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49 BERZOSA_65 BERZOSA.qxd 30/08/16 17:23 Página 49 LA ECONOMÍA DESDE MI OBSERVATORIO Por Carlos Berzosa* Un mundo cada vez más dividido D esde los años ochenta del siglo pasado se ha asistido a una glorificación de la globalización y del libre mercado por la mayor parte de los economistas. Como siempre sucede, y se puede comprobar en la historia de las ideas económicas, hubo discrepantes de lo que ha sido y es el pensamiento dominante. Los discrepantes proceden en la actualidad de diferentes corrientes de pensamiento, neokeynesianos, poskeynesianos, marxistas, institucionalistas y estructuralistas. La crítica que se hace a la ortodoxia es, por tanto, diferente, aunque haya puntos en común. El hecho de que además estén teniendo un crecimiento elevado países menos desarrollados, como China e India, ha servido para que se insista más en las excelencias del mercado y de la globalización. Los países emergentes, que están dejando atrás el subdesarrollo que les ha caracterizado desde finales del siglo XVIII, se presentan como un caso de éxito fruto de procesos de privatización y de la creciente inserción en el mercado global. Los países que fracasan son aquellos que no aplican las medidas económicas adecuadas y que tienen instituciones deficientes que no contribuyen al desarrollo económico. Esta cultura de la satisfacción ha sido desmentida por los hechos con el estallido de la gran recesión en 2007, que ha sido causada por la creciente liberalización, privatización, financiarización y desigualdad. La desigualdad entre países, aunque haya tendido a descender en los últimos años, se ve contrarrestada por el crecimiento de la inequidad en el interior de los países, tanto en los desarrollados como en los subdesarrollados. La obra de Piketty El capital en el siglo XXI (Fondo de Cultura Económica)lo pone claramente de manifiesto para algunos casos de países avanzados. Este libro, que ha recibido muchos elogios, también ha sido objeto de críticas, algunas de las cuales se recogen en El debate Piketty (Metrópolis, 2014). El cuestionamiento se hace en algunos casos desde la izquierda, fundamentalmente marxista, pero, sin lugar a dudas, esta contribución a quien resulta muy molesta es a la economía convencional y a los dirigentes de la economía mundial. De ahí, el intento de tratar de refutar los datos, como fue el caso del Financial Times, que rebate Piketty y que se puede encontrar en el libro mencionado. El último en hacerlo ha sido el analista del Fondo Monetario Internacional Carlos Goés. No deja de ser llamativo que, tras cuestionar las cifras, no obstante, el autor alabe las prolijas bases de datos que compila Piketty. Además de aceptar que es posible que las relaciones que propone existan y que simplemente no sean capturadas por los datos de 30 años y 19 economías incluidas en la muestra que lleva a cabo Goés. La contribución de Piketty ha servido para poner encima de la mesa el gran debate sobre la desigualdad. Pero al igual que esta tendencia a la creciente desigualdad se da en los países desarrollados, también sucede en China e India, que son los que han logrado tasas de crecimiento más elevadas en las últimas décadas. Hay estudios que lo confirman. Lo que resulta cada vez más evidente es que, si bien la desigualdad entre países ha disminuido, entre otras cosas por La contribución de Piketty ha servido para poner encima de la mesa el gran debate sobre la desigualdad, tanto en los países desarrollados como en China e India, que son los que han logrado tasas de crecimiento más elevadas en las últimas décadas el crecimiento habido en estos países, que son los dos que más población tienen, la desigualdad interna de las diferentes naciones al crecer hace que aumente a escala mundial al tiempo que se observa una excesiva concentración de riqueza en el 1% de la población mundial. En la India, como ponen de manifiesto Drèze y Sen en su libro Una gloria incierta (Taurus, 2014): “La trayectoria de la India en materia de rápido crecimiento durante las décadas recientes, particularmente en los últimos diez años, ha tendido a causar cierta excitación comprensible. Las condiciones de vida de las ”clases medias“ (que tienden a significar el 20% superior de la población por razón de ingreso) han mejorado mucho más de lo que se esperaba o podía anticiparse en las décadas precedentes. Pero la historia es más compleja para muchos otros, como el conductor de ricskshaw, la trabajadora doméstica o el fabricante de ladrillos. Para ellos y otros grupos desfavorecidos el periodo de reformas no ha sido tan excitante. No es que sus vidas no mejoraran, pero el ritmo de cambio ha sido penosamente lento y apenas ha modificado sus abyectas condiciones de vida,”. Estos son hechos que la mayor parte de los economistas no quieren ver cegados por el crecimiento, pero cada vez más el mundo se encuentra muy dividido, y no sólo por razones económicas, sino por el respeto a los derechos humanos, existencia de la democracia y, en consecuencia, en derechos y oportunidades. Esta división que genera tantos perdedores no es ajena al incremento del terror que se está produciendo. ● *Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense. nº 1166. 5–11 de septiembre de 2016 49