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LA CONCLUSION DE UN MISTERIO. El HALLAZGO DE ALEXIS Y LA RESTANTE GRAN DUQUESA. UN TRIUNFO DE LA BIOTECNOLOGIA por Mariano N. Castex 1 Este ensayo se ha hecho, como el siguiente referido a la identificación del tipo de hemofilia que afectaba al último e infortunado zarevitch Alexei, impulsado por el deseo de que en los medios históricos y forenses latinoamericanos pueda conocerse de una buena vez la verdad histórica y, a la vez, valorarse, la importancia que tienen, las contemporáneas biotecnologías tanto en criminalística, como en las ciencias médicas, paleoarqueología, historia y paleontología. Ambos artículos reflejan las clases dictadas en el post grado de derecho penal sobre el tema en UBA, como también la comunicación al plenario de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, a fines de 2009. Si bien la presente comunicación no refleja como se quisiera la riqueza y profundidad de los aportes en el tema por parte del equipo interdisciplinario dirigido por Eugeny Rogaev (Mass.USA), en el siguiente, dedicado al análisis de la identificación de la falla génica causal de la llamada “enfermedad real”, hemos tratado de reflejar con la mayor exactitud posible la cuidadosa y meritoria tarea desarrollada por estos investigadores. Para ellos el homenaje de profunda admiración de este modesto autor. Agradezco al Prof. Daniel Corach de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA el haber leído ambos manuscritos, acercándome valiosas sugerencias. * Octubre de 1970. Sverdlosk bajo la nieve. La visita a la seccional de la Academia de Ciencias de los Urales se había iniciado al aterrizar el avión. Un sol comatoso, sonrosaba las nieves. Disponía de solo un par de horas, antes de retornar a las obligaciones inherentes a nuestra misión científica oficial –primera y única argentina en la URSS bolchevique-. Con María Luisa Ayerza de Astigueta, esposa del embajador argentino y su impecable hablar ruso habíamos logrado hurtarle un par de horas al protocolo. Ibamos por el centro histórico de la antigua Yekaterinburg, a nuestro objetivo: La residencia para propósitos especiales -según la denominaron los bolcheviques. La Voznesenskaya Ploschad cubierta de hielo favorecía un andar cansino y dificultoso en extremo. Caramba -pensé- hasta el clima se opone y nos cierra el acceso al misterio. Nuestro objetivo era tabú. La Ipatiev Dom. Con pocas palabras nuestra acompañante había sostenido horas antes que no había nada que ver en ella. De improviso la residencia surgió parcialmente desde el lado opuesto de la calle. Sobre la ruelle homónima, la entrada a la mansión y, al lado, la ventana tras la cual el cuarto de ejecución. Más hacia la Voznesenskaya el depósito en donde Ipatiev había guardado sus bártulos al desalojar la casa. Plenamente visibles los ventanales del piso principal y en el ángulo lo que había sido el dormitorio de los imperiales y el zarevitch. El conjunto era propiedad del Partido Comunista regional. Se pudo acceder con complicidad. Eran archivos. Nada había de interés repetían aquellos que se animaban a hablar. El pasado empero, borrado cuanto era posible por la burocracia, clamaba a través de paredes encaladas y el ominoso silencio impuesto por el terror bolchevique. Rememorar esta imborrable experiencia escapa a la comunicación presente, pero desató en quien les habla una inquieta atracción hacia el congojoso misterio que los muros – arrasados siete años después- lloraban. Este fue el punto de partida del interés por el tema.2 1 marianocastex@fibertel.com.ar En la presente comunicación se ha tomado como una de las guías esenciales, el trabajo clave: Mistery Solved: The Identification of the Two Missing Romanov Children Using ADN Análisis. Michael D Coble, Odile M Loreille, Mark J Wadhams, Suni M Edson, Kerry Maynard, Carna E Meyer, Harald Niederstätter, Cordula Berger, Burkhard Berger, Anthony B Falsetti, Peter Gill, Walther Parson and Louis N Finelli (2009). PLoS One 4(3): e4838. dol: 10.137/journal.pone.0004838. Los institutos en donde trabajaron los autores son los siguientes: (a) Armed Forces ADN Identification Laboratory, Armed Forces Institute of Pathology, Rockville, Maryland, USA 2 1 * Desde la madrugada del 17 de julio de 1918 y a lo largo de varias décadas el misterio rodeó casi por completo el asesinato de la familia imperial y el destino de los restos de sus componentes: El zar Nicolás II, la zarina Alejandra, las cuatro hijas las grandes duquesas Olga, Tatiana, María y Anastasia y el zarevitch Alexis. En 1991, los esposos imperiales y tres de sus hijas, junto con algunos integrantes del servicio