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A . y C A L L E DE AGRICULTURA REAL, DE 61 FERRER NÚMERO É «ASM» HIJO P pALCÓN COHUÑA DE pARÚS POR' VIUDA LA PROFESOR pOQUE IMPRENTA p. ' REMOLACHA AZUCARERA S O B'R E MONOGRAFÍA M O N O G R A F Í A SOBRE L A REMOLACHA AZUCARERA MONOGRAFÍA S O B R E LA REMOLACHA AZUCARERA Ensayo de su cultivo en algunas comarcas gallegas, especialmente en POR p . JfiOQUE p A R Ú S PROFESOR DE J ? A L C Ó N AGRICULTURA en el Colegio privado ie 2. enseñanza k líillagara'a a IMPRENTA DE VIUDA CALLE REAL, DE F E R R E R NÚMERO 61 É HIJO Su. teótlmoivio De cpcttituD ^ leconocimienho, p o t ie·L· £o& pt-tmetoà i n i c i a Dote,) De f a itvDuàfcttot- cxxucetiteta tecjtonaf, DeDica fo¿ ¿eiaoteá DeC (Eotvíejo ^ tornéatela Balfaúa: eata £fTlon.ocpaj^<x c¿ De (HLDminádfctación- De £¡í.tcat.Do R o D ï a ó t o t , 2 ) . ^Joíé STCat-tan-o (^on-x-áíW, 2 ) . cR/lccttDo £>. 6 U D té* (^atcúx, 2 ) . SiïCan-u-ef £ópe* íMoDt c f x e a l -Lj. 2D. C a u t e a n o oíoc-fo^aDo, E L AUTOR Después de los lamentables acontecimientos del 98 que cercenaron nuestro poderío colonial; perdidas las islas de Cuba y Puerto Rico, los más señalados centros de producción del azúcar de caña español, surgió entre unos cuantos hijos de la tierra gallega, dotados de espíritu de asociación y no exentos de patriotismo y capital, la idea de organizarse en sociedad, con el fin de implantar en el país una de las industrias más en armonía con su modo de ser agrícola y pecuario, la importante industria azucarera indígena. Bajo el nombre de L a A z u c a r e r a Gallega, constituyóse en la Coruña el 1 9 de Febrero del 99 la sociedad anónima que reuniendo un capital de tres millones y medio de pesetas, cubierto con exceso por las casas más importantes ele Galicia, nombró su Consejo de administración, compuesto de personas en su mayoría de la citada provincia, duchas en la trama de los negocios, distinguidas en la banca, la industria y el comercio, y cuya inteligencia y laboriosidad son prenda segura de éxito para la empresa de que se trata. Fórmanlo D. Ricardo Rodríguez Pastor, presidente; D. José Mariano González, vicepresidente; siendo vocales los Sres. D. Ricardo Silveira, An- - 8 — drés García, Manuel López Rodríguez, Evaristo Babé, Luciano Marchesi y Laureano Salgado. Este Consejo de administración, desligado de todo interés parcial de localidad y sin otra mira que el buen deseo y el mejor acierto, solicitó el concurso de las personas técnicas para la resolución del primer problema de interés que se ofrecía á su criterio: lugar de emplazamiento de la nueva fábrica; y luego de un detenido viaje de exploración por las diversas comarcas de Galicia cúpole la suerte de ser el preferido al Ayuntamiento de Portas, partido judicial de Caldas de Reyes, pesando sin duda en el ánimo de todos las circunstancias muy atendibles de hallarse en el centro de una feraz y muy extensa zona de cultivo, bañado por el río Umia y su afluente el Chain de aguas caudalosas y puras, con la facilidad de comunicaciones que lleva consigo la estación de su nombre en la línea ferroviaria de Pontevedra á Santiago y la proximidad de los puertos de Villagarcía y Carril; quizás también el entusiasta y decidido apoyo que los más significados hijos de Caldas, atentos siempre á cuanto representa una mejora positiva para su villa, habían de prestar al nuevo proyecto. Legalizada la sociedad; ultimado el estudio, procedióse sin pérdida de tiempo á la construcción de aquel grande edificio, aquel palacio de la industria que hoy vemos surgir con actividad pasmosa en el horizonte de la pintoresca y muy amplia vega de Portas; y para dirigir la siembra de la remolacha azucarera, hasta entonces desconocida aquí, vino expresamente de Alemania, en Abril, el cultivador Mr. Kanlah, quien después del acopio de algunas variedades de semilla: Socher, Horning, Nippes, GelnNippes imperial y H. Stopel, abonos químicos y ciertos - 9 — instrumentos y máquinas de cultivo más indispensables: arados de vertedera, gradas articuladas de Howard, sembradora mecánica, rodillos, palas, azadas, estirpadores, etcétera, dio comienzo á esa primera labor cultural en algunas comarcas de la provincia de Pontevedra y las colindantes de la Coruña, previa inspección ocular del terreno elegido para tales ensayos. Terminada la siembra en Caldas, pueblos y lugares próximos á fines de Abril, vino Mr. Kanlah á Villagarcía, donde tuvimos ocasión de acompañarle en alguna de sus salidas al campo, observando lo siguiente: Eran terrenos de preferencia los algo secos, de consistencia media, apreciada mecánicamente con su inseparable bastón, un tanto elevados, revelando por su aspecto una mezcla, más ó menos íntima, de arena, arcilla y humus ó mantillo, sin por eso desechar en absoluto, por vía de ensayo, los suelos más bajos, húmedos y de abundante materia orgánica, ó las exigencias de los que á toda costa deseaban probar sus tierras. Después de una labor profunda de unos 40 centímetros efectuada con la azada y en las parcelas mayores con el arado de vertedera fija más sencillo; esparcido á voleo, con la mano, una parte del abono químico, el superfosfato de cal, gradeada la tierra para esparcir la otra parte, la salitre; empleando de ordinario 480 kilos de superfosfato de cal y 288 de nitrato sódico ó salitre, añadiendo en muy contados casos unos 1 2 0 kilos de escorias Thomas, por hectárea, procedía al señalamiento de los pequeños hoyos á marco real: tensa una cuerda, que dos personas asían por los extremos, señalaba con el bastón ó un palo ligeros surcos paralelos, á 28 ó 30 centímetros, que eran cruzados por otros en sentido contrario. E n los pun- — lotos de cruzamiento abría con el índice un hoyo de dos centímetros de profundidad en el que se depositaban cinco ó seis semillas, variedad H. Stopel, cubriendo luego con tierra y comprimiendo suavemente con el pié; empleando aproximadamente 3 5 kilos de semilla por hectárea. Cuando el terreno por su extensión lo permitía, se utilizaba la sembradora mecánica, grada articulada y rodillo compresor de hierro. Terminada la siembra regresó á Alemania el ingeniero agrónomo, y entonces nuestro querido amigo D. Laureano Salgado, vocal del Consejo administrativo, nos confirió la comisión de observar y estudiar el desarrollo y curso en todas sus fases vegetativas de esta interesante planta industrial á fin de poder deducir en su día las enseñanzas más provechosas para el mejor cultivo de la misma. Tal es el origen de esta monografía cuyo asunto dividiremos en tres capítulos: 1.