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LA ESCOLARIDAD DE LOS JÓVENES DE SECTORES POPULARES: TIEMPOS DE DESAFÍO. Lic Alicia Kossoy Buenos Aires, mayo de 2000 INTRODUCCIÓN La crítica situación educativa de los jóvenes de sectores populares nos lleva a reflexionar sobre la prioridad asignada a la educación en la sociedad actual y sobre el rol de la escuela para la integración social. El abandono y la deserción han sido estudiados por numerosas investigaciones, sin embargo, la magnitud de la problemática nos obliga a re-pensar en las causas y en las alternativas para re-incluir a aquellos actores jóvenes de sectores populares que se han retirado de la escena educativa. Definir el rol que juega la escuela en la problemática de la inequidad social, requiere pensar la acción educativa en su heterogeneidad. El esfuerzo y dedicación de miles de maestros no logra revertir la desigualdad de oportunidades educativas y sociales que se ofrecen a los jóvenes. Asimismo y contradictoriamente la misma propuesta educativa incrementa la inequidad. La práctica escolar expulsa y marginaliza a quienes no responden al modelo estandarizado de la institución escolar. En este artículo se reflexiona sobre las disposiciones frente a la escolaridad de los jóvenes de distintos sectores sociales. Los datos que dan lugar a esta reflexión surgen de una reciente investigación sobre la juventud realizada en una ciudad mediana de la Provincia de Buenos Aires, en Argentina y constituyen una pequeña muestra que refleja la situación general a nivel nacional. Los Jóvenes Desescolarizados en Luján1: estado de Situación y Representaciones La investigación desarrollada trazó un diagnóstico de la situación educativa y laboral de los jóvenes, de sus opiniones y representaciones acerca del estudio, el trabajo, el consumo y el futuro. Se identificaron y analizaron las representacioens y vivencias de aquellas problemáticas que preocupan a los jóvenes. 1 El distrito de Luján se encuentra en la provincia de Buenos Aires a 60 km de la Capital Federal. Cuenta con aproximadamente 90.000 habitantes, de los cuales el 15% son jóvenes que tienen entre 15 y 24 años. Crisol Proyectos Sociales. Av. Rivadavia 2207 4° "D" (1034), Buenos Aires, Argentina. Tel/Fax: (54-11)4953-0841. 1 e-mail: crisol@interprov.com Lic. Cristina Cogliati Lic. Silvia Kremenchutzky Directoras Un 43 % de los jóvenes está desescolarizado, habiendo alcanzado sólo un nivel educativo bajo o muy bajo. Un 88% de estos jóvenes no completó el ciclo de enseñanza obligatoria: • • • Uno de cada 5 no terminó el nivel primario (seis años de estudio). El 25% alcanzó el nivel de enseñanza general obligatoria. La tercera parte inició el nivel medio y lo abandonó antes de completarlo. El análisis del capital educativo familiar es esclarecedor para comprender las disposiciones educativas de los jóvenes, que en general continúan con la trayectoria social y educativa de sus familias. A medida que disminuye el capital educativo familiar aumenta la deserción, como se muestra en el siguiente cuadro: EDUCATIVO % DE JÓVENES NIVEL 2 FAMILIAR DESESCOLARIZADOS MUY BAJO BAJO MEDIO ALTO 60% 35% 21% 11% Los jóvenes desescolarizados pertenecen mayoritariamente a los sectores más pobres3 • El 72% proviene de familias de bajo y muy bajo nivel educativo. • El 20% de familias con nivel medio. Las representaciones acerca del estudio y de la escuela tienen una relación directa con la distancia social entre la propuesta educativa y las familias de origen. Existe un discurso hegemónico -vigente en el imaginario social- que asigna al estudio la posibilidad de movilidad social y laboral. Sin embargo, el grado de apropiación de este discurso difiere según la historia familiar y educativa, la inserción económico social de los padres y el género al que pertenecen. 2 El nivel educativo muy bajo comprende sin instrucción, primario incompleto, primario completo; el nivel bajo secundario incompleto; el nivel medio, secundario completo y/o terciario/universitario incompleto; el nivel alto comprende terciario / universitario completo. 3 Estas cifras coinciden con otras investigaciones realizadas en Capital Federal: Jóvenes de la ciudad autónoma de Buenos Aires. Equis, Octubre 1999 Crisol Proyectos Sociales. Av. Rivadavia 2207 4° "D" (1034), Buenos Aires, Argentina. Tel/Fax: (54-11)4953-0841. e-mail: crisol@interprov.com Lic. Cristina Cogliati Lic. Silvia Kremenchutzky Directoras 2 En los sectores más desfavorecidos, este discurso carece de valor performativo y por lo tanto no genera deseo ni adhesión a un proyecto que incluya actividades de estudio y formación. El discurso tiene un alcance de tipo ideológico para estos jóvenes: justifica la propia responsabilidad individual al distanciarse de la experiencia escolar y consecuentemente, por no disponer de mejores oportunidades de inserción laboral, los excluídos se apropian de este discurso, culpabilizándose por su propia situación. El discurso legitima las diferencias sociales como consecuencia de las diferencias educativas. La