fueron identificados y enterrados con solemnidad en la catedral de San Petersburgo. Faltaban empero los restos de una de las grandes duquesas y del zarevitch, figuras ambas en torno a las cuales se habían entretejido toda suerte de leyendas con el correr de los años con punto de partida en el que dos miembros menores del grupo habían logrado sobrevivir. Las identificaciones primeras fueron posibles mediante el uso de la técnica conocida como del ADN. Al mismo tiempo se identificaron los restos del médico de la familia Dr. Eugene Botkin, y de los asistentes Anna Demidova (al servicio de la zarina), Ivan Kharitonov (cocinero de la familia) y Alexei Trupp (valet del zar). Desde 1918 el tema de la vergonzosa ejecución había sido considerado un tabú en la URSS. En 1976, Gueli Riabov, un productor moscovita, tras visitar la mansión Ipatiev, escasos meses antes de su demolición, se apasionó por el tema de los restos y junto con Alejandro Avdonin, etnógrafo oriundo del área, quien en su juventud había conocido a Piotr Ermakov uno de los asesinos, así como también a otras personas involucradas en el magnicidio, dieron los primeros y audaces pasos. De tal manera, en mayo 30 de 1979, en los bosques de Koptiaki, a aproximadamente 32 km al NO de Yekaterinburg hallaron en primer lugar la boca de la mina en donde se habían arrojado los cuerpos inicialmente, hallándose la misma rodeada por el cerco de madera que habían colocado en 1919 los investigadores de Sokolov (del ejército blanco). En el entorno inmediato a aquélla se obtuvieron numerosas evidencias (trozos de ropa y restos de objetos de la época). Luego en base a los testimonios y en cercanías del cruce a nivel referido en aquéllos, accedieron finalmente a una profundad de 0,8 m en donde se hallaron restos óseos a los cuales fotografiaron y re enterraron, manteniendo el secreto del hallazgo a lo largo de una década, dadas las condiciones políticas imperantes. En 1989, bajo la Perestroika de Gorbachev, Riabov, en contra de la opinión de Avdonin reveló el hallazgo, pero al brindar datos del mismo, desplazó con prudencia el lugar de aquél, cosa que resultó positiva, ya que escasos días después, numerosa maquinaria removió la tierra de la zona por él designada y trasportó cantidades de la tierra excavada a lugares ignotos. Pese a ello, la revelación de Riabov no pareció interesar en demasía a los altos niveles del poder. El hecho significó la escisión de la dupla investigadora quienes a partir de ese momento condujeron investigaciones por separado. Extraídos los restos, en una primera aproximación, Serguei Abramov de la Universidad de Moscú concluyó, con metodología antropométrica forense de época, en que los cráneos hallados (MDC,OML,MJW,SME, KM,CEM, LNF); (b) Institute of Legal Medicine, Innsbruck Medical Center, Innsbuick, Austria (CEM,HN,CB, WP); (c) University of Florida, Gainesville, Florida, USA (ABF); (d) Department of Pure and Applied Chemistry, University of Strathclyde, UK (PG); (e) Institute of Forensic Medicine, University of Oslo, Oslo, Norway(PG). Los autores, en la comunicación que se cita y sigue estrictamente, intervinieron en la siguiente forma: concepción y delinamiento metodológico de las investigaciones: MDC, OML, MJW,HN,CB,BB,WP y LNF; realización de las tareas: OML,MJW,HN,CB,BB,SME,KM,CEM y WP; analizaron los datos obtenidos: MDC, OML, MJW,HN,CB,BB,SME,KM,CEM,ABF,WP Y PG; redactaron la comunicación: MDC,OML,ABF,PG y WP. En lo agradecimientos pueden hallarse los nombres de otros científicos y revisores, así como de las instituciones a las que pertenecen, que colaboraron o hicieron posible el trabajo que se cita como guía. El otro trabajo es el de Rogaev y colaboradores cfr nota de yuso en la presente comunicación. 2 pertenecían a Nicolás II, a Alexei y a Anastasia. Pero en marzo de 1991, tras obtener Riabov el apoyo de Boris Yeltsin y financiado por el Gobernador comunista de la región de Kouzbass, A.G. Touléviev, aquél inició con un grupo interdisciplinario de científicos una investigación que extrajo 9 cráneos y alrededor de un millar de fragmentos óseos, el día 9 de julio de 1991. El 18 de julio del mismo año se produjo el anuncio oficial. Mediante el recurso de la superimposición fotoradiológica (método de Glaister y Brasch) y otras técnicas propias de la antropología forense, en primera instancia se concluyó que estaban ausentes los restos de Alexei y de María, pero apenas un año después, un equipo forense de la Universidad de Florida dirigidos por W. Maples3, en julio de 1992, concluyó en base a análisis odontológicos y óseos, que la hija faltante era Anastasia (la menor de las hermanas). Las divergencias