° Exposición de hechos y fenómenos observados. 2. 0 Razonamiento sobre el cultivo. 3. 0 Resumen. CAPÍTULO I EXPOSICIÓN DE HECHOS Y FENÓMENOS OBSERVADOS Sin prescindir de la observación general, hemos concretado el estudio de la germinación, desarrollo, curso de los cuidados culturales, riqueza sacarina y rendimiento bruto á 4 plantas pertenecientes á un número igual de parcelas, que por la extructura y naturaleza química del suelo constituyen los principales grupos á que con ligeras variantes pueden referirse todos los demás. L a s parcelas i y 3 , de análogos caracteres físicoquímicos, pertenecen al grupo de los terrenos secanos; las 2 y 4 á los húmedos. Apenas sucedieron 8 ó 1 0 días á la siembra cuando, después de una germinación feliz, tan solo interrumpida en una parcela entre las muchas que aquí se ensayaron, — 12 - aparecieron las nuevas plantas formando montones ó macollas, de aspecto en extremo vigoroso, iniciándose en ellas tan activa asimilación que sensiblemente se las veía crecer de un día á otro. Hé aquí la narración descriptiva de este proceso biológico desenvuelto en el lapso de tiempo de 1 5 0 días en el campo de la Naturaleza. P a r c e l a num. 1 . — L . P. Sembróse el 27 de Abril. Germinan en 8 días todas las semillas. Del 23 al 27 de Mayo verifícase la primera escarda para estirpar las hierbas malas, procecliéndose simultáneamente á la aclara ó rareo suprimiendo todas las plantas que habían nacido en el mismo hoyo menos una, la más vigorosa, de un decímetro ordinariamente de largo. El 5 de Junio ofrece los siguientes caracteres: Aspecto lozano de la plantación, aunque algo desigual y algún que otro pie picado en las hojas, al parecer por los insectos de que luego se hablará. Un ejemplar de mediano desarrollo ofrece una longitud máxima de sus hojas, marcadamente acorazonadas y de limbo liso, desde la base del largo y acanalado peciolo ó rabillo hasta el vértice ó ápice de la espansión, 21 centímetros. Anchura del limbo en su parte media, 7. Longitud de la raíz, de forma cónica y pivotante, desde la base al ápice, 1 7 . Circunferencia en la base, 40. Abundantes pelos radicales de longitud máxima ele 1 1 , si bien con poco cepellón, y dispuestos en dos series paralelas á lo largo del cuerpo separadas por dos bandas de superficie lisa. Peso de las hojas, 1 1 gramos. D e la raíz, 3. Peso total de la planta, 1 4 . Parcela num. 2 . — J . C . Siembra el 1 2 al 1 4 de Mayo. Germina y brota en análogas condiciones que la anterior. El 28 escardas y aclaras. El 5 de Junio ofrece - 1 3 - muy buen aspecto y está bastante igual. También alguna que otra mata picada en las hojas. Dimensiones: Hojas, 18 centímetros y 6, respectivamente. Raíz, 1 6 , 3 y 7. Abundancia de raicillas con mucho cepellón distribuidas de idéntica manera, aunque más extendidas hacia bajo. Peso ele las hojas, 1 6 gramos. Raíz, 4. Total, 20. P a r c e l a núm. 3 . — J . O. Siembra, escarda y aclara por las mismas fechas aproximadamente que el núm. 1. El 6 de Junio aspecto excelente, pero advirtiéndose asimismo alguna desigualdad en el desarrollo y ligeras mutilaciones en algunas hojas. Dimensiones: Hojas, 28 y 8, respectivamente. Raíz, 5 Y 5- Con más tierra adherida que el núm. 1. Peso de las hojas, 23 gramos. Raíz, 8. Planta, 3 1 . P a r c e l a núm. 4 . — C. G. Ofrece la particularidad de estar abonada con algas marinas. Siembra, escarda y entresaca cuando el núm. 2. E l 9 de Junio acusan sus plantas los siguientes caracteres: Hojas, 35 y 1 3 centímetros de longitud y ancho. Escasas raicillas. Peso de las hojas, 1 1 9 gramos. Raíz, 1 9 . Planta, 1 3 8 . El 4 de Junio descubrimos en un plantel de remolacha del lugar de la Torre el gusano blanco, larva del abejorro ó melolontha vulgaris que tantos daños causa en las hor- talizas de esta comarca donde repetidas veces se la ve en su fase completa de desarrollo. Pocos días después apareció en el núm. 1. Recogida esta larva, hemos tenido ocasión ele observar en casa alguna de sus costumbres. Puesta sobre una hoja de remolacha ó lechuga en una mesa de mármol y cubierta con un vaso de cristal huía de la luz, ocultábase - 14- én los sitios más oscuros y húmedos y allí permanecía inmóvil sí, pero sin dar paz á sus mandíbulas, pues devoraba unos 5 centímetros cuadrados superficiales de hoja cada 24 horas. El 1 7 de Junio había perdido la trasparencia, tomando un color gris oscuro por arriba y más claro debajo, engordando notablemente. Murió el 22 sin sufrir metamorfosis. También por esta época fué coleccionado y sometido á idénticas experiencias el pequeño coleóptero color bronce oscuro, especie de silfo, encontrado sobre las hojas del núm. 2. Este era más parco en sus exigencias alimenticias; no pasaba de 2 centímetros cuadrados por día. Vivió poco más que el gusano. L a s investigaciones microscópicas, que por estas fechas practicamos en las raíces sometidas á estudio, nos demostraron que anatómicamente se hallaban constituidas por todos los elementos y tejidos propios de una estructura dispuesta al funcionamiento normal de la fase asimiladora. Distinguiéndose claramente el tejido cortical, cilindro central y abundante parénquima celular intermedio, con haces fibro-vasculares bien formados. — 15 — DIBUJOS DEL TOMADOS POR E L NATURAL AUTOR — 16 — Huevos é insecto perfecto del melolontha C, cilindro central Observación del 22 de Julio. P a r c e l a núm. 1 . — Adviértese que algunos pies tienen amarillentas y secas algunas de las hojas más viejas, horizontales é inferiores, siendo este fenómeno más perceptible en los limbos. Algunas raíces se hallan al descubierto por su parte superior, formando cabezas enverdecidas. Abundantes plantas espontáneas, pues desde el 5 de Junio no se dio más de una cava. Disponemos se proceda á otra escarda con entrecava ó bina, cubriendo de tierra la parte descubierta; es decir, recalzando ó aporcando el órgano subterráneo. Caracteres: Longitud máxima de las hojas, desde la inserción del peciolo al ápice, 36 centímetros. Latitud del limbo en la parte más ancha, 1 3 . Número de hojas verdes, contando con las del corazón, 27. Longitud de la raíz, cónica, 27. Circunferencia mayor, 27. Abundantes raicillas, hallándose las más largas, de 1 2 centímetros, hacia el vértice. Peso de las hojas, 3 2 5 gramos. Raíz, — 17- con 5 capas concéntricas, 506. Planta, 8 3 1 . Densidad del jugo, 1 , 0 5 7 9 . Tanto por ciento de azúcar, 1 1 , 8 . P a r c e l a núm. 2.