representación frente a la desescolarización asume dos miradas: Aquellos jóvenes que disponen de menores expectativas escolares en su entorno familiar y social dicen, en general, haber concluido sus estudios. Concluir es para ellos, llegar al fin, dar por finalizada la actividad formativa. Piensan que la función de la escuela se limita a brindar aprendizajes básicos de lecto-escritura y de cálculo para desenvolverse en la vida, pero que el verdadero aprendizaje, la adquisición de saberes prácticos y de habilidades laborales sólo se aprende en la misma actividad laboral. No visualizan para ellos ni para sus allegados una movilidad social a través de los estudios. En cambio, quienes dicen haber abandonado, es porque en algún momento esperaron otra trayectoria educativa. Hay en el abandono una desilusión, una herida que marca como una huella en un itinerario difícil e interrumpido. El acto de abandono denota un alejamiento de la ruta trazada por ellos o por sus familias, ruta imaginaria, trayectoria familiar, expectativa social que ellos no satisfacen. Para estos jóvenes, el abandono significa también, alejarse de su espacio de sociabilidad juvenil. Espacio que reemplazan difícilmente, dado que la escuela es mucho más que el estudio y el diploma, es el lugar de sus amigos, donde se asumen roles diferentes a los desempeñados en familia y donde se aprende a conjugar nuevas identidades. Abandonar la escuela es perder ese espacio de identificación con pares, de confrontación con la diversidad, de enriquecimiento de la identidad individual y conformación de una identidad social. Las Experiencias “Problemáticas” y el Abandono La repitencia es la antesala del abandono: abandonaron los estudios en Luján fueron población juvenil en su totalidad, incluyendo a establecimientos escolares indica que más de el 50% de los jóvenes que repitentes. El estudio de la quienes ya no frecuentan los un tercio de la juventud tuvo Crisol Proyectos Sociales. Av. Rivadavia 2207 4° "D" (1034), Buenos Aires, Argentina. Tel/Fax: (54-11)4953-0841. e-mail: crisol@interprov.com Lic. Cristina Cogliati Lic. Silvia Kremenchutzky Directoras 3 experiencias de repitencia : 37% para el total , aunque el porcentaje crece al 43% entre los varones. Para el adolescente, la repitencia tiene consecuencias de sociabilidad inmediatas. Pierde el contacto cotidiano con sus amistades al estar separado del grupo de compañeros del aula. Cuando además su familia no puede o no sabe acompañarlo y la escuela también lo abandona, se inicia para él una trayectoria de exclusión social. La tasa de repitencia se duplica en los barrios de Luján donde predominan familias con bajo y muy bajo nivel educativo y cuyas ocupaciones laborales son de escasa calificación. Coincidimos con Perrenoud en que “las diferencias entre alumnos, por sí solas no explican nada, no se transforman en desigualdades del éxito escolar sino a través del peculiar funcionamiento del sistema de enseñanza. En la medida en que los fracasos y las desigualdades escolares no corresponden al orden de la naturaleza de las cosas, sino al de la historia de las sociedades y de sus sistemas de enseñanza, no podemos hablar de fatalidad, salvo que demostremos que sea imposible que una sociedad pueda crear y mantener un sistema de enseñanza más igualitario”. La calidad del intercambio difiere de una comunidad a otra y la distribución social del conocimiento es desigual en las diferentes instituciones, más allá de las prestaciones estandarizadas brindadas por los servicios escolares. En los barrios más desfavorecidos donde viven familias con menor capital educativo, las posibilidades de intercambio cultural y de acceso a bienes simbólicos es menor. La escuela es para las familias de bajo nivel educativo, una realidad desconocida por ellos mismos, a la que ingresan a través de sus hijos. Esta realidad simbólica tiene y debe ser incorporada por la escuela, dando respuestas creativas a las dificultades que originan la repitencia. La naturaleza de estas dificultades es múltiple y la escuela suele catalogar las dificultades bajo la etiqueta de problemas de aprendizaje o de disciplina. Los problemas de aprendizaje, relacionados íntimamente con aspectos afectivos, cognitivos, son también la consecuencia de la falta de interés de los alumnos por los contenidos o las estrategias didácticas y pedagógicas ofrecidas por la escuela. Los problemas de conducta que también derivan en problemas de aprendizaje, están generalmente relacionados con la disciplina escolar, pero alertan sobre trastornos afectivos propios del crecimiento o relacionados con situaciones familiares conflictivas. Las escuelas suelen tener dificultades para aceptar a los adolescentes en su integralidad y para interesarlos e incorporarlos a construir y compartir normas de convivencia donde ellos participen activamente en su creación. También las inasistencias son motivo de repitencia, fundamentalmente porque no hay propuestas alternativas que Crisol Proyectos Sociales. Av. Rivadavia 2207 4° "D" (1034), Buenos