entre ambas investigaciones sobre los restos de nueve esqueletos (por razones metódicas se numeraron), basándose en una rigurosa antropometría forense, estribaron en lo siguiente: Los del n° 5 podían corresponder Tatiana (s/ Abramov) o a María (s/ Maple); Los del n° 6 podían corresponder a Anastasia (s/ Abramov) o a Tatiana (s/ Maple); Se dubitaba el sexo y la talla de los restos del n° 8 (Kharitonov) Para Abramov los restos faltantes eran los de Alexei y María; en cambio para Maple eran los de Alexei y Anastasia. Así, siguiendo la identificación de los restos esqueléticos hallados, por antropometría forense se ha tenido: El resto esquelético4 número 1 fue identificado debido a las caracteísticas de su pelvis como el de una mujer adulta. El trabajo dental era de poca calidad y los huesos demostraban que esa mujer se había pasado gran tiempo de su vida agachada. Las dos comisiones la identificaron como la asistenta de la zarina Alexandra, Anna Demidova. El resto esquelético número 2 fue identificado como el del doctor Botkin, médico de la familia imperial. Respondía a un hombre de alta talla, maduro, con parte del torso intacto. Tenía una bala en la pelvis y otra en las vértebras, además de una herida en la cabeza con salida por la sien derecha. Le faltaban los dientes superiores, que habían sido hallados con anterioridad por Sokolov. El resto esquelético número 4, por su altura y edad, se consideró que eran los del Zar Nicolás. El desgaste de sus caderas se atribuyó a su continuo montar a caballo. El resto esquelético número 7 presentaba daño en las costillas, posiblemente causado por bayonetas. Evidenciaba una mujer de edad madura, con un elaborado trabajo dental, que incluía platino y porcelana. Se consideró que respondía a la Zarina Alexandra. El resto esquelético número 8, perteneciente al de un hombre de mediana edad, se presumió pertenecer al cocinero imperial, Kharitonov. Sus restos eran los más fragmentados, al haber sido el primero arrojado a la mina. 3 William Maples, era entonces director del C A Pound Human Identification Laboratory, Florida University, USA. A su muerte, en 1997, le sucede en el cargo A.B. Falsetti. La historia de este laboratorio remonta al año 1972. Fundado por Maples las tareas se desarrollaron en el Florida Museum of Natural History, hasta que en 1991, el benefactor C A Pound Jr, dotó de fondos el laboratorio que lleva su nombre y que Maples dirigió hasta su muerte. Desde 1996, el insituto depende del Department of Anthropology in the College of Liberal Arts and Sciences. Entre los restos famosos investigados figuran los de Francisco Pizarro, conquistador del Perú, los de Yekaterinburg y los de Medgar Evans defensor de los derechos civiles. 4 La numeración de los restos esqueléticos es la aceptada en forma universal por todos los investigadores y comentaristas históricos, a partir del informe antropológico ruso de reconstrucciones faciales en los restos, de mediados de la década del 90. 3 El resto esquelético número 9 respondía al asistente del Zar, Trupp. Estaba bajo el resto esquelético de Nicolás II y por el proceso de descomposición, sus restos estaban muy mezclados con los del Zar. Los restos esqueléticos numerados como 3, 5 y 6, eran pertenecientes a mujeres de unos 20 años de edad, con un mismo estilo de trabajo dental y similar estructura craneal, producto de un rasgo genético heredado por vía materna y que sólo se encuentra en el 56% de la población. Como el cadáver número 7, el de la zarina, tenía ese mismo rasgo, quedó en claro que lo hallado correspondía a tres de las cuatro grandes duquesas. El número 3 se atribuyó a Olga, quien era la mayor de las hermanas, la única que había alcanzado la plenitud de desarrollo. Su sacro evidenciaba plenitud de crecimiento. El cráneo mostraba una frente prominente, como Olga lo mostraba en sus fotografías. Se apreciaba una herida de bala con entrada en la mandíbula izquierda. El proyectil había atravesado el paladar detrás de la nariz y salido por la parte derecha de su cráneo. Los americanos concluyeron que el esqueleto número 5 era el más joven y estimaron que era demasiado alto para ser Anastasia, por lo tanto sostuvieron que se trataba María. Los rusos sin embargo mantuvieron las tesis contraria. La talla era lo suficientemente alta para ser el de Tatiana. El cuerpo número 6 fue individualizado como perteneciente a Tatiana por Maples, pero los rusos sin embargo, lo identificaron como el de Anastasia. En consecuencia se plantearon las siguientes posibilidades: No. 5 = María; No. 5 = María; No. 5 = Tatiana; No. 5 = Tatiana; No. 5 = Anastasia; No. 5 = Anastasia; No. 6 = Tatiana; No. 