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desde el fondo EL CHISME: LA TRASCENDENCIA DE LAS PRÁCTICAS NIMIAS Lic. Patricia Fasano – Lic. Aurora Ruiu – Lic. Juan Manuel Giménez – Lic. Alejandro Ramírez – Téc. Ana Aymá – Natalia Savulsky _________________________________________________________________________ “¿Cómo es que, en ciertos momentos y en ciertos órdenes de saber, tienen lugar estos bruscos deslizamientos, estas precipitaciones de evolución, estas transformaciones que no responden a la imagen tranquila y continuista que nos hacemos de ordinario?” Michel Foucault El chisme tal como lo conocemos constituye una sofisticada práctica de comunicación orientada a minar la concentración de poder con la única arma a veces disponible: la conversación. Por eso lo aborrecen los poderosos, por eso lo atesoran los excluidos, por eso es centro de interés de nuestra investigación. 1. El chisme como problema de investigación Pierre Bourdieu dedicó no pocos esfuerzos a instalar en el centro de la teoría social la idea de que los agentes1 llevan a cabo permanentemente estrategias orientadas a la acumulación de capital simbólico, esto es, de reconocimiento, de prestigio, de bienestar: “Las luchas por el reconocimiento son una dimensión fundamental de la vida social y se basan en la acumulación de una forma particular de capital, el honor en el sentido de reputación, de prestigio; y hay pues una lógica específica de la acumulación del capital simbólico, como capital fundado sobre el conocimiento y el reconocimiento”. (1993: 33) Esas estrategias no son conscientes –en el sentido de obedecer a fines definidos 1 Bourdieu llama “agentes” a las personas con el objeto de reintroducir cierta autonomía de los individuos en la acción social, de la que habían sido completamente despojados – según postula- a través de la noción de “sujeto” del estructuralismo y el marxismo (la persona como “epifenómeno de la estructura”). (1993: 20-22) explícitamentepero tampoco son mecánicas:obedecen a las intuiciones de un sentido práctico del que los agentes están dotados por el hecho de nacer en determinado lugar, incorporar determinadas pautas culturales, componer tal espacio social y etcétera. Sentido del juego también le llama, acudiendo a una metáfora que torna muy claro de qué se trata esa dotación de sentido que orienta la acción social de los agentes en tanto toman parte del juego social. Por otra parte, Valentin Voloshinov2 (1992) nos alerta –y le creemos- sobre la importancia trascendental de las pequeñas prácticas discursivas para la producción ideológica. “Es lógico que la palabra sea el indicador más sensible de las transformaciones sociales, inclusive de aquellas que apenas van madurando, que aún no se constituyen plenamente ni encuentran acceso todavía a los sistemas ideológicos ya formados y consolidados. La palabra es el medio en que se acumulan lentamente aquellos cambios cuantitativos que aún no logran pasar a una nueva cualidad ideológica, ni a dar origen a una nueva y acabada forma ideológica. La palabra es capaz de registrar todas las fases transitorias imperceptibles y fugaces de las transformaciones sociales.” “La psicología social se manifiesta preferentemente en las formas muy variadas del enunciado, en formas de los pequeños <géneros discursivos>, internos y externos, que hasta ahora no han sido estudiados en absoluto”. (1992: 44) Bourdieu y Voloshinov son dos de los principales autores que nos llevaron desde nuestra formación teórica a tener una mirada alerta sobre las prácticas de comunicación nimias, como el chisme. Pero fundamentalmente, lo que consolidó nuestro interés por investigar el chisme fue la reiterada observación de las fenomenales implicancias que éste tenía en la vida social de las personas que habitan en barrios pobres de nuestra ciudad, que es donde hemos realizado 2 O Michail Bajtin, según las fuentes históricas. Area Producción y Publicaciones / 29 desde el fondo trabajos de campo más asiduamente en los últimos quince años3. No quiere decir esto que el chisme no tenga también implicancias en otros tipos de comunidades como las escuelas, las facultades, los barrios de clase media o alta, los consorcios y etcétera; por el contrario, nuestra experiencia cotidiana nos muestra que sí las tiene. Pero lo que nos llamó poderosamente la atención en los barrios pobres fue el modo en que explícitamente las personas reconocían la incidencia que los comentarios ajenos tenían en la regulación de las conductas propias a nivel comunitario. Para ellos el chisme constituía un problema. Esto terminó de convocar decididamente nuestra atención de investigadorescomunicadores convencidos, además, de la importancia de profundizar en el campo de los estudios comunicacionales el conocimiento de las prácticas de comunicación que no necesariamente tienen lugar en los medios masivos4. Así que decidimos convertirlo, entonces, en nuestro problema de investigación. 