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Tierra Tropical (2013) 9 (1): 11-18 CRECIMIENTO Y ABSORCIÓN DE NUTRIENTES EN PIÑA (Ananas comosus, VAR. MD-2) EN EL TRÓPICO HÚMEDO DE COSTA RICA H. Cruz, D. Herrera1, A. Murillo Universidad EARTH Las Mercedes de Guácimo, Limón, Costa Rica Recibido 2 de diciembre 2012. Aceptado 30 de abril 2013. RESUMEN Se realizaron curvas de crecimiento de la piña (Ananas comosus, var. MD-2), basado en la ganancia de peso en materia fresca (MF) y materia seca (MS). También se realizaron las curvas de absorción de macro y micronutrientes, determinando las cantidades extraídas en la fase de desarrollo, producción y la acumulación total de los nutrientes en el ciclo del cultivo. Las curvas mostraron una tendencia de muy bajo crecimiento y absorción de nutrientes en las primeras ocho semanas. La demanda de nutrientes fue mayor en la fase de desarrollo, en particular de N y K. En total las cantidades de nutrientes absorbidas por 65 000 plantas/ha fueron 639 kg/ha de N, 70 kg/ha de P, 1072 kg/ha de K, 144 kg/ha de Ca, 121 kg/ha de Mg y 55 kg/ha de Fe. Palabras clave: curva de absorción, curva de crecimiento, materia fresca, materia seca, nutrición vegetal, nutriente, piña. ABSTRACT Pineapple (Ananas comosus var. MD-2) growth curves were developed based on fresh weight (FW) and dry matter (DM). Absorption curves of macro and micronutrients were also calculated, determining the amount of nutrients extracted in the growth and production phases, and total accumulation of nutrients in the crop cycle. The curves showed a very low growth and nutrient uptake trend in the first eight weeks. The nutrient demand was greater during the development stage, particularly for N y K. In total, nutrients absorbed by 65 000 plants/ha were 639 kg/ha N, 70 kg/ha P, 1072 kg/ha K, 144 kg/ha Ca, 121 kg/ha Mg, and 55 kg/ha Fe. Key words: absorption curve, growth curve, fresh matter, dry matter, plant nutrition, nutrient, pineapple. INTRODUCCIÓN La planta de piña pertenece a la familia de las Bromeliaceae e incluye unas dos mil especies. Es una planta herbácea, monocotiledónea, perenne del genero Ananas y la especie comosus (Jiménez, 1999). Recién sembrada, las raíces primarias tienen vida corta; generalmente las mayorías de las raíces adventicias que remplazan a las primeras son fibrosas formando un pequeño y compacto sistema radical en la base del tallo (Jiménez, 1999). Según Jiménez (1999), una vez desarrollado, el tallo mide hasta 80 mm a 100 mm de diámetro. El tallo da soporte a las estructuras aéreas además de poseer las yemas para el desarrollo de retoños y raíces. Las raíces axilares, según Nakasone y Paull (1998), tienen la capacidad de absorber agua y nutrientes facilitando la utilización de los nutrientes aplicados de forma foliar. La reproducción se da por 1 Contacto: Daniel Herrera (dherrera@eaerth.ac.cr) ISSN: 1659-2751 12 Cruz et al. / Tierra Tropical (2013) 9 (1): 11-18 medio de hijos de la misma planta; existiendo una correlación positiva entre el peso del retoño y la generación de raíces (Jiménez, 1999). Las hojas retienen un 7 % del agua absorbida por las raíces. En edad madura se presenta entre 60 y 80 hojas, con pocos números de estomas en el envés (Jiménez, 1999). Las hojas mantienen sus estomas cerrados durante gran parte del día (9 a.m. a 2 p.m.), convierto a la piña en una planta muy eficiente en el uso de agua (Nakasone y Paull, 1998). Para fines de investigación, la hoja D es la más utilizadas para medir el estado nutricional de la planta, cuyo contenido de nutrientes depende muchos factores entre ellos la sección de la hoja muestreada (Nakasone y Paull, 1998). En una planta adulta, según Malézieux et al. (2003), las hojas representan un 80 % de la materia fresca (MF) o materia seca (MS) total durante el desarrollo vegetativo. Estudios realizados por Hernández y Tello (2011) revelan porcentajes en promedio de 87 % en MF. La planta de piña tiene la facilidad de poder absorber fácilmente la mayoría de los nutrientes a través de la cutícula de las hojas y de las raíces axilares. Comúnmente, la mayoría de los nutrientes son suministrado vía foliar. El