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29 EL MUNDO. DOMINGO 15 DE JUNIO DE 2014 OTRAS VOCES EL APUNTE DEL DOMINGO I ÁLEX SÀLMON La cocina catalana es feliz... y atún PONGA UN ATÚN en su vida. Eso es lo que un grupo de cocineros catalanes pensó al arrancar el viaje que lo llevó hasta Cádiz, a la almadraba. Esta palabra proviene del árabe que se habló en Al-Ándalus hasta el siglo XV. Se trata de una técnica de pesca que ayuda al pez a subir vivo a la barca para su posterior selección y muerte. Se actúa con dos barcas unidas por una red que al alzarse obliga al atún, entre otros peces, salir a flote, aunque no quiera. Se retuerce, se agita, y a pesar de sus 300 kilos, acaba en la embarcación para ser diseccionado en la lonja o en la barca. Es el eterno enfrentamiento entre animal y cazador marinero, que la literatura tan buenas historias ha dado, como en Moby Dick de Herman Melville. Claro que un atún, pobre, no es una ballena. Y la pesca de almadraba ya no obliga a matar al atún sobre la barca, sino sobre las propias redes, en el mar, de un disparo, para que el estrés en su camino a la muerte no deje la carne oscura. Economía de utilidad productiva. Bien, pues unos 70 cocineros, junto a otras personas del mundo de la gastronomía, se embarcaron en un AVE, dirección Cádiz, para asistir a una almadraba y vivir en el mar la poderosa personalidad del atún como ingrediente de la cocina. Y se quedaron a gusto. La prensa local siguió el aconte- Grupo que participó en el desplazamiento a Cádiz. / EL MUNDO cimiento con interés. No ocurre cada día que haya visita de grandes cocineros como Albert Adrià (Tickets), Óscar Manresa (Kauai), Carles Abellan (Comerç 24), Quim Marqués (El suquet de l’Almirant), Albert Raurich (Dos Palillos) o LA VOZ POLÍTICA / A. SÁNCHEZ-CAMACHO Ideas claras y mensajes claros AHORA MÁS que nunca es momento de ideas claras y mensajes claros. Cataluña y España en su conjunto necesitan priorizar las reformas para recuperar la economía y crear empleo. Estamos en la buena dirección y los indicadores económicos son positivos pero eso sólo valdrá cuando lo perciban directamente las personas y las familias en sus casas. Pero tampoco debemos pasar de largo un conjunto de situaciones que marcan la coyuntura política y pueden ser muy importantes en el futuro de nuestro país. La sucesión del Rey Juan Carlos y la coronación de Felipe VI, el falso debate monarquía o república, el proceso separatista en Cataluña o la crisis de algunos partidos. Es evidente que la política no se puede ejercer en el siglo XXI con los métodos y las formas del siglo XX. La sociedad cambia y avanza y la política no puede ser ajena. Pero eso no quiere decir que no valoremos nuestra historia reciente y no tan reciente, ni que pongamos en riesgo la estabilidad cuando el país más lo necesita para recuperar la economía. La monarquía democrática funciona en muchos países como Gran Bretaña, Holanda, Suecia o Dinamarca y ha sido la garantía de la consolidación de la democracia en España. El factor estabilizador y modernizador del Rey Juan Carlos, al frente de una sociedad española comprometida, es indiscutible. La preparación de Felipe para ser el elemento dinamizador de esa España unida y diversa de la que habló hace poco es reconocida por cuantos lo conocen. Nuestro país ha sido valiente cuando ha tocado para emprender las reformas económicas que nos han llevado de la situación trágica del rescate a la perspectiva optimista del liderazgo, junto con Ale- nombres propios en el mundo de la restauración como Rosa Esteve (Tragaluz), Juan Carlos Iglesias (Tickets y Rías de Galicia), Quim Vila (Vila Viniteca), Kim Díaz (bar Mut) o el bodeguero Álvaro Palacios. Tanto que el Diario de Cádiz OPINIÓN otro AVE, todos y cada uno de los encuentros gastronómicos en el camino al atún fueron un festival de sentido del humor y desmadre mesurado y ponderado, digamos que por el sentido común. Aunque a veces hagan de las suyas, afortunadamente, y no seré yo quien las cuente. El icono de esta experiencia sin desmerecer a nadie es Álvaro