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Mercados & Estrategias Argentina: Tropezando con LA MISMA PIEDRA Escribe: Cr. Carlos Saccone carlos.sacconedeambrosis@hsbc.com.uy “Cuando me preguntan por qué es tan difícil confiar, yo les pregunto por qué es tan difícil mantener una promesa”. (Anónimo) El lunes 16 de junio, a las 9.30 hs., la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos anunció que no analizaría la solicitud argentina de revisar el caso en el cual el juez Thomas Griesa, a través de un fallo del año 2012, obliga a este país a pagarle a tenedores de deuda en default el 100% de lo adeudado. Ese mismo lunes se desplomaron los bonos, y el índice Merval cayó 10%. La situación actual tiene ahora una fecha límite: el 30 de julio, un mes después que venza el pago de intereses de uno de sus bonos. Pero, ¿cómo se llegó a esta instancia? Repasemos los hechos. En el año 2001, el gobierno argentino anunció que reestructuraría US$ 100.000 millones de su deuda, entrando en default al incumplir con las condiciones pactadas en sus obligaciones de forma unilateral. En 2005, Argentina diseñó una “exitosa” reestructura de su deuda a través de una quita cercana al 65%. Esto es, aquel que le había prestado US$ 100 a Argentina, ahora recibiría US$ 35. A esta “reestructura” adhirió el 90% de los tenedores. Pero hubo un ARGENTINA. EVOLUCION RESERVAS INTERNACIONALES 2009-20014 50.000 45.000 40.000 10% que no adhirió. Entre ellos el hedge fund NML, liderado por un veterano de estas batallas, con un activo muy valioso: el tiempo. El director de NML, Paul Singer, estaba dispuesto a seguir hasta las últimas consecuencias para cobrar el 100% de su crédito. Para eso, presentó una demanda en la Corte de Distrito de Nueva York – Sur, ante el juez Thomas Griesa. Es posible preguntarse entonces, ¿pero por qué en un juzgado de Estados Unidos si los títulos son argentinos? El tema aquí es que la gran mayoría de las emisiones internacionales de bonos se realizan desde Estados Unidos, más específicamente desde New York; justamente para que estén gobernadas por una jurisdicción que dé todas las garantías tanto a deudores como a acreedores. Esto no es casualidad. Todas las empresas y gobiernos soberanos saben que para realizar una emisión exitosa de bonos en dólares con demanda global deben hacerlo desde Nueva York. Esto es así y funcionará seguramente por varias décadas más. Tal vez dentro de 200 años cambie, y los países quieran emitir bonos desde Buenos Aires, pero no para nuestro horizonte relevante de tiempo. Este prestigio que se ha ganado Estados Unidos, y en particular Nueva York, no es gratis. No es por la divina providencia que existe. Se ha construido a través de años, de décadas -más de un siglo diríade respeto a los contratos, y un estricto sistema de control de cumplimiento de los mismos. Esto es clave para entender por qué cuando Argentina apeló el fallo del juez Griesa también perdió, y cuando intentó apelar por tercera instancia el órgano máximo del Poder Judicial de los Estados Unidos, directamente se negó a revisar el caso. Léase bien: no hubo un fallo de la SCJ, sino que ésta directamente no analizó el caso. Al desistir de su análisis, quedó en firme el fallo original que obliga a Argentina a pagar su deuda. Esta es la razón por la cual se les llama “buitres”, es decir, porque tienen un contrato firmado por Argentina a través del cual se obliga a este país a pagar 100; y los “buitres” quieren cobrar 100. Luego de algunas idas y vueltas (“No negociaremos porque los buitres no negocian, por eso son buitres”, sic del ministro de Economía argentino Axel Kicillof ), el viernes 20 de junio Argentina anunció, a través de su presidenta, que está dispuesta a negociar con sus acreedores. Es que en realidad no tiene alternativa si no quiere convertirse en enemiga de su pueblo. Negarse a negociar, y por ende a pagar y cumplir los fallos judiciales en firme, haría entrar a Argentina una vez más en default. ¿Cómo? El tema es que el 30 de junio Argentina debe pagar intereses de sus bo- nos entregados en la reestructura