2. El proyecto de investigación Luego del proceso administrativo de evaluación, en abril de 2002 el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Entre Ríos aprobó nuestro proyecto, denominado: “El chisme como práctica comunicacional en sectores de pobreza”5, cuyos planteamientos principales son los siguientes: 3 Para nuestras respectivas investigaciones de Tesis de Licenciatura y para los proyectos de investigación: “Socialidad, vida política y prácticas comunicacionales de la pobreza” y “Comunicación y política: en torno al nuevo espacio público”, ambos dirigidos por el prof. Sergio Caletti en la Facultad de Ciencias de la Educación de la U.N.E.R. 4 El de los medios masivos es el campo al que más sistemáticamente se han orientado hasta el momento los esfuerzos investigativos de los comunicólogos. 5 El P.I. reside en la Facultad de Ciencias de la Educación y el equipo está constituido por: Lic. Patricia Fasano, Lic. Aurora Ruiu, Lic. Juan Manuel Giménez, Lic. Alejandro Ramírez, Téc. Ana Aymá y Natalia Savulsky. Nuestra asesora es la Dra. Rosana Guber. Resumen Este proyecto consiste en el análisis comprensivo de la práctica social del chisme, específicamente en los sectores de pobreza, en cuanto a: * su régimen particular de intervención en la producción social de significaciones: relación entre los órdenes privado y público de la vida de los sujetos; relación con un régimen éticomoral de la vida social comunitaria; relación con los contenidos imaginarios y prácticodiscursivos de ese régimen; * su dimensión de capital simbólico puesto en juego en las negociaciones por la construcción identitaria: nos interesa en particular analizar su función en la configuración de las relaciones de poder dentro de la comunidad en la que tiene sentido; * sus características específicas en tanto género comunicacional: sus condiciones sociales de producción y circulación; su estructura de enunciación específica y su gramática particular de funcionamiento. Para poder llevarlo a cabo, utilizaremos el método de investigación etnográfico, para estudiar las prácticas sociales desde el punto de vista del sentido que los actores les otorgan. Para ello, realizaremos un intenso trabajo en campo, en el que intentaremos registrar cadenas de chismes que serán objeto de un análisis interpretativo orientado por las hipótesis de lectura que se plantean más adelante. Planteo del problema de investigación Si partimos de considerar al chisme como: * una práctica social comunitaria, en tanto tiene sentido -sí y solo sí-: a) en relación con otros; y b) dentro de los límites que marca la pertenencia a una comunidad; * de índole comunicacional, en tanto "pone en forma" -codifica- significaciones sociales en función del intercambio simbólico; * cuya materialidad es eminentemente oral; * cuyo uso -por su carácter enunciativo- se realiza a través de actos individuales encadenados unos a otros; * que materializa discursos sociales que atraviesan la vida comunitaria; * cuya verosimilitud es garantizada en base al cumplimiento de distintas reglas de construcción enunciativa y dentro de ciertas condiciones de enunciación; * que en tanto refiere su contenido a los otros especialmente, a su vida privada-, constituye Area Producción y Publicaciones / 30 desde el fondo un capital simbólico en las negociaciones por la distribución del poder y, por tanto, en las construcciones identitarias dentro de la comunidad; * cuyo régimen actúa tanto sobre el orden de la vida privada, como de la vida pública, lo cual podría ser considerado como un tipo particular de "oficialización" de ciertos discursos sociales. Entonces, nuestras preguntas son del siguiente orden: - ¿De qué modo interviene el chisme en la producción social de significaciones que tiene lugar dentro de una comunidad, "poniendo formas y poniendo en forma" (Bourdieu:1.993) la vida cotidiana? ¿Cómo