—Hojas verdes en su totalidad. Tampoco aquí se han llenado del todo los cuidados del cultivo. No se verificó más de una cava desde la anterior. Aconsejamos entrecavar y recalzar. Caracteres: Raíz globosa, de ápice truncado, sustituido por raíces adventicias muy gruesas y largas. Longitud máxima de las hojas, 37; ancho, 1 5 . Número de hojas verdes, 3 1 . L a r g o de la raíz, 1 9 ; circunferencia, 34. Peso de las hojas, 736 gramos. Raíz, de 5 capas concéntricas, 928. Planta, 1 . 6 6 4 . Densidad del jugo, 1 , 0 4 8 5 . Azúcar, 9,3. P a r c e l a núm. 3.—Ofrece algo peor aspecto que las anteriores, siendo mayor el número de hojas secas y cabezas verdes, y más imperante la vegetación silvestre; tampoco fué atendida desde el 6 de Junio. Ordenamos análogas labores que á las otras. Caracteres: Hojas, 40 y 1 4 centímetros de largo y ancho, respectivamente. Raíz, 3 2 , 25 y 1 6 . Hojas verdes, 1 8 . Peso de las mismas, 2 1 0 gramos. Raíz, con 5 capas, 586. Peso de la planta, 796. Densidad del jugo, 1^0629. Azúcar, 1 3 , 0 . P a r c e l a núm. 4.-—Retroceso en el desarrollo exterior, si bien hojas verdes en su totalidad. Raíz semejante al núm. 2, aunque menos desenvuelta. L a r g o y ancho de las hojas, 33 y 1 3 ; siendo las verdes, 3 0 . Raíz, 1 2 y 2 5 , con adventicias retorcidas helizoidales de 20 centímetros. Peso de las hojas, 462 gramos. D e la raíz con seis capas, 4 3 3 . De la planta, 895. Densidad del jugo, 1 , 0 6 1 1 . Azúcar, 1 2 , 8 . Por las mismas fechas de estas observaciones verificamos una inspección ocular en las más notables parcelas -18 - ele esta villa, quedando agradablemente impresionados, pero advirtiendo el defecto general de las cabezas verdes por falta de recalce. El examen de la raíz á simple Vista nos pone de manifiesto el gran desarrollo de los vasos y células dispuestos en capas concéntricas, formadas por anillos blancos, estriados, de haces fibro-vasculares, intercalados con otros anillos ó capas de un mate oscuro, constituidos por abundantes células donde se halla depositada la reserva de nutrimento sacarino; capas que disminuyen en grosor del centro á la periferia y que vistas por trasparencia se invierten: las blancas aparecen oscuras y las oscuras blancas. Aspecto de una planta el 22 de Julio Aspecto á simple vista de un corte trasversal A, corteza. C, capas celulares B, capas de la raíz por la misma fecha. féro-vasculares. que contienen la sacarosa ó azúcar. Observación del 30 de A g o s t o . Parcela n ú m e ro 1 . — E s grande el número de hojas secas, ora unidas á la planta, ora esparcidas por el suelo, quedando verdes las más internas, pequeñas y más jóvenes. L a plantación está, por decirlo así, consumida por la sequía y las hierbas malas que por añadidura la invaden. Sólo se ha escardado, en una cuarta parte. Longitud máxima y ancho de las hojas, 3 4 y 1 0 centímetros; siendo el número de las verdes, 1 8 . Raíz fusiforme, de escasas y atrofiadas barbillas, con algunas mutilaciones hacia la base; mide 3 1 y 20 de largo y circunferencia. Peso de las hojas, 200 gramos. De la raíz, con siete capas concéntricas, 400. D e la planta, 600. Densidad del jugo, 1 , 0 8 1 8 . Azúcar por ciento, 1 8 , 0 . Parcela num. 2.—Aspecto verde, frondoso, con reducido número de hojas secas, pero con invasión total de — Su- plantas extrañas, porque no se practicaron las indicaciones de cultivo aconsejadas el mes anterior. Caracteres: hojas, 48 y 1 6 de largo y ancho, respectivamente; siendo el número ele las verdes, 30. Raíz de cuerpo globoso y multi-apicular con depósito blancocristalino de oxalate de cal en su cuello hueco, midiendo 30 y 4 5 . Peso de las hojas, 5 5 0 gramos. Raíz, con seis capas concéntricas, 1 . 7 5 0 . Densidad del jugo, 1,0620. Azúcar, 1 3 , 1 . P a r c e l a núm. 3 . — A n á l o g a presencia que el número 1 , aunque algo mejor por hallarse más atendidas las labores de cultivo. Miden las hojas, 35 y 1 5 ; siendo las verdes, 2 1. L a raíz, bien formada y con cortes de azadón en la base, cuenta 30 y 29. Peso de las hojas, 2 5 0 gramos. Raíz, con siete capas, 750. Planta, 1 . 0 0 0 . Densidad del jugo, 1 , 0 8 3 8 . Azúcar, 1 8 , 7 . P a r c e l a núm. 4.—Igual que el 2, si bien más limpia y.menos desarrollo en sus plantas. Hojas de 42 y 13; siendo las verdes, 40. Raíz, biapicular, de 25 y 30. Peso de las hojas, 2 5 0 gramos. Raíz, con seis capas, 500. Planta, 7 5 0 . Densidad del jugo, 1 , 0 6 8 8 . Azúcar, 1 4 , 5 . L a evolución exterior ele las demás plantaciones en esta época es en general satisfactoria. Advirtiéndose que la remolacha de las tierras profundas y frescas, llamadas de primera, se conserva muy verde, crecida y sin tener apenas hojas secas; mientras que las de los terrenos de secano están agostadas por la insolación y la sequía. Estos últimos fenómenos se ponen más de relieve en la procedente de siembras tardías, especialmente de Junio, aunque mejor defendidas estas últimas en los suelos hú-. meclos y en los secos próximos á cursos de agua. Aspecto de una planta el 30 de Agosto. Observación última, del 23 de Setiembre. P a r cela núm. 1.—Atrofia notable en el desarrollo de las hojas y raíces. L a mayor parte ele aquellas están agostadas, secas. Miden las hojas de largo y ancho 1 6 y 4 centímetros. No pasa de 7 el número de las verdes. L a raíz, cónica, con huellas de roeduras y agujeros circulares de medio á 2 centímetros de diámetro por otro tanto de profundos, mide 1 8 y 23 ele longitud y diámetro. Pesan las hojas, 50 gramos. L a raíz, de 7 capas, 450. L a planta, 500. E l jugo tiene por densidad, 1 , 0 9 7 0 , y azúcar, 2 3 , 1 por ciento. Rendimiento bruto por hectárea en kilogramos, 1 1 . 0 7 2 . Parcela núm. 2.—Predominan las hojas verdes, que miden 37 y 1 2 ; siendo 1 6 las verdes. L a raíz, muy abultada, globosa, con adventicias gruesas y manchas violáceas, mide 23 y 4 2 . Pesan las hojas 500 gramos. L a raíz, de 7 capas, 1 . 0 0 0 . L a planta, 1 . 5 0 0 . El jugo tiene por — 22- densidad, 1 , 0 6 5 2 ; azúcar, 1 3 , 8 . Rendimiento por hectárea en kilogramos, 4 8 . 5 1 2 . P a r c e l a núm. 3.—Retroceso notable en la evolución y número de hojas verdes. Obsérvanse varias raíces secas, arrugadas y . podridas, sobre todo en su mitad superior. Miden las hojas, 20 y 8 centímetros. L a raíz fusiforme, 29 con 26. Pesan las hojas, 200 gramos. L a raíz, de 7 capas, 750. L a planta, 950. El jugo tiene densidad de 1,0868; 19,6 de azúcar. Rendimiento en kilogramos, 1 1 . 