Ca, debido a la insolubilidad de sus sales y el pH alcalino de conductores como el floema, se aplica directamente al suelo, por medio de encalados (Jiménez, 1999). Identificando los estadios donde la acumulación de peso en MF y MS es mayor y correlacionarla con la demanda de nutriente obtenidas a través de las curvas de absorción de nutrientes (N, P, K, Ca, Mg y Fe) en piña (var. MD-2), representa una herramienta cuantitativa de la cantidad de estos nutrientes que la planta demanda en todo su ciclo vegetativo. En este proyecto se realizó una curva de acumulación de MF y MS, con el fin representar gráficamente el desarrollo de una plantación de piña. La investigación se realizó en dos plantaciones ubicadas en diferentes sitios con la finalidad de conocer la variación del comportamiento de las curvas. Al identificar los momentos donde la planta realmente demanda cantidad de nutrientes necesarios para su desarrollo, y ajustando el programa de fertilización a las curva de demanda de nutrientes, no solamente se hace un uso eficiente de los fertilizantes, sino de otros recursos que demanda inversiones altas. Se reduce el efectos de sobredosificación y deficiencia de nutriente, menor impacto ambiental; en general la investigación representa un aporte al manejo de sostenible de las plantaciones de piña. MATERIALES Y MÉTODOS En dos fincas del cantón de Sarapiquí, se muestrearon plantas de piña (var. MD-2). Esta variedad fue creada por el Instituto de Investigación de Piña, en sus siglas en ingles PRI (Pinneaple Research Institute) y está caracterizado por su madurez temprana y crecimiento rápido. Además se clasifica como una fruta de doble propósito: proceso y mercado fresco y de una vida de almacenamiento alta (Jiménez, 1999). En los lotes donde se extrajeron las muestras, se sembraron con hijos guías con pesos de 350 g a 500 g de peso. La densidad de siembra en ambas fincas fue de aproximadamente de 65 000 plantas/ha. Se recolectaron plantas a diferentes edades, con tres repeticiones y completamente al azar, en la parte media del lote establecido para la investigación en ambas fincas, para análisis independientes. Las plantas recolectadas para el primer muestreo (semana 0) fueron de hijos guías utilizados para la siembra del mismo lote donde se mostraron las demás plantas para el estudio. Ahí se extrajeron plantas con edades de 7, 12, 18, 22, 26 semanas después de siembra (SDS) para evaluar la etapa de crecimiento o vegetativa. La inducción floral o “forza” (semana Cruz et al. / Tierra Tropical (2013) 9 (1): 11-18 13 30) determinó la etapa media de muestreo. La última etapa del muestreo fueron las semanas 37, 44, 48 y 54 para evaluar la fase reproductiva del cultivo. Cada planta muestreada fue seccionada en sus órganos (raíz, tallo, hoja y fruta). En las últimas semanas 44, 48 y 54, donde la planta presentó un fruto bien desarrollado, se separó la planta en corona y fruta. También se consideró el retoño como parte de la planta para semana 54. Por cada muestra, se determinó el peso fresco para la elaboración de la curva de acumulación de MF. Posteriormente, se colocaron el material en un horno a 60 °C hasta obtener un peso seco constante para elaborar la curva de acumulación de MS. Antes de colocar las muestras dentro del horno, se extrajeron la parte de los órganos que serían utilizados para el análisis químico completo para la elaboración de las curvas de extracción de macro y micronutrientes. En el caso de la hoja, no se seleccionó la hoja D, como describe la bibliografía, porque ésta determina el estado nutricional en un momento especifico. Por el cual, se seleccionó dos hojas de la parte inferior de la planta, dos del medio y dos de la parte superior, con la finalidad de obtener el contenido nutricional total de la planta más representativo. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En las primeras ocho semanas, no existió un aumento en MF o MS. A partir de la semana 9, los pesos aumentaron, por ende, comenzó el crecimiento a medida la edad del cultivo avanza (Figura 1). Este aumento exponencial en la acumulación de MF y MS se dio por los procesos fisiológicos de la planta que fueron más acelerados, favorecidos por el desarrollo foliar que permitió una mayor captación de luz, CO2 y nutrientes aplicados, así como el desarrollo del sistema radicular que contribuyó a una mejor extracción de nutrientes del suelo (etapa vegetativa del cultivo). Para el caso de la acumulación de MF, el crecimiento exponencial encontró su punto máximo alrededor de la semana 48, punto donde se estabilizó hasta la semana 54, momento de la cosecha (Figura 1). Contrario, en la MS la ganancia máxima fue justamente en la última semana (Figura 1). En ambos casos, el punto máximo de la curva coincidió con la etapa de madurez fisiológica, donde se produjo el desarrollo del fruto (Figura 1). 1000 Materia fresca Materia seca 6000 800 4000 600 3000 400 2000 200 80 60 40 20 1000 0 0 0 10 20 30 40 50 60 Crecimiento (%) 5000 100 Relativo Acumulativo Materia seca (g/planta) Materia fresca (g/planta) 7000 0 0 10 20 30 40 50 60 Edad plantación (SDS) Figura 1. Curva de crecimiento y acumulación de MF y de MS (izquierda) y crecimiento relativo y acumulado (derecha) de una plantación de piña durante el ciclo vegetativo. En cada semana, el crecimiento relativo no fue constante a lo largo del ciclo del cultivo (Figura 1), siendo después de la inducción floral donde se obtuvo el porcentaje de crecimiento 14 Cruz et al. / Tierra Tropical (2013) 9 (1): 11-18 relativo mayor e igual para ambas fincas. Esto afirma que la inducción floral si obliga a la planta a responder de inmediato al estrés provocado por esta práctica. Esta inducción debe estar relacionada con otros factores internos y externos del cultivo, como describe Jiménez (1999), como la densidad, edad, época del año, nivel de N en la planta, clima, variedad, volumen de aplicación, dosis del agente de inducción y ubicación geográfica. En las semanas antes de la forza, el crecimiento relativo y acumulado fue similar para ambas fincas en porcentaje. Sin embargo, existió un periodo entre las semanas 8 y 18 (SDS) donde el crecimiento acumulado fue bajo (Figura 1). Acumulación de materia (g/planta) En las primeras 30 SDS, la acumulación de MF y MS se dio principalmente en las hojas en promedio 88 %, seguido del tallo que representó en promedio 9 % (Figura 2). La raíz comenzó a representar un valor en MF y MS a partir de la semana 8 y reduciendo en las últimas cuatro semanas antes de la forza. Posterior a la forza (30 SDS), la cantidad acumulada de MF y MS disminuyó en la hoja, representando en la semana de cosecha un 52 % de la biomasa acumulada (Figura 2). A partir de las semana 44 el fruto comenzó a tomar forma, y representó un 14 % del peso total de la planta. Esto aumentó cada siguiente semana, alcanzando una acumulación máxima de 30 % del peso total de la planta (Figura 2). Esta disminución y aumento entre los órganos que conforman la planta, según Bartholomew et al. (2003), se da por la capacidad que tiene la planta de movilizar agua y nutrientes de un tejido a otro. Las hojas pueden translocar 18 % y hasta un 26 % de su peso a órganos reproductivos en formación (Bartholomew et al., 2003). 4000 600 Materia fresca Raíz Tallo Hoja Fruta Corona Hijos 3000 2000 Materia seca 500 400 300 200 1000 100 0 0 0 10 20 30 40 50 60 0 10 20 30 40 50 60 Edad plantación (SDS) Figura 2. Acumulación de MF y MS en cada órgano de la planta de piña. La cantidad de nutrientes absorbido por la planta de piña aumenta con la edad; en el estudio de la curva de extracción de nutrientes realizado por Gambin (2011) muestras esta tendencia. Otros autores como Malézieux y Bartholomew (2003) mencionan que la cantidad de nutrientes de puede aumentar disminuir o mantenerse estable dependiendo del nutriente y del tejido. Para la cantidad de N extraída durante el ciclo del cultivo, en total 639 kg/ha, se encontraron tres periodos de absorción (Figura 3). De la 0 a 10 semanas las absorción fue; otros autores como Malézieux y Bartholomew (2003) mencionan que el requerimiento del N es bajo en los primeros 16 SDS. Durante las semanas 10 a 30 la absorción fue constantemente ascendente; a partir de ahí donde coincidió con la inducción (semana 30) hasta la semana de cosecha (Figura 3). En este periodo la absorción de N estuvo en aumento constante pero en menor cantidad comparada con Cruz et al. / Tierra Tropical (2013) 9 (1): 11-18 15 el periodo dos, coincidiendo con estudios de Malézieux y Bartholomew (2003) quienes afirman que el contenido de N total se mantiene constante desde la inducción floral hasta la cosecha. 