6 = Anastasia; No. 6 = María; No. 6 = Anastasia; No. 6 = Tatiana; No. 6 = María; Falta Falta Falta Falta Falta Falta Anastasia. Tatiana. Anastasia María María Tatiana Intentando poner un fin a la discusión, Alexander Avdonin, uno de los descubridores de la fosa común, invitó al sustituto de Maples, Anthony Falsetti y a Peter Sarandinaki a Yekaterinburg en febrero de 1998, para intentar hallar los restos que faltaban. Contaban con la ayuda de la experta forense Diane France, de la universidad de Colorado, que representaba al grupo Necrosearch (conjunto altamente especializado para casos similares). Falsetti y France no creían que estuvieran buscando a María, y así lo manifestaron. Se basaron para ello en fotografías de Anastasia tomadas en el invierno de 1917 / 1918, en las que puede apreciarse que esta parecía ser entre 5 y 7 cm más baja que Olga. Por tanto, era demasiado baja para cualquiera de los restos encontrados hasta el momento. Sobre el tema, la propia zarina en una carta fechada el 15 de diciembre de 1917, comenta lo baja que era Anastasia y lo mucho que esto desesperaba a su hija. La siguiente fotografía fue tomada al zar y a tres de sus hijas en Crimea en 1913. Tatiana (entonces de 16 años de edad) está junto a su padre y un paso detrás. 4 La línea trazada que pasa por encima de su cabeza roza la del zar. Es decir, cinco años antes de su asesinato, padre e hija eran de la misma estatura. Lo expuesto permite inferir, exclusivamente desde una óptica antropológica forense, que si María es el esqueleto número 5 y Tatiana es el número 6 (o viceversa), la altura del cadáver número 6 estaría mal estimada. Lo mismo podría afirmarse si Tatiana o María son asumidas como el número 5 y Anastasia el 6. Y si Anastasia correspondiera al esqueleto número 5 y Tatiana o María al 6, ambas estaturas estarían mal calculadas. Analizando los restos, los investigadores hallaron que el sacro del 5º esqueleto no estaba completamente desarrollado, lo que permitía presumir que se tratara de los restos de una de las más jóvenes de las grandes duquesas, María o Anastasia, teniendo la última más probabilidades a favor, pues el sacro madura a los 18 y María tenía 19 en el momento de su muerte. Al respecto Maples señaló que el crecimiento de algunas piezas dentales habían finalizado su crecimiento, lo que coincide con el desarrollo de Anastasia Nicolaievna. El mismo investigador añadió que la espalda evidenciaba señales de inmadurez, pero que era el perteneciente a una persona de unos 18 años, y presentaba asimismo algunos problemas. Ello concuerda con referencias acerca de que Anastasia tenía problemas de espalda y que recibía por ello terapia dos veces a la semana. A lo expresado, cabe añadir que el cráneo del 5º cuerpo, presentaba daños faciales que se asemejaban a los recibidos en los restos de Olga Nicholaievna, con parte de la mitad del rostro desaparecido. Esto conduce a lo escrito por Yurovsky quien indica en su informe que en el momento en que una de las grandes duquesas estaba siendo puesta en las mantas, de repente se sentó y gritó, lo que hizo que los soldados la remataran con sus bayonetas. El daño causado coincide con esta descripción. Maples, tras estudiar las formas de las cabezas de Tatiana, María y Anastasia y compararlas con las de 6º cadáver concluyó que María era la que tenía más puntos en común con estos restos, por las formas del cráneo y la frente -que mantenían las mismas proporciones-, las mejillas y las grandes cuencas oculares, el puente entre las mismas demasiado estrecho en Tatiana y Anastasia- y la mandíbula. Sin embargo, el cráneo aislado no puede dar una respuesta definitiva, debiendo integrarse los indicios y signos con el análisis de la pelvis y el sacro, los que se 5 revelaron completamente maduros, es decir, como pertenecientes a alguien mayor de 18 años, teniendo María 19 en la fecha de su muerte. En el verano siguiente un equipo integrado por Pavel Ivanov (ruso experto en ADN) y Peter Gill del British Forensic Science Service, iniciaron las investigaciones aplicando la metodología del ADN nucleico y mitocondrial sobre una muestra de cada uno de los nueve restos. El trabajo realizado sobre ADN nuclear con cinco marcadores STR (Short Tandem Repeat) confirmó el sexo y estableció la interrelación familiar entre los componentes del grupo, excluyendo los restos pertenecientes a los miembros del séquito. La zarina y sus hijas fueron identificados gracias a la toma de muestras en familiares vivientes, principalmente el príncipe Felipe de Edimburgo, nieto de la hija de la reina Victoria, de nombre igual –Victoria- (1863-1950), casada con Luis de Battenberg (1854-1921) y hermana de la madre de la zarina Alejandra –Alix- (1872-1918), Alice (1843-1878) esposa de Luis IV, Gran Duque de Hesse Darmstadt. La madre de Felipe era la princesa Alicia, née 1985- esposa del príncipe Andrés de Grecia (1882-1944)-. En cuanto al Zar Nicolás II, debido al hallazgo de un mismatch (heteroplasmia)5 que introducía dudas –en la posición 16169 (C/T = “Y”)-, se procedió a exhumar los restos de su hermano Jorge, fallecido de tuberculosis en 1899, en quien se halló el mismo rasgo identificatorio (timina en vez de cistina en posición 16169). En este caso la investigación fue corroborada por el Armed Forces ADN Identification Laboratory (AFDIL) USA. Así en julio de 1993, los investigadores, P. Gill y P. Ivanov, aplicando la técnica de ADN (marcadores STR) confirmaron el sexo de cada esqueleto incompleto armado y establecieron la relación familiar entre cinco de ellos. La confirmación de los restos de la zarina, como se dijera de suso, provino de la investigación por ADNmt vía ADN mitocondrial del príncipe Felipe de Edimburgo y la pertinente al extinto zar por vía del material aportado tanto por el 3er Duque de Fife (James George Carnegie, por vía de su madre Maud, segunda hija de la princesa Luisa, a su vez hija de la reina Alejandra, esposa de Eduardo VII de Inglaterra y hermana de la emperatriz María Fedorovna (Dagmar de Dinamarca -1847-1928-, viuda del zar Alejandro III (1845-1894) y madre de Nicolás II) como por la Condesa Xenia Cheremetieff Sfiri, descendiente de la emperatriz madre, por su hija Xenia (1875-1960), madre de Irina (nacida en 1895, el mismo año que la Gran Duquesa Olga) princesa casada con Félix, Príncipe ruso y uno de los más acaudalados nobles, ejecutor de Rasputín y sobreviviente en el exilio del odio bolchevique. Es precisamente la hija de esta pareja imperial Irina (1915-1983) quien por matrimonio contraído con Nicolás Cheremetieff da a luz a la Condesa Xenia Cheremetieff Sfiri, quien aporta el material requerido. Los investigadores estimaron la probabilidad a favor de los restos hallados en un 98,5% y así, aceptadas las conclusiones por la comisión presidida por Boris Nemtsov, se procedió a la solemne inhumación de los mismos en julio 17 de 1998, en la cripta de la catedral de San Pedro y San Pablo de S. Petersburgo, en ceremonia presidida por Boris Yeltsin, quien al rendir su homenaje calificó el magnicidio como una de las páginas más vergonzosas de la historia rusa, recomendando arrepentimiento para clausurar así un siglo sangriento. * 5 Heteroplasmia: Existencia de dos orgánulos diferentes genéticamente en una misma célula. El equivalente a heterocigótico en el contexto de genes nucleares. Opuesto: homoplasmia: condición en la que todas las copias de un orgánulo en una célula son genéticamente idénticas. En otras palabras se trata de la heterogeneidad del genoma mitocondrial, es decir hay más de un genoma mitocondrial en un mismo individuo. 6 Empero, los mitos y leyendas sobre los príncipes faltantes seguían en pie. Hasta el año 2007, en que Sergei Plotnikov, constructor de 46 años de edad, integrante de un equipo amateur de historia que pasaba los veranos buscando los restos faltantes, detectó con su bastón explorador restos óseos (trozo de pelvis, fragmento de cráneo claramente procedente de un menor) a lo que siguió la intervención del equipo de arquélogos. El hallazgo exhumó 44 fragmentos óseos, siete piezas dentales, tres proyectiles de diverso calibre, un pedazo de tela y alambre de una caja de madera, junto con restos de botellas cerámicas japonesas utilizadas en la época para el trasporte de ácido sulfúrico, causando el conjunto horror en los presentes, ya que los restos humanos exhibían señales evidentes de haber sido sometidos a la acción del ácido sulfúrico y de fuego atizado por combustible. El sitio del descubrimiento de los restos se hallaba a sólo 70 m aproximadamente del lugar en que habían sido encontrados varios lustros antes los restos de la familia imperial y de cuatro miembros de su séquito. En este caso la ciencia aportó lo último de sus técnicas en materia de individualización por técnicas ADN, muy avanzadas en relación a las utilizadas en 1991 y el lustro siguiente. A pedido del procurador general de Rusia, intervino entonces Evgeny Rogaev, genetista molecular en la Universidad de Massachussets –quien ya había intervenido en el caso de los primeros restos en 1997- , habiéndose publicado un informe final sobre la evidencia hallada en los Proceedings of the National Academy of Sciences a mediados del 2008, en el que obra una síntesis de los investigadores, rusos, norteamericanos y del Reino Unido6. Los