Montero. Intuyo que le castigó la crisis. Él escribe que «en el año 2011, debido a la decepción laboral causada por los engaños en el mundo de la conserva (respecto a la falsa procedencia de los productos), decidí darme un respiro decidió titular en portada con un «Los catalanes dicen sí al atún». Toda una frase repleta del sentido del humor gaditano que tanto bien hace al cuerpo y la mente. Invitaron a colarse en este viaje a unos 17 periodistas que se incrustaron en la caravana como observadores privilegiados de este festival del atún. Es muy difícil explicar en un espacio tan reducido las diferentes formas de degustar este pescado. No dudo que sea interesante. Pero me inclino por explicarles una de cocineros. Y «Los cocineros se quieren de cocineros catalanes. y se lo pasan bien Ferran Adrià cambió la porque su finalidad es metafísica de la cocina. No sólo en la comida, dar placer a sus clientes» convirtiéndola en un proceso intelectual, sino en su forma de llegar a la sociedad y viajando a Japón». Es una forma entenderse como colectivo. Co- muy elegante de contar algo. En nozco a pocos grupos profesiona- ese sentido espacial es el que se les que se quieran más. Las nue- ha debido sustentar la fuerza para vas metodologías psicológicas in- involucrar a lo mejor de la gastrociden en eso. ¿No? Quiérete tú. El nomía catalana y llevársela a Barresto vendrá solo. bate y Zahara de los Atunes, paLos cocineros se quieren y se lo sando por el Ventorillo del Chato pasan bien porque su finalidad es de José Manuel Córdoba en Cádar placer a sus clientes. Ecua- diz, donde celebraron con Catalución: si tú no encuentras la felici- ña su 50 aniversario, o la Venta dad, ¿cómo puedes dar felicidad a Pinto de Barbate, o el restaurante los demás? Por lo tanto, los coci- Antonio en Zahara. Y sobre el atún, busquen inforneros son felices y lo son en masa, mación. Un mundo inhóspito y sacomo colectivo y sin tapujos. Dicho esto, desde la salida en broso por descubrir. Sants a bordo de un AVE, direc@alexsalmonbcn ción Sevilla, como a la vuelta en alex.salmon@elmundo.es de derechos y libertades. Ante estos escenarios hay que ser claros en las propuestas y claros en la valoración de sus consecuencias. No se puede generar ruptura, división, incertidumbre o inseguridad. Debemos ser constructivos y realistas, saber sumar para poder mejorar todo lo mejorable. He hablado también de crisis en los partidos y, en este contexto, hemos conocido estos días la dimisión del primer secretario del PSC, Pere NavaJosep Antoni Duran Lleida. / BERNARDO DÍAZ rro. La crisis de los socialistas no mania, del crecimiento económico es una cuestión de los últimos meen Europa. Nuestro país también ses: se manifestó con la gestión del sabrá valorar las reformas políti- nefasto tripartito y se ha agudizacas que se deban emprender pero do por la ambigüedad y las difesiempre desde el máximo consen- rencias internas ante el proceso so y desde nuestro marco común soberanista. El PSC tiene la oportunidad de recuperar su credibilidad si sabe defender sin complejos los valores comunes de los catalanes con el conjunto de españoles y si sabe hacer una profunda autocrítica de sus planteamientos socioeconómicos. También estos días hemos conocido las dudas y contradicciones de Duran Lleida. Duran sabe que Convergència lleva a Cataluña a un proceso de frustración y división, pero aún no ha movido un dedo para detenerlo y vive en una contradicción permanente entre lo que dice y lo que hace. Hasta ahora los diputados de Unió han apoyado sin reservas el plan separatista de Artur Mas. Cataluña y España necesitan política de Estado, políticos serios y con visión de conjunto y de futuro. Si realmente Duran cree que debe seguir otro camino, lo tiene muy fácil: que vote en el Senado a favor de la ley que permitirá a Felipe ser el nuevo rey de España y que sus diputados paren la deriva separatista de Mas. Como decía al principio, es el momento, más que nunca, de las ideas claras y de los mensajes claros. Alicia Sánchez-Camacho es presidenta del Partido Popular catalán.