1 3 5 por hectárea. Investigando las causas, que pudieron haber ocasionado la podredumbre de varios de los órganos subterráneos de esta parcela, observamos en el haz y envés de las hojas de las plantas enfermas multitud de puntos castaños, semejantes á las pequeñas manchas producidas por el escremento de las moscas, que examinadas al microscopio revelan constituir esporangios llenos de miríadas de esporas circulares y ovales, con protoplasma de color amarillo rojizo, con gran número de puntos refringentes, como formados por pequeñas gotas de grasa. Estas esporas, separadas de las células madres en algunas partes y libres, se hallan en otras sobre una masa celular blanca del parénquima de la hoja, y ofrecen prolongaciones micelinas, pocas veces dicotómicas, y tabiques trasversales. S e trata, pues, de un hongo parásito microscópico desarrollado en las hojas, cuya morfología no puede afirmarse, por hoy, convenga con la de la peronòspera Schachtii que determina el mildiú de la remolacha, tanto más que las raíces no acusan hongos, ni este mal reviste, al presente, caracteres epidémicos. Parcela núm. 4.—Muéstranse predominantes las ho- - 2 3 - jas verdes. Miden 35 con 9; siendo 27 las verdes. Acusa la raíz 34 con 3 2 . Pesan las hojas 300 gramos. L a raíz, de siete capas, 1.000. L a planta, 1 . 3 0 0 . L a densidad del jugo es 1 , 0 6 9 1 y, por fin, el azúcar, 1 4 , 7 . Rendimiento en kilogramos, 2 4 . 2 5 6 por hectárea. Esporas de hongos parásitos en las hojas de la remolacha ESTADOS Procedencia de las raíces Fecha del análisis J u l i o 22 > Agosto 9 » > ANALÍTICOS L. P. Villagarcía.—Trabanca . Peso O en gramos D ensid ad Azúcar por 100 506 11,8 J- C. » .—Escardia . 928 1,0579 1,0485 I- 0. > .—Piñeiro. . 586 1,0629 C. P. » .—Escardia . 433 1.500 1,0611 9,3 13,0 12,8 1,0430 1,0844 7,9 19,0 1,0583 1,0695 12,0 15,6 10,6 J. P. JP. s. s. 750 L. s. > J LJ G 14,7 B. G. 500 1,0725 > R. L. 1.500 > B. 400 1,0538 1,0714 750 1,0725 1,0760 15,6 16,8 750 > J. » A . M. > > J- S. 1,0722 15,6 > J- R. 1,0698 > J- L. J. s. 1,0538 1,0726 14,7 10,6 > R. » > >> » - 1,0688 14,5 B. S. Villanueva.—Bayón . •> 000 1,0625 I3,i J . P. F . D. 1.500 1,0364 1,0600 500 i,o550 12,5 11,0 1.000 1,0374 1,0510 io,o 1,0509 9,7 1,0690 > J - B. T . B. » R. B. Padrón > 750 > 15,6 1.500 > > Ï -> 15,3 J- C. 14,7 6,2 6,4 - 2 5 - Procedencia de las raíces Fecha del análisis Peso J LJ G O en gramos Densidad Azúcar por 100 Agosto 9 » » » Agosto 14 Agosto 19 » F. D . Padrón 500 1,0578 11,8 L. G. 750 1,0705 1,0758 i5,o 16,5 750 1,0548 10,0 r,o8o2 17,7 » X X C. R. » P. L. F. R. > A . F. Fábrica. > M B. » larga Id. » > 500 1,0690 H,7 750 1,0602 500 500 1,0744 1,0642 12,5 16,2 500 1,0752 16,5 500 500 i,P73i 1,0727 15,9 15,6 16,2 13,6 400 1,0748 » 7) L. S. Caldas 500 1,0694 ?> » A.M. 750 1,0813 » 250 1,0912 » 250 1,0602 21,5 12,5 > J. s. ís » T. M. L. Agosto L. B. Villagai » J. C. •A J . o. C. P. Set."" 4 > > J . B. V a l g a . - - A g r o do Coal . I ) . R. 18,0 1,0818 18,0 1.750 1,0620 750 1,0838 13,1 18,7 500 1,0688 14,5 1.500 1,0640 500 1,0760 13,6. 16,8 F. B. Agro do Coal . 1.500 num. 2 1.125 1,0578 1,0648 Agro de Frondel . 2.500 1,0440 J . D. Agro de Seixa . 600 1,0640 » Huerta de Traba . 450 1,0840 13,6 19,0 A. C. > J . D. > > J. > F. B. > > A. » E. F. Padrón. Siete Coros, 2 raíces. Agro de Frades. . S. Caldas. 500 1,0662 14,1 2.250 1,0522 750 1,1120 10,3 24,0 1.500 1,0582 12,0 1.500 1,0560 ii,S 75° M. L. Cesures II. 7 A . R. > > E. G. Puebla, grande > * 1,04291 10,3 1,0650 13,8 13,1 1,0620! > Set. ™ b 13,6 8,2 > > > 11,8 » » > 1,0811 400 J. P. 14,7 18,0 "¿ pequeña 500 1,0806 2.250 1,0534 i7,7 10,6 500 1,0754 '6,5 - 26 J U G O Procedencia de las raíces Fecha del análisis Set. brfi 7 X eso en gramos Densidad Azúcar por 100 Puebla 1,0644 R. A . Caldas.—Saborida » » » A . R. » .—Sarnadela . . . . F. L. Barro » i,0954 1,0691 1.250 1,0544 1,0922 G. I. 700 M. C. 1.125 c. » » 375 750 > B. A. » J. c. » » ;> Set. " 1 14,7 10,9 22,2 10,6 700 1,0530 1,0686 1.500 1,0460 14,5 8,8 2.150 1,0544 io,9 1,0654 13,8 M. C. » 13,6 22,5 B. A . 8co 1,0756 i6,5 F. R. 2.500 10,6 9 23 Recolección » » F. M. 1,0534 1,0616 D. A . 1,0804 17,7 » » C. 1.500 1,0606 > » ?. 000 1,0614 12,5 12,8 600 1,0744 16,2 600 1,0620 500 1,0819 13,3 i8,b 1.250 2.000 1,0756 1,0546 16,5 10,9 1.400 1,0454 8,5 1.300 1,0794 800 1,0517 1,0728 17,5 10,0 725 1,0635 » » 3.000 1,0477 X 1.250 1,0595 1,0636 » E . V. » Sayar L. S. » » ;> ;> Huerta D. M. » > L. R. » Arcos ' V. C. Cuntís. Con abono del país. » » » Con superfosfato. . . » » H. R. M. » S > 0. i> Con abono de cuadra y palomina 12,8 15,6 13,3 9,o 12,3 13,3 - 2 7 J u GO Fecha del análisis Peso PROCEDENCIA DE LAS RAICES en gramos Densidad Set. 23 en la recolección C. L. s> > > F. R. > > I. > > M. > > C. Azúcar por 109 Clasificación Rendimiento en ki- logramo! por hectárea bro > > > > > > JB. J. > D. F. P. R. D. B. Viüagarcía.—Trabanca . » P. D Tí » p.p. F. » . . R. > P. P. Escardia . P. > con algas > C. G. O. Pilkiro p. g.. » » p. p.. » c. est. " Vista-Alegre . s. Marsión . s. > L. Tone . R. » » > P. » •1 c. algas » M. San Roque R. h . Junquera . * > > » » » » Octubre 4 F. A. » » V. N. R. M. A. M. T. G. D. M. R. V. » > > > > » > » » P. A. R. 75° 700 1.200 450 950 1.000 1.000 700 400 1.000 1.500 1.125 » 2.250 500 Ouro p. b. 625 » p. a. Florida . 700 Maroma . 750 Agro da Iglesia 1.500 Cornazo arriba 1.500 Cornazo ahajo. 600 Rubianes . 750 0 > Octubre 16 Después de lluvias torrenciales y continuadas y cuando la planta reverdecía. S. Q. > » M. p. > > G. F . > > J - R. > > L. R. > > A. C. » > > Ï » - 1.300 500 500 1.000 1.500 r 400 1.000 1.000 r 000 700 1 Refojos . Rubianes. Marsión . Agro dos Canos > Trabanca. 750 750 755 1.000 1.250 1.000 1,0723 1,0970 1,0870 1,0748 1,0710 1,0750 1,0569 1,0691 1,0652 1,0825 1,0868 1,0817 1,0540 1,0728 1,0768 1,0785 1,0725 1,0714 1,0725 1,0675 1,0430 1,0878 1,0530 1,0850 1,0608 1,0728 1,0690 . 1,0920 1,0760 1,0750 1,0630 19,3 12,5 15,6 14,7 21,6 16,8 16,5 13,3 1,0421 1,0562 1,0432 1,0664 1,0623 1,0592 7,6 n,5 7,9 14,1 13,1 12,3 15,6 23,1 20,0 16,2 15,0 16,5 ii,5 14,7 13,8 18,3 19,6 18,0 10,9 15,6 16,8 i7,3 15,6 i5,3 15,6 14,3 7,9 20,0 10,6 muy rica 2 1 . 5 0 4 I I.O72 > * II.956 31-552 » » 30.032 pobre 36.896 rica 24.256 > 48.512 muy rica 4O.608 » 'i > > » > 11-135 pobre muy rica 8.220 17.648 > » 11.616 3 -36o » > 23.040 23.050 rica 16.320 muy pobre 1 2 . 