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AGRI-59
CRECIMIENTO DE Physalis ixocarpa BROT A SIEMBRA DIRECTA
COMPARADO CON SIEMBRA EN VIVERO Y TRASPLANTE.
Munguía Trujillo Marco Antonio1, *Valdivia Sánchez Jasiel1, Aguas Atlahua Aristarco1,
López Ayala José Luis1, Mendoza García Rafaela1
Resumen
La presente investigación se hizo partiendo de la tesis de que, al plantarse directamente en
el suelo, las plántulas de tomate de cáscara (Physalis ixocarla Brot) evitan problemas de
estrés y adaptación. La hipótesis es que las plantas sembradas directamente desde la semilla
tendría una mayor capacidad de crecimiento inicial y posterior desarrollo comparado con
plantas que han sido producidas en vivero y trasplantadas posteriormente.
Se comparó el desarrollo de plántulas de tomate de cáscara sembradas directamente con el
de plantas producidas en vivero y trasplantadas en tres suelos diferentes. El experimento se
llevó a cabo en macetas, en el laboratorio de desarrollo vegetal del ITSZ campus Tezonapa
con un diseño factorial completamente al azar. Lo anterior con la finalidad de desarrollar
mejores prácticas de manejo de dicho cultivo. Los resultados en las primeras ocho semanas
de desarrollo indican que el tipo de siembra no tuvo efecto en el crecimiento. El tipo de
suelo si influyo significativamente. No hubo interacción entre ambos factores.
Palabras clave
Physalis ixocarpa, siembra directa, trasplante.
Introducción
De acuerdo con el SIAP (2016), en el año 2014 a nivel nacional el tomate de cáscara generó
un valor por $1 185.6 millones de pesos. Veracruz ocupó el sexto lugar en superficie
sembrada con 1107.00 ha, generando un valor de $59.7 millones, con un precio medio rural
promedio de $ 5 777.00 por tonelada. Lo anterior indica que su producción puede ser una
alternativa económica para la región. La producción y transformación de caña de azúcar
(Saccharum officinarum) es la principal actividad económica del municipio de Tezonapa.
1
Instituto Tecnológico Superior
jasiel_iias@itszongolica.edu.mx).
de
Zongolica
(*Autor
por
Correspondencia:
El tomate de cáscara es una alternativa de producción en la zona. Sin embargo, se conoce
poco sobre las mejores prácticas de producción. La presente investigación se hizo con el fin
de desarrollar prácticas de producción, acorde con la condiciones de la zona; tomando en
cuenta las condiciones edáficas.
Una de las primeras cuestiones al momento de iniciar una producción de hortalizas es de
que manera iniciar la siembra, si mediante siembra directa en campo o produciendo y
posteriormente trasplantando. Se partió de la teoría de que las plantas sembradas
directamente sufrían menos estrés ocasionado por el trasplante y adaptación, por lo tanto
tenían mayor oportunidad de desarrollarse. El cultivo de tomate de cáscara puede ser
mediante siembra directa o mediante la producción de plántulas para después ser
trasplantadas al terreno definitivo.
Las plántulas pueden ser producidas mediante semilleros o en charolas con cavidades. La
siembra directa en campo puede tener diversas desventajas. Villar (2006) indica que las
pérdidas de semilla pueden llegar hasta el 40 %, debido a factores climáticos, edáficos y
depredadores. Santiaguillo-Hernández y Peña-Lomelí (2004) señalan que la producción de
plántulas y trasplante tienen diversas ventajas como: ahorro de semillas, mejor
planificación de siembra, desarrollo uniforme y mayor calidad de plántulas. Además de se
tiene la posibilidad de seleccionar plántulas, y mecanizar las labores de trasplante. El
objetivo de la presente investigación fue determinar el efecto del tipo de suelo y tipo de
siembra, directa o, en vivero y trasplante, sobre el desarrollo y crecimiento de plantas de
tomate de cáscara en macetas en condiciones de invernadero.
Materiales y método
La investigación se llevó a cabo en el laboratorio de desarrollo vegetal del ITSZ campus
Tezonapa, Veracruz. Los factores a evaluar fueron el tipo de siembra: directa o trasplante,
en tres tipos de suelo. Los suelos fueron: Suelo 1 (S1) negro extraído de Acatlán de Pérez
Figueroa, Municipio del mismo nombre, Estado de Oaxaca (VRmzpe+PHha/3r), suelo 2
(S2) del rancho experimental La Luisa, del ITSZ (LVdyhu+VRmzcr/3) y 3) suelo (3)
tomado de la localidad La Luna (AChuap+VRmzcr/3), estos dos últimos situados en el
Municipio de Tezonapa, Veracruz.
Se tuvieron 2x3=6 tratamientos con 4 repeticiones con un total de 24 unidades
experimentales en un arreglo completamente al azar. Una unidad experimental consistió de
una maceta de 2 kg. Se llenaron 8 macetas con cada uno de los tres tipos de suelo. De las
macetas de cada tipo de suelo, en cuatro se sembraron 3 semillas de tomate de cáscara por
maceta y cuatro se dejaron en espera a que las plántulas sembradas en vivero estuvieran
listas para trasplantarse.
