón San Martín de los Llanos (Meta) Homenajeados Ramiro Alonso Pilonieta Pico Charalá Nilson Guerrero Mantilla Bucaramanga Otros invitados: Orquesta Tumacuba, Ayer y Hoy Parrandero, Juan Ibarra y Los Chucureños, Óscar Alviar, Septófono, El Barbero del Socorro, Hermanos López, Macaregua Trío, Trapiche Molé, Hermanos Quintero, Música para el Pie Izquierdo, Las Comadres de José, grupos de danzas y alrededor de cuarenta agrupaciones que se seleccionarán en las audiciones presencial y virtual. Dieciseis conciertos didácticos en Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Girón. Tres talleres de capacitación. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Voluntariado envidiable e invaluable que apoya a la Fundación Armonía y al Festivalito Ruitoqueño de música colombiana. Agradecimientos inmensos por su generosidad y su dedicación, soporte de esta gestión cultural. Fundación Armonía Junta Directiva Fernando Remolina Chaparro Jorge Fídoly Ramón Vera Roberto Villamizar Mutis Rafael Antonio Aponte Carvajal Luis Carlos Villamizar Mutis Director ejecutivo y representante legal Luis Carlos Villamizar Mutis Festivalito Ruitoqueño Comité Organizador Fernando Remolina Chaparro Jorge Fídoly Ramón Vera Roberto Villamizar Mutis Rafael Antonio Aponte Carvajal Carlos Fernando Rivera Peña Luis Carlos Villamizar Mutis Audición Roberto Villamizar Mutis Jorge Fídoly Ramón Vera Rafael Antonio Aponte Carvajal Eugenio Gámez Rincón Sebastián Arguello Dónovan Suárez Diego Alejandro Villamizar Ruiz Comunicando Ideas Comité evaluador Bernardo Enrique Mesa Gómez Carlos Fernando Rivera Peña Fernando Remolina Chaparro Puno Ardila Amaya Luis Carlos Villamizar Mutis Grupo de Logística Fernando Remolina Chaparro Jorge Fídoly Ramón Vera Rafael Antonio Aponte Carvajal Eugenio Gámez Rincón Mary Isabel Rodríguez Pérez Adriana Ramírez Roberto Villamizar Mutis Carlos Fernando Rivera Peña Bernardo Enrique Mesa Gómez Melba Carreño Luna Ligia Esperanza Romero Cortés Esmeralda Peña Villamizar Leonardo Quintero Gamboa Diego Armando Becerra Sebastián Arguello Dónovan Suárez Mario Guillermo Serrano Cáceres JJ Sonido Alfredo Rico Diego Alejandro Villamizar Ruiz Ángel María Chaves Neira Eduardo Villamizar Mutis Rito H.P. Comunicando Ideas Luis Carlos Villamizar Mutis Maestros de ceremonias Puno Ardila Amaya Laura Gabriela Castro González Coordinador externo Asistente del coordinador externo Auxiliar de ingreso al auditorio Auxiliar de salida del auditorio Auxiliar de tarima “ Fotógrafo Grabación en video Coordinador de sonido y tarima Apoyo a los invitados especiales Atención a intérpretes ” ” ” Coordinador de tarima Coordinador de taquillas e ingreso intérpretes y parqueaderos Coordinador de logística y plaza de comidas Coordinadora de plaza de comidas Ingreso público Taquilla Ingreso intérpretes Entrega de manillas Auxiliar de tarima “ Grabación para el disco Sonido Técnico electricista Fotógrafo Médico Registro de tiempos de intervención de los grupos Escenografía del escenario Grabación en video Coordinador general Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Vigías del Patrimonio Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Clasificados al 42° Concurso Mono Núñez 2016 Modalidad instrumental: Requintrez Atardecer Bogotano Oriana Medina Andrés Javier Zúñiga Connel Ensamble Juventud Parrandera Trío instrumental “Bachué” Atrípico Valentina Gómez Julián David Serna Tierrandina Tres en Uno Están clasificados por derecho propio: Itinerante Amaretto Ensamble En caso de retiro de alguno de los clasificados Antre N.O.S. Trío Bogotá Bogotá Bogotá Bogotá Bogotá Boyacá Risaralda Risaralda Santander Santander Santander Tolima Bogotá Risaralda ingresa el participante que quedó más cerca del promedio: Bogotá Modalidad vocal: Armonizando Dúo A3 Trío Dueto Óscar y Julio Silvia Viviana Bautista Lizeth Paola Rodríguez Dueto La Aldea Marlin Yuranny González Alexandra Colorado Fundación Auros Están clasificados por derecho propio: Dueto Hatogrande Ligia Esther Gilón Mónica Adela Escobar Dueto Aura y Heidy Dueto Cafecito y Caña En caso de retiro de alguno de los clasificados Ándry Yesenia Estupiñán Huila Nariño Risaralda Santander Tolima Tolima Valle Valle Valle Antioquia Bogotá Quindío Tolima Valle ingresa el participante que quedó más cerca del promedio: Santander ¡La música andina colombiana está más viva que nunca, gracias en una parte muy importante al trabajo de los gestores culturales de cada región y a la gestión que hacen los Delegados Regionales de Funmúsica! ¡Viva Colombia y sus manifestaciones culturales! Talento santandereano en video https://youtu.be/ZSyX0lNU6Uw https://youtu.be/u3Ec_4QW6zo Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Laura Restrepo invitada especial para el lanzamiento de Ulibro 2016 El próximo miércoles 27 de abril la escritora colombiana Laura Restrepo visitará por primera vez Bucaramanga y la Universidad Autónoma, con el fin de presentar su novela “Pecado” y lanzar la Feria del Libro de Bucaramanga en su edición 14. Desde las 10 de la mañana en el Auditorio Mayor ‘Carlos Gómez Albarracín’ la autora Laura Restrepo deleitará a los amantes de la literatura con un conversatorio sobre su trayectoria y su más reciente novela llamada ‘Pecado’. Con este importante evento se realiza el lanzamiento oficial de la 14 Feria del Libro de la ciudad, Ulibro 2016, que organiza la Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB. Laura Restrepo estudió Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes y realizó un posgrado en Ciencias Políticas. Actualmente es una de las escritoras colombianas más reconocidas nacional e internacionalmente. Ganadora del Premio Alfaguara 2004 y Premio Grinzane Cavour 2006, reconocimientos que obtuvo con su novela ‘Delirio’. Otras de sus distinciones son el Premio Sor Juana Inés de la Cruz de novela, el Prix France Culture y el Premio Arzobispo Juan de San Clemente 2003. ‘La isla de la pasión’, ‘Leopardo al sol’, ‘Dulce compañía’, ‘La novia oscura’, ‘Demasiados héroes’ y ‘Hot sur’, son algunas de sus novelas. Por otra parte, Juan David Correa, periodista, escritor y actual director de la revista Arcadia será el encargado de dirigir este encuentro que desde ya se cataloga como uno de los eventos culturales más importantes del año. Ulibro 2016 se realizará del 22 al 27 de agosto, tendrá como temática central ‘Leer en paz’ y como país invitado a Cuba. Su riqueza cultural, artística y gastronómica logró conquistar el gusto del comité organizador de la Feria y romper las barreras para trasladar parte de su historia, de su esencia y sabor a Bucaramanga. Agéndese desde ya y participe del evento literario más importante de la ciudad, la 14 Feria del Libro, Ulibro 2016, y disfrute de seis días de diversas actividades: encuentro con autores, exposiciones, conversatorios, conferencias, presentaciones de libros, espectáculos culturales, talleres infantiles, juveniles y especializados, proyecciones de películas, cortos y documentales, homenajes, encuentro de literaturas regionales, encuentro de literatura infantil, recital de poesía y encuentro generacional, entre otras. Para mayor información comunicarse con la oficina de Ulibro al 6436111 ext 229 o al correo electrónico ulibro@unab.edu.co María Carolina Rey Durán / Jefe de Prensa / Universidad Autónoma de Bucaramanga Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Nos unimos a este reconocimiento y le enviamos un abrazo de felicitación a Fabio Molina Sánchez. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Paz en movimiento Por: Salvo Basile / El Tiempo 'Los colombianos le declaramos la paz a la guerra', una bella frase, un sueño que hacemos realidad a través del trabajo de tantos jóvenes que se han comprometido Cuando Andrés Santamaría, presidente nacional de la Federación de Personeros, y Camilo Fonseca, director ejecutivo, me invitaron por segundo año consecutivo a integrar el jurado de esta iniciativa de paz y reconciliación de los personeros de Colombia, acepté sin la menor duda porque estoy convencido de que cualquier oportunidad que el ciudadano tenga de aportar aunque sea un granito de paz tiene que aprovecharla, y además porque es siempre un placer viajar a la bella ciudad de Cali. Recon es una convocatoria de Fenalper y las personerías municipales de Colombia para recibir proyectos audiovisuales para la construcción de la paz en las diferentes regiones del país. Este año se recibieron más de 400 iniciativas, a través de las cuales la sociedad civil busca contribuir a la paz. Son cinco las categorías que estamos calificando: educación, emprendimiento, tecnologías, prácticas culturales, artísticas y deportivas, y medioambiente. Junto con unos compañeros jurados de primera, vamos a analizar estas iniciativas para la construcción de la convivencia y la reconciliación, con los siguientes criterios de evaluación: que se reproduzcan; sostenibilidad, creatividad e innovación, e impacto social. ‘Los colombianos le declaramos la paz a la guerra’, una bella frase, un sueño que hacemos realidad a través del trabajo de tantos jóvenes que se han comprometido, como los del documental 'Sueños pacíficos de arte y cultura', en Buenaventura; con los muchachos de la comuna 13 de Medellín, con su Escuela Audiovisual Full Producciones: ellos dicen que mientras las ‘bacrim’ reclutan jóvenes para la guerra ellos lo hacen para la paz, y su arma contundente es una cámara; un corto sobre la elaboración de termos reguladores para que estudiantes y campesinos víctimas del conflicto puedan llevar y almacenar agua. De Córdoba llega un apoyo a la producción de cultivos para la seguridad alimentaria; del Valle, una serie animada contra el reclutamiento de menores. De todas las regiones participan colectivos, fundaciones, individuos, pueblos enteros que sienten la necesidad de ventilar sus problemas, aportando su sabiduría popular, especialmente su amor para la tierra que los vio nacer y que todos podemos ayudar a salvar del monstruo de la guerra. El cazador de historias El pasado lunes 4 de abril se realizó el lanzamiento mundial del último libro de Eduardo Galeano, uno de los escritores más icónicos de Latinoamérica en todos los tiempos. Por: Redacción Vanguardia Liberal El siglo XXI no está resultando ser un gran siglo. Los abusos de un sistema formado por ricos cada vez más ricos y jodidos muy jodidos están a la orden del día. Siguen soñando las pulgas con comprarse un perro y los nadies con salir de pobres. En esta obra, que terminó un año antes de morir, Eduardo Galeano sale a cazar en esa jungla para mostrarnos –con crudeza, con humor, con ternura– el mundo en que vivimos, desnudando ciertas realidades que, pese a estar al alcance de la mano, no todos llegan a ver. Pero, como sugiere su título, ‘El cazador de historias’ devela también al narrador que acecha detrás de todos los relatos. Y así, aunque siempre fue reticente a hablar de sí mismo, Galeano cierra este libro con un puñado de bellas y poderosas historias que sorprenden tanto porque ofrecen pistas de su biografía, de sus años de infancia y juventud, de los primeros viajes por América Latina, de las personas que marcaron su vida y su escritura, como porque expresan sus ideas sobre la muerte. Lejos de cualquier lamento, con el puro impulso de la curiosidad y la imaginación, se pregunta cómo será el final, qué deseos, afectos o necesidades aparecerán entonces. Eduardo Galeano creó una obra que no pasó inadvertida, que culmina con este libro. Varias generaciones la han leído con fruición, y seguramente seguirán haciéndolo, porque “algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende”. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Película colombiana premiada en Tolousse El largometraje documental ‘Paciente’ recibió el Premio Signis del Festival Cinélatino Recontres de Tolousse. La película, dirigida por Jorge Caballero, alza su tercer reconocimiento a un mes de estrenarse comercialmente en Colombia. Por: Redacción Vanguardia Liberal Nubia (Foto: Jorge Caballero / VANGUARDIA LIBERAL) Con este galardón, ‘Paciente’ acumula tres premios: Premio Especial del Jurado Documental (Festival Internacional de Cine de Guadalajara - FICG) y Premio como Mejor Director de Cine Documental (Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias – FICCI), durante su recorrido por festivales programados en el mes de marzo. La coproducción, entre Gusano Films y Señal Colombia, narra el via crucis de Nubia, una madre que enfrenta con valentía y paciencia las trabas del sistema de salud colombiano para su hija enferma de cáncer. El proyecto es además una propuesta que abarca desde un juego y un libro digital hasta nueve cortometrajes alrededor del tema de la salud en Colombia. Y es que los reconocimientos no solo llegan con los festivales. Recientemente, The Lancet, la revista médica más importante de Europa, publicó un artículo destacando el documental de Caballero: “En Colombia, un país donde el áspero sistema de salud requiere que los usuarios se enfrenten a absurdos obstáculos burocráticos para acceder a sus servicios, el paciente no es solo el que lleva a cuestas su enfermedad, sino también el responsable de la lucha diaria para asegurarse de que su ser querido reciba todas las atenciones necesarias”. “Nunca vemos a Leidy. En su lugar, la cámara se asoma por la puerta o por el corredor, o se centra en el final de su cama. Es una conmovedora y apropiada restricción, uno de los muchos puntos fuertes de la película. Caballero guarda su distancia” (Revista The Lancet). Toda la discografía del Festivalito Ruitoqueño Escuche los 18 discos compactos, la mayoría dobles desde 1997 hasta el 2014 www.ellibrototal.com Al ingresar, ubíquese en buscar y escriba Festivalito Ruitoqueño, así de fácil. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Benefactores Cumbia XXVI Festivalito Ruitoqueño de música colombiana 1 al 14 de agosto de 2016 Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Una cueva de mujeres Por: Heriberto Fiorillo / El Tiempo Las mujeres regresan al mítico bar La Cueva, no solo como visitantes sino como dueñas de la escena. “Esta es mi historia, la del ausente, la de la niña olvidada en el patio trasero, sin nombre ni edad, abrumada por los juegos tristes de muñecas y chócoros, donde nunca había sudor o mugre, y todos eran felices por siempre”. Con estos versos de su poema ‘Fuego’, Mayra Alejandra Díaz abrió la noche del último 15 de marzo el primer Martes Reina, un programa con el que las mujeres se tomaron La Cueva. Y digo su escenario, porque antes, en las décadas del 50 y el 60, no había proscenio en el lugar, sino todo era más bien ambiente, contexto y epicentro del llamado Grupo de Barranquilla, que, alrededor de rones y cervezas, desarrollaba su amistad, discutía sus lecturas, colgaba sus pinturas y escuchaba su música. A esos encuentros venían con alguna frecuencia mujeres contadas del arte y la cultura, como la pintora Cecilia Porras, la crítica de arte Marta Traba, la cineasta Gabriela Samper y la escultora Feliza Bursztyn, mujeres osadas que se ganaron el respeto y la admiración de sus varones contemporáneos. Se sabe que otras damas, de la encopetada sociedad barranquillera, algunas casadas con los mismos asiduos de La Cueva, no llegaban hasta ella. Sus motivos tendrían: sitio de machos más bien borrachos, en relajo y con mamadera de gallo permanente, ociosos creativos que alimentaban con historias propias y ajenas la desmesura de su imaginación. En ocasiones, preocupada por su marido, alguna de estas señoras arrimaba en su auto hasta la puerta del bar manejado por Eduardo Vilá, siempre acompañada por una muchacha del servicio doméstico. La señora se quedaba en el auto y enviaba a su empleada a asomarse por una de las puertas de La Cueva. La muchacha auscultaba el sitio, descubría a su patrón a la distancia y este le señalaba con los dedos un no rotundo y cómplice. Entonces ella regresaba al auto y aseguraba: “No, señora, el señor no está”. Por aquellos días, se hizo muy popular un aviso de revista que rezaba: “Señora, si no quiere perder a su marido, no lo deje ir a La Cueva”. Los tiempos cambian. Mayra, autora del libro de poemas ‘Babel desnuda’, estuvo el martes acompañada por la actriz boliviana Sandra Peña, quien cautivó al público con su ‘Monólogo de la bañera’. A ellas se sumaron dos estupendos grupos musicales: el de Orito Cantora (folclorista, cantautora y maraquera) y Jenn del Tambó (tamborera número uno de Colombia); otro, el de la cantante y pianista Nicole Horbath, la bajista y vocalista Lali Páez y la timbalera Rossana Valdés, con participación en ambos grupos de la cantautora, guitarrista y percusionista, Lali de la Hoz. Estas cuatro últimas decidieron presentarse por primera vez como grupo, en La Cueva. Lizette Cantillo, también actriz, fue la animadora de una noche en la que el público de todos los géneros respondió masivamente a la convocatoria incluyente, liderada por mujeres desde la tarima. El arte ilumina, alivia y alimenta. Ahora Mayra, Sandra, Nicole, Orito, Jenn, las Lali, Rossana y Lizette tendrán siempre en La Cueva un espacio cómplice. Todas prometieron regresar a ese sitio ancestral de sus entrañas, no solo como clientes o acompañantes de otros artistas sino de nuevo, con su aporte creador, como dueñas de la escena. *** A propósito, por estos días descubro en internet una foto de Gabriel García Márquez bailando un trago junto a la magnífica Elena Garro. Tres cosas saltan de inmediato a mi memoria: que el Gabo era un gran bailarín, que sabía entonarse con el whisky y que Elena Garro era una de las más grandes escritoras mexicanas, opacada, sin embargo, como dicen, por la sombra de su marido, el gran Octavio Paz. Seleccionadas las canciones que estarán en el Festival de la Leyenda El próximo 27 de abril se dará la apertura oficial del 49° Festival de la Leyenda Vallenata en Valledupar, donde se realizará un homenaje a los hermanos Emiliano y Poncho Zuleta. Un total de 64 canciones de 348 inscritas, fueron seleccionadas para participar en el 49º Festival de la Leyenda Vallenata en homenaje a Emiliano y Poncho, Los Hermanos Zuleta. Las canciones seleccionadas son 10 merengues, 34 paseos, 8 pullas y 12 sones y esa labor que tuvo una duración de cuatro días estuvo a cargo del jurado que integraron Rita Fernández Padilla, Juvenal Daza Bermúdez, Marciano Martínez Acosta, Nolberto Romero Ospino, William Rosado Rincones, Efraín Quintero Molina y Alonso Sarmiento Araujo. Como veedores estuvieron Cecilia Monsalvo Riveira, Lourdes Baute Céspedes, Gustavo Gutiérrez Cabello y se contó con el acompañamiento del coordinador general de los concursos Clemente Pachín Escalona. Este año se batió el record absoluto de canciones inscritas, superando la cifra anterior de 246 en el 2015. El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araujo, agradeció al cuerpo de jurados que tuvieron la misión de seleccionar las canciones que se interpretarán a partir del 27 de abril. “Agradezco a los miembros del jurado, amplio conocedor de la materia vallenata, y principalmente a los compositores que se inscribieron, por darle mayor realce al Festival de la Leyenda Vallenata. De esta manera seguimos acercándonos a la cita anual que tiene Valledupar con el folclor vallenato”, indicó Rodolfo Molina Araujo. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia El Museo de Antioquia sale a la calle Un nuevo proyecto procura, además de acercar a la gente al arte, ayudar a la recuperación del centro de Medellín. Por: semana.com El Museo de Antioquia sale a la calle Foto: cortesía Colección Museo de Antioquia Con la imagen de ‘La Monalisa niña’, una obra del pintor y escultor antioqueño Fernando Botero, que resulta cercana y atractiva, el Museo de Antioquia lanza su nuevo proyecto ‘La consentida’. El objetivo es acercar al público en general a las obras, colecciones y documentos importantes para el arte y para la fundación de Antioquia. Piezas que el Museo ha recuperado, conservado y divulgado desde 1881. Así, el Museo pretende llevar sus colecciones a las calles de la ciudad. Y comenzará con poner arte en sus cuatro fachadas, las cuales se conectan con importantes vías de Medellín, como la De Greiff, la Boyacá, la Cundinamarca y la Carabobo. ‘La Monalisa niña’ estará en una vitrina que da hacia la fachada de la calle Cundinamarca, protegida con un vidrio de seguridad, que permite a los ciudadanos verla sin tener que entrar al museo. María Rosario Escobar, directora del museo, asegura que ‘La consentida’ busca “aportar y sumarse a la recuperación del Centro de Medellín”. El Museo de Antioquia se caracteriza por su exclusiva colección de la obra del escultor Fernando Botero, incluso la plaza donde se ubica se llama Plaza Botero, pues allí se exhiben de manera permanente algunas esculturas que el artista le donó a la ciudad. Ahora se suma a las exhibiciones públicas ‘La Monalisa niña’, una obra que simboliza el periodo temprano de experimentación artística de Botero, y que lo llevó a hallar el estilo que lo consolidó internacionalmente. Ladran... Por: Puno Ardila / Vanguardia Liberal Cuatrocientos años después de Cervantes, el idioma castellano está próximo a la sima. La razón principal es el bajísimo nivel de calidad de la educación, que involucra al Estado como principal culpable, y luego a las instituciones educativas, a los medios de comunicación y a las familias, o a lo que queda de ellas. Cada quien habla y escribe como se le antoja, y quienquiera es poeta, y quienquiera es escritor, y los únicos que pueden regularlos son sus propios egos, sensibles -eso sí- a cualquier corrección; ellos son a la literatura lo que Mozart es a la música: textos perfectos, intocables... E ilegibles, por supuesto. Tantos en su “erudición” hablan mal de García Márquez, pero inventan de perros que “ladran porque cabalgamos”, y citan textos como pastores religiosos, que solo conocen la Biblia por fuera. Nuestra sociedad inventa palabras porque desconoce las que existen, y rechaza normas por ignorancia supina. Entre muchísimos ejemplos, hoy la gente dice “direccionar”, por ‘dirigir’ o ‘enviar’, y con alguna palabra designa todo lo que pueda; por ejemplo, ‘cultura’ es ‘hábito’, ‘maña’ y ‘costumbre’, y ‘construir’ es ‘diseñar’, ‘componer’, ‘proponer’. Es lamentable cómo los estudiantes llegan a las universidades con un léxico paupérrimo, por no decir miserable; y en las aulas, en vez de enseñarles, de primero a undécimo, les exigen escribir en mayúscula para no marcar tildes y los obligan a excluir palabras, como ‘poner’, y formas preposicionales, como ‘de que’, que porque se “escucha” mal. Y en las aulas, y en la calle, crece de manera galopante el número de personas que pelea contra el idioma castellano porque no es “incluyente”, pero desconocen por completo la gramática elemental. Y los profesores de castellano “transmiten” solo teoría, que nadie entiende, y jamás utilizará. Y ponen tareas que ellos jamás hicieron, que podrán copiarse de internet, de obras que tampoco esos profesores leyeron, ni leerán jamás; y esos trabajos, que tampoco leerán jamás, resultan calificados por número de páginas y por el costo de la encuadernación. Profesores que enseñan a decir ‘once’ por ‘undécimo’; que saben qué es ‘pluscuamperfecto’, pero dicen “haiga” y “fórmesen”. Nota del editor: precisamente ayer un niño de 11 años me preguntó que dónde tenía la tilde una determinada palabra; le dije en tal lugar porque es una palabra esdrújula, que son las que llevan el acento en la penúltima sílaba…me miró como ver un extraterrestre y la mamá, que es muy juiciosa ayudándole al niño en sus deberes, me dijo: jamás le han enseñado esas normas. ¿Cómo carajo enseñan hoy ortografía en los colegios? Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Benefactores Torbellino XXVI Festivalito Ruitoqueño de música colombiana 1 al 14 de agosto de 2016 Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Gregory Peck, el hombre de los mil rostros El pasado cinco de abril se cumplieron 100 años del nacimiento del protagonista de “Matar un ruiseñor”, entre cientos de películas. Por: Ricardo Bada / El Espectador Gregory Peck nació en abril de 1916 en La Jolla, California, y murió en junio de 2003 en Los Ángeles, California. / AFP Poco, para no decir nada, es lo que ha repercutido en la prensa en lengua española, a ambos lados del gran charco, el centenario del nacimiento de Gregory Peck. Y ello a pesar de que hay un consenso prácticamente unánime en el sentido de que el único actor de Hollywood que hubiese podido ser un excelente presidente de los Estados Unidos es (fue) él. Pero como se sabe, el único actor que llegó a tan alta magistratura provenía de la serie B. Corramos aquí un piadoso y tupido velo, aunque no sin dejar claro que estoy hablando de actores profesionales, porque aficionados ha habido varios como inquilinos de la Casa Blanca. De Gregory Peck quedan imborrables en la memoria su divagar alucinado con Ingrid Bergman por los decorados que Hitchcock le encargó a Salvador Dalí para Spellbound; su amor loco por la mestiza de Duelo al solque encarnaba Jennifer Jones; el renquear obsesivo del capitán Ahab sobre la cubierta del Pequod interrogando a los océanos por el paradero de Moby Dick... ¿Cómo olvidar además al escritor Harry Street con la pierna gangrenada y que aguarda la muerte con Susan Hayward oyendo a las hienas en Las nieves del Kilimanjaro? Ni a otro escritor —el sabio Ambrose Bierce— desaparecido sin rastro durante las escaramuzas de la Revolución mexicana en Gringo viejo, basada en una de las pocas narraciones rescatables de Carlos Fuentes. (De don Ambrose citaré una frase suya preciosa, de las que merecen recordarse: “La paciencia es una forma inferior de la desesperación, disfrazada de virtud”). Y volviendo a Gregory Peck, tampoco se olvida fácilmente al formidable abogado antirracista Atticus Finch de Matar un ruiseñor, por el que consiguió el Óscar de 1962, y que todavía hoy nos despierta una ternura que el tiempo acendra y nos hace compartir una soterrada rabia que el tiempo no mitiga. Ni al criminalista Sam Bowden, acosado por el sicópata fabulosamente interpretado por Robert Mitchum en la primera versión deCape Fear. Por cierto que en la segunda, con Robert de Niro en el rol de Mitchum y Nolte en el suyo, ambos —Mitchum y Peck— intervendrían en papeles secundarios, un elocuente homenaje de Martin Scorsese. En la vertiente humorística también son memorables el periodista deportivo de Designing Woman, casado con Lauren Bacall gracias a un guión de Georges Wells que se alzaría con el Óscar de ese año, o el reportero Joe Bradley de Vacaciones en Roma, dándole la réplica a una adorable Audrey Hepburn en un guión de nadie menos que Dalton Trumbo. Y luego su formidable presidente Lincoln en el telefilme The Blue and the Gray, de 1982, con el que demostró que tenía la talla de un presidente de los muy pocos recordables. Cerraba así, dicho sea de paso, un cuarteto de personajes históricos que abarca desde su rey David de 1951, pasando por el general McArthur de 1977, al tétrico doctor Mengele en 1978. Una demostración de capacidad histriónica de la que existen poquísimos parangones en la historia del séptimo arte. Y no sólo de capacidad histriónica, sino de rigor y honestidad profesionales: porque ¿a quién le gustaría ponerse delante de la cámara para ser el infame doctor Mengele después de haber sido todo un Atticus Finch? Debo confesar que Gregory Peck era mi actor preferido hasta que descubrí a Montgomery Clift, con quien lo emparejé de inmediato. ¡Qué grandísima pena que nunca actuasen juntos! Hay una anécdota muy cruel que se remonta al día del estreno de El baile de los malditos, el 2 de abril de 1958, en el Paramount de Broadway, en una función benéfica a favor del Actors Studio. Ya Monty había sufrido el atroz accidente que le desfiguró el lado izquierdo de su hermoso rostro, pero su actuación del GI judío Noah Akerman, en esa película, es una de las que pasarán a la antología del arte actoral. Y sin embargo, la primera vez que apareció en la pantalla, con ese nuevo rostro, una de las asistentes al estreno gritó aterrada: “¡¿Es él?!”, y se desmayó. Los periodistas se acercaron a Monty al final de la proyección para preguntarle qué había sentido al oír el grito de la espectadora. Monty ignoró la pregunta, pero cuando la jauría insistió en querer saber cómo se sentía con esa cara, si le seguían doliendo las cicatrices de las operaciones, no pudo contenerse y gritó: “¿Por qué no me dejan en paz? ¿No pueden decir simplemente que Montgomery Clift tiene ahora un parecido asombroso a Gregory Peck?”. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Shakespeare y Cervantes: en todas partes Los colosos de las literaturas inglesa y española cumplen 400 años de muertos. Su herencia en la literatura, el cine, la televisión y la música es incalculable. Por: semana,com Ambos escritores son tan actuales porque definieron la modernidad a través de un lenguaje lleno de ingenio verbal. William Shakespeare y Miguel de Cervantes en pocos días cumplen 400 años de muertos. Y por esta razón, gran parte del mundo, incluyendo Colombia, se ha dedicado a explorar el inmenso legado que dejaron estos genios de la palabra, que se traduce en el pálpito viviente, universal y oscuro del alma humana. A estos narradores y poetas del siglo XVI y XVII, época dorada del Renacimiento y el comienzo del Barroco, el escritor inglés James Shapiro los declara eternos: siempre están en cualquier época. La personalidad del dramaturgo inglés (23 de abril 1564 - 3 de mayo de 1616, Stratford-upon-Avon) todavía es desconocida. Sucede lo contrario con sus 37 obras con las que conquistó a la sociedad inglesa y se convirtió en el escritor más importante en su lengua, tras revolucionar el teatro y la literatura universal. Tito Andrónico, El rey Lear, Hamlet, Macbeth, La tempestad, Otelo y Romeo y Julieta son algunas de sus piezas principales. Se ha especulado, sin embargo, sobre su autoría y existencia. Pero ya sea como un mito o personaje real, las obras de Shakespeare son las más adaptadas en la historia del cine y es, sin duda, uno de los pocos escritores reinterpretados en cada generación. De Cervantes, (Alcalá de Henares, 29 de septiembre de 1547– Madrid, 22 de abril de 1616) considerado la máxima figura de la literatura española, se sabe mucho más. Vivió su infancia en Valladolid y luchó en la batalla de Lepanto, en 1571. Estuvo prisionero en Argel y en 1605 publicó la primera parte de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La obra, de la que el segundo tomo llegaría en 1615, es descrita como la primera novela moderna y una de las mejores de la literatura universal por ese gran conflicto que plantea entre el mundo impuesto y el de la imaginación. Shakespeare y Cervantes tenían en común la capacidad de “ver en el corazón de las personas a través de las clases sociales. La observación, la empatía y la curiosidad son dones y habilidades de los más grandes artistas, independientemente de su estirpe o clase social, pero que luego deben trabajar en su perfeccionamiento”, argumenta Shapiro en su libro Shakespeare: una vida y una obra controvertidas. De ese modo, ambos reproducen algo tan cotidiano y universal como los comportamientos sociales. “¿Quién no ha descubierto sabidurías inesperadas en personas simples, como pasa con Sancho?, ¿quién no ha visto a un pariente envejecer mal, como el rey Lear, o ceder ante las manipulaciones de su pareja, como Macbeth con la que le tocó?”, se pregunta el escritor Juan Gabriel Vásquez, al hablar de la inevitable conexión entre la gente de cualquier lugar y las obras de estos autores. Las creaciones de ambos revelan las entrañas de las sociedades. Esa es la cualidad que permite a artistas de todos los tiempos actualizar estas piezas, pues, sin duda, encuentran en personajes como Hamlet, Otello, el Quijote, Macbeth o Sigismunda una inspiración para construir los suyos propios: hombres y mujeres que en su cotidianidad encarnan emociones y problemas intemporales como la inmigración, el odio racial, el interés por la honorabilidad, el amor, la traición, las divisiones entre naciones, la apariencia, la realidad, la censura o la libertad de expresión. “No hay emoción humana que no esté registrada en las obras de Shakespeare, ni persona como el Quijote –¿loco o idealista?– que los jóvenes no adoren, porque los hace anhelar un futuro distinto, y los viejos no amemos, porque sabemos que sin esos anhelos es imposible vivir”, sostiene Stavans, autor de El Quijote. La novela y el mundo, editado por Semana Libros. No es arriesgado, entonces, decir que Shakespeare y Cervantes han influenciado la cultura occidental por medio de todas las artes. “Es su verbo, es su estilo, el que abre brechas por las que otros nos podamos atrever a asomarnos”, declara el escritor español Javier Marías en su artículo ‘Shakespeare, el mayor inspirador’, en el que acepta que la mayoría de sus libros están impregnados de citas e ideas del dramaturgo isabelino. Marías, como muchos otros novelistas contemporáneos, ha bebido de las expresiones y los personajes de estos clásicos que están presentes, incluso, en el lenguaje cotidiano occidental con frases como “No todo lo que brilla es oro” o “para romper el hielo”, que nacieron de Shakespeare. La influencia de estos dos genios es inconmensurable. Don Quijote y Sancho, por ejemplo, han inspirado a cientos de parejas del espectáculo: Sherlock Holmes y el doctor Watson, los androides C3PO y R2D2 de La Guerra de las Galaxias, Enrique y Beto de Plaza Sésamo, el Gordo y el Flaco, Vladimir y Estragón de Esperando a Godot. Ni qué decir de los cientos de Hamlets que han existido. Esta obra es la más escenificada del mundo, en 250 idiomas distintos. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Vigías del Patrimonio Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Shakespeare y Cervantes siguen vivos porque plasmaron el modelo de lo humano, como se entiende hoy, al narrar aquellos laberintos oscuros del alma, sueños y ambiciones universales. Son tan actuales porque definieron la modernidad a través de un lenguaje lleno de ingenio verbal. “De Shakespeare y Cervantes viene la certeza –y el horror– de que la vida interior de cada uno de nosotros es tan válida como la vida exterior, es decir, la realidad que compartimos con los demás. Esa vida interior, en ellos como en nosotros, está llena de dudas, de angustias, de incertidumbre, y también de sueños”, apunta Stavans. Estos escritores son tan potentes que cada cultura, época histórica y profesión los interpreta de un modo diferente. Stavans dice que los soviéticos, por ejemplo, creían que don Quijote era un revolucionario, los norteamericanos lo aprecian como individualista, los japoneses como un hombre sencillo, los psiquiatras como un esquizofrénico, los políticos como un subversivo. El escritor ruso Fiódor Dostoievski, incluso, pensaba que el Quijote era una versión antigua de Jesucristo. En cuanto a Hamlet, Macbeth, Romeo y Julieta, Shylock, Otelo, Próspero, Ariel y Calibán le pertenecen a la humanidad entera. Prueba de esto es el enorme número de adaptaciones cinematográficas de sus hazañas en distintas lenguas. Entre las más recordadas están Enrique V (1944), de Laurence Olivier; Otelo (1952), de Orson Welles; Trono de sangre (1957), de Akira Kurosawa; Hamlet (1996) de Kennet Branagh, o En busca de Ricardo III (1996), de Al Pacino. Las mil caras de sus obras han sido, incluso, el motor de arranque de los creadores de películas y series de televisión exitosas como Los Soprano, Juego de Tronos o House of Cards. Las obras de Shakespeare y de Cervantes planean y modelan toda la ficción contemporánea. La literatura, los videojuegos, el cómic, el cine o las series acusan su influencia de una forma u otra, más evidente o más sutil. “Todas las obras de Aaron Sorkin, él mismo lo ha confesado, se inspiran en estructuras shakesperianas (como ‘The West Wing’); pero su serie ‘The Newsroom’ sitúa a don Quijote en su centro, como si el periodismo utópico solo pudiera ser quijotesco”, asegura a SEMANA el escritor español Jordi Carrión, autor de la novela Los muertos. Las pasiones, los excesos, la desmesura, la épica y el patetismo de Los Soprano y Juego de tronos son también shakesperianos. “Sobre todo –enfatiza Carrión– son relatos cervantinos y shakesperianos en su mecanismo interno: como los maestros recogen relatos populares, los recombinan y los hacen de nuevo trascender”. Siempre se puede volver sobre Shakespeare y Cervantes, porque en su obra se encuentra lo que hacen el buen arte y la buena literatura: “Enseñarnos la posibilidad de conocernos y leernos a través del tiempo”, como dice Camilo Hoyos, crítico literario y profesor. Un merecido homenaje En la próxima Feria del Libro de Bogotá algunos expertos hablarán sobre Miguel de Cervantes Saavedra en charlas como ‘Introducción para leer el Quijote’, ‘La mujer y el teatro en la vida de Cervantes’ y ‘Cervantes en sus prólogos’, esta última sobre cómo es el padre de los prólogos de la literatura moderna. Con eventos en Bogotá y otras ciudades del país, el Teatro Colón, la Biblioteca Nacional, el Instituto Caro y Cuervo, el Ministerio de Cultura y la agrupación artística Sarawasti se unen para conmemorar los 400 años de la muerte de Shakespeare y Cervantes. El sábado 19 de abril, en la plazoleta del Teatro Colón, se realizará ‘La experiencia Shakespeare-Cervantes’, donde Juan Carlos Franco, chef e investigador en comidas desaparecidas, preparará El Banquete de la Mancha, un conjunto de platos propios del siglo XVII mencionados en El Quijote. Allí también habrá música representativa de la época, títeres en escenas del Quijote y la representación teatral de Romeo y Julieta, a cargo de la Compañía Nacional de las Artes. Ya la semana pasada se presentó a Macbeth, en ópera y teatro, en el Teatro Colón. Entre tanto, la Biblioteca Nacional y la Secretaría de Educación Nacional, con el programa ‘Leer es mi cuento’, repartirán por todo el país fragmentos de El Quijote y de Romeo y Julieta en adaptaciones ilustradas, para promover en niños y jóvenes la lectura de estos clásicos. CARTAGENA O TUMACO Por: Carlos Molano Gómez / Encuentro Latino Radio Oportuno momento para ubicar y ajustar las cosas frente a una canción que como muchas de nuestro territorio generan polémica, es el caso de NOCHES DE BOCAGRANDE, que con certeza ubicamos en nuestro pacífico colombiano y registramos de la inventiva del maestro FAUSTINO ARIAS REINEL, nacido el 13 de abril de 1910, es decir estamos conmemorando los 106 años de su natalicio, ya que al parecer su CENTENARIO paso desapercibido. En no pocas oportunidades se ha querido ubicar en la costa Atlántica y en especial en Cartagena, situación que es equivocada, pues el autor nariñense la refiere y dedica a la isla de Bocagrande en Tumaco. Su grabación data del 1964 vocalizada por el “Trío Martino”, oriundo de la región e integrado originalmente por Alberto Mora, Sixto Insuasty y Luis Criollo Un poco después Alberto Mora deja el trío y es sustituido por Hugo Ordóñez Mazuera como primera voz, son estos los integrantes que graban “Noches de Bocagrande”. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Benefactores Torbellino XXVI Festivalito Ruitoqueño de música colombiana 1 al 14 de agosto de 2016 Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia ¿Cómo lograron los escritores consagrados de hoy publicar su primera obra? Autor: Santiago Cruz Hoyos | Periodista de GACETA / El País Arriba, de izquierda a derecha: Ricardo Silva Romero, Santiago Gamboa, Julio César Londoño y Daniel Samper Pizano. Abajo: Melba Escobar, Jorge Franco, Héctor Abad Faciolince y Margarita García Robayo. El primer libro supone un cambio trascendental para la vida de un escritor. Es como si, de repente, una pieza del rompecabezas de la vida, del mundo incluso, hubiera cambiado de lugar. Ya nada vuelve a ser como antes. Jorge Franco lo explica así: -Mi primer libro fue una recopilación de cuentos: ‘Maldito amor’. Se publicó en 1996 de manera accidental, cuando yo tenía 33 años. Ya había empezado a escribir desde antes y enviaba cuentos sueltos a concursos que después, con juicio, recopilé para darles una forma de libro. Aquel manuscrito lo envié al Premio Nacional de Narrativa Pedro Gómez Valderrama, y tuve la suerte de ganar. El premio era la publicación del libro, algo que por un lado era muy bueno, pero por otro te entregaban 700 ejemplares. De pronto me vi lleno de cajas y no sabía muy bien qué hacer con eso. Aquella situación me llevó a hacer un trabajo que no conocía pero del que aprendí mucho: el de distribuidor. Iba a los medios a dejar ejemplares para ver si lograba algún tipo de reseña y también iba a librerías. Porque ese primer libro era como un acto de confianza, un acto para empezar a creer en mí mismo. Fue a partir de ‘Maldito amor’ que tomé una decisión muy complicada, quizá una de las decisiones más importantes de mi vida: dedicarme de lleno a escribir, asumiendo todos los riesgos que eso conlleva”. A Ricardo Silva Romero le sucedió algo similar. Su primer libro lo publicó cuando tenía 23 años, es decir hace 17. Se llama ‘Sobre la tela de una araña’ (Arango Editores) una recopilación de cuentos que se derivan del primero: el discurso de un profesor diciendo que se va a suicidar. Cuando tuvo el libro en sus manos, Ricardo entendió que la literatura era el trabajo al que se quería dedicar. Porque escribir finalmente es eso, dice: un trabajo como cualquier otro. No un hobby para hacer en los tiempos muertos o un privilegio de unos cuantos. Escribir es como ir a la oficina, así el oficio se cargue de trascendencia, misticismo, musas que no son tan reales. - Realmente lo importante de la primera obra es que compromete a un artista con su trabajo. Eso por un lado. Pero también con mi primera publicación descubrí algo más: no haberme quedado quieto, no haberme tragado los cuentos, o haberlos dejado en el computador, significó un gesto de agresión para muchas personas. Eso de publicar, aparecer, que alguien lo lea a uno, empieza a generar enemigos con los que uno no cuenta y que jamás habría imaginado que iba a contar. Cuando se imprimió ‘Sobre la tela de una araña’ algunos se atrevieron a cuestionar por qué me habían publicado, que si acaso era pariente de no sé quién, amigo de tal, o que tenía no sé qué influencia, entonces uno empieza a oír unas cosas que son imposibles de imaginar previamente y va cayendo en cuenta de que para escribir, también, hay que tener cuero”. Julio César Londoño debió tener ese cuero incluso antes de publicar su primer libro, que desató una polémica. 19 años después lo recuerda con el humor certero de la voz madura. -1997 es un año que no olvidaré. Mandé un libro de cuentos al concurso Jorge Isaacs de autores vallecaucanos con una fe infinita. En parte porque me creía un gran cuentista (Poe, Maupassant y yo, me repetía ante el espejo) y en parte porque había ganado el año anterior un concurso de cuento de ciencia-ficción en México. De manera que ganar en el Valle era pan comido... El resultado fue un golpe tan certero a mi ego que aún hoy trato de esquivarlo: no quedé ni entre los finalistas. Mi único consuelo era que nadie se iba a enterar, que sería una derrota secreta, una pena íntima. Estaba equivocado. Uno de los jurados, Álvaro Burgos, alma maldita, sugirió a los organizadores que, además de los libros de los tres finalistas, se publicara el mío, ‘Sacrificio de dama’. La noticia salió en la prensa. Oficialmente yo, el triunfador de México, era cuarto en el Valle. Imposible imaginar una ignominia mayor. Pero ahí no paró mi desgracia. La noticia generó un pequeño escándalo Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia local. Los otros dos jurados me acusaron de tráfico de influencias y a Álvaro de introducir un ‘mico’ en el fallo porque las bases del concurso solo ofrecían la publicación de los tres primeros. De modo que fui ante todos perdedor, cuarto y lagarto. Sin embargo, fui a reclamar mis 300 ejemplares a la Gobernación del Valle. Calculé que ya estuvieran cayendo las sombras de la tarde sobre la plaza de San Francisco y agradecí al cielo que el trámite se surtiera en los sótanos, sin periodistas ni alfombra ni claros clarines. Pero cuando recibí las seis cajas no pude contenerme y destapé una ahí mismo. Al ver mi nombre en letras de imprenta sentí un corrientazo formidable. Fue como si Homero me estuviera pidiendo un autógrafo. Fue lindísimo. En ese instante olvidé que era el cuarto del concurso y fui el único, el sacerdote secreto del género. Entonces abracé mis cajas con una ternura inédita, las deposité con sumo cuidado en el baúl del diminuto Fiat de mi hermano José y me dije temblando: Gabo, Rulfo y yo… El primer libro genera esa euforia única. Como el primer beso, quizá. Inolvidable, irrepetible. Solo sucede una vez. Tal emoción hizo que Santiago Gamboa dañara el borrador de su primer contrato con una editorial... - Para un joven novelista inédito, lograr publicar un primer libro es como caer amarrado de pies y manos a la piscina de los tiburones. Pero es lo que uno anhela, lo que uno ardientemente desea. Antes de que ocurra parece imposible. Es un sueño inalcanzable, una utopía. Y de pronto ahí está el libro. Es extraño. En mi caso fue así: vivía en París y había terminado una novela llamada ‘Páginas de vuelta’. La presenté a varios editores españoles y colombianos y muchos la rechazaron. Hasta que la editorial Tusquets se interesó y me invitaron a Barcelona a discutir sobre el manuscrito, proponiendo infinitos cortes y reescrituras. Las hice y el proceso siguió adelante, cada vez más lento. Pasaron los meses hasta que un buen día un novelista mexicano amigo, Antonio Sarabia, me ofreció llevar la novela a su editor colombiano, que era Moisés Melo, director de Norma Literatura. Moisés la leyó y me puso una cita en la Feria de Frankfurt de ese año (1994). Fui con el fotógrafo Daniel Mordzinski, quien también tenía un proyecto de primer libro. Moisés nos recibió por turnos en el stand de Norma. Era un hombre pausado y tímido, casi bíblico. Al salir no entendí muy bien si publicaría o no mi novela, pero al otro día me preguntó cuándo pensaba ir a Colombia para que firmáramos el contrato. Le dije que al mes siguiente (improvisé). Y un mes después estaba en las oficinas de Norma, leyendo un borrador de contrato que firmé con tanta fuerza que atravesé el papel con el esfero y parte de mi nombre quedó en el documento que estaba debajo. El libro salió en la Feria del Libro de Bogotá de 1995. Cuando me entregaron ese volumen pequeño de tapas azules me aferré a él con fuerza. Ahí estaba todo lo que yo era y había sido, y lo que anhelaba seguir siendo. Con frecuencia invoco a ese joven que en abril de 1995 caminaba solo y sin rumbo por la avenida El Dorado, cerca de la sede de Norma, sostenido por un libro. La primera publicación es también una especie de amuleto para abrir caminos, trochas, hacer amigos. Sobre todo cuando se está en un país ajeno y sin un céntimo. Le sucedió a Pablo Montoya, que ahora cuenta la historia desde Envigado. - Mi primer libro se llama ‘Cuentos de Niquía’ y lo publiqué en París. Había llegado a esa ciudad en 1993 con una flauta, un atril y un ramillete de partituras, un diploma de licenciado en letras, unas cuantas mudas de ropa y una carpeta con estos cuentos de violencia. Pero solo en 1996 pude reunir un dinero y pagarle a Efer Arocha, el director de Vericuetos, la revista y editorial que me ofreció su apoyo para que el libro saliera. Con Arocha discutimos sobre la posibilidad de que los cuentos fueran en versión bilingüe. A mí me pareció excesivo que un joven escritor colombiano, completamente desconocido en Francia, sacara su ópera prima traducida. Pero Arocha insistió en que de este modo al libro lo leerían más personas. Durante unos meses, por tal razón, me reuní con Anne-Marie Denormandie, una amiga de Arocha, para colaborar en la traducción que ella habría de hacernos gratuitamente. No dudo en afirmar que Anne-Marie fue el primer humano francés, de carne y hueso, que me mostró la amabilidad, la hospitalidad, el humor y, sobre todo, la confianza de que mi escritura tenía cierta calidad. Arocha me prometió el cielo y la tierra y me dijo que editaría el libro espléndidamente. Luego alegó costos y el resultado fue un humilde y feo librito de 126 páginas, con una carátula blanca en propalcote y letras verdes que con el tiempo se habrían de desleír. Pero fue mi primer libro y, pese a que es el trasunto de un atropellado aprendizaje, en donde respiran con rareza Rulfo y Kafka, responderé por él hasta que me muera. Con este libro fui abriéndome paso en el París y la Francia que me correspondieron. Leí muchas veces sus cuentos, entre desolados y oníricos, en reuniones de latinoamericanos, en bares y bazares y eventos organizados por Amnistía Internacional, la Cimade, Vericuetos, la Universidad de Lyon y la asociación France-Colombie, entre otros. Fue el inicio de mi carrera pública de escritor. El libro también lo presentó con generosidad y entusiasmo Julio Olaciregui, quien desde entonces ha sido uno de mis amigos más queridos. Recuerdo que luego, entre carcajadas y un brindis emocionado, Arocha me vaticinó grandes y futuros triunfos. Le pedí a este amigo entrañable que no exagerara y fuera mentiroso, pero era inevitable su optimismo. Todos, a esa altura de la celebración, estábamos en el mejor instante de la embriaguez... Los escritores coinciden: uno de sus mejores días fue justamente cuando publicaron su ópera prima. Es una sensación tal vez equiparable con la de tener un hijo. De cierta manera un libro es como un hijo; se tienen cuando se está preparado para ello. Antes, sin embargo, se sufre. Melba Escobar sí que sufrió con los editores. - Un par de años después de haber terminado la universidad, la muerte de mi padre me llevó a volcarme sobre la escritura para tratar de entender la ausencia, el dolor, pero también para traerlo de vuelta a través del recuerdo. Pasó algún tiempo y esas notas desordenadas fueron tomando una consistencia, hasta que un día entendí que ahí podía estar la semilla de una novela testimonial. Terminé de redondear el que se convirtió en mi primer proyecto literario, y después vino la titánica tarea de publicar. La novela la presenté a cinco editoriales. Pasaron seis meses. Tres me rechazaron a través de una carta, un formato impersonal que claramente usan a diario en el que apenas cambian el nombre del encabezado. Otra de las editoriales me dio cita. Era un joven de gafas presumido que se dedicó a ridiculizar mi trabajo y a hacerme preguntas difíciles sobre autores y libros. Me sentí en un examen para el que no me había presentado y que a juzgar por la sonrisa sardónica del editor con ínfulas de escritor, estaba reprobando. Al final, el petardo puso la cereza en el pastel al decirme que "jamás publicarían un libro como el mío". Habían pasado casi siete meses. Me sentía cansada. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Entonces me llamaron para otra cita. Tuve miedo, de verdad. La editorial estaba lanzando una colección de ‘jóvenes autores’. Digamos que yo podía clasificar raspando en esa idea de joven. Tenía 34 años. Les pareció que había hecho algo honesto. Dijeron honesto, dijeron bello, dijeron muy auténtico y distinto a la mayor parte de la producción literaria en Colombia. También me explicaron que no pagaban anticipos a menos que sean autores de renombre, que el autor solo gana el 10% de cada libro vendido y que difícilmente vendería más de 300 ejemplares. Nada de eso me importó. Finalmente, ‘Duermevela’ estaría en las librerías y con eso un trabajo de tres años llegaría a su fin. Ese día fue uno de los más felices de mi vida. Después de todo, tal vez mi trabajo no era tan malo, pensé. Han pasado casi seis años desde aquello. He publicado dos libros más desde entonces. Tengo dos columnas de opinión y colaboro con varios medios como periodista freelance. Me gusta mucho mi oficio y agradezco poderlo llevar a cabo. Entiendo lo difícil que es esta profesión, por eso soy una gran compradora de libros. Porque me gusta tenerlos, subrayarlos, comentarlos y prestarlos, y porque a mis amigos siempre les compro un libro pensando, bueno, son otros $4000 más para su paupérrima cuenta, que de cuatro mil en cuatro mil algo vamos sumando. El primer libro, entonces, puede ser doloroso. Una herida, incluso. Y no solo por los editores. Encontrar la propia voz también implica sufrimiento, lacerarse. Le sucedió a Margarita García Robayo. - Cuando llegué desde Colombia a Buenos Aires, uno de los trabajos que tenía era el de leer manuscritos en una editorial y elaborar informes de lectura para recomendar o no su publicación. Es un trabajo que parece entretenido, pero en realidad tienes que leer muchas cosas que no elegirías si no fuera un trabajo, y además es bastante mal pago. Pero suena bien cuando uno lo cuenta. El caso es que aprovechando mi relación con la editorial (Planeta) les ofrecí un libro de cuentos en el que venía trabajando y les gustó. Fue, de alguna manera, el libro que más fácil publiqué. El anticipo que recibí fue bueno y la prensa fue generosa. Debería estar orgullosa de ese libro, pero lo cierto es que no me gusta nada. Si pudiese negarlo, como a un exnovio, lo haría. Pero en ese libro está mi nombre y mi cara y, mal que me pese, cierta marca personal de escritura que creo –o quiero creer– se ha ido desdibujando para convertirse hoy en la constante búsqueda de mi voz. Ese libro significó tirarme al agua, para bien y para mal: me aterró la exposición, me hirieron todas y cada una de las erratas; y todavía más dolorosos fueron los supuestos aciertos. Si puedo rescatar algo de ese momento fue que, a partir de ahí, todo el asunto de “ser escritora” perdió la cuota de excentricidad que me impedía ver ese oficio como una potencial forma de ganarme la vida. Mi primer libro me aterrizó, me permitió tomar distancia y verme como una entre muchas personas que aspiran a producir en otros pequeñas conmociones usando las palabras. Y aunque, insisto, me dio muchísimo pudor publicarlo, mi primer libro me afirmó también en la decisión de escribir los que siguieron. La ópera prima, advierte además Daniel Samper Pizano, puede significar un golpe bajo para el que hay que estar preparados. El escritor bogotano que vende miles de ejemplares hoy en día apenas vendió unos cuantos en su debut literario. - Mi primer libro, ‘Así ganamos’, sobre el campeonato que logró Santa Fe en 1975, fue un fracaso editorial. Al punto que el editor que lo había producido, y que me había pedido una antología de mis columnas de humor para un segundo libro, me devolvió el material pues auguró un chasco parecido al primero. Humillado y ofendido, lo llevé a otra editorial que publicó sin mucha fe los artículos con el título de ‘A mí que me esculquen’. Vendió más de 50.000 ejemplares y desde entonces he publicado 27 libros de humor. Y, lo más importante: Santa Fe ha ganado dos estrellas más y un campeonato suramericano”. El fracaso, pese a todo, tiene sus explicaciones. El primer libro de un escritor puede ser casi un anónimo. Nadie lo conoce, luego nadie lo compra. Le pasó a un escritor que hoy conocen en todo el mundo: Héctor Abad Faciolince. Su historia es un guiño para quienes apenas inician. - Aunque mis primeros cuentos salieron publicados en suplementos literarios o revistas hacia el año 1981 u 1982, mi primer libro, también de cuentos, se demoró mucho en salir. Después del asesinato de mi padre, en 1987, todo en mi vida quedó postergado pues me fui a trabajar como profesor de español en Italia y solo era capaz de escribir mi diario, y lo único que escribía en ese diario era que no era capaz de escribir. Mi primer libro salió publicado finalmente gracias a dos amigos: Carlos Gaviria, que murió hace un año, y Alberto Aguirre, librero y editor. Ambos habían salido al exilio, como yo, en el año 87. Lo que ocurrió fue esto: Aguirre fue a visitarme en Turín y yo le di a leer los borradores de mis cuentos. Los leyó en una tarde. Al terminar me dijo: "Te jodiste, vos sos escritor y no servís para nada más. Tenés que publicarlos”. Yo no sabía cómo publicarlos, pero se los mandé también a Carlos Gaviria, que en el año 90 ya había regresado a Medellín. Carlos los leyó, le gustaron, y se los recomendó a la Editorial de la Universidad de Antioquia. Ahí trabajaban Jorge Pérez, Juan José Hoyos y, si no estoy mal, también Elkin Restrepo. En el año 91, el más violento de la historia de Medellín, apareció el librito rojo, con la contraportada escrita por Carlos, y con el título en diagonal (detalle que no me gustó nada): ‘Malos pensamientos’. La dedicatoria decía: "A mi padre, no a su memoria". Y tenía un epígrafe de Shakespeare, que, por desgracia, salió con un error de ortografía: "Oh Lord, we know what we are, but know not what we may be". Oh, Señor, sabemos lo que somos, pero no lo que podemos ser, tomado de Hamlet, una obra que siempre me ha obsesionado. Ese error de ortografía me deprimió mucho. Se editaron mil ejemplares que jamás se vendieron. Cada vez que encuentro uno, lo compro y lo guardo. Creo que no lo tiene ni la Biblioteca Luis Ángel Arango. Es un libro secreto. Los primeros libros son siempre, bueno, casi siempre, un fracaso y un secreto. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia El Festival de la Leyenda Vallenata premiará la mejor parranda Este año se instaura un nuevo concurso, basado en la tradición en la que germinó este folclor. Por: Liliana Martínez Polo | El Tiempo Foto: Carlos Capella / EL TIEMPO Poncho y Emiliano Zuleta, los homenajeados del Festival Vallenato este año. También han sido protagonistas de parrandas inolvidables. La parranda es la columna vertebral del folclor vallenato. Así lo ve el Festival de la Leyenda Vallenata que está próximo a realizarse (del 26 al 30 de abril). Por eso le dedica un nuevo concurso en el que grupos de amigos parranderos recrearán el formato más típico de esta ‘tertulia musical’, en la jornada del viernes. La propuesta de premiar la mejor parranda fue del vicepresidente del Festival, Efraín Quintero, y el objetivo fue fortalecer la misión de preservar la tradición, sobre todo después de la inclusión del vallenato tradicional en la lista de salvaguarda urgente de la Unesco. La parranda vallenata se ha desdibujado en el último medio siglo. Para explicar lo que es, Quintero se remonta a la historia en Valledupar y sus alrededores. “Hubo casas como la de Ana Gregoria Fragoso, donde la señora Petra Arias en el barrio El Cañaguate, o donde Goya, en el Loperena –evoca Quintero–. Esta última era una posada donde pernoctaban juglares que venían de afuera. Llegaba un Náfer o un Alejo Durán y la gente se reunía alrededor”. Otro escenario era el Café de la Bolsa, fundado a imagen y semejanza de un cafetín paisa, por el antioqueño Colí Botero. Lo ubicó cerca de la zona bancaria, donde se hacían transacciones. “Llegaban a reunirse allí personajes de Valledupar –relata Quintero–: el negociante, el político, el que pedía un préstamo. Empezaban tomando café, luego whisky, después llamaban a Nicolás ‘Colacho’ Mendoza, a Calixto Ochoa o al músico que estuviera por ahí. Allí el pintor Jaime Molina tenía un sitio especial, en el que todos los días publicaba una caricatura nueva y recreaba las peleas entre políticos o personajes sociales”. En el Café de la Bolsa también se estrenaron canciones. “No de la forma como se hace hoy –explica–, sino que Rafael Escalona estaba tramitando un negocio de banco, llegaba y llamaba a Colacho y le daba allí una composición nueva. De pronto aparecía otro músico y había contienda entre ambos. Ahí empezaban a surgir los versos. La parranda era el taller donde se forjaron las composiciones de nuestra música”. En las casas, la parranda era distinta: en sus patios amplios, bajo la sombra de un palo de mango, la gente llegaba a tomarse un trago y se armaba conversación –al principio, las mujeres se mantenían ajenas–. Allí surgió la figura del cuentero, “no cuentachistes”, recalca el gestor de la nueva competencia. Y agrega: “El cuentero les ponía la chispa a las anécdotas. Sacaba a relucir lo que le pasaba a fulano con perenceja. También se convocaban músicos. Entonces, la señora hacía el sancocho o preparaba un chivo, es ahí donde entra la comida típica”. Parranda vallenata con Jorge Oñate, en Valledupar. Foto: Mauricio Moreno / EL TIEMPO Pero los parranderos estaban más pendientes del trago. “Incluso había peleas –dice Quintero–. Podían llegar a los puños y al día siguiente se abrazaban y hacían otra parranda para reconciliarse. Nunca hubo un muerto. Era simplemente una reunión de amigos, que se fue replicando a otras casas de Valledupar”. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Muchas de estas casas se identificaron como parranderas. La de los Pavajeau, la de los Quintero, la de Óscar Pupo (amigo de Alfonso López Michelsen). Y empezaron a congregar a la élite vallenata. “Antes de que naciera el Festival (1968), existía la tradición del Pilón, pero para la época de carnaval”, relata el experto. “Evaristo Gutiérrez (papá del compositor Gustavo Gutiérrez Cabello) se iba a casa de Oscarito Pupo, comenzaba a tirar los versos de ‘El pilón’, acompañado de banda de viento porque no había acordeón. Iban de casa en casa llamando a otros hombres y juntos volvían a casa de Pupo a abrir la parranda. ‘El pilón’ entonces no se bailaba, el baile empezó después, al crearse el Festival y con él integraron a las mujeres”. Algunos parranderos gastaban fortunas en pos de conseguir un músico y organizar parrandas con amigos. Son legendarios Andrés Becerra, Poncho Cotes y los hermanos Roberto ‘El turco’ y Darío Pavajeau. Por esto, los premios de la nueva contienda llevan sus nombres. Quintero anota que la importancia de este aspecto de la cultura de su tierra fue tal que a punta de parrandas vallenatas –‘exportadas’ a Bogotá– se creó el departamento del Cesar (1967), cuando López Michelsen empezó a integrar a los cachacos de las élites bogotanas a este tipo de encuentros en escenarios muy distintos, como salones de hoteles capitalinos. Después, la parranda –que en poblaciones vecinas a Valledupar también tenía sus centros de reunión– se fue desdibujando. La comercialización y las nuevas formas de ver la música la arrinconaron. En esos primeros tiempos “no había derechos de autor, entonces pasaban cosas como que Leandro Díaz tenía una canción llamada ‘Corina’ y Escalona, en El Café de la Bolsa, tiraba una letra distinta, la de ‘La brasilera’, con la melodía de ‘Corina’. Y sucedía que los versos de ‘La Brasilera’ se hacían más famosos y no pasaba nada, porque en esos tiempos la música parecía no tener valor ni título de propiedad, todo era intercambio de versos sin compromiso”. Así será la competencia El único escenario donde no está bien visto bailar el vallenato es en una parranda, porque el énfasis está en prestar atención a la música y las anécdotas. Esta norma no es negociable y está en el reglamento de la nueva competencia. La parranda exige la reunión de un grupo de amigos (mínimo 10) que se reúnan en una casa donde también estén presentes un conjunto típico vallenato (sin amplificadores ni tecnologías), un cuentero y la comida tradicional (sancocho y friche). La competencia será el 29 de abril (de 11 a. m. a 5 p. m.). inscripciones y reglas: www.festivalvallenato.com. Vuelve la retreta al Parque de Berrío Por: Sebastián Aguirre Eastman / El Colombiano Concierto navideño de la Red en el Parque Biblioteca de Belén. Para acceder a sus escuelas, hay que ser habitante de Medellín y tener entre 7 y 24 años. FOTO CORTESÍA Desde el próximo 15 de abril, viernes, la Red de Escuelas de Música de Medellín ofrecerá la Retreta de las Tardes en el Parque de Berrío. Será el tercer viernes de cada mes. En la celebración de sus 20 años de actividades, la Red de Escuelas de Música de Medellín se hará un autorregalo, que a su vez será un detalle para la ciudad: la Retreta de la Tarde, el tercer viernes de cada mes, comenzando el próximo 15 de abril, en el Parque de Berrío. La conmemoración coincide con los 20 años del Metro, que se cumplieron en noviembre del año pasado. Ambas entidades se aliaron para ofrecer estos conciertos, informó Natali Gómez, vocera de la Red. Cada viernes pasarán por el Parque algunas de las 27 escuelas que integran la Red en 23 barrios y tres corregimientos de Medellín. El concierto, contó Natali, será en formato pequeño, con una hora de duración, y comenzarán a las 4:00 p.m., ideal para quienes salen del trabajo un viernes en la tarde y desean cerrar la semana con entretenimiento cultural. “Queremos hacer parte de la recuperación de este sector de la ciudad, que lidera en la actualidad la Alcaldía. El primer recital será dedicado a los niños en su mes”, afirmó la vocera de la Red. Desde el 1 de enero, cuando comenzó la actual administración de Federico Gutiérrez, una de sus primeras gestiones fue recuperar el espacio público en el Parque de Berrío, reforzando la seguridad y proponiendo actividades culturales y recreativas para que la ciudadanía se apropie de él. Esta actividad se suma a la retreta dominical que desde 2013 realiza la misma Red en el Parque de Bolívar. Celebración todo el año Los festejos por las dos décadas de existencia de la Red se extenderán de abril a diciembre. Iniciarán el jueves 14 del presente mes, con el Concierto de Ciudad, en el Parque de las Luces, con la Banda Escuela Moravia, a las 5:00 p.m. Además, cada mes habrá un concierto de cierre. En abril se realizará el lunes 25 en el teatro de la Universidad de Medellín (7:00 p.m.) Todos los eventos son gratuitos. “En diciembre remataremos la celebración con un gran evento que aún no podemos confirmar”, dijo Natali. La Red fue creada por acuerdo municipal en 1996. Un año después nacieron las seis primeras escuelas, sumando 14 más en los dos años siguientes, hasta llegar a las 27 que tiene en la actualidad. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Juancho Valencia, el Lucho Bermúdez de nuestra época Diego Londoño / El Colombiano Foto: Jonh Alexander Chica Yara Afuera de la casa, cuatro niños con sus bicicletas esperan recorrer las calles del barrio. Gritan en coro aclamando a su quinto amigo. Por la ventana, miran unos ojos tristes con una sonrisa diagonal. Desde el interior una voz maternal resuena como un eco cavernario. Juanchito, primero la clase de piano. Luego el balón y la bici. Este día, y otros tantos que vinieron después, Juancho Valencia odió la música, así estuviera destinado a ella y la amara como a él mismo. Hoy, él es uno de los músicos contemporáneos más importantes del sonido revolucionario en Colombia y sin exagerar ni un ápice, en América. Cuando Juancho Valencia nació, y su padre pudo tenerlo en brazos, lo miró con detalle; su boca, su piel, sus ojos y como una sentencia para toda la vida, dijo: “Este muchachito tiene manos de pianista”. Es por eso que Juancho Valencia no tuvo oportunidad de escoger otra cosa diferente que su vida al lado del piano, del sonido, de las canciones y de esa eterna musa reveladora compañera de días y noches, la música. Juancho aprendió a hablar y a tocar piano al mismo tiempo, tendría tres años, ni él mismo lo recuerda. Ahora, tres décadas después se le ve en los escenarios del mundo haciendo música, con su estilo particular y su cabellera que recuerda la época dorada del funk en los años 70. Su primera orquesta de tropical fue Mostaza, dirigida por él, y formada por los amigos del barrio que no tenían ni idea de qué era una cuerda o una trompeta. A todos los ponía a marchar, los callaba cuando debían hacer silencio, a cada uno le asignó un instrumento y se lo enseñó a tocar. A los 13 años tocaba en Niquitown, una banda representativa de ska y rock, “hijo: vaya ensaye, disfrute y no pruebe nada de lo que le ofrezcan”, decía su papá. Luego fue pianista en agrupaciones profesionales como Siboney y Timbalaye. Tocaba en bares siendo menor de edad, sus padres lo llevaban de la mano y lo soltaban en el escenario. Terminaba el concierto y de inmediato se iba a dormir para madrugar al colegio. La palabra jazz llegó por cuenta de Jorge Cottes, músico del Combo de las Estrellas, Tropicombo y Los Tupamaros. -Juanchito, atención a este acorde, se llama Sol13, ensáyelo y haga ese mismo acorde en todas las otras tonalidades. Esto se llama JAZZ Luego de ese sonido las cosas cambiaron para él. El oído y su forma de escuchar. Aprendió sobre la disonancia, y desde que eso se aprende la vida en sí misma se vuelve disonante. Luego llegaría un proyecto artístico que no sería una agrupación, sino la recreación de un lugar sonoro imaginario donde existe un universo completo que no se limita a la música. A este lugar le llamaron Puerto Candelaria. Sonoramente rebelde: porro, cumbia, bullerengue, pasillo, guabina, rock y jazz. Otro de los hijos de Juancho es La Banda La República, una propuesta con la que daría rienda suelta a su instinto salsero. A Juancho desde niño lo formaron para ser el pianista de latin jazz sucesor de Michel Camilo o Chucho Valdés, pero él se convirtió en una antítesis, estaba haciendo todo lo contrario. Fue un contundente acto de rebeldía. Juancho, más que el pianista y compositor de agrupaciones exitosas en el mundo, se convirtió en el genio musical que el país estaba esperando, el personaje que le dio glamour y renovó la música colombiana, el Lucho Bermúdez de nuestra época. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Se han realizado más de 3.400 presentaciones LA ACÚSTICA DE LA CULTURA Si las paredes hablarán: 50 años de música en la Biblioteca Luis Ángel Arango es el nombre del libro con el que el auditorio ubicado en el centro de Bogotá celebra medio siglo de actividad cultural. Pero la frase también resume el que ha sido el aporte de la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República en su período de funcionamiento ininterrumpido. Si las paredes del recinto tuvieran la capacidad de hablar, seguro dirían que su estructura ha cobijado a algunos de los artistas más importantes de la escena académica nacional y extranjera. Por: Juan Carlos Piedrahíta B. / El Espectador La primera presentación al público en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango se realizó el 25 de febrero de 1966. / Cortesía: Sala de Conciertos Las paredes, casi en su totalidad en madera, y el techo en forma de caracol e imponiendo un estilo estético que aún se mantiene, recibieron a los primeros visitantes interesados en contenidos sonoros el 25 de febrero de 1966. Desde entonces, de su acústica privilegiada han hablado cerca de 3.400 artistas que han sigo programados con el único criterio de divulgar lo mejor de las expresiones académicas de todos los tiempos. “La Sala de Conciertos ha visto pasar por su escenario a artistas jóvenes que eventualmente han regresado años después consagrados como grandes figuras de la música. Tal es el caso de un joven Jordi Savall, que visitó la Sala al lado del maestro Rafael Puyana en 1970. De igual forma, ha sido el lugar en el que muchos músicos colombianos han dado sus primeros recitales al público, como los cantantes Valeriano Lanchas y Juanita Lascarro. También ha sido el lugar en el que el público ha podido escuchar de manera frecuente clavecines franceses, italianos y modernos, órgano de concierto, música del Renacimiento interpretada con criterio histórico, y góspel norteamericano, entre muchos otros”, comenta José Darío Uribe, gerente general del Banco de la República. Las flores para la Sala de Conciertos nunca son escasas. Se ha dicho que su arquitectura es una muestra estética del diseño aplicado a una funcionalidad específica. También, que es el auditorio con mejor acústica del país y por eso en su tarima han estado orquestas, complejas agrupaciones vocales, septetos tradicionales, cuartetos de cámara, solistas y cualquier otro formato amparado por la buena música. Sin embargo, el piropo más común para esta dama cultural con cimientos sólidos es que se trata del recinto más bonito en su especie en América Latina. “Cuando se tiene una sala como esta es porque, necesariamente, uno cree y confía en los conciertos que hacen parte de su programación. Este auditorio tiene dos pianos, dos clavecines y un órgano, y si están ahí es porque alguien pensó que les puede sacar uso y que esa inversión será rentable”, dice Mauricio Peña, jefe de la Sección de Artes Musicales, para quien la cultura debe ser algo práctico, con objetivos estructurados y planes a largo plazo, con el fin de continuar con la labor de darle salida al conocimiento. Muchos músicos, asiduos visitantes de la Biblioteca Luis Ángel Arango, descubrieron gracias a sus jornadas de conciertos que había partituras que nunca se mencionaron durante las clases más exigentes en sus años de formación. El órgano tubular es otro de los atractivos de la Sala de Conciertos porque se trata de una gran orquesta de flautas afinadas y bien coordinadas que reciben mantenimiento constante y rutinario. Un órgano son muchos instrumentos de viento de múltiples formas y miles de timbres distintos con un mecanismo que se puede accionar de manera mecánica, eléctrica o electroneumática. La apreciación de su estructura, en la parte superior de la tarima, es la contemplación casi de un bosque encantado en fina madera. Hoy, a las 7:00 p.m. se realiza la celebración oficial de las bodas de oro de la Sala de Conciertos, con la presentación de la pianista Blanca Uribe, el cuarteto Q-Arte, el organista Pascal Marsault, la oboísta Viviana Salcedo y el pianista Sergei Sichkov. Además se llevará a cabo el lanzamiento del libro Si las paredes hablaran: 50 años de música en la Biblioteca Luis Ángel Arango, que reúne en sus páginas la opinión de distintas voces del mundo de la música académica en Colombia, quienes cuentan por qué este lugar es un referente musical para artistas y espectadores. La conmemoración también incluye la presentación del material discográfico Compositores de nuestro tiempo 2, en el que se recopilan obras comisionadas por el Banco de la República a los autores colombianos Amparo Ángel, Andrés Posada y Guillermo Carbó. La Sala de Conciertos llega a su medio siglo de existencia demostrando que sus paredes no sólo tienen oídos sino buen gusto musical. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Vigías del Patrimonio Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia “La visita de la vieja dama” Por: Manuel Drezner / El Espectador Mostrar cómo con el dinero se puede conseguir todo, aun lo más criminal, es uno de los temas fundamentales de La visita de la vieja dama, ese excelente drama de Dürrenmatt que muchos consideran una de las cumbres del teatro del siglo XX. Esta obra fue presentada durante el Festival de Teatro por el grupo suizo Malandro, que dirige Ómar Porras, en una adaptación que mostró mucho de lo que hay dentro de esta pieza polémica, así uno no esté de acuerdo con los métodos usados. Específicamente, el uso de máscaras caricaturescas por parte de los actores hizo creer a muchos que esta sátira cruel no era sino una farsa, y como dichas máscaras no aportaban nada a la presentación, se debió usar el viejo teorema teatral de que lo que no contribuye debe eliminarse. Porras es un actor y director colombiano radicado en Suiza, donde ha desarrollado una exitosa carrera, y mostró sus dos facetas, no sólo al dirigir La visita, sino también al actuar en el papel de la anciana que llega al pueblo que la prostituyó y expulsó, en busca de venganza contra quien fue el catalizador de su desgracia. El autor siempre dijo que su obra era una comedia, pero lo que trata es tan serio que es difícil estar de acuerdo con él. Lo cierto es que el personaje central es uno de los grandes papeles femeninos en la historia del teatro, ya que su deseo de conseguir justicia a toda costa, así tenga que comprarla, es mostrada en forma cruel, ya que ella está segura de que con su dinero logrará lo que busca. Ella comenzó consiguiendo al juez y los dos testigos como sirvientes suyos, que han sido castrados y enceguecidos como forma de iniciar su proceso. En esta representación esos tres personajes fueron reducidos a uno solo, con lo cual algunos efectos dramáticos se perdieron. Pero lo que más busca la vieja dama es demostrar que, igual que el rechazo del pueblo la prostituyó, ella los prostituye a ellos, ya que los está comprando con su dinero. Para ella, el deseo de justicia es su modo de vengarse, o sea que iguala la venganza a la justicia. A la larga, con su dinero, la anciana quiere deshumanizar a quienes le hicieron mal, igual que ellos la deshumanizaron a ella. Eso lo muestra cuando dice que igual que la hicieron una prostituta ella hará del mundo un burdel. La representación que dirigió Porras fue exitosa en cuanto a un montaje limpio que reflejó muchas de las facetas de esta excelente obra de teatro, con brillantes momentos teatrales, y lo que hubiera sido de desear es que esta versión hubiera mostrado más de los elementos que Dürrenmatt incorporó a su tragicomedia. Lo que se vio fue muy bueno, pero dejó la sensación de algo incompleto. El vallenato con guitarra de hoy El género, con este instrumento tiene un carácter más íntimo y un tono de serenata, explican. Por: Liliana Martínez Polo | El Tiempo Foto: Archivo particular Freddy Isaac y José Fernando Carrillo han hecho carrera musical interpretando vallenato con guitarra. Ahora presentan su quinto álbum, titulado 'Serenata con Los Hermanos Carrillo'. Los hermanos Freddy y José Carrillo comenzaron haciendo vallenato con acordeón. Cantaban y hacían carreras paralelas hasta que decidieron unirse –hace más 9 años– y acompañarse de la guitarra que ambos tocaban y con la que les iba bien en parranda. En sus conciertos, ambos tocan y cantan (aunque Freddy interpreta algunas piezas en acordeón). Su esencia pasa por recuperar el sonido vallenato con guitarra, cada vez más escaso en los discos del género. “Los primeros conjuntos vallenatos que pegaron en el exterior usaban este instrumento –recuerda Freddy Carrillo–. Bovea traspasó fronteras interpretando a Rafael Escalona”. Fuera del Cesar y La Guajira son pocas las referencias actuales de vallenato con guitarra. Freddy dice que su conjunto, Los Hermanos Carrillo, no es el único. “Hay varios en Valledupar y La Guajira, pero no graban o lo hacen cada cinco o diez años”. En contraste, Los Hermanos Carrillo se han propuesto grabar cada año y medio y durante este mes han estado presentando en medios Serenata con Los Hermanos Carrillo, su quinto CD. El concepto –cuenta Freddy– surgió de una propuesta que llegó vía Facebook. “Nos escribió una profesora mía de bachillerato – recuerda–. Hizo la sugerencia de que grabáramos un CD para el recuerdo, que tuviera canciones para dedicar en diferentes ocasiones. Que tuviera la canción de cumpleaños, la que le dedica uno a la madre, o a los hijos, o a la pareja”. Entonces, los hermanos, primos del compositor Isaac Carrillo, decidieron escribir cada uno tres canciones. “Compuse la de cumpleaños –agrega Freddy–. Tenía la primera estrofa desde muchos años atrás, cuando una novia cumplió los 15. La recordé y como ahora soy padre de una niña de 6 años, pensé en ella para la segunda estrofa. Ahora mi hija dice que esa canción es suya”. Otra de su autoría es la escrita para los hijos: “Me inspiré en la inocencia de los niños. Tenía la melodía hacía tiempo y mi hija me dijo: ‘Peleé con mi amiga, pero ya nos perdonamos, somos amigas otra vez’. Pensé en lo fácil que perdonan ellos y lo difícil que es para los adultos”. Componer generó un antes y un después en su discografía: antes grababan nuevas versiones de clásicos y alguna composición nueva. Esta vez, ofrecen ocho canciones nuevas (sumando seis propias y dos de autores invitados) y dos clásicos (Muere una flor y Un llamado). Los Hermanos Carrillo harán varias presentaciones privadas durante el Festival Vallenato y entre tanto sonido de acordeón, su propuesta siempre sonará novedosa. “Con guitarra –dice Freddy Carrillo–, el vallenato es más íntimo, romántico, deja apreciar más las letras y las melodías. La guitarra es un instrumento universal, para un público más sobrio, que analiza las palabras. No es como el vallenato de ahora que tiene que ser chiste o ultrajar a la mujer para que guste”. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Zaperoco Por: Inquisidor / Vanguardia Liberal Cita. La gente está a la expectativa de lo que pueda pasar, pues aún no se sabe si esa persona es o no el asesino… (13/03/16. Judicial. Leidy Flórez Castellón). Comentario. Debiste escribir “si esa persona es o no la asesina”, querida jurisperita Leidy. Como ‘persona’ es sustantivo femenino, ‘asesina’ debe escribirse también con género femenino. Que el criminal resulte hombre o resulte mujer es asunto que atenderán los representantes de la ley, y no debe preocuparnos en el género gramatical. Cita. El argumento es atractivo, sobretodo en momentos… (13/03/16. Opinión. Mauricio Cabrera). Comentario. Un ‘sobretodo’ es atractivo, ‘principalmente’ cuando llueve y hace frío, querido Mauro; lo que no es atractivo es que algunas personas no conozcan el significado del sustantivo ‘sobretodo’, y lo usan como si se tratara de la forma adverbial ‘sobre todo’, que significa ‘principalmente’. Es un error común, sí; pero es grave cuando se trata de quienes se dedican a la escritura, ‘sobre todo’ en medios de comunicación. Cita. Los hechos se registraron en el barrio Diamante I, donde el hombre enfurecido golpeó y hirió a su pareja con un arma blanca (Judicial). Comentario. Entonces la bestia esta hirió a madre “y hijo”; y con arma blanca, que es lo peor, por lo que tuvieron que coserlos con aguja “y hilo”. Terrible; entró “y hizo” de todo. Cita. Consejos para educar a su mascota cuando tiene hijos (14/03/16. Familia. Liliana Vega). Comentario. Cuando la mascota tiene hijos es mejor dejarla quieta, mi querida y generosa consejera Lilimar, y dedicarse a cuidarlos y consentirlos, así se trate de cachorros, polluelos, chanchitos o lo que sea, que no ‘bebés’, como les dicen ahora a los hijos de cualquier animal; porque si se trata de ‘bebés’, estamos hablando de críos de seres humanos. A las mascotas debe educárseles desde muy temprana edad, como debe educarse también a quienes escriben en los medios de comunicación; digo yo, por si estamos hablando de que el titular efectivamente se refería a ‘bebés’, por lo que pudo escribirse, por ejemplo: “Consejos para educar a su mascota cuando usted tiene hijos”. Muere Mariano Mores, alma del tango argentino El compositor, reconocido por canciones como 'Cuartito azul', falleció a los 98 años. Por: AFP | El Tiempo Foto: EFE La leyenda del tango argentino Mariano Mores murió a los 98 años. El compositor y director de orquesta Mariano Mores, una leyenda del tango argentino, murió a los 98 años, informaron este miércoles sus familiares a través de las redes sociales. Fue autor de clásicos tangueros como 'Cuartito azul', 'Cafetín de Buenos Aires', 'Taquito militar', en una lista donde se encuentran las perlas más preciadas del rosario tanguero argentino. "Yo pensé que eras eterno... mi súper hombre. Hubiera querido tenerte toda la vida conmigo. Y te fuiste nomás", lo despidió por Instagram su nieta y conocida animadora de la televisión argentina, Mariana Fabbiani. También compuso junto a otros gigantes del tango como Discépolo en 'Uno', José María Contursi 'Gricel', Cadícamo 'Copas, amigos y besos' y Homero Manzi 'Una lágrima tuya', entre cientos de éxitos. Eximio pianista, compositor, director de orquesta, Mores también incursionó en el cine en 'La doctora quiere tangos' (1949), 'Corrientes, calle de ensueños' (1949), 'La voz de mi ciudad' (1953), entre otras. También fue impulsor y productor de destacados espectáculos teatrales con los que triunfó en Argentina y en el exterior, principalmente en Japón. Activo y vital, Mores a los 90 años encabezó en 2008 dos recitales a lleno completo en el mítico Luna Park de Buenos Aires, en un espectáculo que llamó '90 años no es nada'. Pero en 2012 en un gesto simbólico le dejó su batuta a su nieto Gabriel Mores, también un eximio músico de tango, que este miércoles lo despidió por Facebook. "Adiós, abuelo querido" Te voy a extrañar mucho, pero tu recuerdo y tu música estarán siempre en mi. Gracias por tu ejemplo de vida. Q.E.P.D", escribió. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia ¡Vamos, Leicester! Juan Esteban Constaín A nuestra especie le encanta ese relato: el relato del débil que, contra toda lógica y todo pronóstico, derrota al fuerte; la historia épica de quien logra curarse de la adversidad y la humillación y entonces gana. Aunque faltan todavía 5 partidos por jugarse y 9 puntos por ganar y en el fútbol y en la vida –pero sobre todo en el fútbol– no hay nunca nada seguro, jamás, yo también estoy, como media humanidad, haciéndole toda la fuerza que pueda al Leicester City Football Club para que este año sea campeón de la Premier League. Un amigo me dijo hace poco: “Le tiene que faltar el corazón al que no quiera que eso pase...”. Estamos una vez más, por supuesto, ante uno de esos típicos episodios deportivos en los que la posibilidad inminente y casi inconcebible y abismal de un triunfo se vuelve por eso mismo una proeza heroica, un acto de justicia y de fe y a veces incluso de venganza del que se apropian no solo sus protagonistas, y con toda la razón, sino también todos los demás, los que por el motivo que sea se sienten representados en él. Es que a nuestra especie le encanta ese relato, quizás es el que más le gusta o por lo menos el que más la conmueve y la consuela: el relato del débil que, contra toda lógica y todo pronóstico, derrota al fuerte; la historia épica, contada en tantas películas y tantos libros y tantas vidas, de quien logra curarse de la adversidad y la humillación y entonces gana. Y así nos parece a todos, por fin, que el triunfo no es una infamia ni un despojo. Por eso, en cada Mundial, surge un ‘equipo revelación’ que enloquece a la gente y todos empezamos a hacerle una fuerza irracional y festiva como si de verdad esa fuera nuestra causa, porque de alguna manera sí lo es. Y cuanto más humilde y pobre y esmerado sea ese equipo, mejor; cuanto más esfuerzo le haya costado ser lo que es, más nos conmueve y más nos identificamos con él. Eso es lo bonito del fútbol, decía el poeta. En el caso del Leicester lo que hay es la proeza de un equipo modesto (aunque histórico, eso sí) que la temporada pasada se salvó por milagro de irse al descenso y que ahora está a 9 puntos de ser el campeón de una de las ligas más duras del mundo, si no la más dura. Y eso a golpe de jugar un fútbol que no es deslumbrante ni bonito ni nada, cómo podría serlo, pero que tiene orden y pasión, ganas, mística. Así que yo también estoy cruzando los dedos para que el Leicester City gane esta temporada la Premier. Pero si por alguna razón no lo hace –el fútbol es así–, creo que su campaña ya valió de sobra la pena y la victoria moral es suya. No más ver a su técnico, Claudio Ranieri, llorando el domingo pasado después de ganarle al Sunderland será para siempre una imagen inolvidable. Esa y la de sus hinchas que no lo podían creer. Pero para mí la mejor justificación de esta campaña épica del Leicester es la historia de Leigh Herbert, un sonriente carpintero inglés que a finales del año pasado, después de tomarse unos tragos como era su costumbre, y ahora con mayor razón, decidió ir a una casa de apuestas y jugar 5 libras esterlinas a lo imposible, es decir a que el Leicester, su equipo del alma, salía campeón. Lo mismo le pasó a Chloe Cope, otra audaz (aunque un poco más sobria) hincha de ‘los zorros’: apostó 7 libras esterlinas, ante la mirada estupefacta del agente de la casa de apuestas, a que el equipo ganaba la Premier League. Lo hizo también Jordan Wright, solo que su apuesta era que el Leicester ganaba el primer partido de la temporada y por una equivocación terminó apostando que la ganaba toda. En los tres casos, y en muchos otros similares, 5 libras o 7 se han vuelto triunfos millonarios que les están cambiando la vida a sus beneficiarios azarosos. Como decía Peter Altenberg: las únicas apuestas verdaderas son las imposibles. Si no qué gracia. Y eso es lo bonito del fútbol, la vida. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Para el pueblo lo que es de Puebla Por: Andrés Osorio (Blog Arcadia) Carlos Puebla es uno de los músicos cubanos más recordados del siglo pasado. Su legado no solo se lo debe al virtuosismo con el que interpretaba el son –uno de los patrimonios culturales de Cuba- sino también al hecho de convertirse en un ícono de la Revolución y de lo que se conoció como el “antimperialismo yankee”. A Ernest Hemingway se le fueron las horas más felices de su vida tomando daiquiris en el bar La Floridita, y escuchando a los jóvenes soneros de la Bodeguita del Medio, en La Habana. Allí, fue testigo de cómo un músico proveniente de la ciudad oriental de Manzanillo, quien aprendió a tocar guitarra gracias a un manual de bolsillo, interpretaba los clásicos de la canción cubana. Ese hombre había trabajado como mecánico, carpintero, cortador de caña de azúcar y zapatero, y respondía al nombre de Carlos Puebla. No tuvo la suerte, como la mayoría de cubanos a comienzos del siglo XX, de crecer en una familia adinerada y, por el contrario, supo lo que era la austeridad desde que tuvo memoria. Puebla nació el 11 de septiembre de 1917, el mismo año en el que su presidente Mario García Menocal tuvo la osadía –o la ridiculez- de declararle la guerra a Alemania y a Austria-Hungría en el marco de la Primera Guerra Mundial. No fue un secreto que la decisión de Cuba había sido motivada por Estados Unidos, y fue justamente esa sumisión la que hartó a Puebla desde pequeño, y aunque no se atrevió a adentrarse en la Sierra Maestra, sus canciones contribuyeron a construir una revolución que pretendía hacer de la isla un país libre y autónomo. Nacía un cronista Con la entrada triunfal de Fidel Castro a la ciudad de La Habana el 8 de enero de 1959 se estableció la revolución más duradera de América Latina, y la posibilidad de que los cubanos analfabetas conocieran la escuela. Aunque Carlos Puebla ya sabía leer, escribir, y cantar, el músico quería aprovechar la oportunidad de tomar clases en uno de los institutos artísticos de la capital cubana. En el seminario de la iglesia de San Francisco de Paula, en La Habana, aprendió a leer y escribir pentagramas, así como a conocer sobre historia universal de la música de la mano de un tal Alejo Carpentier. El francés había encontrado en la isla un lugar para desarrollar su obra literaria y un país inmensamente rico en términos musicales, lo que explica su afán por aprender del tema, y sobre todo, por hacerse profesor. A Puebla lo inspiró el sonido popular cubano, pero también las historias que se abrían paso en medio de la Revolución. Temas como “De Cuba traigo un cantar”, “Y en eso llegó Fidel” y “Yankee go home”, entre otros, parecían sacados de la libreta de un cronista con muy buen sentido del humor. Puebla era un hombre sencillo, y sus únicos objetos de valor eran su guitarra y su armónica. El paradigmático Camilo Cienfuegos reconoció esa humildad, y en algún encuentro lo saludó con un “¡vas bien, Carlos!”. El músico nunca olvidó ese día, como tampoco el 28 de octubre de 1959, cuando Fidel Castro anunció la inexplicable desaparición de Cienfuegos. Tiempo después, Carlos Puebla sentenció que la muerte de Camilo había sido “el primer gran dolor del pueblo de Cuba”, y no encontró mejor forma de expresar su sufrimiento que a través de una de sus canciones. El 3 de octubre de 1965, una vez Fidel Castro terminó de leer la carta de despedida del “Che”, que aseguraba que el argentino se encontraba en algún país del mundo haciendo la revolución, Carlos Puebla entendió que había llegado la hora de decir adiós a Guevara. Así, compuso “Hasta siempre, comandante”, un tema muy popular a nivel mundial, pero del que sus admiradores suelen no conocer la verdadera autoría. La carrera musical de Carlos Puebla da cuenta de más de setenta canciones dedicadas a Cuba, y aunque muchas de ellas hablan de reforma agraria y política, su melodía trasciende su contenido. Puebla no solo se ganó a su pueblo gracias a la letra de sus temas, sino también por el talento con el que los interpretaba. Cuba tuvo en Carlos Puebla a un músico genial y a un sencillo campesino; nunca nadie dudó de su humildad, esa que aprendió de joven, y que aún después de la muerte, su epitafio en Manzanillo le logra recordar: Yo soy esto que soy, un simple trovador que canta. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia El filme ganó en el Festival de Cine de Locarno (Suiza) “Siembra”: un ritual de la pérdida Este jueves se estrenó en las salas de cine del país la película colombiana “Siembra”. Su codirectora, Ángela Osorio, cuenta cómo fue el proceso de creación y producción de la cinta. Por: Camila Builes / El Espectador César Acevedo, director de “La tierra y la sombra”, participó en la producción de “Siembra ”como foto fija. / César Acevedo ¿De dónde surge la historia que vemos relatada en “Siembra”? Surgió de un proceso de reflexión que iniciamos con dos amigos, Carlos Hoyos y Juan David Velásquez, sobre el concepto del desplazamiento. En este proceso nos interesaba, en primer lugar, el término mismo de desplazado, pensando en qué momento se deja de serlo, cuando más que un evento específico es una experiencia que lleva siempre la persona. En segundo lugar, veíamos las migraciones como una forma en la que se confirman y transforman las sociedades; sin embargo, en el caso del desplazamiento, la movilidad forzada genera un sentimiento de desarraigo, pues lo que se dejó no es sólo un espacio físico sino también un espacio cultural y social. De este proceso de investigación empezamos a construir una historia que, a través de Turco, nos presentara una forma de confrontar el desarraigo, de hacer duelo y cerrar heridas para volver a sembrar en otro lugar. ¿Cómo transformaron una investigación académica en un guion de ficción? El proceso de investigación previo nos ayudó a concretar un punto de vista sobre el tema. Después de este ejercicio, el guion fue un proceso de transformar este punto de vista al lenguaje cinematográfico, haciendo uso de dispositivos, narrativa y dramática que lograran comunicar a través de la película ese punto de vista que teníamos sobre el fenómeno del desplazamiento, el desarraigo y el duelo. ¿Qué los llevó a tomar la decisión de utilizar actores naturales? En la búsqueda de los actores priorizamos encontrar personas con experiencia artística en cine, teatro y/o música. Turco es interpretado por Diego Balanta, a quien conocemos desde hace más de 10 años como músico y cantautor. Celina es interpretada por Inés Granja, otra autora de música tradicional del Pacífico. En términos generales, dimos mucha prioridad a su experiencia en los procesos artísticos, a la confianza mutua, para desarrollar los personajes. ¿Cómo lograron que Diego Balanta se acercara al papel del Turco? A Diego Balanta lo conocimos cuando realizamos un documental sobre la música del Pacífico colombiano. En una versión avanzada del guion buscamos darle rostro al personaje de Turco y pensamos en él por su capacidad de transformar la música en un discurso. En la preproducción realizamos casting, pero nos dimos cuenta de que Diego era la persona indicada para estar en Siembra, pues no sólo daba un rostro a ese personaje escrito en el guion, sino también un carácter a través del cuerpo y de las acciones. El trabajo desarrollado con Diego fue fundamentalmente desde el lenguaje de dirección, basado en la confianza que ya previamente teníamos con él y en la construcción de entornos dramáticos para cada escena que ayudaran a generar la emotividad y la reacción de ese personaje en cada escena. ¿Cómo fue su acercamiento a José Luis Preciado, Carol Hurtado y Jota Ramos, bailarines y músicos, y cómo llegaron a ser parte del elenco de “Siembra”? José Luis fue el último actor que concretamos. Lo conocimos en un evento de bailes urbanos, y de su relación con lo artístico nos llamó mucho la atención su arraigo con la ciudad. También su aspecto físico y su carácter. Con el desarrollamos un ejercicio de compartir y conocer su mundo para integrarlo a la película, haciendo de nuevo esto que se había convertido en una máxima, como en la interpretación artística, y era no solamente que los actores dieran rostro sino que también dieran carácter a los personajes. A Jota Ramos lo conocíamos por un proyecto previo de intervención en el norte del Cauca. Nos gustaba mucho la coincidencia que tenía con el personaje de la película, en tanto una persona digamos emprendedora y con un alto sentido de lo social y lo colaborativo. Carol comparte con Jota la pasión por la música y tienen un grupo que se llama Haga Que Pase. Cuando hicimos el casting nos gustó mucho que había química entre esos dos personajes, en especial nos gustó mucho cómo Carol, siendo una actriz de profesión y de teatro, lograba tener esa frescura para interactuar y esa sensibilidad para conectarse con los otros personajes. ¿Por qué optaron por el blanco y negro para traer al cine esta historia del desarraigo? El blanco y negro en la película es una estrategia retórica. Intentamos que de alguna manera nos hiciera sentir que nos están quietando algo, en este caso el color, para reflexionar acerca del desarraigo. La fortaleza reflexiva que tiene la imagen cinematográfica no está dada exclusivamente en recortar la realidad, sino en la pertinencia del desarrollo de un lenguaje que logre comunicar eso que unos autores están viendo sobre esa temática. Al suprimir el color notamos que se hacían relevantes otros elementos, además de lo reflexivo se hacían relevantes las texturas, se hacía relevante pensar que el mundo no está en blanco y negro sino en escala de grises. ¿Cuál es la importancia que tienen la música y el baile en la historia? “Siembra” es una película sobre el duelo, y es importante entender el duelo no solamente como un canto a la muerte sino también un baile para la vida. El duelo es también un ritual, y en los rituales tanto la música como el baile son muy relevantes para la evolución corporal y emocional. ¿Por qué “Siembra” es un duelo que cuesta la vida? Siembra es un duelo que cuesta la vida porque nos presenta un rito que permite ver que los duelos no solamente son una despedida ante un muerto sino un llamado para continuar viviendo. Es una doble dimensión del duelo, que puede implicar enterrar a alguien en un lugar y no verlo con vida nunca más, pero también plantar una semilla para poder crecer de nuevo en otro espacio. Cantar a la muerte para despedir a alguien, pero también puede ser un baile entre dos personas para confrontarse. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia En 2016 la Fundación del Bambuco Colombiano con sede en Pereira, realizará el 25º Concurso Nacional del Bambuco. Los interesados en participar, pueden descargar la Convocatoria y el Formulario de Inscripción desde la página web www.concursonacionaldelbambuco.org En el presente año el Concurso entregará premios por un valor de 29 millones de pesos en efectivo, además de premiar con instrumentos construidos por lutieres de gran tradición en el país al mejor tiplista, guitarrista y bandolista del certamen. La Convocatoria está abierta para las siguientes modalidades: Expresión Autóctona (en esta modalidad se inscriben solistas, duetos y grupos mixtos sin formación académica), Solistas, Duetos y Grupos Mixtos; importante también resaltar el concurso de obra inédita, para aquellos bambucos nuevos que no han sido interpretados en público ni se ha realizado su difusión por ningún medio de comunicación. Mayor información en el teléfono (6) 324 43 77 de Pereira en horario de oficina. La fecha de cierre de la convocatoria está prevista para el día 19 de agosto de 2016. El 25º Concurso Nacional del Bambuco se realizará en el teatro Santiago Londoño de Pereira los días 4, 5 y 6 de noviembre. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia La Torre de Babel en Bucaramanga Esta intervención arquitectónica, emplazada en el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga, podrá ser visitada hasta el 31 de abril. Por: Redacción Vanguardia Liberal El “nuevo edificio” del Museo de Arte Moderno de Bucaramanga está totalmente diseñado siguiendo la obra La Torre de Babel, pintada por el maestro Peter Brueghel, el Viejo, en 1563. La interpretación del diseño de la obra, que recoge en planos técnicos dicha pintura, es obra del maestro en artes plásticas y arquitecto Claudio Beltrán Quesada, apoyado por el arquitecto Sergio Granados Parra y los estudiantes de la facultad de Arquitectura de la Universidad Santo Tomás, próximos a graduarse, Fabián Bravo y Andrés Felipe Álvarez. Un hecho cultural El proyecto se compuso de manera que todos los habitantes de la Ciudad puedan apropiarse de él: recorrer la torre, atravesarla y, si es el caso, disfrutarla, como se disfruta un espacio público, para después acceder al Jardín de las Delicias y a las oficinas del Museo, que quedarían en la parte antigua. Era claro que un proyecto que pretendía ser transformador, estética y espacialmente, de una zona no podía limitarse exclusivamente a ella. Debía también concebirse como un hito para toda la ciudad, como debería serlo toda obra arquitectónica: una síntesis inteligente de vivencias, conocimientos, pasiones y nostalgias, conformando un hecho cultural que mejorara el espacio público de la Ciudad. Justamente esta fue la intención al componer la Torre de Babel en el Museo: hacer un proyecto que por sus cualidades formales y ambientales pudiera llegar a emocionar, a ofrecer un espacio renovado y activo, social y culturalmente. La pintura de Brueghel, notable en el arte de todos los tiempos, es trasladada a un edificio que une la ficción con la realidad, base de toda creación surrealista, o al pensamiento base del realismo mágico contenido en la literatura moderna latinoamericana. Se proponen, pues, espacios que emocionen, que se aprehendan con la visión, pero también con el aroma y el tacto, con el silencio y el sonido, la luminosidad y la penumbra y la transparencia que se recorre y que permite descubrir espacios que produzcan hechos sorpresivos, como reflejos y sombras, transparencias y escapes visuales, unidad en la diversidad. La Torre de Babel intenta demostrar que es posible hacer para Bucaramanga propuestas arquitectónicas y espaciales que contradigan la tendencia al olvido de los atributos de materiales que tanto hemos usado en la antigüedad, como piedra, tapia pisada y madera, y volverlas otra vez, como dijo Gastón Bachelard, “nuestro rincón que conserva los recuerdos y la emoción del mundo”. Es posible soñar un volumen arquitectónico abierto a la ciudad, y construirlo con nuestros materiales de siempre; un edificio que por su excentricidad se convierta en hito arquitectónico y atracción turística. Que la unidad y la variedad de un proyecto, mezclado con el material que tiene sus propios atributos y exigencias formales, por sus formas variadas, por la luminosidad y los reflejos del material, las escalas y las medidas, ofrezca a la ciudad una obra respetuosa, armónica y bella, homenaje a maestros universales del arte: Pieter Brueghel e Hieronymus Bosch, el Bosco. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Dos años sin Gabo Heriberto Fiorillo / El Tiempo Su magnífica obra literaria lo mantendrá en este mundo por siempre. García Márquez dijo alguna vez que ser inmortal era su gran ilusión. El escritor murió hace dos años, pero su magnífica obra literaria lo mantendrá en este mundo por siempre. Gabo tenía un miedo ancestral: ser enterrado vivo. Desde su primer cuento, ‘La tercera resignación’, el tema de la muerte vertebró su obra entera, en la que el mundo de los vivos y el de los muertos pertenecen a un solo espacio de realidades y ficciones, desde el que cuenta un narrador muerto vivo, como ocurre en el ‘Pedro Páramo’ de su maestro, Juan Rulfo. La muerte, que asustó al nobel por primera vez al fallecer su abuelo, es presencia y espacio permanente de sus novelas y cuentos, desde títulos que la consolidan, como ‘Crónica de una muerte anunciada’, ‘La otra costilla de la muerte’, ‘El ahogado más hermoso del mundo’, ‘Muerte constante más allá del amor’ y ‘Los funerales de la mama grande’. Si resumimos sus novelas, ‘La hojarasca’ es la historia de un viejo que lleva a su nieto a un entierro; ‘Cien años de soledad’ narra el proceso de deterioro y las muertes de siete generaciones de los Buendía en Macondo; ‘El otoño del patriarca’, el deterioro y las muertes de un dictador del Caribe; ‘El amor en los tiempos del cólera’, una historia de amores y de muertes en la que por fin gana el amor. ‘La siesta del martes’, considerado por Gabo su mejor cuento, dedicado a Mercedes Barcha, su cocodrilo sagrado, brota de la imagen de una mujer y de una niña vestidas de negro y con un paraguas negro, caminando bajo un sol ardiente en un pueblo desierto. Las dos buscarán en el cementerio la tumba de su esposo y padre, muerto a disparos mientras intentaba entrar en la casa de una viuda. Al principio de ‘Cien años de soledad’ Macondo no existe porque la tribu del primer José Arcadio no ha tenido su primer muerto. En su análisis de esta novela, el crítico Dieter Janik afirma que el narrador de esta relata desde una psiquis en la que están enraizadas de manera imborrable ciertas experiencias existenciales. El relato se desenvuelve desde una muerte anticipada, una experiencia que se extiende a la vida, como si esta discurriera dentro de la muerte. Desde la perspectiva del narrador, la vida normal es un estado intermedio entre otra vida más larga y la muerte, una muerte-vida con un narrador omnisciente e inmortal. Por eso, las acciones de los Buendía no son sino la realización y puesta en práctica del destino y de la catástrofe, consignados con antelación en los pergaminos de Melquíades. En 1995, Gabo conversó con el periodista argentino Rodolfo Braceli. –De tal madre, tal astilla, le dijo Braceli. Usted tiene a quien salir. –Sí –respondió Gabo–, porque para nosotros la realidad no es la realidad concreta, escolástica, de que si usted se golpea aquí, se rompe la cabeza. Esa es la realidad, pero también son realidad los muertos que salen, los desaparecidos, las magias, Dios, los milagros, todo. ¡Todo! No hay una frontera. Se pasa de una cosa a la otra. Y mi madre vivió siempre, más que nadie, en eso. En el 2006, año en el que empezó a notarse su pérdida de memoria, Gabo le dijo al periodista español Xavi Ayén, autor de ‘Aquellos años del Boom’: “De hecho, ya tampoco me despierto por la noche asustado, tras haber soñado con los muertos de los que me hablaba mi abuela en Aracataca, cuando era niño, y creo que eso tiene que ver con lo mismo, con que se me acabó el tema”. Pocos recuerdan el cuento que García Márquez estuvo intentando alguna vez: ese que narraba la historia de un hombre que debía morir en el preciso instante en que terminase de escribir su última frase. Gabo pensó entonces que aquello podría sucederle a él y mató ese cuento para siempre. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Los 44 recomendados de la Feria del Libro SEMANA presenta sus sugerencias de libros para tener en cuenta en la próxima Feria del Libro de Bogotá. Hay de todos los géneros y para todos los gustos. Ilustración: Elkin Hernández NOVELA Historia oficial del amor / Ricardo Silva Romero / Alfaguara / 530 páginas. Daniel Samper Ospina lo define como una antología de días memorables en la historia de las dos familias del autor, los Silva y los Romero. Pero este libro es también la reconstrucción de algunos acontecimientos de la historia reciente de Colombia, como la época de violencia en los años ochenta, desde una perspectiva muy propia. La melancolía de los feos / Mario Mendoza / Planeta / 224 páginas. Una novela que habla de la amistad, el deseo y la memoria como salvavidas a la pérdida de rumbo. Mendoza crea a León Soler, un hombre muy conforme con su vida, que un día recibe una extraña carta sin remitente. La epístola lo lleva a conocer a Alfonso Rivas, un enano y jorobado que, sin saberlo, lo salva del abismo. Consumidos /David Cronenberg / Anagrama / 360 páginas. Uno de los más importantes directores de cine de finales del siglo XX incursiona en la literatura. Su primera novela se centra en la investigación de un asesinato que emprenden dos periodistas, cada uno por su lado. En esa búsqueda descubrirán que su identidad se ha perdido en medio de tanto consumo tecnológico. Estimado Señor M / Herman Koch / Salamandra / 416 páginas. Una historia de amor y crimen con la inconfundible pluma del escritor holandés, uno de los invitados a la Filbo. El libro narra cómo Herman y Laura se ven involucrados en la muerte del examante de ella. Un famoso reportero, el señor M, los responsabiliza del crimen. ¿Fueron ellos los culpables? Archipiélagos / Abilio Estévez / Tusquets Editores / 464 páginas. El autor involucra a sus lectores en una historia sobre la tiranía. Corre 1933 y en medio de la huida del general Gerardo Machado, un presidente déspota, contra quien está todo el pueblo cubano, un joven presencia un asesinato en un pantano cerca a su casa. Y con el tiempo los cabos comienzan a unir el hecho con la fuga del presidente. Para acabar con Eddy Bellegueule / Édouard Louis / Salamandra / 192 páginas. “Salí corriendo de repente. Solo me dio tiempo a oír a mi madre, que decía, pero ¿qué hace ese idiota? No quería estar con ellos, me negaba a compartir con ellos ese momento”. En un intento del autor por entenderse a sí mismo, Édouard Louis cuenta su propia historia: la de un chico que huye de su familia y de su clase social. El tigre en la vitrina / Alki Zei / Babel / 110 páginas. En 1936 se instala un gobierno fascista en el mismo país donde surgió la democracia. Melia, una niña que sueña con ser escritora, se embarca en un viaje de historias en compañía de un tigre que tiene un ojo negro y el otro azul. El tigre es creado por un revolucionario que denuncia a la tiranía mediante fantasías. Allí (There) / Leonardo Patrignani / Ediciones B / 381 páginas. Verónica, la protagonista de esta historia, presencia la muerte de su madre a manos de un ladrón. El profundo anhelo de reencontrarse con su ser querido la lleva a investigar si hay un lugar después de la muerte. El compositor y escritor italiano explora en esta obra la posibilidad de que efectivamente exista el más allá. La distancia que nos separa / Renato Cisneros / Seix Barral / 355 páginas. Las cosas parecen según como se miren, y eso es justo lo que hace Renato Cisneros en esta novela. El escritor abre su libro genealógico para contar al personaje que es su padre: Luis Federico Cisneros, el Gaucho, el ministro de Guerra más polémico del gobierno peruano, el militar más odiado por la izquierda latinoamericana de los años setenta. El dinero de Hitler / Radka Denemarková / Galaxia Gutenberg / 206 páginas. “Impotente. Condenada a esperar quien hace el último gesto”. La guerra ha terminado y Gita Lauschmannová, judía de 16 años, regresa a su casa luego de haber estado en Auschwitz, donde murió su familia. Al abrir la puerta ve unas personas reunidas en el comedor que aseguran ser dueñas de la casa y la expulsan. El hombre que soñaba películas en blanco y negro / R. H. Moreno-Durán / Alfaguara / 276 páginas. Moreno-Durán describió con humor y espíritu crítico los enredos políticos y la relación con la prensa en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial. Un ambiente de sorpresivos