hallazgos pasaron por ende y en primer lugar por la rutinaria metodología antropológíco forense, la que fue realizada por forenses rusos y estadounidenses, permitiendo arribar a las siguientes conclusiones: Basándose en unidades óseas dobles conteniendo caracteres simétricos -como la línea media del hueso occipital- se concluyó en que los restos, al menos abarcaban dos personas; Un grupo de los restos pertenecía a una persona del sexo femenino, basándose para ello en el índice de apertura de la escotadura ciática mayor (según Clavelin y Derobert mayor en mujer que en varón) y correspondía a una edad de entre 15 a 19 años. Tomando como base idéntica observación sobre el hueso pelviano, se concluyó que otro grupo de restos, era masculino y correspondía a un joven con edad de entre 12 y 15 años. No fue posible en este campo determinar el tipo racial o ancestral, como tampoco estimar la talla de cada una, debido a la falta de indicadores sólidos. Tres amalgamas de plata descubiertas en las coronas de dos molares sugieren que al menos una de las personas halladas poseía un status aristocrático. La edad del lugar de incineración apuntaba, por datos culturales que acompañaban los restos, a unos 60 años atrás. Fue entonces que se procedió a los estudios por tecnología identificatoria por ADN, realizándose estudios independientes tanto en el AFDIL, Rockville, Maryland, USA como en el Institute for Legal Medicine, GMI, Innsbruck, Austria. En todo ello supervisaron los especialistas Tamara Tsitovich y Natalia Bandurenko -en el AFDIL- y Elena Vylegzhanina y Elena Trynova -en el GMI- procedentes del Bureau Forense Regional de Sverdlovsk. 6 Rogaev Eugeny I, Grigorenko Anastasia P, Moliaka Yuri K, Gulnaz Faskhutdinova, Goltsov Andrey, Lahti Arlene, Hildebrant Curtis, Kittler Ellen L y Norozova Irina.: Genomic identification in the historical case of tne Nicholas II royal family. Proccedings of the Nacional Academy of Sciences. 10.1073/pnas. 0811190106. Etiam Cfr. E.I.. Rogaev, A. P. Grigorenko, G. Faskhutdinova, E. L. W. Kittler, and Y. K. Moliaka. Genotype Analysis Identifies the Cause of the "Royal Disease"Science 2009 326:817. Supp.Online Material DOI 10.1126/science 1180660/DCI. 7 Las extracciones de ADN y los análisis fueron realizados por tres equipos independientes, uno especializado en ADN antiguo (aADN), los que trabajaron en laboratorios adecuados. Los investigadores de la sección mitocondrial del AFDIL (MJM, SME y KM) trabajaron en un laboratorio acreditado por la American Society of Crime Lab Directors (ASCLD), siguiéndose en un todo los protocolos entonces vigentes. Otro especialista OML utilizó un laboratorio acreditado consagrado al aADN focalizándose en el análisis de STR. Finalmente, el equipo del GMI (HN, CB, BB) utilizó un laboratorio acreditado como ISO 17025 para replicar ADNmt y STR. La investigación fue abordada por tres vías a saber: a) el ADN mitocondrial; b) el STR autosómico y la verificación del Y-STR, esta última prueba únicamente en el menor varón, coincidiendo el resultado no solamente con el hallado en los restos de su padre el Zar, si no también con lo investigado en el príncipe Andrés Andreevich Romanov reconocido artista, nacido en Londres (UK) el 21 de enero de 1923, nieto de Xenia, la hermana de Nicolás II, casada con Sandro (Alejandro Mikhailovich 1866-1933) e hijo menor del príncipe Andrei Alexandrovich de Rusia (1897-1981) y Elisabetha Sasso-Ruffo (1886-1940), su primera esposa. Residente en California en esa época. Cabe señalar que todo ello se hizo en combinación con los hallazgos por método ADN realizados sobre los restos hallados en 1991. Asimismo tanto los hallazgos del Y-STR como del STR fueron confirmados con las evidencias idénticas brindadas por material obtenido de las manchas de sangre obrantes en una camisa usada por Nicolás II, el día del atentado sufrido en Japón en abril de 1891 y que obraba en el Museo del Hermitage. Siguiendo el orden con el cual se trabajó, he aquí los resultados: a) Para el estudio ADNmt: a. Primero se analizaron los restos descubiertos en 2007, habiéndose logrado perfiles de control pleno (16024-576) para tres muestras (144.1, 146.1 y 147). Tres equipos diversos independientes confirmaron que las secuencias de las tres –entre 16024 y 576- eran 16111T, 16357C, 16519C, 315.1C, 524.1A y 524.2C. La variante común 16519C y una doble inserción en región repetitiva HVIII AC se presentaron como novedosas variantes caracterizadas fuera de HVI/HVII para estas muestras comparadas con la prueba original mtADN en donde estas regiones no fueron secuenciadas. Para las muestras 140,141,143 y 145 se analizó HVI (16024-16391) y