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PLANTAS Descubre los arces autóctonos Verdaderos tesoros, los arces nativos de la Península son magníficos árboles para el jardín. Son tan elegantes y bellos como la mayoría de los ‘Acer’, pero adaptados al clima español. La ventaja: su follaje no sufre tanto con la sequedad ambiental. LOS ARCES JAPONESES ENAMO- ran con su estampa zen y sus bellas hojas palmeadas o recortadas en filigranas, pero el calor y la sequedad ambiental típicos del verano español acaban resecando su follaje. Ese efecto lo sufren también muchas otras especies de arces oriundos de regiones climáticas más húmedas y menos calurosas. Sin embargo, dentro del género Acer hay unas cuantas especies autóctonas de la península Ibérica y el Mediterráneo. Por ejemplo, el arce de Montpellier (Acer monspessulanum), un árbol pequeño que incluso disfruta de la sequedad y el calor. O auténticos tesoros que crecen de forma natural en la mitad norte de España como el A. campestre o arce común; los espectaculares A. pseudoplatanus y A. platanoides, origen de numerosos cultivares, y el pequeño A. opalus, con una subespecie granatense endémica del Norte de África, Mallorca y la mitad sur de la Península. Del sudoeste europeo, el sur de Grecia y el sur de Turquía proviene uno de los pocos arces de hoja perenne: el pequeño Acer sempervirens o A. creticum. Todos estos arces autóctonos son ideales como ejemplares solitarios en el jardín o alineados en un paseo por su silueta elegante y armónica, sus bien formadas ramas y su generosa sombra en verano. Algunos pueden servir incluso para formar setos. Sus decorativas hojas palmeadas o lobuladas, de largos pecíolos, lucen tonalidades que varían desde que surgen en primavera hasta que se vuelven doradas o rojas en noviembre, en una espectacular otoñada que acaba al pie formando una alfombra. ✿ 34 verdeesvida En otoño, el follaje del Acer campestre luce un espectacular tono dorado. Este noble árbol tiene mínimas exigencias de cultivo y se puede usar en setos. El cultivar ‘Eskimo Sunset’ del Acer pseudoplatanus exhibe un follaje lleno de motas rosadas sobre verde oscuro (izquierda). La copa globosa del Acer platanoides ‘Golden Globe’ luce en verano un vivo color amarillo limón (derecha). Las hojas rojas de un Acer platanoides ‘Crimson King’ brotando entre flores amarillas (izquierda). Las sámaras, semillas aladas, son otro atractivo de los arces; en la foto de la derecha, formando manojos en un Acer pseudoplatanus ‘Atropurpureum’.