1 9 2 muy rica 12.864 pobre muy rica 5 382 rica muy rica 15.680 rica 20.352 muy rica 14.784 > » 34.072 > > 12.928 rica 11.616 » •> r muy pobre pobre muy pobre rica > > L a determinación de la riqueza sacarina lia sido hallada con todo cuidado por vía mecánica, mediante la balanza areo-térmica de Mohr y la tabla de relación entre la densidad del jugo y riqueza sacarina de la remolacha (Hachett), único procedimiento hoy generalmente aplicado para los muchos análisis de remolacha que en tiempo relativamente corto exige la práctica; y fueron corroborados estos análisis por otras investigaciones que con análogo fin se practicaron en la Coruña y Alemania. También en esta villa por el competente farmacéutico Sr. Varela Domínguez. El polarímetro acusó c*. el jugo de una raíz un cociente de pureza de 88; en otra raíz 79, revelando por la inversión la presencia de no azúcares activamente ópticos. A N Á L I S I S DE PARCELA T I E R R A S 3NTTjr]Vr. X E n el distrito de Villagarcia, lugar de Trabanca. Tipo de buenas tierras laborables secas F E C H A , l 8 D E O C T U B R E D E L 99 físicas. — Ofrece por densidad, 986 gra- Propiedades mos en litro. E s de color avellana claro, de consistencia media, permeable, higroscópica y poco adherente. Propiedades 1 . 0 0 0 gramos contiene: químicas.—En Gramos Ap-ua . 107,500 Arena silícea 640,950 Arcilla 163,180 Humus 85,5oo P A R C E L A isrxrivE. 3 E n el m i s m o d i s t r i t o , l u g a r de E s c a r d i a . Tipo de tierras húmedas Propiedades físicas.—Densidad, 887 gramos en litro. Color negro, menos permeable, húmeda, adherente. - 2 9 - Propiedades -químicas.-—En i.ooo gramos contiene: Gramos Agua Arena silícea Arcilla 243,050 536,150 160,740 Humus 56,860 Observaciones meteorológicas E n los meses que duró el período vegetativo de la remolacha azucarera hubo temperaturas medias de 1 9 , 2 1 , 2 3 , 24 y 2 2 , correspondientes á los meses de Mayo, Junio, Julio, Agosto y Septiembre, respectivamente; siendo la humedad relativa ó grado higrométrico medio de estos meses: 78, 70, 6 5 , 64 y 66°. Predominaron las calmas y días despejados. Hubo lluvias el 24 y 25 de Mayo; niebla el 26. En Junio registráronse 2 días de niebla, 5 de lluvia y 1 de tormenta. En Julio 3 días de lluvia, 6 de niebla, siendo los días más calurosos los 8, 1 7 , 1 8 , 26, 2 7 y 2 8 que acusaron temperaturas máximas de 2.9 y 3 1 á la sombra y 34 al sol; correspondiendo las mínimas, de 1 5 y 1 6 , á los días 2 y 3, de N. fresco. Agosto caracterizóse por 4 días ele lluvia y de niebla, con tormenta el 1 1 ; del 1 5 al 20, inclusives, reinó un período de grandes calores, de 2 9 y 3 1 á la sombra, 35 al sol. Septiemo o bre distinguióse por chubascos acompañados de viento recio del S. O. el 5; con lluvias tempestuosas el 1 3 y 1 4 ; niebla el 2 3 ; elevados calores los días 3, 4 y 1 0 , finalizando con lluvias y tormentas de repetición. CAPÍTULO RAZONAMIENTO II SOBRE EL CULTIVO L a remolacha de que nos estamos ocupando, que desde fines del siglo pasado y después de los descubrimientos de Margraff y Achard viene siendo materia importantísima de la industria azucarera europea, y sobre cuya genealogía no están de acuerdo los botánicos, pues mientras unos opinan que la Beta, vulgaris, de las Quenopodiáceas, de la familia procede de la remolacha marítima que crece en las costas del Atlántico y Mediterráneo, otros la hacen derivar del cruzamiento de la forragera con la remolacha-cardo ó acelga, viene asimismo siendo objeto de grandes estudios, de grandes perfeccionamientos en el orden agrícola é industrial; distinguiéndose Alemania, Francia, Austria y Rusia que cuentan cada una - 8 Í - con un número de fábricas que no baja de 200 y una producción anual no inferior á medio millón de toneladas de azúcar. No obstante esta larga explotación de un siglo y ele las buenas condiciones de clima y suelo en que se encuentran muchas regiones españolas, singularmente Galicia y Asturias, no tomó esta industria carta de naturaleza entre nosotros hasta que á partir del año 82 Zaragoza primero, Granada, Málaga, Córdoba, Oviedo, Santander y otras provincias más resueltas después, no vacilaron en implantarla, aún á trueque de luchar en competencia con la industria colonial de nuestras perdidas antillas, entonces pujante; pues vieron desde luego los indiscutibles beneficios que reportaba á la agricultura, ganadería, destilerías, refinerías, etc., aparte de los buenos dividendos que se repartían sus accionistas, llegando á asegurarse que hubo fábrica que á los tres años amortizó el capital invertido. Tales noticias, quizás exageradas, cunden y despiertan en España una fiebre industrial tan brusca é imperante hoy, que, de no moderarse á tiempo, de no buscar emplazamientos adecuados, ó de ser blanco prematuro de tributaciones desmedidas, se dice que podrá originar un desequilibrio entre la materia cultivada y la fabricada, entre la producción y el consumo, supuesto que calculada la producción en 60.000 toneladas y el consumo en 1 2 5 . 0 0 0 queda una diferencia de 65.000. Este peligro sin embargo parece remoto, será preciso doblar la producción actual, y no entibiará, á buen seguro, el entusiasmo de nuestros distinguidos compatriotas que, haciendo frente á los recelos y preocupaciones ingénitos é inveterados en el país gallego, dótanle de una industria que ha de - 3 2 - producirle y le produce y a inmediatos é innumerables beneficios. Que el suelo y el clima de Galicia son adecuados á las exigencias de esta planta muéstranlo palmariamente los hechos atrás consignados. Apenas sembrada, á fines de Abril, vérnosla surgir vigorosa, radiante de vida en 8 días; un corto desmayo sufre cuando sus delicados órganos reciben el insulto de la mano del cultivador en las indispensables labores de aclara ó rareo y escarda; entonces su filiforme tallo y tiernas hojas tiéndense desfallecidos sobre el suelo para volver á erguirse á los dos días, alcanzando á partir de esta fecha lozanía y vicia tan espléndidas que resiste impávida las mordeduras de los insectos, los fríos y demás peligros que la asedian. E l 5 de Junio—buscando el promedio de las 4 plantas—mide 43 centímetros de largo y pesa 50 gramos; hallándose las hojas, de 42 gramos, y raíces, de 8, tan perfectamente constituidas en su estructura anatómica que desde luego tiene asegurado el desempeño armónico de todas sus funciones que han de dar por finalidad el rápido crecimiento de sus órganos subterráneos y el acumulo de la sacarina materia industrial en ellos. Con efecto: las hojas ofrecen ya espansiones de 8 centímetros y las raíces muestran una epidermis bien formada, revestida de abundantes pelos