HVII (35-369). Las muestras secuenciadas para HVI y HVII fueron confirmadas para 16111T, 16357C,263G y 315.IC. Las muestras 139 y 142 no produjeron evidencia reproducible. b. En segundo lugar fueron generadas de los restos de la zarina y de tres de sus hijas obtenidos originalmente, secuencias de región de control mitocondrial completa (16024-576). Se obtuvieron amplificaciones exitosas de todos los elementos esqueléticos, con amplicones de 444bp7 (GMI) y 440 bp (AFDIL). Las secuencias de todos los individuos confirmaron resultados publicados previamente para HVI y HVII y se compatibilizaron con la secuencia haplotípica obtenida en los restos esqueléticos descubiertos en la segunda fosa. Para establecer la frecuencia de la secuencia, se utilizó primero la base de datos alemana existente en el EADNP mtADN Population database y luego entre las 3.340 secuencias West Eurasiáticas existentes en el EMPOP. Finalmente, para el haplotipo de la zarina se recurrió una base de datos de 23.627 individuos (4.839 en el US SWGDAM ADNmt y 18.788 registrados en el AFDIL Research 7 El amplicom significa “producto de amplificación”. El bp es sigla correspondiente a pares de base. 8 Section database, no hallando tampoco compatibilidad alguna, lo que convierte a este haplotipo en una rarísima secuencia. c. La secuencia de la región 16024-576 fue asimismo determinada en una pieza dentaria de Nicolás II (esqueleto # 4) y compatibilizó lo publicado para HVI y HVII por Gill & al e Ivanov & al: 16126C, 16169Y, 16294T, 16296T, 16519C, 73G, 263G, 315.1C con la transición en posición 16519 caracterizada en la región de control. El punto de heteroplasmia en posición 16169 se presentaba siendo C mayor que T. d. Este haplotipo del zar fue investigado con resultado negativo en base de datos daneses (n = 209 muestras) obrantes en el EMPOP. En cambio, dentro de las 3.340 secuencias West eurasiáticas (EMPOP) se hallaron tres compatibilizaciones (0,09 %) cuando se consideraba 16169C (concordancia en rCRS). Otra búsqueda realizada en base de datos del AFDIL + SWGDAM ADNmt reveló 19 compatibilizaciones (19/23.627 = 0,08 %) con el haplotipo del Zar, cuando era considerado 16169C. En cambio no dio ninguno para el haplotipo +16169T. Por ende, la frecuencia del haplotipo ADNmt del zar es considerada rara en extremo. b) Para el STR autosómico: Fueron seleccionados de entre los mejores fragmentos óseos dos trozos de hueso femoral (146.1 y 147). El fragmento 147 fue considerado por ABF como probablemente femenino en base al tamaño y forma de la cabeza, así como la angulación del cuello epifisario. El análisis STR reveló la presencia de dos individuos compartiendo un elevado grado de alelos, lo que sugería una relación familiar cercana. El Sibship Index (SI)8 indicó estar 5,6 millones de veces a favor de la hipótesis de estar ante restos de hermanos que si se trataran de sujetos no interrelacionados. A efectos de relacionar a estos dos hermanos con los restos de los Romanov hallados con anterioridad. Se efectuaron nuevos estudios STR en muestras de los cinco esqueletos existentes y la relación entre los hermanos hallados y la familia previamente identificada fue confirmada. Aplicando el LR9 de la hipótesis de interrelación (H1) contra interrelaciones casuales (H2) para las muestras 146.1 y 147, la evidencia por ADN es en el fragmento 147 (femenino) un 4,3 trillones de veces a favor de H1 que H2 y en el caso del fragmento 146,1, 80 trillones de veces a favor de H1. En otras palabras quedaba acreditaba una vez más la relación entre las tres hermanas halladas junto a sus padres y la relación de los nuevos restos con aquéllos, en cuanto hijos de ambos padres y hermanos de las tres jóvenes. c) Para el Y STR: Esta parte del estudio procuró determinar la relación padre / hijo con algún miembro vivo descendiente de los Romanov. Para ello se generó en primer lugar un 17 Y-STR loci profile de la muestra 146.1 y luego otra procedente de una muela del zar. Al mismo tiempo, en 8 El Sibship Index (SI) permite determinar si dos seres humanos tienen o no progenitores comunes. 