encuentros que llevan a Orson Welles a Bogotá y hacen que se involucre en el ambiente conspirativo de la época. Los hijos de la fiesta / Andrés Hoyos / Libros Malpensante / 29 páginas. La undécima novela de este escritor y periodista, cofundador de la revista El Malpensante, desentierra dos periodos de la historia de Colombia. El primero avanza entre 1940 y 1984 y el segundo abarca de 1985 hasta 1995. En ese trayecto se construyen los relatos de amor y de linaje entre diferentes familias de la burguesía bogotana. RELATOS Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Pecado / Laura Restrepo / Alfaguara / 352 páginas. El nuevo libro de Laura Restrepo es un retrato del mal a partir de los personales de El jardín de las delicias, la gran obra de El Bosco. La escritora colombiana, en ocho relatos –que involucran asesinato, incesto e indiferencia–, lleva a sus personajes a enfrentarse con el límite de su moral y la concepción que tienen del mal. El expreso del sol / Tomás González / Grupo Planeta / 172 páginas. Este escritor se ganó un lugar en la literatura nacional desde su primera novela, Primero estaba el mar. Su nueva obra se compone de diez cuentos que abordan temáticas universales como el amor, la familia, el desplazamiento y el destino desde la perspectiva de personajes que viven situaciones aparentemente corrientes. La composición de la sal / Magela Baudoin / Ícono / 120 páginas. Un libro de cuentos en el que la autora trata los recuerdos y las evocaciones como esperanzas. Historias tan reales que casi rompen con la idea de la ficción de la literatura. Terceto / Pablo Montoya / Random House / 280 páginas. Pablo Montoya en este volumen reúne tres libros: Viajeros (1999), un relato que escribió cuando estaba en París; luego, Trazos (2007), una breve y poética historia de la pintura, y Programa de mano (2014). Según el propio autor, los tres libros “se hermanan por la base histórica que los sustenta y la atmósfera poética que los alienta”. El cazador de historias / Eduardo Galeano / Siglo del Hombre / 268 páginas. “Siguen soñando las pulgas con comprarse un perro y los nadies con salir de pobres”. Así como en este verso, en su libro póstumo Eduardo Galeano muestra con crudeza, humor y ternura las realidades de la América que retrató en toda su obra. En El cazador, que escribió un año antes de morir, Galeano también se devela a sí mismo, dando pistas de su biografía. ENSAYO Y CRÍTICA Adiós a las Farc, ¿y ahora qué? / Claudia López / Debate / 660 páginas. La senadora Claudia López vuelve a su faceta de periodista para responder a la pregunta ¿qué viene luego de la firma de paz con las Farc? Su análisis se vuelve imprescindible para quienes quieren conocer los desafíos del posconflicto, sin importar sus orillas políticas, pues propone los pasos a seguir para mantener la paz en Colombia. ¿Por qué fracasa Colombia? / Enrique Serrano / Grupo Planeta / 259 páginas. “Partiré de la afirmación de que las raíces de la Colombia de hoy no empezaron en 1810, ni en 1819, ni con Bolívar, Santander o Nariño”. Así inicia el escritor Enrique Serrano – ganador del Premio Juan Rulfo en 1996– este ensayo donde reflexiona sobre los factores, como la Iglesia, la contribución árabe y judía y la colonización, que influyeron en la formación de una frágil y fracasada identidad colombiana. La imaginación moral: el arte y el alma de la construcción de paz / John Paul Lederach / Semana Libros / 352 páginas Este experto en mediación, que ha estudiado más de 600 procesos de paz en el mundo y que trabaja frecuentemente en Colombia, explica cómo para trascender los ciclos de violencia que subyugan a una comunidad no hay nada más fundamental que la imaginación moral. Historia económica de Colombia / José Antonio Ocampo / Fondo de Cultura Económica / 400 páginas. Agricultura, economía cafetera, minería, industrialización, comercio exterior, deuda externa y finanzas públicas son los temas que Ocampo recopila en un conjunto de ensayos de expertos. El libro dibuja el panorama del desarrollo económico de Colombia desde el periodo colonial hasta nuestros días. El fraude del arte contemporáneo / Avelina Lésper / Libros Malpensante / 86 páginas. La crítica de arte y escritora mexicana cuestiona el arte actual y a partir del análisis de varias obras se pregunta por la pertinencia y el valor real de muchas de ellas. Este libro hace eco de sus polémicas declaraciones sobre el fraude que para ella resultan ser las obras de arte que están sostenidas en el mercado y una burbuja de precios. ILUSTRADOS Nos vamos / Powerpaola / La Silueta / 164 páginas. Las historietas y dibujos de Paola Gaviria, conocida como Powerpaola, son un referente de América Latina. La artista presenta su segunda novela gráfica, una serie de historias y apreciaciones capturadas en sus viajes por Buenos Aires, Bogotá, Salta y Potosí, entre otras. Caminos condenados / Diana Ojeda, Pablo Guerra, Henry Díaz y Camilo Aguirre / Cohete Cómics / 88 páginas. Esta novela gráfica muestra cómo se vive el despojo en Montes de María, una subregión del Caribe colombiano que sufrió durante 20 años los embates del conflicto armado y en la que el fenómeno del desplazamiento forzado se sigue viviendo cotidianamente. Este libro es producto de una investigación del Centro de Estudios en Ecología Política y la geógrafa Diana Ojeda. Las publicaciones revolucionarias Compilación de nueve títulos / La Silueta. Este proyecto es el producto de cuatro meses de trabajo y diálogos entre editores y nueve artistas diferentes en el parqueadero de la biblioteca Luis Ángel Arango. En total se construyeron nueve títulos que varían en su extensión (entre 20 y 40 páginas). Entre los artistas que participaron se encuentran Lucas Ospina y Gabriela Pinilla. LITERATURA INFANTIL El señor Finney y el mundo patas arriba / Laurentien van Orange / Taller de Edición Rocca / 96 páginas. La princesa Laurentien de Holanda, invitada especial a la feria, escribe la historia de El señor Finney, para que los niños del mundo cuiden la naturaleza. En esta, Finney emprende un viaje que lo obligará a vivir como se vive en el planeta Tierra. El tiempo de mi casa / Samuel Castaño Mesa / Tragaluz / 44 páginas. Este libro, ilustrado por el propio escritor, relata la vida de una familia cuyas actividades trascurren alrededor de un reloj de pared. La historia se construye a través de la voz de un niño, el nieto, capaz de percibir la importancia del tictac que marca la cotidianidad de su abuelo y los demás miembros de la casa. La guerra y la paz (píldoras de filosofía) / Brigitte Labbé, Michel Puech / Panamericana / 42 páginas. Con el mismo nombre de la obra cumbre de León Tolstoi, Guerra y paz, la escritora francesa Brigitte Labbé y el filósofo Michel Puech invitan a los niños mayores de 8 años a reflexionar sobre un asunto que generalmente les cuesta comprender: ¿por qué hay tantas guerras si en la Tierra la mayoría de la gente quiere la paz? BIOGRAFÍAS Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia El hombre en construcción / Maxim Februar / Ícono / 112 páginas. Durante un otoño, la escritora del libro, Marjolijn, decidió convertirse en hombre, Maxim Februari. Pero esta no es solo su propia historia: el autor también aborda temas como los efectos de la testosterona, la alteración de los genitales y la intimidad sexual de los transgénero. Instrumental: memorias de música, medicina y locura / James Rhodes / Rey Naranjo / 288 páginas. James Rhodes, famoso pianista nacido en Londres en 1975, cuenta en esta obra autobiográfica –que vio la luz luego de que el Tribunal Supremo del Reino Unido levantó el veto sobre la misma– cómo su pasión por la música clásica fue el único escape al recuerdo de una violación de la que fue víctima cuando niño, que lo condujo a una etapa de adicciones y varios intentos de suicidio. PERIODÍSTICOS Botellas de náufrago / Alberto Salcedo Ramos / Luna Libros / 376 páginas. Uno de los cronistas más importantes en América Latina publica este nuevo libro de relatos que hablan sobre todos los asuntos que pueden tocar la vida de un ser humano: la memoria, los abrazos, la tecnología, el mar, la muerte, la música, los errores, el conflicto, el fútbol, la vejez, la infancia y el dolor, entre muchos otros. El tiempo por cárcel / Roberto Pombo / Debate / 278 páginas. El director de El Tiempo, uno de los periodistas colombianos de mayor trayectoria, conversa con el escritor Juan Esteban Constaín sobre los episodios más notables de su carrera, muchos ocurridos en coyunturas difíciles para el país y rodeado de los personajes más importantes de la sociedad nacional. Los muchachos de zinc / Svetlana Alexiévich / Debate / 336 páginas. La ganadora del Nobel de Literatura 2015 da voz a los auténticos protagonistas de la guerra afgano-soviética (1979-1989) a través de testimonios que muestran las secuelas de la guerra. Su obra ha sido catalogada como aquello que ni siquiera un relato de ficción ha logrado: hacer de la guerra algo omnipresente, personal y real. Cazadores de planetas: en busca de vida extraterrestre / Lucas Ellerbroek / Semana Libros / 312 páginas. Ellerbroek, astrónomo y escritor, lleva a los lectores a un fantástico viaje por el espacio, la historia y el futuro. Es una mezcla entre relatos de nerdos, descubrimientos de planetas y estrellas, la búsqueda de vida extraterrestre y la historia de una disciplina académica. Mourinho Rockstar. Las dos caras del entrenador más polémico del mundo / Luis Aguilar / Semana Libros / 152 páginas Luis Aguilar, el narrador de las historias del fútbol, se lanza ahora con una biografía profesional y pasional de Mourinho. Contrastando al entrenador con antihéroes de la televisión, cuenta cómo un exfutbolista frustrado se convirtió en uno de los entrenadores más ganadores del fútbol europeo. Y también el más odiado. Los tuits del papa: una revolución espiritual en 140 caracteres / Michael J. O’Loughlin / Semana Libros / 240 páginas Este escritor independiente, que discute en sus artículos la actualidad del mundo católico y su papel en la política, devela en este libro, compuesto por 18 capítulos, quién es el papa Francisco, cómo ha conquistado 21 millones de usuarios que lo siguen en su cuenta de Twitter y se ha convertido en uno de los personajes más influyentes del siglo XXI. Inmigrantes / Cinco títulos / El Peregrino Ediciones. Se cumplen cinco años de esta colección que invita a escritores a contar sus experiencias de viaje (en Londres, o San Francisco) y la intimidad que se construye al llegar como inmigrante a algún lugar. “Estas historias demuestran que no hay nada como mirar lo local con curiosidad y emoción, para comprobar que la Tierra no es plana como la pantalla de un computador”. Afuera está la guerra / Janny van der Mole / Intermedio Editores / 168 páginas. En diez episodios, la escritora y periodista holandesa narra de manera fidedigna la vida de Ana Frank, desde sus primeros años hasta su historia atravesada por la Segunda Guerra Mundial. Esta obra ilustrada incluye fotos de la familia Frank. INVESTIGACIÓN Los mitos de la música nacional / Óscar Andrés Hernández / Editorial Pontificia Universidad Javeriana / 240 Páginas. Esta investigación se centra en las transformaciones que durante los años treinta y sesenta se dieron en la música popular colombiana y, a la vez, cuenta cómo la música se extendió por todo el país y relegó a los ritmos andinos. Catálogo de plantas y líquenes de Colombia / Rodrigo Bernal, S. Robbert Gradstein y Marcela Celis (Editores) / Editorial UN (Universidad Nacional) / 3.060 páginas, 2 volúmenes. Es la obra botánica más extensa y completa de Colombia. Este catálogo documenta 27.861 especies de plantas y líquenes que crecen en el país y es el resultado del trabajo de 180 especialistas, provenientes de 20 países, durante 13 años. La investigación está basada en datos obtenidos por varias generaciones de botánicos. DE COLECCIÓN Álbum del sagrado corazón del cine colombiano / Hugo Chaparro Valderrama / Semana Libros / 280 páginas. Este escritor y crítico de cine creó una obra de consulta que cuenta, película a película, las vicisitudes de hacer cine en Colombia desde comienzos del siglo XX. Es un libro que cualquier interesado en la cultura colombiana debería tener a la mano. 100 años del vallenato Daniel Samper Pizano y Pilar Tafur / Aguilar / 232 páginas. En 1997, Pizano y Tafur publicaron una de las investigaciones más exhaustivas sobre vallenato que existe en Colombia. Los periodistas, ambos nacidos en Bogotá, pero con un gran amor hacia este género musical, realizaron una antología que incluía un libro y una colección de los que consideran los 100 mejores vallenatos de la historia. Hoy, Aguilar presenta una reedición de este libro que incluye 6 CD y 107 cantos. Obra negra / Gonzalo Arango / Fondo Editorial Eafit / 368 páginas. Esta es la tercera edición del libro del poeta y fundador del Nadaísmo, Gonzalo Arango. La primera edición de Obra negra salió en 1974 y la segunda en 1993, con algunos textos inéditos. Esta tercera edición inaugura la colección Biblioteca Gonzalo Arango del Fondo Editorial Eafit y Otraparte. New Order, Joy Division y yo / Bernard Sumner / Sexto Piso / 376 páginas. “Esta es la historia de cómo Joy Division y New Order situaron a Mánchester en el mapa de la música y de la posteridad”. El autor, guitarrista y miembro fundador de New Order una de las bandas pioneras del pop electrónico, cuenta en este libro los capítulos más importantes en la historia de la banda y cómo la pasión por la música los llevó al éxito a pesar de sucesos tan trágicos como el suicidio de Ian Curtis, fundador del grupo. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Vigías del Patrimonio Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Llega a la UNAB el V Encuentro de Investigación Musical El 27 de abril a partir de las 8:00 a.m. en el Auditorio de Ingenierías ‘Jesús Alberto Rey Mariño’, se realizará el V Encuentro de Investigación Musical, que abordará el tema “Música e Interdisciplinariedad”. Este evento es un encuentro entre estudiantes, docentes, egresados e investigadores de nuestra Universidad y de otras instituciones educativas de la ciudad, que buscan ampliar y aportar sus conocimientos alrededor del arte musical a partir de procesos de investigación. Para el encuentro de este año –y a propósito de la recién creada Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes que reúne estudiantes de Educación, Comunicación Social, Artes Audiovisuales, Literatura, Gastronomía y Música –, se abordará el tema “Música e interdisciplinariedad”, como una oportunidad de conocer los proyectos desarrollados en este sentido e incentivar la búsqueda de “pre-textos” que favorezcan la investigación formativa y en sentido estricto en nuestra comunidad académica. Invitados especiales: Carolina Santamaría Delgado Maestra en Música de la Pontificia Universidad Javeriana, MA y PhD en Etnomusicología de la Universidad de Pittsburgh, con certificados en Estudios Culturales y Estudios Latinoamericanos. Desde el 2003 colabora frecuentemente con el sello discográfico académico Smithsonian Folkways Recordings en la traducción de textos de varios de los discos de su catálogo. Autora de varios artículos en revistas nacionales e internacionales, actualmente participa en varios proyectos editoriales como la revista Cuadernos de Música, Artes Visuales y Artes Escénicas y la colección Culturas Musicales en Colombia. También es miembro del comité editorial de TRANS – Revista Transcultural de Música y del equipo editorial de IASPM-LA. Recientemente publicó un libro basado en su tesis doctoral, Vitrolas, rocolas y radioteatros: Hábitos de escucha de la música popular en Medellín, 1930-1950 (Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana y Banco de la República, 2014) y otro en coautoría con otros tres investigadores (Manuel Sevilla, Juan Sebastián Ochoa y Carlos Eduardo Cataño) titulado Travesías por la tierra del olvido: Modernidad y colombianidad en la música de Carlos Vives y La Provincia (Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2014), merecedor del premio Alejandro Ángel Escobar 2015 a mejor investigación en Ciencias Sociales y Humanas. Actualmente se desempeña como docente investigadora en el Departamento de Música de la Universidad de Antioquia. Alejandro Tobón Restrepo Doctor en historia de América Latina, magister en estudios latinoamericanos y licenciado en Educación Musical. Docente de música de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia. Co-fundador y coordinador del Grupo de Investigación Músicas Regionales de la misma universidad. Su amplia producción artística y científica incluye participación como ponente, ponente magistral y organizador de congresos, simposios y eventos de investigación en música, artículos en revistas científicas, capítulos de libros y libros resultado de investigación tales como: "Toques y retoques: reflexiones sobre la enseñabilidad de los instrumentos de cuerda tradicionales de Colombia" (2015) en coautoría con Héctor Rendón Marín con quien también publicó "Tiple Bandola. Discusiones sobre grafías para cordófonos colombianos." (2013); "El río que baja cantando: estudio etnomusicológico sobre romances de tradición oral del Atrato medio" (2015) en coautoría con Federico Ochoa Escobar, Sara López Marín, Julián Serna Gallego; "Encanto de ranas: canciones infantiles de Colombia a dos voces" (2010); "Arrópame, que tengo frio. Romances del medio Atrato" (2009) en coautoría con Claudia Gómez Suárez, entre otros. Para mayor información comunicarse con Magnolia Mejía al 6436111 ext 199 o al correo electrónicomsanmejia@unab.edu.co V ENCUENTRO DE INVESTIGACIÓN MUSICAL - Música e interdisciplinariedad PROGRAMACIÓN 27 de abril de 2016 Auditorio “Jesús Alberto Rey Mariño” HORARIO 7:30 am 08:00 am TÍTULO DE LA PONENCIA Registro de asistentes Saludo de Bienvenida 08:15 am La escuela de música decolonizada: saberes musicales y diálogo transdisciplinar para la universidad latinoamericana contemporánea De la música y sus ecos; correspondencia y encuentros entre literatura y música 09:15 am 09:35 am RECESO 10:10 am Análisis de incentivos a la producción académica de los músicos profesores universitarios. La música, que es como la vida PONENTE Hall del auditorio Rafael Ángel Suescún Mariño - Director Programa de Música UNAB Carolina Santamaría Delgado Docente Universidad de Antioquia Santiago Emilio Sierra Ruiz Estudiante Literatura Virtual – Docente Programa de Música UNAB John Eduard Ciro Gómez- Docente Música UIS, Luisa Fernanda Arenas – Estudiante Escuela de Economía UIS Alejandro Tobón Restrepo -Docente Universidad de Antioquia Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Vigías del Patrimonio Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia 11:10 am El Padre Juan de Jesús Anaya Prada O.F.M y su aporte al patrimonio musical santandereano. 