Aires, Argentina. Tel/Fax: (54-11)4953-0841. e-mail: crisol@interprov.com Lic. Cristina Cogliati Lic. Silvia Kremenchutzky Directoras 4 posibiliten recuperar las clases perdidas y evitar que el alumno pierda su situación de regularidad. El abandono de los estudios es una decisión que se va tomando paulatinamente, a medida que la escuela abandona al alumno. Se deserta del sistema escolar, subjetivamente, aún asistiendo a clase. El desinterés se incrementa y la sanción escolar refuerza la convicción de dejar la escuela. La pérdida del grupo de pares, como espacio de contención, deja al adolescente más aislado y desprotegido para volver a insertarse en la dinámica escolar. La desafiliación de la escuela no se reemplaza por algún otro tipo de inserción exitosa. La incorporación al mercado laboral es generalmente precaria, más aún para los jóvenes con bajo nivel de escolaridad. Los jóvenes consultados en Luján acerca de las razones por las cuales abandonan, indican primordialmente la falta de interés por el estudio o las dificultades de aprendizaje (casi un 40% de las respuestas). Un tercio considera el trabajo les impide seguir estudiando y un 15% de las mujeres deben hacerse cargo de la casa , de sus hijos o de cuidar a sus hermanos. El primer grupo de respuestas indica claramente un desajuste con las propuestas educativas. Las otras razones exponen situaciones sociales para las cuales la escuela debiera plantear alternativas que posibiliten continuar con los estudios. Sin embargo, el ingreso al mercado de trabajo - la mayoría de las veces, en forma alternada bajo la modalidad de changas- se produce como consecuencia de haber abandonado la escuela y oculta otra realidad, sumamente compleja, donde se conjugan las dificultades de aprendizaje y de conducta con las necesidades económicas de las familias de los jóvenes. En muchas instituciones se comienza a aceptar el embarazo de las alumnas como parte de una cotidianeidad extendida entre las jóvenes de sectores populares, favoreciendo mediante regímenes especiales, atención a los hijos, etc, la continuidad de la escolaridad. Sin embargo, para muchas adolescentes madres, la maternidad no es compatible con la escuela, por lo cual la continuidad de los estudios de estas jóvenes constituye un desafío social. A Modo de Conclusión La situación de exclusión que sufren los sectores populares obliga a replantearse los modelos escolares propuestos y, tal como plantea Puiggros, A. “no puede describirse simplemente como un desajuste o el resultado de problemas de funcionamiento” sino que “es el proceso de agotamiento de los paradigmas educativos modernos(...) y los efectos de las políticas de ajuste desde el neofuncionalismo pedagógico” . Crisol Proyectos Sociales. Av. Rivadavia 2207 4° "D" (1034), Buenos Aires, Argentina. Tel/Fax: (54-11)4953-0841. e-mail: crisol@interprov.com Lic. Cristina Cogliati Lic. Silvia Kremenchutzky Directoras 5 Hacer de la escuela una institución que luche contra la inequidad, requiere revisar en primer lugar, los mecanismos que expulsan y marginan a sectores importantes de la juventud. También exige una revisión de las estrategias de gestión educativa y abordajes didácticos y pedagógicos. Las instancias de compensación económica (becas, subsidios) resultan insuficientes y sin resignar los contenidos de los aprendizajes , deberían pensarse también en estrategias compensatorias que posibiliten acompañar a los jóvenes en dificultades para que en los mismos tiempos de promoción puedan alcanzar los niveles requeridos, asi como en alternativas institucionales que favorezcan el aprendizaje de la participación juvenil en la resolución de conflictos de convivencia. La institución educativa y el conjunto de actores que en ella intervienen, deberían poder visualizar a los jóvenes que ya no están en la escuela. El seguimiento del alumnado que interrumpe sus estudios requiere una atención particular y su reinserción escolar debería formar parte de las líneas de acción de las jurisdicciones educativas. La incipiente actividad conjunta entre la escuela y las organizaciones de la sociedad civil que realizan actividades de apoyo escolar, es una estrategia interesante para ser profundizada y extendida, acordando roles particulares y complementando las tareas educativas. Se deberían idear nuevas estrategias de articulación con otros actores sociales comprometidos con la acción educativa que posibiliten la reinserción de los jóvenes desescolarizados. BIBLIOGRAFÍA COGLIATI,C; KOSSOY,A; KREMENCHUTZKY,S. Situación Ocupacional de los Jóvenes en el Distrito de Luján. CRISOL - Consejo Federal de Inversiones. Abril 2000. PERRENOUD, P. “La construcción del éxito y del fracaso escolar”. Ed. Morata, Madrid, 1990. PUIGROSS,A. “Volver a educar. El desafío de la ensenanza argentina a finales del siglo XX”. Espasa Calpe/Ariel, Bs.As, 1995. Crisol Proyectos Sociales. Av. Rivadavia 2207 4° "D" (1034), Buenos Aires, Argentina. Tel/Fax: (54-11)4953-0841. e-mail: crisol@interprov.com Lic. Cristina Cogliati Lic. Silvia Kremenchutzky Directoras 6