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dejado de ir de concierto cuando han tenido hijos, puedan compartir con ellos la vivencia de un festival de música”, concluye el director del festival. Otro de los conjuntos participantes es The Penguins, una banda de música jamaicana que se formó hace seis años pero que desde hace un par tiene dos repertorios: uno para el público adulto y otro para el infantil. Este último es al que de- nas en el escenario, con toda la variedad de instrumentos que esto supone”, explican The Penguins. Aseguran, además, que no hay muchas diferencias entre unas actuaciones y otras. Básicamente varían las horas (unas son a las 11 de la mañana y las otras, como muy temprano, a las 11 de la noche), así como el atrezzo del espectáculo. Aunque quizá, admiten, “el público infantil pone mucha más atención”. En el festival Petits Camaleons habrá volúmenes adecuados, conciertos cortos, variedad de estilos y artistas con una predisposición muy especial dican más tiempo a causa del proyecto Reggae per Xics, el cual nació con la voluntad de crear una colección de canciones populares y de autor catalanas adaptadas a los ritmos y músicas jamaicanas. “Es decir, transmitir a los niños nuestra pasión por este estilo y, a su vez, aprovechar para reivindicar unas canciones catalanas, transversales y sin fecha de caducidad, que han marcado la infancia de muchas generaciones. Por otra parte, también queremos mostrar la riqueza de una banda de once perso- Grupos como The Penguins han estado presentes también en otros festivales para niños como, por ejemplo, el SónarKids o el Acustiqueta. La versión del conocido festival de música electrónica y experimental de Barcelona programa la versión para niños en fechas cercanas al destinado al público adulto. Este año se celebró el último fin de semana de mayo pero, por primera vez en los cuatro años de su existencia, fuera de Barcelona: en El Port de la Selva. Con la misma intención que el Sónar original, este Proyectos discográficos y festivales como Minimúsica, SónarKids o Acustiqueta se suman a esta tendencia vidades de contenido musical con una clara visión educativa y que está presente en festivales como el San Miguel Primavera Sound o el Festival Jardins de Cap Roig. Otro aspecto relacionado con la música que también afecta al público infantil es el de los grupos más o menos prefabricados que nos llegan desde los países de habla inglesa. Pocas personas habrá que desconozcan la existencia del cantante de dieciocho años Justin Bieber, de su novia y también cantante Selena Gómez o de la rubia Hannah Montana (hoy morena y más conocida por su auténtico nombre, Miley Circus). Todos estos artistas, pensados para el público más fiel que existe, el adolescente, también captan la atención de chicas y chicos jovencísimos que, en muchas ocasiones, dan sus primeros pasos –musicalmente hablando– junto a ellos (debido, claro está, a la grandiosa campaña de promoción que les envuelve). A finales de los noventa fueron grupos como las Spice Girls, los Backstreet Boys, los Hanson o los ’N Sync, aquellos que consiguieron mover una extensa masa de fans en plena revolución hormonal. Los jóvenes aprendían sus primeras letras en inglés y conocían otro tipo de música pensada para ellos y que los oídos de sus padres podían tolerar, de algún modo. No cabe duda, pues, que el público infantil disfruta tanto como el adulto de los diferentes estilos/géneros musicales; y que su música no tiene por qué estar necesariamente dulcificada... | VV.AA. Minimúsica. Els aliments Minimúsica. Els transports SONES VV.AA. Kids world party PUTUMAYO / KARONTE VV.AA. World playtime WORLD MUSIC NETWORK / KARONTE SonarKids, Acustiqueta o Petits Camaleons indican la nueva tendencia festivalera pensada para acercar los niños a las músicas modernas. Estas iniciativas tuvieron un precedente en Minimúsica, que nació como un ciclo de conciertos que buscaba un nuevo concepto de música infantil. Tras dejar constancia de sus intenciones en la guardería del Primavera Sound, el Festigabal o el Mercat de Música Viva de Vic llegó el momento de plasmar la experiencia en disco. Así nacía una colección cuyo primer volumen está centrado en Els aliments. Las lecciones sobre una nutrición saludable son servidas en el refinado formato pop de Fred i Son i Sedaiós i en el desmadejado estilo folk de El Petit de Cal Eril. La segunda entrega, dedicada a Els transports para concienciar a los peques de la necesidad de utilizar vehículos sostenibles, tiene un tono más contundente, al explorar diversas formas de rock alternativo con Mujeres, Za! o Me & The Bees. La excepción es Evripides & His Tragedies