se produce esa "codificación" (Bourdieu:1.993)? -¿Cuál es su régimen discursivo específico? ¿De qué modo se relaciona con los discursos sociales instituidos y de qué modo opera en el proceso de institucionalización discursiva de nuevos contenidos imaginarios a nivel de la comunidad en la que vive? -¿De qué modo opera sobre el orden práctico de la vida cotidiana, como actualización de un régimen? ¿De qué índole es ese régimen? ¿Etico? ¿Moral? ¿Sobre qué dimensiones de la vida cotidiana opera? -¿A través de qué "dispositivos" (Foucault:1.986) impone ese régimen a quienes participan de él? ¿De qué manera operan estos dispositivos en los actores particulares (inscripción subjetiva al régimen)? -¿Qué lugar le cabe en la regulación de las relaciones sociales dentro de la comunidad? -¿De qué manera interviene en las luchas por la apropiación del "capital simbólico" (Bourdieu:1.993) y en la construcción de posiciones identitarias dentro de la comunidad? ¿Supone ésto rasgos particulares dentro de las condiciones en que se construyen las identidades en los sectores caracterizados por la pobreza estructural? - ¿Cuáles son las condiciones de su enunciación y, en general, sus condiciones sociales de producción y circulación? ¿Constituye la pobreza -en tanto escenario particular de las relaciones sociales6- una condición social propicia para la producción y circulación de cadenas de chismes? ¿Constituye un "género discursivo" (Bajtin:1.982) con reglas propias? Y, en este sentido, ¿cuáles serían las características que le son específicas? En especial, ¿cuáles son los dispositivos de construcción de la verosimilitud dentro de su construcción? - Dentro de la red de relaciones comunitarias, ¿cómo se relaciona el chisme con otras prácticas comunicacionales? Hipótesis (conjeturas) Si es posible partir de considerar al chisme en los términos en que lo planteábamos antes, las principales conjeturas con que abordamos el trabajo de investigación son: 1- Que la principal riqueza del chisme residiría en su actividad a nivel de la dimensión discursiva de la vida social, puesto que se trataría de una práctica a través de la cual se estarían renovando -de tiempo en tiempociertos elementos imaginarios de la superficie discursiva, con lo cual se crearían las condiciones de posibilidad de nuevos discursos. Si pudiera sostenerse que a través del chisme se publicitan -se hacen públicosciertos contenidos del imaginario social que carecen de algún tipo de legitimidad dentro del régimen -¿eminentemente moral?- que regula la vida comunitaria, la publicidad podría ser considerada como parte de un proceso de legitimación de nuevos discursos, que en algún momento futuro habilitarían la existencia de nuevas -legítimas- prácticas de socialidad en la vida cotidiana7. Siendo así, al chisme le cabría una fuerte capacidad instituyente a nivel de los discursos sociales que atraviesan una comunidad; y su peculiaridad estaría dada por el lugar "fronterizo" que ocuparía dentro de dicho imaginario, de modo tal que su ejercicio estuviera produciendo siempre nuevas condiciones de posibilidad discursivas. Dicho de otro modo: el chisme posibilitaría todo el tiempo la "invención" de nuevas posibilidades 6 Fuertemente condicionadas en función del problema de la supervivencia material, con todo lo que ello supone con respecto al modo particular en que son construidos los vínculos entre miembros de la comunidad. 7 A esto habría que rastrearlo para atrás en el tiempo, con los que alguna vez fueron contenidos de los chismes y ahora son prácticas sociales legitimadas socialmente. Area Producción y Publicaciones / 31 desde el fondo discursivas, sólo que estaría ubicado en la etapa de este proceso en la que esas nuevas posibilidades sólo pueden ser nombradas impugnatoriamente. Pero, gracias al chisme, empiezan a ser nombradas de algún modo. 2- Que otra peculiaridad de esta práctica estaría dada, en tanto manifestación de un régimen -como postulábamos antes, eminentemente moral- de la vida social comunitaria, por su forma específica de hacer sentido a la vez en el orden privado y público de la vida cotidiana. Y al hacer sentido, automáticamente estaría actualizando la presencia de ese régimen en ambos órdenes. Esta característica aparecería desde el momento mismo de su puesta en forma, desde que hace público lo privado mediante una forma particular de publicidad: utilizando una gramática de producción y circulación ligada al orden de la vida privada (el secreto, la circulación en grupos reducidos, la voz baja), incidiría -tanto más eficazmente cuanto más apariencia de privacidad guardase- sobre el orden público de la vida cotidiana. 