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Anthony BLUNT, Borromini, Madrid, Alianza, (1979) 1982: «El simbolismo que subyace a la planta se extiende también a la decoración. No se llevó a cabo ésta hasta el pontificado de Alejandro VII y contiene numerosas referencias al escudo de los Chigi. Los monti coronados y rematados por una estrella aparecen en la cúpula ocupando tres paneles alternantes, y aparecen asimismo, en alternancia con las ramas del roble de los della Rovere, que Julio II permitió que los Chigi acuartelaran en su escudo, en torno a la base de la linterna, mientras que las bellotas solas aparecen también en los capiteles de las pilastras. También hay alusiones a las armas de los Chigi en las secciones estrechas de la cúpula que están decoradas con estrellas, pero en este caso sin el monopolio del simbolismo ya que alternan con la estrella de seis puntas de David, con lo que regresamos al tema del Templo, plasmado de hecho en otros elementos de la decoración. Las palmas de hermosa viveza que dominan las puertas que llevan a las capillas laterales se refieren probablemente, más que al Templo, a la vida eterna, ya que aparecen en combinación con la corona. En la cúpula, sin embargo, las vemos acompañadas por cabezas de querubis aladas que forman un círculo debajo de la linterna. Existe, además, un dibujo preliminar que clarifica aún más las intenciones del arquitecto, pues utiliza en él palmeras enteras en vez de hojas, lo cual es una alusión más explícita al Sancta Sanctorum. »Todo el interior de la iglesia iba a constituir un símbolo de la sabiduría. Según la inscripción que hallamos en uno de los dibujos realizados para el primer proyecto de la iglesia, tras el altar mayor iba a haber siete columnas que simbolizarían los siete Pilares de la Sabiduría de que se habla en el antiguo Testamento, y el cuerpo de la iglesia iba a ser una escena en la que se iban a representar, a través del tema de Pentecostés, las manifestaciones de la sabiduría del Nuevo Testamento: en la cima de la linterna iba a mostrarse la Paloma del Espíritu Santo y, si aceptamos como prueba las láminas de las Opera de principios del XVIII, los doce apóstoles iban a aparecer en los doce nichos principales que hay en los muros en torno a la nave.»