y su sutil pop en inglés, que también sirve para remarcar la voluntad de educación lingüística del proyecto. (El tercer monográfico, Els animals, fue reseñado en el Cultura/s 519). La idea de despertar una curiosidad musical alejada del estereotipo infantil lleva tiempo desarrollándola la colección Putumayo Kids. En su caso se trata de world music adventures, es decir, de acostumbrarlos a sonoridades de otras culturas. Sus últimas referencias, una reedición ampliada de European playground y Instrumental dreamland, buscan convertir el patio de recreo en auténtica unión europea y que los sueños sean más felices, pero uno de los discos que mejor representa su espíritu lúdico y festivo es Kids world party, donde reggae, soul y blues van de la mano de música africana, india o italiana. La modernidad no ha de hacer perder de vista la riqueza de las tradiciones, algo que tiene muy claro la colección Rough Guides, que reserva parte de su catálogo para divulgar canciones infantiles. Un excelente ejemplo es World playtime, un sesudo trabajo de investigación que desvela pequeñas maravillas de autores conocidos, como Mory Kante, Chico Cesar, Mariza o Bob Brozman, y delicatessen de Sambasunda Quintet, Wafir, Akim El Sikameya, el Ukulele Club de París, Perú Negro o Aurelio Martínez. | EN DIRECTO Miércoles, 3 octubre 2012 nizan de manera regular espectáculos especialmente diseñados para ellos. Este último, dentro del ciclo El Petit Liceu, ofrece representaciones tanto destinadas a las escuelas como a las familias. Este año se iniciarán este mismo fin de semana con Così FUN tutte, adaptación de una obra de Mozart llena de toques humorísticos que pretende aproximar al joven espectador al mundo de la ópera. Otros espectáculos fijados en el calendario de esta temporada son: Guillem Tell, American Ballet Theatre, El Superbarber de Sevilla o Petruixka. Dentro del proyecto educativo del Palau de la Música, no sólo se incluyen conciertos, sino también talleres para que los niños puedan experimentar con la música mediante la voz, el cuerpo y las nuevas tecnologías. La programación –destinada únicamente a las escuelas– se pondrá en marcha a partir de enero y cuenta con actuaciones para niños a partir de P2 y hasta bachillerato. L'Auditori, por su parte, ofrece conciertos de orquestas y diversas actividades para padres con niños a partir de tan sólo un año, así como material educativo para que pequeños inquietos aprendan cómo funciona cada instrumento y conozcan sus sonidos. L.B. RAMON SÚRIO Cultura|s La Vanguardia La música clásica, aunque aparentemente más alejada de las tendencias actuales, lleva más tiempo ligada al público infantil por sus beneficios en el desarrollo de los bebés y los niños en general. Está comprobado que aquellos que crecen escuchando a Mozart o a Bach están más centrados y son más tranquilos. Y si encima tocan un instrumento, su capacidad de sacrificio y responsabilidad aumentan. Parece ser, además, que la música ayuda a crear un vínculo más fuerte entre padres e hijos. Lo cual tiene relación directa con el ajuste que aplicamos a nuestras voces cuando hablamos con un niño pequeño. Por otra parte, está la musicoterapia, que trata de satisfacer diferentes tipos de necesidades (físicas, emocionales, sociales...) a través de la música y sus elementos. Pese a todo ello, en las escuelas o en las casas queda mucho trabajo por hacer. Al niño no se le suele transmitir la importancia de la música y las clases que se reciben en el colegio son, a menudo, pobres o poco motivadoras. Por suerte –para todos aquellos padres que quieren acercar la música clásica a sus hijos–, hay lugares como el Palau de la Música Catalana o el Gran Teatre del Liceu que orga- Registros 27 La clásica también encuentro familiar busca explorar e innovar en el terreno del arte sonoro para todas las edades. El Acustiqueta se ha celebrado por primera vez este año y en paralelo a la undécima edición del festival Acústica de Figueres. El objetivo primordial del Acustiqueta es que los niños se sientan como en un auténtico festival de verano, por eso adaptan los espacios habituales de festivales de adultos, como zonas de descanso o talleres, al público infantil. Y hay una fiesta de clausura en una discoteca. Además de estas muestras en directo, durante los últimos años han ido emergiendo nuevas maneras de acercar la música a los niños: discográficas centradas únicamente en el público infantil, proyectos solidarios como el SuperNanas (donde han participado artistas como Enrique Bunbury, Pastora, Iván Ferreiro y la Mala Rodríguez para componer nanas rock, pop, folk...) o la propuesta Minimúsica, que desde el 2006 ofrece acti-