3- Que en tanto asignación individualizada de sentidos, es utilizada como estrategia en la lucha simbólica por la ocupación de posiciones en el espacio social en el que el régimen al que refiere tiene vigencia. Y en ese sentido, podría ser pensada como una herramienta utilizada preferentemente por aquellos sujetos cuyas identidades se constituyen periféricamente, dentro de la comunidad. 4- Que otra particularidad importante de su gramática específica estaría dada por la importancia de la contraposición de imágenes entre su contenido y aquél legitimado socialmente al que hace referencia. Cuanto más transgresor el objeto, más rica la práctica, y más poderosa en su capacidad de alteración del orden simbólico sobre el cual opera. Y en este sentido podría pensarse en la relación con los géneros picarescos en general. 5- Que a diferencia de otras prácticas sociales comunitarias en las que la exigencia de poner el cuerpo es mayor e incluso requieren de cierta consistencia mínima en los lazos entre quienes las constituyen (prácticas de participación política, por ejemplo), el chisme requeriría de un mínimo de intervención práctica en la vida social e incluso convocaría y provocaría la diferenciación, la individuación y -podría pensarse, incluso- la fragilización de las redes de relaciones entre miembros de una comunidad8. De allí que, en tanto condiciones de producción estructurales de su existencia, podría pensarse en una íntima relación entre el grado de labilidad de las relaciones sociales de una comunidad y la importancia del chisme; lo cual justificaría la construcción del objeto empírico en los sectores componentes de la pobreza urbana. 6- Y, por último, que sin embargo a falta de relaciones con un mayor grado de intervención en el orden práctico9, el chisme estaría en algún sentido garantizando la supervivencia de cierta red de relaciones comunitarias en torno de lo común constitutivo de una comunidad como tal (es decir, la cuestión de la identidad). Es importante, creemos, realizar una aclaración y una advertencia: que si bien lo explicitado anteriormente funciona como guía de nuestro análisis, el carácter comprensivo (interpretativo) de este estudio supone por definición la imposibilidad de trabajar hacia la "corroboración" de hipótesis en el sentido esctricto que atribuye a esta operación el método positivista de investigación científica. Metodología El objeto empírico de nuestra investigación fue abordado a través de un trabajo de campo que realizamos en el Barrio Belgrano o La Pasarela, perteneciente a los sectores de pobreza urbana de nuestra ciudad10. Durante el mismo, se realizaron: * observación participante con registro etnográfico; * entrevistas a informantes claves. La utilización de la observación participante como técnica de abordaje del objeto empírico 8 La experiencia en el campo empírico nos ha indicado que cuanto más débiles son las relaciones prácticas entre vecinos, más fuerte es la vigencia del chisme. 9 En este sentido, específicamente -aunque también en otros-, nuestra propuesta se continúa con las conclusiones del Proyecto de Investigación "Socialidad, vida politica y prácticas comunicacionales de la pobreza", del que hemos formado parte. 10 Al momento actual, estamos finalizando la etapa del trabajo de campo. Area Producción y Publicaciones / 32 desde el fondo se fundamenta principalmente en la propia intencionalidad del proyecto de realizar una interpretación comprensiva del problema en cuestión. Al respecto, Rosana Guber es muy clara cuando explica que "el único medio para acceder a esos significados que los sujetos negocian e intercambian, ...es la vivencia, la posibilidad de experimentar en carne propia esos sentidos, como lo hacen todos los individuos en su socialización. Y si, ...un juego se aprende jugando, entonces una cultura y sus significados se aprenden viviéndolos. De ahí que la participación sea condición sine qua non del conocimiento de un sistema cultural. Las herramientas son, pues, la experiencia directa y los órganos sensoriales y la afectividad que, lejos de empañar, esclarecen y explican la dinámica cultural. Para ello, el investigador debe proceder