11:30 am Presentación musical RECESO 2:00 pm 2:30 pm 2:50 pm 3:10 pm 3:30 pm 3:50 pm Taller: Elementos para la presentación de proyectos de investigación La música; herramienta pedagógica para un trabajo interdisciplinario Ambientes Virtuales de Aprendizaje (AVA): un apoyo en la enseñanza de la teoría musical Componentes sensoriomotrices en el aprendizaje instrumental Memoria histórica Orquesta Sinfónica Me sabe a tierra - Adaptaciones y arreglos de obras andinas de los compositores santandereanos Luis A. Calvo y Ciro A. Santos Martínez RECESO 4:10 pm Musicoterapia al final de la vida 4:30 pm Documental “Contrapunto en la montaña y en la ribera” 5:30 pm Presentación musical 7:00 pm Orquesta Sinfónica UNAB. Johanna Calderón Ochoa- Adolfo Enrique Hernández Torres - Docentes Programa de Música UNAB Ensamble de Percusión UNAB Banda de vientos UNAB Edwin Leandro Rey Velasco Docente Programa de Música UNAB Patricia Casas Fernández – Docente UIS; Laura Marcela Martínez – Docente Liceo Montesoriano Vladimir Quesada Martínez- Docente Programa de Música UNAB Natalia Avella Ramírez- Docente Música UIS Semillero de Investigación – Los Músicos (proyecto de investigación formativa UNAB) Rolff Davis Novoa González- Trabajo de grado (proyecto de investigación formativa UNAB) María Alejandra Medina Moreno- Master en Musicoterapia Universitat de Barcelona Carlos Ernesto Acosta Posada - Programa Artes Audiovisuales UNAB Mayra Vargas – voz Vladimir Quesada - piano Dir.: Eduardo Carrizosa Lugar: Auditorio Mayor UNAB María Carolina Rey Durán Jefe de Prensa / Universidad Autónoma de Bucaramanga ¿No le gusta el reggaetón? Entonces respete Por: Diego Londoño / El Colombiano Hace pocos días leía un artículo donde una emisora prohibía la rotación del reggaetón dentro de su parrilla de programación. Esta situación es muy respetable, pues cada medio de comunicación tiene su filtro, su curaduría y estética sonora. Además de esto, es un proceso sano, pues son muchas las radio frecuencias que tienen como banda sonora este género. Pero a lo que en realidad quiero ir con este texto, es que esa misma columna generó diversas opiniones radicales e irrespetuosas en redes sociales en contra de quienes gustan del ritmo cadencioso. Sí, en pleno siglo XXI. Por mi parte, y perdonen el yoísmo, no soy ni reggaetonero, ni vallenatero, ni nada que se le parezca. Soy amante de la música, me gusta el punk, el metal, el blues, el soul, el jazz, el rap, el rock y por mis gustos, no tengo por qué irrespetar al otro y menos sentirme potencialmente agredido por escuchar estos tipos de música. Lo curioso e impactante del asunto, es que esta intolerancia en la actualidad se da incluso dentro de las mismas familias. Sea lo que sea, cante lo que cante, báilese como se baile, es música y debería ser un motivo para entender que en la diferencia nos encontramos. Algunos de los comentarios que he leído y escuchado son: “No más reggaetón en Colombia”, “necesitamos un golpe en contra del género” “debemos impulsar el hundimiento del reggaetón”. Comentarios que son iguales a los de un homofóbico o un xenófobo. En los años cincuenta y sesenta, la sociedad colombiana no podía tolerar a un jovencito que escuchara rocanrol y que tuviera el cabello largo. En los ochenta, los metaleros y punkeros no se podían cruzar, pues sus diferencias estéticas y sonoras irremediablemente llevaban a la violencia. De la misma manera, los amantes del tango fueron catalogados como malevos o putas, o en su defecto, los rockeros, punkeros o metaleros, eran ladrones, viciosos y peligrosos. Ahora vivimos una situación similar. Creo poderosamente en la diferencia, y también tengo claro que una cosa es ser rígido con el criterio al no escuchar algo que se sale de los principios sonoros propios, y otra muy diferente es imponer con violencia verbal o física un gusto personal. Por ejemplo: ¿sería justo que los reggaetoneros sacaran una campaña en contra del rock, el blues, la salsa o la música electrónica? Están en todo su derecho, sin embargo sería algo absurdo y anacrónico. O por otro lado ¿será que nos creemos de mejor familia y tenemos una condición de superioridad que nos permite a nosotros hacerlo? No defiendo a ningún género musical, ni a los unos, ni a los otros. Soy un firme enamorado de la música en todas sus expresiones y con eso basta. Por eso mismo hago un llamado a la tolerancia, pues solo así demostraremos lo poco de humanidad que aún nos queda, y más en el arte, donde el único radicalismo que debería existir sería el del respeto. En conclusión, deberíamos convivir con lo que lo que nos gusta y con lo que no, y más si se trata de música ¿Qué piensan ustedes?. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Un cuadrapléjico vuelve a tocar guitarra Por primera vez en la historia, la ciencia logra que una persona con parálisis total recupere el movimiento de una mano. Esta es la historia de Ian Burkhart y el "bypass neuronal". Por: Pablo Correa / El Espectador Foto: Ohio State University Wexner Medical Center/ Battelle Ian Burkhart logró tocar una guitarra de juguete gracias a un chip instalado en su cerebro. “Cuando tienes 19 años piensas que eres invencible”, reflexionaba hace pocos días Ian Burkhart. Cinco años atrás, mientras se sumergía en el mar con sus amigos, una ola lo arrastró hasta un banco de arena y las vértebras de su cuello se fracturaron. Al siguiente día, cuando recuperó la conciencia supo que la mala suerte le había robado la independencia, su falsa indestructibilidad juvenil, que su cerebro ya no podría comunicarse con los músculos de todo el cuerpo. Poco tiempo después del trauma, Ian y su familia descubrieron que a tan sólo 25 minutos en carro de su casa, en la Universidad Estatal de Ohio, un grupo de ingenieros y neurocientíficos trabajaban junto a la empresa Battelle en el desarrollo de "puentes nerviosos". Ian se convirtió en voluntario del experimento. El pasado 13 de abril, con 24 años, Ian posó ante las cámaras de televisión y prensa para demostrar que este grupo de científicos norteamericanos está abriendo nuevas posibilidades para los pacientesparapléjicos y cuadrapléjicos. Mientras otros grupos apuestan por las células madre y la posibilidad de reconectar directamente los nervios que bajan y suben por la médula espinal, estos neurocientíficos desarrollaron un “bypass” neuronal, un puente digital, que podría devolverles el control muscular. En la coronilla de su cabeza Ian lleva un dispositivo conectado directamente a su cerebro. “Al principio me producía dolores de cabeza”, contó el paciente a Linda Geddes de la revista Nature, “ahora ya ni siquiera lo noto”. Este chip implantado entre sus neuronas detecta el área del cerebro que se activa cuando el paciente piensa en mover la mano. Una señal es enviada a un computador programado con algoritmos que traducen el mensaje en una nueva serie de señales eléctricas que viajan hasta un dispositivo ajustado a los músculos del antebrazo. Tres veces a la semana, Ian entrena movimientos con esta tecnología. En su última demostración pública logró tocar una guitarra de juguete conectada a un videojuego. Una prueba del control que ha logrado incluso sobre los dedos. El grupo de neurocientíficos explicó que hasta ahora se creía que tras un accidente de este tipo, las neuronas en el cerebro comenzaban a reorganizarse y a reprogramar sus conexiones. El experimento con Ian y otros pacientes les ha demostrado que afortunadamente esa reorganización es menor de lo que pensaban. “Esto nos da mucha esperanza en que no hay tantos cambios neuronales en el cerebro de lo que imaginamos, por lo que podríamos crear puentes entre las áreas dañadas para recuperar el movimiento”, comentaron. Las buenas noticias para Ian y otros pacientes tienen algunas limitaciones. Por ahora, el sistema sólo se puede usar en un laboratorio lo que limita enormemente su utilidad y debe recalibrarse cada vez que se utiliza. “Lo que deseamos es crear interfaces neurológicas que sean estables día tras día y no requiera recalibrarse”, explicó a la revista Andrew Jackson, investigador de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido. “Estamos en un punto en el que hablamos de algo que podría beneficiar a un número muy pequeño de personas”, comentó Elizabeth Tyler-Kabara, de la Universidad de Pittsburgh, para poner en perspectiva los avances conseguidos hasta ahora. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia 50 años sin la ‘voz de América’ Por Daniela Ruiz Lozano / Semana Javier Solís ha sido de las grandes voces de América Latina, aunque esta leyenda vivió poco, tuvo tiempo para también ser carnicero, mecánico, cotero y actor. 50 años después de su muerte, Javier Solis sigue siendo El Rey del bolero-ranchero. Es inevitable. Las personas se mueren el día que les toca. Puede salir a la misma hora de siempre o antes o después, puede tomar el camino habitual o experimentar un recorrido distinto, nada importa. Si es su día, la muerte se vuelve un destino inaplazable. El 19 de abril de 1966 Blanca Estela Sainz llegó a la clínica desprevenida de la muerte. El día anterior, a eso de las siete de la noche, el médico le había dicho “Señora Sainz, Javier está mucho mejor. Le quitaremos la sonda y pronto estará en casa”. Pero ese día, cuando Blanca cruzó las puertas del hospital, el doctor ya había firmado el deceso de Javier Solís. Lo único que le dijo fue “lo siento, pero con el corazón no contábamos”. Javier era una estrella. Incluso cuando se hizo pública su hospitalización -por unos cálculos en la vesícula mal cuidados- los periodistas, cantantes y actores hacían filas para entrar a su habitación. Y como a todos los galanes, la fama siempre les tiene guardada un as bajo la manga. Apenas los periódicos titularon con su muerte, los rumores comenzaron a expandirse como huracanes. “Murió al tomar un vaso de agua, aún cuando el médico se lo había prohibido”, “murió por culpa de Julito Reyes (de Los Panchos) que lo puso a cantar una canción que fue presagio de su fallecimiento”, “murió por hacer el amor en un estado crítico de salud”. La verdad fue que murió de un infarto. A los 34 años. Luego de una corta, pero inmortal, carrera artística que lo consagró como El Rey del bolero-ranchero, la leyenda mexicana. Javier no era un niño común. Su nombre de nacimiento fue Gabriel Siria Levario. Las dificultades económicas de sus padres los hicieron dejar a Gabriel donde sus tíos Valentín Levario Plata y Ángela López Martínez, cuando él aún era muy pequeño. Javier siempre considero a sus tíos como sus padres. Creció en Tacubaya, un pueblo que de a poco se lo fue tragando el crecimiento acelerado de Ciudad de México. Fue a la escuela como todos los niños de su edad, pero al llegar a quinto de primaria abandonó la escuela para hacerse cargo de algunos de los gastos de su hogar, a la par que siguió jugando y creciendo en las calles destapadas de su pueblo. Tardaría muchos años en volverse cantante. Primero fue aprendiz de mecánico, luego cocinero, pastelero, cargador de canastas en el mercado, cotero y, finalmente, encontró estabilidad en el oficio de carnicero. "Mi ilusión más grande era ser boxeador profesional –contaba Javier en una entrevista realizada en 1960-. Alternaba el boxeo con la carnicería. Pero una vez me abrieron una ceja y una oreja y no quedé con ganas de volver a pelear. Luego volví a practicar, pero ya sin ganas de ser un profesional del ring…” “Cuando me tocó la suerte me volví cancionero”. A Javier, la suerte se le apareció seguida, con una oportunidad que llevó a otra y a otra. El que le abrió las puertas fue David Lara, el dueño de la carnicería donde trabajaba Javier. Lara era un jefe atípico, casi todo el tiempo estaba jubiloso y alegre. Él sabía los sueños de sus empleados, casi más que sus propias esposas. Una vez descubrió a Javier cantando mientras tajaba la carne. Lo observó con detenimiento algún tiempo, para creer el prodigio de voz que oía y, convencido de su talento, le pagó un curso de vocalización con el maestro Noé Quintero, quien había sido instructor de Pedro Infante. “Mi vocación artística se inició por hambre –contaba Javier en la entrevista mencionada-, en la carnicería solo ganaba 17 pesos y eso no me alcanzaba para nada”. Comenzó a ir a la Plaza Garibaldi, sus amigos mariachis lo invitaban a cantar con ellos y Javier comenzó a imitar a los grandes de la época: Pedro Infante y Jorge Negrete. Su suerte estaba adportas de dar un brinco. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia Vigías del Patrimonio Festivalito Ruitoqueño de música colombiana Patrimonio Cultural de Santander - Patrimonio Cultural de Floridablanca Orgullo de Santander para Colombia Su amigo Manuel Garay, un payaso de profesión que administraba el Teatro Salón Obrero, lo invitó a cantar en el Teatro. Allí comenzó a conseguir audiencias que lo seguían a donde fuera a cantar. De allí pasó al Cabaret El Otro Mundo, donde además de cancionero se desempeñaba como limpiador, mesero y hasta pacifista de las riñas entre borrachos. Su voz comenzó a ser elogiada en la Plaza Garibaldi, pues decían que tenía el tono medio entre el agudo de Pedro Infante y los altos de Negrete. Su voz, melódica y romántica, crecía en reconocimientos. Pronto pasó al Bar Azteca, un sitio de público más refinado. Para entonces, ya se había puesto como nombre artístico Javier Luquín. Una noche se fueron de fiesta al Azteca los integrantes de Los Panchos. Estando en pleno jolgorio Javier comenzó a cantar, el trío se quedó atónito y lo invitó a cantar en exclusiva para ellos. El más sorprendido por la calidad de su voz fue Julito Reyes, quien lo llevó a las puertas de las disqueras. En 1956 Javier grabó su primer disco con Sony. Su carrera iba en ascenso, era aclamado incluso en los bares de Estados Unidos. Pedro Infante le había dicho a don Noé que ese jovencito que lo imitaba tenía mucho talento. Por esa época Manuel Garay le había recomendado que se cambiara el Luquín por Solís, pues en los círculos de mariachis lo bromeaban diciéndole El solista, ya que prefería cantar solo que acompañado. Su productor estuvo de acuerdo y Javier comenzó a firmar como Javier Solís. La fama por la música no le llegó sola. Pronto empezó a firmar contratos con productoras de cine y se volvió un galán de pantalla. Su bigote en forma de triángulo, sus labios pronunciados y su cabello igual de negro a sus ojos le dieron la fama de rompecorazones. En la vida de Javier hubo dos mujeres oficiales: Socorro Gonzales y Blanca Estela Sainz, con cada uno tuvo dos hijos. En los días más graves de su enfermedad ambas mujeres parecían junto a él, posando como la esposa oficial. Pero quien tenía el título por entonces fue Estela, con quien vivía Javier, y quien lo acompaño hasta su último momento. Su popularidad iba en ascenso cuando su médico le descubrió unos cálculos en la vesícula, pero Javier se opuso a la operación. Acudió a donde un médico poblano que le recetó un medicamento preparado por él. Javier se mejoró pronto y todo volvió a la normalidad. Sin embargo, por esos días había firmado un contrato para grabar la que fue su última película: Juan Pistolas, y en la que su personaje debía cabalgar todo el tiempo. En una de las escenas Javier alzó una pesada caja y sintió que algo se desprendía dentro de él. El martes 12 de abril de 1966 una ecografía mostro que los cálculos se habían salido de la vesícula, ese mismo día fue hospitalizado. Ya no importaba la cura, pese a los buenos pronósticos de los médicos para sanar los cálculos, un infarto llegaría por sorpresa el 19 de abril en la mañana. Ese día, Estela recibió las temidas palabras: “lo siento, con el corazón no contábamos”. Hoy, 50 años después de su muerte, Javier Solis sigue siendo El Rey del bolero-ranchero. Aún, sus fans de pasadas y contemporáneas generaciones se reúnen a recordarlo y la Plaza Garibaldi estalla con sus melodías. Su voz continúa sonando en los bares latinoamericanos, bajo la luz tenue de la media noche, cuando los tragos llevan a recordar viejas historias de amor. Zaperoco Por: Inquisidor / Vanguardia Liberal Cita. Algunas personas que están buscando a su padre lo han contactado, pero las pruebas de ADN han salido incompatibles. Yo quiero conocer a mi hijo antes de morir. Seguramente tendrá otro nombre y otros apellidos, pero me lo quiero volver a encontrar (14/03/16. Bucaramanga. Sonia Gamboa). Comentario. Hay varios detalles ‘incompatibles’, querida Soni. Uno es que las pruebas de ADN no hablan de ‘incompatibilidad’, puesto que este término se refiere a ‘impedimento’, lo que sí ocurre, por ejemplo, con tipos de sangre, como ocurrió en un pueblito, en donde una “reconocida” bacterióloga clasificó de manera errada la sangre de un paciente, y la transfusión de sangre incompatible le generó una reacción que terminó con su muerte; del paciente, claro, no de la “doctora” bacterióloga. Otra es sobre la afirmación pleonástica y confusa “yo quiero conocer a mi hijo antes de morir”, porque el padre, según él mismo, ya lo conocía, puesto que viajaba con el niño; y aunque ‘conocer’ tiene una connotación sexual (que, con mucho respeto por el padre, no viene al caso), con este ejemplo podría validarse esa costumbre que hay por estas tierras de decir “cuando lo conocí por primera vez”. Y el tercero es que debes manejar los dativos, así el testimonio esté enredado; así que debiste transcribir: “… Pero quiero volver a encontrármelo”. Cita. Ya coloqué el denuncio, pero la investigación no avanza y eso me preocupa, porque esos tipos están libres y lo más probable es que sigan al asecho de otras víctimas (Judicial). Comentario. Los denuncios se ‘ponen’, mis queridos jurisperitos, así el testimonio “textual” diga otra cosa; porque es cruel que toque estudiar cinco años en alguna universidad para salir a grabar y transcribir sin poder siquiera corregir faltas gramaticales; salvo que se quiera, precisamente, desvirtuar el testimonio o al testigo. Pero, para que vean que no todo es rigor, y abonarles un punto, el uso de ‘asecho’, en vez de ‘acecho’, así como lo hacen ustedes, debería tomarse más en cuenta cuando se trata de actividades de grupos delincuenciales organizados. Insisto: punto a favor; si no fue chiripa, claro. Carrera 19 N° 31-65 Piso 2 Salón 28 Teléfono 6331497 Celular 3175102019 fundarmonia1@gmail.com www.fundacionarmonia.org Centro Cultural del Oriente Colombiano Bucaramanga, Santander, Colombia