700 80 N Extracción (kg/ha) 600 P 70 60 500 50 400 40 300 30 200 20 100 10 0 0 0 10 20 30 40 50 60 0 10 20 30 40 50 60 Edad plantación (SDS) Figura 3. Curva de extracción de N (izquierda) y P (derecha) en piña en su ciclo vegetativo. El P desempeña un papel muy importante en la transformación de energía dentro de la planta. La demanda de P en la planta de piña durante el ciclo del cultivo presentó cuatro etapas marcadas. La primera fue de baja absorción (semana 0 y 10) y en la segunda etapa comenzó con un ligero aumento de absorción de P de la semana 10 a la semana 12 (Figura 3). Después ésta, la demanda volvió a otra etapa estable hasta las 22 semanas. A partir de esa semana comenzó la etapa de máxima absorción hasta la 48, y la última fase donde el P aumentó en su absorción máxima (Figura 3), al presentarse una absorción considerable en el fruto. En total, el cultivo absorbió 70 kg/ha de P. El K es el elemento con mayor demanda por la planta. En los resultados de la curva de extracción de K (Figura 4) la extracción total fue alrededor de 1070 kg/ha, confirmando su alto requerimiento por la planta. Por ende, es importante que el suministro se adecuado y suficiente a través del programa de fertilización. Hepton (2003) describe que los requerimientos de K es alto, debido que la planta remueven cantidades importantes de este elemento. La función fisiológica del K se relaciona con la síntesis de proteínas y carbohidratos, con este último con la relación que existe con la fotosíntesis (Jiménez 1999). La demanda de K se pudo definir en tres etapas del cultivo; las primeras ocho semanas constituyen la primera etapa donde el requerimiento fue bajo (Figura 4). Malézieux y Bartholomew (2003) aseguran que los primero 16 SDS la demanda de este nutriente es baja. Esto se contradice con los resultados de la segunda etapa, donde a partir de la 8 SDS la demanda creció hasta la semana 44 (etapa 2); confirmando lo que autores como Malézieux y Bartholomew (2003) describe a la planta de piña como una planta eficiente e la extracción de K del suelo. La tercer y última etapa la demanda de K fue similar a última semana de etapa 2, pero su absorción se estabilizó con menores aumentos (Figura 4). 16 Cruz et al. / Tierra Tropical (2013) 9 (1): 11-18 1200 160 K Extracción (kg/ha) 1000 Ca 140 120 800 100 600 80 60 400 40 200 20 0 0 0 10 20 30 40 50 60 0 10 20 30 40 50 60 Edad plantación (SDS) Figura 4. Curva de extracción de K (izquierda) y Ca (derecha) en piña en su ciclo vegetativo. En las dos plantaciones estudiadas la demanda de Ca en las primeras 8 SDS fueron bajas, presentándose una mayor demanda en la semana de siembra (Figura 4). Alcántar y Trejo (2009) mencionan que el Ca activa la elongación y la multiplicación en los tejidos meristemáticos y, en general, Ca ejerce una acción favorable sobre el crecimiento radical. A partir de la semana 8 la demanda de este nutriente por la planta de piña fue mayor hasta la semana 48 (Figura 4). En esta última la extracción de Ca alcanzó su pico máximo y se mantuvo hasta la cosecha. En ambas fincas el comportamiento de la extracción fue similar, en promedio 144 kg/ha de Ca. Autores como Malézieux y Bartholomew (2003) aseguran que el requerimiento de este nutriente por la planta de piña es bajo. Otros autores, como Pascual y Noguera (1988), aseguran que el contenido de Ca en las mayoría de las planta es alto variando entre cultivos en un (0.5 % a 3.6 % sobre la MS). Las recomendaciones de aplicación de Ca deben ser dirigida al suelo; sin embargo, en ambas plantaciones se realizaron aplicaciones foliares después de las diferenciación floral para mejorar la calidad del fruto. La principal función del Mg es formar parte de la molécula de clorofila, esencial para el crecimiento de la planta. Inicialmente en las primeras 8 semanas la