radicales, otros tantos puntales que la sostienen en el suelo, otras tantas bocas por donde tomar el alimento del mismo que en su circulación incesante, mientras la vida subsista, encontrará franco el paso por el tejido permeable de las capas corticales para ascender con la savia bruta, llegar á las hojas, verificar allí aquellas trasformaciones tan admirables que - 8 3 - cambian por completo la constitución y energía de la materia, trasformándola de bruta é inanimada en orgánica y viva, y descender ahora con la savia nutritiva por los haces fibro-vasculares del peciolo y raíz hasta su punto de partida. No debe sorprendernos, pues, que en nuestra visita del 22 de Julio encontráramos la planta en todo el esplendor ele su desarrollo exterior, y ocupada ya en la importante y complicada tarea de elaborar azúcar en sus hojas y acumularlo en sus órganos radiculares. No debe sorprendernos que encontráramos un aumento de 1 6 centímetros en el sentido vertical, 3 9 1 gramos en el peso de las hojas, 605 en las raíces, 1.095 e n e l total de la plan- ta; siendo ya estimada la riqueza sacarina de 4 raíces procedentes de las 4 parcelas en estudio en un promedio de 1 1 , 7 por ciento. Ni debe sorprendernos menos que la raíz completase su estructura formando 5 0 6 capas concéntricas, distinguibles á simple vista, de tejidos celular y fibrovascular. Cuando á fines del mes de Agosto repetimos la inspección, vemos suspendido y aún aminorado el crecimiento aéreo en los terrenos secos; aquí y allá vemos esparcidas por el suelo las hojas secas, rojas y tostadas por las caniculares temperaturas y sequías de Agosto, otros tantos despojos de aquella vida ostensible que, habiendo llegado á la plenitud, suspéndese por un momento para reanudarse más tarde, si llegan mejores tiempos para su existencia bisanual. Las plantas de los terrenos húmedos defiéndense mejor de estas inclemencias y muestran más verdes sus hojas, pero también de menor desarrollo que antes. E n las 2 de secano vérnoslas achicarse en 27 centímetros, disminuir el peso de las hojas en 1 6 6 gramos, el de las 3 - 3 4 - raíces en 29, ei de la planta en 1 3 . E n cambio adviértese un aumento en la riqueza sacarina: el núm. 1 gana 6,2, el núm. 3 gana 5,7, supuesto acusan ahora 1 8 , 0 y 1 8 , 7 por ciento de azúcar, respectivamente. Si aplicamos el mismo razonamiento á las plantas números 2 y 4 de suelos de regadío, observamos que en vez de empequeñecerse aumentan 7 centímetros; mas las hojas pierden 1 9 8 gramos de peso. Gana la raíz, 4 4 5 ; la planta, 1 5 4 . E l azúcar en el núm. 2 aumenta 4,0 y en el 4 1 , 7 , supuesto que ahora acusan 1 3 , 3 y 1 4 , 5 por ciento de riqueza sacarina, respectivamente. E n el período de la recolección manifiéstase en general acentuada la fase desasimiladora en las plantas del suelo seco. Su longitud aminórase en 24 centímetros; el peso de las hojas en 1 0 0 gramos, sólo la raíz gana 25 para perder la planta en su totalidad, 85. E n la riqueza sacarina hace aún graneles progresos el núm. 1 , pasa de 1 8 , 0 á 2 3 , 1 , mientras el 3 no gana más de un grado, pasando de 1 8 , 7 á 1 9 , 6 . E n los números 2 y 4 de los terrenos húmedos también aparece predominante dicha fase, pero atenuada en las hojas. E n el sentido vertical hay una disminución de 8 centímetros, que es nula en el peso de las hojas. Perdiendo las raíces 1 2 5 gramos y la planta otro tanto. El 2 sólo ganó en azúcar 7 décimas y el 4 no pasó de 2, pues ahora señala 1 3 , 8 y 1 4 , 7 , respectivamente. Cuanto al rendimiento bruto de estas cuatro plantas, los hechos nos ponen de manifiesto datos de gran significación. E n las cuatro plantas subsodichas la producción bruta está en razón inversa de la sacarina: 1 1 . 0 7 2 , 1 1 . 1 3 5, 2 4 . 2 5 6 , 48.5 1 2 kilogramos por hectárea, respectivamente. Tal es á grandes rasgos el análisis crítico y compara- - 3 5 - tlvo de la evolución general de esta planta, sin entrar en más consideraciones de detalle por no ser molestos, y poder hacerlas cada cual á la vista de los datos consignados. Sólo añadiremos que, salvas muy contadas excepciones en que hubo necesidad de renovar la siembra ó ésta fué tardía, la planta ha prosperado y llegó á término feliz en todas las comarcas de Galicia que se ensayó. Entremos ahora en el estudio particular de su función más importante y cultivo. Sacarogenesis.—La generación ó producción del jugo sacarino, que esto es lo que significa la palabra, entraña el problema más capital para el fabricante cuya resolución encomienda á la ciencia agrícola: obtener remolachas de mucho azúcar y elevado cociente de pureza compatibles con el mayor peso. Hé ahí la síntesis de este cultivo. Si se recuerdan los hechos y fenómenos atrás consignados, advertiremos que el desarrollo más preponderante en la infancia y juventud de esta planta márcase en las hojas; sucede á la espléndida juventud del mes de Junio, á aquel foliage verde, exhuberante y erguido que el pasado verano animaba nuestra campiña por aquella fecha, otra edad menos alegre, menos fastuosa, en que se descuida la exterioridad para concentrar todos los afanes, toda la vida, en el órgano menos visible, sí, pero el más importante, la raíz. Ha llegado para la planta entonces su virilidad, su impropiamente llamada madurez. A partir de la primera quincena de Julio despiértase con gran actividad la función sacarogénica, todas las fuerzas de la Naturaleza: difusión, capilaridad, imbibición, osmosis, diálisis, etc.; todas las energías biológicas: multiplicación celular escisípara y endógena, entran en campaña para librar la batalla que ha de coronarse con la - ññ- víctoria más grande que iio es dado alcanzar al sabio ni al o-eneral más afortunado de la tierra: trasformar la mao teria inanimada y bruta en organizada y viva. L a hoja, es el campo donde esta batalla se libra; la raíz, el campamento á donde son llevados los trofeos y el botín. En el incesante pelear de la química biológica, del ser vivo con los elementos que le rodean, las células de clorofila de la espansión foliar por un acto complejo ó función, en parte respiratoria—-en que influyen directamente la luz y el calor—en parte digestiva, toman el anhídrido carbónico, el oxígeno y otros gases del aire que combinándose con aquellas -sustancias minerales que la savia en su movimiento ascensional lleva á las hojas y con otras orgánicas como el almidón, la celulosa y materias tánicas forma, entre otros principios inmediatos los hidratos de carbono, y entre