Por otro lado, en una charola de 200 cavidades se sembraron igual número de semillas. El
sustrato utilizado fue una mezcla de agrolita y peat moss. Las semillas se sembraron y
cuatro días después empezaron a germinar. A los 21 días de edad, las plántulas fueron
trasplantadas a las macetas previamente llenadas para tal propósito.
Las variables
respuesta fueron: germinación (%), altura de plantas (cm) y número de hojas.
Las mediciones se hicieron y registraron semanalmente, de la semana uno a la ocho. Los
análisis estadísticos se hicieron con el paquete R (R-core team, 2016). Se hicieron los
análisis de varianza para los factores tipos de siembra, tipo de suelo interacción de estos
para los datos tomados en la semana 8. Así mismo, se hicieron comparaciones de medias
mediante la biblioteca “agricolae” aplicando las comparaciones múltiples de Tukey con una
significancia del 95 %. Finalmente los datos se graficaron utilizando la biblioteca “ggplot2”
(Wickham, H., 2009).
Resultados
Porcentaje de germinación. Esta variable solo se evaluó en la siembra directa. No hubo
diferencia significativa (Pr (>F)=0.10) en la germinación a lo largo de las 8 semanas
evaluadas entre los tipos de siembra, directa y trasplante. En el factor tipos de suelo si se
observó diferencia significativa (DMS=14.88) en la semana 8. Los porcentajes de
germinación promedio para la variable tipos de suelo se presentan entre paréntesis: S1 (82.5
%) a, S2 (70.12 %) a y S3 (33 %) b. Las letras junto a los paréntesis muestran el grupo
formado de acuerdo a las comparaciones de medias.
Número de hojas. Para esta variable respuesta no hubo diferencia significativa entre los
tipos de siembra (Pr (>F) = 0.859). Para el factor tipo de suelo la Pr (>F) menor a 0.05
(2x10-16). La DMS fue de 1.45. Las Medias fueron: S1 (23.75) a S2 (15.88) b y S3 (1.8) c.
Altura de planta. El tipo de siembra nuevamente no tuvo efecto significativo sobre dicha
variable (Pr (>F)=0.861). Las medias de la altura de la planta en centímetros fueron: S1
(34.24 cm) a, S2 (29 cm) b y S3 (1 cm) c.
Los tratamientos se agruparon en tres grupos diferentes, ya que en todos hubo diferencias
significativas. Por otro lado la altura de la plata a lo largo de las ocho semanas evaluadas
(A1 - A8) (Figura 1), muestran que desde el inicio del crecimiento, las plantas sembradas
en el suelo 1 (S1) siempre fueron más altas que las plantas sembradas en el suelo 2 y mayor
aun en el suelo 3.
Figura 1. Altura de plantas (alt) a lo largo del periodo de evaluación de la semana 1 a la 8
(A1 - A8) en función del tipo de suelo (S1, S2 Y S3.
En el suelo 3 la germinación fue más limitada que en los otros dos suelos evaluados. Esto
puede ser debido a limitaciones tales como pH y contenido de materia orgánica. Por el tipo
de siembra no influyó en el crecimiento de la plantas de tomate de cáscara a lo largo de las
ocho semanas (A1-A8). No influyó en las variable germinación, número de hojas ni altura
de plantas. En la Figura 2 se observa la dinámica del crecimiento a los largo del periodo en
función del tipo de siembra. La producción de plántulas para su posterior trasplante tiene
muchas ventajas sobre la siembra directa tales como: ahorro de semillas y desarrollo
uniformo (Santiaguillo-Hernández y Peña-Lomelí, 2004).
Conclusiones
No hubo diferencia entre los el tipo de siembra directa y trasplante, sobre las variables
altura de planta y número de hojas. El tipo de suelo sobre el cual se sembró el tomate de
cáscara influyo sobre las variables altura de planta y número de hojas. El mejor desarrollo
se observó en las plantas sembradas en el suelo S1, proveniente del rancho La Luisa.
Seguidas por las plantas sembradas sobre el suelo 2, cuya muestra fue tomada en la
localidad de Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca.
El suelo 3 presentó condiciones muy limitantes para la germinación y crecimiento de
plantas de tomate de cáscara. Ya que las plantas solo crecieron un par de centímetros. La
siembra directa no presenta ventajas en cuanto al desarrollo de las plantas de tomate de
cáscara. Sin embargo, la producción de plántulas y posterior trasplante tiene diversas
ventajas por lo que es recomendable realizar el proceso de producción con este método.
Referencias
R Core Team (2016). R: A language and environment for statistical computing. R
Foundation for Statistical Computing, Vienna, Austria. URL https://www.R-project.org/.
Santiaguillo-Hernández, J. F., y Peña-Lomelí, A. (2004). Enraizamiento de estacas de
tomate de cáscara (Physalis ixocarpa Brot.). Revista Chapingo Serie Horticultura. 10(1):
37-41.
SIAP (2016). Sistema de información agrícola y Pesquera, Secretaria de Agricultira
Ganadería Pesca y Desarrollo Rural, México. www.siap.gob.mx, Consultado el 16 de
junio de 2016.
Villar, M. (2006). Efecto de tres sustratos y dos colores de plástico en el desarrollo de
plántulas de tomate de cáscara (Physalis ixocarpa Brot). Revista Chapingo Serie
Horticultura 12(2): 153-158.
Wickham, H. (2009). Ggplot2: Elegant Graphics for Data Analysis. Springer-Verlag. New
York.