del default (aunque existe además un período de 30 días de gracia antes de entrar en default formalmente). Dichos bonos están gobernados por jurisdicción de Nueva York. Si Argentina hiciera este pago, y no le paga a NML antes, estaría discriminando a sus acreedores, por lo que estos fondos serían embargados para pagarle a NML. Esto provocaría que Argentina entrara en default al, finalmente, incumplir una obligación financiera. Un default podría tener consecuencias significativamente negativas para la economía. Por ejemplo, complicaría el fondeo a través de nuevas emisiones de provincias y empresas argentinas. Sin este financiamiento, existiría mayor presión sobre las ya deterioradas reservas internacionales. Con este panorama, las chances de una recuperación económica el próximo año serían sustancialmente menores. También es cierto que Argentina no podría pagar inmediatamente a NML, porque detrás de ellos vendrían a reclamar más tenedores de deuda en default, lo que por el monto comprometería seriamente la estabilidad argentina, deteriorando aún más su posición financiera internacional. Todas las empresas y gobiernos soberanos saben que para realizar una emisión exitosa de bonos en dólares con demanda global deben hacerlo desde Nueva York. Esto es así y funcionará seguramente por varias décadas más. ¿Cuál es la salida? Seguir mostrando una creciente disposición a negociar con 35.000 30.000 28844.00 25.000 2009 2010 2011 2012 2013 2014 Fuente: BLOOMBERG 12 13 Mercados & Estrategias Carlos Saccone NML es lo más inteligente. Aparentemente, el mercado es optimista al respecto. Los precios de los activos argentinos han reaccionado muy favorablemente durante los últimos días por una mejora en las expectativas. Si el gobierno argentino tuviera éxito en pagar a sus acreedores sin comprometer su frágil estabilidad, sin dudas estaríamos ante un panorama mucho más favorable. Los comentarios en el mercado indican que Argentina intentaría extender las negociaciones hasta 2015 y buscaría la forma de hacer un pago en efectivo previamente de forma de compromiso simbólico. Ese año expira la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers), por la cual los que habían aceptado el canje tendrían derecho a las mismas condiciones en caso que éstas fueran mejores desde el punto de vista financiero. En 2015, Argentina podría replicar lo que hizo para cancelar su deuda con Repsol a través de la emisión de un nuevo bono -adivine desde dónde se emite y bajo qué jurisdicción-, que compraría una institución financiera. En el caso específico de Repsol, la operación fue en conjunto con la banca de inversiones de JP Morgan. O sea, Argentina le dio el bono a Repsol, e inmediatamente después JP Morgan le compró el bono a Repsol y el banco lo colocó en el mercado. Habrá que evaluar cuán sen- sible se muestra NML a este punto, pero sin dudas es algo que Argentina debería intentar abordar con máxima eficiencia. Hay que recordar que la agencia calificadora Standard & Poor´s le redujo la calificación crediticia a CCC- (triple C “menos”) asignándole una de las peores calificaciones soberanas de todo el mundo. La acción de Standard & Poor´s refleja lo fundamental del problema. Argentina carece de algo imprescindible para poder beneficiarse de los mercados financieros internacionales: confianza. El mercado no confía en Argentina. Para construir confianza se demora años, para perderla, muy poco. Es hora de empezar a construir. EVOLUCIÓN BONO ARGENTINA 8.28% 2033 2009-2014 (PAGO INTERESES 30 DE JUNIO) Carlos Saccone es el responsable por el asesoramiento financiero e inversiones en Banca Persona de HSBC. Contador Público de profesión, se desempeña en la industria de servicios financieros de nuestro país desde 1997. Es académico de número de la Academia Nacional de Economía y posee la licencia Series 65 de uno de los organismos reguladores del mercado de valores de EEUU. (FINRA). Actualmente cursa el MBA del IEEM, la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo. 100 100% 90 82 80 70 60 50 50% 2009 Fuente: BLOOMBERG 14 2010 2011 2012 2013 2014