a la inmersión subjetiva; dar cuenta de esa cultura no es explicarla, sino comprenderla. El investigador comprende desde adentro a los sujetos que estudia..." (Guber:1.991; pág. 177). Por otra parte, J.Clifford aporta que la "'Observación participante' sirve como taquigrafía para un oscilar continuo entre el 'adentro' y el 'afuera' de los sucesos: por un lado, atrapar empáticamente el sentido de eventos y gestos específicos; por el otro, dar un paso atrás para situar esos significados en contextos más amplios... Literalmente entendida, la observación participante es una fórmula paradójica y equívoca; pero se la puede tomar en serio si se la reformula en términos hermenéuticos como una dialéctica entre la experiencia y la interpretación" (Clifford:1.998; pág. 15211). La observación participante, en nuestro caso, se extendió durante todo el trabajo de campo (desde agosto de 2002 a septiembre de 2003) y consistió en la inserción (paulatina) en la vida social del barrio, participando en actividades de distinta índole. Durante la observación se llevó un cuaderno de campo en el que se fue realizando una descripción pormenorizada de lo observado y sentido durante la estadía en campo, o lo que Geertz denomina "descripción fina" (Geertz:1.992). También se seleccionaron informantes claves para la realización de entrevistas, las que en ningún caso consistieron en una conversación sobre el chisme, sino que más bien intentaron recolectar información necesaria para poder realizar una reconstrución de las cadenas de chismes respectivas. Puesto que el cometido final de la investigación es producir una etnografía acerca del chisme en sectores de pobreza, consideramos oportuno recordar aquí la imposibilidad -en el proceso de la investigación etnográfica- de efectuar una separación taxativa entre los momentos del planteo de las hipótesis, la recolección de datos y finalmente el análisis de los mismos. 3. Del proyecto al trayecto: dónde estamos ahora Finalizando la etapa de trabajo de campo, naturalmente que aunque no hemos todavía elaborado las conclusiones finales, hay algunas presunciones que podemos adelantar a modo de avances. Avance 1: para pensar teóricamente las implicancias del chisme, es preciso considerar necesariamente la existencia de cierta comunidad dentro de cuyos límites el contenido y la actividad del chisme adquieren sentido12. Avance 2: la dirección que llevan los chismes necesariamente es la dirección de las relaciones de poder; el menos poderoso mina con el chisme el poder de quien lo concentra; el más poderoso disputa a través del chisme el poder de quienes pueden equiparar el suyo. Avance 3: esta puja sutil de poder trabaja eminentemente sobre el orden moral de la comunidad, evaluando permanentemente la sujeción a él por parte de sus miembros. En esos términos se juegan, entonces, el honor y el prestigio individuales y grupales. Avance 4: a través del chisme se canalizan no pocos de los conflictos que no pueden ser expresados directamente; en este sentido, 11 Se trata del artículo de James Clifford, "Sobre la autoridad etnográfica", que forma parte de la compilación de Carlos Reynoso titulada: "El surgimiento de la antropología posmoderna" (Gedisa; Barcelona, 1.998).- 12 Nada más elocuente de la no-pertenencia a una comunidad determinada, que la imposibilidad de comprensión de sus chismes. Area Producción y Publicaciones / 33 desde el fondo constituye una válvula de regulación de las presiones sociales. BOURDIEU, Pierre; Cosas dichas; Gedisa, Barcelona, 1.993. Avance 5: es posible postular una cierta relación inversa entre la existencia en la comunidad de espacios para la expresión, FOUCAULT, Michel; Historia de la sexualidad; Siglo XXI, Madrid, 1.986. la información y la comunicación, y la proliferación de chismes. ...Continuará… A mediados de 2004 estaremos presentando las conclusiones finales del Proyecto de Investigación. …Hasta entonces, los dejamos pensando… Referencias bibliográficas GEERTZ, Clifford; La interpretación de las culturas; Gedisa, Barcelona, 1.992. GUBER, Rosana; El salvaje metropolitano; Legasa, Buenos Aires, 1.991. REYNOSO, Carlos (comp.); El surgimiento de la antropología posmoderna; Gedisa, Barcelona, 1.998. VOLOSHINOV, Valentin (1992): El marxismo y la filosofía del lenguaje; Madrid, Alianza. BAJTIN, Mijail; Estética de la creación verbal; México, Siglo XXI, 1.982. Area Producción y Publicaciones / 34