éstos especialmente la sacarosa ó azúcar cristalizado (M. Girard) que ahora desciende cir- culando con la savia elaborada por los haces fibro-vascu- lares del peciolo para irse acumulando en la raíz. Aquí le tenemos almacenado entre aquellas capas concéntricas de células más oscuras y mates, distinguibles á simple vista, que alternan con aquellas otras más claras y estriadas de los vasos incincliclos por un corte trasversal de la raíz; capas que disminuyen de anchura hacia la periferia, por ser las internas, las más antiguas, las que están en relación anatómica con las hojas más viejas, más caedizas, y cuyas capas, que hemos visto aumentar con la edad de la planta, invierten sus tonos miradas por trasparencia: las zonas más oscuras, donde está el azúcar, aparecen claras y las blancas oscuras. Esta función alcanzó el grado máximo en Agosto para estacionarse hacia la segunda quincena de Setiembre y decrecer después. El — 37 — azúcar aumenta de arriba abajo, á la inversa de las sales nocivas. Por lo demás hay, á veces, diferencias notables de unas raíces á otras de la misma parcela. Si la riqueza sacarina está en razón directa de la densidad del jugo, como se advierte bien á las claras por la mayor consistencia de éste y sabor dulce pronunciado en las remolachas muy azucaradas y el aspecto acuoso en las pobres, no hemos podido descubrir la misma relación en lo que atañe al color de la pulpa y jugo. E s verdad que es más frecuente la coloración rojiza de la pulpa y el tinte vinoso turbio de mosto en las ricas, pero también es verdad que hemos analizado raíces de 21 y 20 por ciento que tenían la pulpa y jugo blancos; á trueque de que las vimos pobres, de 8 y 7, que los tenían rojos. Este fenómeno, pues, de simple oxidación de la materia orgánica: pectina, gomas, espargina, etc., no tiene conexión directa con la bondad de los jugos. Tampoco implica nada la forma; esto no obstante, las cónicas y bien formadas, predominantes en la zona de Villagarcía, tienen más valor industrial por su más fácil lavado y corte. No sucede lo propio con el clima, el sueloj abono, cuidados de cultivo y desarrollo bruto del órgano subterráneo. Está bien demostrado por las experiencias de Walkhoff, y nosotros hemos tenido ocasión de comprobarlo después de las lluvias abundantes de la primera quincena de Octubre, que las lluvias excesivas, particularmente en la época de formación de la sacarosa, disminuye la densidad y azúcar del jugo; y no es esto lo peor, porque si el azúcar está ya formado y no entra en nuevas elaboraciones: conversión en glucosa por los ácidos y fermentos inversivos, iuverfina, no se perderá para la fábrica— si las lluvias son tardías y la planta no enverdece—pues — 38 - como sustancia fija quedará disuelto en mayor cantidad de agua, sino que, y esto es lo más grave, con las lluvias penetran mayores cantidades de sales inorgánicas que dificultan más tarde la cristalización y producen más residuos, más melazas, más impurezas. L a s mejores remolachas las hemos encontrado en los terrenos algo elevados, de amplio horizonte, muy soleados, de secano, de consistencia media, silíceo-arcillosos con humus por composición. L a s peores, en los bajos y húmedos propios de otras hortalizas y clasificados por nuestros labradores como tierras de primera. Influencia marcada tiene la calidad del abono y el peso de la raíz en la sacarogenesis. L o s números con su elocuencia fría así lo demuestran. E n igualdad de suelo, semilla, cuidados de cultivo y demás circunstancias: Con aleno del país ó estiércol Con abono pinico, superfosfato de cal y salitre A z ú c a r por 1 0 0 A z ú c a r por 1 0 0 8,5 17,5 10,9 19,6 13,3 20,0 20,0 14,7 l i n i o mdrinoü diydo III dl lüdò Pnn ohniiíi mu' üUil dUUIIU l|UI 14,7 13,8 15, 18,3 6 - 3 9 - P E S O DE UNA RAÍZ AZÚCAR DEL en g r a m o s por ciento 3.000 9,9 2.500 1 JUGO 10,6 1.500 8,8 1.500 .' 7 ) 9 1.400 8,0 1.250 12,3 1.000 13,8 500 19,3 5°° 20,0 750 1 2 1,6 500 \ 2 3,1 750 1 1 24,0 Concretándonos á las plantas de las cuatro susodichas parcelas, hallamos una razón inversa entre el azúcar y el rendimiento bruto. Mientras el primero disminuyó como 23,1; 19,6; 14,7 y 1 3 , 8 . El segundo aumentó como 1 1 , 0 7 2 ; 1 1 , 1 3 5 ; 2 4 , 2 5 6 y 4 8 , 5 1 2 , gramos de azúcar y peso en kilos respectivamente. Tomando ahora el promedio en peso y azúcar—referidos á una raíz—de todas las analizadas en distintas fechas en las zonas de ensayo más importantes, como Caldas de Reyes, Padrón, Cesures, Villagarcía, etc., hallamos lo siguiente; — 40 — Peso en gramos Azúcar por ciento . . . 750 931 15,9 15,2 Villagarcía , 918 i5,o Barro • • • 1.153 i3,5 i3,4 o • • • . . . 1-305 13,1 11,6 780 9,8 1.006 13,4 C l i m a . — S i el clima de la remolacha azucarera es el templado y húmedo, no cabe dudar que Galicia debe proporcionarle el medio ambiente, la estación botánica más favorable. L a s observaciones meteorológicas anotadas en los cuatro meses de vegetación nos dicen que las temperaturas medias han sido precisamente las óptimas para esa planta, oscilando entre 1 9 , del mes de Mayo, y 24, de Agosto, sin registrar temperaturas inferiores á 1 5 . Si bien otros años aclviértense descensos de más consideración, aunque pasajeros. Ni por un momento dejó el aire de corresponder á su fama de húmedo, supuesto el grado de humedad relativa fluctuó entre 71 y 6 4 , proo porcionando así la frescura necesaria para compensar, en lo posible, aquellas elevadas cifras caniculares de las segundas quincenas de Julio y Agosto en que el termómetro subió á 3 1 o á la sombra y 35 al sol. Mal lo hubieran pasado sin embargo estas plantas, en especial las de los suelos secos, sin las lluvias moderadas y oportunas distribuidas con gran regularidad durante todo aquel período, así como las nieblas, que se han mostrado benéficas, y las calmas y días despejados que han contrastado este año -41 — con los relativamente frecuentes días nubosos y vientos recios y secos del N. y N E . de otros veranos. No cabe duda que el tiempo se ha mostrado propicio. El clima gallego ha querido demostrar lo mucho que es capaz de hacer en favor de una planta que, forastera en el país y corriendo las vicisitudes inherentes á un primer ensayo, ha demandado y encontró su ayuda y hospitalidad más decididas. T e r r e n o . — S i el terreno es la casa, por decirlo así, donde la inmensa mayoría de vegetales cultivados pasan sus días, hasta el punto que allí nacen, allí se suceden con más ó menos rapidez sus edades, allí