9 Por LR (Likehood Ratio o posibilidad post prueba de los resultados positivos) se entiende la razón entre la probabilidad de acertar y la probabilidad de equivocarse cuando el resultado es positivo. También se lo llama razón de verosimilitud o R/V. En otras palabras es la medición de la posibilidad de acertar o un estadístico de la razón de verosimilitud entre dos hipótesis. Precisamente en el Indice de Verosimilitud se basa la ponderación estadística de los procesos identificatorios basados en análisis de ADN. 9 laboratorio independiente se obtuvo la muestra ofrecida por el Príncipe Andres Andreevich Romanov (como se dijera, descendiente de Xenia hermana de Nicolás II). El resultado arrojó una exacta compatibilidad en los 17 marcadores procedentes de los tres varones. La comparación con dos bases de datos (USYSTR data base y YHRD data base) del perfil de 17 locus y 10.243 haplotipos (incluidos al menos 2.068 individuos de la metapopulación eurasiática) resultó negativa. En esta temática se planteó una controversia encabezada por Knight & al cuestionando la estrategia aplicada en la PCR (polimeric chain reaction) técnica que permite reduplicar el material a estudiar. Las respuestas brindadas por Hofreiter & al, así como por Gill et al, son sólidas y al respecto, el autor que seguimos, Coble & al, textualmente dicen: Es nuestra experiencia que ADNmt altamente degradado es multiplicado con 270 bp amplicones o menos. Sin embargo, en esta única oportunidad de poder retestear el material original en que trabajaran Gill & colaboradores, pudimos amplificar fragmentos de 444 bp y 440 bps utilizando una estrategia amplificatoria clásica para ADN antiguo (ciclos aumentados, BSA y polimerasa adicional). Así, no solamente pudo amplificarse hasta 444 bp de ADNmt, sino que se pudo exitosamente amplificar un elevado número de alelos de alto peso molecular de los STR investigados…Es muy posible que el clima de extremado frío reinante en Yekaterinburg, con suelo congelado desde septiembre a abril, proveyó un ambiente ideal para conservar los restos. Conclusiones a) Los estudios por ADNmt son por sí solos concluyentes, ya que relacionan los restos nuevos hallados con la zarina, en calidad de hijos de esta. Dato confirmado además por los obtenidos en muestras del príncipe Felipe en relación con la zarina en HVI y HVII. b) Los genotipos obtenidos por STR autonómico son concordantes entre los cinco primeros restos hallados y los dos últimos, en cuanto permiten conformar un pedigree familiar de dos padres, cuatro hijas y un hijo más pequeño que las hermanas, ajustándose todos los alelos a las leyes mendelianas. c) El marcador 17 del haplotipo Y STR de la muestra segunda (146.1) es absolutamente coincidente con el obtenido de Nicolás II y concuerda además con idéntico marcador obtenido en un Romanov actualmente vivo y descendiente de Xenia, hermana del Zar. d) Finalmente se compararon todas las muestras con un perfil desarrollado en el verano de 2008 por el Sverdlovsk Regional Forensic Bureau (Yekaterinburg) a partir de tres muestras de manchas de sangre obrantes en una camisa conservada en el Museo Hermitage de San Petersburgo y que aquél utilizaba el 29 de abril de 1891, en la ciudad de Otsu, Japón durante una visita oficial en que fuera víctima de un atentado. Una de estas muestras evidenció perfiles autosómicos y de Y- STR completos. Las otras dos muestras dieron perfiles parciales de ADN tautosómicos STR e Y-STR, compatibilizando todos los alelos de los perfiles parciales con el perfil pleno. Los autores que seguimos asimismo compararon los perfiles de ADN obtenidos de la pieza dental de Nicolás II con estos perfiles hallando plena compatibilización en todos los loci. e) La controversia entre cuáles restos pertenecen a la Gran Duquesa María y cuáles a su hermana Anastasia continúa abierta. Para los investigadores estadounidenses la hallada es Anastasia, mientras que María es la hallada en el primer hallazgo. En cambio para los expertos rusos, la recientemente encontrada es María, siendo Anastasia la menor de las hermanas halladas en primer lugar. Esta discusión, empero, es irrelevante en lo que hace a la solución del misterio, ya que toda la familia (Zar, Zarina, 4 Grandes Duquesas y el Zarevitch) descansa finalmente reunida en la catedral de la ciudad que fuera la capital del Imperio Ruso y que fundara Pedro el Grande. 10 Desde el punto de vista histórico ha quedado definitivamente en evidencia, la crueldad y saña con que actuó la revolución bolchevique y el cinismo de algunos de sus líderes si uno se atiene a los datos históricos que rezuman hoy en día por doquier pese a los esfuerzos denodados por borrar el pasado por parte de núcleos humanos afectos a toda suerte de utopías demagógicas, fanatismos sangrientos y populismos inadmisibles pero que sojuzgan, oprimen y violan de continuo los derechos humanos, incluso enarbolando a través de una impúdica manipulación, un falso discurso de los mismos, fenómeno que en nuestro medio argentino conocemos como lash back de algunos “discursos”. Estos lash back se viven en las cortes en el llamado abuso del abuso deshonesto, y la sustitución de la Justicia por la Venganza en innumerables temáticas. * 11