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Modernización, desarrollo
y movimientos sociales
en Michoacán, de Manuel
Ramírez Casillas (coord.)*
Viridiana Gabriela Yáñez Rivas**
M
odernidad es un proyecto
jurídico–filosófico emancipatorio y en
cuyo centro el individuo es considerado el ente de razón. La modernidad
ha sido uno de los temas que autores
como Anthony Giddens, Ulrich Beck,
Sigmund Bauman, Daniel Bell, entre
otros, han tratado. Modernidad es también sinónimo de cambio, cambio que
tiene efecto en el ámbito económico,
político, cultural y social; y es en este
último donde la vida privada se ve alterada, y donde la manera de enfrentar
los cambios de la sociedad se refleja
en su respuesta individual o colectiva.
México ha sido uno de los países
que se han enfrentado a los cambios
de la modernidad. En el terreno de lo
social, movimientos como el Antorchista o el de mujeres indigenistas son representantes de acciones que han
venido a catalogarse como diversas y
muy complejas. Explicar la influencia de
la modernidad en las relaciones sociales y en las formas de organización en
uno de los estados de la República
como Michoacán, fue el motivo principal para crear el seminario Modernización, movimientos sociales y desarrollo en
Michoacán, por parte de la Universidad
Latina de América, mismo que, plasmado en un libro, reproduce los conocimientos de profesores de la UNILA,
*
México: Universidad Latina de América,
2006, 256 pp.
**
Estudiante de Sociología UAM-Azcapotzalco.
de funcionarios públicos y de miembros de la sociedad civil.
El libro está dividido en diez secciones que buscan de una manera
metódica y objetiva, abordar el tema
de la modernización desde el paradigma general hasta el estudio de un caso
como el del estado de Michoacán.
En la primera parte, “Modernidad,
modernización y sociedad civil en el s.
XXI”, el Mtro. Manuel Ramírez Casillas
aborda el tema de la otra modernidad,
tratando de responder a la pregunta
de si la globalización neoliberal como
proyecto de modernidad posibilita la
aparición de una sociedad civil diferente a la neoliberal, y deduciendo que, en
efecto, este reciente orden social genera nuevos actores sociales que buscan
otras alternativas de acción (no convencionales) y que se oponen al orden
globalizante, como por ejemplo el EZLN.
Marco Antonio Brito Castrejón, en
el segundo artículo “El concepto de
modernización en México: una visión
histórica”, hace una revisión histórica
del concepto de modernidad desde el
proyecto de nación liberal hasta el
cardenismo, pasando por la Reforma,
el Porfiriato y la Revolución. Según el
autor, cuando México genere condiciones de orden que contribuyan a la
integración nacional, se podrá decir
que es un país moderno.
En la tercera parte, Roberto Solís
Calderón en su ensayo “Micro-desarrollo: una propuesta para la articulación
de conocimientos”, nos muestra, dentro de una comunidad indígena, una
forma alternativa de comunicación que
permite la convivencia social para la
efectiva toma de decisiones y el progreso; demostrando con ello la inefectividad del actual modelo de desarrollo,
y planteando la posibilidad de la existencia de otros modelos que realmente sean aplicables a determinado sector,
grupo o pueblo que se analice.
En la cuarta parte, Ángeles Elvira
Quesada realiza un “Análisis de la experiencia del programa Hábitat en
Morelia, enfocado al empoderamiento
de las mujeres”, con la finalidad de
comprobar la hipótesis de que la participación de las mujeres pobres en
proyectos de desarrollo, ofrece una alternativa para generar adquisición de
poder a nivel familiar o individual (empoderamiento). Para tal efecto, la autora compara a dos grupos de mujeres
que participaron en el programa aplicado por SEDESOL, y cuyos resultados
logran revelar los factores que propician e inhiben el empoderamiento.
En la quinta parte, el tema de “La
feminización del desarrollo. El empoderamiento de mujeres indígenas”, es
tratado por María Estela Rojas Fajardo,
quien analiza el caso de las mujeres
nahuas en Morelia, para comprobar
la feminización del desarrollo, es decir,
la creciente búsqueda de las jefas de
familia, de distintas estrategias, para mejorar la situación familiar, ya que este
tipo de hogares, según las estadísticas,
tiene altos índices de pobreza.
En la sexta parte, Sylvia Ordóñez
Martínez trabaja el tema de las “Relaciones de los sexos/géneros en la modernización y desarrollo de Michoacán”.
En este ensayo se pretende estudiar lo
referente al género, tratando de sustraer
la influencia ideológica que el tema ha
tenido. Para cumplir dicho objetivo, la
autora lo examina apoyándose en cuaEl
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tro niveles de análisis: metodológico, empírico, comunicativo
y propositivo.
Argelia Gallegos Martínez, en la séptima parte, “Trabajo infantil en Michoacán 1990-2000, un análisis comparativo”, presenta los resultados que muestran cifras crecientes
sobre el trabajo infantil en este estado, y define los conceptos de pobreza, marginación, trabajo infantil, entre otros.
Realiza, con ello, un estudio comparado entre los municipios michoacanos acerca de esta situación, y nos muestra
cifras mundiales de América Latina, México y Michoacán.
En la octava parte, “Pobreza en el ejido El Cascalote,
estudio de caso”, Marco Antonio Brito Castrejón hace una
revisión de la situación social, económica y productiva de
dicho ejido, describiendo los roles tan definidos dentro de
su estructura familiar, y el tipo de economía agrícola basada en tecnologías rudimentarias. Convirtiéndose éste en
un estudio más que demuestra que Michoacán es uno de
los estados con alta marginación.
“Seamos pesimistas para exigir la utopía” es la novena
parte, donde Ruth Betancourt Vargas y Marco Espinosa
retoman temas de la realidad que se creían ya explotados,
como el combate a la pobreza, con la finalidad de atraer
de nuevo la atención sobre ellos y tratar de resolverlos.
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Reseña
Este ensayo más que analizar resultados se da a la tarea de
desmitificar cuestiones pensadas como superadas, y
desmitificar a la propia modernidad y al engaño de creer
que ésta nos conducirá a la felicidad.
Finalmente, el Mtro. Manuel Ramírez Casillas propone “Una estrategia educativa para el fortalecimiento de la
sociedad civil como sujeto del desarrollo en Michoacán”,
cuyo aporte principal radica en la importancia que da a
la educación como medio de formación de una sociedad
civil y generadora de desarrollo en el estado. Con la educación, según el autor, la sociedad tiende más a participar en los proyectos que implican desarrollo para el país,
y ello a su vez conduce a la modernización y a la democratización.
Este libro, producto original de un seminario, es un
texto excelente, en primer lugar, por la claridad que tiene
al acercarnos al tema de la modernidad y, en segundo,
porque es abordado de manera general y particular (con
el caso de Michoacán). Es relevante también por la pluralidad de los subtemas abordados y por la perspectiva no
convencional que la mayoría de los autores utiliza, además
de que los diez ensayos muestran un aparato metodológico que le añade objetividad a sus estudios.