absorción de Mg fue baja (Figura 5). A partir de la semana 9 comenzó un aumento progresivo en la extracción de Mg hasta la semana de cosecha, con un total de 121 kg/ha. En la última semana, en una de las plantaciones, se presentó una caída del Mg, el cual se debe a una mayor concentración de los órganos de las plantas muestreadas en la semana 48 comparadas con las muestreadas en la cosecha. Cuando la planta de piña comienza con su etapa de crecimiento vegetativo, comienza una mayor demanda de Mg (Jiménez, 1999). Cruz et al. / Tierra Tropical (2013) 9 (1): 11-18 140 70 Mg 120 Extracción (kg/ha) 17 100 50 80 40 60 30 40 20 20 10 0 0 0 Fe 60 10 20 30 40 50 60 0 10 20 30 40 50 60 Edad plantación (SDS) Figura 5. Curva de extracción de Mg (izquierda) y Fe (derecha) en piña en su ciclo vegetativo. La tendencia del Fe a formar compuestos quelatados y su capacidad para cambiar de valencia (Fe2+ a Fe3+), son características importantes en las que radican su numerosas funciones fisiológicas, como parte de las proteínas y es un cofactor de más de 130 enzimas que catalizan reacciones únicas e intervienen en el proceso de fotosíntesis, respiración, reducción de nitratos y sulfatos. Más del 63 % del Fe en la planta se localiza en el follaje formando parte o unido a proteínas. La demanda de Fe por la planta de piña, semanalmente, aumentó. En total, la cantidad de Fe extrajo por el cultivo fue 55 kg/ha (Figura 5). La disponibilidad de este nutriente en la planta de piña dependerá de factores relaciones con el suelo. Jiménez (1999) describe que si el pH es muy alto o bajo, el Fe no estará disponible y Pascual (1988) afirma que suelos inundados puede elevar la concentración de Fe disponible. CONCLUSIONES La planta de piña durante su ciclo presentó tres etapas de crecimiento aunque el crecimiento semanal varió. La primera etapa de adaptación fue caracterizada por su bajo crecimiento. En la segunda etapa, la planta estaba marcada por el comienzo de periodo vegetativo, donde la planta comenzó a demandar mayor energía y ser más eficiente en su uso. El K fue un elemento de alta demanda, seguido del N. La última etapa, la reproductiva, fue provocada por un estrés al meristemo o ápice por medio de la forza o inducción floral. El fruto en las últimas semanas representó casi el 30 % de total de MF y MS. AGRADECIMIENTOS Este estudio se pudo realizar gracias al financiamiento brindado por la Administración Académica y la Unidad de Investigación de la Universidad EARTH, Guácimo, Costa Rica. LITERATURA CITADA Alcántar, G. y Trejo, LI. 2009. Nutrición de cultivos. México D.F. (MX) : Colegio de Posrgraduados, Mundi-Prensa. p. 9 -81. ISBN 978-968-7492-42-6. Gambin, JS. 2011. Curva de absorción de nutrientes en el cultivo de piña (Ananas comosus) [Proyecto de Graduación Lic. Ing. Agr.]. Guácimo (CR) : Universidad EARTH. 35 p. 18 Cruz et al. / Tierra Tropical (2013) 9 (1): 11-18 Hepton, A. 2003. Cultural system. In Bartholomew, DP.; Paull, RE. y Rohrbach, KG. (eds.). The pineapple: botany, production and uses. Oxon (UK) : CABI Publishing. p. 109-142. ISBN 085199-503-9. Hernández, GA. y Tello, N. 2011. Crecimiento de piña (Ananas comosus) en una finca del trópico húmedo de Costa Rica [Proyecto de Graduación Lic. Ing. Agr.]. Guácimo (CR) : Universidad EARTH. 26 p. Jiménez, JA. 1999. Manual práctico para el cultivo de piña de exportación. 1a ed. Cartago (CR) : Editorial Tecnológica de Costa Rica. 224 p. ISBN 9977-66-104-9. Malézieux, E. y Bartholomew, DP. 2003. Plant nutrition. In Bartholomew, DP.; Paull, RE. y Rohrbach, KG. (eds.). The pineapple: botany, production and uses. Oxon (UK) : CABI Publishing. p. 143-166. ISBN 0-85199-503-9. Malézieux, E.; Cote, F. y Bartholomew, DP. 2003. Crop environment, plant growth and physiology. In Bartholomew, DP.; Paull, RE. y Rohrbach, KG. (eds.). The pineapple: botany, production and uses. Oxon (UK) : CABI Publishing. p. 69-108. ISBN 0-85199-503-9. Nakasone, HY. y Paull, RE. 1998. Tropical fruits. Oxon (UK) : CAB International. 464 p. ISBN: 0851992544. Pascual, B. y Noguera, V. 1988. Fitotecnia general. Valencia (ES) : Universidad Politécnica de Valencia. p. 219-365. ISBN 84-7721-008-x.