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ATENTOS A LA PRESENCIA TEMPRANA DE LA MANCHA DE OJO DE RANA (MOR) Carmona, Marcelo; y Scandiani, Mercedes Fitopatología FAUBA y Laboratorio Río Paraná La Mancha ojo de rana (MOR) comenzó en el NOA 1998-1999, y luego se introdujo probablemente por semilla en la región pampeana durante 2003 en adelante, registrándose infecciones y lotes con enfermedad. La concentración de inóculo (poca, pero constante) en la región pampeana, desde 2003 en adelante, sumado a que la mayoría de los genotipos allí sembrados son muy susceptibles, y a su combinación con el ambiente, han desencadenado una severa epidemia en el 2009, que ha sorprendido con intensos ataques principalmente en la provincia de Córdoba y Santa Fe . El patógeno sobrevive principalmente como micelio en rastrojo y semillas, y por ello las fuentes de inóculo primario son el rastrojo de la soja anterior y la semilla infectada. El rastrojo infestado es muy importante como proveedor de inóculo en cantidad. Si se decidió hacer nuevamente soja en el 2009 sobre los rastrojos de un cultivo sembrado en 2008 que fue severamente infectado por la MOR (monocultivo) es necesario conocer que el patógeno está allí sobreviviendo y que en función de las condiciones ambientales que ocurran durante 2009-2010 (predispone lluvias y tiempo caluroso) y la siembra de la variedad (si es susceptible) se repetirá la enfermedad nuevamente. Precisamente esto es lo que sucedió, ya que desde hace 15 días en los lotes ubicados en Las Petacas, Las Rosas y El Trébol, provincia de Santa Fe; se encontraron plantas guachas y plantas de cultivo que presentaron la MOR en sus primeras hojas. En Ing. Agr. Pablo Ponzio del grupo de trabajo del Ing. Carlos Grosso remitió las primeras plantas guachas de soja con la enfermedad del campo Las Yerbas ubicado en Las Petacas. El 2 de diciembre durante una recorrida se constató la enfermedad también sobre lotes de producción en estado vegetativo V5 y otros en comienzo de R1. En Las Rosas se realizó una cuantificación sobre 25 plantas extraídas al azar que arrojó los siguientes resultados: El 54 % de folíolos centrales del tallo principal presentaban síntomas de MOR; con un promedio de 2-3 lesiones por folíolo (media 2,5) El tamaño promedio de cada lesión fue de 4,2 mm. Las condiciones ambientales desde el 20 de octubre al 1 de diciembre fueron de temperaturas calurosas y un promedio de precipitaciones de casi 90 mm, variables muy predisponentes para el desarrollo de la MOR En todos los casos los síntomas fueron confirmados bajo lupa, y el patógeno se confirmó mediante la observación al microscopio de conidióforos y conidios típicos de C. sojina. RECOMENDACIONES Si bien en estado vegetativo aún quedan muchas hojas por aparecer y expandirse que podrían “diluir” la enfermedad, es necesario estar atentos al monitoreo de las plantas, y del ambiente para planificar el uso de fungicidas foliares. Si bien no existe información sobre aplicaciones en estado vegetativo (V1 a V5), ni sobre el umbral económico y su impacto, el momento de la aplicación estará determinado conjuntamente por el seguimiento de la enfermedad mediante el monitoreo del lote y el análisis de las condiciones predisponentes sobre variedades susceptibles. Usual y frecuentemente la aplicación se recomienda en estados reproductivos desde comienzos R3, luego de la caída de precipitaciones y presencia de síntomas. En ataques tardíos también se la aconseja para preservar la calidad sanitaria de las vainas y semillas. Las aplicaciones de productos químicos efectuadas para controlar el grupo general de las EFC con estrobilurinas más triazoles, también serán efectivas para C. sojina. Las experiencias llevadas a cabo en Santa Fe muestran un impacto del orden de 400-900 kg/ha debido al control de la MOR con fungicidas. Es de destacar el buen comportamiento fungitóxico del carbendazim a este patógeno, resultado que son coincidentes con lo obtenido en el control químico en semilla. Sin embargo no se aconseja usarlo en forma individual por su riesgo a la generación de resistencia del patógeno. Muy buenos resultados se logran con la triple mezcla estrobilurina, + triazol + carbendazim La aplicación de fungicidas foliares puede disminuir la infección del patógeno en la semilla cosechada. Sin embargo la asociación entre fungicida foliar y sanidad de semilla no es lineal sino por el contrario presenta variabilidad ya que dependerá del momento de aplicación, lluvias durante llenado, tipo y dosis de fungicidas y severidad foliar del lote. Síntomas en plantas guachas de soja y lotes de producción con variedades susceptibles Fotos Silvana Di Núbila