florecen y después de asegurar la descendencia encuentran allí su tumba, fuerza es que le conozcamos para mejor poder satisfacer todas las exigencias que en materia de habitación y alimento nos reclame la planta. Todos los suelos de cultivo de Galicia tienen fisonomía tan parecida que denuncian desde luego las afinidades de origen y parentesco, desde los tiempos prehistóricos en que se hallaban incultos hasta que la mano del hombre, en su constante lucha por la existencia, los ha ido modificando con sus incesantes labores y desvelos hasta darles las condiciones de cultura con que hoy los vemos. Restos trasformados de períodos geológicos muy distantes y diversos: contrastando los granitos, micas, feldespatos y rocas cristalinas de las primeras edades, con las arenas grises y rojas, las pizarras, el gneis, arcillas rojizas, amarillas y blancas, la grava, los cantos rodados, las conchas y cuantas rocas constituyen los terrenos silúrico diluvial, y los vemos en esta región asociados formando en los suelos labrantíos tan desmenuzados detritus, que convenientemente incorporados con los despojos del reino - 4 2 - orgánico: abonos, vegetales espontáneos y de cultivo, animales, etc., proporcionan á las plantas el medio adecuado á su desarrollo que ha de ser explotado por la industria agrícola. Tierras silíceo-arcillosas y humíferas, más ó menos modificadas, son casi todas las de Galicia. Concretándonos á Villagarcía, donde nuestras observaciones, por motivos de residencia, se han extendido más, diremos que la parte cultivada de su alegre campiña hállase comprendida en el extenso horizonte que en forma de media luna limítase al E . por la cordillera de Giabre, con sus estribaciones del Pousadoiro y Picouto que corren al S., mientras la parte cóncava de este gran segmento discoidal encuéntrase bañada por el mar que forma las ensenadas de Villagarcía y Carril. E l suelo desciende desde la montaña al mar en suave declive, interrumpido á trechos por las ondulaciones de las colinas de Marsión, Laje, Lomba y otras, y la vista se recrea en la contemplación de panorama tan espléndido, en que contrastan en combinaciones mil el matiz verde claro de las praderas, legumbres, hortalizas, viñedos, maizales y plantas nacientes con el de tonos oscuros de los géneros quercus, pbpulus, salix, castánea, los árboles frutales y cuantos constituyen nuestra riqueza forestal y variada flora. Advirtiendo claramente que este gran fondo de vegetación hállase cruzado en todos sentidos, de manera en extremo caprichosa, por sin número de tapias, vallados y setos que constituyen la división y subdivisión parcelaria tan característica de Galicia. Todo el suelo de esta localidad dedicado al cultivo de especies herbáceas está constituido por una mezcla de los materiales que forman las montañas y el subsuelo, bien á - 4 3 - la vista en las trincheras de los caminos: granitos, feldespatos, micas, areniscas cuarzosas, arcillas rojas y blancas, intercalados con las materias orgánicas de la tierra oscura llamada vegetal, son sus componentes principales que, ora se encuentran asociados en perfecta armonía, resultando de ello aquella consistencia intermedia, permeabilidad y frescura no excesivas que avaloran las propiedades físicas de los buenos suelos, como vemos en la parte más alta délas explanadas de Trabanca, Quínteiro, Torre, Golpelleira, Escardia, A g r o dos Canos, Rubianes y Cornazo, ora predominan las sueltas arenas en algunos parajes aislados de las parroquias de Cea y dos últimas, ora las tenaces arcillas como en Marsión y San Roque, ora es la humedad excesiva que imbibe el humus, cual lo vemos en las zonas más bajas de Escarcha, Golpelleira, Maroma, Junquera, las brañas de Castragudín, Outeiro, Carballido, Refojos, Loenzo y Porrón y la parte del llano bañada de cerca por los ríos, riachuelos y arroyos de esta campiña y la muy sombría por las colinas y bosques próximos. L a experiencia acaba de demostrarnos que en todos estos lugares se puede cultivar la remolacha azucarera; todos en mayor ó menor grado tienen, aparte de los caracteres físicos subsodichos, las cuatro sustancias predominantes que acusa nuestro análisis del capítulo precedente, y que, á más de su acción mecánica, encierran un importante problema nutritivo para la planta; supuesto de ellas se derivan elementos químicos imprescindibles para la vida de estos seres. E l agua les suministra el oxígeno é hidrógeno; la arcilla proporciónales la sílice, alúmina y potasa; el humus aporta los principios orgánicos; carbono, nitrógeno, amoniaco, fósforo, etc. •O Pero sí todo el suelo de Vftlagarcta y demás localída- -44 — des donde se hicieron las pruebas,- y por inducción toda la tierra laborable de Galicia, se presta para el cultivo de esta planta, sin embargo de la falta de cal sustituíble por los abonos químicos, debemos hacer una aclaración de sumo interés, á la que hemos llegado no sin repetidas experiencias, observaciones y análisis. Esta aclaración es: que las mejores tierras para azucarera el cultivo de la remolacha en estas comarcas son las de consistencia silíceo-arcillosas, kumíferas, media, esto es de arena, barro y tie- rra negra, con orientación al E. ó S. y horizoiite amplio á fin de que reciban mucho calor y luz; pero sobre todo que no tengan humedad excesiva. Convienen por lo tanto más las tierras secanas de maíz y patatas de los valles extensos que las húmedas, profundas y turbosas, llamadas aquí de primera, en especial de las vegas estrechas y sombrías. L a s raíces en aquéllas son más pequeñas, sí, pero de más azúcar y por consiguiente de más valor industrial; mientras en éstas sucede lo contrario. Si las hortalizas y legumbres ordinarias se dan bien en estos últimos suelos, no se halla en el mismo caso la remolacha azucarera, que no persigue la brutalidad del peso sino la delicadeza de un dulce y puro jugo sacarino. Abono.—Infiérese de nuestros estados analíticos del primer Capítulo y de cuanto acabamos de manifestar sobre el terreno, que los mejores alimentos, los más provechosos abonos para esta planta, serán precisamente aquéllos que, siendo indispensables, faltan en la tierra. L a cal, en sus diversos estados de superfosfatos, fosfatos precipitados, fosforita ó fosfato natural tan abundante en nuestras minas de Logrosán, escorias Thomas, espumas de fabricación, escombros de edificaciones, yeserías, etcétera, figuran á la cabeza. Aunque no de tan absoluta ERROR: ioerror OFFENDING COMMAND: image STACK: -mark-savelevel-